En la jungla de metal (Priv. Borislav)

El fin de semana era la oportunidad perfecta para desfogar toda su energía contenida en la semana. A pesar de ir a una escuela de artistas y luego ella estudiando danza, aun tenía varias clases que debían ser tomadas en los bancos entre 4 aburridas paredes viendo solo teoría y teoría. Extrañaba la educación en su casa en la cual si aprendía algo rápido, no tendría que seguir ahí y podía salir a jugar con sus amigos.
Pero el punto es que ella tenía dos días para hacer lo que quería, aunque no la excusaba de cumplir sus deberes hogareños como lavar y limpiar... No le molestaba, solo tuvo que levantarse igual de temprano mientras hacía todas esas tareas para así tener la tarde libre.

Salió a la ciudad con un atuendo deportivo, poniendo a hacer ejercicio en el parque para no perder el ritmo, ni un solo día pasaba sin que hiciera ejercicio; pero por el hecho de salir al exterior en si era un riesgo por su sinestesia, no podía separse de sus audífonos que la alejaban de sonidos con sabores no placenteros para ella. Al terminar solo fue a cambiarse en una tienda a un conjunto más casual y luego ir por un helado, sin olvidarse de colocarse bien sus audífonos para evitar oír los sonidos de la ciudad.
Fue a comprar cosas necesarias como caprichos, pesas para ejercicio, una nueva faja por que la que usaba en ese momento estaba desgastandose por el uso para cubrir sus senos... e incluso un esmalte de uñas, ella también tiene sus momentos femeninos.

Pero la aparente tranquilidad y ánimos alegres de Kali no durarían por mucho. En lo que estaba en la calle disfrutando su helado de menta, un ladrón logró acercarse a ella y rápidamente le quitó sus audífonos caros que justamente le servían para aislar sonidos. La brasileña intentó seguirle pero se estaba perdiendo entre la gente, haciendo que fuera muy difícil atraparlo, pero tuvo que detenerse al empezar a oír los sonidos de la ciudad. Mucha gente hablando, el sonido de los claxón, el rugir de las motocicletas, la música de los locales... y todo eso empeoraba al ser la hora pico de la ciudad.

- Nojo... ¡Que nojo! (Asco... ¡Que asco!) - intentó comer de su helado para quitar el sabor del ruido de la ciudad pero solo lo empeoraba.

Se tapó los oídos intentando no escuchar nada, pero era difícil escapar del ruido. Kali se apoyó a una pared intentando buscar un lugar silencioso, llegando a un pequeño callejón que no servía de mucho para aislarla. El sabor de los sonidos de ciudad era el más terrible que conocía no podía tolerarlo. Las ganas de vomitar solo acrecentaban... maldecía su sinestesia en estos casos, pero más a aquel ladrón. ¿Por que no tenía unos audífonos extra? ¿por que no nació sorda para ahorrarse esta terrible sensación.

- Alto, por favor... cállense - Se sentó en el callejón intentando controlar el asco, pero por más fuerza que hiciera con sus manos tapando sus orejas, no podía dejar de oír a la ciudad.

No hay duda que la vida parecía dedicarse a fastidiar al joven kosovar: Primero, andar aún buscando integrantes para su banda, esta vez ya no tenía la suerte de que eran amigos suyos de la escuela, segundo, saber que ahora es acosado por prensa y algunos fanáticos por el "pequeño" altercado sucedido hace unos días en el concierto de Charlotte, tercero, todavía era monótono el despertar, ir a practicar en el Sello, y volver, cuarto, todavía tenía que aguantar vivir en ese departamento. Era común que se viera de malas muy seguido.

-"¡La renta, la renta!" ¡Tendré la maldita renta cuando por lo menos puedas tener el agua de los apartamentos a las horas comunes que la gente lo usa!- Ese era otro detalle, ya empezaba a tener pleitos con su casero, al parecer también desde que se enteró que era un músico de Merveilles Records.

Cargaba con el estuche de su guitarra, traía puesto una camisa verde que dejaba ver una camisa interior negra, y los típicos pantalones de mezclilla con zapatillas, dirigiéndose al Sello. Todo parecía tranquilo en el día, hasta que el toparse con un tipo que al estar corriendo no lo vio, haciendo que casi se cayera. -¡Oye, mira por dónde vas!- Le dijo molesto al tipo que yacía en el suelo por el suceso, que parecía que iba a confrontar al joven Borislav, pero al darse cuenta de quién era, salió corriendo. -¡Gente rara!...¡Vaya, olvidó aquí sus audífonos. Bueno, no se ven tan caros. Supongo que tendrá para otros- Guardó los audífonos en su bolsillo y siguió caminando.

Después de unos metros creyó escuchar algo, al parecer una persona quejándose. Miró por el callejón y vio a una joven que parecía estar pasando por un mal rato. Pensativo se cuestionaba si ser buena gente y preguntar si podía ayudar en algo, o pasar de largo...Por alguna razón su conciencia tomó la decisión. -Corazones bondadosos del mundo ¡Únanse!

-¡Oye! ¿Ocurre algo?- Le preguntó a lo lejos en lo que se acercaba a la joven de piel morena.

Miró preocupado a la joven que parecía estar sufriendo por algo, aunque no se imaginaba el por qué, lo más posible que se le ocurría al kosovar es que la joven tal vez estuviera enferma. Se acercó a la joven que murmuró unas palabras en un idioma desconocido para Borislav. -Perdón, pero...no te entien...- Guardó silencio al ver que sus manos estaban en los oídos de la morena, todavía más confundido, a tal grado de que iba a negarse hasta que ella le comentó.

-Bueno, los sonidos de la ciudad no son nada armoniosos, pero no creo que...- Su cabeza no podía entender lo que se refería la joven. -Eh, lo siento. No entiendo a qué te refieres- Por un momento iba a maldecir su suerte al verse en esa situación.

Continuando en silencio decidió mejor escuchar la explicación: "saborear el sonido". En realidad no le encontraba sentido a eso. -¿De qué habla?...¡Espera un minuto!- Separó sus manos y le hizo una seña con la mano de que esperara unos segundos, a los que sacó los audífonos del sujeto que había salido corriendo. -No sé por qué, pero siento que esto te pertenece- Se los tendió en lo que intentaba comprender lo que le habían dicho. -¿Escuché bien: saborear los sonidos?...Creo, creo que había escuchado algo así. Un amigo me había comentado de gente que podía saborear algunas notas y eso, pero no le había creído debido a su...condición.

"Sinestesia" Una palabra que tardó en entender al principio, pero que su mente al parecer pudo recordar en una de sus experiencias pasadas. Ahora comprendía por qué la joven estuvo así, pero se sentía aun un poco incrédulo por la suerte que al parecer tiene. -Si de por si no esperaba encontrarme con una persona así en mi vida, me topo con todavía una situación más especial...- No hay duda que esta ciudad siempre le traía una que otra sorpresa.

-No hay de qué...- Aceptó su agradecimiento -De haber sabido que el sujeto los había robado le habría dado una paliza...Me hubiera provocado todavía más problemas de los que ya tengo, pero es lo justo...- Su definición de "justicia" y "venganza" eran casi lo mismo para él. -¡Vaya suerte la que tenemos! En especial tú porque creo que el tráfico no bajará en probablemente un par de horas. ¡Es un asco a como está la calle ahora!- Esbozó una típica sonrisa burlona al imaginarse a la gente que ha de estar maldiciendo ahora mismo su situación en la calle.

Echó una rápida mirada a la joven. -¿Ropa deportiva?

- Tienes suerte de que me mudara aquí - chasqueó sus dedos seguido de que de señalara, intentando ser más carismática con el desconocido - Y no te preocupes, ahora me siento muchísimo mejor.

Ella dio un clásico giro rápido sobre si y se paró de puntas al mejor estilo del Rey del Pop, Kali era muy expresiva así que expresó su alegría en aquel movimiento de baile. Aunque la amenaza resonó en su cabeza, para lo cual sus ojos se encendieron.

- De no haberme puesto mal, ¡lo hubiera alcanzado y dado un patada voladora! - dijo confidente, por algo tenía una que otra medalla en su casa que demostraban su habilidad marcial - En mi país la gente lo hubiera visto servicio a la comunidad, la policía es terrible - En ese punto estaba de acuerdo con el chico, pero tal vez en Glass City tendrían mejores elementos policiales y no dejarían pasar su acto de justicia a mano propia.

Kali se rie un poco, mas bien de incomodidad de tener que pasar horas en aquel callejón sin poder dejar de escuchar aquella contaminación auditiva. Sería como un infierno a su lengua que realmente no quería volver a experimentar en un futuro cercano.
Y al parecer incluso su conjunto casual no lucia, casual. Tuvo que hacerse una nota mental de ir a comprar conjuntos más decentes en caso de ir a una fiesta y evitar lucir deportiva.

- Es mi ropa de calle, y esta mi ropa de ejercicio - entre risas, muestra su bolsa con ropa que se había cambiado hace un rato - Pero me gusta que mi ropa sea cómoda ¡me gusta hacer ejercicio! No podía desperdiciar un bonito fin de semana - Termina acomodando sus compras y ropa en su mochila para evitar cargar - Oye, te debo un favor enoooooorme y no se como te llamas - uso sus manos para señalar la magnitud de aquella buena hazaña -... ¿Qué se te antoja de comer? Me gustaría invitarte algo así que tu solo di que te gustaría.

¿Quisiera un helado? Entonces podría ir por otro pues el suyo se le cayó ¿un hotdog si no tenia tanta hambre? ¿tal vez una hamburguesa de esas llenas de todo? ¿Cervezas? Se veía con algunos años mayor que ella.

Soltó una leve risa dando un ronquido al ver lo expresiva que ella es. Un momento la pobre estaba casi muriendo y al siguiente moviéndose como un auténtico artista pop. -¡Eso puedo notarlo! Dudo que alguien enfermo pudiera ejecutar ese paso sin haberse fracturado los pies.

-Me doy una idea...pero por desgracia no pudiste ir tras de él y no había ni un policía presente- Se encogió los hombros cuando hizo la pausa. -Sólo espero que no aparezcan cuando exactamente estoy haciendo su trabajo...- Recordando ya que había golpeado a otros sujetos antes en esta ciudad.

-¿Usar un fin de semana para hacer ejercicio? Comprensible, sólo que yo los usaba en para tocar o...para otras actividades- Lo que cualquier rockero haría: fiestas, tomar, andar de galán con fanáticas, etc. Después de todo ya tenía su reputación en el mundo del espectáculo.

-Eh ¿sabes? No creo que sea tan necesario. Estoy bien...- Se estaba negando hasta que su estómago, que obviamente resentía la falta de presupuesto del kosovar, lo delató. Exhalando rendido no quedó de otra que aceptar la propuesta de la joven. -Supongo que ir por un hot dog no me hará nada de malo...¡De acuerdo, chica! Acepto tu propuesta- Se giró rumbo a la calle, recordando que en su camino al Sello había un restaurante de hot dogs.

- Ta vez no enfermo, pero al menos que sepa bailar sino besaría el suelo - le respondió entre risas recordando cuando era joven y quería imitar este mismo paso de baile.

Esa era la primera vez que agradeció que no estuviera la policia, por que no quería que la buena acción del chico lo llevara a tener graves consecuencias, y todo por ayudarla para que su condición médica (¿podría ser considerado así?) no empeorara en medio de la calle y sola.

- ¿Tocas? Eso suena tan genial ¿que instrumento?, no creo ser buena con los instrumentos musicales y por eso me dediqué a bailar - tal vez era lógico con aquel movimiento que había ejecutado previamente - Ni me contradigas en esto, tienes que aceptar que te invite algo.

Una gran sonrisa se dibujó en su rostro al oír como el chico tenía hambre, no le iba a poder negar algo ahora. Pero le pareció buena idea lo de los hotdogs, había descubierto que en diferentes países tenían a veces locales con su propio toque local.
Ella le siguió ya por fin viendo la iluminada y ajetreada calle, ajustándose los audífonos por precaución para evitar otra escena.

- Me llamo Kali y soy de Brasil - se presentó, esperando no parecer mal educada por hacerlo hasta ahora - Perdón por confundirlo antes, estaba hablando en portugués.

Sí, si Borislav tratara de hacer ese paso no pasaba menos de un buen golpe contra el suelo, algo muy gracioso de ver, pero también demasiado doloroso.

-Sí, solía ser guitarrista de una banda cuando vivía en Alemania. Ahora vine aquí para volver a empezar...Y para bailar yo soy malísimo, así que contrastamos- La única vez que lo hizo fue en una boda de su familia, y porque lo obligaron a bailar en pareja.

La miró y sólo asintió leve con la cabeza, para luego el seguir con el "protocolo" de las presentaciones. -¡Un gusto! Borislav...de ningún lugar- Últimamente a omitido su país de origen: Dejó su etapa de "nacionalista" para decirse de Kosovo, no se siente serbio, y mucho menos alemán.

-No hay cuidado, a cualquiera se nos cruzan los cables cuando uno está en el extranjero... Debo suponer que estás en esa escuela de la que todos hablan ¿No?...Mu...Mu...Musette- Desde que llegó a esta ciudad, el Sello y Musette son los temas que más ha escuchado de la gente.

Para Borislav esto era como volver a toparse con su "yo" de la adolescencia, incluyendo sus amigos, con esa actitud de "wanna be" rockstar al tocar guitarra de aire, los que son malos para tocar cualquier instrumentos, con excepción de la "batería de pupitre" (con todo y plumas de baquetas). Total, hay cosas que nunca cambian con el paso del tiempo. -Por lo menos tienes talento en algo. Hay perdedores que no saben hacer nada y juran que son buenos.

Miró un poco confundido a Kali con esa canción, no está familiarizado con canciones de aquellos lugares, por lo que no pudo hacer nada más que esperar a que ella acabara el verso. -Eh...supongo que sí...El autógrafo te lo puedo dar más tarde, pero tendrás que recordármelo- Le aseguró mirándola de reojo.

-Entonces, entraste a esa escuela para tener referencias una vez que te gradúes...No suena mal, pero si me permites darte un consejo, lo mejor que debes hacer es aprovechar tu tiempo como estudiante y generar experiencia en donde puedas. Cuando yo formé mi banda y ya estábamos para tocar en público buscamos en donde podíamos: discos, bares, presentaciones en festivales y esas cosas...Tedioso al principio, pero si vales la pena encontrarás algo- Aparte la joven brasileña tenía potencial y el carácter para encontrar algo. -También debes cuidarte de los tiburones que querrán aprovecharse...¡Son lo peor!

Asintió con la cabeza para asegurarle que estaba en lo correcto. -Sí, viví ahí desde los 10 años mas o menos...- Se encogió los hombros, no era bueno dando descripciones muy claras de ciudades pues él las veía casi igual. -Edificios altos, también todos esos monumentos con arquitectura teutona y de ese tipo, el clima sí es muy helado, pero uno se acostumbra... La comida puedo decir que nada mal, no creo que la salchicha de los hot dogs se comparen con las de allá, y la cerveza..te puedo asegurar que es algo que debes de probar allá- Típico comentario de un amante de ese tipo de bebidas.

Encontraron el local de hot dogs que el kosovar había visto: un pequeño local que tenía lugar tanto para comer adentro como afuera, sillas y mesa de plástico y una barra con ingredientes para poner a la comida. -Aquí es. Te informo que no los he probado, pero suena bien por lo que le puedes poner a la comida...- Observó los menús. -Iré por uno de res, ¿Qué elegirás tú?

Rió entre dientes. No hay duda que estaba en esa época en la que uno esperaba ser mayor de edad para poder hacer todas esas cosas que los adultos hacen, aunque el precisamente no tuvo que esperar a los 18. -En Alemania la edad legal para tomar es a los 16, y se me hace que tú ya pasas esa edad.

Ya que estaba tomando el tema de la cerveza, él aprovechó y pidió una. Total, una no es ninguna y de verdad necesitaba un trago para aliviar tensiones de todo lo sucedido. Siguió a Kali hasta la mesa que eligió y dentro de poco llegaron los hot dogs. Estos básicamente tenían la salchicha, y cerca de ellos estaba una mesa con los aderezos y demás ingredientes de muchas variedades. Borislav se levantó y hojeó todo, sorprendido de ver tanto. Puso los aderezos básicos: mostaza, catsup, mayonesa, a lo que agregó queso amarillo, pepinillos, cebollas fritas y champiñones. Volviéndose a sentar.

-Jamás había visto tanto para ponerle a algo tan simple como esto- Antes de probar bocado abrió la lata de cerveza y dio unos tragos. -Y...- Probó un poco de su comida y después de un poco pudo terminar lo que iba a preguntar. -¿Qué tipo de presentaciones has tenido allá en Brasil?