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Huésped inesperado (priv. Borislav)
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Huésped inesperado (priv. Borislav)
Layla se sorprendió al descubrir el origen de aquel hombre, aunque no del todo pues sus rasgos eran diferentes a lo que ella conocía. De todos modos era atractivo a su modo, aunque sin duda peculiar. Había escuchado poco de esos lugares tan lejanos para ella, aunque por lo que podía recordar de la época de la preparatorio sabía que eran sitios donde el conflicto, la guerra y la muerte estaban a la orden del día. Se preguntaba si habría sufrido durante su vida en su país natal, aunque a juzgar por su expresión mayormente seria y su habilidad en la pelea cuerpo a cuerpo, podía adivinar que había pasado por situaciones difíciles. El elogio dirigido a su hogar le sentó muy bien, estaba orgullosa de su nueva vivienda, aunque no era ella quien la había decorado pues la había rentado ya completamente amueblada. Le gustaban especialmente los colores escogidos en cada ambiente, y lo luminoso de los amplios ventanales, aunque al ser de noche no era posible apreciar ese detalle. El baño en suite de la segunda planta era muy amplio, y contaba con una preciosa bañadera. Una vez estuvo allí se quitó toda la ropa dejándola tirada en un rincón para después meterse en la tina a medio llenar. Había colocado suficiente jabón en el agua como para que oliera muy bien, y dejara su piel suave justo como le gustaba. Mientras poco a poco la bañera se llenaba se dedicó a colocar una buena cantidad de shampoo en su cabello, quitarse el aroma a cerveza era una de sus prioridades pues realmente ya no lo toleraba. Estuvo un largo rato en la tina, y se relajó tanto que casi se queda dormida. Finalmente abrió la ducha y quitó el tapón para dejar que el agua corriera, y enjuagar todo el jabón de su cuerpo. Dedicó varios minutos a ello para asegurarse estar completamente limpia antes de salir y envolverse en una toalla. Descalza fue hasta su dormitorio donde buscó algo cómodo para ponerse, optando por uno de sus pijamas preferidos, una especie de vestido corto de color violeta con corazones bordados. Se lo colocó y pasó sus dedos por su cabello hasta dejarlo medianamente en orden.
Fue entonces que recordó que tenía un invitado en casa, y que ya había pasado poco más desde una hora desde que lo había dejado sólo en la planta baja. Con el baño el sueño había desaparecido, así que quizás pudieran conversar un poco mientras comían algo. Ahora que su estomago estaba mejor se le antojaba un té con algo dulce para acompañar. Descalza bajó a los brincos las escaleras hasta llegar a la sala, yendo directamente hacia la cocina para poner a calentar algo de agua para preparar las infusiones. -¿Borislav te agrada el té?-tenía de diferentes variedades, pero optó por preparar manzanilla para ayudar a sus intestinos a sentir algo de alivio, mientras esperaba que el agua se calentara buscó algunas galletas en la alacena y llevó todo hasta la salita donde comerían. Era increíble que ya fueran las tres de la mañana y aún no sintiera una pizca de sueño. Llenó ambas tazas y esperó que el té estuviera listo para llevarlas a la mesa. Se sentó allí con las piernas cruzadas mientras aguardaba al hombre y entretanto tomó su celular. Tenía unos cuantos mensajes e incluso una llamada perdida de su hermano. Decidió no contestar, pues aun estaba un poco enfadada con él.
Fue entonces que recordó que tenía un invitado en casa, y que ya había pasado poco más desde una hora desde que lo había dejado sólo en la planta baja. Con el baño el sueño había desaparecido, así que quizás pudieran conversar un poco mientras comían algo. Ahora que su estomago estaba mejor se le antojaba un té con algo dulce para acompañar. Descalza bajó a los brincos las escaleras hasta llegar a la sala, yendo directamente hacia la cocina para poner a calentar algo de agua para preparar las infusiones. -¿Borislav te agrada el té?-tenía de diferentes variedades, pero optó por preparar manzanilla para ayudar a sus intestinos a sentir algo de alivio, mientras esperaba que el agua se calentara buscó algunas galletas en la alacena y llevó todo hasta la salita donde comerían. Era increíble que ya fueran las tres de la mañana y aún no sintiera una pizca de sueño. Llenó ambas tazas y esperó que el té estuviera listo para llevarlas a la mesa. Se sentó allí con las piernas cruzadas mientras aguardaba al hombre y entretanto tomó su celular. Tenía unos cuantos mensajes e incluso una llamada perdida de su hermano. Decidió no contestar, pues aun estaba un poco enfadada con él.
- Vestuario:
Invitado- Invitado
Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
Pasó un tiempo lavándose torso, rostro y cabello. Sabiendo que su anfitriona tardaría en el baño, él no dudó en también tomarse su tiempo.
Acabó de quitarse el olor a cerveza y se secó con una toalla, dejándosela alrededor del cuello. -¡Mucho mejor!- El lavado junto con la diferencia de horario quitaron el sueño del joven castaño. Habría tiempo para dormir en otra ocasión.
Cuando escuchó la invitación de Reira, no pudo negarse a una taza -Sí, me vendría bien un poco de té- Él no era el tipo de persona que tomaba mucho té, pero un poco le ayudaría a no sentir las consecuencias del alcohol más tarde.
Salió aun con la toalla en su cuello dirigiéndose a la sala. Observó a Reira y no pudo evitar hacer un gesto de aceptación. ¡Sabía vestirse y aprovechar sus encantos! Lo opuesto a él que suele vestirse con lo primero que le acomode. Él solía se un poco desvergonzado a la hora de sacar juicios de opinión, no era su intención verse como pervertido, pero tendía a "pensar en voz alta" de vez en cuando.
-¿Esperando llamadas de tu novio?- Bromeó al respecto al verla con el celular. Se sentó.
Acabó de quitarse el olor a cerveza y se secó con una toalla, dejándosela alrededor del cuello. -¡Mucho mejor!- El lavado junto con la diferencia de horario quitaron el sueño del joven castaño. Habría tiempo para dormir en otra ocasión.
Cuando escuchó la invitación de Reira, no pudo negarse a una taza -Sí, me vendría bien un poco de té- Él no era el tipo de persona que tomaba mucho té, pero un poco le ayudaría a no sentir las consecuencias del alcohol más tarde.
Salió aun con la toalla en su cuello dirigiéndose a la sala. Observó a Reira y no pudo evitar hacer un gesto de aceptación. ¡Sabía vestirse y aprovechar sus encantos! Lo opuesto a él que suele vestirse con lo primero que le acomode. Él solía se un poco desvergonzado a la hora de sacar juicios de opinión, no era su intención verse como pervertido, pero tendía a "pensar en voz alta" de vez en cuando.
-¿Esperando llamadas de tu novio?- Bromeó al respecto al verla con el celular. Se sentó.
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
Cuando su invitado apareció dejó el teléfono a un lado, esperando que la pantalla del aparato se apagara para mirarlo y tomar su taza entre las manos, aprovechando el calor de la porcelana para calentarlas. Ya había encendido la calefacción, pero demoraría un poco en estar del todo agradable. La verdad es que pensaba que el otro también se daría una ducha, pero aparentemente sólo se había enjuagado la cerveza de su cuello y su rostro. Era lógico, en parte, pues no tenía nada para cambiarse allí. Bebió un poco de té para tomar una de las galletas de canela y darle un pequeño mordisco. -No tengo nada parecido a un novio-respondió con cierta desilusión por ello, pues había pasado ya casi un año desde su última relación y extrañaba un poco la compañía. Había pensado que en Glass City no se sentiría tan sola como en Tokio, pero se había equivocado. Su hermano estaba muy atareado con su carrera y los preparativos de la boda, y su manager siempre tenía montañas de trabajo pendiente a y apenas tenía tiempo para ella. Las cosas empeoraban si tenía en cuenta que a pesar de haber sido aceptada en el sello aún no tenía mucho en que trabajar, el asunto de la bande estaba un poco atorado, y por el momento no la habían autorizado a realizar presentaciones como solista. Los días transcurrían con una lentitud increíble, y se aburría con frecuencia. La soledad nunca había sido una buena consejera, y sólo conseguía enredar mas sus pensamientos pesimistas.
-Es mi hermano-explicó haciendo referencia a los mensajes que no planeaba responder, hacia varios días quería que lo viera pues necesitaba ayuda con detalles de la boda, pero Reira no estaba interesada. Siquiera sabía si asistiría a la ceremonia, sería allí, en la ciudad, sus padres viajarían expresamente para estar presentes, sin embargo ella llevaba años sin verlos, y no deseaba hacerlo en una situación como esa, que se prestaba para ser victima de sus sermones. Suspiró y bebió otro poco de té. Ir a esa fiesta sola sería realmente insoportable, y no tenía nadie en mente a quien pudiera pedirle que lo acompañara. Reino era una posibilidad, pero estaba prácticamente segura de que se negaría, nunca le habían gustado esa clase de eventos. Volvió a mirar a su invitado, descubriendo por primera vez lo extraño de esa situación. Aquel hombre podías ser un asesino serial y ella lo había invitado sin pensárselo mucho a pasar la noche en su casa. Realmente había actuado de un modo completamente irresponsable, pero ya era tarde para cambiar las cosas.
-Es mi hermano-explicó haciendo referencia a los mensajes que no planeaba responder, hacia varios días quería que lo viera pues necesitaba ayuda con detalles de la boda, pero Reira no estaba interesada. Siquiera sabía si asistiría a la ceremonia, sería allí, en la ciudad, sus padres viajarían expresamente para estar presentes, sin embargo ella llevaba años sin verlos, y no deseaba hacerlo en una situación como esa, que se prestaba para ser victima de sus sermones. Suspiró y bebió otro poco de té. Ir a esa fiesta sola sería realmente insoportable, y no tenía nadie en mente a quien pudiera pedirle que lo acompañara. Reino era una posibilidad, pero estaba prácticamente segura de que se negaría, nunca le habían gustado esa clase de eventos. Volvió a mirar a su invitado, descubriendo por primera vez lo extraño de esa situación. Aquel hombre podías ser un asesino serial y ella lo había invitado sin pensárselo mucho a pasar la noche en su casa. Realmente había actuado de un modo completamente irresponsable, pero ya era tarde para cambiar las cosas.
Invitado- Invitado
Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
-¡Oh, ya veo!- Dijo un tanto sorprendido, aunque no debería extrañarse por el lugar que la conoció. -Bueno, más vale solo que mal acompañado- Bromeó un poco mientras tomaba la taza de té y bebía un poco.
Él no era precisamente un experto en mantener una relación seria. Tuvo varias parejas, pero no solían durar mucho, la más larga fue una relación de 4 meses que sucedió hace unos cuantos años, antes del declive de la banda.
-Bueno, supongo que tu hermano podrá esperar hasta mañana- Bebió otro poco y dejó la taza en la mesita. -¡l té quedó exquisito! ¿En serio ocupabas que te cocinara?- Bromeó
Él no era precisamente un experto en mantener una relación seria. Tuvo varias parejas, pero no solían durar mucho, la más larga fue una relación de 4 meses que sucedió hace unos cuantos años, antes del declive de la banda.
-Bueno, supongo que tu hermano podrá esperar hasta mañana- Bebió otro poco y dejó la taza en la mesita. -¡l té quedó exquisito! ¿En serio ocupabas que te cocinara?- Bromeó
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
Quizás aquel refrán no se adecuaba del todo a su realidad, en muchas oportunidades había escogido parejas terribles, sólo por no estar sola. La verdad es que era pésima para escoger a los hombres, y siempre acababa en situaciones complicadas gracias a ello. Por ese motivo hacia ya un año que no estaba en pareja, en Tokio le resultaba casi imposible iniciar alguna clase de vínculo amoroso, pues siempre sospechaba que se acercaban por su fama y acabarían vendiendo la noticia a los medios. No es que fuera paranoica, algo como eso ya le había ocurrido, y se había prometido a si misma que no podía permitir que ensuciaran su imagen de esa manera sólo porque no toleraba estar sola. Aunque allí, en Glass City, las cosas eran distintas. No tenía una imagen que cuidar, y los medios no estaban al pendiente de sus romances. Quizás debería aprovechar eso mientras aún fuera parcialmente libre. -Le guste o no tendrá que esperar-respondió con cierto rencor en la voz, él nunca estaba disponible cuando ella lo necesitaba, así que podía decirse que aquello era una pequeña venganza por su parte. Más allá de eso, no tenía idea como le diría que no asistiría a la boda, se volvería muy insistente, y no quería acabar cediendo a sus pedidos. Era una decisión tomada, sin embargo le resultaría complicado sostenerla cuando su hermano insistiera al respecto.
Lo observó, curvando sus labios rosados en una pequeña sonrisa. -Hacer té es muy fácil....un saquito, agua caliente y listo.-bebió otro poco y dejó la taza sobre la mesa a su vez. -Soy pésima en la cocina...realmente no sirvo para eso, es una decepción no contar con tus servicios como cheff.-tomó otra galleta y se la llevó a la boca. Comer y beber algo ayudaban a que su estomago se asentara, las nauseas casi habían desaparecido del todo, y sólo quedaba el inevitable dolor de cabeza. -Cuéntame de tu patria, Borislav-pidió con sincera curiosidad, adoraba escuchar historias de sitios lejanos, de los que era completamente ignorante. Se removió en su silla, poniéndose un poco mas cómoda, subiendo los pies al asiento. -¿Tu familia vive allí? -quizás eran preguntas algo personales, pero deseaba conocerlo un poco, además era un buen tema de conversación ya que ninguno de los dos parecía con intenciones de irse a dormir pronto.
Lo observó, curvando sus labios rosados en una pequeña sonrisa. -Hacer té es muy fácil....un saquito, agua caliente y listo.-bebió otro poco y dejó la taza sobre la mesa a su vez. -Soy pésima en la cocina...realmente no sirvo para eso, es una decepción no contar con tus servicios como cheff.-tomó otra galleta y se la llevó a la boca. Comer y beber algo ayudaban a que su estomago se asentara, las nauseas casi habían desaparecido del todo, y sólo quedaba el inevitable dolor de cabeza. -Cuéntame de tu patria, Borislav-pidió con sincera curiosidad, adoraba escuchar historias de sitios lejanos, de los que era completamente ignorante. Se removió en su silla, poniéndose un poco mas cómoda, subiendo los pies al asiento. -¿Tu familia vive allí? -quizás eran preguntas algo personales, pero deseaba conocerlo un poco, además era un buen tema de conversación ya que ninguno de los dos parecía con intenciones de irse a dormir pronto.
Invitado- Invitado
Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
Escuchó como cortantemente mencionaba a su hermano, al parecer no estaba en buenos planes con él. Al parecer un tema demasiado delicado.
Siguió escuchando sobre lo fácil de preparar un té y lo difícil de cocinar. Borislav tuvo que aprender a base de prueba y error las veces que tuvo que "valerse por si solo".
bebía traquilamente del té hasta que una pregunta de su pasado, no le incomodaba hablar de eso, pero sí recordaba con asco los crímenes que los sere humanos son capaces de hacer. -Vivía..- Mencionó en tono serio mientras terminaba la taza y la colocaba de nuevo en la mesita.
-Yo nací en el territorio de Kosovo cuando todavía Yugoslavia existía. De pequeño me toco vivir la guerra que ocurrió en todos los países que un día solían formar parte de la República Yugoslava. Día a día la historia era la misma: bombas, muertes, territorios perdidos o tomados, crímenes de odio, etc. Un hogar fijo era muy difícil para mi familia y a mí. Un día...creo que tenía 8 o 9 años, volví al edificio donde residía, pero estaba derrumbado. Varios familiares estaban ahí, entre ellos mis padres. Pero sus cadáveres no fueron hallados. Tuvo que pasar un año para aceptar que tal vez habían fallecido. Tiempo después antes de que la guerra terminara, huí hacia Alemania con unos tíos. Cuando entendí todo lo que pasaba, ya me había dado cuenta que era un Serbio porque el país bajo el que nací ya no existía y al parecer el mundo se niega a aceptar al que yo debería pertenecer. Considerándome un extranjero en el país que nos recibió como nuevo hogar Si bien, él dejó de tener interés en ese problema hace ya varios años.
Volvió a mirar más tranquilo a Reira, pero sin el ánimo bromista de hace unos minutos. -Es todo lo que puedo decirte de ahí.
Siguió escuchando sobre lo fácil de preparar un té y lo difícil de cocinar. Borislav tuvo que aprender a base de prueba y error las veces que tuvo que "valerse por si solo".
bebía traquilamente del té hasta que una pregunta de su pasado, no le incomodaba hablar de eso, pero sí recordaba con asco los crímenes que los sere humanos son capaces de hacer. -Vivía..- Mencionó en tono serio mientras terminaba la taza y la colocaba de nuevo en la mesita.
-Yo nací en el territorio de Kosovo cuando todavía Yugoslavia existía. De pequeño me toco vivir la guerra que ocurrió en todos los países que un día solían formar parte de la República Yugoslava. Día a día la historia era la misma: bombas, muertes, territorios perdidos o tomados, crímenes de odio, etc. Un hogar fijo era muy difícil para mi familia y a mí. Un día...creo que tenía 8 o 9 años, volví al edificio donde residía, pero estaba derrumbado. Varios familiares estaban ahí, entre ellos mis padres. Pero sus cadáveres no fueron hallados. Tuvo que pasar un año para aceptar que tal vez habían fallecido. Tiempo después antes de que la guerra terminara, huí hacia Alemania con unos tíos. Cuando entendí todo lo que pasaba, ya me había dado cuenta que era un Serbio porque el país bajo el que nací ya no existía y al parecer el mundo se niega a aceptar al que yo debería pertenecer. Considerándome un extranjero en el país que nos recibió como nuevo hogar Si bien, él dejó de tener interés en ese problema hace ya varios años.
Volvió a mirar más tranquilo a Reira, pero sin el ánimo bromista de hace unos minutos. -Es todo lo que puedo decirte de ahí.
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
Lo escuchó con plena atención, sin poder evitar entristecerse con aquella cruda historia. Aunque el hombre no parecía inmutarse mientras la relataba, estaba segura que remover esos recuerdos no debía ser agradable. Quizás preguntar al respecto había sido un error, por su curiosidad había logrado que Borislav recordara asuntos que seguramente lo entristecían, sin embargo era tarde para arrepentimientos, y no parecía la clase de personas que deseaban despertar compasión en los demás. Por ese emotivo Layla mantuvo su rostro inmutablemente serio mientras él relataba los hechos, parecía que hablaba de la historia de alguien más en lugar de la propia, sin involucrarse emocionalmente con nada de lo que decía. Estaba sólo, sus padres habían muerto siendo apenas un niño, y aunque contaba con unos tíos, no parecía ser cercano a ellos. Después de todo no eran del todo diferentes, aunque ella tenía a su familia quizás nunca volviera a ver a sus padres ni a su hermano. En cierto modo también estaba sola en un país que no era el suyo, enfrentando una guerra personal por convertirse en una cantante famosa, contra viento y marea.
No conocía en detalle los hechos históricos que el muchacho relataba pero fue capaz de imaginar la muerte y desolación en medio de la cual había vivido. Eso definitivamente deja marcas imborrables en cualquiera, marcas que constituyen a un ser humano otorgándole una identidad. Ver morir personas a diario, siendo tan sólo un niño, temer la propia muerte que puede llegar cualquier día, con la caída de una bomba, o el asalto a una ciudad. Debía ser realmente angustiante, al punto de lograr enloquecerte. Admiraba su entereza y su valentía, su capacidad de sobreponerse y ser pese a todo un hombre en pie. -Debiste aprender a ser fuerte-murmuró con los ojos fijos en el té que quedaba en su taza.-Te sobrepusiste a una vida llena de dolor...es realmente impresionante-lo observó de nuevo, con sincera admiración, sintiéndose además sinceramente estúpida. Con frecuencia se lamentaba de su suerte y desdicha, ahogándose en un vaso con agua por problemas que en comparación era realmente tonterías. No tenía derecha expresar ninguna clase de sufrimiento, su vida en comparación a la de Borislav había sido maravillosa.
Sin pensarlo acercó su mano a la contraria, apoyándola sobre la del artista con suavidad, un modo de hacerle ver que lo apoyaba. -Puedes conseguir que esta ciudad sea tu hogar-propuso con una pequeña sonrisa, intentando que evaluara las nuevas posibilidades que la vida le otorgaba. -Aún tienes mucho por delante, y aunque el pasado no se puede cambiar, puedes construir un futuro diferente y formar tu propia familia- le gustaba ver las cosas desde esa perspectiva, siempre se repetía que si algún día tenía sus propios hijos no repetiría sus errores. Los dejaría ser libres, y los amaría más allá de sus elecciones. Acarició su mano despacio antes de alejarla y tomar una galleta.
No conocía en detalle los hechos históricos que el muchacho relataba pero fue capaz de imaginar la muerte y desolación en medio de la cual había vivido. Eso definitivamente deja marcas imborrables en cualquiera, marcas que constituyen a un ser humano otorgándole una identidad. Ver morir personas a diario, siendo tan sólo un niño, temer la propia muerte que puede llegar cualquier día, con la caída de una bomba, o el asalto a una ciudad. Debía ser realmente angustiante, al punto de lograr enloquecerte. Admiraba su entereza y su valentía, su capacidad de sobreponerse y ser pese a todo un hombre en pie. -Debiste aprender a ser fuerte-murmuró con los ojos fijos en el té que quedaba en su taza.-Te sobrepusiste a una vida llena de dolor...es realmente impresionante-lo observó de nuevo, con sincera admiración, sintiéndose además sinceramente estúpida. Con frecuencia se lamentaba de su suerte y desdicha, ahogándose en un vaso con agua por problemas que en comparación era realmente tonterías. No tenía derecha expresar ninguna clase de sufrimiento, su vida en comparación a la de Borislav había sido maravillosa.
Sin pensarlo acercó su mano a la contraria, apoyándola sobre la del artista con suavidad, un modo de hacerle ver que lo apoyaba. -Puedes conseguir que esta ciudad sea tu hogar-propuso con una pequeña sonrisa, intentando que evaluara las nuevas posibilidades que la vida le otorgaba. -Aún tienes mucho por delante, y aunque el pasado no se puede cambiar, puedes construir un futuro diferente y formar tu propia familia- le gustaba ver las cosas desde esa perspectiva, siempre se repetía que si algún día tenía sus propios hijos no repetiría sus errores. Los dejaría ser libres, y los amaría más allá de sus elecciones. Acarició su mano despacio antes de alejarla y tomar una galleta.
Última edición por Layla Serizawa el Vie Ago 15, 2014 1:50 pm, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
Nunca supo a ciencia cierta cómo pudo tolerar tan penoso suceso, pero al parecer su juventud y el no entender la situación aminoraron los sucesos, que aun así no quitaron algunas secuelas y definieron al Borislav serio y despreocupado por la vida.
Mientras sentía la mano de Reira al mencionarle de una vida mejor en esta ciudad...y una familia. Una vez que ella se devolvía a tomar la galleta el rompió el silencio que se avecinaba -Bueno, ese fue el motivo por el cual dejé Europa, para olvidar mi vida allá, los problemas con mi vieja banda y volver a comenzar. Pero la idea de una familia...- Si bien ha habido momentos de su vida donde se planteó la misma pregunta, es un tema que nunca se ha considerado apto. Ni si quiera en sus relaciones más "serias" se había planteado la idea de sentar cabeza. -...es algo que creo no estar apto: mi vida errante y mi gusto por una vida de muchos placeres y pocas responsabilidades- Tampoco es que él pensara tan a futuro. -Al parecer una relación a largo plazo no es lo mío- Bromeó con respecto a su pasado amoroso.
Mientras sentía la mano de Reira al mencionarle de una vida mejor en esta ciudad...y una familia. Una vez que ella se devolvía a tomar la galleta el rompió el silencio que se avecinaba -Bueno, ese fue el motivo por el cual dejé Europa, para olvidar mi vida allá, los problemas con mi vieja banda y volver a comenzar. Pero la idea de una familia...- Si bien ha habido momentos de su vida donde se planteó la misma pregunta, es un tema que nunca se ha considerado apto. Ni si quiera en sus relaciones más "serias" se había planteado la idea de sentar cabeza. -...es algo que creo no estar apto: mi vida errante y mi gusto por una vida de muchos placeres y pocas responsabilidades- Tampoco es que él pensara tan a futuro. -Al parecer una relación a largo plazo no es lo mío- Bromeó con respecto a su pasado amoroso.
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
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Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
Muchos escapaban de sus problemas del mismo modo, intentando hacer borrón y cuenta nueva. Para ella no había sido así, siempre que se había ido era con intenciones de progresar y salir adelante, abandonar su pueblo natal había sido una decisión sencilla en su tiempo, pues desconocía las consecuencias de aquello tendría a futuro. No volver a ver a sus padres, quedarse casi completamente sola, dependiendo de su valentía y talento para ser alguien en la vida. A los dieciocho años se había visto obligada a madurar deprisa, para hacer frente a una ciudad que desconocía. Muy pronto había aprendido el juego, sacando sus mejores cartas, no sin cometer algunos errores de principiante. Sin embargo estaba orgullosa de cada uno de sus pasos, incluso de los errores, pues todo aquello la convertía en la mujer que ahora era. Con sus defectos y virtudes, estaba allí, luchando. La verdad es que la idea de formar una familia propia también se le dificultaba a ella. Era pésima eligiendo a sus parejas, y no estaba segura de desear tener hijos en algún momento. Acostumbrada a ser independiente le costaría trabajo adecuar su ritmo al de alguien más. Quizás ese modo de pensar, egoísta, se debía a que nunca había estado verdaderamente enamorada.
Se encogió de hombros y descansó sus manos sobre la mesa, observándolo con suma atención. -Tampoco creo que yo sea buena para eso pero.... Me gustaría en algún momento tener con quien contar.-aquello era lo que siempre la llevaba a iniciar relaciones con hombres que en realidad no amaba. Que le ofrecían cierta seguridad por la que se veía atraída, pero que pronto demostraba ser absolutamente falsa. Su vida actual era completamente incompatible con la posibilidad de formar una familia, las giras, los horarios de trabajo y en suma su gran dedicación a la profesión que había elegido, robaban todo su tiempo y energía. -Creo que somos parecidos-respondió ella con una sonrisa divertida, coincidiendo en sus puntos, pues escondía dentro de sí aquel lado infantil e irresponsable que a menudo se esforzaba por encerrar para poder triunfar. Tomó una ultima galleta y tras llevársela a la boca se desperezó. -Es increíble, no tengo ni una pizca de sueño-comentó extrañada por ello.
Se encogió de hombros y descansó sus manos sobre la mesa, observándolo con suma atención. -Tampoco creo que yo sea buena para eso pero.... Me gustaría en algún momento tener con quien contar.-aquello era lo que siempre la llevaba a iniciar relaciones con hombres que en realidad no amaba. Que le ofrecían cierta seguridad por la que se veía atraída, pero que pronto demostraba ser absolutamente falsa. Su vida actual era completamente incompatible con la posibilidad de formar una familia, las giras, los horarios de trabajo y en suma su gran dedicación a la profesión que había elegido, robaban todo su tiempo y energía. -Creo que somos parecidos-respondió ella con una sonrisa divertida, coincidiendo en sus puntos, pues escondía dentro de sí aquel lado infantil e irresponsable que a menudo se esforzaba por encerrar para poder triunfar. Tomó una ultima galleta y tras llevársela a la boca se desperezó. -Es increíble, no tengo ni una pizca de sueño-comentó extrañada por ello.
Invitado- Invitado
Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
En efecto, dos personas muy parecidas en muchos aspectos, pero cada quien con una forma de vivir la vida diferente: Reira que parecía estar más centrada en su futuro y tratando de ser más responsable con su carrera musical, y Borislav que parecía vivir más al momento, lo más lejos de los problemas y haciendo lo qué más disfrutaba sin medir consecuencias.
-Creo que tienes razón. Al parecer la rutina de la "familia feliz" no será lo nuestro- Coincidió con el mismo tono bromista.
Curioso, ambos parecían más despiertos, como si fuera de día en vez de altas horas de la noche. -Igual yo. Creo que el "jet lag" también me influyó. Así que lo más probable es que cuando llegue a ese departamento caiga rendido en la cama- Comentaba con un rostro pensativo. -Lo que va a ser una lástima, dormir en uno de estos sillones se ve más cómodo que en ese patético intento de cama...- Se encogió los hombros aceptando su suerte -Bueno, eso me saco por no poder rentar un mejor apartamento-
-Creo que tienes razón. Al parecer la rutina de la "familia feliz" no será lo nuestro- Coincidió con el mismo tono bromista.
Curioso, ambos parecían más despiertos, como si fuera de día en vez de altas horas de la noche. -Igual yo. Creo que el "jet lag" también me influyó. Así que lo más probable es que cuando llegue a ese departamento caiga rendido en la cama- Comentaba con un rostro pensativo. -Lo que va a ser una lástima, dormir en uno de estos sillones se ve más cómodo que en ese patético intento de cama...- Se encogió los hombros aceptando su suerte -Bueno, eso me saco por no poder rentar un mejor apartamento-
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
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Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
Le sorprendía que hablar con un extraño, que a estas alturas ya no lo era del todo, hubiera conseguid fácilmente aliviar sus penas y despejar su mente. Al inicio de esa misma noche se sentía enfadada con el mundo, cansada de tener que esforzarse por conseguir objetivos que parecían inalcanzables, y así los obtuviera, no la harían del todo feliz. ¿Ahora? Podía ver las cosas desde otra perspectiva, reírse de su situación y sencillamente aceptarla, haciéndose responsable de sus propias decisiones. Después de todo cada quien debe hacerse cargo de lo que dice, y de lo que no. Es imposible saber que deparara el futuro, sin embargo no cabe duda que esta en manos de cada quien torcer el destino. No podía decidir ahora si mas adelante formaría una familia, pues aunque ahora no estaba en sus planes, quizás en algún momento con la persona correcta si tuviera esos deseos. ¿Quien podía saberlo? Tamborileó con sus dedos sobre la mesa, y por un momento se distrajo viendo por la ventana, muy lentamente la oscuridad absoluta de la noche quedaba atrás, y el cielo negro comenzaba a aclararse.
-No te desanimes, cuando consigas entrar al sello podrás mudarte-había dado por hecho que ese era su objetivo, y de corazón esperaba que lo consiguiera, merecía una segunda oportunidad para hacer feliz, y con un buen empleo podría empezar de nuevo. Se puso de pie tomando las tazas sucias para llevarlas a la cocina y dejarlas en el lavabo, antes de regresar y guardar las galletas sobrantes para que no se resecaran. -Supongo que no debes conocer a nadie en la ciudad... Se lo difícil que es iniciar sólo en un lugar nuevo, así que si necesitas algo siempre puedes venir a verme- le ofreció intentando ayudar en la medida de sus posibilidades, aunque parecía un hombre que sabía cuidarse, nunca estaba demás tener un teléfono para situaciones de emergencia. Quizás podrían ser buenos amigos, y esa era una idea agradable. -Ya me iré a la cama-anunció revolviéndose el cabello que estaba casi seco- Puedes descansar en la habitación de invitados hasta que se haga de día-agregó a modo de despedida antes de dirigirse a las escaleras que la llevaban al segundo piso, donde se encontraba su cómodo dormitorio. No es que tuviera sueño en verdad, pero los pies le dolían un poco, y estaba segura que ni bien se acostara caería rendida.
-No te desanimes, cuando consigas entrar al sello podrás mudarte-había dado por hecho que ese era su objetivo, y de corazón esperaba que lo consiguiera, merecía una segunda oportunidad para hacer feliz, y con un buen empleo podría empezar de nuevo. Se puso de pie tomando las tazas sucias para llevarlas a la cocina y dejarlas en el lavabo, antes de regresar y guardar las galletas sobrantes para que no se resecaran. -Supongo que no debes conocer a nadie en la ciudad... Se lo difícil que es iniciar sólo en un lugar nuevo, así que si necesitas algo siempre puedes venir a verme- le ofreció intentando ayudar en la medida de sus posibilidades, aunque parecía un hombre que sabía cuidarse, nunca estaba demás tener un teléfono para situaciones de emergencia. Quizás podrían ser buenos amigos, y esa era una idea agradable. -Ya me iré a la cama-anunció revolviéndose el cabello que estaba casi seco- Puedes descansar en la habitación de invitados hasta que se haga de día-agregó a modo de despedida antes de dirigirse a las escaleras que la llevaban al segundo piso, donde se encontraba su cómodo dormitorio. No es que tuviera sueño en verdad, pero los pies le dolían un poco, y estaba segura que ni bien se acostara caería rendida.
Invitado- Invitado
Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
Entrar al sello, la clave para "ser alguien" en esta ciudad y probablemente la última oportunidad para el joven de probablemente darle un giro diferente a su problemática vida, pero también dependerá de él si quiere cambiar su actitud.
-No, pero la verdad tiendo a adaptarme fácil a los lugares- La vida de pocos amigos le ha servido. -Pero gracias, trataré de no ser un fastidioso si requiero ayuda-
Se levantó de su silla, se estiró un poco y se disponía a buscar la habitación que se le fue ofrecida, no sin antes notar algo.-¡Vaya! ¡Curioso!...- Se dio media vuelta. -Al parecer eres mi primera amiga que hice aquí en el poco tiempo que llevo...¡Eso también es otro récord!...¡Descansa!- Dio esa última broma y se devolvió a buscar la habitación.
Entró a su habitación, se quitó su calzado, el pantalón, quedándose en puro boxer y luego se recostó boca arriba en la cama. -¡Mil veces mejor!- Fue el primer pensamiento que le vino. Realmente mejor que donde ha dormido en los últimos meses.
-Supongo que el famoso "Sello" tendrá que ser mi primera parada en esta ciudad- Sabía que tendría que apresurarse lo más posible.
-No, pero la verdad tiendo a adaptarme fácil a los lugares- La vida de pocos amigos le ha servido. -Pero gracias, trataré de no ser un fastidioso si requiero ayuda-
Se levantó de su silla, se estiró un poco y se disponía a buscar la habitación que se le fue ofrecida, no sin antes notar algo.-¡Vaya! ¡Curioso!...- Se dio media vuelta. -Al parecer eres mi primera amiga que hice aquí en el poco tiempo que llevo...¡Eso también es otro récord!...¡Descansa!- Dio esa última broma y se devolvió a buscar la habitación.
Entró a su habitación, se quitó su calzado, el pantalón, quedándose en puro boxer y luego se recostó boca arriba en la cama. -¡Mil veces mejor!- Fue el primer pensamiento que le vino. Realmente mejor que donde ha dormido en los últimos meses.
-Supongo que el famoso "Sello" tendrá que ser mi primera parada en esta ciudad- Sabía que tendría que apresurarse lo más posible.
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
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Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
Ofrecerle su ayuda le había parecido natural, después de todo ella formaba parte del sello, y en un futuro quizás podían encontrarse trabajando juntos. Y si no era así, y sólo eran colegas, también estaría bien ser solidaria, después de todo sabía lo difícil que era a su situación, y le parecía una buena persona a simple vista. Le alegró profundamente que la llamara su amiga, más de lo que Borislav probablemente fuera capaz de imaginar. Aunque a veces Reira podía ser verborragia y amistosa, le costaba trabajo abrirse a los demás y hacer amistades, probablemente gracias a que había bebido demás se había permitido entablar aquella especie de amistad con el artista, había tenido suerte al toparse con alguien agradable, a quien ahora podía llamar amigo. -También descansa-lo saludó agitando suavemente la mano con una sonrisa antes de perderse en las escaleras que la llevaron a su cama. Con pereza se dejó caer en el cómodo colchón, abrazado uno de sus almohadones para colocar la cabeza sobre él y cerrar los ojos. Se sentía satisfecha y feliz del resultado de aquella noche, acababa de conocer a alguien agradable, un colega, que compartía muchos puntos de vista con ella.
Bostezó, cerrando luego los ojos, manoteando una manta que estaba allí cerca para cubrirse apenas pues la verdad no hacía nada de frío gracias a la calefacción. El sueño había aparecido de repente, al relajarse, tomar el té y conversar un poco, el cansancio de bailar toda la noche finalmente había caído sobre su cuerpo. Se removió apenas y muy pronto se quedó profundamente dormida, disfrutando de una noche sin sueños ni pesadillas, sólo un tranquilo descanso hasta altas horas de la mañana. La luz que entraba por la ventana la hizo despertarse, pero sentía demasiada modorra aún como para moverse, así que ocultó la cabeza bajo la manta intentando protegerse así de la luz solar que amenazaba su descanso. El estómago le gruñó apenas, recordándole que necesitaba comer algo, pero se resistía a abandonar el cómodo calor de su cama.
Bostezó, cerrando luego los ojos, manoteando una manta que estaba allí cerca para cubrirse apenas pues la verdad no hacía nada de frío gracias a la calefacción. El sueño había aparecido de repente, al relajarse, tomar el té y conversar un poco, el cansancio de bailar toda la noche finalmente había caído sobre su cuerpo. Se removió apenas y muy pronto se quedó profundamente dormida, disfrutando de una noche sin sueños ni pesadillas, sólo un tranquilo descanso hasta altas horas de la mañana. La luz que entraba por la ventana la hizo despertarse, pero sentía demasiada modorra aún como para moverse, así que ocultó la cabeza bajo la manta intentando protegerse así de la luz solar que amenazaba su descanso. El estómago le gruñó apenas, recordándole que necesitaba comer algo, pero se resistía a abandonar el cómodo calor de su cama.
Invitado- Invitado
Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
El veredicto de la noche podría definirse como "muy agradable": Borislav bebió, entabló amistad, ganó una pelea, una apuesta y logró conseguir un mejor lugar para dormir. La razón por la que enfatizó su reciente amistad fue que él siempre estuvo rodeado de gente conflictiva, aparte de él serlo muchas veces, que provocaban en él un desagrado.
Poco a poco fue cerrando los ojos conciliando un poco el sueño, no estaba seguro si sería un descanso temporal o caería "muerto" por varias horas. Que al final no logró descifrar ya que un abrupto sonido lo despertaba: el muy genio olvidó que tenía la alarma de su celular. Al parecer sólo durmió por un par de horas -¡Maldita porquería!...- Maldijo mientras se arrastraba a alcanzar el bolsillo de su pantalón -¿Por qué te habré traído conmigo?- El poco o nulo uso de su celular caía en eso: ser despertador. Lo apagó y se volvió a recostar, pero al parecer el sueño se le había ido y el dolor en su nariz volvía.
-Al parecer alguien conspira para que no tenga un descanso decente- Se levantó y se dirigió a la cocina por hielo para colocarlo en la nariz. -Bueno, golpear a ese tipo lo valió- Bromeaba en voz baja mientras se apoyaba el hielo. -¡Bravo! ¿Ahora tú también me pides atención? No te conformaste con las galletas- Le recriminaba a su estómago que pedía algo más de alimento. -¡Ya qué!- No le quedó otra más que aceptarlo y observar que se le apetecía.
Ojeó un poco el refrigerador y al parecer había lo suficiente para hot cakes. Lo meditó un poco. -Creo que incluso le devolvería el favor- Una mezcla de antojo y de sentir que estaba en deuda por haber sido invitado, a pesar de ser una apuesta que tenía que ser pagada, decidió cocinar tanto para él como para Reira.
Poco a poco fue cerrando los ojos conciliando un poco el sueño, no estaba seguro si sería un descanso temporal o caería "muerto" por varias horas. Que al final no logró descifrar ya que un abrupto sonido lo despertaba: el muy genio olvidó que tenía la alarma de su celular. Al parecer sólo durmió por un par de horas -¡Maldita porquería!...- Maldijo mientras se arrastraba a alcanzar el bolsillo de su pantalón -¿Por qué te habré traído conmigo?- El poco o nulo uso de su celular caía en eso: ser despertador. Lo apagó y se volvió a recostar, pero al parecer el sueño se le había ido y el dolor en su nariz volvía.
-Al parecer alguien conspira para que no tenga un descanso decente- Se levantó y se dirigió a la cocina por hielo para colocarlo en la nariz. -Bueno, golpear a ese tipo lo valió- Bromeaba en voz baja mientras se apoyaba el hielo. -¡Bravo! ¿Ahora tú también me pides atención? No te conformaste con las galletas- Le recriminaba a su estómago que pedía algo más de alimento. -¡Ya qué!- No le quedó otra más que aceptarlo y observar que se le apetecía.
Ojeó un poco el refrigerador y al parecer había lo suficiente para hot cakes. Lo meditó un poco. -Creo que incluso le devolvería el favor- Una mezcla de antojo y de sentir que estaba en deuda por haber sido invitado, a pesar de ser una apuesta que tenía que ser pagada, decidió cocinar tanto para él como para Reira.
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Huésped inesperado (priv. Borislav)
Estuvo cerca de media hora más en la cama, removiéndose entre las mantas, intentando volver a dormir. Sentía demasiada pereza de levantarse, y no tenía planes hasta la tarde así que podía darse el lujo de descansar hasta el mediodía. Se hizo un bollo en la comodidad de su lecho, manteniendo los ojos cerrados, sin lograr conciliar el sueño. Finalmente, ya aburrida, decidió dar inicio al día, pero bastó que se incorporara para que un fuerte dolor de cabeza le taladrara los sesos. Resaca. ¿Que más esperaba? Se masajeó las sienes con los dedos rogando que eso aliviara las puntadas pero no fue de mucha utilidad, no tendría mas opción que lidiar con el dolor el resto del día e intentar llevarlo lo mejor posible. Dio un vistazo a su celular para comprobar la hora, y descubrió una nueva catarata de menajes de Gabrielle, sonrió divertida, adoraba hacerse desear, pero ya era suficiente preocupación para él, así que decidió responderle, confirmando que acompañaría a su novia a la prueba del vestido esa tarde. Sabía que no le caía bien a esa mujer, aunque no lo dijera directamente, era evidente que la miraba con cierto resentimiento. Layla desconocía la razón, pero prefirió mantenerse al margen, poco le importaba que la chica no la quisiera, el vinculo con su hermano iba más allá de su pareja. Con pereza se dirigió hacia el baño para lavarse los dientes y la cara, logrando así mejorar un poco su apariencia. Deslizó los dedos por su cabello rizado acomodándolo apenas antes de bajar a la planta baja.
Los ruidos de la cocina y el delicioso aroma a comida casera le recordaron que tenía un invitado en casa. ¡Y estaba preparando el desayuno! Su estomago gruñó apremiándola para que se apresurara, y ella lo hizo obediente, ingresando pronto en la cocina con una radiante sonrisa. El hombre estaba frente a la estufa que hasta ahora ella nunca había encendido, había buscando los utencillos de cocina que descansaban como nuevos en las alacenas y preparaban unos aromáticos hot cakes. -¡Que bello despertar!-exclamó encantada asomándose por sobre su hombro para ver como la masa se cocía en la sartén que Borislav movía con suavidad para que no se quemara. -Prepararé café-anunció colocando los granos y el agua en la cafetera eléctrica, que probablemente era lo único que utilizaba de aquella preciosa cocina. Descansó la cadera contra la mesada esperando que la bebida estuviera lista mientras tarareaba de buen ánimo una canción. Desayunar en compañía sería agradable. -¿Dormiste bien?-preguntó amarrándose el cabello en una coleta alta para que no le fastidiara a la hora de comer.
Los ruidos de la cocina y el delicioso aroma a comida casera le recordaron que tenía un invitado en casa. ¡Y estaba preparando el desayuno! Su estomago gruñó apremiándola para que se apresurara, y ella lo hizo obediente, ingresando pronto en la cocina con una radiante sonrisa. El hombre estaba frente a la estufa que hasta ahora ella nunca había encendido, había buscando los utencillos de cocina que descansaban como nuevos en las alacenas y preparaban unos aromáticos hot cakes. -¡Que bello despertar!-exclamó encantada asomándose por sobre su hombro para ver como la masa se cocía en la sartén que Borislav movía con suavidad para que no se quemara. -Prepararé café-anunció colocando los granos y el agua en la cafetera eléctrica, que probablemente era lo único que utilizaba de aquella preciosa cocina. Descansó la cadera contra la mesada esperando que la bebida estuviera lista mientras tarareaba de buen ánimo una canción. Desayunar en compañía sería agradable. -¿Dormiste bien?-preguntó amarrándose el cabello en una coleta alta para que no le fastidiara a la hora de comer.
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