Salle de musique {Kazuki/Yuki}

Puede que halla sido un poco confuso para el, o incluso algo fastidioso el haberle dicho que nos veríamos a las 7:00 en un lugar que ni siquiera es "localizable" por medio de algo, faltaba muy poco para que llegara la hora de encontrarnos salí corriendo del trabajo y me dirigí hacia el lugar de encuentro, mientras corría me hacia preguntas a mi mismo como: ¿Vendrá?, ¿Sera una molestia?, entre otras muchas preguntas.

Me empece a preocupar y a cuestionar si de verdad iba a venir, pero no tenia tiempo a pararme y pensar, probablemente llegaría tarde, concentre mi fuerza en mis piernas y empece a correr mas rápido, hasta que vi a una persona entre un poco de neblina, no lo diferencie a primera vista se estaba oscureciendo apesar de la hora, y las nubes se ponían mas grises.

Me detueve a ver detenidamente la persona y pude diferenciar el color rojo de esta, camine hacia el y le dije. -Lo siento por la tardansa, me detuve a comprar algo- Me saludo con una sonrisa y extendio su mano a la cual yo respondi -Hola- con una sonrisa y mirada de alegria y de satisfaccion -Veras compre unos...- Le iba a decir que abia comprado una pequeña merienda aunque era algo tarde, me empeze a escuchar pasos, mire hacia un pasillo donde una persona caminaba hacia nosotros - Podria ser...- entonces la persona salio de la neblina

Después de haberse ido recorrió todo el centro comercial; solamente para hacer tiempo y distraerse, ya que la semana de clases había sido un poco pesada y también para meditar sobre otros temas, que terminaría por procrastinarlos por las distracciones de diversos locales; una joyería -muy cara obviamente- con donde vio aretes que combinarían con uno de sus collares, una librería donde terminó comprando una novela que le recomendaron, la tienda de ropa donde compró aquel vestuario estilo "rock-lolita" el otro día, y demás tiendas misceláneas que finalizaron en una compra de una bolsa de donas de chocolate, por el hambre.

-Creo que es hora de regresar- Se dijo la japonesa a si misma cuando empezó a ver el ocaso por uno de los cristales del centro comercial. Con bajo en la espalda y bolsa en mano emprendió el viaje de regreso, cuando al salir y tomar por un pasillo empezó a divisar dos figuras cerca de ella. Entre cerró los ojos para enfocar más la vista, donde una de las figuras al parecer se le hizo familiar. -¿Será el tipo alto de aquella tienda?- Que para su sorpresa lo era, y estaba junto al empleado de aquella tienda de música. ¡Qué pequeña es esta ciudad!

Los 2 habíamos llegado a tiempo a nuestro destino, pero los 2 distinguimos a la persona que se alcanzaba a ver en las profundidades de la niebla, era la clienta que justamente había recibido esta mañana el chico de alado. Justamente completamos la frase del otro al estar tan sorprendidos de estar los 3 juntos, esto no era coincidencia.

Destino...? pensé al verla a los ojos, cuando me sacaron de mis pensamientos al jalarme del brazo para acercarnos a la chica de pelo negro. El chico se dio cuenta de que me estaba arrastrando me soltó y me pidió disculpas por su movimiento involuntario. -Descuida, al fin y alcabo los 2 vamos a saludarlo ¿no?- le dije con una sonrisa cuando empece a caminar a su lado hasta llegar con la chica a la cual saludamos -Hola!, ¡Así que estamos los 3 aquí!, que coincidencia- dije mientras me daba una leve sonrisa de ironía con mi mano en la nuca, cuando escuchamos el estomago del chico gruñir, no había comido, ¿sera porque lo cite?, bueno era justo el momento para ofrecer lo que había comprado.

-¡Ah!- dije mientras metía la mano en la bolsa -Compre unas galletas como merienda, la verdad es que también tengo un poco de hambre- dije avergonzado mientras sacaba el paquete de galletas, las abrí y las mostré para que agarraran los 2. -¡Tomen las que quieran!, ¿que tal si nos sentamos ahí?- dije señalando a una banca cerca de una fuente apagada, camine hacia ella y nos sentamos -Ya que estamos todos juntos, seria mejor que al menos sabremos comos nos llamamos, me llamo Kazuki, Kazuki Dandelion, gusto en conocerlos-

No alcanzó a ver bien cuando el joven con cabello azabache lo saludó, pero una vez que se acercó más y vio que parecían estar felices de verla otra vez, Yuki sólo les dio una sonrisa y agitó un poco. -¡Hola! ¡Gusto en verlos de nuevo!...- Se quedó un poco pensativa al verlos, parecía que no se conocían esta tarde, pero ahora estaban en una especie de...¿cita?

Escuchó claramente el sonido del estómago de uno de los presentes. -Eh...Yo tengo donas. Si quieren pueden tomar una- Mencionó enseñando la bolsa antes de sentarse y tomar una galletas -claro que agradeciendo el gesto.

Siguiendo la actividad que sugirió Kazuki, la japonesa prosiguió en hacer lo mismo. -¡Encantada! Soy Nakayama Yuki.

Mis mejillas debían estar retando el color de mi pelo, culpando a mi organismo por jugármelas a contra, mas después me sentí algo agradecido por el hecho de que ambos comprendieran y porque no decirlo porque tenían algo para callar a mi estómago.

- Eh, Gracias –Dije tomando una galleta, riendo algo incómodo por lo anterior callando solo cuando di la primera mordida, tomando un par de galletas más entre mis manos. 

Asentí sin reproche siguiéndoles el paso mientras terminaba con los bocadillos, sacudiendo mi ropa en caso de que alguna migaja haya querido ser parte de mi conjunto, dudando ahora de tomar algo más de comer, lo menos que quería es que me miraran como un comelón, una aspiradora humana o algo por el estilo. 

Una vez que me asegure de estar limpio, me concentre en escuchar, mirando a ambos con una sonrisa cuando vi la oportunidad de presentarme- Mi nombre es Motohira Yoko, ¡Un gusto~! –Trate de sonar algo entusiasta, aunque en mis adentros debatía y me perdía en alguna que otra persona que pasaba con algún que otro tipo de alimento. Mordí mi labio viendo con pena ambas bolsas en el momento que creí que su vista ya no se centraba en mí- A-aun no me creo que nos hayamos vuelto a topar –Confesé tratando de no distraerme- No me había pasado algo similar antes… Y eso que algunos clientes suelen frecuentar la tienda… No lo se me parece curioso… -Finalice guardando mis manos en los bolsillos sin despegar la vista de enfrente, dudando ahora si era buen momento de preguntar acerca del porque me había citado.

Las 2 personas me siguieron a la banca señalada por mi sin dudar ni un segundo, ¿todos teníamos hambre?, que bueno ya que entre los bocadillos de la pelinegra y los míos podría ser mucho, aunque no para mi, pero debía ser considerado con los demás. Todos empezamos agarrar unas cosas del otro siendo un festín de dulces. -Entonces yo quiero... ¡Esta!- dije agarrando una dona super chocolatosa de la pelinegra, no me preocupaba puesto que quemaría todas esas calorias.

Nos presentamos cada uno de nosotros, Yuki y Yoko, casi que son iguales los nombres, empezamos a sacar uno que otro tema de conversación, para que el ambiente no se pusiera frió mas de lo que estaba por el clima, cuando escuche a Yoko decir unas palabras que no habíamos reflexionado hasta ahora, cierto... ¡nos volvimos a ver los 3! ¿porque habrá sido?, cierto que no me había pasado eso antes, ni si quiera en mi tierra natal.

-Cierto...- dije llevando mi mano a la barbilla -O talvez... Sea el destino- dije con una sonrisa, me pare del asiento, dándoles la espalda -O talves...un simple camino que hemos escogido, No les parese?-

Yuki movió la bolsa a modo que el joven alto y rubio pudiera tomar una de las donas que le quedaba -la cual se la comió con muchos ánimos- y sonreírle para indicarle que no habría problema agarrar una. Se veía buena persona: amigable y energética.

El otro joven se presentó como "Yoko", quien parecía verse un poco más tranquilo y reservado que Kazuki. Después de las presentaciones charlaron un poco hasta que Kazuki hizo una observación de su encuentro; que tal vez y era cosa del destino, aunque...Yuki confiaba más en que era mero azar de la casualidad que se hayan encontrado, y eso pasó porque decidió quedarse a ver algunas cosas hasta tarde. Después de reír un poco ante el comentario decidió dar su opinión. -Yo creo que fue más coincidencia...Me quedé todo el día aquí porque no quería regresar tan temprano y, bueno,... ustedes parecían estar...¿ocupados?- Tampoco quería ser atrevida y decir que estaban una cita; le daba pena preguntarlo.

-Por cierto...- Agregaba dudosa. -¿Ustedes de dónde son? Sus nombres suenan japoneses.

- Mmm… Sea lo que sea no deja de ser raro o al menos curioso –Sonreí encogiéndome de hombros, llevando después  mi mano al mentón al pensar en cualquier cosa que haya sido- ¿Ocupados? –Repetí mirándola con la ceja alzada, teniendo un pequeño sonrojo al creer saber a lo que se refería, mas no agregué nada puesto que ni siquiera sabía cómo llamar a una petición de encuentro como esa… ¿reunión? ¿pedido?... Simplemente no venía palabra alguna.

Extendí mi mano con algo de pena tomando una de las donas, sintiendo un extraño, movimiento en el estómago algo así como un especia de aviso que me advertida que mi estómago rugiría si no volvía a comer algo. Acabando con esta en 6 lentos mordiscos.

- Bueno… -Rasque mi nuca, quizás no importándome limpiar alguna que otra migaja de mi rostro- Soy originario, aunque no sabría decirte de que ciudad ya que… -No sabía cómo explicar aquel detalle “Escape de casa a corta edad” eso no sonaba a algo que pudiera contar a la ligera al menos así me parecía- Eh digamos que por una razón tuve que mudarme… Si… Y después de eso hubieron muchos viajes de rincón a rincón, podría decir que al menos visite 3/4 de lo que es Japón –Termine de decir viendo a “Kazuki” esperando que este respondiera a la pregunta esperando a que este terminara para finalmente preguntar a “Yuki” un “¿Y tu de donde eres?

Todos estábamos comiendo golosinas felices de la vida y poco a poco conociéndonos mejor por preguntas, presentaciones entre otras cosas -Pues... Alguien me dijo algo así, En este mundo no existen las coincidencias solo lo inevitable, te deja mucho que pensar no?- Les respondí con una sonrisa

Agarre una que otra galleta mía, hasta que nos acabamos todas, ¿Fue principalmente mi culpa?, no pude evitar solar una pequeña risa, al saber que como tanto -Disculpen mi hambre, principalmente tu Yoko eras el que tenia hambre no?- dije rascándome la nuca un poco avergonzado

-Pues... Yo vengo de otro mundo- dije sin ningun temor  y con la voz mas convincente que pude hacer, no sabia si me iban a creer, aunque Marceline y yo ya habiamos visto otros seres no humanos -Mi tierra natal se llama Fahrmann, se ubica en Cuspide un mundo que probablemente esta en otra dimension, es un mundo muy florecido y mucho menos avanzado a Japon, se pordria clasificar aqui en la tierra como Era Medieval, por lo que no hay contaminacion, todo es muy puro, casualmente llege aqui por accidente, pero no... no si se volvere- Dije de la manera en que sonara menos preocupante

Primero escuchó al joven de nombre "Yoko", el cual lo consideró una persona interesante ya que él conocía más de lo que ella conocía de su país natal, aunque no tenía ni la más mínima idea de lo duro que pudo haber sido la vida del joven. -¡Genial! Me gustaría poder conocer tanto Japón como tú- Luego, seguía el rubio, que su historia sólo mostró una cara de confusión en la japonesa.

-En...¿En serio?...- Movió un poco la cabeza tratando de comprender lo que Kazuki le decía, difícil de creer, pero Yuki había tenido otros encuentros que también una persona "normal" no le creería. - ¿¡Sales con una vampiro y esto lo consideras imposible!? Incluso eso podría explicar su apariencia- Al fin logró decir algo después del "shock" de su historia. -¡Vaya! Eso...eso suena algo triste...Kazuki. Entonces...¿Qué estás haciendo ahora con tu vida?