Singing to be with him (Libre)

No estaba acostumbrada a hacer nada más que por gusto, por lo que cuando se le informó que debía trabajar si o si para permanecer ahí frunció el ceño y reclamó todo lo que pudo, pero como su hermano no admitía nada de eso no le quedó de otra que decidirse. Luego de pensarlo por unos días, decidió que sería bueno comenzar como su hermano lo había hecho, como una idol brillante y glamorosa, había cantado desde pequeña, por lo que eso no debía ser mayor conflicto.

Ya decidida, le informó de su decisión a su hermano, además informándole que si ella sería una idol quería que él fuera su manager pues no soportaría estar bajo el mando de nadie que no fuera él, esa era su condición para postular y hacer el trabajo que se le estaba imponiendo.

La mañana de su audición se despertó como de costumbre, bebió su taza de té con tranquilidad, salió a caminar al patio con Alexander mientras tarareaba suavemente la canción que cantaría en su audición, ella se levantaba temprano a hacer aquello pues la temperatura le era más agradable en ese momento del día. Luego de aquello entró a la casa, se dio una ducha y se arregló con un vestido blanco y tacones a juego que acentuaban el celeste de sus ojos y del collar que llevaba en el cuello, dejó su largo cabello suelto y se maquilló un poco, saliendo de la casa poco después de eso.

Llegó al sello a la hora prevista y se sentó a esperar, cosa que odiaba, a que la llamaran desde la sala de audiciones, observando a las demás postulantes con bastante indiferencia y seguridad en si misma, aquella audición sería pan comido para ella si había podido entretener a la Reina por tantos años- Bien, aquí voy - Murmuró-

A pesar de que llevaba trabajando más de seis meses para el sello no había pisado ese sitio desde hace mucho tiempo. Recordaba que la última vez que estuvo allí no fue nada agradable: se encontró con su estricto mánager y éste le presentó a Delta, quien en su primer encuentro fue muy agresivo. Desde entonces no volvió a aparecerse por allí y se dejó someter a un duro entrenamiento físico, que implicó un cambio brutal a su estilo de vida.

Tenía que admitir que los resultados fueron radicales: lucía totalmente diferente después de haber estado tanto tiempo entrenando y acostumbrándose a la dieta de los modelos. Sel creció al menos cinco centímetros y ahora tenía un cuerpo tonificado, "digno de un idol". ¿Qué dirían sus familiares si le veían así? Echaba de menos a Charles y a su hermana, quería contactarlos. Lo bueno es que no se moría de hambre por la falta de financiamiento, el sello le dejaba algo de dinero para mantenerse mientras se educaba como idol.

Su representante era un tipo importante y debido a la influencia de Delta Sel acabó representando a la marca de ropa de su familia. Estaban apostando por él y por eso debía responder a sus expectativas.

Los ojos de muchas personas estaban puestos en él en esos momentos, pero al llegar al sello no creía que eso fuera tan literal. Mientras caminaba por los pasillos de su lugar de trabajo llamaba mucho la atención y no entendía la razón, las mujeres se volteaban a mirarlo y algunas incluso cuchicheaban a sus espaldas.

— E-este es mi primer día de trabajo, espero llevarme bien con ustedes — saludó tímidamente al jurado al llegar a las oficinas de audición, aunque sus colegas no le hicieron mucho caso. Sel se sentó en el escritorio y estuvo toda la mañana llamando a los postulantes, escuchándoles y dejando que los otros jurados opinaran. — La siguiente es Camille R. Cryzard. ¿A qué postulas? — Preguntó sin siquiera levantar la mirada, no por descortesía sino porque era primera vez que tomaba la iniciativa en una audición y estaba muy nervioso.

-Al escuchar su nombre finalmente ser llamado desde aquel lugar se puso de pie, arregló su vestido y entró con toda la dignidad posible aquel lugar, en su rostro, apareció una sonrisa servicial y amable e hizo una pequeña reverencia ante todas las personas que la recibían para hacerle su audición ya que no sabía del todo quien la había llamado y de todas maneras debía dirigirse a ellos en general.

Mi nombre es Camille, vengo de Permafrost, un reino muy lejano y he venido aquí para convertirme en cantante si es que mis habilidades son las adecuadas, señores y señoritas -Dijo formal y sonrientemente, su papel como idol sería, claramente, la de la idol servicial estilo maid, de todas maneras estaba acostumbrada a actuar de esa manera frente a la Reina, por lo que una vez decidido eso sonrió al jurado y continuó- Hoy les cantaré una canción especial para mi y espero que a ustedes les guste -Sonriendo y haciendo otra mini reverencia dio un paso atrás, cerró los ojos y comenzó a cantar-

¿Permafrost? Nunca había escuchado nada acerca de ese reino, pero había muchas cosas que Sel desconocía. El mundo y las personas eran una caja de misterios para él, lo que estaba claro era que la chica no era de la ciudad y al parecer pertenecía a una familia prestigiosa. Esto saltaba a la vista y el mismo Sel tenía demasiada experiencia al respecto, podía reconocer a una muchacha "de su clase" a la brevedad.

Los modos de moverse de Camille, el gesto agraciado que realizaba por pura cortesía... ¡Estaba claro! Pero antes de poder proseguir a la ronda de preguntas ella empezó la audición.

— ¡¿Eh?! — ¿Iba a empezar a cantar tan rápido? ¿No era el interrogatorio primero? Uno de sus colegas lo codeó para que se tranquilizara y le explicó en voz baja que por lo general el orden no era estrictamente igual en cada audición. Sel estaba visiblemente pasmado ante el repentino comienzo de la señorita Camille pero este comentario le calmó: aún tenía mucho que aprender de su nuevo trabajo.

Volvió la vista hacia la muchacha y prestó oídos a su canción: tenía una voz preciosa y fuerte, en contraste con su figura tan delicada. Le pareció indescriptiblemente bella en ese momento, tenía un "algo" que le recordaba a Mine. Quizá era la pura apariencia de princesita pero, fuera por la razón que fuera, a Sel se le escapó un sonrojo.

— Eso estuvo... Genial... — comentó embobado cuando finalizó la presentación, y por esto se ganó otro codazo en las costillas. — ¡Ah, digo! Lo hizo muy bien, señorita. Esto... Si no le molesta, vamos a continuar la audición con algunas preguntas. ¿Podría contarnos sus motivaciones para postular con nosotros?

-Al abrir los ojos les sonrió a todos de manera suave y amable, hacía un tiempo que no cantaba, por lo que su voz debía estar algo diferente, pero no dudaba de su interpretación por ningún motivo.

Al notar que el chico le hablaba le sonrió, no lo conocía, pero se veía como alguien apuesto y consolidado en el mundo del espectáculo, aunque quizás algo nervioso, a eso atribuyó el sonrojo en sus mejillas. Aun así se dirigió a él con total cortesía y amabilidad, haciendo una pequeña reverencia ante él- Claro que no me molesta, disculpe si comencé demasiado apresuradamente, estaba muy emocionada por cantar - Le sonrió nuevamente-

Bueno, mis motivaciones son muy simples, quiero convertirme en una artista consolidada y capaz de llevar el nombre de mi país al estrellato, honrando a mi Reina y a todos en el proceso. Además vine a vivir a ésta ciudad con la ambición de conocer más del mundo y creo que ser una idol me ayudará a relacionarme con muchas personas, por supuesto que también estoy dispuesta a honrar el nombre del sello con mucho éxito señores y señoritas -Dijo con toda corrección y una suave sonrisa en sus labios, inclinando su cabeza a todos y al chico al final, dedicándole una especial sonrisa a él-

Tragó un poco de saliva al escuchar las disculpas de la muchacha. Su tono al hablar era muy suave, completamente diferente a cuando cantaba, en ese momento se veía poderosa e imponente. El matiz resultaba fascinante y le causaba mucha curiosidad. ¿Qué sucedería con ella si entraba al sello? ¿Le obligarían a cambiar su apariencia y su forma de ser? Porque técnicamente eso le había ocurrido a él... La fama no se obtenía siendo "uno mismo", eso es lo que había aprendido.

No podía evitar observarla con mucha atención y de arriba hacia abajo, pero cuando sus miradas se encontraban el joven cantante descendía la vista rápidamente. Estaba mucho más nervioso de lo que podía controlar.

— ¿Oh? ¿Reina? — Claro, si dijo que venía de un reino lo normal es que este estuviera gobernado por una monarquía. Camille parecía tener mucho mejor manejo que él en el escenario y a la hora de entablar una conversación entre profesionales, y eso que ni siquiera era miembro del sello. Sel dejó escapar un suspiro, consciente de que aún tenía mucho que aprender. — Suena bien, señorita. De seguro tendrá grandes experiencias en esta ciudad... Y sobretodo en el sello, si es que llega a quedar... — esto último lo agregó en un murmullo, pero como el pequeño micrófono de la mesilla estaba cerca se pudo escuchar igualmente.

Sel se quedó pensativo un momento, por lo que fue codeado una tercera vez por su colega, quien ya estaba harto de su inexperiencia.

— ¡Ah, sí...! Eso ha sido todo, señorita, puede retirarse. La próxima semana le informaremos del resultado mediante una carta que llegará a la dirección que nos ha dejado al postular. Gracias por esta demostración.

Si, Reina, ella ha cuidado del Reino y de mi así que le debo mucho, quisiera devolverle la mano poniendo muy en alto el nombre del Reino. -Le sonrió aun más ampliamente a la persona que se dirigía a ella, no sabía su nombre, pero le parecía que estaba un poco nervioso y le agradeció con una pequeña reverencia sus buenas intenciones.

Fue un agrado señores y señoritas -Dijo haciendo una reverencia un tanto más profunda- Esperaré ansiosa la respuesta del sello, no hay nada que me gustaría más que trabajar con todos ustedes en el futuro -Sonriendo finalmente hizo un último gesto con la cabeza a todos y salió de la habitación, volviendo su sonrisa una de suficiencia ya que a su parecer todo había saludo bastante bien. Finalizado eso, caminó tranquilamente por el sello, observando todo hasta llegar a la salida y retirarse en el auto que la esperaba-