San valentin sin ser santos [Natalola]

Bueno, tengo que decir que el 14 de febrero, junto a la navidad, son esas fechas que sinceramente,, pasaría durmiendo al menos 3/4 del día, pues me apesta ver todo el ambiente weón que genera la humanidad cuando estos días particulares tocan. Amor flotando en el aire y yo con ganas de vomitar.

Ah, pero ya, sin sonar como vieja culiá, la verdad es que sí hay algo bueno de San valentín, y eso lo descubrí hace algunos años. Y es que las sexshops tiran la carne a la parrilla y se mandan unos descuentos de ensueño y yo, ni loco de perderme las ofertas~

Es por eso que me animé ese día y luego de darme un ducha y vestirme algo más casual que de costumbre. Solo una polera blanca y pantalones negros, ambos bastante holgados. Algunas pulseras en mi mano izquierda y mis bototos de costumbre. Con un turro de billetes no muy exagerado en la billetera me fui a meter a la sexshop más grande y la mejorcita que había en la ciudad.

¿Pudor? Ninguno, si hasta me tomaba mi tiempo para ver lo que tenían en vitrina antes de entrar. Una vez dentro di una mirada rápida al lugar, notando que no era el único avispado que había tomado la decisión de venir y renovar el arsenal.

14 de febrero, un día donde el romance vuela por los aires y las parejas salen a demostrar su amor por las calles, sujetando globos con forma de corazón y frases cursis, osos de peluches de toda clase de tamaños... Yo iba vestida con unos shorts y la primera polera que saqué , pues el verano todavía se hacía presente en esas fechas.  

Ser soltero es triste en un día como este... Por ello a penas desperté, me lancé a llorar sobre la almohada por no tener ni medio perro que me ladrara...  Nah, en realidad, ni siquiera me hubiese dado cuenta de la fecha si no fuera porque a penas encendí la televisión que estaba pasando una de esas típicas entrevistas a las parejas equis que se encuentran en la calle.

No soy del tipo de personas que están en contra del amor, ni nada por el estilo, solo que "El día de los enamorados" poco y nada me importaba. Está bien, allí el resto con sus cursilerías que no convencen a nadie. Mientras no viera a esas personas que se llaman el uno al otro "Puchurrumí", "Osito", "Pollito" o cualquier otro nombre asquerosamente cursi yo podría seguir mi camino en paz...

¡¡Vamos, que para lo único que sirve San Valentín es para aumentar la sobre población mundial!! Y en pos de ello las sex shops parecían bajar todos sus precios. Me quedé unos segundos fuera de la tienda, observando los trajes en la vitrina, para luego entrar a echar un ojo a las ofertas especiales.

Me sorprendió no alcanzar a cerrar la puerta cuando vi que una chica entraba también a la nunca buen discimulada tienda. Antes de soltar la puerta alcancé a agarrarla y a ofrecerle la entrada como quién se hace el hombre elegante o el mayordomo de una mansión, pero que va, solo era que me sentía con el humor suficiente como para tontear así.

No miento, no era común ver a chicas solas en estos lugares, a menos que fueran lesbianas, asi que esa fue mi primera teoría al respecto. Ah, y tampoco mentiré, que le heché un vistazo descarado a sus piernas y trasero, pero fue solo cosa consecuencia de haberla dejado pasar frente a mi, nada más~

Cuando nuestras miradas se cruzaron le dediqué una sonrisa, entre amistosa y sensual, ¿serían las feromonas del ambiente? Bueno, de todas formas hasta ahí llegó el contacto visual. Tomé la ruta de siempre dentro de la tiendita.

¡Primero, lo más suavecito a lo más hardcore!

Condones. De sabores, colores y todas las novedades que pudiese encontrar. ¿Habrían especiales de san valentin?