meeting new territories (Shitori)

Nada como tomarse un descanso después de un largo día de trabajo en la peluquería, y nada como buscar nuevos clientes en Merveilles, siempre jóvenes - y guapas- nuevas promesas que -acosar- atender para admirar su espectacular cuerpo... y su cabello por supuesto.

Revisó el calendario en su móvil, tachando las citas que ya había terminado para poder programarse con las que ya se le venían encima. Bueno, aún tenía un cierto tiempo libre, por lo cual no le quedaba más que poner sus manos a la obra de inmediato. Sacó de su bolsillo un lollipop de yogurt y frutas, metiéndolo de inmediato en su boca para degustarle, lamiéndolo fuera de su boca distraídamente, cual colegiala en busca de aventuras.

Y hablando de aventuras...- Hello there... -pensó al mirar con interés una figura que se encontraba adelante, no muy lejos de él, ataviado con una espectacular gabardina de color blanco y cuyas costuras resaltaban su figura, dándole apariencia de príncipe, y esa felpa negra alrededor de su cuello le daba un aire elegante, digno de uno de sus clientes- Bueno, creo que conseguimos al primer cliente del día... No perdemos nada con intentarlo -estaba más que confiado, además ese cabello cobrizo parecía ser sedoso, se moría de ansias porque le dejaran cortarlo o siquiera peinarlo...

- ¿Para qué preocuparse de los managers? Con una imagen como la tuya, no tardarán en lloverte ofertas, joven... -comentó de brazos cruzados al adelantarse y verle pasar a su lado, con una sonrisa en su rostro- Oh, ¡mis disculpas! Me presento humildemente, mi nombre es Sitri, estilista de Merveilles Records a su servicio, mi joven caballero -añadió antes que cualquier otra cosa, haciendo una reverencia para él con toda la cortesía y parsimonia del mundo. Y esa sonrisa que mantenía en su rostro, nadie podría descifrar si era de burla, malicia o de eterna algarabía.

Le miró con su mirada levemente afilada, aún así con una sonrisa carismática en su rostro- Mucho gusto entonces Mr. Jinguji -dijo, ofreciéndole su mano para estrecharla con firme delicadeza, por más extraño que sonara- ¿Así que de Shining? He oído hablar de esa agencia, es muy reconocida por otros lugares, ¿entonces puedo asumir bien que no es de aquí? -inquirió con fina curiosidad, dándole un tono algo aterciopelado a su voz, no escondiendo en absoluto su fingida y exagerada sorpresa- ¿Le sorprende recibir cumplidos? ¡Si debería de estar acostumbrado a ellos! Con unos ojos así, un porte como el que tiene, elegante... y ese cabello tan particular... -insinuó, estirando su mano para atrapar en la misma algunos mechones del cabello de Ren- ¿Con todo eso se sorprende de ser halagado con nada más que la verdad? Todo en usted habla de elegancia, Mr. Jinguji...

Sonrió de lado, el joven Ren sí que se veía como un buen profesional, de seguro sería avezado en el mundo del espectáculo y la farándula- Parece ser que conoce muy bien este medio... en efecto, las envidias son el conflicto principal en esto, y todo es una constante competencia de habilidades y egos, nada más... Y en algunos casos... -llevando un dedo a sus propios labios en un gesto travieso- Se trata de ver quién cae primero en la lucha... pero tal no es mi caso -agregó, tornándose animado su rostro de la nada- Sus palabras son sabias... no sólo hay que cuidarse las espaldas, sino que cualquier lugar que esté expuesto y sea vulnerable... si fuera a descuidarse... podrían pillarle desprevenido... -claro que todo lo hablaba como un "ataque" figurativo, nada que tuviera que ver con lo físico... o eso quería dar a entender.

-¿Algún consejo? Pues... le aconsejaría conseguirse un buen guía si no está familiarizado y una buena ida al estilista para relajarse un rato, ¿le parecería empezar conmigo? -bien lo había dicho como una broma, "sin aparentes dobles intenciones, con una amplia sonrisa en su rostro- Yo invito, el primer corte es gratis -agregó con un guiño de su ojo.

Por una parte le sorprendió el hecho que aquel hombre aceptara su gesto de aquella forma, y por el otro no podía sentirse más que complacido- Creo que es la idea que sea sugerente, mi buen joven -comentó sin dejar de actuar galante de forma sutil, sin parecer demasiado coqueto salvo lo que quedara a la imaginación- Si es ese su deseo, yo podría acostumbrarme a atenderlo con estas manos... -sonrió con algo de soberbia, sintiéndose halagado por aquel hombre frente suyo que daba honores a su galantería- Sin embargo es una lástima su negativa... ¿Significa entonces que tendré que luchar por su confianza para tener siquiera el derecho de tocar esa piel tan tersa? -agregó, fingiendo decepción con una mueca triste en su rostro, colocando una mano en su mejilla para realzar el gesto- Pero aunque no pudiera hacerlo, no puedo negarme tampoco que estaría más que deleitado de poder saber más de usted, joven Ren -volviendo a hacer una mueca de decepción, dejando escapar un resoplido por sus labios- Conque sólo un masaje.... Bueno, entonces un masaje será... y me encargaré que lo disfrute lo suficiente como para negarse a un corte de cabello en otra ocasión

Expandió más su sonrisa al escuchar al otro de buen grado- Muy cierto es, joven Jinguji... y me precio de decir que casi siempre obtengo lo que deseo... -le miró de forma algo sugestiva al hablar de aquella manera- ¿Tanto como me deje hacerlo? -afiló su mirada, malicioso- "Eso ya lo veremos..." -pensó, si tan sólo el otro se percatara del aura que Shitori emanaba...- Hay muchas cosas que no son necesarias de decir para que alguien le conozca, sobre todo si se encuentra frente a alguien que sabe leer muy bien las expresiones de las personas... y otras cosas... -comentó con un aire de misterio a su alrededor- Entonces, sin más preámbulos, adelante, le guiaré a mi preciado salón... Le aseguro que quedará... más que satisfecho... -predijo al encaminar la marcha hacia el salón de belleza.

Spoiler:

-I am very thankful, sir -agradeció al estar ya en su salón, con una amplia y grata sonrisa, su mirada afilada y astuta en tanto se colocaba de forma grácil y repentina detrás de Ren- Por favor permítame... -quitándole el abrigo con delicadeza, como si fuera una pluma, colgándolo en un perchero no muy lejos- Siéntase cómodo, joven Ren... ¿Le ofrezco un café, té, bebida, agua? -preguntó al ir hacia la zona donde tenía sus instrumentos de trabajo, señalándole al otro con la mano uno de los amplios sillones para que se sentara- Estoy consciente que sólo desea un masaje, pero siempre puede cambiar de opinión, ¿no es verdad? -preguntó, oyéndose su voz algo lejana mientras acomodaba todo lo necesario para realizar su tarea: aromatizar el salón, regular el termostato, preparar la camilla- ¿Y bien? ¿Se ha decidido ya? De todos modos, ya está todo listo si gusta pasar de inmediato -habló volviendo del salón de masaje, masajeando, estirando y haciendo crujir sus dedos.

Asintió suavemente con la cabeza, casi pareciendo un gesto servil al ir por un vaso de agua para su cliente, ofreciéndoselo de forma elegante al llegar a su lado- Aquí tiene su vaso de agua, mineral si no le molesta –anunció con un tono algo travieso, como si el hecho de entregarle aquel vaso ocultara algo más en sus intenciones.

Le sonrió de igual forma cuando Ren se acercaba a observar su cabello- Pues claro que sí... ¿Qué clase de estilista sería yo si no pudiera tener un cabello más que perfecto? Hablaría muy mal de mis habilidades, ¿no lo piensa así? –sonrió con galantería, dejando que tocara sus cabellos sin alejarse ni inmutarse en lo más mínimo- Creo que ahora sólo me resta comprobar qué tan sedoso es su cabello, señor Jinguji –mientras hablaba a ojos cerrados comenzó a quitarse sus guantes con parsimonia para luego guardarlos- Pues bien, entonces pongamos manos a la obra... Sígame por aquí, por favor –le indicó con un gesto de la mano para dirigirse al salón donde se encontraba el sillón de masaje, ya perfumado con esencias y diferentes inciensos además de un poco de música ambiental ideal para la relajación- Siéntase cómodo y por favor comience a... retirar sus ropas... Yo me encargaré de ayudarlo a relajarse –invitó con una sonrisa igual de lobuna y amplia en sus labios mientras se colocaba las ropas adecuadas para el trabajo al quitarse su chaqueta y colocarse una especie de delantal de masajista.

-¿Todo bien? ¿Ya se encuentra listo?

En tanto se ponía el delantal para poder trabajar mejor, no se dejó de contener para darle “disimuladas” miradas al joven mientras se desvestía, mordiendo su labio inferior. “Vaya, vaya, nada mal~ estas celebridades de hoy...” pensó para sí mientras sonreía por el “descaro” en los comentarios que el otro hacía, ¿le estaba siguiendo el juego o también gustaba de tentarle tanto como él lo había hecho hacía unos momentos?

–A trabajar, entonces~ –le indicó a Ren que se recostara y acomodó el volumen de la música para que inundara el lugar pero que al mismo tiempo les permitiera oírse entre ellos, acercándose a la camilla para untar sus manos en una loción aromática que ayudaría a relajar a Ren. Lanzó una suave pero elegante risa por su pregunta- Muchísimos años, en cierta manera... “si tan sólo supiera...” –pensó tras responderle, asegurándose de masajear bien su espalda- Uy~ siento unos nudos aquí~ ¿muchas tensiones en el trabajo? –preguntó con un tono pícaro- Esto va a doler un poco... –dijo tras hacer un poco de presión en el lugar, aplicando algo más de loción.