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Notas dispersas
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Notas dispersas
Dia a día me levantaba, abría las cortinas...trataba de aceptar los rayos del Sol y su calidez...pero la monotonía de la escuela ya era demasiada. Suspiré al ver como el patio estaba repleto de árboles sin hojas, una visión triste según algunos más era la realidad misma del invierno, estación que amaba pesar de mi problema en las manos por el frío.
Luego de bañame, volví a mi habitación y como siempre me aliste para el día de hoy, me tocaba clases de piano donde había colaboración entre alumnos que aspiraban a ser vocalistas y algunos pianistas. Como delegado de curso y al ser uno de los alumnos más avanzados ya casi me veía en la obligación de participar en las clases...quien diría que por avanzar tenía que compartir mi tiempo con vocalistas, no me molestaba...pero era algo complicado avanzar en el piano si tenía que seguir esperando por las clases del proximo nivel. De cualquier forma debía seguir la malla curricular de la escuela, para eso estaba aquí no?.
Entré al salón, llegué antes que el profesor...por qué no me sorprendía?ah..sí...usualmente ahora siempre llegaba unos cuantos minutos antes que todos solo por el simple hecho que deseaba salir de mi propia rútina impuesta al ser ingles, pero era casi gracioso que esa misma forma de salir de mi rútina se transformara en otra.
Me acerqué sonriente al piano, algo que no cambiaba a pesar de todo era mi amor por dicho instrumento. Y delante de mi había un hermoso ejemplar oscuro, brillante, que constrastaba con lo blanco de las paredes de la escuela elite que era Musette.
amarré mi cabello en una cola baja y así en un acto de capricho me senté en el banquillo, levanté la tapa que protegía las teclas y me dispuse a calentar los dedos.
Estaba tocando...tratando de no pensar en nada pero sinceramente mis dedos cada vez que se conectaban con la superficie de las teclas era un canal hacía mi mente, sin quererlo la melodía envolvio el salón con un aura de tranquilidad inospita, tal y como cuando tocaba para mi madre en la catedral...en esos dichosos días donde aun mantenía cordura...donde el amazonas era envuelto por el rocío de la lluvia, el cantar de los pajaros...Serenidad...era lo único que deseaba, era lo único que me quedaba y era con lo cuál trataba de conectarme a menudo para recordarme a mi mismo de mi verdadera naturaleza. Y así lo hice al momento en que la pieza se volvía más fuerte, sabía que no vendría nadie allí en una media hora, quizás más, deje salir mi verdadera escencia evolviendome en esa inusual belleza divina, en la atmosfera celestial que quita el aliento...moviendo mis dedos en trance...
Luego de bañame, volví a mi habitación y como siempre me aliste para el día de hoy, me tocaba clases de piano donde había colaboración entre alumnos que aspiraban a ser vocalistas y algunos pianistas. Como delegado de curso y al ser uno de los alumnos más avanzados ya casi me veía en la obligación de participar en las clases...quien diría que por avanzar tenía que compartir mi tiempo con vocalistas, no me molestaba...pero era algo complicado avanzar en el piano si tenía que seguir esperando por las clases del proximo nivel. De cualquier forma debía seguir la malla curricular de la escuela, para eso estaba aquí no?.
Entré al salón, llegué antes que el profesor...por qué no me sorprendía?ah..sí...usualmente ahora siempre llegaba unos cuantos minutos antes que todos solo por el simple hecho que deseaba salir de mi propia rútina impuesta al ser ingles, pero era casi gracioso que esa misma forma de salir de mi rútina se transformara en otra.
Me acerqué sonriente al piano, algo que no cambiaba a pesar de todo era mi amor por dicho instrumento. Y delante de mi había un hermoso ejemplar oscuro, brillante, que constrastaba con lo blanco de las paredes de la escuela elite que era Musette.
- Piano:
amarré mi cabello en una cola baja y así en un acto de capricho me senté en el banquillo, levanté la tapa que protegía las teclas y me dispuse a calentar los dedos.
- la melodía:
Estaba tocando...tratando de no pensar en nada pero sinceramente mis dedos cada vez que se conectaban con la superficie de las teclas era un canal hacía mi mente, sin quererlo la melodía envolvio el salón con un aura de tranquilidad inospita, tal y como cuando tocaba para mi madre en la catedral...en esos dichosos días donde aun mantenía cordura...donde el amazonas era envuelto por el rocío de la lluvia, el cantar de los pajaros...Serenidad...era lo único que deseaba, era lo único que me quedaba y era con lo cuál trataba de conectarme a menudo para recordarme a mi mismo de mi verdadera naturaleza. Y así lo hice al momento en que la pieza se volvía más fuerte, sabía que no vendría nadie allí en una media hora, quizás más, deje salir mi verdadera escencia evolviendome en esa inusual belleza divina, en la atmosfera celestial que quita el aliento...moviendo mis dedos en trance...
ah~...el piano...intimo amante desde que tengo uso de razón...
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 551
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Edad : 30
Re: Notas dispersas
Como la primera clase de aquel día era la que se efectuaba en la sala de música, tanto para practicar canto como piano, se levantaba más temprano que cualquier otro día, con el afán de llegar antes que el profesor y el resto de los alumnos para poder practicar alguna de las dos con tiempo sin que nadie pudiera estorbarle. Y porque su instinto británico de la puntualidad así se lo dictaba, un plus a todo lo demás. Así que, tras prepararse un té con el hervidor que tenía en su cuarto, se dirigió al salón, carpeta bajo el brazo, llena de partituras, notas de letras de canciones escritas a mano con anotaciones suyas, lo mismo para las partituras ya mencionadas.
Lástima para mi, en cuanto llegó al salón, se detuvo a unos cuantos pasos de la puerta que estaba entreabierta al escuchar una música venir del piano, una melodía que sin embargo empezaba de forma lenta, con un toque de nostalgia, parecía como una luz en la distancia, cobrando intensidad con cada segundo. Cerró los ojos, sin querer importunar al desconocido pianista y para así aprovechar de oír con tranquilidad aquella tonada, apoyando su espalda en la muralla junto a la puerta, imaginando un sinfin de cosas, soñando despierta. ¿De qué tipo de manos podría salir una música así? Se notaba de gran habilidad, avezado, su música transmitía una profunda emoción, contagiosa, que llegaba directo al corazón. La melodía con el rato comenzaba a subir su intensidad, siendo tal que hasta su corazón se aceleraba de emoción.
En cuanto la música comenzó a descender, a callar y a serenarse, abrió los ojos con suma dificultad. Parecía aquello como un sueño del que no quisiera despertar, y aunque quería felicitar a quien fuese que tocara de esa forma, le daba algo de vergüenza admitir que había estado escuchando a escondidas, pero no le quedaba de otra. No iba a quedarse allí parada el resto de tiempo que le quedaba hasta que comenzara a llegar el resto de los alumnos, por lo cual prefirió tocar la puerta y abrir lentamente la puerta, sólo cuando se hubo asegurado que el pianista había dejado de tocar definitivamente, asomando con lentitud su rostro- Disculpe... -dijo en voz algo baja, apreciable por el eco del lugar, como si no quisiera levantar esa atmósfera que se había creado, prefiriendo no decir más hasta esperar la reacción del pianista, que resultó ser un joven alto y con su cabello atado en una coleta. Se le hacía familiar, quizás lo había visto en el acto de inauguración del año escolar y aún no lograba familiarizarse con los rostros de muchos de sus compañeros, sobre todo si les había visto muy poco.
Lástima para mi, en cuanto llegó al salón, se detuvo a unos cuantos pasos de la puerta que estaba entreabierta al escuchar una música venir del piano, una melodía que sin embargo empezaba de forma lenta, con un toque de nostalgia, parecía como una luz en la distancia, cobrando intensidad con cada segundo. Cerró los ojos, sin querer importunar al desconocido pianista y para así aprovechar de oír con tranquilidad aquella tonada, apoyando su espalda en la muralla junto a la puerta, imaginando un sinfin de cosas, soñando despierta. ¿De qué tipo de manos podría salir una música así? Se notaba de gran habilidad, avezado, su música transmitía una profunda emoción, contagiosa, que llegaba directo al corazón. La melodía con el rato comenzaba a subir su intensidad, siendo tal que hasta su corazón se aceleraba de emoción.
En cuanto la música comenzó a descender, a callar y a serenarse, abrió los ojos con suma dificultad. Parecía aquello como un sueño del que no quisiera despertar, y aunque quería felicitar a quien fuese que tocara de esa forma, le daba algo de vergüenza admitir que había estado escuchando a escondidas, pero no le quedaba de otra. No iba a quedarse allí parada el resto de tiempo que le quedaba hasta que comenzara a llegar el resto de los alumnos, por lo cual prefirió tocar la puerta y abrir lentamente la puerta, sólo cuando se hubo asegurado que el pianista había dejado de tocar definitivamente, asomando con lentitud su rostro- Disculpe... -dijo en voz algo baja, apreciable por el eco del lugar, como si no quisiera levantar esa atmósfera que se había creado, prefiriendo no decir más hasta esperar la reacción del pianista, que resultó ser un joven alto y con su cabello atado en una coleta. Se le hacía familiar, quizás lo había visto en el acto de inauguración del año escolar y aún no lograba familiarizarse con los rostros de muchos de sus compañeros, sobre todo si les había visto muy poco.
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 826
Fecha de inscripción : 05/06/2013
Edad : 30
Re: Notas dispersas
Luego de sumirme por fin con total tranquilidad en mi mismo al terminar la melodía una voz femenina no conocida llego a mis oídos, suave y sin algún tipo de intención al parecer de molestar. Abrí los ojos que mantenía cerrados y pestañee un vez sin quitar la vista del piano, mis dedos esta vez siguieron tocando aquel instrumento continuando con la atmósfera tranquila.
Era cierto, debería esconder esa facilidad de cautivar a la gente, pero allí estaba absorto en mi propio mundo lleno de música, no me iba a privar esta vez solo por que alguien me estaba interrumpiendo. Mis palabras se expandieron en el aula con un tono grave aun cuando mantenía el sonido del piano en la sala.
Buenos días señorita-giré mi cabeza para mirarle a los ojos ligeramente, hice una leve reverencia y luego volví la mirada hacia el instrumento. Al parecer era una alguien madrugador, no estaba en el derecho de decirle que saliera de la clase.-
- Spoiler:
Era cierto, debería esconder esa facilidad de cautivar a la gente, pero allí estaba absorto en mi propio mundo lleno de música, no me iba a privar esta vez solo por que alguien me estaba interrumpiendo. Mis palabras se expandieron en el aula con un tono grave aun cuando mantenía el sonido del piano en la sala.
Buenos días señorita-giré mi cabeza para mirarle a los ojos ligeramente, hice una leve reverencia y luego volví la mirada hacia el instrumento. Al parecer era una alguien madrugador, no estaba en el derecho de decirle que saliera de la clase.-
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 551
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Edad : 30
Re: Notas dispersas
Parecía ser que aquel joven tampoco quería romper esa atmósfera que él mismo había creado con su melodía, se veía incluso hasta algo ensimismado, como si planeara lo que tocaría después. Nada más terminó aquel pensamiento, el instrumento volvió a sonar gracias a los dedos de aquel avezado pianista, una melodía con algo más de calidez, como suaves rayos de sol, como el paso de las estaciones.
Se quedó allí parada en la puerta, observando, más bien oyendo, las notas que el joven creaba con sus propias manos, arrancándole melodías a aquel piano, y era más que evidente que no era de aquellos que se sintieran incómodos de ser descubiertos de esa forma, lo cual le hizo preguntarse si sería alguna especie de pianista profesional, ¿habría tocado en algún concierto, quizas?
- Ah, buenos días -se apresuró a contestar nada más escuchar que le saludaba, no queriendo parecer descortés por no contestarle al quedarse oyendo algo perdida su música- Siento interrumpir, ¿no le molesta? -no, no le iba a pedir que dejara de tocar para que pudiera cantar como solía hacer cuando la sala estaba vacía, mucho menos ponerse a cantar como si nada. Mucho más lejos de sus posibilidades estaba pedirle que tocara algo mientras ella cantaba. Se sentía ajena a ese lugar, como si interrumpiera a alguien muy importante en su momento de creación más provechoso.
Se quedó allí parada en la puerta, observando, más bien oyendo, las notas que el joven creaba con sus propias manos, arrancándole melodías a aquel piano, y era más que evidente que no era de aquellos que se sintieran incómodos de ser descubiertos de esa forma, lo cual le hizo preguntarse si sería alguna especie de pianista profesional, ¿habría tocado en algún concierto, quizas?
- Ah, buenos días -se apresuró a contestar nada más escuchar que le saludaba, no queriendo parecer descortés por no contestarle al quedarse oyendo algo perdida su música- Siento interrumpir, ¿no le molesta? -no, no le iba a pedir que dejara de tocar para que pudiera cantar como solía hacer cuando la sala estaba vacía, mucho menos ponerse a cantar como si nada. Mucho más lejos de sus posibilidades estaba pedirle que tocara algo mientras ella cantaba. Se sentía ajena a ese lugar, como si interrumpiera a alguien muy importante en su momento de creación más provechoso.
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 826
Fecha de inscripción : 05/06/2013
Edad : 30
Re: Notas dispersas
-mis labios se curvaron en una delicada sonrisa sin mirarle con los ojos cerrados-Claro que no, de vez en cuando es bueno tener compañía cuando se toca el piano...A él también le agrada cuando hay más gente a su alrededor...-*ciertamente hace mucho que no la tengo...*mi rostro se suavizo ante este pensamiento continuando con la melodía y haciendo mi sonrisa más cálida, seguí en ello sin que ella dijera palabras al parecer no quería que me detuviese, quien sabe porque, pero su respeto me pareció agradable*al menos tiene modales*-
Si no me equivoco usted es de tercero verdad?- giré la mirada hacía ella con los ojos sumidos en calma, grises como un día nublado de otoño, directamente a los ojos de aquella muchacha. Al momento en que hice esto la última nota de la pieza resonó en toda la habitación-
Creo recordar su rostro en las carpetas del último grado en categoría de vocalistas... -me levanté y camine hacia ella, ya estando frente a frente le extendí la mano-Mis más sinceras disculpas no me he presentado, Lucien Luarent...un placer-No me equivocaba, mi memoria siempre era buena en sentido de rostros más no recordaba su nombre-
Si no me equivoco usted es de tercero verdad?- giré la mirada hacía ella con los ojos sumidos en calma, grises como un día nublado de otoño, directamente a los ojos de aquella muchacha. Al momento en que hice esto la última nota de la pieza resonó en toda la habitación-
Creo recordar su rostro en las carpetas del último grado en categoría de vocalistas... -me levanté y camine hacia ella, ya estando frente a frente le extendí la mano-Mis más sinceras disculpas no me he presentado, Lucien Luarent...un placer-No me equivocaba, mi memoria siempre era buena en sentido de rostros más no recordaba su nombre-
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 551
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Edad : 30
Re: Notas dispersas
Sonreí tranquilamente de escuchar la respuesta del otro, así me sentía más relajada de saber que no le importunaba en absoluto la interrupción y mucho menos mi presencia- Es verdad... -dije al ya haber entrado definitivamente, sentándome en una silla que había en el lugar, queriendo comentar un poco más con el joven, pero me dije que no era el momento adecuado para ello, ya esperaría a que terminara de tocar, supongo que ya habrá tiempo para ello. Miré mi reloj de bolsillo, aún quedaba como una media hora para que iniciara la clase. Bien, al menos tendría un poco de paz y tranquilidad hasta entonces.
Me sobresalté un poco cuando me hablaba- ¿Yo? ¡Ah, sí! Soy de tercero.. -dije, forzándome a reaccionar, pareciendo como si recién estuviera despertando de un sueño- ¿Usted también es de tercero? Creo haberle visto en alguna ocasión... -murmuré esto último. El joven se veía mayor, maduro, por lo cual me incomodaba bastante el tutearle, así que preferí ser algo más formal, ya él se encargaría de permitirlo o no si es que no le gustaba. Por una parte me lamenté al escuchar la última nota provenir del piano, y por otro sentía una esperanza: quizás podría tocar algo antes que todos llegaran, y en presencia de aquel joven tan habilidoso, creí que sería bastante agradable y provechoso.
Su forma de caminar me recordaba a esos caballeros que sólo ves en las películas, esos aristócratas que derrochaban desplante y erudición en las reuniones de la alta sociedad, codeándose con primeros ministros, duques y condes, había algo antiguo en él, incluso esa profunda mirada gris parecía hablar de él. Sí, profunda y abierta, pero a la vez tenía algo, una barrera. Me puse en pie de inmediato al tener su mano frente a mí, estrechándola con firmeza- No hay problema con eso, descuide, de veras... Mi nombre es Aria Ainsley, muchísimo gusto, uhm... señor Lucien -realmente por un lado me exasperaba usar el "señor", pero algo en mí me decía que sería una total falta de respeto no hacerlo.
Hasta que por fin me atreví a preguntar lo que en el fondo quería hacer nada más entrar al salón- Disculpe, ¿seguirá usando el piano? ¿Le molestaría si yo... toco un poco? O bien, si quiere seguirlo usando no me molesta tampoco -me apresuré a decir lo último en caso que se negara- De ser así, podría cantar un poco... Había venido temprano con intenciones de practicar como suelo hacer, pero no me imaginé que estaría ocupado, de hecho es primera vez que veo a alguien más tan adelantado a una clase... -no perdía nada con intentar, lo cortés no quita lo valiente. La verdad, en aquel momento no me importaba del todo la respuesta, pues aun si ambas respuestas fueran negativas, esperaba no se negara a una charla amena, parecía ser alguien bastante educado, de aquellos con quienes puedes conversar de lo que fuera.
Me sobresalté un poco cuando me hablaba- ¿Yo? ¡Ah, sí! Soy de tercero.. -dije, forzándome a reaccionar, pareciendo como si recién estuviera despertando de un sueño- ¿Usted también es de tercero? Creo haberle visto en alguna ocasión... -murmuré esto último. El joven se veía mayor, maduro, por lo cual me incomodaba bastante el tutearle, así que preferí ser algo más formal, ya él se encargaría de permitirlo o no si es que no le gustaba. Por una parte me lamenté al escuchar la última nota provenir del piano, y por otro sentía una esperanza: quizás podría tocar algo antes que todos llegaran, y en presencia de aquel joven tan habilidoso, creí que sería bastante agradable y provechoso.
Su forma de caminar me recordaba a esos caballeros que sólo ves en las películas, esos aristócratas que derrochaban desplante y erudición en las reuniones de la alta sociedad, codeándose con primeros ministros, duques y condes, había algo antiguo en él, incluso esa profunda mirada gris parecía hablar de él. Sí, profunda y abierta, pero a la vez tenía algo, una barrera. Me puse en pie de inmediato al tener su mano frente a mí, estrechándola con firmeza- No hay problema con eso, descuide, de veras... Mi nombre es Aria Ainsley, muchísimo gusto, uhm... señor Lucien -realmente por un lado me exasperaba usar el "señor", pero algo en mí me decía que sería una total falta de respeto no hacerlo.
Hasta que por fin me atreví a preguntar lo que en el fondo quería hacer nada más entrar al salón- Disculpe, ¿seguirá usando el piano? ¿Le molestaría si yo... toco un poco? O bien, si quiere seguirlo usando no me molesta tampoco -me apresuré a decir lo último en caso que se negara- De ser así, podría cantar un poco... Había venido temprano con intenciones de practicar como suelo hacer, pero no me imaginé que estaría ocupado, de hecho es primera vez que veo a alguien más tan adelantado a una clase... -no perdía nada con intentar, lo cortés no quita lo valiente. La verdad, en aquel momento no me importaba del todo la respuesta, pues aun si ambas respuestas fueran negativas, esperaba no se negara a una charla amena, parecía ser alguien bastante educado, de aquellos con quienes puedes conversar de lo que fuera.
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 826
Fecha de inscripción : 05/06/2013
Edad : 30
Re: Notas dispersas
Lo soy, soy el delegado del tercer curso, quizás es por eso que en alguna ocasión me diviso, usualmente voy por los pasillos realizando trabajos de encargado.
Fui y me senté con las piernas algo separadas y derecho en una de las sillas cercanas al piano, cerré los ojos un momento mientras la escuchaba- No es necesario que sea tan formal, ambos somos compañeros del mismo grado-abrí los ojos de nuevo con una sonrisa pequeña- No soy tan viejo aunque mi manera de comportarme difiera con mi edad-bromee un poco con ella- Tráteme solo con mi nombre, no es necesario que usted también hable de forma formal yo lo hago netamente por mis raíces inglesas y porque estoy acostumbrado desde pequeño, relájese.
La miré con algo de curiosidad he hice una señal con la mano extendida hacia el piano- Adelante, puede usar el piano, me gustaría escucharle-me llamo mucho la atención su petición sobre cantar-Cantar?...-pestañee un poco y solté un leve suspiro con una sonrisa ladina- No me desagrada pero...-apoyé mi codo sobre el pupitre mientras que mi mejilla se dejaba descansar en el torso de mi mano, en ningún momento deje de mirarle a los ojos. Sin pensarlo la analicé con la mirada tomando una postura con un leve aire desafiante, expectante a escuchar sus razones- ¿Qué le hace pensar que mi voz podría ser digna de acompañar a los acordes de un piano?Muchos dicen en esta academia poder acompañar con su voz a este bello instrumento pero no todos logran compenetrarse con las notas producidas por el...-mi voz sono un poco más profunda-Por lo que se no muchos saben de mi capacidad vocal...
Fui y me senté con las piernas algo separadas y derecho en una de las sillas cercanas al piano, cerré los ojos un momento mientras la escuchaba- No es necesario que sea tan formal, ambos somos compañeros del mismo grado-abrí los ojos de nuevo con una sonrisa pequeña- No soy tan viejo aunque mi manera de comportarme difiera con mi edad-bromee un poco con ella- Tráteme solo con mi nombre, no es necesario que usted también hable de forma formal yo lo hago netamente por mis raíces inglesas y porque estoy acostumbrado desde pequeño, relájese.
La miré con algo de curiosidad he hice una señal con la mano extendida hacia el piano- Adelante, puede usar el piano, me gustaría escucharle-me llamo mucho la atención su petición sobre cantar-Cantar?...-pestañee un poco y solté un leve suspiro con una sonrisa ladina- No me desagrada pero...-apoyé mi codo sobre el pupitre mientras que mi mejilla se dejaba descansar en el torso de mi mano, en ningún momento deje de mirarle a los ojos. Sin pensarlo la analicé con la mirada tomando una postura con un leve aire desafiante, expectante a escuchar sus razones- ¿Qué le hace pensar que mi voz podría ser digna de acompañar a los acordes de un piano?Muchos dicen en esta academia poder acompañar con su voz a este bello instrumento pero no todos logran compenetrarse con las notas producidas por el...-mi voz sono un poco más profunda-Por lo que se no muchos saben de mi capacidad vocal...
Última edición por Lucien Luarent el Jue Sep 12, 2013 2:53 am, editado 1 vez
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 3°
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Fecha de inscripción : 30/04/2012
Edad : 30
Re: Notas dispersas
No escondí mi sorpresa al escucharle. Así que él era el representante de tercer año, supongo que debe ser alguien muy atareado, no suele vérsele por los pasillos, o al menos yo no lo he hecho- Ya veo... eso explica muchas cosas, la verdad -admití con un gesto de mi cabeza.
Bueno, de verdad me avergonzaba que me dijera que no fuera formal... pero al menos lo había dicho, con eso podría sentirme un poco más tranquila de saber que no le importaba si lo tuteaba- ¡Oh, claro..! Si no le molesta está bien, pero... -me rasqué un poco el cuello con un dedo, mirando distraídamente hacia otro lado- Tengo que admitir que me siento algo incómoda siendo informal con alguien como usted... -moví mis manos apresurada al oír la referencia a su edad, ¡maldición! ¿Habría metido la pata en algo? No parecía ofendido, sin embargo, algo me decía que Lucien era de aquellas personas que no lo demostraría tan obviamente- Perdón, disculpe... no quise insinuar nada de la edad, ¿me pasé por mucho? Quiero decir... es cierto que se ve mucho más maduro para su edad... -preferí zanjar el tema con esa frase antes de decir cualquier otra cosa que pudiera terminar mal.
Abrí los ojos y volteé rápidamente hacia él por la sorpresa al escucharle- ¿Tiene raíces inglesas? Yo también las tengo, de forma directa... yo nací en Edimburgo, pero estuve viviendo un tiempo en Oxford, Cambridge y Liverpool -agregué, aunque tras decir eso me sentí extraña contándole tales detalles así tan de la nada. De todos modos asentí con la cabeza, agradeciendo el gesto de "ofrecerme" el piano- ¿En serio? Muchas gracias... pero creo que me expresé mal... quise decir que si aún gustaba de usar el piano yo podría acompañarle cantando... pero no importa, ya me ha cedido el piano, no es necesario en tal caso... -hice una pausa. Su mirada tan profunda me inquietaba un poco, sentía como si me fuera a hacer un agujero en el cráneo, tenía un algo intenso que no podía determinar...- Bueno, es cierto lo que dice, entre que algunos no pueden cantar y tocar al mismo tiempo, los pocos que pueden no suelen tener una voz adecuada y que suene en buena armonía con las notas del piano... Por mi parte no puedo opinar mucho y sería muy mala mi lógica al decir que por su forma de hablar... yo creo que tiene una voz agradable y adecuada para el piano.... pero quizás me equivoque, me estoy basando en conjeturas... -admití casi a mi pesar, poniéndome de pie.
- Bueno, ya que estamos en eso... entonces es mi turno... Pero realmente dudo estar a su altura, toca muy bien, pero eso es poco decir... hmm... usted habla a través del piano de una forma intensa... -comenté mientras acomodaba el banquillo del piano y me disponía a tocar.
Cerré mis ojos al sentir la melodía, poniéndole todo mi empeño en acariciar las teclas con mis dedos. Esta melodía era una de mis favoritas por varias razones, pero particularmente me encantaba esa mezcla de emociones que parecía transmitir, algo muy intenso y que hacía que no me importara tocarla así fuera una hora. A medida que iba avanzando la tonada y llegaba a esos pequeños crescendos, sentía incluso un escalofrío en todo mi cuerpo y los vellos de todo mi cuerpo se erizaban, amaba esa sensación al tocar, incluso me hacía sonreír muy levemente así como ahora. Al terminar de tocar permanecí con los ojos cerrados, debatiendo conmigo misma sobre si volver a tocarla, si abrir los ojos o decir algo, pero realmente me sentí incapaz en aquel momento. Así como había sucedido al terminar las canciones que había tocado Lucien, no quería romper esa atmósfera que la música había creado.
Bueno, de verdad me avergonzaba que me dijera que no fuera formal... pero al menos lo había dicho, con eso podría sentirme un poco más tranquila de saber que no le importaba si lo tuteaba- ¡Oh, claro..! Si no le molesta está bien, pero... -me rasqué un poco el cuello con un dedo, mirando distraídamente hacia otro lado- Tengo que admitir que me siento algo incómoda siendo informal con alguien como usted... -moví mis manos apresurada al oír la referencia a su edad, ¡maldición! ¿Habría metido la pata en algo? No parecía ofendido, sin embargo, algo me decía que Lucien era de aquellas personas que no lo demostraría tan obviamente- Perdón, disculpe... no quise insinuar nada de la edad, ¿me pasé por mucho? Quiero decir... es cierto que se ve mucho más maduro para su edad... -preferí zanjar el tema con esa frase antes de decir cualquier otra cosa que pudiera terminar mal.
Abrí los ojos y volteé rápidamente hacia él por la sorpresa al escucharle- ¿Tiene raíces inglesas? Yo también las tengo, de forma directa... yo nací en Edimburgo, pero estuve viviendo un tiempo en Oxford, Cambridge y Liverpool -agregué, aunque tras decir eso me sentí extraña contándole tales detalles así tan de la nada. De todos modos asentí con la cabeza, agradeciendo el gesto de "ofrecerme" el piano- ¿En serio? Muchas gracias... pero creo que me expresé mal... quise decir que si aún gustaba de usar el piano yo podría acompañarle cantando... pero no importa, ya me ha cedido el piano, no es necesario en tal caso... -hice una pausa. Su mirada tan profunda me inquietaba un poco, sentía como si me fuera a hacer un agujero en el cráneo, tenía un algo intenso que no podía determinar...- Bueno, es cierto lo que dice, entre que algunos no pueden cantar y tocar al mismo tiempo, los pocos que pueden no suelen tener una voz adecuada y que suene en buena armonía con las notas del piano... Por mi parte no puedo opinar mucho y sería muy mala mi lógica al decir que por su forma de hablar... yo creo que tiene una voz agradable y adecuada para el piano.... pero quizás me equivoque, me estoy basando en conjeturas... -admití casi a mi pesar, poniéndome de pie.
- Bueno, ya que estamos en eso... entonces es mi turno... Pero realmente dudo estar a su altura, toca muy bien, pero eso es poco decir... hmm... usted habla a través del piano de una forma intensa... -comenté mientras acomodaba el banquillo del piano y me disponía a tocar.
- Canción:
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
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Edad : 30
Re: Notas dispersas
-mi sonrisa se hizo mas tranquila-Solo tengo 19 años-la chica sanjó el tema y yo solo asentí entrecerrando los ojos, era una buena chica después de todo aunque si estaba un poco...tensa. No era de extrañar, generalmente la gente me veía como una figura respetable o madura.
Mis raíces no eran para nada inglesas, mi crianza si, pero no iba a compartir tal información con ella.Seguí escuchando con atención sin siquiera moverme de mi posición anterior. Solo cuando dejo de hablar levanté ligeramente el mentón.
*¿Mi forma de hablar en el piano...intensa?*No era la primera vez que lo escuchaba. No podía evitar decirlo y siempre lo he pensado, pero es posible que mi propia naturaleza haga que los seres humanos sean mas propensos a sentir mis emociones...es una forma de tratar de humanizarme...irónico.
Cerré los ojos al escucharla, una bella melodía que me trasporto a una memoria melancólica mas no desagradable.
La melodía avanzaba, abrí los ojos, el cabello claro de Aria por un momento me llevo a ver algo mas...podía verme a mi mismo en el piano junto con Lucia danzando cercana a mi, vibrante y eufórica como una gacela...no pude evitar sonreír. Mi imaginación era propensa a jugarme a ratos sensaciones que quería olvidar pero no me permitía hacerlo.
Ya casi al final de la melodía el espejismo se rompió, la chica tenía talento y la pieza que había elegido era bellisima, sin lugar a dudas una buena interpretación. Nació en mi la duda de como se escucharía su voz si no era pianista y tenía ese talento. Se negaba a abrir los ojos dejando un silencio en la sala que me permitía escuchar claramente su respiración junto con los latidos de su corazón, estaba emocionada.
No debía porque pensar que no estaba a mi nivel, ciertamente usted es una señorita con grandes cualidades artísticas, la felicito, fue una presentación maravillosa, ciertos errores tecnicos que no son necesarios decirlos ya que no es pianista pero...nada que alguien que no es profesor de piano note.-dejé de lado mi anterior postura y me acerqué a ella- Me gustaría escuchar su voz, me permitiría tocar algo junto con usted?No tengo problemas en seguir alguna partitura o que me diga indicaciones para que le resulte cómodo.Quería expandir mi propio mundo, si me cerraba a escuchar solo la voz de Lucia junto con las melodías de mi piano...seguro no podría seguir.
*Es la sombra que cree ¿verdad? esa es la imagen que siempre he querido dar*
Mis raíces no eran para nada inglesas, mi crianza si, pero no iba a compartir tal información con ella.Seguí escuchando con atención sin siquiera moverme de mi posición anterior. Solo cuando dejo de hablar levanté ligeramente el mentón.
*¿Mi forma de hablar en el piano...intensa?*No era la primera vez que lo escuchaba. No podía evitar decirlo y siempre lo he pensado, pero es posible que mi propia naturaleza haga que los seres humanos sean mas propensos a sentir mis emociones...es una forma de tratar de humanizarme...irónico.
Cerré los ojos al escucharla, una bella melodía que me trasporto a una memoria melancólica mas no desagradable.
La melodía avanzaba, abrí los ojos, el cabello claro de Aria por un momento me llevo a ver algo mas...podía verme a mi mismo en el piano junto con Lucia danzando cercana a mi, vibrante y eufórica como una gacela...no pude evitar sonreír. Mi imaginación era propensa a jugarme a ratos sensaciones que quería olvidar pero no me permitía hacerlo.
Ya casi al final de la melodía el espejismo se rompió, la chica tenía talento y la pieza que había elegido era bellisima, sin lugar a dudas una buena interpretación. Nació en mi la duda de como se escucharía su voz si no era pianista y tenía ese talento. Se negaba a abrir los ojos dejando un silencio en la sala que me permitía escuchar claramente su respiración junto con los latidos de su corazón, estaba emocionada.
No debía porque pensar que no estaba a mi nivel, ciertamente usted es una señorita con grandes cualidades artísticas, la felicito, fue una presentación maravillosa, ciertos errores tecnicos que no son necesarios decirlos ya que no es pianista pero...nada que alguien que no es profesor de piano note.-dejé de lado mi anterior postura y me acerqué a ella- Me gustaría escuchar su voz, me permitiría tocar algo junto con usted?No tengo problemas en seguir alguna partitura o que me diga indicaciones para que le resulte cómodo.Quería expandir mi propio mundo, si me cerraba a escuchar solo la voz de Lucia junto con las melodías de mi piano...seguro no podría seguir.
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
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Re: Notas dispersas
¿Así que 19 años, eh? Me sorprendió bastante en el momento en que me lo dijo, pero no hice ningún comentario más que parpadear perpleja antes de sentarme al piano, pensando que de haberme sorprendido demasiado a su vista se podría ofender o algo por el estilo.
Seguí tocando aquella tonada, cerrando mis ojos de a ratos con algo de nostalgia. Mi hogar, Victorique... Sacudí la cabeza, eventualmente pensar en mi hermana me llevaba a recordar cosas que realmente no quería recordar. Por un segundo quise rascarme el brazo instintivamente, pero me contuve para no interrumpir la melodía. Así como había hecho Lucien, esperé unos momentos al terminar, sin querer romper esa atmósfera que el piano dejaba al no sonar más, abriendo mis ojos con pesadez, sin querer despertar. Sentía mi corazón acelerado por varias razones, así que respiré de forma más acompasada para poder calmarlo antes de voltearme hacia el joven, el que se veía bastante satisfecho y pacífico, aunque parecía ser de esas personas joviales que no mostraba del todo su displicencia en una primera instancia. En efecto parecía tener raíces inglesas por lo mismo, tenía todo el porte de un aristócrata.
-¡Muchas gracias...! -agradecí con una inclinación de cabeza, si alguien que tocaba de esa manera me estaba elogiando, pues realmente debía aceptarlo- La verdad no, toco seguido el piano pero no soy en absoluto profesional, lo toco desde pequeña por gusto... -dije acariciando el piano- Le tengo una especie de cariño, por decirlo así, me encanta su sonido... y lo que pueden traer las melodías que se tocan en él -comenté casi más para mí misma que para Lucien, mirándole sorprendida- ¿Es profesor de piano? -pregunté, luego negando con la cabeza- En verdad era de esperarse que alguien como usted fuera tutor, se ve que tiene las capacidades...
Esta vez él me pedía tocar algo y que le acompañara, por lo que le miré entre entusiasmada y algo... no sé si temerosa fuera la palabra. Por primera vez, debo decir que me daba algo de vergüenza cantar en un ambiente tan cercano con otra persona, no era lo mismo cantar así en el salón de casa o cantar con una pista en un escenario que para otra persona- ¿En serio? Espere un segundo, creo tener algo por aquí... -cogí mi carpeta con mis partituras y empecé a rebuscar... no esa no, tampoco... No podía encontrar nada que me dejara satisfecha, hasta que encontré la indicada y se la tendí- Sé que no tiene demasiadas notas, pero me gusta bastante... tiene un aire tranquilo, siguiendo algo parecido a la anterior... Tómese su tiempo... -dije al ver que de inmediato comenzaba a hojearla, como imaginando cómo sería tocarla. Me coloqué en el centro de la habitación, donde sabía que tenía buena acústica... y porque de veras me daba vergüenza que viera mis expresiones al cantar. Esperé que me diera la señal antes de entonar la canción, tranquila y con todo el sentimiento posible.
Seguí tocando aquella tonada, cerrando mis ojos de a ratos con algo de nostalgia. Mi hogar, Victorique... Sacudí la cabeza, eventualmente pensar en mi hermana me llevaba a recordar cosas que realmente no quería recordar. Por un segundo quise rascarme el brazo instintivamente, pero me contuve para no interrumpir la melodía. Así como había hecho Lucien, esperé unos momentos al terminar, sin querer romper esa atmósfera que el piano dejaba al no sonar más, abriendo mis ojos con pesadez, sin querer despertar. Sentía mi corazón acelerado por varias razones, así que respiré de forma más acompasada para poder calmarlo antes de voltearme hacia el joven, el que se veía bastante satisfecho y pacífico, aunque parecía ser de esas personas joviales que no mostraba del todo su displicencia en una primera instancia. En efecto parecía tener raíces inglesas por lo mismo, tenía todo el porte de un aristócrata.
-¡Muchas gracias...! -agradecí con una inclinación de cabeza, si alguien que tocaba de esa manera me estaba elogiando, pues realmente debía aceptarlo- La verdad no, toco seguido el piano pero no soy en absoluto profesional, lo toco desde pequeña por gusto... -dije acariciando el piano- Le tengo una especie de cariño, por decirlo así, me encanta su sonido... y lo que pueden traer las melodías que se tocan en él -comenté casi más para mí misma que para Lucien, mirándole sorprendida- ¿Es profesor de piano? -pregunté, luego negando con la cabeza- En verdad era de esperarse que alguien como usted fuera tutor, se ve que tiene las capacidades...
Esta vez él me pedía tocar algo y que le acompañara, por lo que le miré entre entusiasmada y algo... no sé si temerosa fuera la palabra. Por primera vez, debo decir que me daba algo de vergüenza cantar en un ambiente tan cercano con otra persona, no era lo mismo cantar así en el salón de casa o cantar con una pista en un escenario que para otra persona- ¿En serio? Espere un segundo, creo tener algo por aquí... -cogí mi carpeta con mis partituras y empecé a rebuscar... no esa no, tampoco... No podía encontrar nada que me dejara satisfecha, hasta que encontré la indicada y se la tendí- Sé que no tiene demasiadas notas, pero me gusta bastante... tiene un aire tranquilo, siguiendo algo parecido a la anterior... Tómese su tiempo... -dije al ver que de inmediato comenzaba a hojearla, como imaginando cómo sería tocarla. Me coloqué en el centro de la habitación, donde sabía que tenía buena acústica... y porque de veras me daba vergüenza que viera mis expresiones al cantar. Esperé que me diera la señal antes de entonar la canción, tranquila y con todo el sentimiento posible.
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Aria Ainsley- Soporte Gráfico
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Re: Notas dispersas
Veamos-cogí la partitura mirándola durante un breve minuto-No hay problema- la puse sobre el piano y esperé a que la chica estuviese lista, no era una pieza complicada así que sin mas dificultad podría tocarla. Asentí con la cabeza para luego comenzar a mover mis dedos suavemente.
Al ser una pieza tranquila podía tocar sin necesidad de estar demasiado concentrado, me fijaba en cada nota que expandía desde sus pulmones, su diafragma y sus cuerdas vocales, además de analizar los colores de su alma, una visión que sin duda gustaría de pintar mas adelante. Un alma tambaleante pero con pasión, aunque era notorio su desplante debido a los colores se notaba en esa fusión que se sentía no del todo cómoda ¿Era probable que estuviera nerviosa por tocar conmigo?
*Tiene voz pero...aun le falta*-Siguí en ello hasta que termino de cantar, volví a estar de pie y caminé hacía ella.
Con un tono muy de maestro(como solía hacerlo con Mine y otros alumnos) comencé a hablar de forma educada y suave-
La entonación en ciertas partes difiere mucho de lo que es una buena retención de respiración, sobre todo en las partes finales, creo que...-sin algún tipo de vergüenza mi mano ahora estaba sobre la zona donde se encontraba el diafragma en el estomago de Aria- Falta un poco mas de apoyo, miré-tomé la mano de la chica y repetí la anterior acción pero ahora con su mano sobre mi propio vientre, se notaba firme aunque debido a la ropa de la academia no se podían sentir necesariamente las marcas de mis abdominales- Debe saber que es muy distinto esto...-dije normalmente, para luego tomar aire y hacer que la chica presionara mi vientre, dejándolo aun más firme y logrando así que mi voz se notara mucho mas entonada-que esto...
solté la mano de la chica con cuidado- Tiene voz, no hay duda de ello, pero es recomendable que practique un poco mas, sin lugar a dudas es una buena voz-sonrió- No es necesario ponerse nerviosa, ya se lo dije, soy un estudiante igual que usted. Si en alguna ocasión necesita un compañero para practicar no dude en decírmelo, aunque claro...lo pensó un poco, era un chico "algo" ocupado-debe comunicarmelo con tiempo, jaja
Al ser una pieza tranquila podía tocar sin necesidad de estar demasiado concentrado, me fijaba en cada nota que expandía desde sus pulmones, su diafragma y sus cuerdas vocales, además de analizar los colores de su alma, una visión que sin duda gustaría de pintar mas adelante. Un alma tambaleante pero con pasión, aunque era notorio su desplante debido a los colores se notaba en esa fusión que se sentía no del todo cómoda ¿Era probable que estuviera nerviosa por tocar conmigo?
*Tiene voz pero...aun le falta*-Siguí en ello hasta que termino de cantar, volví a estar de pie y caminé hacía ella.
Con un tono muy de maestro(como solía hacerlo con Mine y otros alumnos) comencé a hablar de forma educada y suave-
La entonación en ciertas partes difiere mucho de lo que es una buena retención de respiración, sobre todo en las partes finales, creo que...-sin algún tipo de vergüenza mi mano ahora estaba sobre la zona donde se encontraba el diafragma en el estomago de Aria- Falta un poco mas de apoyo, miré-tomé la mano de la chica y repetí la anterior acción pero ahora con su mano sobre mi propio vientre, se notaba firme aunque debido a la ropa de la academia no se podían sentir necesariamente las marcas de mis abdominales- Debe saber que es muy distinto esto...-dije normalmente, para luego tomar aire y hacer que la chica presionara mi vientre, dejándolo aun más firme y logrando así que mi voz se notara mucho mas entonada-que esto...
solté la mano de la chica con cuidado- Tiene voz, no hay duda de ello, pero es recomendable que practique un poco mas, sin lugar a dudas es una buena voz-sonrió- No es necesario ponerse nerviosa, ya se lo dije, soy un estudiante igual que usted. Si en alguna ocasión necesita un compañero para practicar no dude en decírmelo, aunque claro...lo pensó un poco, era un chico "algo" ocupado-debe comunicarmelo con tiempo, jaja
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
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Re: Notas dispersas
Cuando comencé a cantar, por unos instantes me preocupé por lo que podría llegar a pensar Lucien por lo simple de la partitura, no lo sé, un pensamiento que se me vino a la mente por mera inseguridad, misma que hizo flaquear mi voz en más de un momento cuando le miraba de reojo, esperando ver alguna expresión de descontento o decepción alguna, pero permanecía tan pacífico como le hubiera visto al llegar al salón. Y en una de esas miradas de reojo, la suya se encontró con la mía, por lo que decidí mirar a otro lado, ¿acaso se habría dado cuenta que lo estaba mirando demasiado? Genial...
Lucien parecía ser un joven recatado, tranquilo y sobre todo respetuoso, no por nada tenía ese aire de caballero inglés, y en realidad poco me sorprendía, había algo en esa presencia que proyecta que inspira respeto. Aun cuando sea mi compañero, me es imposible no tratarle con respeto como si fuera mi superior o un profesor. Bueno, había dicho que era profesor de piano, aquello era algo que no me sorprendía en absoluto, era sola cosa de escucharlo.
¡Maldición! Por pensar tanto comencé a sentir que estaba dejando de lado mi canto, qué vergüenza... yo misma me digo que no hay mejor cosa que perderse y entregarse a la música cuando estás cantando, vaya forma de defender lo que piensas si tienes tu mente en otro lado, realmente me había sentido flaquear en más de un momento, pero fue algo tarde que me di cuenta. La canción ya había acabado y Lucien se había puesto de pie para hablarme, como cualquier profesor haría con su pupilo. En un inicio me sentí algo decepcionada de mí misma, pero era de esperarse con lo poco que me concentré al cantar, no podía pedirme más que eso- Lo siento mucho... -fue lo único que acerté a decir, como si realmente fuera Lucien mi profesor y yo la alumna siendo regañada por un error, me rasqué un poco la nuca por los nervios- Yo... no estaba tan concentrada como debería haber estado... creo que me distraje un poco -agregué un tanto avergonzada.
Apenas alcancé a reaccionar al sentir la mano de Lucien en mi estómago, bueno, mi rostro sí que reaccionó, enrojeciendo un poco por la sorpresa y mi boca se entreabrió un poco. Levanté mi mirada con curiosidad, esperando una explicación de su parte sólo para que me tomara de la mano y la colocara sobre su estómago. Realmente, creo, que no podría estar más muerta de vergüenza, más que en cualquier otro momento de mi vida y que yo recordase, por supuesto. Cuando intenté calmarme para comprender el propósito de sus acciones, lo sentí: estaba firme, no duramente tieso, sólo firme, apoyo como el mismo dijo.
-Ya entiendo... -dije con voz un tanto temblorosa- Agradezco de veras el consejo, muchas gracias Lucien -agradecí con una inclinación de cabeza para quedarme así al escucharle. Sería estúpido y sin sentido preguntarme a mí misma si mi nerviosismo había sido tan obvio- Lo siento... sé que somos compañeros de la misma clase, pero me es imposible no tratarle así... La verdad es que inspira respeto como si fuera mayor, además y hasta lo parece. En mi opinión no muestra su edad, se ve mucho mayor... -admití al fin, aunque seguro ya comprendía lo que se me pasaba por la cabeza.
-¿En serio? -pregunté con genuina sorpresa. Si él mismo lo había dicho de forma que se comprendiera que era alguien ocupado, realmente me sorprendía que se ofreciera a ayudarme de tan buena gana como lo había hecho en ese instante- Muchas gracias, de veras. Entonces practicaré como se debe antes de pedir más ayuda de su parte, no voy a hacerle perder tiempo por ningún motivo...
Lucien parecía ser un joven recatado, tranquilo y sobre todo respetuoso, no por nada tenía ese aire de caballero inglés, y en realidad poco me sorprendía, había algo en esa presencia que proyecta que inspira respeto. Aun cuando sea mi compañero, me es imposible no tratarle con respeto como si fuera mi superior o un profesor. Bueno, había dicho que era profesor de piano, aquello era algo que no me sorprendía en absoluto, era sola cosa de escucharlo.
¡Maldición! Por pensar tanto comencé a sentir que estaba dejando de lado mi canto, qué vergüenza... yo misma me digo que no hay mejor cosa que perderse y entregarse a la música cuando estás cantando, vaya forma de defender lo que piensas si tienes tu mente en otro lado, realmente me había sentido flaquear en más de un momento, pero fue algo tarde que me di cuenta. La canción ya había acabado y Lucien se había puesto de pie para hablarme, como cualquier profesor haría con su pupilo. En un inicio me sentí algo decepcionada de mí misma, pero era de esperarse con lo poco que me concentré al cantar, no podía pedirme más que eso- Lo siento mucho... -fue lo único que acerté a decir, como si realmente fuera Lucien mi profesor y yo la alumna siendo regañada por un error, me rasqué un poco la nuca por los nervios- Yo... no estaba tan concentrada como debería haber estado... creo que me distraje un poco -agregué un tanto avergonzada.
Apenas alcancé a reaccionar al sentir la mano de Lucien en mi estómago, bueno, mi rostro sí que reaccionó, enrojeciendo un poco por la sorpresa y mi boca se entreabrió un poco. Levanté mi mirada con curiosidad, esperando una explicación de su parte sólo para que me tomara de la mano y la colocara sobre su estómago. Realmente, creo, que no podría estar más muerta de vergüenza, más que en cualquier otro momento de mi vida y que yo recordase, por supuesto. Cuando intenté calmarme para comprender el propósito de sus acciones, lo sentí: estaba firme, no duramente tieso, sólo firme, apoyo como el mismo dijo.
-Ya entiendo... -dije con voz un tanto temblorosa- Agradezco de veras el consejo, muchas gracias Lucien -agradecí con una inclinación de cabeza para quedarme así al escucharle. Sería estúpido y sin sentido preguntarme a mí misma si mi nerviosismo había sido tan obvio- Lo siento... sé que somos compañeros de la misma clase, pero me es imposible no tratarle así... La verdad es que inspira respeto como si fuera mayor, además y hasta lo parece. En mi opinión no muestra su edad, se ve mucho mayor... -admití al fin, aunque seguro ya comprendía lo que se me pasaba por la cabeza.
-¿En serio? -pregunté con genuina sorpresa. Si él mismo lo había dicho de forma que se comprendiera que era alguien ocupado, realmente me sorprendía que se ofreciera a ayudarme de tan buena gana como lo había hecho en ese instante- Muchas gracias, de veras. Entonces practicaré como se debe antes de pedir más ayuda de su parte, no voy a hacerle perder tiempo por ningún motivo...
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
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Re: Notas dispersas
-sonreí con más dulzura al ver que la chica estaba algo avergonzada-Realmente no es necesario que se disculpe, somos estudiantes y tenemos derecho a equivocarnos, para eso estamos aquí-ladee la cabeza mientras que mis cabellos se hacían a un lado- Se que tiene mucho potencial señorita Ainsley y por su comportamiento puedo apreciar que no desea en lo más minimo generar una imagen que pudiese destruir lo bello de la música, eso habla muy bien de usted, al menos para mi.
Entrecerré mis ojos para reír ante lo que dijo sobre mi forma de comportarme-Las personas se vuelven más ancianas con el pasar del tiempo, y no me refiero fisiologicamente hablando-mis ojos se volvieron algo más oscuros-Las vivencias te marcan como persona, es posible que en mi imagen se denote eso-volví a bromear- o solo me falta relajarme un poco y dejar de ser tan formal jaja
Me produce entusiasmo escucharle hablar de esa forma-me acerqué al piano cuando dejó de hablar - Verá-mis dedos se movieron con soltura generando pequeños acordes sin sentido alguno aun sonando melodiosos- Los seres humanos siempre han sido una fuente de errores, pero de sus errores sacan fortaleza, eso es lo que los hace especiales-cerré los ojos un momento, si bien en muchas ocasiones odiaba mi parte humana no podía evitar sentirme complacido al ver que un ser humano quería seguir mejorando y que no se quedaba con su complejo de conformismo- usted posee voluntad, algo que es esencial en un músico, sin ello por muy talentoso que sea no hace florecer la música, eso añadido a otros factores es primordial. Es muy posible que en el futuro pueda encontrarse con personas que tengan una presencia mucho más...fuerte que la mia, pero no debe dejarse abasallar por ello, debe verlo como un factor que le ayude a seguir creciendo.
Las notas eran más coherentes a medida que hablaba generando de nuevo un ambiente agradable y apacible- Esa era mi concepción de errar en la vida, sobre todo en la música. Independiente de quien sea la persona que le escucha, usted solo debe ser Aria, la señorita que desea que la escuchen por algún motivo en especial,que ama la música- sonreí- así como yo sigo en lo mio, sin importar nada como en este momento, sigo siendo Lucien, eso es lo que hace que la música salga sin tapujos.
Entrecerré mis ojos para reír ante lo que dijo sobre mi forma de comportarme-Las personas se vuelven más ancianas con el pasar del tiempo, y no me refiero fisiologicamente hablando-mis ojos se volvieron algo más oscuros-Las vivencias te marcan como persona, es posible que en mi imagen se denote eso-volví a bromear- o solo me falta relajarme un poco y dejar de ser tan formal jaja
Me produce entusiasmo escucharle hablar de esa forma-me acerqué al piano cuando dejó de hablar - Verá-mis dedos se movieron con soltura generando pequeños acordes sin sentido alguno aun sonando melodiosos- Los seres humanos siempre han sido una fuente de errores, pero de sus errores sacan fortaleza, eso es lo que los hace especiales-cerré los ojos un momento, si bien en muchas ocasiones odiaba mi parte humana no podía evitar sentirme complacido al ver que un ser humano quería seguir mejorando y que no se quedaba con su complejo de conformismo- usted posee voluntad, algo que es esencial en un músico, sin ello por muy talentoso que sea no hace florecer la música, eso añadido a otros factores es primordial. Es muy posible que en el futuro pueda encontrarse con personas que tengan una presencia mucho más...fuerte que la mia, pero no debe dejarse abasallar por ello, debe verlo como un factor que le ayude a seguir creciendo.
Las notas eran más coherentes a medida que hablaba generando de nuevo un ambiente agradable y apacible- Esa era mi concepción de errar en la vida, sobre todo en la música. Independiente de quien sea la persona que le escucha, usted solo debe ser Aria, la señorita que desea que la escuchen por algún motivo en especial,que ama la música- sonreí- así como yo sigo en lo mio, sin importar nada como en este momento, sigo siendo Lucien, eso es lo que hace que la música salga sin tapujos.
Última edición por Lucien Luarent el Miér Jul 02, 2014 2:56 am, editado 1 vez
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
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Re: Notas dispersas
-Aun si tenemos el derecho de equivocarnos y de cometer errores, el hecho de que me equivoque no impide que me disculpe por hacerlo... –dije un tanto más tranquila, hasta incluso pensativa por lo que yo misma acababa de decir y agradecí con un gesto de la cabeza- Si alguien como usted me dice eso, realmente lo valoro Lucien, muchas gracias –dije sonriente, esperando que notara mi gratitud- Está en lo cierto... la música es algo tan hermoso que jamás me permitiría arruinarla, es por eso que quiero mejorar... Hay personas que dicen “El mundo de la música me merece por mi genialidad”, pero... en mi caso es al revés, quiero ser digna de la música, quiero ser digna de algo tan bello...
Por un segundo hasta me sentí algo profunda hablando de esa manera, qué tontería, no me creo capaz de tales palabras, seguro y hasta estoy repitiendo algo que habré leído por allí sin darme cuenta, quién sabe... De todos modos...
-Es cierto, muchas personas ni aparentan su edad, o su edad mental es muy dispar con su edad física –dije casi por experiencia propia, no sería primera vez que me aproximan una edad que no me corresponde en absoluto- Hasta por su forma de actuar, incluso podría decir con facilidad que tiene siglos de edad –comenté con una suave risa, no menos nerviosa, pensando que podría ofenderse un poco, cosa que realmente no esperaba- Nos marquen o no las vivencias, está claro que no se han marcado evidentemente en su rostro, Lucien... Pero, eso de dejar de ser formal es... difícil cuando uno se ha criado así, supongo...
Me aparté un poco del piano para dejarlo pasar, observando con atención la forma en que sus dedos se movían, casi hasta parecía que para él era algo tan natural como respirar, como si instintivamente moviera sus dedos y arrebatara música de las teclas de aquel instrumento- Creo que eso es lo importante... superar los errores y no volver a cometerlos, o no hundirse al repetir un fracaso en la mente, como si estuvieran enterrados en un agujero que uno mismo ha creado... –lo último lo murmuré un tanto, a medida que hablaba mi voz se iba haciendo más queda al sumirme en mis pensamientos, ¿estaba hablando en general o simplemente hablaba desde mi propia experiencia? Sacudí mi cabeza, habiendo pensamientos que no deseaba llamar a mi memoria, no en aquel momento, quizás nunca si fuera lo ideal- Agradezco el comentario... aunque si viera a alguien más fuerte e imponente que usted... no sé qué sería de mí.. –y aquello no era sólo un comentario simpático, realmente no sabría que sería de mí, a juicio mío, su presencia es más que fuerte.
-Supongo que sí... pero muchas veces nuestros temores o nuestros prejuicios nos impiden seguir, nosotros mismos nos creamos la barrera para crear música que podría ser mejor de la que creemos, nosotros nos cerramos la puerta –dije suspirando- Creo que ya es cosa de autoestima, por más que ame la música... ¿Será que ella quizás no me ama a mí? –dije riendo de forma irónica.
Por un segundo hasta me sentí algo profunda hablando de esa manera, qué tontería, no me creo capaz de tales palabras, seguro y hasta estoy repitiendo algo que habré leído por allí sin darme cuenta, quién sabe... De todos modos...
-Es cierto, muchas personas ni aparentan su edad, o su edad mental es muy dispar con su edad física –dije casi por experiencia propia, no sería primera vez que me aproximan una edad que no me corresponde en absoluto- Hasta por su forma de actuar, incluso podría decir con facilidad que tiene siglos de edad –comenté con una suave risa, no menos nerviosa, pensando que podría ofenderse un poco, cosa que realmente no esperaba- Nos marquen o no las vivencias, está claro que no se han marcado evidentemente en su rostro, Lucien... Pero, eso de dejar de ser formal es... difícil cuando uno se ha criado así, supongo...
Me aparté un poco del piano para dejarlo pasar, observando con atención la forma en que sus dedos se movían, casi hasta parecía que para él era algo tan natural como respirar, como si instintivamente moviera sus dedos y arrebatara música de las teclas de aquel instrumento- Creo que eso es lo importante... superar los errores y no volver a cometerlos, o no hundirse al repetir un fracaso en la mente, como si estuvieran enterrados en un agujero que uno mismo ha creado... –lo último lo murmuré un tanto, a medida que hablaba mi voz se iba haciendo más queda al sumirme en mis pensamientos, ¿estaba hablando en general o simplemente hablaba desde mi propia experiencia? Sacudí mi cabeza, habiendo pensamientos que no deseaba llamar a mi memoria, no en aquel momento, quizás nunca si fuera lo ideal- Agradezco el comentario... aunque si viera a alguien más fuerte e imponente que usted... no sé qué sería de mí.. –y aquello no era sólo un comentario simpático, realmente no sabría que sería de mí, a juicio mío, su presencia es más que fuerte.
-Supongo que sí... pero muchas veces nuestros temores o nuestros prejuicios nos impiden seguir, nosotros mismos nos creamos la barrera para crear música que podría ser mejor de la que creemos, nosotros nos cerramos la puerta –dije suspirando- Creo que ya es cosa de autoestima, por más que ame la música... ¿Será que ella quizás no me ama a mí? –dije riendo de forma irónica.
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
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Re: Notas dispersas
Quien sabe...el alma de las personas algunas veces es tan anciana...que sobrepasa el tiempo...aun cuando seas joven-*después de todo...tengo miles de almas dentro de mi...es natural parecer anciano o no?*-lo dije casi para mi...olvidando absolutamente que podría no ser entendido- me conservo bastante bien cierto?-reí de forma sutil bromeando con esto ultimo, parecía incluso el dialogo de un conde vampiro o algo por el estilo.
sonreí sin mirarle por cada comentario que decía sobre mi, ciertamente mi vanidad se veía alimentada pero, estaba en paz en el piano...una paz que se mezclaba con ese incesante deseo de seguir analizando cada cosa que decía- Créame...hay personas mucho más imponentes, aunque ciertamente es...-giré mi rostro hacia ella- casi imposible en esta academia-mis ojos se volvieron negros por un segundo, más no duraron mucho más que eso al cerrarlos de nuevo en una sutil sonrisa atrayente- Me halaga de cierta manera jaja.
-mi sonrisa se esfumo paulatinamente a medida de que ella hablaba y las notas en el piano se transformaban en una nostálgica pero misteriosa melodía- Es más facil que la música pueda llegar a amarle...a que deje de hacerlo- miré el marfil de las teclas con cierto dejo vacío...pero lleno de amor...-...cuando estás unido a ella, es casi como si un pacto se vinculara con cada uno de los tejidos de tu cuerpo...de tu ser completo-mis dedos moviéndose lentamente...transmitiendo cada palabra en las notas-¿No es más...triste y agónico el querer ser odiado por algo que nunca te va a odiar? Después de todo...siempre podrás seguir intentando ser amado por la música pero...escapar de ella cuando tus manos, pies y garganta están encadenados es imposible- mis ojos se posaron sobre los de Aria...cristalinos, apacibles, llenos de emociones tan diversas pero alejados de este mundo...tal y como un lago en invierno, una visión hermosa pero triste- Respirar la música sin tener opción de dejarla...sin poder vivir sin ella, es como ver a un pequeño pájaro intentando volar con el ala rota...un espectáculo triste y patético que no deja de ser hermoso...-Una suave brisa llegó desde una de las ventanas agitando levemente unos cuantos cabellos de mi flequillo- Ah...pero es una sensación excitante a su vez...el ser amado por ella-la ultima nota desde mi dedo y una sonrisa para ella- Creo que, la música si le ama, si no, hace mucho que no estaría en este salón...
sonreí sin mirarle por cada comentario que decía sobre mi, ciertamente mi vanidad se veía alimentada pero, estaba en paz en el piano...una paz que se mezclaba con ese incesante deseo de seguir analizando cada cosa que decía- Créame...hay personas mucho más imponentes, aunque ciertamente es...-giré mi rostro hacia ella- casi imposible en esta academia-mis ojos se volvieron negros por un segundo, más no duraron mucho más que eso al cerrarlos de nuevo en una sutil sonrisa atrayente- Me halaga de cierta manera jaja.
-mi sonrisa se esfumo paulatinamente a medida de que ella hablaba y las notas en el piano se transformaban en una nostálgica pero misteriosa melodía- Es más facil que la música pueda llegar a amarle...a que deje de hacerlo- miré el marfil de las teclas con cierto dejo vacío...pero lleno de amor...-...cuando estás unido a ella, es casi como si un pacto se vinculara con cada uno de los tejidos de tu cuerpo...de tu ser completo-mis dedos moviéndose lentamente...transmitiendo cada palabra en las notas-¿No es más...triste y agónico el querer ser odiado por algo que nunca te va a odiar? Después de todo...siempre podrás seguir intentando ser amado por la música pero...escapar de ella cuando tus manos, pies y garganta están encadenados es imposible- mis ojos se posaron sobre los de Aria...cristalinos, apacibles, llenos de emociones tan diversas pero alejados de este mundo...tal y como un lago en invierno, una visión hermosa pero triste- Respirar la música sin tener opción de dejarla...sin poder vivir sin ella, es como ver a un pequeño pájaro intentando volar con el ala rota...un espectáculo triste y patético que no deja de ser hermoso...-Una suave brisa llegó desde una de las ventanas agitando levemente unos cuantos cabellos de mi flequillo- Ah...pero es una sensación excitante a su vez...el ser amado por ella-la ultima nota desde mi dedo y una sonrisa para ella- Creo que, la música si le ama, si no, hace mucho que no estaría en este salón...
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
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