Olvidando

La situación se estaba complicando, Shizuka tenía la suficiente fuerza como para volcarlo sobre la cama y quitarle su posición de poder. Los papeles se habían intercambiado, Ayato se encontró sumiso bajo ella en un abrir y cerrar de ojos. Tenía el ceño muy arrugado y los dientes apretados, exhibía sus colmillos como si se tratara de una bestia salvaje apunto de atacar.

No le había respondido qué clase de criatura era... Pero no parecía un demonio...

Já, esto será divertido.

- Jaja... jajajaja... ¡¡JAJAAJAJAJAJAJAJAJAJA!! - Una risa desequilibrada llenó el silencio de la enfermería. Ya no le importaba ser descubierto, ya no le importaba nada... Solo divertirse un rato con la estudiante que yacía sobre él, no saber en qué situación se encontraba le resultaba indudablemente emocionante, y eso era lo que buscaba, emoción. - Dudo mucho que tu violador no te halla jalado un poco el cabello. Por favor mírate, le estás pidiendo sexo a un completo desconocido solo para evadir los recuerdos que no te dejan tranquila... ¿acaso estás tonta? ¡No deberías depender de otros para solucionar tus problemas! Qué asco.

- Eeeh...tonta... No creo que esa sea la palabra mi pequeño vampiro - dije en tono juguetón y me volví a poner encima de él agarrando con firmeza sus muñecas - Solamente soy un ángel que busca vengarse de Kouda Ichigo- apreté con fuerza las muñeca de Ayato haciendo unos moretones.

-Ademas, creo que soy mucha cosa para ti, porque un simple vampiro no puede poseer a un ángel, que bajo han caído la raza de los vampiros - dije acercando mi rostro al de él rozando los labios y haciendo un pequeño corte a unos de sus dedos con mi agua - Si te das cuenta yo manejo el agua a mi antojo y soy mas fuerte que un ángel común así que para mi vencer a cualquier individuo es fácil pero parece que no eres un gran vampiro, que lastima pero parece - dije agarrando su brazo haciendo una de las técnicas de judo haciendolo caer en la cama de al lado.
- Que yo seré la que se divierta - dije sonriendo de forma siniestra a el.

Creo que hoy tendré una pelea divertida

Bastante sorprendido por la nueva actitud de Shizuka, Ayato permaneció sumiso hasta el momento en el que ella se las arregló para estrellar su cuerpo contra la camilla del lado. Ayato cayó pesadamente pero se puso de pie de inmediato, observándolo furioso por este imprevisto.

- ¡Tsk! - Mientras se incorporaba aprovechó de lanzar un escupo hacia un lado, de todos modos nadie trapearía el suelo de la enfermería... dudaba que quedara algo de ella de todos modos. - Con que un ángel... Por eso es que sabías tan mal a pesar de verte tan bien... - dijo con una sonrisa burlona, todo tenía sentido ahora. - Vale, herí tu orgullo porque rechacé tu oferta... ¡Está claro que eres tú quien no está a mí nivel! Si no tomé tu cuerpo fue porque no quise satisfacerte~ ¡No te hagas la importante! ¡A mí me sobran las mujeres! - Aclaró completamente furioso.

Dicho esto, el dhampiro hizo aparecer en un solo movimiento una larga lanza plateada embestida de su poder, y antes de que el ángel pudiera hacer algo Ayato se le abalanzó haciendo uso de su poder invisible, el cual también volvía invisible su lanza, hasta llegar ante Shizuka y clavar el arma en su vientre, provocando que un auténtico río de sangre bañara el suelo. Sabía que era inmortal pero ya estaba herida de antes, incluso él podía percibir que sus poderes no estaban al máximo.

Al sentir ese corte en mi vientre sentí como mis fuerzas me iban abandonando - ¡Itaiii! - grite de forma ruidosa y con cascaditas en mis ojos, agarre de no se donde al "señor invisible", creo que lo agarre de la camisa del cuello - Puedes hacerte el invisible pero si hago esto - utilice un poco de mi sangre controlandola ya que es liquida y la embarre encima de Ayato, al tenerlo cubierto de mi sangre pude ver su rostro.

-Creo que me diste un regalo... ahora me toca a mi darte uno- dije dandole un golpe en su estomago haciendo que escupiera un poco de sangre y dejándolo estampado en la pared, di un suspiro pequeño y me acerque a el que estaba incrustado en un hoyo que había sido hecho por el golpe que le había proporcionado, sonreí de forma divertida como si fuera un juego, la herida ya no dolía mucho.

Sin embargo al regenerar las heridas y usar un poco mi sangre iba a ser difícil utilizar mi control del agua, por lo menos cuento con mi fuerza, observe a Ayato detenidamente, tome su rostro con ambas manos, mis dedos delinearon el contorno de sus labios, y esbozando una sonrisa media divertida - Veamos a que sabe ~ - dije en un tono de ternura, ese tono que utilizan las niñas pequeñas cuando van a probar algo nuevo. Y acercandome lentamente a sus labios pose los míos sobre los suyos.

No esperaba ningún tipo de correspondencia ante mis actos y me separe - Tus labios... son como...- dije tratando de encontrar las palabras correctas al acto que había hecho.

¿Habrá sido una buena idea besarle sin su consentimiento?

El ángel lo descubrió fácilmente gracias a la sangre desparramada sobre su rostro, sorprendido por esto, Ayato apartó la lanza del estómago de Shizuka, observándole como una masa de sangre flotante que podía dibujar algunas de sus facciones. Estaba tan confundido que no pudo predecir su siguiente ataque.

El golpe de Shizuka compenetró lo suficiente contra su cuerpo como para conseguir lanzarlo hacia el otro extremo de la enfermería, trizando por completo la pared contigua. Si Ayato hubiera sido un humano normal se hubiese puesto a vomitar en el mismo acto pero él rara vez comía comidas humanas, por lo que ocurrió lo más lógico: expulsó la sangre digerida en su estómago, combinada con la suya propia. Fatigado, dejó que su espalda se deslizara por la pared hasta acabar sentado en el suelo con las piernas flectadas y abiertas, ni siquiera podía alzar la mirada hacia su oponente. No tardó nada en volverse visible de nuevo, se sentía vencido...

Su consciencia pendía de un hilo, estaba a punto de desmayarse hasta que sintió el contacto de unas delicadas manos sujetando su rostro, para luego destinar un delicado beso sobre su boca. Sus ojos se abrieron al instante como si aquél gesto hubiera bastado para despertarle por completo; Ayato se veía sorprendido por el comportamiento de la estudiante y Shizuka parecía una niña pequeña que acababa de cometer una travesura.

- Tú... - le observó expectante, apoyado de forma pasiva contra la pared a medio destruir - ...eres igual a esa mujer - dijo con voz ronca, jadeante. Odiaba no ser un vampiro completo, de lo contrario hubiese acabado con ella con facilidad, ahora se hallaba a completa merced suya; le quedaba un poco de energía para volver a desaparecer pero eso de nada serviría en su estado actual. - ¿Acaso no puedes mitigar tu dolor de otra forma? Tch, es patético... - murmuró débil, - depender de los demás de esa forma... para amar, para odiar... tu cabello es tu cabello, no le pertenece a nadie, tampoco tu cuerpo... si vas a fastidiarte porque alguien les hizo algo solo ve, dales una paliza y sigue viviendo por ti misma... ¿por qué les das tanta importancia? - La mirada de Ayato empezaba a apagarse.

Sentí un extraño sentimiento de consuelo de parte de Ayato, una sonrisa tierna se dibujo de forma inconsciente en mi rostro. - Tienes razon, deberia darle un buen golpe jeje - dije riendome, fue cuando note que estaba a punto de desmayarse que rodee de forma cariñosa su cuello y  lleve su cabeza a que se descansara un rato en mi pecho.

- Te ves muy debil asi Ayato y me pondria muy triste dejarte asi ya que la pelea que tuvimos fue muy divertida pero lo unico que si no hubiera habido nada de armas, eso fue muy tramposo de tu parte pero bueno... ~- Haciendo un pequeño movimiento con el agua para alcanzar una sabana - Esto lo hago porque no quiero dejarte debil y ademas para volver a tener una pelea asi de divertida - dije
- Ah... otra cosa ni por un momento se te ocurra mirar lo que hare porque si no te dejo en coma - dije en un tono de regaño.

Concentre una cantidad grande de poder con el agua y un monton de líquido empezó a rodearnos como si fuera un remolino, la ropa que utilizaba, la falda, las botas y la ropa interior de arriba se deshicieron en agua dejando solo con la sabana blanca que afirmé. Se parecía al vestido de esa humana Marilyn Monroe, ya que al momento de curar a cualquier ser quedamos indefensos...es decir desnudos, pero como soy buena en este tipo de magia quedo en bragas.

Al momento que el remolino de agua desaparecio, los ojos de Ayato estaban cerrados como si durmiera por un momento, agarre su rostro de nuevo y coloque mi frente apoyandola contra la de él. - Bien ¿y ahora como te sientes? Deberia ser mejor porque que he recuperado tus energias - dije sonriendo - ¿O capaz que te desagrada el hecho que haya hecho esto, Ayato?- dije observando como abria sus ojos.

No se que tipo de pensamientos pasaran por su cabeza, pero no importa...

-Ah y otra cosa - dije mirando a sus ojos verdes - Yo soy Shizuka, lo que hice no me hace igual a esa persona que dices... ella no es un ángel con una fuerza grande y que domina el agua...- dije separandome de él y caminando al lugar donde estaba el desorden que había hecho.

- Mierda...- dije en susurro, haciendo un chasquido de dedos arregle el lugar y antes de eso me habia colocado unas bragas que había comprado en un comercio. Mi ropa de hecho por mi poder se destruyo. - Se me olvidaba tus...labios son muy cálidos - dije nerviosa y tratando de encontrar las palabras correctas para describir ese contacto -  Y diría que cualquier chica desearía besarlos...pero hay un dicho que decía que la persona que tiene sabrosos labios es un pésimo besador - dije tratando de imitar a los viejitos de edad cuando dicen algún dicho - Jejeje y parece que es cierto - dije de forma divertida.

Por la santísima, la enfermería quedo intacta pero ya no tengo ropa...

La consciencia de Ayato estaba a punto de dormirse cuando de pronto fue inundado por una cálida sensación que parecía sanar sus heridas físicas. Sus músculos recuperaron fuerza con el transcurrir de los segundos, como si una oleada de pureza le estuviera cubriendo y sanando; sus poderes seguían debilitados pero al menos ahora tenía la posibilidad de moverse sin complicaciones.

El dhampiro parpadeó un par de veces antes de incorporarse ante el ángel, muy desorientado. Su ropa estaba sucia y empapada con sangre pero la enfermería se encontraba igual que al principio. No sabía por qué pero Shizuka se encontraba completamente desnuda ante él, su voz se escuchaba lejana, como si se tratara de un sueño o una alucinación. Ayato le observó, absorto, sin poder creer que realmente había hecho uso de su poder para sanarlo; hizo un esfuerzo en recordar a quién se parecía...

Cuando vio que la estudiante se encontraba observando su entorno, perdida en sus propios pensamientos, Ayato se abalanzó rápido hacia ella, tomándola de los hombros para voltearla y dejarla de espaldas a sí. No tardó en atacarla, sujetó con fuerza su cabeza y le clavó sus filosos colmillos en el cuello de forma dolorosa y violenta. Succionó de ella de forma tan veloz y voraz que creyó que en cualquier momento se ahogaría de tanta sangre; tragó y tragó como un muerto de hambre, como un animal, hasta vaciar su cuerpo del líquido carmesí.

Sabía que por su condición no moriría así que no le importó dejarla completamente anémica.

- Te lo dije, eres una tonta... - dijo después de soltar un ronco gemido, llevaba años sin alimentarse tanto. Se apartó de ella con los ojos enrojecidos para luego tomar su cuerpo y empujarlo hacia la camilla, dejando sus senos al descubierto. - No deberías confiar tan rápido en la gente, no es de extrañarse que alguien haya violado tu cuerpo... - agregó entre gruñidos, furioso - ...y una cosa más, odio que me compadezcan...

Percibía un ruido lejano proveniente del segundo piso, alguien venía. Seguramente algunos auxiliares habían escuchado todo el estruendo anterior y venían a corroborar qué estaba pasando. Debía irse cuanto antes de allí.

- Ah, casi lo olvido... - dijo para sí mismo antes de dirigir sus pasos hacia la rubia y colocarse sobre ella, depositando sobre su boca un apasionado beso. Ayato introdujo su lengua con maestría y jugueteó con la ajena, para después alejarse y sonreírle de forma provocativa. - A como vuelvas a decir que soy un mal besador te cortaré la lengua de una mordida, ¿has entendido?

Y dicho esto, hizo uso de lo que le quedaba de su poder de invisibilidad para desaparecer y retirarse de la enfermería, aventando la puerta antes de que los auxiliares y el profesorado llegara. No llegaría muy lejos en su estado actual, al haber debilitado tanto a Shizuka los poderes que ella había usado en él estaban lentamente desapareciendo; debía escabullirse en otro lugar del instituto, haría lo posible por no ser descubierto.

Ayato me pillo con la guardia baja cuando senti sus colmillos clavandose en mi cuello -Itaiii... - dije sintiendo como iba succionando mi sangre - Que bipolar e...res diciendo ahmm...- gemi y empezaron a temblarme las piernas.
Cuando retiro su boca de mi cuello vi que en su boca había un hilo sangre, se veía muy atractivo, hasta que escuché que me dijo tonta. - ¡¿Que?! ¡¡A quien le vienes a decir tonta!!- le grite, fue cuando senti el empujon y sentí como las sabanas que tenia amarradas a mi cuerpo se deslizaban dejando mis pechos al descubierto - ¡¡Pero...que!!!- me puse roja como un tomate.

Al momento que iba a reclamarle - No mi...!- pero fui intemrrupida por los labios de Ayato y como me besaba de forma agresiva, su lengua se adentro a mi boca sintiendo como jugaba con ella, sentí el sabor metálico de la sangre y como este quedaba en mi boca, al retirar sus labios de los míos un hilo de saliva quedo en la comisura de mis labios.

-¡Jah, como si tuviera miedo! - dije colocándome la sábana para tapar mis pechos. - ¡¡Lo que digo es verdad y es lo que pienso!! ¡¡Asi que Ayato!! ¡¡Promete por la derrota que te di que tendremos revancha!!! ¡¡Pero esta vez sin armas y solo a puños!! ¿Si?- le dije viendo como desaparecía.

El sabor de sus labios sigue ahora con mayor intensidad en los míos, lleve mis dedos a mi boca, acariciandola con delicadeza y después pasando por encima de la mordida que había hecho Ayato.

Sera divertido volver a encontrarme con él... apuesto que la proxima vez que nos veamos sera divertido tener una pelea y creo, Ayato, que yo sere la ganadora.