Nuevo casa, nueva vida... (priv. Luka y Allan Aldridge)

Llevábamos más de tres días en el nuevo departamento, en esta ciudad, pero nuestro nuevo "hogar" estaba vació, como siempre en todas las mudanzas, los muebles y las decoraciones son completamente desplazadas, no son prioridad para ninguno de nosotros, ya era innegable que odiábamos dejar alguna "marca/ huella" en los lugares donde decidíamos vivir, no era muy placentero crear una nueva vida sabiendo que nuestra hermana menor podría seguir sufriendo en algún lugar del mundo, al igual que dejar inconcluso el caso de nuestros padres...

-Ahh...-suspire, mientras cruzaba la puerta del nuevo departamento luego de ir por algo de comer,  entre dejando la llave en una pequeña mesa que se encontraba en la entrada, mire en dirección a la sala que era enorme, el lugar era increíblemente grande para ser solo para tres personas, grandes ventanales rodeaban el lugar, la luz era inevitable, cosa que a la mayoría de la gente le agradaba, a mi me parecía sofocante, me sentía como un pez encerrado, en una gran pecera vacía, volví a mirar a diferentes direcciones y nada, ni un banco o una silla que demostrara que había vida en ese lugar.

Referencia del departamento:

-ya volví-anuncie mi llegada al mismo tiempo que decidía ir a la cocina, la cual estaba igual de vacía que el resto del lugar-traje algo dulce para comer, ¿hermanos, me escuchan?- volví a hablar, esta vez un poco más alto, sabia que mis hermanos estaban en "casa" , siempre que llegábamos a un nuevo lugar no perdían el tiempo, lo único que se encontraba amueblado y con un toque de vida eran nuestras habitaciones, allí cada uno siempre ponía una pisca de su escancia, pero sabia que no se encontraban en sus habitaciones, si no que en el "despacho", como le decíamos, allí lo volvíamos un tipo de oficina , la cual se mantenía con seguro electrónico y una contraseña que solo nosotros sabíamos, nadie más que nosotros podíamos entrar a esa habitación, sonó un seguro, se abrió la puerta y antes de poder ver como alguno de mis hermano asomándose a la entrada, en esa oscuridad divise la pared que ya estaba lista, toda llena de información y rutas que todos estos años hemos encontrado, cada vez más cerca de nuestros objetivos...

Referencia cuarto secreto:

-¿por que tardan tanto en salir?.-volví a hablar mientras colocaba cada uno de los paquetes en lugares específicos donde sabia que llegarían mis hermanos-odio que me hagan gritar, les traje unos postres...

Llevaba varias horas en el despacho, sentado en un puff de cuero negro que era el único lugar donde podía concentrarme en la computadora. Vestía una camisa de animal print, unos pantalones negros ajustados y mis accesorios casuales, dando la impresión de estar listo para salir, sin embargo mis gafas de lectura me delataban, estaba trabajando.

sofá puff:

apariencia:

La noche anterior había conocido en el bar a una persona que trabajaba en el famoso sello de música de la ciudad y ahora estaba trazando toda la información que había logrado recopilar a la vez que lidiaba con una leve resaca producto de mis esfuerzos nocturnos, por lo que no pude evitar mirar a Nath con cierto reproche.

-Ya te oímos hermanito querido, pero por el amor de dios ten piedad, la cabeza me va a explotar. -sabía que no era necesario darle explicaciones a Nath para que entendiera el estado en el que me encontraba e incluso así, estaba esforzándome al máximo tecleando en la computadora portátil sobre mis piernas hasta que la palabra "postres" fue pronunciada y mi rostro se iluminó. Me levanté y dejé la computadora sobre una gran mesa llena de papeles y me acerqué a ver que es lo que entraría a mi estómago por primera vez en el día.

- New York rolls!-

New York Rolls:

-Nath, eres el mejor♡ -besé su mejilla como siempre solía hacerlo mientras lo estrujaba entre mis brazos y acariciaba su cabeza. No soy fan del contacto físico, al contrario de lo que los demás siempre suelen pensar, pero abrazar a mis hermanos me generaba paz. Muchas veces, cuando el insomnio atacaba, me refugiaba en la cama de alguno de los dos para abrazarlos y así poder conciliar el sueño. Con Hailey era igual, aunque quizás a Nath ya no le gustaba que lo tratara igual que cuando era más pequeño.

-Oye, Luka, deja eso y ven a comer algo, solo será un momento. -llamé a mi otro hermano que parecía todavía absorto en sus labores.

Luka apenas escuchó el sonido de la puerta, pero no se inmutó de inmediato. Había estado concentrado en aquél panel que cubría casi toda la pared, revisando nuevamente algunos datos que había recopilado recientemente. Los informes antiguos y las pistas que estaban investigando lo tenían absorto, como solía suceder cada vez que se encerraba en su mundo. En su mente, las piezas del rompecabezas aún no encajaban y eso lo frustraba, pero no podía permitirse perder el enfoque.

Cuando escuchó a Allan y el leve tono de reproche en su voz, Luka alzó la mirada brevemente hacia la puerta del despacho. La luz que entro al cuerto le hizo dolor su cabeza y vista, había estado muchas horas encerrado allí, sin contar que su ansiedad no le dejaba dormir, generándole insomnio. Sabía que Allan había estado lidiando con una resaca, y aunque no aprobaba del todo su estilo de vida nocturno, no podía negar que su hermano siempre sacaba algo útil de esas salidas. Sin embargo, la mención de los postres hizo que Luka dejara escapar un suspiro silencioso. -Un descanso no me vendría mal.-

Se quitó los lentes de lectura y se levantó de la silla, sintiendo la ligera tensión en sus músculos por las horas que había estado sentado. Al abrir la puerta del despacho, se encontró con la escena de Allan abrazando a Nath, y aunque Luka no lo mostraba, esa imagen le provocaba una extraña sensación de alivio. Había algo reconfortante en la interacción de sus hermanos, algo que les recordaba que, a pesar de todo, seguían siendo una familia.

—Ya voy.— Dijo en voz baja mientras se acercaba a la mesa donde Nath había dejado los postres.

Tomó uno de los Rolls y lo observó por un segundo antes de darle un pequeño mordisco. Mientras masticaba en silencio, su mirada se dirigió hacia la enorme pared del despacho, llena de información, hilos conectando puntos, todo lo que habían recopilado a lo largo de los años. Sentía el peso de la responsabilidad sobre sus hombros, pero por un momento decidió dejarlo de lado, permitiéndose disfrutar del breve respiro.

—Gracias, Nath...— Murmuró, sus palabras casi se perdían en el aire, pero sabiendo que su hermano lo entendería.

Después de unos segundos, miró a Allan, quien parecía más relajado después del bocado dulce.

—Solo un descanso.— Añadió Luka, su tono serio como siempre. —Luego volveré al trabajo.—

Luka tenía una mirada algo perdida, las ojeras del chico eran más que notorias, todos sabían sobre la gran ansiedad que el cargaba, solo que todos fingían no notarla, cuando estaba al borde del colapso el mayor siempre fumaba más de lo habitual algo más que obvio para sus hermanos, ya que este tenía al mal hábito de solo encender su cigarrillo sin pensarlo mucho. Comenzó a mover una de sus piernas en constante movimiento mientras daba bocados a su postre mientras seguía sin dar decir ni una sola palabra.

-Allan no tan fuerte-me queje pero sin realizar fuerza, aunque siempre solía maldecir o quejarme cuando mis hermanos me demostraban afecto muy pegajoso no me molestaba, el contacto con ellos era algo que me mantenía muchas veces a flote y sin querer rendirme y me gustaba saber que no importaba lo lejano o frio que podía llegar hacer ellos siempre me miraban con cariño-eres pesado-volví a decir, los brazos de Allan rodeaban mi cuello y su mentón descansaba sobre mi cabeza, pero aún así seguía comiendo y hablando con Luka, no me dejaba salir de su agarre...-Luka, haz algo, no puedo comer si esta así de pegado a mi-volví a quejarme, pero Luka se concentro en comer uno de los bocadillos que traje sin prestar mucha atención a lo que había pedido hace unos segundo...alargue mi brazo para poder agarrar uno de los postres y poder comer algo aunque estuviera en la trampa de Allan.

-Por cierto, mañana es mi primer día de escuela, planeo hacer un mapa de como es específicamente y por lo que estuvimos investigando hace nada también se integro el hijo adoptivo del director...-hable con un poco de comida en mi boca, me sentía como un hámster-creo que seria algo increíble poder hacerme amigo de ese chico ¿no?, otra cosa-trague la comida, me acomode y un poco más serio comencé a hablar- ni piensen que me quedare en los dormitorios, sariá muy difícil salir tan seguido de allí, no creo que sea tan buena opción, pero si quieren que me quede en la instalación no me negare-me encogí de hombros restándole importancia, pero la verdad odiaba dormir en un lugar donde no estuvieran mis hermanos, no podía conciliar el sueño para nada, pero jamás les confesaría ese pequeño secreto.

-¿ustedes han dormido algo?, estaban desde anoche en la habitación, llevamos pocos días en la ciudad, recuerden que deben tomarse un descanso, pueden ir ordenando la información de apoco-hable con la voz que suelo usar cuando los regaño, como si fueran mis hermanos pequeños-¿o es que encontraron nueva información?-hable ahora con más curiosidad del porque mis dos bobos hermanos no habían dormido desde quizá cuantos días.

-Allá-susurre a mi hermano, que seguía muy cerca de mi-mira la cara de Luka, ¿hace cuanto que no duerme? desde que llegamos que no lo he visto en su habitación...me preocupa-ya habían pasado más de 3 días desde que nos instalamos en la casa y desde el primer día y a toda hora Luka siempre estaba despierto encerrado en el cuarto privado...odiaba que no cuidara de si mismo, pero no importaba cuanto lo regañáramos él jamás nos hacia caso...y eso era bastante molesto.

La crema y el azúcar se mezclaron en mi boca dándome un golpe de dopamina que sin dudas necesitaba. Mi cuerpo estaba fatigado y yo no había tenido tiempo de detenerme a prestarle atención. Quizás un New York Roll era un poco pesado para mi resaca, pero el dulzor siempre me hacia sentir mejor. Si mmi estomago lo resentía más tarde sería un problema para el Allan del futuro.

-Cierto ♡ El pequeño Nath comienza sus clases. -recordé ignorando las quejas de mi hermano pequeño, y es que aunque peleara, no iba a soltarlo hasta terminar de comer mi pastel. - Mmmh... no creo que se una buena idea quedarte en los dormitorios, no me imagino cómo podrías cambiarte de ropa para salir si estuvieras en el dormitorio de chicos. -llevé una de mis manos a mi mentón pensativo y luego le sonreí mientras despeinaba su cabello- Además te extrañaría mucho, no quiero ♡.

Podría haber estrujado a Nath una vez más pero sus comentarios preocupados por nosotros y nuestras horas de sueño me hicieron bajar la voz y susurrarle, aprovechando que Luka nos ignoraba.

-Ahá, no importa cuantas veces lo intente, no hace caso con irse a dormir. Así que estaba esperando que llegaras. -saqué del bolsillo del pecho de mi camisa una pequeña bolsa plástica, de solo unos 4 x 6 cms, con una sustancia sospechosa dentro. Se la entregué disimuladamente a mi hermanito en la mano y cuando la agarró firme en su puño lo tomé para darle un último abrazo, una vuelta flotante y por fin lo dejé tranquilo, preocupado por el silencio que mantenía Luka.

-Ponle eso en algo de beber, si se le fríe el cerebro no nos servirá de nada- siempre me decían que tenía una mala forma al hablar y sí, no podía negarlo, pero eso no significaba que no me preocupara mi hermano mayor. Muchas veces esto era lo único que podíamos hacer para que no colapsara.

Luka estaba físicamente presente en el living con sus hermanos, pero mentalmente estaba en otro lugar. Mientras masticaba el New York Roll de forma automática, su mente viajaba por un laberinto de imágenes, recuerdos y datos que lo mantenían atrapado en la investigación. El eco de la conversación de Nath y Allan apenas rozaba su consciencia, como si fuera un ruido de fondo, insignificante comparado con el constante zumbido de pensamientos que no lo dejaban en paz.

La investigación. Ese era el foco de todo. El caso de sus padres, los rastros que aún seguían inconclusos, las piezas que no encajaban. Cada vez que cerraba los ojos, veía los recortes de periódicos, las notas dispersas, las rutas trazadas en mapas que cubrían la pared de su despacho. Había algo más allí, algo que se les estaba escapando, y no podía permitirse descansar hasta encontrarlo.

Mientras sus hermanos hablaban sobre cosas cotidianas. Su mente estaba en la siguiente etapa de la investigación. Tenía que revisar esos correos que había interceptado la semana pasada, analizar las conexiones de los contactos más recientes que Allan había mencionado la noche anterior. Quizás, si lograba descubrir un patrón, podría obtener la pista que tanto necesitaban para acercarse a la verdad, o al menos eso esperaba.

Luka tomó el último bocado del roll sin siquiera percatarse de su sabor. Necesitaba café, algo que lo mantuviera despierto un par de horas más. El cansancio lo estaba alcanzando, pero su ansiedad era más fuerte. Sentía ese peso constante en el pecho, la opresión que le recordaba que el tiempo corría y que la verdad, aún que cerca, aún estaba fuera de su alcance. Su ansiedad se intensificaba, los movimientos de su pierna era más que notorias.

—Nath.— Murmuró, todavía sin desviar su atención del vacío frente a él. —¿Podrías prepararme un café? Solo uno más... tengo que revisar un par de cosas antes de dormir.—

No esperaba que sus hermanos lo escucharan del todo, estaba tan desconectado de la realidad que casi parecía hablar para sí mismo. Pero había una notoria necesidad en su tono, una necesidad de mantenerse en movimiento, de no detenerse. Mientras ellos seguían charlando, Luka estaba mentalmente ya de vuelta en su despacho, rodeado de papeles, teorías y con una taza de café caliente al lado. El colapso de Luka estaba ya presente, buscaba entre su pantalón su cajetilla de cigarros, esta caja ya se encontraba a medias, un suspiro salió de sus labios, tomó un cigarro, algo torpe por los temblores de su cuerpo, comenzó a encender este y darle una fuerte calada.

Allan me había entregado un sobrecito que contenía un polvo, quizá que tipo de droga era, pero no me importaba demasiado, Allan jamás le haría daño a Luka, aunque muchas veces se peleaban, nunca duraba demasiado, nosotros éramos todo para nosotros, la familia va ante todo, así que sin dudarlo tome aquel pequeño sobre y lo guarde en segundos en mi bolsillo-Entonces hoy dormirá como tumba-hable en un susurro para Allan a la vez que sonreía con malicia, mis piernas ya iban en dirección a la cafetera que estaba al otro lado de la cocina y como si supiera todo, Luka me llamo para pedirme un café, por un  momento pensé que nos habían descubierto pero al mirar que seguía en su trance, comiendo en automático aquella sospecha desapareció.-Un café a la orden-hable en voz alta, sin titubear, ya enfrente de aquella cafetera, saque con mucho sigilo todo el café que contenía y coloque aquel sin cafeína que compraban para mi, que para cuidarme del café, pero casi no tomaba porque no soy bueno con los sabores amargos...

Cuando la maquina hizo su trabajo y dejo caer el liquido en la taza que estaba por lo bajo de ella, el café descafeinado, tome una cuchara y con mucho cuidado deposite el polvo en la taza y revolví un par de veces, agradecía que el café olía igual de bien que el que solía tomar Luka y Allan por las mañanas.-Saliendo un café, Luka, es el ultimo, no puedes beber más esta noche.-hable con tono de preocupación, como siempre hacia, para darle un toque especial a esa gran interpretación, al mismo tiempo que le guiñaba un ojo a Allan, que se notaba satisfecho con el gran trabajo.

-Ten, no te sobre esfuerces, me preocupa-termine aquello, extendiendo la taza al chico que estaba más metido en sus pensamientos que en lo que sucedía al rededor de el mismo...-Tierra a Luka, ya deja de disociarte-le di un pequeño golpe en la pierna, suficiente para traerlo de vuelta a esta dimensión-sabes que odio que no me escuchen-le dije un poco molesto por la situación, mis dedos ya me dolían por lo caliente de la taza...