Estoy esperándote...(libre)

Después de todo lo vivido, de darme cuenta de mis sentimientos tanto por Mine como por Lucia, de volver a retomar nuestras vidas, yo y Lucia como siempre nos decidimos a encontrarnos en el café maid. Para mi un lugar donde sirvan chicas con un traje típico de sirvienta no me era para nada relevante, es más, a mi me gustaba por la calidad del servicio y sus diversos pasteles y tés...Lucia era la que gustaba de ver los modelos de las chicas que atendían.

"¿Y sí trabajase aquí hermano?"-recordé sus palabras la primera vez que vinimos, tan entusiasta... obviamente me rehusé a la idea...ahora entendía que no era solo por protegerla, no quería que los hombres la viesen con esos típicos ojos como si de un filete se tratase.
Entre mis divagaciones una maid me reconoció al ser cliente habitual dándome una sonrisa algo tímida, por lo general ponía nerviosa a las chicas aún cuando solía ir siempre a ese lugar, al parecer el ser cortes atraía a las mujeres humanas...¿Acaso no era de lo más normal tratarlas de esa manera?. Pues bien, tomó mi orden: un té earl grey y un cheese cake de arándanos por favor.

Mis ojos recorrían el lugar, veía las caras de los comensales, sus acciones, escuchaba sus voces...el tiempo comenzaba a pasar...seguía esperando. Nada atraía mi atención...el cielo de verano despejado, el leve calor que enfrentaba con una camisa semi abierta de color purpura, pantalones blancos y una cola baja...un libro y mis lentes ópticos para leer.

Me pregunto...si estoy comenzando a aburrirme del banal mundo de los humanos...si no estoy con Lucia es todo aburrido...viniendo seguido a los mismos lugares, viendo a la mismas personas una y otra vez...caminan como seres muertos sin preocuparse de los demás...
Cerré los ojos por unos instantes, llego mi pedido, una ligera sonrisa de cortesía-muchas gracias señorita
...dos cucharadas de azúcar, el té humeante...los sonidos que me rodeaban se extinguían...solo las manecillas del reloj de pared del café sonaban...mis ojos reflejados en el color anaranjado y de tonos cafés en el té...algo...
algo se sentía extraño mientras más seguía corriendo el tiempo...

Yo seguía esperándote...¿por qué...estabas tardando tanto?...
estabas tardando demasiado...
la cuchara movía con elegancia el liquido dejando salir sus vapores y aromas, me perdí por breves instantes allí.

El aroma del té se disipó por ciertos momentos, desvanecido por un perfume particularmente familiar. Cerré mis ojos diciéndome a mi mismo que estaba soñando, que la falta de la presencia de Lucia me hacía extrañarla en demasía…el olor elegante de Mine llegaba directo haciendo que sin desearlo activara aún más mis sentidos para recordarlo.

Abrí los ojos…allí estaba...con la mirada perdida...pero con una sonrisa
*esa sonrisa de siempre...la sonrisa falsa que tu y yo bien conocemos*

La miré por breves segundos, tan breves que fueron como si hubiese visto un fantasma en esa vista de la mujer que se paseaba perdida. Baje la mirada hacía mi bebida favorita cortando un trozo del pastel de frutos silvestres entre ácidos y dulces…tal como ella.

*Estas imaginándolo…no es más que una ilusión…sería mejor así*
Mi mirada se aclaro teniendo ese pensamiento.

*Lucia…¿donde estás?*

la voz de Mine llego directo sacándome de mis pensamientos, levanté suavemente mis ojos hacia ella aún con mi posición recta al sentarme y un rostro neutral, una mirada vacia.

Buenas tardes, disculpeme lady Sagan... pero creo que nuestra relación es netamente profesional,oh bueno...lo era cuando estabamos vinculados por el piano-recordé que al salir de esa habitación me había jurado a mi mismo dejar de enseñarle piano-[color mediumpurple] que haga con mi tiempo libre es algo privado. Sí me disculpa.[/color]-mi voz sonó estricta, mucho más de lo que resultaba ser antes de que nuestra relación se quebrara.
Llevé el trozo que había cortado de cheese cake a mi boca masticándolo con suavidad, dejando que los sabores se expandieran gracias a mi lengua. Posteriormente alcé la taza y tomé un poco de té.

*las cosas son normales ahora para ti...porque habría de tomar otra postura?*

me intenté tranquilizar, no dejarme llevar por el orgullo, por la soberbia...me descolocaba que Mine fuese una causa tan potente que dejará a relucir los pecados de mi cuerpo...que me hiciera débil. En cierta forma la envidia tambien se hacía presente por esa sonrisa tan despreocupada que poseía...pero

es extraño...-pestañee al mirarla, me dije a mi mismo que debía ser cortés-
Quizás si fue cosa del destino...-miré por la ventana, no quería mirarle a los ojos y recordar ese día, ya me bastaba con no poder sacarla de mi mente todas estás semanas.

*Dependencia…*-esa palabra apareció en mi mente cuando escuchaba a mi ex alumna, ella dependía de mi pero yo no de ella*así es, por más que te ame yo no seré nunca tu remedio a tu soledad…quiero serlo, deseo serlo pero...*

*Tú no me amas…yo soy solo un medio de escapar de tu oscuridad...es una mentira...si yo te miento tu lo haces mejor.*

Suspiré girando mi rostro hacía Mine, mi rostro se mostraba acongojado-…Se lo dije verdad?Yo ya no tengo nada que enseñarle…*Y lo que deseaba en el fondo enseñarte, que lo tomaras y lo aceptaras…no lo hiciste*
quería tomar sus finas manos, besarle de nuevo, contenerla, pero…no quería tener esa sensación de nuevo, de pensar cada mañana al despertar que podría causarle repulsión, que el sentido de mi vida se derrumbara por el amor hacía una mujer que realmente no sé si me ama de manera incondicional.


Mi mano fría sostuvo la suya por unos instantes haciéndome divagar entre mis propios sentimientos y el ser razonable. Se deslizo con suavidad cayendo sobre mi muslo izquierdo volviendo la mirada hacía los ojos de ella, acongojada*Déjame ir…por favor…no quiero volver a sentirme de esa manera…odio el ser débil...si me lo pides...si me pides que me quede contigo me harás dudar...*

Sonreí tratando de ser más amable-…Supe que entro al sello, su padre me lo contó, me dio las gracias por los años donde le dí clases-volví la mirada hacía el té-Felicidades, ya es una profesional.

no podía verle así...simplemente no podía, debía escapar de allí de alguna manera pero...
¿Eso es lo que quieres de mí? ¿Clases de piano?-deje de tratarle de usted al molestarme por aquella petición, mostrándome inclusive algo dolido. No quería ser solo una excusa para poder sobrevivir la amargura que le causaba. Prometí nunca dejarle sola y no la dejaría sola jamás...pero, estar cerca de ella, que crease esa dependencia no le ayudaba en nada. Tarde o temprano me tendría que marchar, mi vida en Glass City solo era una página de lo que verdaderamente buscaba, un camino para llegar a mi meta...
Pero sus ojos, su voz…Mine sacaba mi lado más humano.
Fui débil...
Tomé sus manos entre las mías con suavidad, el contacto de sus uñas no era doloroso porque las incrustara, sino porque recordaba el momento en que su mirada se volvió en la repulsión al verme en mi estado de necesidad...
¿Mine...acaso solo soy un profesor para ti?... -me le acerque peligrosamente, algunas miradas curiosas de las maids nos veían, pero nada importaba si podía ver esa expresión, ese rostro frente a mí de nuevo-¿Qué soy para ti?... -cerré los ojos un momento con el ceño fruncido y volví a mirarle decidido, con tal determinación que haría que mis palabras sonaran algo tajantes, a esos grandes y hermosos ojos naranjas de largas pestañas, vidriosos.
Lo único que deseo de ti...no eres capaz de dármelo Mine...solo porque tu no quisiste hacerlo…-la chica parecía evadir la situación que había ocurrido hace semanas ¿Acaso fue algo que le afectara tanto?
Suspiré mirando sus manos, pequeñas manos llenas de virtud, manos que ella odiaba cuando se movían al son de una melodía dramática y odiada...las manos que habían llegado donde nadie más había logrado llegar.
No deseo eso…lo odio, odio pensar en algo como eso, ya basta de las máscaras, no pasamos todo eso para seguir mintiéndonos, para eso está tu familia y el resto del mundo que nos rodea-giré mi vista y solté sus manos mientras comenzaba a dejar la propina y paga correspondiente, quería irme de allí- No quiero una Mine con una bella mascara de baile, danzando al compás de una melodía llena de ironía…llena de mentiras…

*No te dejaré sola, eso jamás, cuidaré siempre de ti pero…*-me puse de pie arreglando el cuello de mi camisa abriéndolo un poco dejando ver algo de las indeseables marcas- ¿de verdad deseas que sea una mera ilusión? ¿Solo quieres que sea ese profesor inalcanzable? -

¿Tanto odias…al verdadero Lucien?

Me le acerque, susurrante-...Lo que quiero...es no convertirme en tu placebo...ni en tu profesor. Desde ese día debiste saber que nada volvería a ser lo que era…que ese hombre lleno de imperfección estaría frente a ti cada vez que me encontraras.-comencé a dejar la mesa.

Lucy…Lucy…necesito ver a Lucia…

-busque mi celular en mi bolsillo, quería escuchar la voz de Lucia pero para mi mala suerte la batería estaba muerta-

*Donde estás!*-iba a empezar a buscarle cuando escuche esas palabras
Tú eres mi sueño Lucien- me detuve en la puerta de la cafetería de golpe al procesar esas palabras después de recordar una caricia temblorosa de mi madre y sus ojos llorosos....

No, no quiero ser un sueño, no quiero seguir siendo perfecto...es lo mismo que tú buscas...no quieres ser esa muñeca perfecta.
No me puedes dar una respuesta, definitivamente ni siquiera tu sabes que deseas de mi...-me gire y la mire desde lo alto, ya no callaba nada delante de Mine y para que, si ella había visto todo de mi-...puedo estar a tu lado toda la vida, te lo dije esa vez pero ahora no quiero volverme el sueño de una persona. No de una persona que no puede decir si quiera sus sentimientos de manera honesta.-una vuelta rápida hizo que mi cabello se moviese, salí del café quedándome unos breves segundos sintiendo la presencia de Lucia...estaba en...¿el parque?...

...es...-abrí los ojos súbitamente...alguien más estaba con ella.Alguien que no conocía.

*Porque...la aura de Lucia...¿se ve tan apacible?*Un incomodo sentimiento se volcó en mi pecho.

Algo estaba mal...