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Lo que el viento puede traer (Libre)
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Lo que el viento puede traer (Libre)
Luego de su pequeña aventura conociendo la escuela, la hija de los Bianco decidió volver a casa por sus propios medios. No era la primera vez que volvía caminando a casa, después de todo la independencia, más allá de los lujos con los que su padre solía llenarla a ella y a su hermano, era algo que Julianne había adquirido desde muy temprana edad debido a la ausencia del hombre, pero entendía que él sencillamente no podía desdoblarse y cumplir su rol como único proveedor y además jugar el papel de un padre cercano y presente, pero ahora, ya cursando la adolescencia, de alguna manera ella sentía que las atenciones (a veces exajeradas) de su progenitor eran mas bien un intento casi ridículo por querer compensarlos.
Le divertía. Su personalidad tenía esos giros ligeramente retorcidos que le permitían disfrutar de la distancia natural que mantenía con su padre y lo triste que se ponía el hombre al verla desenvolverse afectuosamente solo y tan solo con su hermano, no con él. Como ya la pequeña Julianne se había vuelto toda una "damita" (como él solía llamarla), la distancia entre ambos parecía solo aumentar con el paso de los días, los meses y los años. Por esa misma característica de su personalidad, era que también disfrutaba de las miradas curiosas, asombradas y hasta estupefactas de algunas personas cuando la veían pasear por la calle con sus atuendos de estilo lolita. Y es que no solo se trataba del atuendo, sino de la imagen completa de ella. Incluso aunque Glass City era una ciudad moderna y diversa, todavía varias de las miradas recaían con descaro sobre ella y los comentarios que la comparaban con una muñeca le provocaban mariposas en el estómago y un rubor orgulloso en las mejillas, para los comentarios de otro tipo este conejo sencillamente no tenía orejas.
Sus pasos la llevaron al parque. Se permitiría dar un pequeño paseo antes de volver a casa, no le parecía una mala idea, ya que Pietro seguía en París y, por lo tanto, no tenía ningún apuro por regresar.
El sonido de sus tacones resonaba mucho menos que en los pasillos de la escuela. Sus ojos estaban protegidos por las lentillas celestes y lucía una sombrilla desplegada sobre uno de sus hombros para protegerse del sol ya que el sombrerito sobre su cabeza era más bien un adorno, el cual salió volando cuando una brisa inesperada se levantó.
— ¡Ah, espera! — Como si el objeto pudiese esperarla, sus labios articularon las palabras mientras se giraba en la dirección que su sombrerito había huido. Se lamentaba no haber asegurado el adorno con una horquilla aquella mañana, pero era su hermano el que solía hacer esas cosas por ella.
Le divertía. Su personalidad tenía esos giros ligeramente retorcidos que le permitían disfrutar de la distancia natural que mantenía con su padre y lo triste que se ponía el hombre al verla desenvolverse afectuosamente solo y tan solo con su hermano, no con él. Como ya la pequeña Julianne se había vuelto toda una "damita" (como él solía llamarla), la distancia entre ambos parecía solo aumentar con el paso de los días, los meses y los años. Por esa misma característica de su personalidad, era que también disfrutaba de las miradas curiosas, asombradas y hasta estupefactas de algunas personas cuando la veían pasear por la calle con sus atuendos de estilo lolita. Y es que no solo se trataba del atuendo, sino de la imagen completa de ella. Incluso aunque Glass City era una ciudad moderna y diversa, todavía varias de las miradas recaían con descaro sobre ella y los comentarios que la comparaban con una muñeca le provocaban mariposas en el estómago y un rubor orgulloso en las mejillas, para los comentarios de otro tipo este conejo sencillamente no tenía orejas.
Sus pasos la llevaron al parque. Se permitiría dar un pequeño paseo antes de volver a casa, no le parecía una mala idea, ya que Pietro seguía en París y, por lo tanto, no tenía ningún apuro por regresar.
El sonido de sus tacones resonaba mucho menos que en los pasillos de la escuela. Sus ojos estaban protegidos por las lentillas celestes y lucía una sombrilla desplegada sobre uno de sus hombros para protegerse del sol ya que el sombrerito sobre su cabeza era más bien un adorno, el cual salió volando cuando una brisa inesperada se levantó.
— ¡Ah, espera! — Como si el objeto pudiese esperarla, sus labios articularon las palabras mientras se giraba en la dirección que su sombrerito había huido. Se lamentaba no haber asegurado el adorno con una horquilla aquella mañana, pero era su hermano el que solía hacer esas cosas por ella.
Julianne Bianco- Ocupación : Estudiante de 1°
Mensajes : 45
Fecha de inscripción : 09/08/2017
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
Era un día soleado, no era tan caluroso como se dijo en televisión aquella mañana, aún así el sol golpeaba fuertemente y justo en el momento que decidí sacar los auriculares que llevaba en ese momento es que escucho una voz femenina muy cerca de mi.
" — ¡Ah, espera! —" aquellas palabras que fueron entonadas por una voz tan dulce que me hicieron voltear casi por instinto, uno rayo de luz golpeo mi vista, encandilando todo a mi alrededor, solo vi la silueta de una chica y por un segundo creí ver a mi hermana, por instinto me moví como si mi vida dependiera de ello, saltando tan alto que prácticamente caí por sobre la chica, y logre llegar al pequeño objeto que ella "perseguía", era un pequeño sombrero, sacudí un poco el objeto antes de girarme y estirarle el pequeño sombrerito.
-¿Es lo que estabas persiguiendo?- no era de ayudar a la gente sin recibir algo a cambio, mucho menos a una chica que parecía de mi edad, no solía llevarme muy bien con ellas, pero ver el "reflejo" de mi hermana melliza, me hizo llegar a esta situación, la chica frente a mi, me miraba y su intensa mirada me hizo caer en cuenta como estaba vestido, cosa que me hizo quedar paralizado, no podía creer que se me olvidara algo tan importante, en estos momentos no era Nath, si no mi hermana "hailey". Fuera de las paredes del instituto siempre me hacia pasar por mi hermana, era mucho más fácil moverse y buscar información sobre su paradero de esta manera, cosas del "trabajo" con mis hermanos mayores. Volví a una postura más femenina y decidí sonreír un poco, no creo que haya notado nada extraño, una chica con falda puede ser atlética ¿no?
-Ehem.. ¿te ayudo a colocarlo para que no vuelva a caer?- pronuncie mientras le sonreía, no quería que me hiciera cualquier tipo de pregunta "extraña", después de todo mi vestimenta era bastante "delicada" como para ir saltando o estropeándola por que sí, se supone que una chica no lo haría, menos con cosas de marca, tenia que desviar su atención de cualquier forma y luego salir de ahí...
" — ¡Ah, espera! —" aquellas palabras que fueron entonadas por una voz tan dulce que me hicieron voltear casi por instinto, uno rayo de luz golpeo mi vista, encandilando todo a mi alrededor, solo vi la silueta de una chica y por un segundo creí ver a mi hermana, por instinto me moví como si mi vida dependiera de ello, saltando tan alto que prácticamente caí por sobre la chica, y logre llegar al pequeño objeto que ella "perseguía", era un pequeño sombrero, sacudí un poco el objeto antes de girarme y estirarle el pequeño sombrerito.
-¿Es lo que estabas persiguiendo?- no era de ayudar a la gente sin recibir algo a cambio, mucho menos a una chica que parecía de mi edad, no solía llevarme muy bien con ellas, pero ver el "reflejo" de mi hermana melliza, me hizo llegar a esta situación, la chica frente a mi, me miraba y su intensa mirada me hizo caer en cuenta como estaba vestido, cosa que me hizo quedar paralizado, no podía creer que se me olvidara algo tan importante, en estos momentos no era Nath, si no mi hermana "hailey". Fuera de las paredes del instituto siempre me hacia pasar por mi hermana, era mucho más fácil moverse y buscar información sobre su paradero de esta manera, cosas del "trabajo" con mis hermanos mayores. Volví a una postura más femenina y decidí sonreír un poco, no creo que haya notado nada extraño, una chica con falda puede ser atlética ¿no?
-Ehem.. ¿te ayudo a colocarlo para que no vuelva a caer?- pronuncie mientras le sonreía, no quería que me hiciera cualquier tipo de pregunta "extraña", después de todo mi vestimenta era bastante "delicada" como para ir saltando o estropeándola por que sí, se supone que una chica no lo haría, menos con cosas de marca, tenia que desviar su atención de cualquier forma y luego salir de ahí...
Nath Aldridge- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 08/07/2024
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
La escena ocurrió tan rápido, pero para la joven albina fue una cámara lenta de película. El viento, los rayos del sol, el sonido de los árboles y la silueta de una joven peli-rosada saltando más alto de lo que ella jamás podría le robaron más que una expresión de asombro del rostro. Normalmente no solía impactarse tan fácilmente con las cosas que ocurrían a su alrededor, pero aquel acto heroico le había conmovido más de lo que podría haberse esperado. Creía que se debía únicamente a que aquel sombrerito era uno de los favoritos de su colección.
— Gracias... — Apenas se escuchó su voz aturdida en comparación con la voz animada y un poco ronca de la chica frente a ella. Su cabello rosado ondeaba con la brisa insistente y sus ojos... ¡También eran rosados!
Las mariposas subieron de su estómago a su garganta. Era la primera vez que reparaba en una chica de su edad (por lo general no le llamaban la atención en lo absoluto), y aunque la joven frente a ella era probablemente todo lo contrario a la hija de los Bianco, encontrar una similitud en un reflejo tan distante la aturdió y la emocionó como una niña pequeña.
— ¡S-sí! ¡Por favor! — aceptó la ayuda emocionada, a tal punto que de pronto se notó hablando más de la cuenta y sin parar sobre cómo normalmente era su hermano el que se encargaba de hacerlo, pero que ahora estaba fuera de la ciudad y en casa nadie lograba hacerlo bien, que no esperaba que el viento soplara tan fuerte a esas horas, que estaba tan agradecida porque era uno de sus sombreritos favoritos (su hermano lo había elegido para ella).
— Permíteme compensarte la ayuda. ¿Vas con prisa? Puedo compensártelo otro día si hoy no se puede. ¿Te gusta el té? Aunque ahora está más de moda el café ¿no es cierto? Puedo invitarte cualquiera que desees. ¡Ah...! — una pausa abrupta de su monologo indicó que se había dado cuenta de lo emocionada que se encontraba y un brusco sonrojo le entintó las mejillas y la punta de la nariz, curvando sus labios con bochorno e incomodidad. Se sentía un poco tonta y ella normalmente no se sentía tonta jamás.
¿Por qué estaba actuando así con una chica? ¡Su hermano se reiría de ella si la viera!
— Gracias... — Apenas se escuchó su voz aturdida en comparación con la voz animada y un poco ronca de la chica frente a ella. Su cabello rosado ondeaba con la brisa insistente y sus ojos... ¡También eran rosados!
Las mariposas subieron de su estómago a su garganta. Era la primera vez que reparaba en una chica de su edad (por lo general no le llamaban la atención en lo absoluto), y aunque la joven frente a ella era probablemente todo lo contrario a la hija de los Bianco, encontrar una similitud en un reflejo tan distante la aturdió y la emocionó como una niña pequeña.
— ¡S-sí! ¡Por favor! — aceptó la ayuda emocionada, a tal punto que de pronto se notó hablando más de la cuenta y sin parar sobre cómo normalmente era su hermano el que se encargaba de hacerlo, pero que ahora estaba fuera de la ciudad y en casa nadie lograba hacerlo bien, que no esperaba que el viento soplara tan fuerte a esas horas, que estaba tan agradecida porque era uno de sus sombreritos favoritos (su hermano lo había elegido para ella).
— Permíteme compensarte la ayuda. ¿Vas con prisa? Puedo compensártelo otro día si hoy no se puede. ¿Te gusta el té? Aunque ahora está más de moda el café ¿no es cierto? Puedo invitarte cualquiera que desees. ¡Ah...! — una pausa abrupta de su monologo indicó que se había dado cuenta de lo emocionada que se encontraba y un brusco sonrojo le entintó las mejillas y la punta de la nariz, curvando sus labios con bochorno e incomodidad. Se sentía un poco tonta y ella normalmente no se sentía tonta jamás.
¿Por qué estaba actuando así con una chica? ¡Su hermano se reiría de ella si la viera!
Julianne Bianco- Ocupación : Estudiante de 1°
Mensajes : 45
Fecha de inscripción : 09/08/2017
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
La forma tan animada de la chica me dejo un poco atónito pero decidí hacer lo que yo mismo propuse, así que comencé acomodando el pequeño accesorio en su pelo, en un momento pensé que usaba algún tipo de peluca, pero era cabello real ¿será que lo tiñe? su estilo era como de usar esas cosas ¿no? ella comenzó a hablar de muchas cosas, la verdad se escuchaba muy emocionada, cosa que me sorprendió porque su apariencia da la primera impresión de alguien un poco reservada.
Cuando acabe de acomodar el pequeño sombrero en su cabellera, me dispuse a bajar los brazos y volver a estar en frente de la chica que ahora me pedía ir por un café al mismo tiempo que sus mejillas se tornaban rosas, cosa que me hizo sonreír por recordar a mi pequeña hermana, cuanto la extrañaba...así que sin entender que era eso que me hacia sentir unas ganas de cuidarla y querer hacer algo por ella mi boca decidió traicionar mi plan de irme para no ser descubierto en mi disfraz.
-El café es la moda de hoy, pero sinceramente odio su sabor sin azúcar-saque un poco la lengua y fruncí el cejo en mueca de asco- así que un té seria perfecto junto algún postre-tome mi celular con una mano y comencé a teclear al mismo tiempo que acomodaba mi coleta por detrás de mi hombro con mi otra mano, volví mi vista al camino y comencé a caminar, notando que no se escuchaban sus pasos- ¿no vienes? hay una tetaría en una de las calles que siguen del parque, tiene una buena puntuación-puse mi celular frente a la chica, dejando a la vista la puntuación de 4.9 estrellas de 5 en redes.
Cuando acabe de acomodar el pequeño sombrero en su cabellera, me dispuse a bajar los brazos y volver a estar en frente de la chica que ahora me pedía ir por un café al mismo tiempo que sus mejillas se tornaban rosas, cosa que me hizo sonreír por recordar a mi pequeña hermana, cuanto la extrañaba...así que sin entender que era eso que me hacia sentir unas ganas de cuidarla y querer hacer algo por ella mi boca decidió traicionar mi plan de irme para no ser descubierto en mi disfraz.
-El café es la moda de hoy, pero sinceramente odio su sabor sin azúcar-saque un poco la lengua y fruncí el cejo en mueca de asco- así que un té seria perfecto junto algún postre-tome mi celular con una mano y comencé a teclear al mismo tiempo que acomodaba mi coleta por detrás de mi hombro con mi otra mano, volví mi vista al camino y comencé a caminar, notando que no se escuchaban sus pasos- ¿no vienes? hay una tetaría en una de las calles que siguen del parque, tiene una buena puntuación-puse mi celular frente a la chica, dejando a la vista la puntuación de 4.9 estrellas de 5 en redes.
Nath Aldridge- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 08/07/2024
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
Vergüenza era una palabra que no bastaba para describir lo mucho que Julianne se arrepentía de haberse emocionado de más. Jamás en al menos los últimos tres años había perdido la compostura de tal manera que su lado más enérgico afectara su casi perfecto comportamiento de damisela. Las características de su piel no ayudaban a disimular el sonrojo de su rostro mientras pacientemente esperaba a que la chica de cabellos rosa terminara de ayudarla con su pequeño sombrerito.
Por un breve momento pensó en retractarse de su invitación, pues los segundos que la otra chica tardó en dar su respuesta para ella se volvió una torturante y humillante eternidad, pero al final la respuesta fue positiva, lo que hizo que sus ojos brillaran con algo de emoción, mas este conejo no era particularmente honesto con sus propios sentimientos e intentaba convencerse de que aquello no sería más que una muestra de gratitud y no un intento desesperado, una ilusión delirante de tener al fin la amiga que jamás había tenido.
En el momento que ella hizo su mueca, tan libre y despreocupada, tan contraria a las delicadas maneras que ella dominaba, la brisa volvió a soplar como si la naturaleza le estuviera diciendo que aquel encuentro sería algo nuevo y refrescante en su vida.
El llamado de la peli-rosa la sacó de su espasmo y una sonrisa suave se dibujó en sus labios, y sus dedos se posaron gráciles sobre sus propios labios para disimular su expresión.
— Me alegra saber que tienes buenos gustos. —Una risa fina se le escapó de los labios. Se permitiría ser solo un poco honesta. — La verdad es que odio el café. —Confesó en un murmullo imitando a su manera, más cohibida, la expresión de asco que antes había visto en su nueva amiga, sacando solo la punta de su lengua y frunciendo un poco el rostro, que más que asco parecía que hubiese probado algún dulce muy ácido.
— ¡Claro que voy! Es uno de mis lugares favoritos de la ciudad. —Dijo mientras apresuraba sus pasos hasta alcanzar a su invitada. — Por cierto, ¿puedo preguntar tu nombre? Yo soy Julianne Bianco, es un placer. —Obviamente la albina acompañó su presentación con una suave reverencia con su vestido y luego se terminó de posicionar junto a la otra chica, colocando la sombrilla entre ambas para que el sol no les diera de lleno. Un gesto que definitivamente ella no tendría con cualquiera. — ¿Y tú? ¿Cómo te llamas? —
Por un breve momento pensó en retractarse de su invitación, pues los segundos que la otra chica tardó en dar su respuesta para ella se volvió una torturante y humillante eternidad, pero al final la respuesta fue positiva, lo que hizo que sus ojos brillaran con algo de emoción, mas este conejo no era particularmente honesto con sus propios sentimientos e intentaba convencerse de que aquello no sería más que una muestra de gratitud y no un intento desesperado, una ilusión delirante de tener al fin la amiga que jamás había tenido.
En el momento que ella hizo su mueca, tan libre y despreocupada, tan contraria a las delicadas maneras que ella dominaba, la brisa volvió a soplar como si la naturaleza le estuviera diciendo que aquel encuentro sería algo nuevo y refrescante en su vida.
El llamado de la peli-rosa la sacó de su espasmo y una sonrisa suave se dibujó en sus labios, y sus dedos se posaron gráciles sobre sus propios labios para disimular su expresión.
— Me alegra saber que tienes buenos gustos. —Una risa fina se le escapó de los labios. Se permitiría ser solo un poco honesta. — La verdad es que odio el café. —Confesó en un murmullo imitando a su manera, más cohibida, la expresión de asco que antes había visto en su nueva amiga, sacando solo la punta de su lengua y frunciendo un poco el rostro, que más que asco parecía que hubiese probado algún dulce muy ácido.
— ¡Claro que voy! Es uno de mis lugares favoritos de la ciudad. —Dijo mientras apresuraba sus pasos hasta alcanzar a su invitada. — Por cierto, ¿puedo preguntar tu nombre? Yo soy Julianne Bianco, es un placer. —Obviamente la albina acompañó su presentación con una suave reverencia con su vestido y luego se terminó de posicionar junto a la otra chica, colocando la sombrilla entre ambas para que el sol no les diera de lleno. Un gesto que definitivamente ella no tendría con cualquiera. — ¿Y tú? ¿Cómo te llamas? —
Julianne Bianco- Ocupación : Estudiante de 1°
Mensajes : 45
Fecha de inscripción : 09/08/2017
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
La pequeña chica que aún estaba detrás de mi, se confeso con su odio al café, intentando hacer la misma mueca de asco que yo había realizado con mi confesión de no ser fan del café, cosa que le salió realmente adorable.
La acción de la menor me hizo esbozar una pequeña sonrisa, nuevamente atrapado en reacciones involuntarias por ser espectador de una muchacha que físicamente era todo lo contrario a su pequeña hermana, pero que de acciones no podía dejar de verla en ella...
La chica ahora a mi lado comenzó a presentarse, Julianne, un nombre que le quedaba, tan elegante como la pequeña reverencia que me dedico, cosa que lograba dejarme atrapo en cada uno de sus movimientos, no solo me dejaba absorto en ellos, si no que mi cabeza trabajaba aún más rápido y aunque no quisiera hacerlo cada movimiento me quedo grabado, seguramente seria útil usar tanta elegancia en algún momento.
-Mi nombre es...-era algo difícil para mi presentarme, usar el nombre de mi hermana desaparecida como si fuera mío muchas veces me hacia sentir nauseas, aún con los años perfeccionando el "personaje" era incapaz de hacer una presentación sin tener un tipo de asco al pensar que la "remplazaba", como si ella realmente nunca hubiera existido.-Ehem -no pude evitar carraspear la garganta antes de continuar- soy Hailey, Hailey huxley, es un gusto Julianne -y me lleve una mano a mi pecho, imitando su pequeña reverencia.
Otra brisa soplo, dando un toque místico al silencio que provoco mi torpe presentación, volví a arreglar mis coletas, intentando que no se interpusieran en mi visión, cuando pude apartarlas de mi camino decidí hacer una acción, intentando interpretar un papel tan elegante como era el de la chica frente a mi, así que me coloque nuevamente al frente de Julianne, flexione el brazo, al mismo tiempo que lo estiraba frente a ella, dando a entender que podía entrelazarlo con el suyo, sentía que dar la mano era demasiado intimo para un primer encuentro.- supongo que la pequeña señorita prefiere ser escoltada, ¿nos vamos?
La acción de la menor me hizo esbozar una pequeña sonrisa, nuevamente atrapado en reacciones involuntarias por ser espectador de una muchacha que físicamente era todo lo contrario a su pequeña hermana, pero que de acciones no podía dejar de verla en ella...
La chica ahora a mi lado comenzó a presentarse, Julianne, un nombre que le quedaba, tan elegante como la pequeña reverencia que me dedico, cosa que lograba dejarme atrapo en cada uno de sus movimientos, no solo me dejaba absorto en ellos, si no que mi cabeza trabajaba aún más rápido y aunque no quisiera hacerlo cada movimiento me quedo grabado, seguramente seria útil usar tanta elegancia en algún momento.
-Mi nombre es...-era algo difícil para mi presentarme, usar el nombre de mi hermana desaparecida como si fuera mío muchas veces me hacia sentir nauseas, aún con los años perfeccionando el "personaje" era incapaz de hacer una presentación sin tener un tipo de asco al pensar que la "remplazaba", como si ella realmente nunca hubiera existido.-Ehem -no pude evitar carraspear la garganta antes de continuar- soy Hailey, Hailey huxley, es un gusto Julianne -y me lleve una mano a mi pecho, imitando su pequeña reverencia.
Otra brisa soplo, dando un toque místico al silencio que provoco mi torpe presentación, volví a arreglar mis coletas, intentando que no se interpusieran en mi visión, cuando pude apartarlas de mi camino decidí hacer una acción, intentando interpretar un papel tan elegante como era el de la chica frente a mi, así que me coloque nuevamente al frente de Julianne, flexione el brazo, al mismo tiempo que lo estiraba frente a ella, dando a entender que podía entrelazarlo con el suyo, sentía que dar la mano era demasiado intimo para un primer encuentro.- supongo que la pequeña señorita prefiere ser escoltada, ¿nos vamos?
Nath Aldridge- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 08/07/2024
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
— ¡Hailey! —repitió con entusiasmo. consideraba que era un nombre bastante bonito, suponía que era de origen inglés, bueno de todas formas después indagaría en esos detalles que a ella le gustaban. — Tu apellido rima con tu nombre, me gusta. —Dijo notando la cadencia natural que se producía al decir "Hailey Huxley".
Observó el gesto de la otra muchacha que jugaba a ser una elegante escolta. Por lo general no hubiese aceptado un gesto como ese de nadie que no fuera su hermano, pero suponía que por ser una chica no debía preocuparse tanto, después de todo ella solo pretendía ir a la tetaría en lo que sería un encuentro furtivo que no significaría nada en sus vidas mañana. ¡Pero cómo le hacía ilusión pensar que podrían formar una amistad y venir todas las semanas para contarse secretos y probar las nuevas delicias del lugar.
Avanzaron tomadas del brazo, con un paso grácil y firme. Las mariposas en su estómago se acrecentaron cuando escuchó a unos adultos decir que ambas se veían preciosas. ¿Cuánto más las adularían si consiguiera un vestido para Hailey? Podría probar un peinado como el de ella y aunque la peli rosa era más alta, no era nada que unos tacones altos pudieran solucionar para ponerlas en altura similar.
Dejó de fantasear cuando se encontraron afuera de la cafetería y tetería antes mencionada. El Lugar era hermoso, adornado completamente para el gusto hiperfemenino de Julianne. El aroma de los pasteles y las infusiones te invitaban a entrar como una casita de jengibre en el bosque.
Tomaron asiento en una mesita de la terraza principal, ahí donde destacaban más. De inmediato una mesera llegó a atenderlas. Ella pidió un té negro con mezclas de naranja, bergamota, clavos de olor y miel, y tres macarrones: De lavanda, borgoña y pistacho.
— Procura pedir lo que quieras. Hoy me salvaste así que por favor, no tengas reservas. —le volvió a insistir, dándole tiempo para elegir. Sacando su móvil para escribirle a su hermano que estaba en una cita, solo por el afán de ponerlo nervioso. Sus dedos con perfecta manicura teclearon muy rápido, tanto que rompía un poco la ilusión de que Julianne parecía sacada directamente de la época vitoriana.
— ¿Vives en la ciudad, Hailey? —quería información, tenía muchísimas preguntas y una curiosidad insaciable, pero la lograba disimular bien con su aura elegante.
Observó el gesto de la otra muchacha que jugaba a ser una elegante escolta. Por lo general no hubiese aceptado un gesto como ese de nadie que no fuera su hermano, pero suponía que por ser una chica no debía preocuparse tanto, después de todo ella solo pretendía ir a la tetaría en lo que sería un encuentro furtivo que no significaría nada en sus vidas mañana. ¡Pero cómo le hacía ilusión pensar que podrían formar una amistad y venir todas las semanas para contarse secretos y probar las nuevas delicias del lugar.
Avanzaron tomadas del brazo, con un paso grácil y firme. Las mariposas en su estómago se acrecentaron cuando escuchó a unos adultos decir que ambas se veían preciosas. ¿Cuánto más las adularían si consiguiera un vestido para Hailey? Podría probar un peinado como el de ella y aunque la peli rosa era más alta, no era nada que unos tacones altos pudieran solucionar para ponerlas en altura similar.
Dejó de fantasear cuando se encontraron afuera de la cafetería y tetería antes mencionada. El Lugar era hermoso, adornado completamente para el gusto hiperfemenino de Julianne. El aroma de los pasteles y las infusiones te invitaban a entrar como una casita de jengibre en el bosque.
Tomaron asiento en una mesita de la terraza principal, ahí donde destacaban más. De inmediato una mesera llegó a atenderlas. Ella pidió un té negro con mezclas de naranja, bergamota, clavos de olor y miel, y tres macarrones: De lavanda, borgoña y pistacho.
— Procura pedir lo que quieras. Hoy me salvaste así que por favor, no tengas reservas. —le volvió a insistir, dándole tiempo para elegir. Sacando su móvil para escribirle a su hermano que estaba en una cita, solo por el afán de ponerlo nervioso. Sus dedos con perfecta manicura teclearon muy rápido, tanto que rompía un poco la ilusión de que Julianne parecía sacada directamente de la época vitoriana.
— ¿Vives en la ciudad, Hailey? —quería información, tenía muchísimas preguntas y una curiosidad insaciable, pero la lograba disimular bien con su aura elegante.
Julianne Bianco- Ocupación : Estudiante de 1°
Mensajes : 45
Fecha de inscripción : 09/08/2017
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
Caminamos unos minutos hasta la cafetería, donde el olor esta embriagador, Jullianne decidió que la mesa que usaríamos estuviera en la terraza, donde la gente lograba vernos demasiado, me di cuenta cuando caminabas hacia acá, normalmente recibo una que otra mirada de las personas pero ahora que estaba acompañado de la bella lolita, las miradas aumentaron, me dejaba un poco sorprendido y demasiado observado.
-"por aquí por favor"- no hablo la mesera hasta llevarnos a la mesa escogida, nos sentamos y cuando ya estábamos cómodos la chica se acerco a realizar el pedido, la verdad no tenia idea de que pedir, no era usual en mi ir por lugares como este, normalmente mis hermanos me traían postres de lugares pero no era frecuente el ir a los sitios.
Julianne pidió como una experta, haciéndome a mi escoger lo que quisiera, retomando su vista a su celular, aparato que manejaba a la perfección, dejándome un poco sorprendido, pensé que era una chica más de cartas y plumas, que de aparatos actuales, realmente estaba equivocado.
-Realmente no se que escoger, mmm podría ser un cheescake de oreo y quisiera el mismo té que escogió mi amiga, gracias-dije con voz suave para no generar sospecha al mismo tiempo que le devolvía la carta a la chica.-Bueno Juli, ¿puedo llamarte así verdad?- ladee mi cabeza en un gesto "tierno" que había aprendido viendo una serie, quería ver si me salía convincente- me sorprendió lo rápido que manejas el celular ¿te gusta la tecnología?-.
Quería saber que hacia la chica, de donde venia y si es que era algún tipo de "promesa" de la industria musical o visual de la ciudad, con su estilo y apariencia no creo que no sea muy difícil para ella captar la atención de los medios, seria un puente perfecto para llegar a conocer la realidad que están viviendo los "niños/ jovenes " en la industria de esta ciudad...
-"por aquí por favor"- no hablo la mesera hasta llevarnos a la mesa escogida, nos sentamos y cuando ya estábamos cómodos la chica se acerco a realizar el pedido, la verdad no tenia idea de que pedir, no era usual en mi ir por lugares como este, normalmente mis hermanos me traían postres de lugares pero no era frecuente el ir a los sitios.
Julianne pidió como una experta, haciéndome a mi escoger lo que quisiera, retomando su vista a su celular, aparato que manejaba a la perfección, dejándome un poco sorprendido, pensé que era una chica más de cartas y plumas, que de aparatos actuales, realmente estaba equivocado.
-Realmente no se que escoger, mmm podría ser un cheescake de oreo y quisiera el mismo té que escogió mi amiga, gracias-dije con voz suave para no generar sospecha al mismo tiempo que le devolvía la carta a la chica.-Bueno Juli, ¿puedo llamarte así verdad?- ladee mi cabeza en un gesto "tierno" que había aprendido viendo una serie, quería ver si me salía convincente- me sorprendió lo rápido que manejas el celular ¿te gusta la tecnología?-.
Quería saber que hacia la chica, de donde venia y si es que era algún tipo de "promesa" de la industria musical o visual de la ciudad, con su estilo y apariencia no creo que no sea muy difícil para ella captar la atención de los medios, seria un puente perfecto para llegar a conocer la realidad que están viviendo los "niños/ jovenes " en la industria de esta ciudad...
Nath Aldridge- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 08/07/2024
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
Los ojos de Julianne se iluminaron como si observaran un cielo estrellado en el momento que a sus oídos llegó de forma completamente inesperada la palabra "amiga". Tanta fue su sorpresa que sus movimientos en el móvil fueron dejados de lado boca abajo, dejando ver la linda y estética carcasa que traía.
Esa era la primera vez que dejaba un mensaje para Pietro a medias.
— Sí, por supuesto, te doy permiso de simplificar mi nombre, no me molesta para nada si eres tú, después de todo estoy en deuda contigo Hailey. —Dijo jugando con un mechón de su cabello que caía grácil por su hombro, desviando la mirada avergonzada y queriendo contener la emoción que sabía que comenzaba a desbordarse de cada poro de su piel.
— Ah, mucha gente se sorprende por eso, pero supongo que tiene relación con la destreza que me da el tocar el piano y la viola. —Quiso justificarse a través de un tema que podría darles pie a una conversación más extendida, aunque en verdad la tecnología sí le agradaba o más bien, la veía como una herramienta necesaria y muy útil para alcanzar sus objetivos. Algo que hoy en día cualquier persona en la industria del entretenimiento debería saber utilizar.
— ¿Tú tienes redes sociales? —preguntó de manera casual, no quería sonar desesperada aunque en verdad sí lo estaba.
Pasó poco tiempo para que trajeran el té en una hermosa tetera y unas elegantes tazas de porcelana. La mesa fue servida con detalle, asunto que Julianne disfrutaba mucho del lugar. Juntando sus manos en deleite y esbozando una sonrisa encantadora la chica demostró lo complacida que estaba.
— ¿Habías venido antes a este lugar? —
- Spoiler:
Esa era la primera vez que dejaba un mensaje para Pietro a medias.
— Sí, por supuesto, te doy permiso de simplificar mi nombre, no me molesta para nada si eres tú, después de todo estoy en deuda contigo Hailey. —Dijo jugando con un mechón de su cabello que caía grácil por su hombro, desviando la mirada avergonzada y queriendo contener la emoción que sabía que comenzaba a desbordarse de cada poro de su piel.
— Ah, mucha gente se sorprende por eso, pero supongo que tiene relación con la destreza que me da el tocar el piano y la viola. —Quiso justificarse a través de un tema que podría darles pie a una conversación más extendida, aunque en verdad la tecnología sí le agradaba o más bien, la veía como una herramienta necesaria y muy útil para alcanzar sus objetivos. Algo que hoy en día cualquier persona en la industria del entretenimiento debería saber utilizar.
— ¿Tú tienes redes sociales? —preguntó de manera casual, no quería sonar desesperada aunque en verdad sí lo estaba.
Pasó poco tiempo para que trajeran el té en una hermosa tetera y unas elegantes tazas de porcelana. La mesa fue servida con detalle, asunto que Julianne disfrutaba mucho del lugar. Juntando sus manos en deleite y esbozando una sonrisa encantadora la chica demostró lo complacida que estaba.
— ¿Habías venido antes a este lugar? —
Julianne Bianco- Ocupación : Estudiante de 1°
Mensajes : 45
Fecha de inscripción : 09/08/2017
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
Ya tenía permiso para simplificar el nombre de mi nueva "amiga" cosa que me dejaba bastante satisfecho, la verdad era un poco entretenido el estar aquí disfrutando una buena comida. Cuando la chica me habló de que quizá su agudeza con la tecnología era por tocar ciertos instrumentos me dejó un poco curioso, nunca había pensado que por ser hábil con la música te llevará a ser bueno tecleando...
-Que increíble, yo también sé tocar el piano, bueno no se me da extremadamente bien, pero puedo tocar un par de canciones-trate de minimizar mis habilidades con los instrumentos, después de todo mi pequeña hermana era hábil solo en uno, su verdadera habilidad era la actuación, en eso nadie le ganaba, era una niña prodigio, a sus 8 años ya había logrado una carrera...por mi parte, comencé a aprender de la actuación ya grande, volviéndome lo suficientemente bueno como para lograr interpretar el papel de Hailey.
-¿Redes sociales? si tengo, sería raro no tener a nuestra edad no?-volví a centrarme en Juli que emocionada preguntaba por algún contacto mío, cosa que no me preocupa demasiado, hace como un año había creado un instagram para usarlo como cebo, después de todo "Hailey" había vuelto al ojo público-mi user es @He.lux_ la verdad se me da un poco bien esto de las fotos - quería advertir de lo seguido que era el perfil, la verdad no era como estos chicos influencers pero era una cuenta bastante popular en redes, después de todo debía llegar a ojos importantes, por lo mismo solo uno de mis hermanos seguía la cuenta, entre menos cosas para relacionarnos mejor....
Estire mi celular frente a Juli, la pantalla mostraba mi perfil de instagram-Ah por cierto no había venido aquí antes, solo lo conozco por redes, de verdad tenía muchas ganas de probar los dulces de aquí- seguí hablando del otro tema que me había querido preguntar- así que muchas gracias por acompañarme-le sonreí . -ahora me toca a mí preguntar-me acomode en mi asiento- ¿Dónde estudias Juli?-estaba más que curioso en saber de dónde provenía la chica, por muchas razones, una de ellas era no toparmela con mi verdadera apariencia...
-Que increíble, yo también sé tocar el piano, bueno no se me da extremadamente bien, pero puedo tocar un par de canciones-trate de minimizar mis habilidades con los instrumentos, después de todo mi pequeña hermana era hábil solo en uno, su verdadera habilidad era la actuación, en eso nadie le ganaba, era una niña prodigio, a sus 8 años ya había logrado una carrera...por mi parte, comencé a aprender de la actuación ya grande, volviéndome lo suficientemente bueno como para lograr interpretar el papel de Hailey.
-¿Redes sociales? si tengo, sería raro no tener a nuestra edad no?-volví a centrarme en Juli que emocionada preguntaba por algún contacto mío, cosa que no me preocupa demasiado, hace como un año había creado un instagram para usarlo como cebo, después de todo "Hailey" había vuelto al ojo público-mi user es @He.lux_ la verdad se me da un poco bien esto de las fotos - quería advertir de lo seguido que era el perfil, la verdad no era como estos chicos influencers pero era una cuenta bastante popular en redes, después de todo debía llegar a ojos importantes, por lo mismo solo uno de mis hermanos seguía la cuenta, entre menos cosas para relacionarnos mejor....
Estire mi celular frente a Juli, la pantalla mostraba mi perfil de instagram-Ah por cierto no había venido aquí antes, solo lo conozco por redes, de verdad tenía muchas ganas de probar los dulces de aquí- seguí hablando del otro tema que me había querido preguntar- así que muchas gracias por acompañarme-le sonreí . -ahora me toca a mí preguntar-me acomode en mi asiento- ¿Dónde estudias Juli?-estaba más que curioso en saber de dónde provenía la chica, por muchas razones, una de ellas era no toparmela con mi verdadera apariencia...
Nath Aldridge- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 08/07/2024
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
— Oh, ¿en serio? —Julianne no se esperaba que su nueva amiga también supiera tocar piano, aunque si lo pensaba bien, esta era la ciudad de la música, no debería sorprenderle tanto. — ¡Deberíamos tocar juntas alguna vez! — propuso la hija de los Bianco que tenía un piano de cola en medio de la sala de su hogar.
Mientras hablaba, hizo una pausa para dar el primer sorbo a su té. — ¡Está delicioso, pruébalo!
En su rostro se notaba lo mucho que le gustaba el té.
—¡Ah! Dame un momento. — volvió a tomar el teléfono y descartó el mensaje pendiente que enviaría a su hermano para ir a la aplicación y buscar el usuario de Hailey. — Listo, te agregué, mi usuario es @princesse_lapin —le mostró su perfil, donde en su mayoría se veían fotos aesthetic victorianas más que fotos de ella y aprovechó precisamente una foto que tenía de la academia para responder la siguiente pregunta.
— ¿Yo? Soy estudiante de la academia Musette. Voy en primer año. Me incorporé hace poco. — No pensaba que fuera información muy interesante de sí misma, por lo que aprovechó de hacer una pausa para comer su primer macarron. Sus ojos brillaron como estrellas y sus mejillas tomaron un adorable color.
— ¡Estupendo! — Debía dar su veredicto antes de retomar la charla. Soltó una risita traviesa y animada y luego apoyó su rostro sobre su mano, entrecerrando los ojos para tomar un aire más perspicaz. — ¿Y tú Hailey? ¿A que te dedicas? —
Mientras hablaba, hizo una pausa para dar el primer sorbo a su té. — ¡Está delicioso, pruébalo!
En su rostro se notaba lo mucho que le gustaba el té.
—¡Ah! Dame un momento. — volvió a tomar el teléfono y descartó el mensaje pendiente que enviaría a su hermano para ir a la aplicación y buscar el usuario de Hailey. — Listo, te agregué, mi usuario es @princesse_lapin —le mostró su perfil, donde en su mayoría se veían fotos aesthetic victorianas más que fotos de ella y aprovechó precisamente una foto que tenía de la academia para responder la siguiente pregunta.
— ¿Yo? Soy estudiante de la academia Musette. Voy en primer año. Me incorporé hace poco. — No pensaba que fuera información muy interesante de sí misma, por lo que aprovechó de hacer una pausa para comer su primer macarron. Sus ojos brillaron como estrellas y sus mejillas tomaron un adorable color.
— ¡Estupendo! — Debía dar su veredicto antes de retomar la charla. Soltó una risita traviesa y animada y luego apoyó su rostro sobre su mano, entrecerrando los ojos para tomar un aire más perspicaz. — ¿Y tú Hailey? ¿A que te dedicas? —
Julianne Bianco- Ocupación : Estudiante de 1°
Mensajes : 45
Fecha de inscripción : 09/08/2017
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
Juli estaba muy emocionada cuando escucho que tocaba el piano, me invito a tocar una pieza con ella, cosa que no parecía mala idea.-supongo que deberíamos ver que canción tocar.-sonreí en modo complicidad, dando a entender que aceptaba su propuesta de tocar juntos, tome la taza que se encontraba frente a mi y la levante para poder darle un sorbo, el sabor era indescriptible, era un té maravilloso-es exquisito- y volví a tomar otro sorbo.
Cunado seguía disfrutando de los sabores maravillosos de mi taza, Juli decidió buscar su perfil de Instagram y enseñármelo, era encantador, así baje la taza y decidí buscarla, cosa innecesaria porque tenia su notificación de seguir, así que solo aprete el donde decía "seguir también"-listo, ahora tenemos nuestras redes- algo en mi interior dio un pequeño brinco, no entendía muy bien si era emoción o ansiedad lo que sentía por ser parte de esta "amistad" tan repentina, normalmente si no es por trabajo no me acercaba a nadie.
Estaba inmerso en mis pensamientos cuando la chica frente mi me iba mostrando más de una foto, fotos que eran más que nada paisajes y cosas muy de su estilo, hasta que llego a cierta foto se veía un edificio, un edificio que había estado aprendiéndoselo de memoria-" Soy estudiante de la academia Musette."-un escalofrió recorrió mi espalda y solo sentí que la temperatura de mi cuerpo bajaba, las cosas a mi alrededor me daban vuelta.
¿Y ahora que hago? ¿Qué se supone que debo hacer? mentir no será suficiente, después de todo iré a partir de mañana a esa academia, me vera ahí, no podre ocultarlo, todos se darán cuenta, nuestro plan no servirá, si alguien sabe.. ¿pero no sabe que soy chico no? si no lo sabe no debería ser un problema, si puedo fingir que no conozco ninguna Hailey, podría pasar sin problemas, después de todo es un año menor, no tengo porque topármela en una academia tan grande...
-"¿Y tú Hailey? ¿A que te dedicas?"- su pregunta me saco de golpe de mis pensamientos intrusivos, sentía aún el sudor frio recorrer parte de mi nuca, pero decidí actuar lo más normal posible- yo estudio en casa-dije lo más cortante posible, sin dar ningún tipo de explicación- por cierto, dicen que esa academia es increíble, los que salen de allí como artistas tienen un boleto asegurado en más de una compañía ¿no?-decidí llevar la conversación hacia otra dirección.
- Y si dices que vas en primero mmm..yo seria de segundo así que seria un año mayor que tu Juli-tome por fin una cucharada de mi cheescake y un poco tembloroso lo lleve a mi boca, pero al probarlo me relaje, el sabor de esto era magnifico, creo que aquella tetaría seria mi favorita a partir de ahora.
Cunado seguía disfrutando de los sabores maravillosos de mi taza, Juli decidió buscar su perfil de Instagram y enseñármelo, era encantador, así baje la taza y decidí buscarla, cosa innecesaria porque tenia su notificación de seguir, así que solo aprete el donde decía "seguir también"-listo, ahora tenemos nuestras redes- algo en mi interior dio un pequeño brinco, no entendía muy bien si era emoción o ansiedad lo que sentía por ser parte de esta "amistad" tan repentina, normalmente si no es por trabajo no me acercaba a nadie.
Estaba inmerso en mis pensamientos cuando la chica frente mi me iba mostrando más de una foto, fotos que eran más que nada paisajes y cosas muy de su estilo, hasta que llego a cierta foto se veía un edificio, un edificio que había estado aprendiéndoselo de memoria-" Soy estudiante de la academia Musette."-un escalofrió recorrió mi espalda y solo sentí que la temperatura de mi cuerpo bajaba, las cosas a mi alrededor me daban vuelta.
¿Y ahora que hago? ¿Qué se supone que debo hacer? mentir no será suficiente, después de todo iré a partir de mañana a esa academia, me vera ahí, no podre ocultarlo, todos se darán cuenta, nuestro plan no servirá, si alguien sabe.. ¿pero no sabe que soy chico no? si no lo sabe no debería ser un problema, si puedo fingir que no conozco ninguna Hailey, podría pasar sin problemas, después de todo es un año menor, no tengo porque topármela en una academia tan grande...
-"¿Y tú Hailey? ¿A que te dedicas?"- su pregunta me saco de golpe de mis pensamientos intrusivos, sentía aún el sudor frio recorrer parte de mi nuca, pero decidí actuar lo más normal posible- yo estudio en casa-dije lo más cortante posible, sin dar ningún tipo de explicación- por cierto, dicen que esa academia es increíble, los que salen de allí como artistas tienen un boleto asegurado en más de una compañía ¿no?-decidí llevar la conversación hacia otra dirección.
- Y si dices que vas en primero mmm..yo seria de segundo así que seria un año mayor que tu Juli-tome por fin una cucharada de mi cheescake y un poco tembloroso lo lleve a mi boca, pero al probarlo me relaje, el sabor de esto era magnifico, creo que aquella tetaría seria mi favorita a partir de ahora.
Nath Aldridge- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 08/07/2024
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
Estaba feliz, ya no solo era su capricho o imaginación, Hailey estaba genuinamente aceptando mantener contacto con ella más allá de aquella tarde y además, le había encantado el té que había elegido. ¿Qué podría ser mejor?
Estaba tan feliz y centrada en el momento que para ella pasaron por completo desapercibidas las reacciones de pánico de la persona que estaba frente a ella.
— ¡Yo también estudié en casa mucho tiempo! ¿Tienes profesores particulares? Yo odiaba a mi tutor de matemáticas. — confesó animadamente y con una risita coqueta mientras continuaba hablando de anécdotas al azar sin reparar en lo cortante que había sido la respuesta de su nueva amiga. —¡Ah! ¿Eres un año mayor? Oh no, que vergüenza. —tomó su rostro con ambas manos en una gesticulación teatral de vergüenza, pero que había sido de hecho bastante adorable. — Sería genial si fuéramos a la misma escuela. Qué pena, bueno, de todas maneras me encantaría que fueras de visita a casa algún día. Seguramente mi padre no tendrá objeciones, nunca las tiene. Sobre todo ahora que mi hermano no está. —mencioné y solo entonces recordé a Pietro. Después me aseguraría de enviarle un mensaje, ahora estaba más interesada en Hailey.
— ¿Dónde vives tú? —Seguía mostrándole fotos de su Instagram mientras hablaba. — Mira esta es mi casa. —le mostró otra foto de su perfil y entonces decidió lanzar la pregunta que más quería hacer desde un principio. — Hailey.... ¿Puedo preguntar algo? -hizo una pausa para dar otro sorbo a su té, pretendiendo no estar muriendo de la curiosidad al respecto.
— Tu pelo y tus ojos... ¿son naturales? —
Estaba tan feliz y centrada en el momento que para ella pasaron por completo desapercibidas las reacciones de pánico de la persona que estaba frente a ella.
— ¡Yo también estudié en casa mucho tiempo! ¿Tienes profesores particulares? Yo odiaba a mi tutor de matemáticas. — confesó animadamente y con una risita coqueta mientras continuaba hablando de anécdotas al azar sin reparar en lo cortante que había sido la respuesta de su nueva amiga. —¡Ah! ¿Eres un año mayor? Oh no, que vergüenza. —tomó su rostro con ambas manos en una gesticulación teatral de vergüenza, pero que había sido de hecho bastante adorable. — Sería genial si fuéramos a la misma escuela. Qué pena, bueno, de todas maneras me encantaría que fueras de visita a casa algún día. Seguramente mi padre no tendrá objeciones, nunca las tiene. Sobre todo ahora que mi hermano no está. —mencioné y solo entonces recordé a Pietro. Después me aseguraría de enviarle un mensaje, ahora estaba más interesada en Hailey.
— ¿Dónde vives tú? —Seguía mostrándole fotos de su Instagram mientras hablaba. — Mira esta es mi casa. —le mostró otra foto de su perfil y entonces decidió lanzar la pregunta que más quería hacer desde un principio. — Hailey.... ¿Puedo preguntar algo? -hizo una pausa para dar otro sorbo a su té, pretendiendo no estar muriendo de la curiosidad al respecto.
— Tu pelo y tus ojos... ¿son naturales? —
Julianne Bianco- Ocupación : Estudiante de 1°
Mensajes : 45
Fecha de inscripción : 09/08/2017
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
Estaba disfrutando del dulce sabor de mi postre mientras la pequeña chica frente a mi me llenaba de preguntas nuevamente, cosa que me hacia estar un poco nervioso, pero debía disimular lo más posible aquel nerviosismo, después de todo debía comenzar a crear una historia que fuera conveniente para el papel que estaba interpretando en estos momentos y lograr recordar todo lo que dijera para más tarde.
-Oh, si estudio en casa, mis hermanos se preocupan mucho por mí educación y supongo que mi profesor de física no me simpatiza mucho-mentí, no me gustaba mucho estudiar aquello, por lo que pensé que seria más fácil recordar aquel detalle.-la verdad me va un poco mal en el tema, por lo que automáticamente no me agradan las personas que la enseñan...
Decidí callarme un momento obligándome a tomar algo de té, después de todo era mejor no dar demasiado detalle de nada, solo volverlo como una charla particularmente sin interés.-Puedes decirme hermana mayor-hable en tono de burla, volviendo al tema de ser un año mayor que la chica.-y sobre ir a tu casa, me encantaría pero mis hermanos son muy sobreprotectores, no creo que sea muy fácil tener permiso.
Cuando comento sobre lo de mi cabello y ojos un sudor frio recorrió mi cuello, no sabia que hacer exactamente, después de todo nada de lo que usaba era natural, normalmente como chico tampoco lo que uso es natural...-Bueno es algo complicado-dije mientras me movió en mi asiento con una clara incomodidad-me tiño el cabello, la verdad es mucho más claro...-dije dudando un poco de mi decisión- pero por favor Juli, no le digas a nadie- dije mientras juntaba mis palmas en modo de suplica y baje un poco la cabeza, quería parecer desesperado-no me gusta que sepan sobre mi cabello, de pequeña se burlaban de mi color natural, por eso miento y digo que el rosa es mi tono de nacimiento...-levante un poco la cabeza-lo mismo pasa con mis ojos...
No era tan mentira con el tema de nuestro tono natural, cuando éramos pequeño más de un niño se burlo de nosotros, pero aprendimos a hacer más fuertes, aunque mi hermana cuando tuvo más edad comenzó a tintar su cabello de un tono rosa y yo decidí hacer lo mismo, después de todo, en el mundo del espectáculo lo mejor es destacar con cosas llamativas, lo que te hace crecer no solo es talento...
-Oh, si estudio en casa, mis hermanos se preocupan mucho por mí educación y supongo que mi profesor de física no me simpatiza mucho-mentí, no me gustaba mucho estudiar aquello, por lo que pensé que seria más fácil recordar aquel detalle.-la verdad me va un poco mal en el tema, por lo que automáticamente no me agradan las personas que la enseñan...
Decidí callarme un momento obligándome a tomar algo de té, después de todo era mejor no dar demasiado detalle de nada, solo volverlo como una charla particularmente sin interés.-Puedes decirme hermana mayor-hable en tono de burla, volviendo al tema de ser un año mayor que la chica.-y sobre ir a tu casa, me encantaría pero mis hermanos son muy sobreprotectores, no creo que sea muy fácil tener permiso.
Cuando comento sobre lo de mi cabello y ojos un sudor frio recorrió mi cuello, no sabia que hacer exactamente, después de todo nada de lo que usaba era natural, normalmente como chico tampoco lo que uso es natural...-Bueno es algo complicado-dije mientras me movió en mi asiento con una clara incomodidad-me tiño el cabello, la verdad es mucho más claro...-dije dudando un poco de mi decisión- pero por favor Juli, no le digas a nadie- dije mientras juntaba mis palmas en modo de suplica y baje un poco la cabeza, quería parecer desesperado-no me gusta que sepan sobre mi cabello, de pequeña se burlaban de mi color natural, por eso miento y digo que el rosa es mi tono de nacimiento...-levante un poco la cabeza-lo mismo pasa con mis ojos...
No era tan mentira con el tema de nuestro tono natural, cuando éramos pequeño más de un niño se burlo de nosotros, pero aprendimos a hacer más fuertes, aunque mi hermana cuando tuvo más edad comenzó a tintar su cabello de un tono rosa y yo decidí hacer lo mismo, después de todo, en el mundo del espectáculo lo mejor es destacar con cosas llamativas, lo que te hace crecer no solo es talento...
Nath Aldridge- Ocupación : Estudiante de 2°
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Fecha de inscripción : 08/07/2024
Re: Lo que el viento puede traer (Libre)
—Oh, ya veo... —Asintió comprensiva a la negativa de su invitación. Entendía cuando la familia era sobreprotectora, a ella tampoco la dejaban hacer algunas cosas como quedarse a dormir en otras casas, pero le había hecho ilusión la idea de tocar piano con Hailey en algún momento. — Bueno, es inevitable, somos chicas después de todo y tus hermanos te deben querer mucho, ¿Cómo son? ¿Tienes fotos? —preguntó curiosa únicamente porque quería presumir a Pietro. —Este es mi hermano, somos mellizos.—
Hizo una pausa para su té y continuar comiendo sus macarrones hasta recibir la respuesta que más le interesaba, lo del pelo y los ojos de Hailey. Una mezcla de decepción y empatía se generó en ella. De alguna manera le hubiese gustado que la respuesta fuera diferente, pero entendía muy bien lo que decía. Julianne no era una chica con problemas de autoestima y, por suerte, siempre tuvo a Pietro a su lado, pero sí sabía lo que era ser apuntada como un bicho raro. Un suspiro moderado abandonó sus labios y un aire un tanto solemne la rodeó.
—Entiendo. No le diré a nadie. —limpió sus labios delicadamente con una servilleta y agregó— Mis ojos tampoco son naturales, ocupo lentillas celestes, soy albina de nacimiento y mis ojos son de tono extraño, algunos lo consideran grotesco. —arregló su cabello que se deslizaba por su hombro en un movimiento seguro, casi orgulloso. —A mi me gustan, pero lamentablemente son muy sensibles al sol y debo protegerlos. Con esto quiero decir que no debes preocuparte, no hablaría de algo así de una amiga. —y entonces junto a aquella palabra tan novedosa para sus labios, volvió un sonrojo y un semblante mucho más infantil y cohibido en ella.
Hizo una pausa para su té y continuar comiendo sus macarrones hasta recibir la respuesta que más le interesaba, lo del pelo y los ojos de Hailey. Una mezcla de decepción y empatía se generó en ella. De alguna manera le hubiese gustado que la respuesta fuera diferente, pero entendía muy bien lo que decía. Julianne no era una chica con problemas de autoestima y, por suerte, siempre tuvo a Pietro a su lado, pero sí sabía lo que era ser apuntada como un bicho raro. Un suspiro moderado abandonó sus labios y un aire un tanto solemne la rodeó.
—Entiendo. No le diré a nadie. —limpió sus labios delicadamente con una servilleta y agregó— Mis ojos tampoco son naturales, ocupo lentillas celestes, soy albina de nacimiento y mis ojos son de tono extraño, algunos lo consideran grotesco. —arregló su cabello que se deslizaba por su hombro en un movimiento seguro, casi orgulloso. —A mi me gustan, pero lamentablemente son muy sensibles al sol y debo protegerlos. Con esto quiero decir que no debes preocuparte, no hablaría de algo así de una amiga. —y entonces junto a aquella palabra tan novedosa para sus labios, volvió un sonrojo y un semblante mucho más infantil y cohibido en ella.
Julianne Bianco- Ocupación : Estudiante de 1°
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