Dice are Cast [Yuki Nakayama]

Regan Vosuet es un hombre particular, cuando se le mete algo en la cabeza no hay quien lo saque de esa idea y claro, en este momento no se le había ocurrido nada mejor que Camus fuera participe de la nueva actividad que según él sería una genial forma de hacer crecer a los artistas más novatos de la ciudad.

En resumidas cuentas, miembros del sello tomando a su cargo a estudiantes de la afamada escuela Musette.

Tsk...kisamaaaa-El ex idol chasqueó la lengua al comenzar a leer el mensaje de su jefe mientras un fastidiado "tú" despectivo en japones salía de su boca. Algunas veces deseaba tomar sus lentes y enviarlos muy lejos mientras le decía unas cuantas cosas pero, por respeto y por deber no hacia tal cosa.- Obediente, servicial...siempre...- se repetía mientras una visible vena se le marcaba en la cien.-DEBE haber una razón para que me designara a una niña...-tomó aire y siguió leyendo.

Y como era de esperarse si, había una buena razón para que ÉL debiera guiar a una chica como Yuki.
Llevó su mano derecha a sus labios mientras una seria mirada se posaba en las últimas lineas, analizando el texto.

"No sé si llamar genio o perverso a este hombre, pero, si ha sido elegida en esto...entonces no dudes que fui la mejor opción para ello, plebeyo" Una sonrisa pedante surcó sus labios. Camus no tardó en ir a Musette para investigar a Yuki, su comportamiento y sus notas. Si tenía el permiso necesario el expediente era suyo. Así al menos tendría una idea de quién sería su nueva "kouhai"

Y lo hizo, se daba a una idea de aquello.
Después de un día de recibir el mensaje e investigarle, Camus envió una carta a la chica de cabellos azabaches.




Srta Yuki Nakayama:




Se le saluda cordialmente. Mi nombre es Camus, actualmente manager del sello de Merveilles Records y escribo a usted para informar que, debido a las actividades que vinculan al sello y a la escuela Musette se me ha dado la misión de instruirle y guiarle por el camino de la industria musical.





Era deber de Camus darle la información que Revo le especifico por lo que prefería no dar luces de nada aún en el comunicado. Además tenía la impresión de que su usual manera de comportarse frente a los demás no querría salir si Yuki iba a estar bajo su cuidado.


Llegado el día el conde estuvo como era de costumbre desde las 6:30 am en su oficina(gustaba de levantarse de madrugada, el tiempo era oro)se hizo cargo de algunos preparativos y a las 8:00 am ya estaba dentro de la sala de ensayo número 2. Esperaría paciente a la jovencita, sentado en uno de los sofas de la alargada sala mientras que anotaba algunos datos en su libreta.

Spoiler:

Otra jornada escolar había acabado para la japonesa, y lo que parecía ser otro día común y corriente. Claro que la vida de Yuki ha dado varios giros inesperados, por lo que lo "común" ha cambiado totalmente. Al llegar al edificio de su dormitorio vio que había recibido correspondencia, creyendo que eran cosas comunes de la escuela, solamente la tomó y se dirigio a su habitación tranquilamente. Entro, dejó las cosas a un lado y luego observó el sobre, el cual no poseía las caraterísticas comunes de los que envía la escuela, este estaba a dirigida específicamente a ella y por una persona en particular: Camus R.Cryzard.

Pensó por un momento que se trataría de alguna broma de su pareja, pero al abrirla y observar el membrete y lo profesional que se veía, su rostro incrédulo se sorprendió y se atrevió a leer la carta determinadamente:

Carta:

–¿Guiarme a mi?...¿Qué habrá pasado¡ o...¿Qué habré hecho esta vez?– Ya la habían metido "voluntariamente a fuerzas" a un grupo escolar de idols y ahora era informada que sería apadrinada por un manager del Sello. Muchas preguntas rondaron su cabeza, peroera obvio que estas serían resondidas a su debido tiempo. Dicho así, no quedaba de otra que esperar al domingo.

Llegando el día, se levantó y vistió rápidamente y tomó algo ligero para no tardar y aguantar el hambre por un tiempo. Arrivó a Merveilles Records donde ya no entraba en calidad de "polizonte" en el edificio, sino como invitada. Avisó su nombre a la secretaria del mostrador la cual no tardó ni 10 segundos en dar con el nombre de la japonesa en la lista, y le dio un gafette de invitado para poder continuar. Se encontró en la sala acordada a las 9:20: 10 minutos antes de la hora dicha.

–Supongo que ya m estará esperando– Abrió de poco a poco la puerta y observó a los alrededores. –¿Hola, Señor Cryzard?

La puerta no hizo ningún sonido al abrirse, las salas de ensayo de Merveilles no eran menos que las de japón a las cuales tantas veces entro.

Pasa- hubo cierto tono un poco más autoritario de su parte que el usual suave de Camus ante las personas de sello o sus fans.

Esperando que la muchacha entrara, tomó sus lentes de lectura y los guardó en su estuche. Acto seguido dejó la libreta y el lápiz sobre el sofa, se dio la vuelta y procedió a acercarse a ella.

Le miró de arriba a abajo con cierto aire de análisis carente de cualquier disimulo, la diferencia de alturas era bastante notoria, sin duda el conde podría incluso verse algo amenazador sobre todo sumándole esos fríos y afilados ojos. Una de sus manos se posó sobre su cadera- Camus, llámame por ese nombre, Cryzard no es mi apellido- musito con desgano y autoridad.

Le indicó el sofa para que se sentara- Nakayama- se dirigió a una silla frente al sofa cerca de unas guitarras- He de asumir que leíste en detalle la razón de porque estás aquí. Me haré cargo de ti de ahora en adelante.

-Volvió a mirarla y suspiró, si bien sabía que debía ser "amable" como usualmente lo era con los demás en este preciso momentos Camus creía que sería una molestia- He investigado sobre ti, Nakayama...aun así quiero que te presentes ante mi y me digas lo que quieres llegar a lograr con esta asociación entre ambos.

Un silencio estuvo por un tiempo. Yuki, caminó lentamente hacia donde se encontraba el manager, tratando de estar lo más impasible posible y sin tratar de verse nerviosa, observó a Camus pararse en frente de ella. —Se ve amenazador—Se dijo su interior, esperando que sea simple apariencia o parte de la "formalidad".

—Sí, señor...Camus— Asintió ante esa orden y luego fue a tomar asiento donde le indicó después. Se sentó en el sofá con ambas manos en su regazo y con la espalda bien derecha, prácticamente como si estuviera en una entrevista importante de trabajo. –He, ¡sí señor, Camus!

Se preocupó un poco con la parte de "investigar", digamos que su relación sentimental la hizo meterse en algunos problemas y temía que se haya enterado de alguno, pero claro puede estar equivocada. Por suerte, seguía algo que ya había dicho anteriormente a pesaronas de mas confianza. –Bueno– Inhaló profundo y luego exhaló. Todavía se sentía boba en comentar estos casos, pero los ánimos de Shizuka, Lucía, los comentarios de Marceline y Marshall y el proyecto con Antoiniette debían ya darle más seguridad.

—Me llamo Nakayama Yuki, de Japón. Tengo 16 años, sé tocar el teclado y el bajo, y trato de aprender el violín. Mi sueño es ser una gran bajista y poderme dedicar a la música. y, bueno...si un profesional va a estar guiándome, espero poder aprender sobre cómo es Merveilles Records, poder ser una profesional en el mundo de la música, superar varios de mis temores, eh... y claro, poder acercarme a lograr mi sueño— Sonó un poco titubeante al principio y el mover de sus dedos la delataban, pero conforme seguía hablando, parecía que esas dudas se despejaban un poco. La japonesa esperaba dar una buena impresión a final de cuentas.

Le escuchó con atención más la mirada analítica no se iba de sus ojos. Camus levantó una ceja- Si eres bajista pensé que ibas a traer tu instrumento para poder mostrarme algo de tu repertorio si así lo encontrabas necesario, aunque claro, es lo mínimo que podrías hacer si vas a tener a alguien guiándote, es como si un artista no tuviera su portafolio, te vas a encontrar a alguien de la industria que además es manager, es lo mínimo que podrías hacer. -su mano fue hasta el lado derecho de su cabeza y con cierto dejo altivo en sus movimientos hizo que parte de su cabellera se deslizara entre sus dedos. Suspiró, luego se cruzó de brazos mirando hacia un lado-Canto, teclado, bajo...-cerró los ojos- en ese caso eres una chica bastante promedio...hay muchos alumnos así en la academia...

Incisivo, jamás se dignaba en esta faceta a ser cuidadoso con sus palabras. Sus gélidos ojos le miraron directamente y cierta baja de temperatura se sintió en el ambiente cuando su entrecejo se mostró en desaprobación y cuestionamiento, más aún cuando su voz dejo de ser amena y comenzó a sonar completamente ronca y autoritaria- Dime¿qué es lo que tienes para que "gaste" mi tiempo en ti?Después de todo esta oportunidad que se te está presentando te ayudaría de manera considerable así que el decirme"yo no lo pedí" sería una completa tontería...¿Por qué YO, debería asesorarte?¿qué es lo que podría llegar a interesarme?... 

Camus sabía que la chica tenía cierto talento, no por nada Regan Vosuet le había dado la tarea de "cuidarla" pero necesitaba que al menos intentara mostrar algo que le convenciera que podía sacar a relucir lo que tenía, por lo mismo el conde no la había citado en su oficina y su lugar de encuentro era una sala de ensayos. Aunque claro, era difícil pensar mucho con la presencia amenazadora que proyectaba en todo sentido.

Levemente frunció el ceño ante su primer error ante Camus. Sí, pudo habérselo traído, pero torpe e ingenua de ella creer que por ser una empresas con sus propios instrumentos y estudios podría usar uno de ahí. Decidió no decir nada a eso.

Lo que le siguió después no fue nada halagador para la japonesa; Alguien del "montón" básicamente. Fue de esas pocas ocasiones en las que ella, autoconsiderada una chica común y corriente, se sintió menos; casi ofendida al respecto. Hizo silencio por un tiempo ¿qué podría decirle? El lapso se le acabaría y ella no había dicho algo.

—Yo...— Inhaló y luego exhaló para luego tener esos arranques de valentía.  —Yo...Yo tengo mucho que perder. ¿Usted cree que desperdiciaré esta oportunidad? ¿Que solamente fracase y regrese a Japón con las manos vacías después de sacrificar tantas cosas allá? No soy esos niños mimados de familias acomodadas que creen que por ser "de sangre azul" ya triunfarán, o las divas que pisotearán a cualquiera que se meta sólo para llegar al éxito. No pienso ser etiquetada con ellos, o con un mediocre. ¡Amo la música y estoy aquí para ella! Siempre buscaré mejorar, si Musette y Merveilles Records consideró que soy digna de esto, entonces es por algo. ¡No permitiré que ellos se hayan equivocado!— Puntualizó firme, aunque en el fondo se estaba muriendo, solo esperó propiamente a cualquier cosa que dijera Camus.

Yuki había comenzado bastante bien, pero en el momento en que argumento sobre una clase social alta y sobre otros Camus no tuvo siquiera la más mínima intensión en no demostrar su molestia ante tales palabras-

Que mocosa más impertinente-pronunció ante la japonesa a sabiendas que entendería al usar el japones de manera tan despectiva- No eres la única persona que ha abandonado algo por estar en esta ciudad, miles de personas y/o alumnado ha hecho lo mismo y eso no es el equivalente necesariamente a que tendrás éxito, cientos han hecho lo mismo que tú y han acabado en la calle. Ni siquiera me estás dando una buena respuesta a lo que te acabo de preguntar.


Por lo demás¿Tienes el cerebro tan victimizado ante tu historia de la chiquilla que salió sacrificando tanto que crees que las persona de familias de estatus sociales altos o que poseen dicha sangre azul no tienen siquiera un problema al tratar de mantenerse en dicho lugar? Pueden haber tenido la supuesta facilidad de entrar a ciertos lugares por su dinero pero inclusive alguien que vive desde pequeño en cuna de oro DEBE cumplir ciertos requerimientos para seguir siendo "consentido" ¿Conoces acaso al menos el tipo de educación y estándares que tienen que cumplir para ser esos hijos mimados que tanto, al parecer sabes conocer?-entrecerró los ojos aún más aterrador que hace unos instantes- 


No sabes nada de los demás, la gente que viene desde abajo tiene incluso mucho más fácil entrar en este medio porque tiene una historia triste de supuesto esfuerzo, de superación, la gente se compadece de eso¿ Qué es más fácil de admirar niñita?¿Un diamante pulido que ya de por si brilla por estar siempre en una cara joyería o uno que todo el mundo espera a ver que brille porque fue descubierto entre millones de piedras corrientes?¿Acaso si quiera te pusiste a pensar en cuanto cuesta brillar entre tantos exponentes que tienen el mismo estatus que tú?


Camus chasqueó la lengua molesto- La peble la tiene incluso más fácil, esfuérzate un poco, di que eres de otra ciudad, de una familia modesta y mágicamente eres mejor que una persona con dinero sólo por tenerlo, cómo si nacer allí fuera su pecado o incluso sinónimo de que tienes todo más fácil. TODOS en esta industria se esfuerzan o aman la música a su manera aun cuando se utilice como medio para alimentar su propio ego, incluso la supuesta diva que te pisotea con tantas ganas trabajó en su confianza para creerse mejor que tú. 
Para muchos esos medio no serán los más moralmente correctos pero lo harán, tomaran sus armas, las usaran, las mejoraran y es probable que triunfen pero ellos no se excusan en nada, lo hacen y ya ¿y sabes por qué?Por que saben que deben ser lo suficientemente buenos para lograrlo. Están dispuestos a todo por sus metas, incluso volverse de la peor calaña porque saben que la industria de la música es competitiva hasta ese punto. Es así, aun cuando te guste soñar que no lo es. 


Ladeó el rostro sin dejar de mirarle en todo este momento a los ojos y finalizó- Lo único que yo ahora buscaba es que tomaras un maldito bajo y me demostraras que eras digna, no necesitaba escuchar que venías de Japón y que dejaste allí algo, a mi me interesa tu música no tu vida niñita, esperaba que entraras por esa maldita puerta con tu instrumento y me demostraras ese supuesto amor por la música que tanto profesas y por el que abandonaste todo, porque no seré ni el primer ni el último músico en esta industria que te vea como alguien corriente a ti y a tu sueño sin darte la oportunidad de ese discurso sentimentaloide, de eso no se vive en la industria de la música.


-apuntó dos bajos entre las guitarras- Tomaras alguno de esos que YO pedí que trajeran aquí para ti porque no tenían ni la obligación de tener los instrumentos en la sala de ensayo sin que se les pidieran y esperaré a que me demuestres por una endemoniada vez porque supuestamente te eligieron y dieron esta oportunidad, es eso o te vas a musette a compadecerte de tus tristes orígenes porque si quieres salir de musette vas a tener que estar dispuesta a que te quite esa maldita venda de los ojos.


Camus volvió al sofa a sentarse hastiado por la situación, si no fuese su trabajo de seguro ni se hubiera tomado "la molestia" de seguir hablando. Si la niña quería hablar que lo hiciera pero a él solo le importaba su música.

Claro, se percató del error que había cometido y pudo notarse más intimidada al respecto; Se puso algo tensa y su rostro no dejó esa mirada algo desafiante de antes. Había cometido un notable error, pero todavía estaba a tiempo para probarse. Ella sólo suspiro.

—¿Buscan artistas o buscan alguien a quien vender?...Ahora veo por qué el Sello tiene algunos enemigos— Se dijo en su interior después de aquel suspiro que calmó un poco su estado. —Bueno, al menos tenemos razón en algo. Pero si lo que que quiere es alguien que realmente tenga talento, le daré lo que quiere.

Caminó a los instrumentos indicados, ambos eran para diestros, pero eso no iba a ser impedimento para ella, pero a diferencia de aquella vez con Scarlett, aquí tenía que tener un inicio perfecto.

Lo más natural y rápido posible enchufó el bajo a uno de los amplificadores del lugar. —Aaaahh— "Cantó" en fa para comprobar que la tercera cuerda estuviera afinada en dicha nota, y le siguió con las otras. Acabando rápido proceso de afinación, puso su celular en una canción y empezó a tocar sin prácticamente titubear.

Spoiler:

La canción por su naturaleza acabó repentinamente y Yuki observó a Camus. —Puedo tocar otra en la que estoy trabajando si también sirve— Otra vez, era turno del "asesor".

Spoiler: