Cambio de Turno (Libre)

—No importa lo que yo piense realmente— respondió en un susurro apenas audible, tras un breve silencio ocasionado por aquella pregunta que le había tomado por sorpresa. Ella muy en el fondo sabía que solo se engañaba a sí misma y todo ese tema tenía más relevancia para ella de la que le aparentaba atribuir. Le siguió con la mirada aun reflexiva, y no pasó mucho hasta que otra pregunta de su parte le sorprendiese de nuevo, aunque esta vez logró disimularlo un poco. —¿Acaso quieres arriesgarte?—  cuestionó con una sonrisa —Yo solo digo que deberías tomar en cuenta las advertencias de mi parte—  agregó antes de guardar silencio y prepararse para salir.

Sujetó la bata sobre su cabeza tratando de cubrirse lo mejor posible, aunque ya dudaba que sus perseguidores estuviesen allí todavía. Durante gran parte de su vida le había desagradado los hospitales, pero el día de hoy a pesar de todo, no parecía un lugar tan malo. Una vez dentro del ascensor hizo lo indicado por el joven, y comenzó a arreglar como pudo su cabello, peinándolo con sus dedos, aunque tampoco se mataría mucho en ello. —De acuerdo—  asintió tranquilamente tras escuchar atentamente sus indicaciones, su memoria no era la mejor, pero como según veía no habría perdida.

—Esta bien, está bien. Tampoco soy una niña pequeña, no me hables de ese modo— replicó, mientras rodaba los ojos y se cruzaba de brazos. —Aunque tampoco esté muy consciente de cuánto daño pueda causarle a mi cuerpo…Y si ese es el caso, podré buscarte ¿Verdad, Casper? Ya sabes no confío en muchas profesionales de la salud— opinó con una sonrisa, divertida. Cuando ya faltaba poco para llegar  a su destino, se aproximó un poco hacía la puerta de los ascensores. —Supongo que ya debemos despedirnos, no me vayas a extrañar demasiado—  bromeó antes de que las puertas se abrieran de par en par.

Bajó sin rechistar dándole la espalda, pero en poco tiempo se giró para posar la mano sobre el borde de la puerta para que no se cerrara. —Ah— dijo elevando el dedo índice un instante como si hubiese recordado algo importante. —Vendré en otro momento a solventar esta… Deuda.—  añadió elevando su mano vendada. —No me gusta deber ningún favor— le dedicó un guiño antes de apartarse de la puerta y despedirse finalmente con un simple ademán, encaminándose hacia la salida, rogando que no olvidara la indicación previa. Definitivamente no se esperaba que este día hubiese acabado de esta forma, pero últimamente pocas cosas lograban sorprenderla y una de ellas fue el cómo se sintió hoy en aquel hospital con su peculiar compañía.

La impresión del polaco no cambiaba, veía en Momo parte de su propia adolescencia o de los amigos de infancia que tuvo, veía ese rencor contra la mayoría de las personas, la incredulidad y las constantes dudas, emocionales o no, que acosaban su cabeza. Lo sentía tan propio y a al vez tan lejano que era un tanto extraño.

La chica bromeaba, ahora se veía menos a la defensiva o al menos un poco más relajada. Eso era bueno, lo dejaba más tranquilo a él también.

- De acuerdo, entonces te estaré esperando.- Le dedicó una sonrisa amplia, amigable mientras movía una mano como señal de despedida. - Si logras cuidar esa mano entonces estarás pagando tu deuda - Le explicó cruzando los brazos y dando un suspiro, como si nolo creyera posible aunque simplemente estaba exagerando la reacción para que Momo entendiera que de verdad tenía que cuidar su lesión.

La vio marchar y de corazón esperó que la joven pudiese volver a salvo a su casa. Por su parte, el resto de la jornada estuvo llena de explicaciones y temas administrativos y de seguridad dentro del hospital, además claro, de las urgencias que debió atender hasta que llegó la hora del cambio de turno.

Spoiler: