Perdido [Libre]

Había ocurrido de nuevo.

Nuevamente  se había perdido y no había conseguido dar con Merveilles records.  ¿Por qué debía ser así? “Es en momentos así cuando extraño Alemania…aunque de todos modos me hubiese perdido” dejó salir entre risas con tono de resignación, ¿Qué más podía hacer?.


La anaranjada tarde caía sobre la ciudad y se reflejaba en la pileta frente a él, se acercó a una banca cercana, incorporándose en ella  y acomodando entre sus piernas el estuche de la guitarra. Ya había pasado una semana desde su llegada a la ciudad y ya se sentía desalentado, ¿Cómo no estarlo? Considerando todos los esfuerzos y jugadas que tuvo que hacer para llegar a Glass City, ¿Qué estaría pensando su padre?, ¿Cuánto tardaría en encontrarlo?, ¿Enviaría sus perros para hacerlo volver a Francia o llevarlo de vuelta a Alemania?, tenía demasiadas preguntas en su mente y muy, pero muy pocas respuestas, comenzaba a estresarle.


“Agh” chasqueó los dientes y deslizó la mano por entre sus ropas para dar con el chispero que haría que sus problemas se hiciesen humo un momento. Cigarrillos, cuando el atardecer llega son totalmente necesarios para que el pelinegro se mantenga en calma.


Tras consumirse su cigarrillo dio un suspiro, el clima era agradable y la suave brisa otoñal de colaba por entre las hebras azabache que cubrían su rostro, era como música.
Música.

“Hey, Blake~ te encantaría este cuadro…¿Por qué tuviste que partir antes de que cumpliésemos nuestra promesa?” pensó con una sonrisa melancólica y desenfundó a su compañera de seis cuerdas. Antes de darse cuenta una melodía vino a su mente y sin importarle su alrededor comenzó a sacar de su corazón una nueva canción.

“Kizutsuketa to tashika… kizukenakatta koto,  ayamachi no kazu kimi wo motome, mitsume aeta hazu sa~… dijo melódicamente, dejando salir suavemente su voz, sin estar seguro de si alguien estaba oyendo, o si podría molestar con su intervención, sencillamente se dejó llevar.

Spoiler:

Se había quedado un poco mas de tiempo en la escuela solucionando unos temas con el asunto de aprender algún instrumento... como detestaba eso, no era buena prácticamente en nada que no sea el shiamasen o algo de piano, los profesores eran algo exigentes con eso, pero bueno, era una academia de música que mas podía esperar al respecto?.

Resignada y sin ganas de nada salí de la escuela, solamente para recibir automáticamente un mensaje de mi tía suplicándome, literalmente, que vaya a una tienda cerca de la plaza central, que se tenia que retirar unas cosas que envió mi madre, enserió? ya es la quinta vez en el mes que manda cosas y no prácticamente cosas fáciles de llevar. Ya dejando de lado el asunto... apurando el paso y llegando a aquel lugar, pude notar que el la noche se estaba acercando, si pudiera decirle "suerte" solo era una caja pequeña lo que debía buscar, el contenido? no sabia, mejor me fijaba en casa.

Ya con todo listo me dispuse nuevamente a cruzar la plaza, era el camino mas rápido para mi hogar, simplemente no tenia mucho mas que hacer. Caminando a paso tranquilo, mediando sobre el asunto de la escuela una voz me saco de aquello, tenia un tono particular que me hizo detener mis pasos lentamente. Se trataba de un joven de cabellos oscuros en una banca, no era de la clase que tuviera curiosidad, pero esa ciudad muchas veces la sorprendida. 
No estaba segura cuanto tiempo se le quedo observando antes de reacciona.

-ah, lo lamento, no quera interrumpirle...

Dijo en tono neutro, tampoco era de la clase de persona que se avergonzara... pero siempre se disculpaba con ciertas acciones.

Spoiler:

Estaba tan concentrado en la guitarra que no se percató de la presencia de la chica hasta hacer vibrar el último acorde, el cual, terminó su labor al silenciarse por la voz de la joven.

” -Ah, lo lamento, no quería interrumpirle...” Llegó a sus oídos impulsado por la brisa y al levantar la mirada se encontró con una chica, se veía bastante joven, era delgada y encantadoramente llamativa de por sí. No pudo evitar detenerse unos instantes a admirar lo largo de su cabello “Rapunzel castaña” pensó casi al segundo de notar que las aparentemente interminables hebras le llegaban a las rodillas.

”Tranquila, prinzessin Rapunzel…no interrumpes nada, un cantante se debe a su público y agradezco que en esta ocasión seas tú~ ” dijo con una sonrisa en los labios, pero sin cambiar la expresión algo seria en sus ojos; antes de entregar un gesto de agradecimiento sincero con todo su rostro. Volvió a centrar su atención en la joven, era realmente hermosa, seguramente sería el tipo de chica que a él podría gustarle, pero no estaba en la ciudad para conquistar pequeñas e inocentes doncellas… o quizás si.

”Por cierto.. ” Añadió dejando su guitarra en la banca y poniéndose de pie frente a ella, mas, sin jamás acortar de más la distancia entre ambos ”Mi nombre es Blake~ ” sonrió con cortesía, haciendo un gesto de reverencia casi principezco, para fortuna del mundo...las clases de modales habían dejado sus vestigios en el pelinegro.

”Quisiera creer que tu nombre es “Rapunzel”, pero de seguro no lo es… Es mucha imprudencia si pregunto por tu nombre?” . Blake era cortés en su trato en general, pero jamás al punto de tratar de “usted” a alguien de su rango etario. Se quedó unos instantes clavado en los dorados ojos de su contraria, la verdad es que le llamaba la atención la altura de la joven, màs, no lo suficiente para impresionar a alguien con raíces alemanas, es decir, no cualquiera puede cargar las jarras de cerveza en los bares, pero si le intrigaba que fuese un poco más alta que el promedio ¿Sería extranjera como él?.

Mientras esperaba con una actitud calmada la respuesta de Rapunzel, le observaba de manera cuidadosa, con el debido cuidado que se debe observar a un desconocido, siempre procurando no hacerla sentir incómoda. La muchacha llevaba una cajita entre sus brazos, no parecía ser muy pesada, tenía una apariencia algo mayor, pero su semblante decía que se trataba de una chica un par de años más joven.

El destino a veces es sabio, este era su primer encuentro con alguien de Glass City y quizás...su oportunidad de llegar a Merveilles records sin perderse. Fuese cuál fuese la razón del encuentro, de seguro valdría la pena...

Spoiler:

Curiosamente no era molestia para el, eso era un avance ya, aunque estuviera teniendo buena racha con que pasaran por alto su apariencia "algo aterradora", siempre tenia esa duda en el aire de que ya la verían mal.

Observo detenidamente al muchacho, era educado en un punto normal, aunque ese tipo de "cumplidos" no era algo que la castaña llegara a recibir siempre... momento, "Rapunzel?" le llamo "Rapunzel"?... al menos no le daba esa sensación desagradable como el ultimo idiota que trato de seducirla en medio de la calle... recordar ese incidente le provocaba dolores de cabeza, mejor era dejarlo de lado.

-pues, me alivia saber que no soy una molestia...

Al notar que dejo su guitarra en la banca y ponerse de pie, retrocedió menos de un paso pasa mantener una distancia, una muy mala costumbre que tenia, no quería parecer maleducada, mas bien era un asunto de su espacio personal que debía aprender a mejorar; le devolvió el gesto con una pequeña reverencia como las de su tierra natal y volver a su postura, ahí se pudo percatar que era un poco mas alto que ella y unos ojos algo llamativos.

-Un gusto joven Blake....  exacto, mi nombre no es "Rapunzel"...mi nombre es Antoinette

En su vida le habían dicho así, mas allá de sus abuelos que tendían a compararla con la princesa Kaguya por el largo de su cabello, pero no era de su gusto realmente. Acomodo mejor la caja que llevaba en sus manos, no tenia ni idea que llevaba dentro, vaya a saber que le envió su madre, pero tenia un peso a considerar.

-No soy de detenerme a escuchar a la gente.... pero me pareció curioso tu tono de voz, no en el mal sentido.

Clavo su ojos, sin perder su expresión serena, en los suyos, era un color particular, le recordaba a dos amatistas que resaltaban en su rostro, también recordó a una compañera de clases que tenia el mismo color o un poco mas oscuros.

La chica retrocedió un poco, más, no le incomodó en lo absuluto, después de todo tenía claro que era un desconocido y que su propia apariencia no era del todo confiable, ya saben… visual kei, o sea, casi un transformista a los ojos de muchos.

Tras unos segundos, la pelicastaña pronunció su nombre Antoinette, bastante lindo y a decir verdad; le sentaba de maravilla.

“Es un bello nombre, aunque de alguna forma me decepciona que no sea Rapunzel, es un gusto... Antoinette” Dijo con una sonrisa, las siguientes palabras de su contraria hicieron eco en su mente, de alguna forma le alegraba saber que su voz era tan llamativa como su apariencia, sería un desperdicio ser conocido sólo por su imagen, era una buena primera señal de que no estaba tan perdido como él creía.

”Me halaga mucho, normalmente la gente no se acerca a mi por la forma en que luzco, ya sabes… por miedo a que sea un vampiro…” agregó haciendo una pausa dramática en eso último ”Aunque obviamente no lo soy, sencillamente soy un intento de músico, bastante agradecido de tener a su primer público en Glass City”.

”Te gusta mucho la música?” interrogó clavando sus orbes violetas en las doradas que le observaban ”Siempre he pensado que de alguna forma todos los músicos están conectados entre sí y por eso se encuentran mutuamente” dijo eso último casi sin pensar, así era Blake, solía decir la cosas que pasaban por su mente, aunque sonasen extrañas y ése era su filtro para tratar con la gente; su forma de espantarlos o hacer que se quedasen a dialogar con él.

Normalmente hubiese pasado de largo o le hubiese hecho alguna broma del tipo "acosador" a una chica tan joven (según su deducción), pero ciertamente sentía que había algo interesante en ella. Quizás era la forma despreocupada y desinteresada en que se expresaba, no estaba seguro, pero ¿Por qué no averiguar qué era? y qué mejor forma de hablando el idioma que mejor manejaba: La música.

Nuevamente se centró en la caja que llevaba la joven en sus brazos, parecía pequeña, pero por la forma en que tenía encorvados los brazos se notaba algo pesada. De pronto el sol comenzó a ocultarse casi por completo y la noche se avecinaba a paso veloz. ”Por cierto, no crees que ya es un poco tarde para deambular sola por la ciudad con eso entre las manos?” . De alguna forma se sentía algo responsable por hacer que la castaña perdiera su tiempo escuchándolo cuando parecía estar ocupada.

-Lamento entonces la decepción...

en que tono dijo eso? no estaba segura, lo dijo como comentario sarcástico? solo espera no ser descortés, por otro lado era curioso la forma de actuar de este, era educado, tenia sus aires de coqueto pero lo tenia muy al borde que no le incomodaba como el ultimo idiota, sabia respetar el espacio personal. Le escucho con atención y algo le quedo grabado " normalmente la gente no se acerca a mi por la forma en que luzco " a ella le pasaba algo similar, pero eran otros motivos, mas cuando remarco la palabra "vampiro" no pudo evitar tener un tick mental, recordando a un amigo que tenia por ahí, y el muchacho delante de ella no era ningún vampiro, esa onda era muy conocida en Japón.

-Un visual kei -comento como respuesta rápida- me gustaba ese estilo hace un tiempo, aun le tengo cierta preferencia..., tiene aire de eso... espero que no tome como ofensa. Creo entender ese sentimiento del que no quieran acercarse a uno.
 
Al ser japonesa se conocía varios estilos de allí, no se implemento ninguna de ellas por que no sentía que encajaba en ninguna. Desvió un momento la mirada para observar alrededor, había muy poca gente por el lugar, sera por la hora? pero algo la saco de sus pensamientos al escuchar una pregunta extraña.

-eh? -atino a decir primero, pero luego respondió de una manera mas tranquila- pues, si, estoy estudiando justamente eso... aunque no estoy segura de ser capaz de darme cuenta de algunas cosas.

Suspiro de manera suave y volvió a mirarle fijo, algo en sus ojos le tenia confundida, mas trato de ignorarlo y seguir de manera serena. Trataba de seguir el consejo de su prima Lotte, ser un poco mas abierta con la gente o no verse tan seria y dura como acostumbraba ser, tampoco perder la esencia de una, simplemente era un buen consejo si quería avanzar en su futuro como vocalista cuando se graduara de la escuela. Ademas ser un poco mas social ayudaría para manejarse en la escuela y que dejaran de tenerle "miedo".

Trato de no pensar demasiado en ello y solamente seguir siendo educada y no dejar al chico hablando solo; una pregunta obvia llego de su parte y si, se estaba haciendo tarde, pero no tenia apuros de volver a casa, tal vez...

-La verdad es que salí tarde de la escuela y fui a buscar un recado aquí cerca... debería decir lo mismo sobre usted?

Al oír a la joven decir casi por reacción “Un visual Kei” dejó escapar una pequeña y sútil risa, era la primera vez que no tenía que aclararlo y que alguien le distinguía sin decir que pertenecía a una secta, que asaltaba tumbas ni nada de eso, sin duda Antoinette le agradaba.

“La verdad es que me halaga mucho, la gente suele imaginar cualquier cosa menos que es un movimiento estético-músical“Agregó remarcando la resignación en eso último, ciertamente… las personas muchas veces le juzgaban antes de oírle cantar, por lo que, más allá de los bares bajos de Berlín no había podido demostrar ante nadie más sus habilidades. De hecho, la perdida Rapunzel sería la primera en oírle desde que llegó a Glass City. No pudo evitar sorprenderse ante el comentario de la castaña, cuál sería el motivo por el cual los demás no se le acercarían? Hasta el momento era agradable, además de ser atractiva y cortés, quizá tenía alguna afición extraña, una mascota exótica o sencillamente se dedicaba a cantar black metal o algo así, de otro modo no entendía nada.

“Dime, Antoinette…acaso estás en un grupo de Black metal, una religión extraña o algo parecido?” preguntó totalmente intrigado y casi por reflejo, él no creía en las preguntas tontas ni innecesarias, si no sabía algo preguntaría sin miedo. Aunque le perturbaba un poco imaginar a la hermosa castaña con el rostro pintado y una cruz invertida en la frente.

Le dedicó una mirada curiosa, por más que la observaba no podía entender el motivo por el cual su contraria haría un comentario que dejaba ver cierta inseguridad y soledad. Pudo notar mientras le miraba que asintió ante su pregunta de si estudiaba música, lo que le alegró. Blake no creía en la competencia insana, para él; mientras más rivales existiesen en la música mejor, después de todo, eso lo hacía más interesante.

“Lo sabía” exclamó con total seguridad “ “Era casi imposible que no fueses alguien que se dedicase a la música, sabes? puede sonar ridículo, pero tengo la suerte (Y la desgracia) de ser algo así como un imán de músicos” se sentía bastante cómodo con la chica, además luego de llevar una semana en la ciudad y no hablar con nadie comenzaba a aburrirle el silencio, hablar con Reita no era lo mismo que hablar con una persona, él amaba a su reptil amigo, pero este nunca respondía o le miraba, o prestaba atención....sencillamente le ignoraba.

“La escuela…entonces estar hablando contigo me hace parecer un delincuente acosador de escolares , no? Genial, no bastaba con mi apariencia, ahora debo verme doblemente sospechoso”dramatizó un poco, jugando con sus manos como si estuviese actuando un personaje para luego reír, así era él, un tanto ridículo y tenía la mala manía de decir cosas en son de broma, pero que podían hacer enojar al resto.

“ “Sobre mi? Bueno, volvemos al primer punto y es que los demás no se me acercan los demás. O sea…” hizo una pausa y se puso pensativo “Creo que mis únicos amigos en esta ciudad son los policías que siempre están acechándome... Ves?” Señaló, se podía ver a una distancia no tan lejana de la pileta a un guardia del parque, observándolos de reojo “Pero es normal, no me hace sentir mal ni nada, de hecho es gracioso esperar a que se acerquen” suspiró con algo de resignación.

“Así que…digamos que puedo volver a casa a la hora que quiera, no hay nadie esperando mi regreso…

-es normal para la mayoría que no conoce Japón, entre otros tantos movimientos estéticos....

Recordaba su vuelta a la escuela de Kyoto cuando por un largo periodo la creyeron una Sukeban, por la mera pinta y actitud, aunque no estaba lejos de la idea, pero si del objetivo. Era curioso encontrar a alguien que compartía el mismo problema con la gente, pero a el era por apariencia, en cuanto a ella era por su carácter y su actitud que poco a poco iba controlando. Noto como se la volvió a quedar mirando, a lo que ella frunció el ceño un tanto incomoda, mas no dijo nada puesto que aun conservaba su espacio personal desatando después una pregunta del azabache.

-No, canto una mezcla de rock y metal gótico con algo de dark ambient.... y en cuanto a religión extraña, no creo que el Shinto sea extraño en una japonesa. Simplemente no soy muy sociable con la gente, me tienen miedo la expresión de mi rostro....

Suspiro de manera pesada, era un tema que le molestaba puesto que era algo difícil de ignorar, si bien tenia gente que no le tenia miedo y al contrario, la trataba de manera cordial, el numero de aquellos que la juzgaban era mas grande.
Podría sonar exagerado de su parte, pero el joven le estaba cayendo bien a la primera, acaso estaba teniendo suerte? ya le paso hace algunos meses con otra persona en el mirador y estos casos eran especiales, no debía desaprovecharlos, aunque el muro que ella mismo creo para protegerse del dolor que podía ocasionarle otros aun se sostenía en pie.

-un imán de músicos? eso suena interesante...

Ladeo la cabeza un poco mostrando un leve gesto de curiosidad, mas no pudo evitar arquear una ceja con su comentario después de decirle que también podría ser algo tarde para el. A poco era tan exagerada la impresión de los demás sobre el? ella lo veía como un joven común y corriente siguiendo una estética en particular, la gente si que era complicada... giro la cabeza en dirección a donde le señalaba y pudo ver aquel guardia del parque observan donde ellos se encontraba.

-A mi no me parece ningún acosador o cosa extraña, pero la gente es cruel cuando es ignorante...

Le observo de reojo y escucho atentamente sus palabras "no hay nadie esperando mi regreso…"  nadie? eso era... deprimente, incluso para ella, solamente se quedo un minuto en silencio meditando la situación, seria imprudente lo que diría? le caía bien y no lo veía como un mal sujeto.

-bueno, si no es mucha imprudencia, podríamos compartir números de teléfono... digo, así no te sientes tan solitario en esta ciudad.... digo, si no te molesta

Podría ser una PÉSIMA idea, pero realmente no pensaba así. Coloco la caja debajo de su brazo y de su bolso de la escuela saco un pequeño anotador con un boli.

-Comúnmente salgo mucho antes de esta hora de la escuela... hoy fue un caso especial, pero puedo responder mensajes en mis tiempos libres.

dijo mientras escribía el numero de su móvil para luego extenderselo. Esperaba que el hiciera lo mismo, solo por mera seguridad y no quedar como una tonta.

 “Rock y metal gótico!?” exclamó sin medir el volumen de su voz al sorprenderse, pero no era una sorpresa que llevara espanto o algo de esa índole consigo, muy al contrario, era admiración. No quería sonar cliché, pero realmente sólo había conocido a idols del pop en lo que respecta a cantantes femeninas, por lo que, conocer a una chica que se dedicaba al rock y ¡wow! Al metal, era algo sencillamente único. Su emoción infantil tuvo un freno al oír las siguientes palabras de la castaña “Tienen miedo a la expresión de mi rostro” ¿Qué tenía de malo su expresión? Le miró algo extrañado, por más que la analizara con la mirada no podía encontrar la anomalía que alejaba a las personas.

“Hahaha~ tú crees que es interesante?” preguntó con una sonrisa algo nostálgica en los labios, interesante… esa palabra era la primera que utilizó un músico para referirse al pelinegro, sin duda alguna le encantaba seguir transmitiéndola sin importar el paso del tiempo.

“Es gracioso oírlo, a mis padres les molesta que atraiga tantos músicos, ya sabes ellos esperan que…” de pronto se quedó en silencio, qué estaba haciendo?, parpadeó un par de veces meditando lo que casi decía, no podía decir nada sobre su pasado ni las aspiraciones de sus padres en él, río algo nervioso y trató de desviarse de las auto referencias “Ya sabes, a la mayoría de los padres no les gusta que sus hijos sean músicos, hahaha~” sentenció como si hablase de cualquier cosa.

“Woah, siento que podría abrazarte, gracias por no pensar que soy extraño!” exclamó con sinceridad infantil y una gran sonrisa “Pero no te preocupes, no haría tal cosa como invadir tu espacio a buenas primeras, veo que te gusta mantenerlo y lo respeto” agregó un poco más serio, más,  sin borrar de sus labios el gesto de simpatía. Realmente la chica frente a él era agradable y aunque a veces Blake hablaba de más, de cierta forma sentía que podía desmedirse un poco, siempre y cuando no se excediera ni traspasara los obvios límites que su contraria establecía con su lenguaje corporal.

Sus monerías se detuvieron de golpe cuando la joven -de pronto- hizo un ofrecimiento inesperado, Intercambiar teléfonos pensó, era en serio? Era la primera vez desde que llegó a Glass City que alguien tenía interés en seguir hablándole, que alguien no demostraba incomodidad con su extravagante apariencia ni le evitava, definitivamente había encontrado a la princesa Rapunzel y él estaba bajo la torre admirando como esa dulce chica no tenía velos ideológicos, prejuicios ni ninguna de las crueldades humanas clásicas de la sociedad. Sencillamente dentro de su mundo no había espacio para juzgarlo, si que había valido la pena salir a buscar Merveilles Records esa tarde y por sobre todo, detenerse en aquella plaza.

Esbozó una sonrisa antes de abrir sus labios ” Me hace inmensamente feliz, me sentiría honrado de tenerte como mi primer contacto en el móvil, pequeña Rapunzel… perdón, quiero decir…Antoinette” La verdad le había llamado tantas veces Rapunzel en su mente en este pequeño transcurso de tiempo que fue casi automático y pese a que había sonado algo deprimente su última oración no había dejos de tristeza en su voz, muy por el contrario. Ciudad nueva, vida nueva, amigos nuevos, así lo veía él. Tras dejar Alemania había dejado atrás su pasado y sólo quería disfrutar el presente para poder tener un buen futuro haciendo lo que le hacía feliz, lo que les hacía felices.

Escuchó atentamente las palabras de la castaña y río un poco ante lo dulce que era, pero de forma discreta, tratando de ser imperceptible. Al ver como ella anotaba su número extendió su mano para recibir el papelito que guardaba lo que sería una conexión entre ambos, aprovechó la poca distancia de sus manos para coger el bolígrafo de su contraria “Lo tomaré prestado, si?” agregó para luego anotar su número al otro extremo de la hoja y proceder a cortarlo para quela castaña lo guardase, más, no sin antes dejarle un pequeño Danke Schön -gracias- al costado inferior del número.

“Pues entonces trataré de no interrumpirte mientras estés en clase, aunque probablemente si Reita hace algo gracioso no pueda evitar enviarte una foto, pero eso no pasa muy seguido, es un tanto gruñón” le comentó con una expresión de terror, sólo recordar a su reptilinano compañero y lo poco afectivo que era le hacía replantearse el tener un perro.

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Usser words:

-Reita?

Pregunte apenas ladeando la cabeza, no recordaba si había hecho mención de quien o que era el portador de ese nombre. Cuando me tendió el papel con su numero y nombre, lo guarde en la libreta la cual guarde en mi bolso.
Escuche sobre el criterio de sus padres con respecto a ser músico, para mi suerte los míos habían sido bastante flexibles con ese tema y hasta me apoyaban, al menos mi madre mas que nada.

-Los padres aveces son algo.... cerrados, los míos no se quejaron cuando decidí seguir la música, creo que hasta se sintieron aliviados de que escogiera algo por mi cuenta y no sentirme obligada con alguno de los dos lados...

observe como el atardecer iba descendiendo a la noche, mejor era empezar a caminar antes de que en casa empezaran a llamarme miles de veces al móvil.

-Se esta haciendo tarde... te aconsejaría que vayas de regreso, esta ciudad esconde seres en la noche que pueden ser algo peligrosos.... tengo que seguir por estar ruta por si quieres seguir hablando.

Acomode mejor mis cosas y observe como los faroles de la plaza comenzaban a prenderse uno por uno, era la hora pico y la gente estaba apresurada a subirse a los buses o entrando a los subterraneos, por suerte mi casa no estaba lejos y podía ir tranquilamente a pie y ahorrarme todos esos problemas.

-claro si es que sigues por el mismo camino.

No quería ser mal educada o pesada, era una persona agradable y respetaba el espacio ajeno, apenas contaba con los dedos de una mano la gente que me encontraba así.