Kamui Amakura

El viento ha contado historias de lo sucedido¿Cuanto tiempo las personas narran la historia de nuestras acciones? Japón entero nos conocía y aún así la historia dio un vuelco inesperado. 
"Alaben al Okami para que este sea benevolente con nosotros, guarden respeto al leal youkai si quieres que tus plantaciones sean protegidas, no olviden ofrendar al mensajero divino de la montaña, nuestro hogar. Ellos mantendrán alejados a los jabalíes y otras bestias"


Mi nombre es Kamui, okami de las montañas, creo que con aquella introducción no es necesario hablar tanto de lo que un okami hace.
Verán,si, claro que si, soy antiguo tan antiguo para poder crear un poco de historia. Pues como entenderán, como buen mensajero y youkai entendí siempre mi labor. Los humanos me agradaban, en especial los de las montañas cercanas a Honshu y Shihoku.
Somos escasos y por lo mismo no era necesario que nadie más que yo protegiera ese gran poblado al ser tan antiguo y poderoso. Los amaba, ¿cómo olvidar el sabor del sekihan a modo de regalo que me entregaron cuando nací? los vi crecer por años, también morir y creo que aquello fue también porque aprendí a amarlos. No me molestaba protegerlos, ellos también me amaban, me alababan...el problema es que amé demasiado.

Me enamoré de Tsuki, humana, sacerdotisa, el puente de oraciones de ellos hacia a mi, hermosa mujer que me recordaba cada una de las cosas que más amaba. Pálida como la luna, ojos oscuros como la noche, una voz tan extasiante como el resonar en un bosque...ella lo supo desde el primer momento por eso me cogió entre sus brazos, me hechizo con esos ojos de anochecer. Pero era feliz...ni siquiera las ofrendas o la carne era tan delicioso como sus labios o su tan peculiar perfume. Fueron años de prosperidad, años.

Pero un día las ofrendas dejaron de llegar, esperé paciente, les di una oportunidad, le comunique a mi amada que hablara con ellos porque tampoco es algo tan facil de ir he irrumpir en un poblado, le dije que les hiciera entender que estarían en peligro. Ella accedió sonriendo y me encaminé a lo profundo de las montañas, como siempre, esperando, cazando para que nada malo sucediera.
Lo que vi al regresar fue algo que me encolerizo, mi amada Tsuki, sus ropajes rotos, ella tumbada en el suelo, débil y frágil. La sostuve en mis brazos. -Los aldeanos no me quisieron escuchar, ellos han profanado las creencias, han dejado de respetarte, ellos han escupido sobre tu benevolencia...Kamui, trataran de alzarse mañana al amanecer...se reunirán y querrán matar a los tuyos, a los pocos que son tu familia, castigalos! Mátalos esta misma noche!
[No podía permitir tal cosa..No podía permitir que aquellos a los cuales siempre había protegido trataran de destruirnos!
Y esa noche, sin preguntar(y también enceguecido por mi furia, lo reconozco. ) El rojo tiñó los tatamis, la luna no respondió a mi llamado, sólo entendí luego la razón.

Fue un error, realmente lo fue. Asesiné a gente inocente, no profundizaré más en el tema, porque realmente no me gusta hablar de ello(en realidad odio ventilar mi vida y mi propia deshonra )...pero al cometer tal acto el dios de la montaña me dejo como un vagabundo...fue así como nació la leyenda del okuri okami pues, aún cuando una humana destruyó todo lo que amaba, protegía y robó algo sumamente importante para mi...seguí creyendo en los humanos. Los ayudaba en los bosques cuando se perdía y si demostraban ser lo bastante astutos como para tratar de seguir, los encaminaba y se salvaban. Ellos en pago me alimentaban al llegar a casa. Claro, si eran tan estúpidos como para no entender la situación...mi instinto de supervivencia era más fuerte y los engullía. No me enorgullezco de ello.

Y pues bien, he viajado muchísimo, es así como llegué a esta ciudad, siempre he amado la música...y aunque no lo crean aún busco lo que me han robado, quizás con menos ahínco que antes...quizás la verdad sólo busque una razón para seguir confiando en la humanidad