[ROL PRIVADO] La nueva profesora - Danielle Lavezzi

Ya llevaba casi seis meses estudiando en Musette y ya había logrado adaptarse al 100% con las clases y con los alumnos, ya aprendió como dar las clases para que fueran más amenas y no tan aburridas y que sus alumnos se aburrieran. Ella daba la asignatura de música, concretamente el del piano, pero claramente antes de saber usar el instrumento los alumnos deben saber primero las notas y ubicarlas y como deslizarse por el teclado.

Había entrado a trabajar a las ocho de la mañana y justo llega la hora de comer, la hora de descansar para profesores y alumnos y sobre todo el papeo de turno. Como que a la tarde tienen clase, los alumnos pueden irse a casa pero algunos profesores prefieren quedarse en la sala de profesores a seguir organizando las clases y comer. Y, claro está, a charlar un poco.

Pero eso es otro cuento aparte. Cuando la morena terminó de comer, decidió ir a tomar un poco de aire ya que llevaba demasiadas horas dentro del centro. Así que mientras camina por los pasillos y le respondía al mensaje que le mandó su preciosa novia, se dirigía directa a la terraza. Mayormente la gran mayoría coge el ascensor por vagancia, pero Sora no, a Sora le gustaba hacer ejercicio así que coge directamente las escaleras. Pero sólo le da tiempo a girar la esquina que da a las escaleras que enseguida se choca sin querer con alguien.

-Ou… Perdón, ¿te hice daño? –Pregunta atendiendo a esa persona enseguida.

La chica no duda ni un solo segundo en agacharse y ayudar a la chica a recoger todos los papeles del suelo, así extendérselo simultáneamente que se ponían en pie. Pestañea un par de veces y ríe con mucha suavidad.

-Es un bonito halago, gracias –Agradece por su comentario ante su condición física.

Igual que su compañera la había mirado para analizar si era una alumna o no, Sora hace lo mismo, pues parece ser una chica joven y por las horas que son, sin duda alguna no podía ser una alumna y muchísimo menos por todo el papeleo que llevaba encima. La chica no duda en extenderle la mano, a lo que Sora la estrecha con gran educación.

-Un gusto Danielle, mi nombre es Sora –Se presenta de igual forma- Estás en la planta de los alumnos de primer año de todas las carreras que damos, como ves, las plantas son inmensas –Comenta viendo a su alrededor, para dar apoyo a su argumento. La vuelve a mirar- Entonces puedo deducir que eres una de las nuevas profesoras que han llegado en esta semana, ¿a dónde quieres dirigirte? Puedo guiarte sin problema alguno –Sonríe con mucha amabilidad.