Good Morning [Libre]

El día había ido muy bien hasta ahora. Claro que por "día" se refería a las primeras horas de la mañana, y por "muy bien" se refería a terrible, a feo con f de foca, a un día tipo "por favor mstenme para acabar con mi sufrimiento".

En primer lugar Nora la había despertado a las cinco de la mañana al terminar cayéndose directo en el estomago con todas las ganas del mundo; luego, al darse cuenta de que no iba a poder dormir otra vez, fue hacia su computadora, solo para encontrar que la señal de internet había decidido joderle la vida cortándose cada 15 minutos, impidiendo que pudiera alejar su mente de la hora que era, al punto que terminó gastando tres horas de su vida intentando arreglarlo. Y al final, ni había podido desayunar luego de cocinar su comida, porque Yara le insistía constantemente en que la sacara a pasear (y por insistía se refería a montarse le en las piernas y no dejarla alcanzar su comida). Así que en eso estaba ahora, caminando con una bolsa con los cuatro emparedados que eran su desayuno en su mano izquierda, y una correa en su mano derecha siendo tensada por el can que caminaba frente a ella. Ni había podido tomarse su café matutino.

Sabia que su rostro mostraba su molestia, de eso no tenia duda alguna: ceño fruncido, hombros tensos y la nariz arrugada, su apariencia era un contraste total con su cachorra, que, por supuesto, caminaba frente ella a un paso alegre, con su cola en alto y su hocico abierto en una mueca casi feliz. Que par debían hacer para los demás transeúntes. Y aun mas cuando Yara volteo aver a su dueña con una expresión de súplica.

- A mi no me veas con esa cara, llegamos al parque, te suelto y como, esoestodo, no te creas que vamos a jugar ni nada por el estilo, ¿me escuchas? -al terminar de decir eso ya estaban llegando a la entrada de su destino. No era la primera vez que venían al parque, así que luego de ubicar una banca vacia Alek simplemente se arrodilló, para asegurarse de que Yara tenía sus placas con su nombre y número- recuerda no molestar a nadie, a menos que te molesten primero, ¿ok? -fue lo último que dijo antes de soltar su pequeña bestia, y esta salio corriendo, probablemente persiguiendo una mariposa que había visto de antemano o algo parecido. Lo bueno de Yara era que estaba muy buen entrenada, y sabía que no debía alejarse demasiado de ella.

Alek simplemente fue a la banca que había visto antes y se sentó, sacando la primera de las cuatro partes de su desayuno, lista para comer. Podia oír los ladridos alegres de Yara mientras perseguía un pájaro alrededor de la fuente, y eso la hizo sonreír un poco; comenzó a comer, sujetando la comida con una sola mano, y la otra la usó para colocarse uno de los dos audífonos y para darle Play a la música, dejando que los tonos de Studio Killers resonara en su cabeza.

Varios minutos debían haber pasado, tal vez una hora? un poco más? en cualquier caso, el sol estaba ligeramente más alto que cuando había llegado, la bolsa en la que había traído su comida estaba vacía en su bolsillo y sus manos estaban guardadas en los bolsillos de su chaqueta. Observaba a Yara mientras que corria de un lado a otro, olfateando a su alrededor, y siendo perseguida de lejos por algunos niños que estaban en la plaza ahora que ya era un poco más tarde.

Estiró sus brazos hacia el cielo y suspiró, sonriendo, viendo hacia el cielo, disfrutando de la música electrónica que reverberaba en sus oídos; su mal humor de antes había evitado que nadie se sentara cerca de ella, por lo que simplemente apoyó sus brazos en el respaldar de la banca y cerró los ojos para descansar, tal vez podría tomar una siesta?… eeeh mejor no, pronto la plaza se llenaría más de lo que ya estaba, y además Yara pronto teminaría sus ‘ejercicios matutinos’ así que no faltaba mucho para irse. Bostezó una vez más, y se quedó completamente quieta, disfrutando del aire que golpeaba ligeramente su rostro, cuando escuchó como alguien le hablaba.

- hmmm? -abrió uno solo de sus ojos, y observó con el rostro tranquilo a la persona que le habló, manteniéndose en silencio total por varios segundos, antes de sonreír de lado- no, no está ocupado -con calma estiró sus brazos sobre su cabeza  antes de enderezar su espalda, cerrando los ojos de nuevo antes de abrir ambos- aunque no se si haya suficiente espacio para ambos, tu y tu carga -terminó de decir, aun sonriente, mientras señalaba la pecera en los brazos del peligro frente a ella.

Tal vez si ella se arrimaba un poco hacia el lado en el que estaba podría hacer espacio para ambos. Tal vez. Pero para eso se tendría que mover, y no era fanática de esa idea ahora mismo.