{ P } Y cuando lo extraño coincide

El clima desde día podía considerarse perfecto: el sol brillaba, pero no con demasiada fuerza, no habia ninguna nube en el cielo que puediese llegar a cubrirlo y la soplaba una suave brisa, no lo suficientemente fuerte para causar frío, pero si suficiente como para mantenerlo refrescado a uno; era el clima perfecto para un picnic con la familia, tal vez un paseo con alguna mascota, o simplemente ir a un parque con unos audífonos a pasar el rato... O también

"El clima perfecto para oír los gritos de terror de cientos de personas mientras caen voluntariamente por corrientes de agua empinadas" fue lo que pensó Alek al momento en que una familia de tres pasaba volando a gran velocidad al lado suyo, gritando como si no hubiese un mañana.

Se había decidido a ir al parque acuático esa mañana, con intenciones de liberarse del calor que no se queria ir de su apartamento esa mañana; pero Alek, ¿a caso no detestabas las multitudes? Pues si, mis niños, yde haber sido un día normal no habria ido a un lugar tan lleno de gente como un parque, pero se había decidido luego de ver uno de esos mensajes de '¡sal de tu zona de confort!' online, y aparentemente esa era la mejor opción que se le había ocurrido en el momento. Si bien su apariencia era "de playa", estaba pensado mas bien para dar un mensaje: su traje de baño de dos piezas consistía de un short negro con bordes lila que cubría un tercio de su muslo, y la parte superior era cubierta por una camiseta que llegaba oirencima de suhombligo,con mangas que dejaban libres sus hombros, con los colores tres gris, blanco y negro en franjas en ese orden y las palabras "I don't give a fuck... Literally" escritas en lila (oh, redBubble, las cosas que puedes darnos)

En ese momento estaba en una fila... Y había estado en esa fila desde hacia ya como mínimo quince o veinte minutos, bajo el sol, con el cabello aun ligeramente mojado por la ultima caída que había tenido hacia menos de media hora. Podía sentir el gruñido de molestia que amenazaba con surgir de su garganta, y de hecho estaba a punto de dejarlo salir cuando escuchó unas palabras ser dichas tras de ella, y no pudo evitar reir un poco por lo bajo, antes de pasar sus manos de estar en su cintura a cruzarse frente a su pecho, y luego voltear a ver a quien fuera que lo hubiese hablado.

- Mejor vamos preparando las lápidas, porque de aquí no salimos hasta un buen rato -y volvió a ver la escalera un momento- ya puedo imaginármelo: "Q.E.P.D. Aleksandra, un As menos en el mundo" -eso ultimo lo dije al ojear la camiseta que tenia puesta el otro, era una prueba simple y si la pasaba, tal vez podía florecer en una hermosa amistad.

¡Al fin alguien interesante en la multitud de gente que había en el parque! Felicidades para ella, “permítanme darme unas cuantas palmadas en la espalda, fue un misión difícil pero lo logré, quisiera dar gracias a la academia-“ y su discurso hubiese continuado, si no fuese porque quien tenía adelante le estaba respondiendo, y lo que dijo no hizo más que hacerla reir un poco, antes de poner un rostro serio y asentir, como  si fuese un tema muy importante.

- Si, si, mis amigos probablemente tendrán que encargarse de mis mascotas, y se preguntarán “¿Porqué tuvo que irse?” y les responderán “No pudo evitarlo, era su tiempo para ascender a un nuevo plano de su existencia –e hizo la moción de desfallecer dramáticamente.

Al ver la cara del hombre tras el otro (había dicho que se llamaba Kaher, no?) no pudo evitar que el aire saliera por su nariz haciendo un sonido no muy elegante, a causa de estar aguantándose su risa.

- Sería bueno, si, pero ya puedo imaginarme a toda la gente confundida, no podrán asimilar que hayamos sido asesinados por la espera en una fila, culparan al parque… o dirán que teníamos una terrible condición física, l o que se les ocurra primero –y se encogió de hombros.

- Y asumo que tu eres Khaer, ¿no? Encantada –le respondió, aunque probablemente hubiese sido tragado por los alaridos de la pareja que pasó volando en la dirección contraria a la fila.

Al estar volteada hablando con Khaer, simplemente dio dos pasos hacia atrás, asegurándose de no chocar con los que estaban delante de ellos en la fila; y especialmente asegurándose de que su cola –bien oculta por un glamour para que los humanos normales no la vieran– no tocara nada.

- ¿“Sería”? Estás diciendo que podría no ocurrir? -preguntó, su rostro pasando a tener una exagerada expresión de ofensa- si me muero y no regreso como fantasma voy y pateo en el estómago a quien esté a cargo de la asignación, demasiada gente me debe cosas, y debo hacer su vida una pesadilla aun después de la muerte –terminó por decir, claro en su rostro lo serio que consideraba el asunto (?).

- Nah, no es ‘asuntos’ en el sentido tal de la palabra… más bien puedes llamarlos “gente que en algún momento me intentaron causar problemas, y ahora yo les quiero causar problemas a ellos”-, y si lo se -dijo haciendo una seña de “stop!” con su mano- podría hacerlo mientras estoy viva, pero aun no encuentro las lagunas legales que me lo permitan.

De inmediato pudo notar el rostro de terror que una de las personas tras Kaher le dedicaba luego de haberla escuchado, y no pudo evitar reír un poco, por lo bajo, pensando en lo que esa persona debía estar imaginando que implicaban sus palabras. Pero bueno, por ‘huecos legales’ se refería más a “como explicar que aparecieron del otro lado del mundo de un minuto para otro”… yep, por muy cómodos que fuesen los poderes mágicos, bien que podían ser una molestia a veces… y ahí iban otros gritos, aunque estos más lejanos… huh, ese otro tobogán también se veía bien, ahora que lo pensaba.

- Hmmm es una buena idea… después de todo empezarían preguntarse si están locos o solo imaginan cosas -rió un poco y vio al cielo- además, sangre en las paredes es muy cliché, por qué siguen poniéndolo en las películas de terror? el último que supe que hacía eso en serio era el fantasma de Canterville, aunque ni siquiera era sangre real, y mira como le fue -su cola se movió de arriba a abajo recordando no solo la historia, sino al mismo Simón de Canterville, llorándole en la oreja, quejándose de lo ocurrido y suspiró pensando en ello, aaah, pobre Simón… haber quedado atrapado con semejante familia…

Huh? oh… oh, personas queriendo ir a lo oscurito con ella solo por ser fantasma… ugh, la le daba escalofríos.

- Ugh, tantos pecadores en el mundo, necesitan la guía de nuestro señor Jesucristo -negó con su cabeza, como si la sola idea de ello le causara dolor- o Alá, o Zeus… no, ya va, Zeus sería una mala idea… en cualquier caso, de cualquier deidad o profeta que les lleve por el camino del bien -terminó de decir, sacudiendo su mentón con molestia- aaah, mejor sigo con la agenda planeada desde antes: quedarme viva, tener más mascotas, comer un montón, y luego repetir -y asintió en aceptación.

Realmente no importaba cuando tiempo viviera, encontrar a alguien con quien se llevase tan bien de inmediato era realmente raro, ¡pero no iba a quejarse! Khmer era alguien con quien podía entenderse, y además parecía tener una edad cercana a la que aparentaba su cuerpo, así que estaría bien que se mantuvieran en contacto como amigos, ¿verdad? Si, eso sonaba bien… Y hablando de sonar bien, no pudo evitar sonreír orgullosa ante la risa del peligro frente a ella, pues si había algo de lo que nunca se cansaría era de aunque fuera hacer reír a la gente. Aunque al oír lo dicho por Khmer se cruzó de brazos y frunció un poco el ceño.

- Bueno, quien sabe sobre la sangre… pero es normal que las personas se asusten por los jumpscares, ¿o no? digo… son creados justo para eso -dijo, antes de encogerse un poco de hombros- no están hechos para causarte miedo sino para asustarte de golpe y hacer que odies al creador de la película o el juego -y lo decía por experiencia propia: nunca jueguen Ju-On mientras están solos, niños, no importa que tanta resistencia le tengan a los juegos de terror; esa es una lección que Alek había aprendido a la fuerza.

- Hmmm… ¿Horus? no lo había pensado… huh, mis conocimientos en mitología egipcia andan un poco oxidados, debería revisarlos un poco - a caso Khaer había estado viendo hacia donde estaba su cola?

No podía asegurarlo, pero eso había parecido antes de que subiese sus lentes… Y eso que le había puesto un glamour no muy poderoso pero eficiente! eso implicaba que probablemente debía tener una relación con el mundo de las criaturas como ella o no?… bueno, no es como si realmente importara.

- ¡Oh! Charla de mascotas, ¡esto me gusta! -dijo toda emocionada, lamentando no tener su celular con ella en ese momento. Si había algo que amaba era presumir a sus bebés- bueno, yo tengo una can conmigo, ¡y también tres adorables gatos! -dijo, mostrando el número con una de sus manos- lo bueno de vivir sola es que no tengo problema con eso, además no me molestaría tener más~ -y entonces se le ocurrió una idea- ¡ah! ¿tal vez en algún momento te podría presentar a Yara? esa es mi Husky

Y con un paso atrás, finalmente estaban a los pies de la escalera. Y entonces lo oyó, y no pudo evitar sonreírle de regreso a Khaer.

- ¡O-ho~ pero que caballero! -y ‘abanicó’ su rostro en una falsa expresión de “swoon”- suena bien, generalmente pediría que me invites una cena primero antes de invitarme a caer por aguas peligrosas, pero me agradas así que haré una excepción -y con eso, mientras veía a los que estaban frente a ellos subir la escalera le sonrió un poco más, y ofreció su brazo doblado a Khaer- ¿vamos?

No podía recordar la última ves que se hubiese llevado tan bien con alguien tan rápidamente; probablemente había pasado en algún momento, pero hacía tanto que ya no podría recordar quién era esa persona. Y ahora aquí estaba, riendo junto a alguien luego de haber hablado de temas que no muchos apreciarían… huh, la vida si podía ser buena de vez en cuando. Quién lo diría?

- Bueno, en ese caso en cuanto nos veamos en libertad de tener aparatos eléctricos con nosotros tendré que verme en la obligación de pedir información de contacto -dijo con la voz sería, como si se tratara de una sentencia o algo parecido- Estoy segura de que Yara apreciaría compañía que no sean tres felinos que se empellida para molestarla desde lo alto de una repisa -aun recordaba el incidente, demasiados ladridos a las dos de la mañana (nunca había agradecido tanto que su horario de sueño fuese horrible, porque habría sido peor ser despertado por ese desastre).

- Oh, en serio? suena bien… en realidad llegué a la ciudad no hace mucho, así que no conozco tantos lugares interesantes -meditó en lo dicho por unos momentos antes de rascar una de sus mejillas algo avergonzada- aunque admito que el 70% del tiempo lo he pasado encerrada en mi apartamento, así que no debería quejarme -se encogió de hombros.

Y con eso empezó el reto de subir al tobogán. En general no debería haber sido tan complicado, pero por supuesto que ella misma lo había hecho más difícil -pero considerablemente más entretenido que tener que subirla uno tras del otro sin poder seguir hablando como antes. Claro que cuando finalmente llegaron a la cima estaba prácticamente llorando de la risa por la situación, pero unas cuantas inhalaciones y frotar su rostro con sus manos la dejaron como nueva. El chico al que Khaer le había dado sus lentes volteó a verla con una de sus manos abiertas para recibir cualquier cosa que llevara con ella, pero un batir de manos y una sonrisa tranquila fueron suficiente para decirle que no llevaba nada que se fuera a perder.

Y luego vio a su acompañante -que por alguna razón estaba negando? bueno, no debía ser importante- y la sonrisa tomó un aire más travieso.

- No sé si será el mejor… pero lo juzgaremos por nosotros mismos -se dirigió a donde estaba el inicio del tobogán e hizo una pequeña inclinación, como caballero mostrando la entrada- jóvenes primero -dijo, como si se tratara de una broma. Y en parte lo era pero… no sería buena idea que él fuese atrás si perdía concentración por la caída y su cola de dejaba ver.

Precauciones, precauciones… tal vez en el futuro no importara, pero por ahora debía continuar con ello.