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Atrapado (+18)
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Atrapado (+18)
Después del extraño encuentro con Marceline, Ayato volvió a su apartamento de madrugada. Se deshizo de su ropa embarrada y orinada, se duchó, llenó los orificios de su nariz con trozos de papel sanitario para detener la hemorragia y se durmió plácidamente.
Al día siguiente pidió una buena cantidad de comida rápida para mejorar sus ánimos: pizza familiar, refrescos y unas cuantas hamburguesas de Mc'Donalds. Sabía que no podía seguir viviendo de ese modo pero no estaba de humor para aprender a cocinar, menos después de esa noche en la que todo parecía salir mal. Estaba cansado, con estrés y el lunes tocaba trabajar otra vez.
Mientras devoraba su comida, Ayato observó el techo de su habitación con aire pensativo y se dijo:
- Ya va siendo hora que me vaya de este chiquero...ni siquiera hay agua caliente y mientras esté viviendo como humano tendré otras necesidades... - consideró, pero ¿no sería más costoso alquilar en otro sitio? Algunas personas compartían piso pero él...él no estaba dispuesto a tener que pasar por eso...además no tenía amigos con quien acordar algo así; - vaya mierda, si Marceline me hubiera convertido todo estaría resuelto... - dejó escapar un gruñido con este comentario, mientras se llevaba agresivamente un pedazo de pizza a la boca.
Prefirió dejar de pensar en tonterías pues tenía que concentrarse en su nuevo objetivo: conseguir información de todos los miembros de Merveilles Records en el lapso de una semana, con eso podría recuperar su vida tal y como la conocía antes.
Ese lunes sus colegas interpretaron el nuevo color de cabello como un simple cambio de apariencia. Ayato pidió permiso a su supervisor para acordar un nuevo horario de trabajo y se lo dieron sin problemas, aunque esto no era más que una excusa para acercarse a las oficinas, el único sitio en el que podía encontrar la información que Marceline necesitaba. Estando allí la secretaria le pidió que esperara en hall, por lo que aprovechó de analizar con la mirada todos los pasillos, pensando en cuál podía llevarle hasta la oficina correcta. "¿Cuál será? Maldición, si pudiera volverme invisible esto sería pan comido..." pensaba con irritación.
Para su fortuna, un manager muy molesto apareció desde su oficina correspondiente y comenzó a increpar a la secretaria por alguna razón, acaparando toda su atención. Ayato aprovechó esta oportunidad para infiltrarse en uno de los pasillos, hasta llegar a una puerta con restricción. Entró sin pensar y por suerte el sitio estaba vacío y parecía ser precisamente uno de esos cubículos donde se archivan los registros. Había varias torres de cajones metálicos llenos de documentos, pero al intentar abrir uno de ellos se dio cuenta de que estaban cerrados.
Después de forcejear unos cuantos cajones escuchó voces: alguien estaba por entrar a esa oficina. Rápidamente se metió en el interior de una taquilla alta, donde tuvo que compartir espacio con los utensilios de limpieza. Guardó silencio, esperando que no le descubrieran.
La puerta se abrió y entraron dos personas. No podía distinguir el sexo de ninguno de los dos pues estaban hablando entre susurros. Ayato decidió esperar hasta que se largaran pero captó el sonido del seguro de la puerta y luego...suspiros fuertes, besos, lamidas, gemidos...
"¡Debe ser una joda! ¡¿Se van a poner a follar aquí mismo?! ¡Al menos déjenme salir!" Gritó en su fuero interno, sin poder creer que estaba metido en esa situación. Echó un vistazo a la rendija de la taquilla, la cual era muy pequeña pero podía ver un poco a través de ella: "Un momento...esa persona...¿acaso no es...?"
Al día siguiente pidió una buena cantidad de comida rápida para mejorar sus ánimos: pizza familiar, refrescos y unas cuantas hamburguesas de Mc'Donalds. Sabía que no podía seguir viviendo de ese modo pero no estaba de humor para aprender a cocinar, menos después de esa noche en la que todo parecía salir mal. Estaba cansado, con estrés y el lunes tocaba trabajar otra vez.
Mientras devoraba su comida, Ayato observó el techo de su habitación con aire pensativo y se dijo:
- Ya va siendo hora que me vaya de este chiquero...ni siquiera hay agua caliente y mientras esté viviendo como humano tendré otras necesidades... - consideró, pero ¿no sería más costoso alquilar en otro sitio? Algunas personas compartían piso pero él...él no estaba dispuesto a tener que pasar por eso...además no tenía amigos con quien acordar algo así; - vaya mierda, si Marceline me hubiera convertido todo estaría resuelto... - dejó escapar un gruñido con este comentario, mientras se llevaba agresivamente un pedazo de pizza a la boca.
Prefirió dejar de pensar en tonterías pues tenía que concentrarse en su nuevo objetivo: conseguir información de todos los miembros de Merveilles Records en el lapso de una semana, con eso podría recuperar su vida tal y como la conocía antes.
Ese lunes sus colegas interpretaron el nuevo color de cabello como un simple cambio de apariencia. Ayato pidió permiso a su supervisor para acordar un nuevo horario de trabajo y se lo dieron sin problemas, aunque esto no era más que una excusa para acercarse a las oficinas, el único sitio en el que podía encontrar la información que Marceline necesitaba. Estando allí la secretaria le pidió que esperara en hall, por lo que aprovechó de analizar con la mirada todos los pasillos, pensando en cuál podía llevarle hasta la oficina correcta. "¿Cuál será? Maldición, si pudiera volverme invisible esto sería pan comido..." pensaba con irritación.
Para su fortuna, un manager muy molesto apareció desde su oficina correspondiente y comenzó a increpar a la secretaria por alguna razón, acaparando toda su atención. Ayato aprovechó esta oportunidad para infiltrarse en uno de los pasillos, hasta llegar a una puerta con restricción. Entró sin pensar y por suerte el sitio estaba vacío y parecía ser precisamente uno de esos cubículos donde se archivan los registros. Había varias torres de cajones metálicos llenos de documentos, pero al intentar abrir uno de ellos se dio cuenta de que estaban cerrados.
Después de forcejear unos cuantos cajones escuchó voces: alguien estaba por entrar a esa oficina. Rápidamente se metió en el interior de una taquilla alta, donde tuvo que compartir espacio con los utensilios de limpieza. Guardó silencio, esperando que no le descubrieran.
La puerta se abrió y entraron dos personas. No podía distinguir el sexo de ninguno de los dos pues estaban hablando entre susurros. Ayato decidió esperar hasta que se largaran pero captó el sonido del seguro de la puerta y luego...suspiros fuertes, besos, lamidas, gemidos...
"¡Debe ser una joda! ¡¿Se van a poner a follar aquí mismo?! ¡Al menos déjenme salir!" Gritó en su fuero interno, sin poder creer que estaba metido en esa situación. Echó un vistazo a la rendija de la taquilla, la cual era muy pequeña pero podía ver un poco a través de ella: "Un momento...esa persona...¿acaso no es...?"
Última edición por Ayato el Miér Sep 07, 2016 12:44 pm, editado 1 vez
Re: Atrapado (+18)
Haber vuelto a sus andadas le gustaba, pero esas 5 semanas en el hospital le hicieron que extrañara algo muy necesario para Katherine. Quería sexo y lo quería a la brevedad posible. Volvió a ser activa en los sitios de encuentros casuales y le tomó poco tiempo en encontrar a alguien dispuesto a tener sexo en su horario disponible, en el día en que no tenía clase.
Pero el destino era cruel, oh si. Quien se había ajustado a una cita era justamente un manager del sello e hizo las cosas incómodas. Resultaba que ambos tenían el mismo gusto en común de sexo desenfrenado... y pronunció las palabras mágicas que le hicieron dudar poco.
- Sexo con riesgo. ¿que tal si lo tenemos en el edificio?
Siempre había tenido ganas de tener sexo casual y con el riesgo de ser atrapada. Quería hacerlo y esta vez maldecía de no haberse transformado en jovencita y cambiado de aspecto para que fuera menos peligroso. Si no le reconocían, el riesgo solo se limitaría a "atraparon a una chica y a un tipo cogiendo en un lugar indebido".
Pero era ella... y no podía decir no.
Le pidió que le viera al menos una hora después, pues iba a preparar todo para que fuera inolvidable y ella, tan ambiciosa como siempre, supo esperar. Dejó que pasara la hora y se dirigió a Merveilles Records, siguiendo sus indicaciones hasta llegar al piso correcto y pedirle a la secretaria si podía ver a aquel manager. La mujer llamó de nuevo al hombre y este prosiguió a dirigirla a un cuarto que no parecía de oficinas.
- Aquí no nos molestaran, solo es el lugar de papeleo.
- Entonces vamos a empezar~
Las preliminares fueron excitantes y ella se dejó besar y masturbar con él mientras intentaba mantener bajo el volumen de su voz. Los dedos le torturaron y emocionaron que decidió devolverle el favor un rato después, para lo cual empezó a chuparle su miembro con gran maestría.
Pero el destino le volvió a ser cruel e hizo que aquel hombre tuviera un gatillazo y se corriera antes de tiempo. El manager estaba apenado y argumentaba en titubeos que el no era así, que tal vez la emoción le cobró demás haciendo correrse rápido. El tipo intentó levantarsela masturbándose, incluso Kath intentó ayudar pero no pareció que se volviera a levantar, pero terminó escapándose a los baños, pidiendole a Kath que no se fuera pues volvería ya listo para tener sexo.
- Fuck! - se dijo ella sola en ese lugar mientras pateaba una caja de cartón con papeles, no importándole que había en ellos - Excelente Kath, vuelves a tener sexo y resultaste con un tipo con erección precoz - Aún encabronada ella fue a sentarse en una silla y sacó su celular para jugar a algo en lo que el otro regresaba, para lo cual pensaba que le tomaría un rato.
Pero el destino era cruel, oh si. Quien se había ajustado a una cita era justamente un manager del sello e hizo las cosas incómodas. Resultaba que ambos tenían el mismo gusto en común de sexo desenfrenado... y pronunció las palabras mágicas que le hicieron dudar poco.
- Sexo con riesgo. ¿que tal si lo tenemos en el edificio?
Siempre había tenido ganas de tener sexo casual y con el riesgo de ser atrapada. Quería hacerlo y esta vez maldecía de no haberse transformado en jovencita y cambiado de aspecto para que fuera menos peligroso. Si no le reconocían, el riesgo solo se limitaría a "atraparon a una chica y a un tipo cogiendo en un lugar indebido".
Pero era ella... y no podía decir no.
Le pidió que le viera al menos una hora después, pues iba a preparar todo para que fuera inolvidable y ella, tan ambiciosa como siempre, supo esperar. Dejó que pasara la hora y se dirigió a Merveilles Records, siguiendo sus indicaciones hasta llegar al piso correcto y pedirle a la secretaria si podía ver a aquel manager. La mujer llamó de nuevo al hombre y este prosiguió a dirigirla a un cuarto que no parecía de oficinas.
- Aquí no nos molestaran, solo es el lugar de papeleo.
- Entonces vamos a empezar~
Las preliminares fueron excitantes y ella se dejó besar y masturbar con él mientras intentaba mantener bajo el volumen de su voz. Los dedos le torturaron y emocionaron que decidió devolverle el favor un rato después, para lo cual empezó a chuparle su miembro con gran maestría.
Pero el destino le volvió a ser cruel e hizo que aquel hombre tuviera un gatillazo y se corriera antes de tiempo. El manager estaba apenado y argumentaba en titubeos que el no era así, que tal vez la emoción le cobró demás haciendo correrse rápido. El tipo intentó levantarsela masturbándose, incluso Kath intentó ayudar pero no pareció que se volviera a levantar, pero terminó escapándose a los baños, pidiendole a Kath que no se fuera pues volvería ya listo para tener sexo.
- Fuck! - se dijo ella sola en ese lugar mientras pateaba una caja de cartón con papeles, no importándole que había en ellos - Excelente Kath, vuelves a tener sexo y resultaste con un tipo con erección precoz - Aún encabronada ella fue a sentarse en una silla y sacó su celular para jugar a algo en lo que el otro regresaba, para lo cual pensaba que le tomaría un rato.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
Mensajes : 550
Fecha de inscripción : 04/04/2013
Re: Atrapado (+18)
Katherine Howell. Estrella de la ópera y actual maestra en la escuela Musette. No había tenido la oportunidad de interactuar con ella pero la conocía por las revistas y los artículos de personajes ilustres de la ciudad, y vaya que le sorprendía verla follando con un tipo en medio de las oficinas de Merveilles. La prensa podría degustarse de lo lindo con este hecho.
Ayato escuchó todo desde el pequeño cubículo metálico, con la frente pegada a la puerta. Se sentía sofocado y sus mejillas se encontraban calientes, pues si bien ese tipo de escenarios voyeristas no eran lo suyo, la situación le avergonzaba bastante. ¿Cómo podía salir de allí sin ser descubierto? Si tuviera sus poderes de siempre podría volverse invisible y partir como la brisa de ese lugar. Los presentes pensarían que se trataba de un fantasma o de un viento inoportuno que acababa de colarse. Pero en esos momentos estaba privado de cualquier ventaja sobrenatural, sólo era un simple humano.
"Tendré que esperar a que terminen lo suyo..." concluyó, molesto.
¿La parte buena? Katherine también estaba en problemas, así que si acababa descubriendo a Ayato él igualmente podría chantajearla. Esta idea le dio un poco de esperanzas...quizá y podía hasta negociar con ella. ¿Qué tal si su pareja sexual tenía la llave que necesitaba para abrir los archivadores? Estaba siendo excesivamente optimista, pero en este tipo de contextos cualquier cosa podía suceder, más valía mantenerse en guardia y estudiar todas las posibilidades.
Movido por la idea, volvió a echar un vistazo a la rendija del casillero y comprobó que el sujeto se había corrido antes de tiempo, y que la mujer no lucía muy satisfecha por eso. Ayato resopló sin querer, intentando aguantar una risotada burlona, pero sólo entonces se dio cuenta de que el sonido que había dejado escapar sonó lo suficientemente fuerte como para que Katherine lo captara. Por fortuna, ella estaba sola y el tipo acababa de marcharse a empalmar otra vez.
¿Le habría escuchado?
Ayato escuchó todo desde el pequeño cubículo metálico, con la frente pegada a la puerta. Se sentía sofocado y sus mejillas se encontraban calientes, pues si bien ese tipo de escenarios voyeristas no eran lo suyo, la situación le avergonzaba bastante. ¿Cómo podía salir de allí sin ser descubierto? Si tuviera sus poderes de siempre podría volverse invisible y partir como la brisa de ese lugar. Los presentes pensarían que se trataba de un fantasma o de un viento inoportuno que acababa de colarse. Pero en esos momentos estaba privado de cualquier ventaja sobrenatural, sólo era un simple humano.
"Tendré que esperar a que terminen lo suyo..." concluyó, molesto.
¿La parte buena? Katherine también estaba en problemas, así que si acababa descubriendo a Ayato él igualmente podría chantajearla. Esta idea le dio un poco de esperanzas...quizá y podía hasta negociar con ella. ¿Qué tal si su pareja sexual tenía la llave que necesitaba para abrir los archivadores? Estaba siendo excesivamente optimista, pero en este tipo de contextos cualquier cosa podía suceder, más valía mantenerse en guardia y estudiar todas las posibilidades.
Movido por la idea, volvió a echar un vistazo a la rendija del casillero y comprobó que el sujeto se había corrido antes de tiempo, y que la mujer no lucía muy satisfecha por eso. Ayato resopló sin querer, intentando aguantar una risotada burlona, pero sólo entonces se dio cuenta de que el sonido que había dejado escapar sonó lo suficientemente fuerte como para que Katherine lo captara. Por fortuna, ella estaba sola y el tipo acababa de marcharse a empalmar otra vez.
¿Le habría escuchado?
Re: Atrapado (+18)
Su próximo puntaje más alto se vió interrumpido por un extraño sonido en el lugar. Oh por favor, díganle que no es otra cosa de lo sobrenatural. Estaba harta ¡HARTA! No quería estar involucrada en eso ¿acaso no entendían sus deseos de una vida pacífica?
Intentó parecer inalterada por el ruido, solo fue por su bolsa para guardar su movil e intercambiarlo por el taser... Bueno, hasta ahora había comprobado que funcionaba el gas pimienta con demonios ¿por que un taser no podría?
Caminó poco a poco hacia la fuente del ruido, unas taquillas que parecían inmóviles pero que el misterio se centraba en que contenían. Abruptamente las abrió para encontrarse con un chico bastante común y corriente. Pero Kath era muy desconfiada y no dejó de apuntarle con aquel objeto de defensa personal.
- ¿quien eres? - dijo un tanto cansada de tener que lidiar con un fisgón - Si eres el chico de limpieza, por favor vete... pero si eres un paparazzo te informo de dos cosas - levantó un poco más el taser para que pudiera verlo mejor - Tengo una muy buena puntería y esto duele lo suficiente para que grites por tu madre... Dime quien eres y tu razón de estar aquí.
La voz de la profesora sonaba seria y amenazante, sin la paciencia de que le salieran con una tontería como la de hacía unos segundos con el manager. Aunque mucho de su actitud se restaba debido a esa camisa sin abotonar que dejaba ver sus senos sin el soporte del brassier, pareciendo que más bien su cuerpo gritaba "Fuck me!".
Intentó parecer inalterada por el ruido, solo fue por su bolsa para guardar su movil e intercambiarlo por el taser... Bueno, hasta ahora había comprobado que funcionaba el gas pimienta con demonios ¿por que un taser no podría?
Caminó poco a poco hacia la fuente del ruido, unas taquillas que parecían inmóviles pero que el misterio se centraba en que contenían. Abruptamente las abrió para encontrarse con un chico bastante común y corriente. Pero Kath era muy desconfiada y no dejó de apuntarle con aquel objeto de defensa personal.
- ¿quien eres? - dijo un tanto cansada de tener que lidiar con un fisgón - Si eres el chico de limpieza, por favor vete... pero si eres un paparazzo te informo de dos cosas - levantó un poco más el taser para que pudiera verlo mejor - Tengo una muy buena puntería y esto duele lo suficiente para que grites por tu madre... Dime quien eres y tu razón de estar aquí.
La voz de la profesora sonaba seria y amenazante, sin la paciencia de que le salieran con una tontería como la de hacía unos segundos con el manager. Aunque mucho de su actitud se restaba debido a esa camisa sin abotonar que dejaba ver sus senos sin el soporte del brassier, pareciendo que más bien su cuerpo gritaba "Fuck me!".
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
Mensajes : 550
Fecha de inscripción : 04/04/2013
Re: Atrapado (+18)
Ayato contuvo la respiración, percibiendo claramente los latidos de su pecho. Rezaba a todos los dioses conocidos y por conocer (aún cuando no creyera en ellos) para que la mujer no le haya escuchado. Ella dejó de jugar con el móvil y metió la mano en el bolso que llevaba consigo, haciéndole creer durante una milésima de segundo que todo estaba bien, que no había notado su presencia. Desde el ángulo donde se encontraba Ayato resultaba imposible detectar qué estaba haciendo ella.
Pero estaba muy equivocado en sus suposiciones.
- ¡¡...!! - dio un respingo cuando notó que Katherine se aproximaba a la taquilla. Se limitó a echarse hacia atrás, pues ya no había tiempo para hacer algo más. No tenía escapatoria. La puerta de metal se abrió y las miradas de ambos se encontraron; acto seguido, la mujer le amenazó con el pequeño aparato de electrochoques. En una situación normal se hubiera mofado tranquilamente, ahora era consciente de las consecuencias que recibiría si el objeto llegaba a rozarle siquiera: - tranquilízate...no voy a hacerte nada... - sentenció con firmeza, enseñándole sus manos desnudas.
Intentaba demostrar su inocencia o lo que fuera con una actitud conciliadora, pero era inevitable para él dejar de relucir cierta molestia en su mandíbula apretada o en su mirada filosa, después de todo su personalidad irritable seguía ahí.
- Soy Ayato, sonidista. Estaba de paso, buscando unos documentos antes de que ustedes empezaran a divertirse... - le explicó rápidamente, para luego agregar con una sonrisa socarrona: - no esperaba conocer a la señorita Howell en estas condiciones, ¿qué tal si me dejas salir y yo me llevo tu secreto a la tumba? Ambas partes ganan - propuso sin tretas ni engaños. Ya no le quedaba otra más que negociar con ella, de todos modos ambos estaban en problemas.
Pero estaba muy equivocado en sus suposiciones.
- ¡¡...!! - dio un respingo cuando notó que Katherine se aproximaba a la taquilla. Se limitó a echarse hacia atrás, pues ya no había tiempo para hacer algo más. No tenía escapatoria. La puerta de metal se abrió y las miradas de ambos se encontraron; acto seguido, la mujer le amenazó con el pequeño aparato de electrochoques. En una situación normal se hubiera mofado tranquilamente, ahora era consciente de las consecuencias que recibiría si el objeto llegaba a rozarle siquiera: - tranquilízate...no voy a hacerte nada... - sentenció con firmeza, enseñándole sus manos desnudas.
Intentaba demostrar su inocencia o lo que fuera con una actitud conciliadora, pero era inevitable para él dejar de relucir cierta molestia en su mandíbula apretada o en su mirada filosa, después de todo su personalidad irritable seguía ahí.
- Soy Ayato, sonidista. Estaba de paso, buscando unos documentos antes de que ustedes empezaran a divertirse... - le explicó rápidamente, para luego agregar con una sonrisa socarrona: - no esperaba conocer a la señorita Howell en estas condiciones, ¿qué tal si me dejas salir y yo me llevo tu secreto a la tumba? Ambas partes ganan - propuso sin tretas ni engaños. Ya no le quedaba otra más que negociar con ella, de todos modos ambos estaban en problemas.
Re: Atrapado (+18)
Escuchó su declaración aun con una mirada de sospecha pero al oír como intentaba "conciliar" con ella manteniendo el secreto a salvo de todos le dio bastante risa, que tuvo que aguantar por el tipo de lugar en donde estaban. Kath dejó de estar en frente suyo mientras se sentaba confidentemente en la orilla de la mesa.
- Dude, you are in some deep shit - miró sonriente al "sonidista" mientras explicaba la situación - Debo informarte que estas en un área no autorizada, pocos tienen la llave a este lugar y con quien estaba me confirmó que tendríamos privacidad... En la próxima hora no habría consultas o visitas por "asuntos de la escuela" que se tratarían de manera privada - dejó el taser a su lado mientras se abrochaba la blusa y arreglaba el cabello.
Kath era la que estaba en poder, y era muy previsora en sus movimientos. Podria querer saborear el riesgo pero jamás a lo tonto. Armó con el manager una buena excusa para salir airosos de su travesura y ese chico no tenía nadie quien le cubriera la espalda, por ahora.
- Dime Ayato, asumiendo que te creo, no me importa el por que estas aquí y por mi haz lo que quieras pero aun así te quiero preguntar... ¿Por que crees que debo ayudarte? Si tu respuesta no es buena, tal vez tenga un favor o dos que pedirte. - Katherine podía ser una perra si lo quería. En sí era sospechoso que estuviera aquí y le dejaría ir, pero aún así quería dejarle en claro que con ella no se podía jugar a la ligera.
- Dude, you are in some deep shit - miró sonriente al "sonidista" mientras explicaba la situación - Debo informarte que estas en un área no autorizada, pocos tienen la llave a este lugar y con quien estaba me confirmó que tendríamos privacidad... En la próxima hora no habría consultas o visitas por "asuntos de la escuela" que se tratarían de manera privada - dejó el taser a su lado mientras se abrochaba la blusa y arreglaba el cabello.
Kath era la que estaba en poder, y era muy previsora en sus movimientos. Podria querer saborear el riesgo pero jamás a lo tonto. Armó con el manager una buena excusa para salir airosos de su travesura y ese chico no tenía nadie quien le cubriera la espalda, por ahora.
- Dime Ayato, asumiendo que te creo, no me importa el por que estas aquí y por mi haz lo que quieras pero aun así te quiero preguntar... ¿Por que crees que debo ayudarte? Si tu respuesta no es buena, tal vez tenga un favor o dos que pedirte. - Katherine podía ser una perra si lo quería. En sí era sospechoso que estuviera aquí y le dejaría ir, pero aún así quería dejarle en claro que con ella no se podía jugar a la ligera.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
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Fecha de inscripción : 04/04/2013
Re: Atrapado (+18)
En contra de lo previsto, la mujer reaccionó con una risa contenida. Lucía confiada, lúcida y dominante; a pesar de haber sido vista en acción no presentaba signos de vergüenza o de temor a las represalias. En respuesta a eso Ayato frunció el ceño con fastidio...¿se estaba burlando de él? ¿Acaso no se preocupaba de lo que pudieran pensar sus alumnos si él decidía desembuchar lo atestiguado?
Katherine se alejó y dejó el taser de lado, lo que permitió al aparente humano abandonar la taquilla. Una vez fuera pudo verle bien y no tuvo reparos en estudiar su voluptuoso cuerpo de pies a cabeza, de manera descarada: a pesar de la diferencia de edad ella le resultaba provocativa, abrumadoramente sexy, aun en esa situación. "Oh la lá..." pensó al echar un vistazo a sus senos, momentos antes de que se abotonara la blusa en un intento por cubrirlos.
Pero vale, que no había tiempo que perder y el manager podía regresar en cualquier momento...
- ¿Por que crees que debo ayudarte? Si tu respuesta no es buena, tal vez tenga un favor o dos que pedirte. - dijo ella, haciéndole reflexionar.
No podía decirle la verdad. De hacerlo involucraría todo el rollo sobrenatural que los humanos desconocían y que debía mantener en secreto, al menos entre sus colegas de trabajo. Katherine tenía mayor posición y eso lo ponía en un lugar considerablemente desventajoso. En caso de develar lo sucedido en ese pequeño cuarto de oficinas él sólo podría defenderse con su palabra, ni siquiera tenía una fotografía o un video que le respaldara. No existían pruebas tangibles, sólo su relato.
- Tch...porque...no tengo malas intenciones en tu contra... - dijo entre gruñidos, como si fuera un niño recién regañado. Además de ser un argumento real, era lo más "positivo" que podía decir en su situación, - no busqué espiarlos, tampoco estoy interesado en la prensa amarillista...sólo...me metí en esta situación por descuido...porque...estoy buscando algo... - confesó al fin.
Katherine se alejó y dejó el taser de lado, lo que permitió al aparente humano abandonar la taquilla. Una vez fuera pudo verle bien y no tuvo reparos en estudiar su voluptuoso cuerpo de pies a cabeza, de manera descarada: a pesar de la diferencia de edad ella le resultaba provocativa, abrumadoramente sexy, aun en esa situación. "Oh la lá..." pensó al echar un vistazo a sus senos, momentos antes de que se abotonara la blusa en un intento por cubrirlos.
Pero vale, que no había tiempo que perder y el manager podía regresar en cualquier momento...
- ¿Por que crees que debo ayudarte? Si tu respuesta no es buena, tal vez tenga un favor o dos que pedirte. - dijo ella, haciéndole reflexionar.
No podía decirle la verdad. De hacerlo involucraría todo el rollo sobrenatural que los humanos desconocían y que debía mantener en secreto, al menos entre sus colegas de trabajo. Katherine tenía mayor posición y eso lo ponía en un lugar considerablemente desventajoso. En caso de develar lo sucedido en ese pequeño cuarto de oficinas él sólo podría defenderse con su palabra, ni siquiera tenía una fotografía o un video que le respaldara. No existían pruebas tangibles, sólo su relato.
- Tch...porque...no tengo malas intenciones en tu contra... - dijo entre gruñidos, como si fuera un niño recién regañado. Además de ser un argumento real, era lo más "positivo" que podía decir en su situación, - no busqué espiarlos, tampoco estoy interesado en la prensa amarillista...sólo...me metí en esta situación por descuido...porque...estoy buscando algo... - confesó al fin.
Re: Atrapado (+18)
Le gustaba lo que oía. El chico era inteligente, vigilaba sus intereses pero seguía siendo honesto. Hubiera desconfiado un poco si le hubiese contado todos sus planes... pues ella ya lo ha hecho más de una vez, así que por sabiduría propia, sabía como proceder.
- De acuerdo, te creo... eres honesto al intentar ocultarme información, todos tenemos secretos chico - ella abrió un poco las piernas, que dejaban ver lo que escondía su falda, mientras declaraba algo más - Y tu descubriste el mío ¿sabes?
Antes de continuar, recibió un mensaje de justamente el tipo que la había dejado aquí con las ganas de sexo. Al parecer se iba a ocupar un poco, tal vez lo suficiente para que buscase algo si es que se apuraba.
- Tienes 15 minutos para encontrar lo que necesitas y salir sin que te vea él - Por suerte. El saco del otro seguía ahí así que buscó en los bolsillos y como si fuera magia (no lo era, había visto guardárselos), encontró las llaves de los archiveros. Cada llave correspondía como si fuera de biblioteca; 100, 200, 300, etc. Así que si sabía la temática, encontraría lo que deseaba. - Atrápalo.
Le lanzó las llaves en dirección a Ayato. Se paró tranquilamente mientras se arreglaba el pelo un poco y parecer un poco más decente. Ya no seguiría la sesión por que realmente le había cortado el humor y las ganas de coger a la inglesa, pero tampoco dejaría que el sonidista anduviera libre por ahí con toda una fuente de información casi ilimitada y disponible.
- Te estaré vigilando y revisando el tiempo - empezó el cronómetro de su celular mientras se acercaba de nuevo al chico. - Si él llega antes que tu, me tendrás que seguir la corriente en todo lo que haga y diga para que salgas seguro de aquí ¿de acuerdo? Si no encuentras lo que buscas en menos de 15 min, es tu problema... Got it?
- De acuerdo, te creo... eres honesto al intentar ocultarme información, todos tenemos secretos chico - ella abrió un poco las piernas, que dejaban ver lo que escondía su falda, mientras declaraba algo más - Y tu descubriste el mío ¿sabes?
Antes de continuar, recibió un mensaje de justamente el tipo que la había dejado aquí con las ganas de sexo. Al parecer se iba a ocupar un poco, tal vez lo suficiente para que buscase algo si es que se apuraba.
- Tienes 15 minutos para encontrar lo que necesitas y salir sin que te vea él - Por suerte. El saco del otro seguía ahí así que buscó en los bolsillos y como si fuera magia (no lo era, había visto guardárselos), encontró las llaves de los archiveros. Cada llave correspondía como si fuera de biblioteca; 100, 200, 300, etc. Así que si sabía la temática, encontraría lo que deseaba. - Atrápalo.
Le lanzó las llaves en dirección a Ayato. Se paró tranquilamente mientras se arreglaba el pelo un poco y parecer un poco más decente. Ya no seguiría la sesión por que realmente le había cortado el humor y las ganas de coger a la inglesa, pero tampoco dejaría que el sonidista anduviera libre por ahí con toda una fuente de información casi ilimitada y disponible.
- Te estaré vigilando y revisando el tiempo - empezó el cronómetro de su celular mientras se acercaba de nuevo al chico. - Si él llega antes que tu, me tendrás que seguir la corriente en todo lo que haga y diga para que salgas seguro de aquí ¿de acuerdo? Si no encuentras lo que buscas en menos de 15 min, es tu problema... Got it?
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
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Re: Atrapado (+18)
Su reacción le alivió. Al parecer aún tenía esperanzas de tranzar con ella.
Apenas Katherine se abrió de piernas, Ayato desvió nerviosamente la mirada hacia otro sitio. No porque no deseara ver (vamos, sí que lo deseaba) o porque sintiera alguna especie de pudor al respecto, sino porque estaba en una inusual posición de sumisión. Debía respetarla...o eso creía...
La conversación se vio interrumpida por el sonido de un teléfono. Después de que ella leyera cierto contenido en la pantalla del mismo, él escuchó decir:
- Tienes 15 minutos para encontrar lo que necesitas y salir sin que te vea él.
- ¡...! - Ayato se volvió hacia ella súbitamente, sorprendido. ¿Era en serio?
- Atrápalo.
Atajó las llaves en el aire y obtuvo su respuesta: sí, era en serio. Escuchó las indicaciones en silencio y, a modo de afirmación, le dijo:
- ...Te debo una... - y se lanzó hacia los archiveros, abriendo uno a uno para luego sacar todo el contenido de sus interiores, apilándolo sobre la mesa. Procuró mantener el orden para volverlos a dejar en su sitio más tarde. Bajo la vigilia de Katherine empezó a tomar fotografías de todos los documentos, haciendo uso de su móvil. Tenía una buena cámara que le permitía captar con nitidez el contenido, el problema es que eran demasiados papeles, aunque a la velocidad que iba tal vez lo lograría.
Quince minutos era suficiente, pensaba. Pero ¿qué pasaría si el manager decidía regresar antes?
Por suerte no fue así y Ayato cumplió su cometido antes del tiempo límite.
Estaba por empezar a guardar los archivos cuando la puerta se abrió de golpe y la ráfaga de viento que provocó tal movimiento mandó a volar los papeles, desordenándolos y dejándolo en evidencia. "¿Y ahora qué?" Ayato se quedó petrificado, pero decidió hacer lo que dijo Katherine: seguir la corriente.
Apenas Katherine se abrió de piernas, Ayato desvió nerviosamente la mirada hacia otro sitio. No porque no deseara ver (vamos, sí que lo deseaba) o porque sintiera alguna especie de pudor al respecto, sino porque estaba en una inusual posición de sumisión. Debía respetarla...o eso creía...
La conversación se vio interrumpida por el sonido de un teléfono. Después de que ella leyera cierto contenido en la pantalla del mismo, él escuchó decir:
- Tienes 15 minutos para encontrar lo que necesitas y salir sin que te vea él.
- ¡...! - Ayato se volvió hacia ella súbitamente, sorprendido. ¿Era en serio?
- Atrápalo.
Atajó las llaves en el aire y obtuvo su respuesta: sí, era en serio. Escuchó las indicaciones en silencio y, a modo de afirmación, le dijo:
- ...Te debo una... - y se lanzó hacia los archiveros, abriendo uno a uno para luego sacar todo el contenido de sus interiores, apilándolo sobre la mesa. Procuró mantener el orden para volverlos a dejar en su sitio más tarde. Bajo la vigilia de Katherine empezó a tomar fotografías de todos los documentos, haciendo uso de su móvil. Tenía una buena cámara que le permitía captar con nitidez el contenido, el problema es que eran demasiados papeles, aunque a la velocidad que iba tal vez lo lograría.
Quince minutos era suficiente, pensaba. Pero ¿qué pasaría si el manager decidía regresar antes?
Por suerte no fue así y Ayato cumplió su cometido antes del tiempo límite.
Estaba por empezar a guardar los archivos cuando la puerta se abrió de golpe y la ráfaga de viento que provocó tal movimiento mandó a volar los papeles, desordenándolos y dejándolo en evidencia. "¿Y ahora qué?" Ayato se quedó petrificado, pero decidió hacer lo que dijo Katherine: seguir la corriente.
Re: Atrapado (+18)
- Si lo haces rápido entonces no me deberás nada ∑Ωw- Pero si se tardaba entonces le cobraría un favor con muchos intereses. No le costaba ser un ser humano decente, pero eso era cuando no le perjudicaba directamente.
Observó al chico como tomaba fotografías del personal del lugar. Eso hasta cierto punto era sospechoso así que tal vez después se contactaría con él y le pediría que omitiera las que venían con su nombre y de la gente que le importara. ¿Estaba buscando a alguien? ¿Redes de relaciones entre los trabajadores de aquí? ¿perjudicaría a alguien?
Ya faltaba poco para que fueran 10 minutos, así que en su libreta de notas escribió su número de celular para darse para cobrar el favor que se le pudiera ocurrir en un futuro si llegaban a cumplirse los 15 min. Pero no, un llamado de Dios hizo que Ayato lo lograra así pensó en ser piadosa. Aún así se arruinó cuando vio una sombra en aquel vidrio temperizado de la puerta así que saltó hacia él para quedar encima y le guardó su número en el bolsillo.
- Márcame en media hora después de esto. - indicó molesta en lo que se desabotonaba la blusa y subía su falda. Aun no les había visto pero tenía que convencerle de que estaban en medio de algo y distraerle para que no hiciera preguntas.
Empezó a besarle profusamente en lo que tomaba sus manos para que tocasen sus gluteos, tenían que parecer lo más hedonistas y salvajes posibles. Pero en esos momentos tan juntos fue cuando empezó a explicar su plan; ella hablaría primero y luego el añadiría sobre como buscaba los antecedentes de trabajadores en un concierto.
Así que cuando oyó su nombre y otras preguntas sin sentido, ella rápidamente se sentó en el chico que estaba todo cubierto de labial.
- Oh Robert, I'm so sorry - exclamó "preocupada" - Es que te estabas tardando tanto y yo estaba tan caliente - dijo con una voz sexual en lo que se lamía los labios, como si estuviera gustosa de como había devorado al otro - Pero él apareció como enviado del cielo buscando algo y tu dejaste tus llaves en la mesa así que se las di... Se vio tan vulnerable que no pude contenerme.
Katherine se abrazó a Robert con pasión y lujuria mientras ella sugería como debía ignorarle para ahora encargarse de ella. La inglesa sabía que le había esperado por que había buscado algo para controlar sus nervios y así disfrutar en lo que había quedado.
Observó al chico como tomaba fotografías del personal del lugar. Eso hasta cierto punto era sospechoso así que tal vez después se contactaría con él y le pediría que omitiera las que venían con su nombre y de la gente que le importara. ¿Estaba buscando a alguien? ¿Redes de relaciones entre los trabajadores de aquí? ¿perjudicaría a alguien?
Ya faltaba poco para que fueran 10 minutos, así que en su libreta de notas escribió su número de celular para darse para cobrar el favor que se le pudiera ocurrir en un futuro si llegaban a cumplirse los 15 min. Pero no, un llamado de Dios hizo que Ayato lo lograra así pensó en ser piadosa. Aún así se arruinó cuando vio una sombra en aquel vidrio temperizado de la puerta así que saltó hacia él para quedar encima y le guardó su número en el bolsillo.
- Márcame en media hora después de esto. - indicó molesta en lo que se desabotonaba la blusa y subía su falda. Aun no les había visto pero tenía que convencerle de que estaban en medio de algo y distraerle para que no hiciera preguntas.
Empezó a besarle profusamente en lo que tomaba sus manos para que tocasen sus gluteos, tenían que parecer lo más hedonistas y salvajes posibles. Pero en esos momentos tan juntos fue cuando empezó a explicar su plan; ella hablaría primero y luego el añadiría sobre como buscaba los antecedentes de trabajadores en un concierto.
Así que cuando oyó su nombre y otras preguntas sin sentido, ella rápidamente se sentó en el chico que estaba todo cubierto de labial.
- Oh Robert, I'm so sorry - exclamó "preocupada" - Es que te estabas tardando tanto y yo estaba tan caliente - dijo con una voz sexual en lo que se lamía los labios, como si estuviera gustosa de como había devorado al otro - Pero él apareció como enviado del cielo buscando algo y tu dejaste tus llaves en la mesa así que se las di... Se vio tan vulnerable que no pude contenerme.
Katherine se abrazó a Robert con pasión y lujuria mientras ella sugería como debía ignorarle para ahora encargarse de ella. La inglesa sabía que le había esperado por que había buscado algo para controlar sus nervios y así disfrutar en lo que había quedado.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
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Fecha de inscripción : 04/04/2013
Re: Atrapado (+18)
Ayato aún no había notado la presencia del manager cuando Katherine se puso frente a él y depositó un papelillo en su bolsillo. Él le observó, desconcertado por la indicación, pero eso no fue nada comparado con la sorpresa que se llevó después. La mujer soltó su blusa y se subió la falda, dejando nuevamente al descubierto su atractivo cuerpo. El sonidista no entendía nada pero se quedó en su sitio, permitiendo que le besara y que guiara sus propias manos para tocarla.
Dejó caer algunos documentos que tenía en las manos y se echó para atrás hasta quedar apoyado en la orilla de la mesa, bastante confundido. Katherine le explicó rápidamente su plan y, comprendiendo más o menos de qué iba el asunto, Ayato la ayudó a sentarse sobre su regazo, manteniendo ambas manos en su trasero. Le besó el cuello torpemente, de un modo acelerado. Tenía que parecer excitado en un lapso de segundos.
En eso escuchó el sonido de la perilla y los papeles volaron. Robert acababa de entrar a escena.
- ¡Kath! ¡¿Qué significa esto?! ¿No me estabas esperando? - gritó el sujeto con el orgullo herido y la verga dura.
Ayato se volvió hacia él como si acabaran de atraparle con las manos en la masa. La mujer dio una explicación con naturalidad, se bajó de sus piernas y se dirigió hacia el furioso manager, dispuesta a consolarlo como ella mejor sabía.
- N-nuestro departamento necesita los antecedentes de algunos trabajadores para programar los turnos del Music fest...pe-pero me quedé las llaves en la sala de sonido... - explicó nervioso, actitud que quedaba bastante bien para la escenita que se estaban montando; - la señorita Howell fue muy amable conmigo y...
- Si, si, me doy cuenta...ordena eso y piérdete - interrumpió Robert con marcada ironía mientras volvía a centrar su atención en la ex cantante de opera.
Ayato asintió y se dispuso a ordenar los documentos. No tardó más de unos minutos, minutos en los cuales Robert y Katherine siguieron divirtiéndose, ignorando su presencia. Él hizo lo propio, guardó todo en los archiveros y los dejó con seguro. Situó las llaves sobre la mesa y salió de la oficina pitando, seguro de que si se quedaba un minuto más el manager acabaría por darle una paliza. Una vez fuera, la secretaria le increpó con un par de preguntas a las cuales Ayato eludió dedicándole un guiño y una sonrisa divertida.
La joven quedó desconcertada por esta respuesta, pero no era muy difícil deducir lo que estaba haciendo: estaba cubierto de labial y marcas de besos. Dejó escapar un suspiro y, exasperada, le dijo:
- Ya, ya, sólo límpiate pervertido...
- Vaaaaaaaale - respondió él, juguetón.
Y salió, perdiéndose en los pasillos del sello.
Dejando de lado el hecho de haber quedado mal frente a una secretaria, no le había ido nada mal en su misión. Ahora sólo quedaba dejar pasar media hora y llamar a Katherine. Era lo mínimo que podía hacer después de hacerle semejante favor.
Dejó caer algunos documentos que tenía en las manos y se echó para atrás hasta quedar apoyado en la orilla de la mesa, bastante confundido. Katherine le explicó rápidamente su plan y, comprendiendo más o menos de qué iba el asunto, Ayato la ayudó a sentarse sobre su regazo, manteniendo ambas manos en su trasero. Le besó el cuello torpemente, de un modo acelerado. Tenía que parecer excitado en un lapso de segundos.
En eso escuchó el sonido de la perilla y los papeles volaron. Robert acababa de entrar a escena.
- ¡Kath! ¡¿Qué significa esto?! ¿No me estabas esperando? - gritó el sujeto con el orgullo herido y la verga dura.
Ayato se volvió hacia él como si acabaran de atraparle con las manos en la masa. La mujer dio una explicación con naturalidad, se bajó de sus piernas y se dirigió hacia el furioso manager, dispuesta a consolarlo como ella mejor sabía.
- N-nuestro departamento necesita los antecedentes de algunos trabajadores para programar los turnos del Music fest...pe-pero me quedé las llaves en la sala de sonido... - explicó nervioso, actitud que quedaba bastante bien para la escenita que se estaban montando; - la señorita Howell fue muy amable conmigo y...
- Si, si, me doy cuenta...ordena eso y piérdete - interrumpió Robert con marcada ironía mientras volvía a centrar su atención en la ex cantante de opera.
Ayato asintió y se dispuso a ordenar los documentos. No tardó más de unos minutos, minutos en los cuales Robert y Katherine siguieron divirtiéndose, ignorando su presencia. Él hizo lo propio, guardó todo en los archiveros y los dejó con seguro. Situó las llaves sobre la mesa y salió de la oficina pitando, seguro de que si se quedaba un minuto más el manager acabaría por darle una paliza. Una vez fuera, la secretaria le increpó con un par de preguntas a las cuales Ayato eludió dedicándole un guiño y una sonrisa divertida.
La joven quedó desconcertada por esta respuesta, pero no era muy difícil deducir lo que estaba haciendo: estaba cubierto de labial y marcas de besos. Dejó escapar un suspiro y, exasperada, le dijo:
- Ya, ya, sólo límpiate pervertido...
- Vaaaaaaaale - respondió él, juguetón.
Y salió, perdiéndose en los pasillos del sello.
Dejando de lado el hecho de haber quedado mal frente a una secretaria, no le había ido nada mal en su misión. Ahora sólo quedaba dejar pasar media hora y llamar a Katherine. Era lo mínimo que podía hacer después de hacerle semejante favor.
Re: Atrapado (+18)
Bueno, al menos estaba fingiendo tener sexo con ella, pero aún así le parecía bastante torpe en la materia ¿o solo era por la sorpresa? No pudo concentrar sus pensamientos en el desempeño sexual de Ayato, tenía que distraer al otro tipo que se le notaba más tranquilo pero igual de caliente... contrario a su realidad.
No quería tener sexo con él, desde el principio la manera en que le tocaba, lamía y besaba lo hacía asqueroso; no inspiraba el sexo ni el erotismo, como si estuviera concentrado más en ser el pervertido que apenas conseguía un cuerpo real.
"Oficial, me lo va a deber muy caro" - pensó Katherine en lo que dejaba que le acariciaba los senos.
- Vamos Robert, trátale bien, sin él no hubiera podido seguir caliente... y eso es muy cruel~ - su mano se posó en la entrepierna del tipo, se le notaba lista para la ronda de sexo.
Sus oídos estaban más atentos a lo que hacía el sonidista, intentando escapar de la realidad a la que se había entregado por rescatar a un desconocido. La mirada de la morena se centró en el chico partiendo del cuarto de archivos, dejándolos solos a que se desfogaran.
- Bueno, vamos a hacer que esto valga la pena - dijo con su maravillosa voz erótica.
Duró mas o menos 10 o 15 minutos entre preliminares (otra vez) y en tener sexo. A pesar de que Katherine había tenido un orgasmo, estaba medianamente satisfecha, al contrario de su pareja que quedó K.O. No era su mejor sesión de sexo, pero se consolaba de que no era la peor en toda su experiencia de vida sexual. Fue al baño a de nuevo arreglarse para salir presentable e incluso se puso perfume en cantidades no recomendables, pero preferiría parecer una exagerada a oler a sexo saliendo del edificio.
Le dejó una vana promesa al manager de que volverían a verse en lo que salía del lugar, notando como la secretaria parecía observarle detenidamente, pero no viendo nada sospechoso en ella.
Katherine se alejó del edificio del sello mientras esperaba la llamada de Ayato, mientras jugueteaba con la idea de en que podría ser útil el chico para ella.
No quería tener sexo con él, desde el principio la manera en que le tocaba, lamía y besaba lo hacía asqueroso; no inspiraba el sexo ni el erotismo, como si estuviera concentrado más en ser el pervertido que apenas conseguía un cuerpo real.
"Oficial, me lo va a deber muy caro" - pensó Katherine en lo que dejaba que le acariciaba los senos.
- Vamos Robert, trátale bien, sin él no hubiera podido seguir caliente... y eso es muy cruel~ - su mano se posó en la entrepierna del tipo, se le notaba lista para la ronda de sexo.
Sus oídos estaban más atentos a lo que hacía el sonidista, intentando escapar de la realidad a la que se había entregado por rescatar a un desconocido. La mirada de la morena se centró en el chico partiendo del cuarto de archivos, dejándolos solos a que se desfogaran.
- Bueno, vamos a hacer que esto valga la pena - dijo con su maravillosa voz erótica.
Duró mas o menos 10 o 15 minutos entre preliminares (otra vez) y en tener sexo. A pesar de que Katherine había tenido un orgasmo, estaba medianamente satisfecha, al contrario de su pareja que quedó K.O. No era su mejor sesión de sexo, pero se consolaba de que no era la peor en toda su experiencia de vida sexual. Fue al baño a de nuevo arreglarse para salir presentable e incluso se puso perfume en cantidades no recomendables, pero preferiría parecer una exagerada a oler a sexo saliendo del edificio.
Le dejó una vana promesa al manager de que volverían a verse en lo que salía del lugar, notando como la secretaria parecía observarle detenidamente, pero no viendo nada sospechoso en ella.
Katherine se alejó del edificio del sello mientras esperaba la llamada de Ayato, mientras jugueteaba con la idea de en que podría ser útil el chico para ella.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
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Re: Atrapado (+18)
Ayato subió un par de pisos para evitar sospechas. Se encontraba en un rincón del pasillo junto a un gran ventanal que ofrecía una maravillosa vista de Glass city. Pero él tenía toda la atención puesta en su móvil y en las fotografías tomadas minutos atrás. Revisó el álbum de principio a fin; todo estaba allí y, a pesar de lo rápido que habían sido tomadas, su cámara captó casi todas las imágenes con nitidez...la suficiente para poder extraer los datos que Marceline necesitaba.
Respaldó el álbum en un correo electrónico que envío a si mismo y esperó.
Algunos conocidos pasaron a su lado y lo saludaron con la mirada o con gestos. Otros incluso le preguntaron qué estaba haciendo tan lejos de su división, pero nada que una buena mentira no pudiera cubrir. La mayoría hacía comentarios con respecto a su nuevo color de cabello, algo que le jodía...¡vaya forma de recordarle reiteradamente la situación en la que estaba!
Mientras esperaba que la media hora se completara, pensó en si realmente Marceline cumpliría su palabra después de todos esos problemas. ¿Y si no lo hacía? ¿Y si aún después de arriesgar su trabajo y entregarle la información que ella necesitaba decidía no ayudarle? Ayato gruñó por lo bajo, queriendo convencerse de que aunque ese fuera el caso no tenía otra alternativa más que tomar el riesgo y creer en sus palabras.
Cuando finalmente fue la hora decidió llamar a Katherine:
- Hola, soy yo. ¿Dónde estás? - dijo cuando ella atendió al otro lado de la línea; - voy de inmediato. - Apenas escuchó su respuesta tomó el ascensor rumbo al primer piso y al cabo de unos cuantos minutos estuvo a su lado; puesto que la cantante no iba a tomar el riesgo de ser vista con ese chaval, estaba claro que iba a esperarle lejos del edificio. - Hey~ - le llamó al verla, acercándose unos cuantos pasos hasta quedar de frente, - me salvaste de una buena, gracias. - Sabía muy bien que esa ayuda no iba a salir gratis y por lo mismo esperaba empezar con un buen pie.
Respaldó el álbum en un correo electrónico que envío a si mismo y esperó.
Algunos conocidos pasaron a su lado y lo saludaron con la mirada o con gestos. Otros incluso le preguntaron qué estaba haciendo tan lejos de su división, pero nada que una buena mentira no pudiera cubrir. La mayoría hacía comentarios con respecto a su nuevo color de cabello, algo que le jodía...¡vaya forma de recordarle reiteradamente la situación en la que estaba!
Mientras esperaba que la media hora se completara, pensó en si realmente Marceline cumpliría su palabra después de todos esos problemas. ¿Y si no lo hacía? ¿Y si aún después de arriesgar su trabajo y entregarle la información que ella necesitaba decidía no ayudarle? Ayato gruñó por lo bajo, queriendo convencerse de que aunque ese fuera el caso no tenía otra alternativa más que tomar el riesgo y creer en sus palabras.
Cuando finalmente fue la hora decidió llamar a Katherine:
- Hola, soy yo. ¿Dónde estás? - dijo cuando ella atendió al otro lado de la línea; - voy de inmediato. - Apenas escuchó su respuesta tomó el ascensor rumbo al primer piso y al cabo de unos cuantos minutos estuvo a su lado; puesto que la cantante no iba a tomar el riesgo de ser vista con ese chaval, estaba claro que iba a esperarle lejos del edificio. - Hey~ - le llamó al verla, acercándose unos cuantos pasos hasta quedar de frente, - me salvaste de una buena, gracias. - Sabía muy bien que esa ayuda no iba a salir gratis y por lo mismo esperaba empezar con un buen pie.
- Spoiler:
- Lamento la tardanza, el fin de año me tiene -___-
Re: Atrapado (+18)
Fue por un frapuccino, esperando que el dulce y la cafeína le quitaran el sabor de este performance sexual. No estaba tan frustrada pero hubiera preferido otro tipo de encuentros casuales.
Se sentó ahi sola mientras otra vez ocupaba con juegos de celular aunque su tedio no duró; ahi estaba la llamada de un numero desconocido.
- Hola Ayato - su voz sonó alegre, pues claro que si, en su mente otra vez se barajaban las posibilidades de hacerle pagar por el favor que le había hecho al chico. - Estoy en una cafetería a un par de cuadras a la derecha de Merveilles Records... Te espero afuera~
Katherine salió de la cafetería para encontrárselo en los siguientes minutos, una sonrisa se dibujó en su rostro de ver que el chico tenía palabra y cumplió su promesa al venir a verla.
- Bueno, recuerda que lo dije, si salías antes que él no te cobraría nada... pero henos aquí. - una sonrisa juguetona parecía querer delatar sus motivos oscuros, pero la verdad su mente no había sido muy creativa - Dime chico ¿Qué tienes que ofrecer para mi? ¿eres acaso bueno en algo? Además de tu oficio, claro esta - se sentó en un banco esperando que le siguiera el sonidista - Comprarme algo no tiene sentido, tengo todo el dinero que una dama pudiera desear, ¿al menos tienes los músculos para cargar con mis compras? No pareces muy fuera del promedio...
Se cruzo de piernas mientras observaba al chico, queriendo adivinar que talentos podría ofrecer, aunque en si no creía que sus influencias o algo así pudieran serles de utilidad.
Se sentó ahi sola mientras otra vez ocupaba con juegos de celular aunque su tedio no duró; ahi estaba la llamada de un numero desconocido.
- Hola Ayato - su voz sonó alegre, pues claro que si, en su mente otra vez se barajaban las posibilidades de hacerle pagar por el favor que le había hecho al chico. - Estoy en una cafetería a un par de cuadras a la derecha de Merveilles Records... Te espero afuera~
Katherine salió de la cafetería para encontrárselo en los siguientes minutos, una sonrisa se dibujó en su rostro de ver que el chico tenía palabra y cumplió su promesa al venir a verla.
- Bueno, recuerda que lo dije, si salías antes que él no te cobraría nada... pero henos aquí. - una sonrisa juguetona parecía querer delatar sus motivos oscuros, pero la verdad su mente no había sido muy creativa - Dime chico ¿Qué tienes que ofrecer para mi? ¿eres acaso bueno en algo? Además de tu oficio, claro esta - se sentó en un banco esperando que le siguiera el sonidista - Comprarme algo no tiene sentido, tengo todo el dinero que una dama pudiera desear, ¿al menos tienes los músculos para cargar con mis compras? No pareces muy fuera del promedio...
Se cruzo de piernas mientras observaba al chico, queriendo adivinar que talentos podría ofrecer, aunque en si no creía que sus influencias o algo así pudieran serles de utilidad.
- Spoiler:
- no te preocupes, yo también he andado así n.nu
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
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Fecha de inscripción : 04/04/2013
Re: Atrapado (+18)
Se encontraron afuera de una cafetería a unas cuadras del edificio, lejos de las miradas de intrusos. Katherine lucía de muy buen humor y Ayato tragó un poco de saliva al escuchar su primer comentario. De estar en otra condición hubiera aceptado cualquier desafío sin mayor problema, pues sus poderes lo hacían todo más fácil. Pero las circunstancias eran otras y después de lo de Marceline sabía que convenía ser precavido, sobre todo si trataba con una mujer tan influyente y famosa como la que tenía al frente.
Ella le preguntó qué podía ofrecerle a cambio del favor concedido y Ayato respondió en pensamientos: "¡Mi grandiosa presencia debería bastarte, humana!" Pero no, incluso él no era tan idiota como para caer en su clásica arrogancia delante de ella. Teniendo esto en mente, suspiró. En definitiva las mujeres dominantes no eran su tipo.
- En estos momentos no puedo ofrecer la gran cosa...sólo mis servicios como empleado en caso de que los necesites - masculló, rogando a todos los dioses existentes que no pidiera eso. Era algo insignificante, algo que cualquier persona con dos piernas y dos brazos podía hacer, pero para él sería una completa humillación. El sólo imaginarse cargando los paquetes de las compras de la cantante le dio escalofríos. - Pero apenas arregle cierto asunto y vuelva a la normalidad tendré la fuerza para hacer cualquier cosa que pidas, desde averiguar información confidencial de una institución o de un civil hasta saldar cuentas con alguien en tu lugar... - le ofreció tronando sus dedos en el acto y sonriéndole, confianzudo.
Así como lo pintaba él, lo más conveniente era lo segundo. Pero aquella sería una deuda postergada, un pago que Katherine tendría que esperar y, aunque Ayato no quería pensar mucho al respecto, existía la posibilidad de que Marceline no cumpliera su promesa. Si se quedaba como humano para siempre no habría forma de retribuirle a la cantante del modo que él quería, además aún existía ese hueco explicativo que él no podía llenar...el secreto de su verdadera naturaleza y de lo que estaba viviendo en ese preciso instante.
¿Qué preferiría ella? Sólo quedaba esperar su respuesta.
Ella le preguntó qué podía ofrecerle a cambio del favor concedido y Ayato respondió en pensamientos: "¡Mi grandiosa presencia debería bastarte, humana!" Pero no, incluso él no era tan idiota como para caer en su clásica arrogancia delante de ella. Teniendo esto en mente, suspiró. En definitiva las mujeres dominantes no eran su tipo.
- En estos momentos no puedo ofrecer la gran cosa...sólo mis servicios como empleado en caso de que los necesites - masculló, rogando a todos los dioses existentes que no pidiera eso. Era algo insignificante, algo que cualquier persona con dos piernas y dos brazos podía hacer, pero para él sería una completa humillación. El sólo imaginarse cargando los paquetes de las compras de la cantante le dio escalofríos. - Pero apenas arregle cierto asunto y vuelva a la normalidad tendré la fuerza para hacer cualquier cosa que pidas, desde averiguar información confidencial de una institución o de un civil hasta saldar cuentas con alguien en tu lugar... - le ofreció tronando sus dedos en el acto y sonriéndole, confianzudo.
Así como lo pintaba él, lo más conveniente era lo segundo. Pero aquella sería una deuda postergada, un pago que Katherine tendría que esperar y, aunque Ayato no quería pensar mucho al respecto, existía la posibilidad de que Marceline no cumpliera su promesa. Si se quedaba como humano para siempre no habría forma de retribuirle a la cantante del modo que él quería, además aún existía ese hueco explicativo que él no podía llenar...el secreto de su verdadera naturaleza y de lo que estaba viviendo en ese preciso instante.
¿Qué preferiría ella? Sólo quedaba esperar su respuesta.
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