Si te odia... ¿También debo hacerlo? | Libre

- ¡Oye vuelve! –Grito el hombre de forma demandante, siendo ignorado olímpicamente por el alvino, quien se apresuró a tomar a Nobu, acariciando a la peluda criatura mientras se alejaba o al menos en lo que intentaba no pasando ni un minuto antes de que el sujeto colocara su mano en el hombro del chico algo que hizo que el pequeño zorrito lanzara casi al instante un mordida- Dije que me dejaras en paz –Repitió Hika oyendo el quejido del otro, aun así cuidando su tono al hablar. Y es que la situación había empezado a molestarlo, siendo ya la quinta vez en la que tenía que lidiar con ese hombre a pesar de que se podría decir que para este la entrada estaba más que prohibida- ¡No pienso hacerlo!... ¡Así que más te vale deshacerte de ese animal y seguir mis órdenes! –El alvino no tuvo que responder siendo Nobu quien dio un gruñido, para luego ser secundado por el sonido de la puerta- ¡Porque ese maldito escándalo!… ¿Eh? ¿Qué demonios haces aquí? –Queriendo evitar escuchar las mismas escusas que trataba de dar el hombre a uno de los de seguridad, Hika se limitó a salir de aquel lugar, sabía que el guardia le diría lo ocurrido a su jefe y este por raro que fuera trataría de compensar lo sucedido dejándolo libre, algo que no haría si fuera algún otro sujeto, sin embargo,  puesto que en esta ocasión se trataba de aquel sujeto…  El asunto se convertía en algo delicado, por lo tanto se evitaría las molestias y el discurso alejándose de una vez.


Extrañamente algo le había parecido irónico… Después de todo nunca se había imaginado ver las calles de los barrios bajos como un lugar seguro. Aventurándose a caminar por el sitio, su amiguito parecía muy alterado, por lo que prefería perderse a seguir cerca del establecimiento y empeorar la situación. Realmente no presto atención al camino ni al tiempo, sorprendiéndose cuando visualizo a lo lejos los letreros iluminados que había en el centro de la ciudad, ¿Tanto había caminado?, más las cosas parecieron no haber valido la pena puesto que Nobu parecía igual de alterado, alzando sus pequeñas orejas al momento que pareció percibir un pequeño ruido, algo no percibido por el alvino pero fue suficiente para que el zorro saltara de los brazos del joven y se lanzara a atacar al causante de esto. Hikaru no tuvo tiempo de reaccionar escuchando la queja de quien había recibido la mordida de su amigo- ¡Noboru! –Grito tratando de alejar al pequeño temiendo que este fuera atacado…

Una de las desventajas en la ciudad era conseguir ingredientes para la comida japonesa en casa, me acostumbraba a cualquier cosa, pero uno extraña sus costumbres. Los únicos lugares donde podía conseguir dichos ingredientes era cerca de los barrios bajos, casi  al borde de estos, esos típicos callejones solitarios, eran buenos lugares, todo legal, solo que no encontraron mejores sitios donde instalarse.
Cualquier persona no andaría por allí, pero no era cualquier persona, simplemente alguien que sabía como moverse y donde pisar. Saliendo de la pequeña tienda, me dispuse a volver por el mismo camino, no había gente, se podía oír gritos de una dirección, pero preferí ignorarlo, tenia las bolsa con la cosas que había comprado en las manos y no quería distraerme en pequeñeces.

Como ese tipo de calles no eran muy... "estables" no era nada raro pisar algo metálico o chocarse con al bote o cualquier cosa que provocara un sonido molesto, mas de una vez me había llevado puestas latas sin darme cuenta. EN este caso justo había hecho eso, la lata voló un poco lejos y causo ruido, preferí pasarlo por alto y seguir caminando, pero antes de darme cuenta vi que algo peludo se acercaba corriendo, con las personas era mas atenta, ya los animales era otra historia, solo alcance a poner el antebrazo para defenderme y recibir la mordida de aquel animal que pensé que era un perro.

Dolía como los mil demonios, aunque mantuve la calma, una de las tantas cosas que me había enseñado mi padre por si recibía un ataque así; me arrodille sin hacer ningún otro movimiento y no emití sonido alguno, no debía alterar al pequeño.... zorro? eso si que era extraño, pero considerando esta ciudad... no tanto. Respire profundo para reprimir cualquier gesto de dolor y lentamente pose mi mano en la cabeza de aquel animal.

-tranquilo... 

No quería lastimarlo ni nada, solo trataba de calmarlo para que aflojara la mordedura. Apenas escuche a alguien decir un nombre levante la cabeza, un joven de cabellos blancos venía corriendo, seguramente era su dueño.

-es tuyo?  considera muy bueno si logras que me suelte, ya que esta doliendo bastante.

Sacudir, gritar o cosas así no iban hacer nada bueno, solo mantener la calma y hablar bajo podía lograr algún efecto positivo en la situación; lo bueno es que se cayo nada de la bolsa, hubiera sido un gran desperdició

No pudo evitar sentirse nervioso pues a pesar de que la joven no parecía molesta, no se quitaba el hecho de que su peludo amigo la estuviera atacando. Había quedado paralizado al ver la imagen, reaccionado solo cuando la escucho hablar- E-eeh… ¡Claro! –Se acuclillo de forma rápida para quedar a la altura y estar más cerca del zorrito, extendiendo una de sus manos hacia este, siendo calmo en el movimiento para no alterarlo y empeorar la situación- Noburu… -Balbuceo acariciando tras la oreja de este, al ser este uno de los puntos sensibles del animal -Por favor  tranquilízate…  

La preocupación se notaba en su tono era muy evidente, carraspeando y aclarando su voz tratando de retirar eso y sonar tranquilo- Nobu… No nos hará daño –Mostro una pequeña sonrisa, acercando su otra mano para tomar a la criatura por los costados esperando a que la soltara, pasando unos pocos segundos para que abriera la mandíbula lentamente, abrazándolo rápidamente cuando se aseguró de que este no hiciera más daño- Vamos tranquilízate… -Hablo con la mirada baja al escuchar aun unos pequeños gruñidos.

Alzo la vista, mostrando algo de remordimiento- Te ruego lo disculpes… No suele ser así –Trato de aclarar, ofreciéndole la mano para ayudarle a reincorporase- Es que el… -Dio un suspiro- Tuvimos un incidente hace poco y desde entonces ha estado algo… ah… A-alerto –Mordiendo ligeramente su labio dirigió su vista a la herida- Debe dolerte mucho… D-déjame ayudarte, atendiendo tu herida, cargando tus cosas… No se, algo para compensar lo ocurrido – Casi suplico mirándole a los ojos.

El muchacho se hizo cargo de inmediato, tranquilizo al pequeño animal de a poco para que me soltara el antebrazo, no recordaba la ultima vez que un animal me mordió, puede que haya sido en mis tiempos en la academia de mi padre con los perros de entrenamiento.... Lentamente alejo al pequeño animal y trato de tranquilizarlo, pude observar con detenimiento la herida, era algo profunda y brotaba bastante sangre, tendría serios problemas en casa por esto; el muchacho se disculpo casi al punto de suplica, eso hablaba de un buen dueño responsable de los actos de su mascota.

-Esta bien, los animales pueden ser impredecible aveces... veamos esto...

busque en la bolsa que llevaba algunas servilletas que conseguí en la misma tienda, limpie con cuidado la herida, no tenia nada para desinfectar, había comprado Sake para algunas recetas, pero no recordaba si ponerle licor a la heridas era bueno, mas el grado de pureza del mismo. 

-no tiene rabia ni nada, verdad? no me mal interpretes, es una pregunta que siempre debe hacerse al dueño de un animal cuando este ataca a alguien.

Si no la tenía entonces me daba mas tiempo y ahorrarme las molestias de ir al hospital. Levante la vista para ver al albino tratando de enmendar lo que había hecho el zorro, cualquier otra persona le reclamaría, por mi... no tenia que molestarse, no era la clase de persona que exija ese tipo de compensaciones.

-esta bien, no te preocupes, no no es tan seria de como se ve...

suspire de manera pesada mientras acomodaba las cosas dentro de la bolsa, separando las servilletas manchadas de las que aun seguían limpias, tendría que atenderme en casa para que no lleve a peores, pero no sangro demasiado, así que no corto ninguna vena importante ni nada de eso. Observe al pequeño zorro, era un animal muy bonito, tendía a tenerle mas simpatía a los animales a primera vista que a las personas, que clase de cosas le habrá pasado para ponerse así de golpe?

-Noburu eh? como "expandir" verdad?, un nombre poco común de escuchar...

No me había cruzado con muchos nombres japoneses últimamente, puede que la falta de comunicación con la gente me este distrayendo de lo que me rodea en verdad, mi prima ya me lo estaba advirtiendo.

-y tu nombre? al menos debo saber quien se esta haciendo cargo del pequeño zorro

- ¿Vacunas? –Repitió para asentir después de un segundo, realmente estaba algo distraído al pensar en cómo arreglar las cosas- S-si las tiene… Pero no realmente no llego a considerarme el dueño de nobu… -Respondió sincero, considerando algo diferente ya que el alvino se consideraba más como un amigo que se encargaba de proteger al otro siendo más la ocasión en la que el pequeño zorro el que lo protegió- No lo sé parece muy profundo –No retiraba la vista de la herida y a pesar de que el comportamiento de la joven le decía que no debía preocuparse tanto la actitud que tomo ante lo sucedido solo lo hacía sentirse más culpable, después de todo muchos no toman un incidente como ese a tan a la ligera.

Seguro de que la creatura no haría más daño, decidió no sujetarlo tanto dándole un poco más de libertad a pesar de que aún estaba entre sus brazos. No pudo evitar sonreír ante el comentario alzando un poco al mencionado para mimarlo- Nobu, es muy especial… Y me pareció que usar ese nombre para referirme a él era lo que más le quedaba –Menciono viéndose que aquel simple cambio de tema le había relajado un poco- Te sorprendería lo que es capaz de hacer… -Dijo sin ninguna intención de presunción o reto viéndose más la emoción y cariño que tenía al momento de hablar de su amigo- Oh… Casi lo olvidaba… Soy Yamashita Hikaru… Pero suelen llamarme Hika, un gusto –Como pudo extendió la enguantada mano para saludar de forma correcta a la chica esperando su respuesta, tuvo la intención de presentar “formalmente” al zorrito más este a pesar de haberse calmado aun no parecía haber dejado aquella posición de desconfianza, aclaro su garganta agachándose para colocar con cuidado al otro en el suelo- Cuento con que no hagas una tontería… -Balbuceo confiando en que no ocurriría nada parecido a lo anterior, sintiéndose aliviado cuando este se limitó a permanecer oculto detrás de sus piernas.
 

- Bueno aunque digas que no es nada, aun así te pido que al menos me dejes ayudarte a cargar con tus cosas… Puede ser raro pero al menos me gustaría ver que llegaste bien sin tanto problema por nuestra causa –Extendió su mano hacia una de las bolsas con cuidado de no tocar la herida, quería hacerse responsable de alguna forma e insistirá con ayudarla al menos de aquella forma, no queriendo reclamos se dispuso a avanzar, deteniéndose solo cuando se percató de un detalle- Eh... –Balbuceo algo avergonzado- ¿Dónde dices que es tu casa?

-bien, no lo veo rabioso, entonces debe estar bien, iré al hospital mas tarde...

Era muy imprudente de mi parte, pero el animal no se veía rabioso, aunque una actitud así mandaría a ese tipo de cosas, si tenia sospechas... después iría al hospital. El muchacho seguía en duda y pena por el asunto de la mordida, me dolía, eso no lo negaba, como cualquier herida punzante, tendré que desinfectarme y vendarme, de ahí en mas... no me molestaba en absoluto.

-Eh recibido heridas mas profundas tanto de animales como de personas, créeme, la mordedura no es tan seria.

Suspire mientras terminaba de acomodar algunas cosas de la bolsa y recogerla del suelo, observe que el pequeño animal seguía algo tenso, no era un barrio muy agradable, escuche muchas cosas negativas de la gente que rondaba por aquí, pero a menos que me cruzara con alguien tan peligroso como decían... debía dejarlo en la duda.
El muchacho hablo del pequeño animal, se notaba el cariño que le tenia, eso habla bien de alguien, alguien que le importa un animal no importa que sea, se lo puede considerar una buena persona sin mas.

-es un lindo nombre.

Luego de ello, el se presento, bien, ya tenia la información necesaria, lo ultimo que podría hacer era ir a buscarlo si la herida empeoraba. Pero no creía es. Al ver que extendió su mano yo preferí rechazarla, tenia mis saludos formales como me habían enseñado, así que hice una reverencia como era costumbre de hacer en Japón.

-un gusto Hikaru, yo soy Birdwhistle Antoinette.

Ahora solo faltaba la duda de que si era japonesa o no, el apellido es una cosa, pero el nombre también era Ingles, no tenia nada japones, pero aveces, por la apariencia y los modales me podían ubicar en el mapa. AL ver que no iba a desistir de compensar lo que hizo el pequeño zorro, no tuve mas remedio que dejar que me acompañar ay cargara la bolsa.

-bien, si insistes y tu conciencia queda tranquila...

Había dejado una servilleta fuera para mantener sobre la herida, ya no sangraba por suerte, pero nunca se sabe. Hikaru emprendió camino hasta que se dio cuenta de un dato importante, yo jamas le dije donde vivía.

-nunca dije por donde vivía...

Me adelante un poco a el y señale hacia el norte

-Vivo en los suburbios, no muy lejos de aquí, sígueme...

Seguramente lo guíe hasta cierta parte y de allí seguiría sola, no me gusta que me sigan a casa; empece a caminar esperando a que me siguiera el paso.

-y vives por aquí, no? no veo muchos motivos de estas por estas calles si no es por eso, a menos que seas comprador o vendedor de alguna de estas tiendas escondidas