Promoción: Romeo Y Julieta

¡No podía creer que en verdad le hubieran dado a ella aquella increíble posibilidad! No tenía nada que ver con que Vanek estuviera de viaje, Sadie enferma en cama, y el resto demasiadas ocupadas con otras notas de interés como para ocuparse de algo tan banal como la promoción de una obra de teatro escolar. Al parecer nadie le daba la importancia que merecía, juzgándola de "juego de niños". Aquello hacía enfurecer a la periodista que sabía del duro trabajo que implicaba un proyecto como ese, la escenografía, los ensayos, el libreto, el vestuario y maquillaje. Todo requería un gran esfuerzo y le parecía justo colaborar con la promoción entrevistando a las principales estrellas del show con la intención de aumentar la convocatoria. Sentía una extraña mezcla de nervios y entusiasmo, ¡sería su primera entrevista televisada en vivo! Aunque se trataba de un canal local que se ocupaba de entrevistar a los artistas y pasar su música el hecho de salir en pantalla la tenía completamente loca. Además, al ser en vivo, cualquier error o traspié quedaría expuesto, eso lo empeoraba todo. Pero debía confiar en que si la habían puesto allí es porque seguramente podría hacerlo. ¿O no? Había investigado un poco respecto a la trayectoria de los jóvenes artistas, todos estudiantes de la prestigiosa Escuela Musette. Chicos jóvenes y probablemente desenvueltos, que no tendrían conflicto en responder a su preguntas. Planeaba indagar poco en el plano personal de cada uno para no intimidarlos demasiado, después de todo aún era jóvenes y no estarían acostumbrados a las cámaras. Lo mejor sería centrarse en la promoción de la obra, de modo que la entrevista fuera beneficiosa para todos.

Le habían otorgado un pequeño y bonito camerino, donde se ocupó de retocar su cabello y maquillaje, sólo quedaban quince minutos y deseaba conocer al grupo antes de comenzar. Chequeó una vez más su vestuario, un precioso vestido negro ligeramente ajustado en la parte superior y de espalda descubierta que sin dudas la hacía ver elegante.  Se calzó sus altos zapatos de tacón negros y revisó una vez mas su aspecto antes de dirigirse al set de filmación donde todos comenzaban perezosamente a tomar sus posiciones. El sitio era pequeño, y contaba con un sofá cómodo y de color rojo donde ella tomaría asiento, y tres cubos mas pequeños donde se esperaba que se sentaran los estudiantes. Cada uno contaría con un micrófono propio ajustado a su oreja de modo de no tener que preocuparse por el audio. Los preparativos de último momento mantenían a todos ocupados y corriendo de un sitio a otro, nadie parecía notarla hasta que el productor se acercó a ella para saludarla. Se trataba de un programa de media hora, con un corte comercial a los quince minutos. Le indicarían cuando llegara el momento, y esperaba ser capaz de poder llevar bien el ritmo. Después de todo era su primera vez.

Finalmente visualizó al trío, estaban juntos, tras bambalinas, dejando que les acomodaran los micrófonos y retocaran sus maquillajes. Parecían conversar entre ellos, aunque a esa distancia era imposible saber que decían, ¿también se sentirían nerviosos? Aquello sin duda representaba una gran oportunidad, después de todo los estudiantes de aquel instituto aspiraban a  ingresan al sello algún día, la posibilidad de ser presentados en televisión aunque fuera en el marco del festival escolar sin duda los ayudaría a futuro a resaltar entre sus compañeros. Ojala no se tratara de una lucha de egos, aunque en todo grupo siempre estaba al que le gustaba más resaltar, y quien prefería quedarse detrás. Suspiró y se acercó a ellos, ofreciéndoles una sonrisa amistosa. -¡Hola! Soy Margot, yo seré quien los entreviste-anunció señalándose a su misma, sorprendiéndose al descubrir que sonaba segura y natural al dirigirse a ellos. -¿Ya están listos?-consultó al ver que les colocaban las identificaciones con su nombre y les indicaban que se colocaran en sus sitios. Margot hizo lo propio, sentándose en el mullido sofá de gamuza roja que sin duda contrastaba de maravilla con el negro de su vestido. Procuró no parecer nerviosa, ¡pero es que no sabía donde meter sus manos! Finalmente las dejó descansar en su regazo, mientras se fijaba como la luz de la cámara cambiaba a rojo, indicando el inicio de la transmisión. Una melodía introductoria invadió el lugar, invitando al público a centrarse en lo que de inmediato iba a pasar. La cámara se centró en la periodista, quien con las piernas cruzadas y las manos sobre las rodillas en una postura cómoda pero elegante se dispuso a presentar la nota. -Buenas tardes a todos, es un placer que nos sintonicen hoy-mencionó con aquella sonrisa casual que tantas veces había ensayado frente al espejo.-Soy Margot Dubois, y hoy me acompaña parte del elenco de "Romeo y Julieta", obra que se presentara muy pronto como parte del festival de la escuela Musette. -los plausos se hicieron presentes, y de a poco enfocaron a los tres jóvenes mientras una voz en off mencionaba sus nombres. "Aria". "Skyle". "Lucia".

Vestuairo:

Como era de esperarse, desde el primer instante en que le habían informado respecto a la entrevista, los nervios y el estrés le quitaron el poco sueño que ultimamente lograba conciliar. Pero claro, ¿Quién le había obligado a meterse en la obra escolar? Nadie. Solo había sido él queriendo jugar a ser un alumno normal. ¿Ya cuantas veces se había repetido lo mismo? Como si esa frase tuviera el poder de ayudarle a asumir en silencio su responsabilidad. No planeó nada, pues al no querer hacer frente a la realidad, no se preocupó de nada específico sino hasta ultima hora. ¿Qué se supone que debería vestir?

El uniforme, ¿no es obvio?
¿Estás enfermo? Es la televisión, ya saben que eres estudiante, no hay necesidad de recalcarlo con el asqueroso y mal pensado pulcro uniforme de musette.
Pero a mi me agrada...
Tienes más cosas en tu armario que puedes usar.
¿Pero eso estará bien?
¿Porqué no vas y preguntas y dejas de dudar de una vez?
Bien...

Así solían ser todos los días de Skyle, era extraño cuando en algún momento estaba realmente solo, él siempre lo acompañaba, le rebatía, lo humillaba, pero también lo ayudaba. Luego de muchas dudas terminó optando por algo sobrio y sencillo, pantalones oscuros, una camisa a cuadros y una chaqueta sin mangas de la misma tela del pantalón, ropas que su padre en algún momento le había comprado y que sí, a Skyle le gustaba ocupar, pero no dejaba de sentirse extraño, fuera de lugar.

Así como vas llegarás tarde.
Lo sé, ya casi...

Se colocó una pulsera ancha con motivo de cebra. Ese detalle nunca podía faltar.

¿No tienes curiosidad por como irán vestidas las chicas?
...
¿Mh? ¿Eso es un no?
Procura comportarte.
Nunca.

Lo había logrado, estaba a la hora en el punto de encuentro que había acordado con sus compañeras, los pasarían a buscar y a dejar por lo que si procuraba no separarse de ellas, todo debería ir bien. O al menos, eso esperaba. Primero encontró a Lucía, le alivió el alma la sola imagen de la joven, pronto apareció Aria y en su cabeza, el muchacho agradeció que aquella instancia se diera al menos, con las dos chicas que habían sido más amables con él. La historia sería distinta si ahí se encontrara Ichigo, por ejemplo.

Ya camino al lugar Skyle comenzó a perder la calma, al comienzo solo era un pequeño tic nervioso en la pierna, que no podía dejar de mover como si tuviera la urgencia de ir al baño, o algo similar. Luego fueron las manos, las puntas de los dedos jugando con sus uñas que luego pasaron a su boca para ser destruidas en un pequeño lapsus de ansiedad. Ya dentro del estudio Skyle se sentía un poco nauseabundo, ni el maquillaje pudo ocultar las ojeras o el color pálido de su rostro para cuando estaban esperando para entrar al set.

-Creo que necesito ir al baño...- Contestó apenas luego de que Aria, quién parecía confiada y animada, preguntara si estaban emocionados por todo ello. Estaba a punto de voltear sus pasos en busca de dicho lugar cuando los interceptó una mujer, aquella que los iba a entrevistar.

Vaya Romeo, no solo tienes a Julieta sino que hoy eres el único rodeado de bellezas.
¡C-cállate...!

Solo pudo sonreírle a la mujer, y claro, olvidarse de la posibilidad de un baño porque ya los estaban acomodando en los lugares donde se debían sentar, él al medio de las dos chicas, con las cámaras, las luces y el público espectante. Sentía que las manos le sudaban frío y que probablemente vomitaría o bien, tendría alguna crisis antes de poder siquiera contestar la primera pregunta.

Ayúdame...
¿Estás seguro?

Apariencia:

Si había algo que Sadie odiaba casi tanto como a Revo era enfermarse. Llevaba dos días en cama con una fiebre que no bajaba ni por si acaso, por lo que tuvo que pedir a su médico una licencia. Había intentado todo tipo de artimañas para mejorarse y solo esa mañana empezó a sentirse un poco mejor, por lo que decidió tomarse unas pastillas e ir al estudio de televisión. Vestía una tenida casual y su mascarilla para evitar contagios, mientras que su cabello lo llevaba amarrado en una cola alta. Tenía que cerciorarse de que todo marchara bien... Después de todo una de las amantes de Ren Jinguji estaría presente en esa entrevista.

Sí, como pueden imaginarlo, Sadie Brauss no tenía intención de promocionar la obra escolar. Para ser francos, le importaba una mierda. Solo estaba aprovechándose del evento para sacarle información a los alumnos e investigar más sobre ciertos cabos sueltos que le generaban mucho interés. Sabía que uno de sus blancos periodísticos se encontraba en el elenco del musical por lo que ¡voilá! Organizó sin muchos miramientos un pequeño bloque en un programa local donde entrevistarían a los protagonistas y a la chica en cuestión.

La jefa de la prensa entró al estudio cuando la transmisión acababa de comenzar. Algunos empleados se crisparon ante su presencia, casi como si le tuvieran miedo. «Exagerados» pensó la mujer, luciendo su mascarilla con orgullo. Sin prestar atención a los demás, centró su atención en el escenario y estudió cada detalle del encuadre en silencio. Margot se veía radiante, sin embargo, no confiaba en que ella pudiera hacer un buen trabajo. O mejor dicho, Sadie tenía la certeza de que no sabía el verdadero objetivo detrás de aquella entrevista. Sin eso resultaba imposible dirigir la conversación de forma conveniente, no haría las preguntas correctas. Después de todo, la castaña había sido ascendida hace muy poco, antes solo era la chica que escribía los horóscopos. «Más importante que eso... No logro captar esa chispa en ella...»

— Se... ¡¿Señorita Brauss?! — Exclamó Margot nada más le vio, aún estando al aire. Sadie se encontraba junto a la cámara principal con la mirada clavada en ella y en los estudiantes.
— ¿Qué se supone que estás haciendo? Enfócate en tu nota — le ordenó con gesto reprobatorio. «Claro, a menos que prefieras que yo me haga cargo...»
— ¡Lamento esa interrupción! — Margot se disculpó inmediatamente al notar su descuido, ahora dirigiéndose a los televidentes. — Como iba diciendo... Me encuentro junto a tres participantes de la obra «Romeo y Julieta», próxima a estrenarse en el festival escolar de nuestra prestigiosa academia Musette. Skyle Townsend, aquí presente, representará a Romeo. Lucia Luarent será la bella Julieta. Y Aria Ainsley nos sorprenderá interpretando a Benvolio. ¡Les damos una cálida bienvenida a todos! — Las cámaras laterales fueron enfocando a cada uno, enseñando sus rostros en primer plano a medida que se les iba nombrando. — Antes que nada me gustaría agradecer su asistencia. Tengo entendido que están muy ocupados con este proyecto... ¿Pueden hablarnos un poco de él? ¿Qué los motivó a postular? ¿Qué sintieron cuando fueron seleccionados? — Una vez realizada la pregunta Margot esperó la respuesta de alguno de los presentes. Debía ignorar a toda costa la expresión de aburrimiento de Sadie.

«No está mal para empezar... ¡Pero si vas a seguir así toda la maldita entrevista considérate despedida, Dubois!»

Vestuario:

Lucia conocía sus usuales problemas para ser una persona madrugadora, no porque se durmiera tarde si no porque ninguna alarma mas que su hermano le hacia efecto. Por lo mismo pensó que la mejor opción al menos en este caso era quedarse en la mansión Luarent y ser ayudada por la mucama para que le despertara, aunque eso significaba despertar dos horas más temprano.

Señorita, no piense que me molesta tenerla en la casa! es màs, me alegra inmensamente verla pero, no puedo dejar de preguntar el por qué no le pidió al señorito Lucien que le ayudase a despertar.

Ah...-la chica no podía mentir, en su rostro s vio el pesar aun cuando tenía una sonrisa en el rostro- Mi hermano y yo hemos estado un poco alejados este último tiempo...c-creo que el estudio y la obra escolar lo mantienen muy ocupado.

Ocupado? Pero señorita! el joven Lucien NUNCA estaría ocupado para usted- la mujer de más edad suspiró.

S-sabes como es Lucien...él...es muy metódico con todo lo que hace así que tiene muchísimo trabajo, es mejor así. No quiero molestarlo. Esto significa mucho para él, después de todo estará a cargo de guiar y componer las canciones de todos.

Luego de desayunar escogió un conjunto casual pero algo elegante, fresco y con unos cuantos accesorios no muy vistosos. Sabía que allí la maquillaría así que fue con el rostro limpio y el cabello suelto y bien peinado.

Para su sorpresa fue la primera en llegar- Lo logré!- Poco después se encontró con Skyle, saludó dulcemente mirándole con el rostro ladeado. Habló de forma muy amena de cosas totalmente normales pensando que así quizás el chico podría relajarse, aunque no dio mucho resultado. Luego llegó Aria, elogió su vestido y ya en la van prosiguieron el viaje entre temas casuales, risas nerviosas y el continuo movimiento de la pierna de Skyle. Lucia se preguntaba si debía de alguna forma ayudarle pero como era usual, su hermano estaba reprochandole en su memoria que no podía hacer que los humanos dependieran siempre de su poder sobrenatural de calmarles.

No es que ella tuviera experiencia en este tipo de situaciones pero estaba bastante tranquila, quizàs un poco ansiosa de empezar y ver todo lo nuevo del estudio de televisión. Pesaba que podría ser parecido a estar en un escenario de teatro bajo esas luces cegadoras y las miradas constantes que algunas veces había experimientado con grupos de danza cuando se presentaba de pequeña. Más que nada, Lucia no estaba del todo nerviosa simplemente porque no temía decir nada malo o en realidad porque su mente era tan simple que no veía la lógica del nerviosismo, al menos para ella(eso no quería decir que no entendiera que los demás pudieran sentirlo, no todo el mundo tenía las mismas experiencias y personalidad que ella). Demasiado iluso al no conocer a la prensa venenosa de Glass City al no leer nunca columna amarillistas.

Maquillada, peinada un poco más y sonriente asintió a la pregunta de Aria. Miró a Skyle casi a punto de estallar en nerviosismo cuando los tres tomaban asiento. Una postura femenina, elegante. No podía olvidar que era la hija de la casa Luarent en sus modales.

Se sorprendió cuando de la nada la periodista se sobresaltó ante la presencia de una mujer. Ladeó el rostro y luego volvió a mirar a la periodista. Rió por lo bajo, parecía que era alguien importante.

Lucia se tomó la libertad de comenzar a hablar primero.

Gracias por invitarnos a este programa señorita Dubois, es un placer - sonrió cálidamente y continuo en tono ameno, como si fuera una de sus tantas conversaciones en reuniones de la casona- La obra de Romeo y Julieta busca dar a los estudiantes un medio de mostrar nuestro talento, lo que hemos aprendido en la academia y a su vez poner en practica el trabajo en equipo y la colaboración entre todos los implicados. La verdad es que en mi caso estaba muy emocionada de poder compartir escenario con más estudiantes, los profesores han hecho un muy buen trabajo con todos nosotros y se preocupan de que la obra marche bien.

Lucia se sonrojo levemente ahora al entender lo que iba a decir- La...la oportunidad de ser seleccionada para un papel tan importante fue increíble, quizás sin ella no habría podido acercarme a Skyle, Aria y los demás estudiantes- los miró a ambos y volvió a sonreír- Romeo y Julieta me a dado la posibilidad de ampliar mis horizontes no solo en el ámbito profesional, si no también en el personal. Estoy infinitamente agradecida porque siento que un artista no solo es talento, tiene que crecer como persona...yo buscaba eso también. -Miró un momento a ambos chicos y sonrió más ampliamente, algo avergonzada- Aunque ellos no lo crean me han ayudado más de lo que creen en este proceso, así que es una experiencia maravillosa. Espero que Musette haga más eventos como estos jaja.

vestuario:

Ayúdame, ayúdame, ayúdame.
Eh~

Sus manos sudaban frío y no podía mantenerlas del todo quieta, el programa había comenzado y Skyle se sentía cada vez bajo más presión, una presión auto impuesta, pensando en que cualquier cosa podía salir mal, tanto así que le rogaba a lo más peligroso e impredecible dentro de sí por ayuda.

Quizás zebra estuvo a solo un paso de tomar el control, pero la interrupción inesperada de alguien a quien los ojos del chico no distinguieron le hicieron subitamente olvidar parte de su nerviosismo.

¿Eh?
¿Pero qué mierda?

Todavía estaba algo descolocado cuando la mujer realizó la primera pregunta, solo tras escuchar las respuestas de sus compañeras logró volver a conectarse con la situación.

- Y-yo... -Dudó un momento, pero pensó que si era el único en no decir nada llamaría mucho la atención. - Me pasa lo mismo que a mis compañeras. Quise postular porque nunca me atreví a algo así antes, en verdad no esperaba quedar y aunque no conseguí el papel al cual postulé, mis compañeras me han ayudado mucho a enfrentar este desafío. Son muy amables. - Le dedicó una mirada tímida a cada una que no sostuvo por más de un par de segundos y luego bajó de nuevo la cabeza, mirando sus dedos inquietos.

Ten cuidado.
¿Eh?
Tengo un mal presentimiento.

Sin entender a lo que zebra se refería apretó ligeramente los labios ¿acaso había hecho algo mal?

Nikolaj había mandado su currículum a la editorial Magnolia justo el día anterior, sin realmente esperar mucho. Su promedio de la universidad había sido bueno y hasta tenía un par de recomendaciones, pero su experiencia en el mundo asalariado era un redondo cero y sabía que dentro del rubro eso nunca estaba bien visto.
Por lo mismo, creyendo que era una broma, estuvo a punto de colgar en seco cuando la misma Sadie Brauss lo llamó para pedirle (o, mejor dicho, ordenarle) que fuera en ese mismo instante al estudio de televisión a entrevistar a tres chiquillos de Musette que preparaban un musical.

Un musical escolar... ¿Era en serio? ¿Qué tan inflado podía estar el privilegio de esa academia? , pensó, pero obviamente no verbalizó nada al otro lado del teléfono. Por el contrario, como obedeciendo a la orden de un general de ejército, Niko dejó de lado todo lo que estaba haciendo y en menos de los 10 minutos prometidos, cuando empezaba la primera tanda de comerciales, ya se encontraba entrando en el backstage. Como siempre andaba vestido con trajes, al menos la formalidad para la entrevista no sería un problema y podría ahorrarse tiempo en eso.

Se acercó entonces a Brauss, quien se suponía que era su nueva jefa, para que le contextualizara lo que había pasado y sus expectativas en torno a esto. Tenía claro que la mujer (que ya de por sí lo intimidaba de una forma muy rara) lo había llamado producto de la desesperación y que, por lo mismo, si la cagaba ella no dudaría en volver a tirarlo a la calle y tendía que seguir vendiendo artículos de mierda para financiarse un par de maruchanes a la semana.

-A tus órdenes- sinceró a modo de saludo, mirando de soslayo a los tres estudiantes que ahora hablaban entre ellos mientras se sometían a las típicas repasadas de maquillaje -¿Qué necesitas saber de estos niños?-

Consciente de todo lo que podía salir mal en ese programa, Brauss se aseguró de pedir a un periodista extra para cubrir a Margot Dubois. Desafortunadamente, todos los miembros del equipo que solían trabajar con ella estaban ocupados y no podían realizar un reemplazo de un día para otro. Al final, a la jefa no le quedó otra opción más que designar a un tal Nikolaj Conrad, un completo novato que casualmente había llegado a su oficina el día anterior.

Sadie fue bastante clara con él: No tengo tiempo para entrevistarte. Mañana tendrás que cubrir un programa de televisión, será la prueba de fuego que definirá tu contrato. La cagas y te vas.

Por este mismo motivo, antes de entrar al estudio el muchacho dio con ella.

— Estoy preocupada de que Dubois no haga bien su trabajo — le confesó entre susurros. Tuvo que apartarse la mascarilla para que le escuchara. — Este programa originalmente iba a ser dirigido por Nicole Vanek, quien se especializa en prensa amarillista. Pero debido a que se encuentra de viaje tuve que pedirle a esa chica que nos cubriera. — Al decir esto, Sadie recargó el tono de voz en esas dos palabras claves que aludían a Margot. — No me malinterpretes. Es un encanto. Y confío en que cumplirá con lo básico. Pero es demasiado correcta y organicé este programa exclusivamente para sacarle información a la niña Ainsley. Quizá habrás leído alguno de mis célebres artículos al respecto... La cuestión es que se está enredando con Jinguji, uno de los idols mejor consolidados de Glass City en la actualidad. — En serio, ¿tenía que estar explicando todo eso? Pero bueno, quería dejarle en claro lo importante que era su intromisión en el caso de que Dubois no supiera aprovechar la oportunidad. — Como sea, déjala comenzar. Si ya entrados a comerciales no ha realizado ningún movimiento importante para nosotros, entras como panelista secundario y te robas la entrevista. Haz lo que sea para robarle información a Ainsley. — Antes de dar por terminada la conversación, le aclaró: — Lo de promocionar la obra es solo una estúpida excusa que se me ocurrió cuando supe que ella estaba en el elenco. No te esmeres en preguntar mucho al respecto a menos que te sirva como anclaje de algo más jugoso.

Dicho lo anterior, Sadie entró al estudio y el programa dio comienzo, dejándole a Nikolaj la clara orden de esperar a comerciales antes de atacar.

Durante la emisión, los tres estudiantes parecían estarse manejando muy bien en la entrevista. La jefa de prensa se limitó a observarles desde las sombras con los brazos cruzados. Esperaba que Conrad estuviera tan atento como ella.

«Es lo mínimo. Le estoy dando la oportunidad de lucirse.»

— ¡Genial! Se ve que esta obra les ha beneficiado en más de un aspecto... — comentó Margot con gran carisma. — Me llama mucho la atención que Skyle haya conseguido un papel que no buscó o que Aria tenga un rol masculino. Debe ser muy desafiante para ustedes encontrarse en terrenos inesperados. Díganme, ¿han logrado familiarizarse con sus personajes? ¿Se sienten identificados o, por el contrario, hay alguna característica de ellos que no acaben de comprender?

-Lucia sonrió ante la nueva pregunta con bastante jovialidad- Ah! pues la verdad en mi caso Julieta me ha ayudado a entender mucho sobre el amor-juntó sus dedos mirándolos unos momentos-
La triste historia de una muchacha que encuentra el amor en su enemigo... si bien es trágica suena como una posibilidad de que ese sentimiento tan maravilloso puede romper cualquier barrera¿no le parece?-llevó su mano a una de sus mejillas soltando una risilla juvenil- Interpretar a una muchacha que pasa por tanto me da el valor de tener también esa capacidad de conocer como es el llegar a amar a alguien tan intensamente. Creo que me ha dado la oportunidad de ver el amor de una manera distinta, es una personaje muy valiente. Cada uno tiene un desafío por delante¿no lo creen así? lo bueno es que, como dijo aria hay un lazo y nos ayudamos entre todos.-señaló mirando unos momentos a sus compañeros dándoles así la oportunidad de responder.

¿Familiaridad con el personaje? ¿Además del hecho de ser hijo único? Era difícil, la verdad es que en todo ese tiempo Skyle no lo había siquiera meditado. O tal vez sí, pero eso era precisamente la parte difícil, después de todo Romeo era un joven apuesto, romántico, enamorado. ¿Y él?

Sin comentarios.
¿Y con Teobaldo?
Oh sí, con Teobaldo sí.
Pero eso no lo podemos decir.

En su cabeza nuevamente comenzaba su dialogo con él, pero por fuera Skyle solo se veía compungido, como si dentro de todos esos pensamientos estuviera buscando las palabras correctas para sobrevivir.

-Supongo que es normal que hayan cosas que no entendamos, aunque en verdad no estoy seguro de qué sería. Para mí, es difícil hablar del amor cuando no lo he experimentado, pero quizás si puedo empatizar con la impulsividad de Romeo y el hecho de que decida suicidarse al creer que julieta ha muerto, jajaja.- Una risa nerviosa escapó de su boca e inmediatamente después quedó en blanco. Lo que había dicho no tenía realmente mucho sentido, pero ese no era el problema, sino que eso último que salió de sus labios como un vómito sin filtro y sin importancia, dejó un ruido residual en el interior de su cerebro, una sirena de alerta, una noticia en la televisión: una tragedia. -ah...- Los colores de su rostro se fueron al suelo, su expresión facial, su sonrisa, todo parecía más sintético y forzado mientras más pasaba el tiempo. El sudor frío comenzó a bajar por su espalda y el ruido en su cabeza no paraba, la sirena de una ambulancia crecía y crecía junto al tambor que se había vuelto su corazón.

Detente.
¿Qué es eso?
No es nada, ignóralo.
¿Por qué siento que yo también... ?
¡No es cierto!
¿Donde está Julieta?
No existe.