Entrega de documentación (libre)

Y aquí me encontraba, en la escuela más prestigiosa de Glass City: La Escuela Musette. Sí, estaba aquí también para entregar mis papeles para ser maestro de piano, claro que mi empleo es manager, no podré ser maestro de planta de la escuela, pero sí tendré horario para impartir clases en algunos horarios...Si es que lo lograba.
Bueno, la escuela es más grande de lo que esperaba, e incluso yo me puedo perder de vez en cuando. -Bien, ¡tendré que pedir indicaciones!- Fue después de un rato que a la primera persona que vi me dirigí a preguntarle. -¡Disculpe!...¿Sabe dónde quedan las oficinas? Vengo a entregar mi currículum

Estaba conociendo de a poco aquella gran ciudad llamada “Glass City” y ese fue el primer día que hizo todo el recorrido para ir a visitar la escuela a la cual asistiría, el camino no había sido muy largo pero su sentido de la orientación le había fallado un par de veces por lo que el camino hasta la institución fue más largo de lo que debería haber sido, aún así no le importó porque conoció un lindo barrio mientras iba hasta la escuela y también vio un parque enorme lleno de árboles con el cual quedo encantada. Pasado un rato de caminar a la lejanía comenzó a divisar el instituto “Mussete”, aquel que últimamente estaba siendo tan aclamado por algunos artistas, hablaban muy bien de ese lugar.

Como la escuela estaba abierta a visitas pudo entrar fácilmente, especialmente porque ella sería una futura alumna así que tenía el pase completamente libre para conocer el edificio antes de empezar con sus clases. Deseaba familiarizarse un poco con este, no tenía mucha paciencia como para esperar hasta empezar; recorrió gran parte de lugar a su paso como no tenía a nadie con ella hacia el recorrido que quería, los pasillos se veían tan vacíos que casi podía respirarse una tranquilidad única, le gustaban ese tipo de cosas y tal vez hubiese seguido de ese modo si en ese momento no se hubiese cruzado con alguien que le pregunto en donde quedaban las oficinas- Ah, las oficinas…hace un rato me pase por ahí. Voy de paso, ven conmigo- la peli negra observo a ese hombre rubio y lo tomo de la muñeca con cierta confianza llevándolo hasta las oficinas- ¿es genial? ¿No?, es tan tranquilo y agradable este lugar, me gustan los institutos vacíos cuando es verano, son los lugares más frescos- la muchacha tal vez no era muy consiente de ese agarre pero, a veces solía tomarse ese tipo de confianzas con la mayoría de las personas tenía ese rasgo particular de su personalidad y podía iniciar una charla tranquilamente, era una persona elocuente así que no era algo difícil para ella.

Una jovencita muy gentil se ofreció a guiarme hacia las oficinas de la institución. ¡Claro que de una manera muy personal! Aunque por lo que juzgaba, era debido al carcater de la joven. -Jeje ¡Muchas gracias!
-¡Sí, se ve que Mussette es un lugar agardable! Aunque no me había dado cuenta que estaba fresco porque no hay mucha gente- Mencioné después de otra risa y luego me dirigí a ella con curiosidad. -¿Llevas mucho tiempo estudiando aquí, o alumna de nuevo ingreso?

Era raro cruzarse con alguien y llevarlo a las rastras prácticamente, pero bueno así habían salido las cosas así que solo había que seguir la corriente del asunto, para cuando se dio cuenta de que le había tomado de la muñeca ya era un poco tarde como para soltársela, después de todo lo estaba guiando y era normal poder perderse. Mientras caminaban hacia aquellas oficinas la muchacha escucho atenta lo que decía el rubio- Ah, no hace falta que agradezcas aún, podría perderme- admitió muy despreocupada sin temer para que lado iba, solo recordaba vagamente que la oficina estaba por esos lados así que estaba guiando al mayor de manera instintiva.

-¿De verdad?, usted es muy despistado. Cuanta más gente hay, más calor hace es lógica- explico muy segura de ello, después de todo el calor corporal que podían producir muchas personas juntas en un lugar podía poner al ambiente bastante caluroso- Y soy nueva, solo estaba explorando la escuela- admitió sintiendo la muñeca del más grande, hizo presión sobre ella apenas con sus dígitos y se detuvo de repente en su lugar para luego voltear hasta el rubio y tomar su mano mientras la observaba con sumo cuidado- Tus manos…- la muchacha comenzó a observarlas con más detenimiento, sabía que eran esas manos podía identificarlas a la perfección se había criado en un ambiente en el cual podía reconocer a un músico por sus manos, era fácil cuando uno ya estaba habituado a observar todos los detalles- Ah, puedo notar que tocas un instrumento ¿piano?, son lindas manos. Pero tienes un daño permanente en ellas ¿eras propenso a pelear?- le pregunto un poco curiosa por eso y luego le miro a los ojos, no parecía ser el tipo de persona que hubiese pasado por una pelea de cuerpo a cuerpo en su vida- Ha… no, olvídalo. No pareces el tipo de persona que haya peleado alguna vez en su vida, lamento ser tan entrometida- soltó la mano del mayor y observo hacia adelante notando que allí estaba la oficina a la cual debía dirigirse el rubio- Ah, allí está la oficina que estás buscando.

-Bueno eso sí, pero generalmente las escuelas prenden el aire acondicionado para mantener controlado el clima. Es por eso que ni me fijo en eso...- Aparte de mi entrenamiento para poder mantener estable mi temperatura corporal.
Sorprendentemente logró deducir qué instrumento, y clase, daría por sólo sentir mi mano. -¡Asombroso!- Luego al parecer descubrió algo que ni mi cuerpo de ángel podía ocultar: mi entrenamiento como Paladín. ¿Tan mal habían quedado? Yo las veía bien. -Eh...bueno...de pequeño mi hermano mayor me enseñaba algunas cosas que aprendía del ejército. Su mayor sueño era ser soldado- No sé si sea suficiente para convencerla, pero así era mi cuartada.
Me enseñó la puerta de la oficina que buscaba -¡Ah, qué bien!- Sólo esperaba que mínimo una secretaria estuviera ahí para recibir mis papeles. -Por suerte sólo tengo que entregar esto...Mi currículum y la necesidad un profesor de piano fueron suficiente para que me pidieran trabajar aquí- También algunos contactos conseguidos por el gobierno de mi princesa.

Ahora ya veía porque aquel chico era tan despistado, pero bueno eso hacía que algunas personas fuesen un poco interesantes y sobre todo divertidas. Cuando el rubio expreso su asombro al ver la habilidad de la chica por la habilidad que tenía ella se avergonzó apenas pero de un modo muy sutil- ya, me hace avergonzar. Es normal para mí, desde muy pequeña observo como tocan instrumentos las personas y como son sus manos, hay muchas diferencias. – si bien ella podía solo notar que instrumento tocaban al ver las manos de los demás, su padre era mucho mejor en eso, el a la distancia podía decir a la perfección que instrumento tocaba esa persona y solo dejándose llevar por la postura, además de ciertos rasgos físicos. Él tenía años trabajando en orquestas y desde muy pequeño había formado parte de estas.

-Ah…ya veo por qué entonces tiene las manos así, si bien no se nota a la vista cuando las tocas hay cierta diferencia con las de una persona que nunca ha peleado en su vida- había distintos tipos de manos así que no podía diferenciarlas todas, ella había sacado a relucir ese detalle por el simple hecho de que por su parte también tenía las manos así, podría decirse que había sido un golpe de suerte. Cuando el más grande le explico lo de su curriculum la chica solo asintió- Ya veo…por cierto profesor, ¿tiene algo más que hacer después?, yo estoy recorriendo la escuela así que podríamos dar un recorrido los dos juntos para que no se pierda de nuevo ¿qué dice?- sería más entretenido de a dos y a ella le parecía una maravillosa propuesta, pero no sabía si a él le parecía bien seguir con ese recorrido.

Pues en todos mis años de vida nunca había visto a alguien con tal habilidad de leer así las manos para los instrumentos, obvio sí me han tocado los charlatanes que ven tu futuro y esas cosas, pero este talento era nuevo para mí. -¡Debo decir que tiene una habilidad muy interesante, señorita- Ahora que lo pienso, no me sé su nombre.
Ahora por suerte mi cuartada daba sentido, me hubiera puesto en ligeros aprietos si descubre que mis "daños" no eran por...¿armas de la época? -Por suerte sólo las ha usado cuando practicaba solo o con mi hermano- También debo cuidar mi imagen.
¡Que amable! Me había ofrecido darme un recorrido por la escuela, no sería mala idea hacer eso. Al cabo no tenía mucho trabajo, aun. -¡Suena una idea muy agradable, señorita! Déjeme entrego esto y volveré enseguida...¡No tardo!- Le avisé con una sonrisa y entré a la oficina donde la secretaria recibió mis papeles con gusto, por suerte ya se sabía mi llegada así que no hubo problemas.
-¡Todo en orden!- Contesté alegre y me acerqué a la joven. -Por cierto, soy Julius Shavantog.

Así que para algunos esa habilidad que tenía ella era interesante, pero para ella era normal cuando estaba tan acostumbrada, era muy meticulosa y sobre todas las cosas detallista, esa manera de ser era muy similar a la de su padre todas esas cosas la habilidad en general de saber que instrumento tocaba cada mano para ella resultaba ser algo completamente natural. Aunque bueno para algunos tal vez era algo distinto, cuando el otro le aclaro bien lo de su hermano la chica nuevamente sospecho sobre aquello no sabía porque sentía que era una mentira y si bien no era de su incumbencia, sentía que la mentira era obvia pero prefería hacerse la idiota porque no estaba interesada en inmiscuirse en asuntos ajenos.- Bien en ese caso entregue su documentación tranquilamente yo esperare- contesto la muchacha apoyándose contra una de las frías paredes mientras esperaba que aquel hombre terminase con sus trámites para seguir con el recorrido al instituto.

La espera fue bastante corta, no tuvo que quedarse demasiado tiempo apoyada contra la pared, prácticamente a los 3 minutos el chico rubio estaba de nuevo allí presentándose tal y como era debido. La menor solo atino a sonreír suave – Yo soy Anael Sprenger, futura estudiante de segundo año. Un placer.- se presentó la muchacha con bastante confianza terminando por llevarse un mechón de su largo cabello detrás de la oreja.

La jovencita se presentó con ese aire de entusiasmo con el que se ofreció sin titubeos a dirigirme a las oficinas, algo que realmente admiraba en la gente. -¡Un gusto! Ahora soy tu futuro profesor de piano...Aunque no seré de planta, también soy manager de Merveilles Récords. Tomé el empleo de maestro más por gusto que por necesidad- De todos modos también tengo mucho gusto y ánimo de ser manager del Sello, pero guiar jóvenes era algo que adoré desde que era humano. No, no recuerdo a mi primer pupilo, pero sí el sentimiento de considerarse maestro de alguien.
-Sólo por curiosidad señorita Sprenger...¿Cuál es su deseo en la vida?.

La muchacha de cabellos violáceos sonrió al escuchar tan bella respuesta de aquella persona, una persona que entraba mas que por placer que por necesidad era algo que provocaba que su corazón palpitara de manera desbocada, era realmente emocionante encontrarse con personas tan devotas hacia aquellas cosas que les gustaban- Debes amar realmente el piano. Mi padre es un gran pianista, también es muy guapo, aunque muy serio y a veces da miedo. Pero es la persona mas inofensiva del mundo, el amo su trabajo tanto como usted profesor.- confeso sonriendo con un poco de nostalgia, hablar de la persona que mas amaba en el mundo hacia que le diesen ganas de irse de aquel lugar e ir a donde su padre para darle un fuerte abrazo y quedarse con el a disfrutar de sus  hermosas obras, pero si llegaba a caer en eso seguramente no lograría su cometido, asi que prefirió dejar de pensar en ello.

Al escuchar aquella pregunta que hizo el profesor la chica se quedo un poco pensativa- La verdad es que soy como el resto de los adolescentes, tengo uno y mil planes y a la vez ninguno. Aunque de momento prefiero vivir mas el presente que el futuro o el pasado, creo que es lo mas importante para lograr ser una mujer fuerte que es lo que mas deseo- la fuerza e independencia, poder valorarse al punto extremo y no dejarse derribar por nada y nadie, si bien era algo muy especifico y algo que tenia que ver mas bien con su actitud su plan actuar era hacer ese punto mas fuerte.

-Bueno así es...Digamos que tocar el piano fue lo que más me ha ayudado en mi vida. Me permite relajarme y apreciar más la vida...- Y más cuando tienes varios siglos de vida. -Así que comprendo también la gran pasión de su padre. Amar lo que uno hace es una dicha- Por si preguntan, yo también amo lo que hago, a pesar de que puede ser algo...peligroso.

-En eso tiene razón. Afrontar la vida requiere mucha fortaleza, y esa a veces es muy difícil de conseguir. Lo bueno es que tiene buen claro por el momento lo que quiere lograr, y con el tiempo encontrará su vocación en la vida- Por lo menos es mejor que soñar con ser de la élite de soldados de tu nación. Desgraciadamente era de lo poco que se podía aspirar en mis tiempos. -Jeje, disculpe. Tiendo a tomar muchos de estos temas con la gente...Malas mañas de mi vida[/b]

Spoiler:

La muchacha negó sutilmente con la cabeza y sonrió suave ante aquello-Esta bien, me alegra tener a un profesor que piense de esa forma.- expreso con calma, sintiéndose un poco afortunada por eso. Ahora a ella solo le quedaba seguir explorando el lugar mientras estaba con el profesor. El lugar era tan grande que hacia que su corazón latiera con bastante fuerza, debía ser la emoción de estar en un lugar tan encantador como aquel, podía respirarse la música en cada rincón.

-¿No te dan ganas?, ¿de expresar tu amor hacia la música en este lugar?. Hermoso, perfecto, en cada rincón puede respirarse esa fragancia, M-u-s-i-c-a- tarareo lo ultimo casi en un suave canto y luego se rió, le agradaba poder hacer aquello con total libertad. Por momento su boca se abrió solo para tararear una canción en francés, si bien no era el idioma que hablaba recordaba aquella canción de memoria por lo sencilla que era, le gustaba cantar y divertirse de ese modo, aunque obviamente no lo estaba cantando en opera después de todo solo estaba jugando- ah...ya sé iré a una muy popular de este tiempo para que el profe me acompañe- se quedo pensando en una y luego comenzó a cantarla- seguro que conoces "happy", asi que...

♪ It might seem crazy what I'm about to say, Sunshine she's here, you can take a break ♬

Me gustaba saber que podía mantener este tipo de conversaciones serias con los jóvenes. Abogaré porque los jóvenes deban divertirse y ser ellos mismos cuando están a esa edad, pero también me agradaba escuchar en ellos temas maduros.

-¿Expresar mi amor por la música?...- Mire a la señorita de manera divertida por tal forma singular de comportarse. -...La verdad sí, aunque esa la expreso guiando a los próximos grandes cantantes, compositores y músicos- Cada quien tenía su manera de expresar lo suyo.

Tarareó una canción, francés por lo que pude entender, y luego cambió a algo popular de hoy en día...O eso esperaba, porque no conocía la canción. Por lo que sólo sonreí y me dediqué a escucharla. Siendo honesto, me gustaba ver a un pupilo tan energético y carismático a la hora de cantar.