Divagaciones [Ash]

Era de noche, una noche muy fría de otoño que anticipaba la inminente llegada del invierno. Sin embargo mi piel no distaba mucho del frío que por lo general siempre me envolvía. Mi piel pálida y fría hacía contraste con las sombras de aquel lugar que, fuera de parecer estar acorde a mi apariencia también era un lugar donde me sentía refugiado pues tenía un leve aire a nostalgia, al mismo patio de nuestro castillo en Meruhen.

Caminé y me senté en una de las tumbas, adornadas con la figura de un ángel decapitado por el tiempo.

Irónico, pensé. Pero no era eso lo que robaba la atención de mis pensamientos. Yo aún me debatía en mis propias inseguridades, incapaz de concretar aún lo que había venido a hacer a este lugar. Ni siquiera me había acercado al sello en el centro de la ciudad.

Suspiré, notando que tal vez me había comportado como un chico rebelde al huir de casa persiguiendo un sueño que en verdad, no podía tomar solo. Extrañaba a Ash y Smile, después de todo eran mi familia, mis amigos y los unicos seres en el mundo a los que admito, he amado.

Di un suspiro pensando que tal vez, debía regresar.
De pronto me sorprendió la presencia de alguien entre las sombras, y unas pisadas toscas acercándose a mi.
Me puse de pie con una mirada altanera y desafiante, no iba a perdonar al que me estuviera espiando.

¿Cuánto tiempo habrá pasado desde que salió de aquella ciudad en busca de la única persona que lo inspira para tocar la batería y así poder estar relajado? Ni él mismo lo sabía después de un mes de caminar de pueblo en pueblo con poca ropa en su maleta, sus libros de receta de cocinas y las baquetas, las cuales no las cambiaría por nada del mundo, siempre las llevaba en sus manos o en su boca. Apenas en unos minutos entro a este nuevo lugar, donde estaba seguro que se encontraría Yuli (Claro que eso mismo lo dijo en los dos últimos pueblos) pero incluso su olfato le daba una débil señal del olor familiar. Todo estaba tan silencioso pero eso le agradó, así nadie lo vería raro y se sentiría fuera de lugar. “¿Dónde podrá estar?” Eso es lo que se repetía una y otra vez mientras miraba a los edificios y cuando una pequeña brisa se sentía alzaba el rostro para tratar de captar más el olor.

Alzó sus orejas puntiagudas al sentir que el olor de Yuli se hacía más intenso, a unas cuantas cuadras se encontraba el cementerio, no dudó ni un segundo en correr a aquel lugar. Mientras corría abrió la boca para sacar su lengua y así parecer más como un perro, pero eso se debía a que estaba muy emocionado, sus ojos se hicieron un poco más filosos y al llegar en vez de correr comenzó a caminar- Yuli…-Susurró caminando hacia las tumbas. Se detuvo un momento cuando vio al vampiro levantarse, al cubrirse con las sombras lo único que se podía notar eran sus ojos, y los colmillos con la sonrisa pareciendo, efectivamente, alguien con mucho cuidado. Pasando unos segundos en los que no sucedió nada decidió abalanzarse sobre él abrazándolo gritando su nombre- ¡Por fin te encontré¡- Grito dándole una pequeña lamida en su mejilla- Me costo mucho trabajo pero al fin pude-Sus baquetas las tenia en las manos.



U: perdon por apenas contestar eh tendio algunas cosas u///u

U: No hay problema, tu respuesta me ha hecho muy feliz.

Me sorprendí por la situación al punto de que ni siquiera mi velocidad como vampiro fue suficiente para reaccionar a tiempo. Reconocía esa voz, ese aroma, esa emoción imprevista que me botaba al piso sin darme opción y ese cabello verde junto a su tez morena sobre mi cuerpo, el que por supuesto siempre se veía mucho más fragil en comparación al suyo y, pese a que podría sacarlo de encima con facilidad, nunca lo hacía por el gusto que me daba recibir aquel calor del que yo carecía.

Si soy sincero una parte de mi no esperaba el encuentro, dudaba que alguno de ellos se atrevería a dejar nuestro hogar y buscarme, pero la otra parte de mí guardaba la eterna esperanza y sí, me sentí recompensado por ello.

"- Buen chico... Eres un buen chico Ash.-" Le abracé suavemente por sobre los hombros y le acaricié la cabeza, no estaba seguro de como me había encontrado, pero se lo agradecía pues en un abrir y cerrar de ojos la mayoría de mis dudas se habían esfumado.

Me incorporé lentamente obligandole a él a por lo menos sentarse. Pasé una mano por su mejilla y luego sonreí un poco más altanero, después de todo no soy del tipo expresivo, ni del tipo directo, creo que nunca he sido del todo sincero.

"- Sin embargo te has tardado bastante, ¿Viniste solo?-" Me crucé de brazos esperando su respuesta, de reojo noté sus baquetas y eso me hizo un poco más feliz, pero no se lo diría.

Solté una risa bastante audible en medio del cementerio, esperaba no haber perturbado a los muertos por lo que a penas me percaté cubrí mis labios con mis finos dedos, aguantándome un poco más la carcajada.

"-Imagino que sí, ambos son muy diferentes, pero no pensé que no podrían arreglarselas sin mí.-" Mi gusto por darle un poco más de ego a mis oraciones no disminuía, pero era parte de mi carácter y sabía que Ash podía leer a través de mí.

"-Creo haber comentado algo sobre esta ciudad, aunque no estaba seguro del nombre, incluso a mí me costó un poco de trabajo llegar.-" Expliqué y lentamente terminé de incorporarme mientras sacudía mis ropas negras, pero el gesto de él me tomó por sorpresa haciendome dejar de lado cualquier cosa que pensara en hacer y solo dedicarme a mirar sus orbes tras su espeso flequillo, aquellas que no todo el mundo podía ver y luego de nuevo un abrazo que me producía una sensación indescriptible, pues sería una extraña combinación entre un escalofrío y un profundo sentimiento de protección.

Mis mejillas se tiñeron muy suavemente al oír lo que decía y cómo lo decía. De ser posible hubiese llorado, pero mis lágrimas son algo tétricas para momentos como éste, son sangre. Por ello evito hacerlo, mucho más en frente de otros, sin embargo eso no le restaba emoción al momento.

"-P-Por supuesto Ash, acaso pensabas encontrar a alguien mejor que yo?-" Oí mi voz un poco entrecortada y supe que no me serviría de nada intentar hacerme el orgulloso, suspiré suavemente y me resigné a la verdad. Correspondí su abrazo y deposité un suave beso en su mejilla sin antes susurrar un "gracias".

"-Me alegra que estés aquí. Significa que, con un poco de suerte, quizás podamos hacer lo que queríamos, pero esta vez como profesionales, será divertido...-" Comenté aunque tenía una preocupación y era respecto a Smile. No estaba seguro de que él llegaría a aparecer, después de todo cuando lo conocí no era más que un solitario espectro en un laboratorio.

Si había una persona que podía sorprenderme con su entuciasmo era justamente Ash, y no era algo que me molestara, en absoluto, me sentía agradecido de que apareciera pues me ayudaba, me ayudaba a mirar las cosas de otra manera.

Lo vi preparando aquellos botes y me sacó una risilla, hacía un tiempo que no ensayaba, había dejado sin querer eso de lado porque me sentía inseguro pero... Bien, era hora de volver a prácticar e intentar hacer las cosas bien.

"-De acuerdo-" Di un salto suave, ayudado por mis pequeñas alas para quedar sobre una cruz de marmol grande que se sernía sobre una de las tumbas.

"-Buenas noches mis queridos muertos errantes, espero que gusten de un poco de música esta noche para alegrar sus almás~-" Dije poniendo la pista de la guitarra, la parte de Smile que nos faltaba en el celular que llevaba conmigo, de lo contrario se escucharía un poco vacío y no deseaba sentir ausencias en un tiempo.

"-Cry Out-" Ash dio la partida y comenzamos.



Me sentía bien cantando, me sentía feliz y pleno, tal vez incluso hasta vivo. Y eso era lo que me gustaba de la música. Incluso me dejaba llevar en la interpretación, cerrando los ojos y sintiendo cada palabra que salía de mi boca. Esto era para mí, para los muertos, para Ash e incluso para que en algún rincón del mundo Smile pudiese escucharnos.

Al acabar di un suspiro y bajé de aquella cruz que ocupé de escenario con la misma elegancia y suavidad con la que había subido. Y le di una sonrisa traviesa al hombre lobo.

Me dejé abrazar pero esta vez no respondí pues me había concentrado más en la pregunta que Ash había formulado. Yo tampoco deseaba a un humano dentro de nuestra banda, mas que nada por los prejuicios y porque podríamos acerle daño, seguramente.

"-Esperemos... Esperemos dos semanas. Si no ocurre nada entonces iremos al sello por nuestra cuenta, supongo que ahí tienen músicos, mas no he conocido a nadie como nosotros hasta ahora. Dudo encontrar a alguien tan facilmente, al menos por nuestra cuenta.-" Me crucé de brazos y quedé muy pensativo al respecto, en verdad sería dificil.

"- Bueno, ahora que estamos los dos, supongo que deberíamos buscar un lugar donde vivir, ¿no crees?-" Lo decía porque de seguro el lobo no tenía un refugio y yo había pasado mis noches en el cementerio, lugar que por ahora no me parecía del todo apropiado.

"-¿Quieres algo en algún sitio en especial?-"

"-Está bien pero tenemos que tener un sitio seguro donde estar. Supongo que por hoy podemos quedarnos en algún hotel, mañana comenzaré a buscar una casa para nosotros, quiero que esté alejada del centro de la ciudad, yo también prefiero un lugar tranquilo.-" Asentí a lo que Ash había propuesto, si era por el dinero no tenía problemas. Docientos años pueden otorgar buenos ahorros a una persona. ¿verdad?

Medi la vuelta y le sonreí mirándolo de reojo, con mi elegancia habitual. "-De acuerdo, vamos a divertirnos, pero solo hasta antes del amanecer. Las primeras luces del día me hacen mal, ya sabes.-" Comenté animado, sin saber realmente a dónde ibamos a terminar, pero le permitiría a él elegir por haberme encontrado, estaría de acuerdo con sus deseos al menos por esa noche.

"-Dejaré que tu olfato nos guíe.-"