Encuentro de realidades(Hope)

No tenía mucho que había llegado a la ciudad, y por lo mismo decidió tomarse el día libre antes de salir y empezar con lo que le había llevado a ir a esa ciudad. Aun sin cambiarse, con su traje de siempre tomo su mejor libro y se dirigió hacia la playa, con tal de leer en tranquilidad así que tomo asiento frente al mar, escondido de la vista de las personas ajenas gracias a las rocas a su alrededor.

Mojo levemente la yema de su dedo índice cuando cambio la pagina, siento la suave y delicada brisa marina acariciar su piel junto con los rayos rojizos del sol que poco a poco se iban apagando y fue entonces cuando escucho una voz femenina entonando una canción. En ese momento cerro el libro con mucho cuidado y lo dejo a un lado, escuchando atentamente aquella voz que poco a poco le hacía viajar gracias al atardecer, al sonido de las olas que acariciaban la arena. En su mente pudo observar las estrellas bailar con gracia en un oscuro manto de negro terciopelo haciendo que resplandecieran con colores que no es posible contemplar con nuestros ojos.

Cuando acabo la canción se puso muy nervioso y frustrado ya que no quería que aquella visión en su mente se acabar. Espero unos momentos esperando que la voz continuase cantado y al notar que no se escuchaba ninguna voz se levanto rápidamente con el libro en la mano y empezó a caminar con prisa hacia el origen de donde había salido aquella voz y encontró a una chica sentada, con cigarro en mano, en la arena.

–Por favor, continua cantando, aun no puedes dejar de cantar… Quiero que sigas, por favor – Dijo en un tono un tanto desesperado, observándole con una mirada un tanto de entre ruego y desesperación. Tanto le había gustado aquella voz como para hablarle a una total desconocida de esa forma, pero no le importo, quería escucharle.

Observo la mirada con la cual aquella chica le veía, le desespero un poco. Movió sus dedos con algo de nerviosismo ya que la chica tardaba demasiado tiempo en iniciar su pedido, se mordió un labio esperando hasta que volvió a escucharle cantar. Cerró los ojos, esta vez la escena de su mente había cambiado un poco.

Ahora las estrellas iban y venían, desapareciendo por parejas volviéndose pequeñas estrellas fugaces que iban desapareciendo poco a poco, quedando una única enorme y brillante estrella sola, parpadeando en tristeza. Entreabrió un poco sus ojos y contemplo el rostro de la chica que cantaba por su petición y le pareció que ella era como aquella estrella parpadeante y sola, volvió a cerrar sus ojos y contemplo como aquella estrella se transformaba en otra estrella fugaz que empezó a surcar los cielos en total soledad perdiéndose en el vació.

Soltó un largo suspiro y pasó una mano por su ojo derecho, limpiando la ligera humedad que se había formado. Contemplo el rostro de la chica, el cual tenía aquella sonrisa pedante, aflojo sus brazos y susurro con calma –Lo único que me ha decepcionado es tu expresión, no lo entiendo… ¿Cómo siendo alguien que canta tan hermoso tienes esa sonrisa tan asquerosa y falsa? Supongo que no es mi incumbencia, pero no me gusta ver tu rostro con esa expresión, no te queda para nada.

Guardo silencio unos momentos, contemplándola de arriba abajo, no se había percatado de su vestimenta, ni de los piercings que decoraban aquella piel. Sin embargo lo único que le disgustaba de verdad era aquella sonrisa que ella tenía en sus labios; cerro los ojos levemente para luego abrirlos poco a poco y decir con calma –Espero que no tomes mis comentarios muy agresivos, no tengo la intención de ofenderte o algo parecido… Solo que no puedo consentir que una sonrisa de ese tipo de deje dibujar en aquellos labios capaces de hacerme imaginar y perderme en mi mente.

Cerró sus puños unos momentos, escuchando por unos segundos únicamente el respirar de ambos y el sonido de las olas rompiendo contra la arena, dejando la arena húmeda. No se había dado cuenta de cuánto tiempo transcurrió pues la luz del sol ya no era rojiza, si no de un azul celeste difuminado a punto de anunciar la noche y en el cielo se podían contemplar las estrellas titilantes y cerca del horizonte aquel cielo violáceo que con lentitud iba tornándose de un azul oscuro aterciopelado.

A pesar de aquella contestación y de aquella risa no se había molestado en lo más mínimo; en cambió, su sonrisa cambio de una forma que se podía notar que estaba bastante divertido. La chica que tenía enfrente era de un mundo totalmente distinto al suyo y eso se podía notar a leguas. Coloco sus manos en su propia cintura mientras observaba a la chica que tenía frente a él.

- El gusto es completamente mío. Mi nombre es Hope Estheim, realmente que eres una chica interesante y normalmente la gente no me trata con tales palabras. –se quedo pensando unos segundos, contemplándole fijamente, mientras pensaba un poco. Inconscientemente bajo la mirada mientras pensaba y luego le vio fijamente.

- Quiero escucharte cantando de nuevo Scarlet, y si fuese posible me gustaría escucharte sobre el escenario. Sé que no me conoces de nada y no tienes motivos para confiar en mí pero si tienes tiempo algún día me gustaría hablar contigo de un posible futuro para ti –diciendo esto introduje una de mis manos por mi chaqueta sacando una tarjeta de presentación blanca marfil con letras doradas, las cuales decían mi nombre en una esquina junto con mi teléfono y justamente en medio de la tarjeta se encontraba el nombre de mi compañía: “Grupo Nora”.

Extendí aquella pequeña tarjeta hacia ella, con una sonrisa calmada dibujada en mi rostro y disfrutando completamente de aquel momento que pasaba junto a esa chica, esperando alguna respuesta positiva en ella y esperando que no malinterpretara mis intenciones pues realmente acababa de interesarme bastante en ella.