Llegando a Glass City(privado Odette)

*Recién llegaba a la ciudad conocida como Glass City, Demian se encontraba en el principio de su nueva vida como manager, que encontraría no lo sabía, lo que sabía es que tenía que ser especial, mirar a través de su alma como hicieron una ves con el, era una temprana noche, tenía hambre y ganas de un te, miro sus alrededores en busca de algo que le llamara suficiente la atención como para considerarse digno de su presencia entonces lo vio, Dolce Ristretto un pequeño cafe, sencillo y mejor aun al acercarse noto que era un cafe maid, se pregunto si sería como los de japon, nunca le faltaba "comida" en esos cafes, pero bueno estaba en una nueva ciudad no podía hacerse una mala fama tan pronto.

Al entrar lo noto era acogedor fue recibido por la host que esta le dio la bienvenida como si fuese su "amo" cosa muy respetable de los lugares como ese, pidió mesa y fue llevado a una pequeña mesa redonda en la esquina del lugar, donde las sombras le sintieron y fueron a hacerle compañía, eso era algo muy de el el lugar en el que estuviera se oscurecía ligeramente ante su presencia pues las sombras le buscaban como si se sintieran tranquilas a su lado, tomo el menú que le dejo la host para ver que quería, realmente no importaba que fuera lo que pidiera tendría unas gotas de sangre de la anforita que cargaba en el bolsillo pero lo mas seguro es que pidiera un te, earl gray*

valla valla, pero que se acerca a mi...

*dijo en voz baja para sus adentros al ver a una joven que se acercaba a el, tez blanca al igual que la de el quizás solo un poco mas viva, cabello blanco como la nieve unos ojos violetas, tan intensos como las mismas sombras que el manejaba, parece que encontró algo con que entretenerse la misma noche que llego a la ciudad*

aunque pareciera increíble, había conseguido un trabajo de medio tiempo en el Dolce Rostretto, no me gustaba andar pidiendo dinero a mi padre o que me mande alguna mensualidad, me hacia sentir incomoda, solo se la aceptaba si era para algún material escolar o para las cuerdas de kittler, ya para otra cosa prefería tener un trabajo y hacerme cargo de mi misma como toda una señorita responsable.

En si, los días de semana era de trabajar el horario de la tarde, pero al ver que era estudiante solamente me asignaron pocas horas de trabajo en la semana y ya el sábado podía quedarme mas tiempo, algunos pensarían que me complico con los estudios, pero para ser sincera me las arreglaba bastante bien, creo que el que me guste estudiar y el cocimiento musical me daba la ventaja de que el aprendizaje se me quedaba tatuado en el cerebro, así como los detalles grotescos de películas gore, pero eso es otra historia.

Era sábado, entonces ocupaba el turno de la noche, y el ambiente esos días era bastante concurrido con personas que salían a pasear o tomarse un café, y como no? ese lugar era idóneo para esas cosas, llevaba mi uniforme de maid, aunque no era muy cómodo, no se... sera la falda? la cuestión era que estaba en horario laboral, atendiendo a algunas mesas que mis otras compañeras no llegaban porque otras seguían pidiendo, una de ella me dijo que atendiera a un cliente que se encontraba en la esquina porque las demás estaban ocupadas; asentí con gusto y fui hasta aquella mesa.

Al acercarme, note al joven sentado en esta, nada fuera de lo normal para alguien como yo que ya se había encontrado con cosas muy raras en esta ciudad, podría decirse que ya estaba vacunada para las sorpresas de este tipo jajaja. Tenia un porte elegante y me llamaban un poco la atención sus ojos color esmeralda, incluso sentí un leve escalofrió cuando cruce la mirada por una milésima de segundo, aun así, conserve mi dulce sonrisa para dar el mejor servicio.

-Bienvenido a Dolce Rostretto, en que le puedo servir joven caballero?

pregunte con mi singular tono de voz entre calmado y dulce mientras veía si había elegido algo del menú, misteriosamente el joven me llamaba la atención, no entendía bien eso, pero era así, me resultaba muy curioso en aspecto... estaré algo paranoica? no creo.. o si?
Volví al mundo real, lo ultimo que me faltaba era que haya pedido algo y yo no lo haya escuchando por haber estado en mi mundo, que horror.

Siete una bella ragazza

*dijo con una sonrisa algo perturbadora para la mayoría de las personas, a veces se le escapaba el italiano, y con una belleza como la que tenía enfrente en traje de maid fue algo que le hizo hacerlo, esta se encontraba enfrente de el diciéndole "joven caballero" siempre le causo mucha risa que le dijeran así, a causa de que si se veía joven pero se cargaba un par de siglos encima.

era divertido ver como ella desviaba la mirada de la de el, sus ojos siempre intimidaban mas por que su brillo contrastaba con las sombras que le seguían, aprovecho que no le miraba para verla de arriba a abajo revisando lo que podría ser su presa de esa noche, luego cerro el menú y se lo entrego*

un earl gray y si no es mucha molestia me gustaría ver tus ojos con detalle, son violetas verdad

*sus palabras eran lentas con un toque elegante y seductor, esa idea se le ocurrió en ese momento, ese, era un buen plan para comenzar revisar a las maids de ese lugar, era su trabajo no podían decir que no a esa clase de peticiones, no mientras se los pidiera de buen modo al que atendieran y al hacerlo podría ver dentro de sus almas ver esa chispa, si estaba fácil sería investigar en una ciudad de música seguro una de ellas cantaba, si no una noche divertida con cada una de ellas no le molestaría, la pregunta era tubo suerte o no que le tocara la mas bella de ellas la primera noche*

Le mire un tanto confundida al escucharlo hablar

-perdón?

pequeño problema mio, no le entendí nada de lo que me dijo, sonaba italiano, y yo no se italiano, así que vamos mal por ahora, ojala no haya sido un pedido porque no recordaba ninguno que sonara así ehehehe.... volví a mirar al joven ya sin ese escalofrió recorriendo mi cuerpo y mi postura firme con una amplia sonrisa como siempre hacia.

no podía negar que su porte sofisticado me tenia un tanto... embelesada por así decir, no le di mucha importancia, era mujer, no? es normal que e quede medio boba si veo a un joven atractivo ciertamente. El cliente me dijo su pedido, el cual asentí ya dispuesta a ir a buscarlo pero seguido de otro un poco extraño e hizo que me detuviera.

-mis ojos? pues.. si, son violetas, no es algo tan anormal eheheh

le deje que observara mi ojos, esperaba que fuera algo rápido puesto que tenia que traer su pedido y no quería que las demás pensara que es algún coqueteo, peor aun porque YO NO ESTABA HACIÉNDOLO.

Lo peor era que tenia que encontrarme con los ojos verdes de nuevo, no es que les tuviera miedo, pero los escalofríos volvían y no era algo que me guste ciertamente, ni una película de terror me había hecho sentir ese leve malestar si les soy sincera

*rió un poco de manera calmada al ver que ella no entendió ni una sola palabra del halago que el le dijo en italiano, era de esperarse no estaba en Italia, por que esta señorita tendría que hablar italiano, vio que partía cuando escucho sus palabras y se volteaba para verlo*

no es que sean anormales lo que me interesa si no lo que hay dentro de ellos...

*dejo que una tétrica sonrisa iluminara su rostro, justo como lo pensó ella no podía decirle que no su trabajo se lo impedía, el vampiro levanto la mirada confiado, con calma, lentamente aquellas esmeraldas verdes se posaron sobre las amatistas violetas, fue entonces cuando aquel vampiro pudo entrar dentro de la joven que tenía enfrente, estaba desnudando su alma, viendo todo en el interior de ella, era como si la devorara de adentro hacía afuera, vio recuerdos, rostros de personas de su pasado, de su presente y entonces lo encontró, encontró lo que quería, todo su interés musical.

Ahhhh no solo tocaba el chelo también cantaba, tenía que escucharle cantar en vivo, era sorprendente no podía creer que encontrara un candidato para sus planes en la primera noche que llego a Glass city pero así era y aparte era mujer, que mejor que eso, bueno solo faltaba que si fuera la indicada, por el momento lo mejor era soltarle, tomarse su te y disfrutar la noche, después ella sería su sujeto de investigación por el momento solo le gustaba la idea de atormentar la bizarra pero inocente mente de Odette.

Parpadeo soltando el alma de la joven, se podían ver los orbes cristalinos de la joven brillando a causa del poder del vampiro, cosa que hacía que sus gemas violetas resaltaran mas, hubo un pequeño silencio el cual el rompió dándole una cálida sonrisa, dandole a entender que ahora le conocía*

Tienes unos ojos muy bellos...Odette, como los de tu madre...

ladee la cabeza un poco confundida, ese sujeto era de verdad extraño, y me perturbaba, dios, que diablos me pasaba, yo no le tengo miedo a nada ni nadie, me eh cruzado con seres raros, era obvio que este sujeto no era para nada normal, si podía hacerme sentir miedo o nervios... no lo era.

-lo que hay dentro? que quiere decir? jajajaja...

mi risa sonaba algo nerviosa, no era costumbre hacerla... al menos la hacia cuando escondía algo fuera de lugar como una broma y no odia contenerme la emoción, pero esto no era emoción, era puros nervios y un toque de miedo.

Cuando esos ojos verdes se posaron en los mio, sentí algo en mi cuerpo, como si estuviera invadiendo algo mas que mi espacio personal, no... iba mas allá de lo normal, comencé a sentir un mareo muy pesado, por un momento pude mantenerme de pie estable, sentía que mis ojos se mantenían muy abiertos y comenzaba a perder la noción del espacio, sentía mi cuerpo muy pesado, como si algo estuviera atrapándome de a poco.

De un momento a otro, sentí que esa fuerza se iba de golpe y con ese peso yéndose así de rápido mi cuerpo se tambaleo, no me llegue a caer, pero puse una mano en mi cabeza y otra sobre la mesa para no irme al demonio, el mareo aun estaba ahí, pero iba cediendo de a poco... no fue hasta que el hombre volvió a hablar y dijo algo que hizo que mis ojos se abrieran aun mas de la sorpresa, esto debe se runa broma...

-m-mi madre...? c-como....

ahí se pudo ver el terror en mis ojos, como este sujeto podía saber que yo tenia los ojos de mi madre? no pudo haberla conocido... no creo... pero el hecho de que hablara de ella me ponía los pelos de punta, sentía como me bajaba la presión pero tenia que seguir trabajando. Me reincorpore como pude y trate de verme estable y que nadie se de cuenta de esa recaída, tome el menú con cuidado y me dí la vuelta para evitar mirarlo de nuevo.

-enseguida le traigo su pedido....

camine a paso rápido hasta el otro lado del café para preparar su orden, mis manos temblaban un poco mientras preparaba la bandeja con la tetera de porcelana con el conjunto de taza, una pequeña azucarera y el pequeño saco de te dentro de la taza; tome la bandeja con ambas manos, ya que si la tomaba con una, y mi estado, seria un completo desastre todo.

Camine con cuidado hasta la mesa, y una vez que estuve justo en frente, fui dejando las cosas en ella, colocando la azucarera, la taza delante de el y por ultimo tomando la tetera y vertiendo el agua con cuidado en la taza como parte del servicio.

-aquí esta su earl gray joven caballero... con su permiso

tome la bandeja y me retire de la mesa para ir a otra mesa y de ahí de nuevo a preparar otras ordenes.

*Mientras le dominaba mentalmente y revisaba todas sus memorias, su interior, su alma, podía ver como jamas le habían ultrajado de esa manera, podía ver como estaba apunto de caerse, era claro que el no la dejaría, justo cuando dejaría su trance para detenerla noto como ella se apoyo en la mesa así que el siguió invadiendola.

Cuando termino supuso que sus palabras sobre su madre la harían perder en cierto modo el control y este lo tomaría, pero no, la joven era mas resistente, peleaba por mantenerse bien, otro detalle interesante en ella, cosa que a el le agrado, vio como tomo el menú y se fue a paso apresurado, el le miraba mantenía su mirada de cazador sobre la joven, entonces el hambre le dio una punzada en el estomago y pudo notar algo que había pasado por alto, su cuello, un delicado cuello largo, bello, dio una lamida a unos de sus colmillos tratando de controlar su hambre y se concentro en lo que tenía en mente lo otro vendría después, seria una especie de premio por encontrar lo que buscaba.

ella llego con el te, podía notar como ella evitaba verle a los ojos, acaso la sensación que le dejo era tan incomoda??, eso era algo a lo que se tendría que acostumbrar, a fin de cuentas ella era humana, tomo el te en cuanto ella lo coloco en la mesa, levanto una ceja al ver que era de bolsita, mas vale que estuviera bueno pero eso no era lo importante, le miro y siguió con su plan*

Gracias...dulce cisne

*sonrió con naturalidad y como si supiera a que se refería, quería llegar a los sentimientos de ella, a su curiosidad pura, eso sería fácil a fin de cuentas era humana, espero a que ella se retirara para sacar su anforita llena de sangre y "endulzar" su te, pero aun así movimiento que ella hacía, mesa que visitaba el le miraba, le acechaba, era su presa, su nueva "protegida" quería creer el*

antes de seguir atendiendo otras mesas, un nuevo escalofrió recorrió mi columna con aquellas palabras, estaba aterrada, ya no veía la hora de irme a mi dormitorio y esperar no volver a cruzarme con ese sujeto...

El resto de los pedidos estuve mejor, los nervios se me había tranquilizado, pero no la sensación de querer irme ya y dormir; dejando una porción de pastel de moras en una mesa de afuera y regresando para ver si el pedido de helado estaba listo par ala mesa del lado derecho del salón estaba listo, evitaba de cualquier forma pasar por la mesa de aquel sujeto.

Ya estábamos por cerrar, así que ya era hora de irme a vestir, por ser menor me dieron el permiso antes y fui corriendo a los vestidores después de cobrar en una mesa y dejar todo en la caja. Mi vestimenta de ese día era un simple vestido negro con lunares y un cuello con solapas ovaladas con unos zapatos bajos de tira, guardando mi uniforme de maid y tomando mi bolso, me encamine a la salida, ni me fije si el sujeto se había ido, solamente camine rápido despidiéndome de mis compañeros.

Una vez en la calle, camine a paso rápido pero estando atenta, de ultima opción comenzaría a treparme a los postes de luz o bordes de balcones para llegar mas rápido a mi dormitorio en la escuela.

*su risa era baja y mas que nada personal, podía ver el miedo en ella, ya no regreso a verle, nadie mas fue, el se dedico a vigilarla cada movimiento que ella hacía era visto por el, podía notar como su delicado cuerpo era ágil, el había visto todos sus recuerdos, pero no es lo mismo ver recuerdos que las cosas en persona o escucharlas por eso tenía que verla, escucharle cantar, esto sería fácil, ahhh la fragilidad humana....siempre tan entretenida.

Dejo el dinero sobre la mesa, el te estaba muy sin embargo, claro como todos los tes de sobre, pocos eran los que satisfacían el paladar de Demian, pero la sangre ayudo a darle un mejor sabor, pensó para sus adentros que si ella era la indicada, le enseñaría a preparar un sabroso te como se debe de hacer, se paro soltando el dinero y sin dejar de observar a la joven de cabellos blancos y sin mas salió del lugar.*


El tiempo paso, aunque no mucho para que el la viera salir, aun podía notar la incomodidad de ella su nervios al limite por lo que el le causo, no pudo evitar saborear a su presa*vamos vuela vuela de regreso a casa bello cisne* ella emprendió el paso a gran prisa pero el se movía detrás de ella a gran velocidad, como si fuera el mismo viento, en momentos podía ver como ella volteaba preocupada, seguía en modo de alerta, que juguete tan divertido se acababa de conseguir, solo un segundo necesitaba, un segundo en el que su sombra pegara con el en ese momento estaría perdida, no podría alejarse de el.

pudo notar que se acercaban a la escuela, era un lugar realmente grande, por un segundo se detuvo miro sorprendido dicho lugar, casi podía escuchar los talentos musicales que por ahí habían pasado o que pasaban, esa ciudad era sorprendente, miro a su joven presa alejarse mas de el* mierda... *tomo vuelo tenía que atraparla ahora si no lo hacía le perdería, sabía donde trabajaba podía ir otro día a buscarla pero no el era muy ansioso muy desesperado, tenía que ver si ella era la indicada esa noche, en un momento la lo pudo arruinar hizo algo de ruido, creyó que todo estaba perdido y tendría que atacarla como el no quería, pero la luna su mejor aliado, le dio la mano, salió detrás de una nube e ilumino a la joven mortal, su sombra se extendió por el piso, ese fue el momento en el que el se escondió dentro de esta, era como el caballo de Troya, ella le metería a donde fuera que fuera, no necesitaría su permiso ya que ella sería la que llevaría a su enemigo a su mas intimo lugar*