Muy temprano para soñar [Libre]

Era su primer día, estaba tan nervioso, con el apuro de la mudanza había llegado a mitad de año escolar y de milagro habían aceptado su matrícula. Su hermana aún no se mudaba, por lo que de forma provisional se estaba quedando en una habitación temporal en la escuela, no iba a ser permanente, sólo el tiempo que su hermana demorara en hacer sus trámites de traslado. Hasta ahora lo único que conocía hasta era el camino a su habitación, la sala de segundo y donde se encontraba el baño.

Se sentía como un crío otra vez, sólo de los nervios no le habían dejado dormir, era difícil ubicarse temporoespacialmente y sentir que era real, iba a poder seguir su sueño, iba a poder dedicar su vida a la música, bueno, nada estaba asegurado hoy en día, pero él iba a esforzarse por lograrlo.

Decidió que era inútil seguir en la cama ya cuando faltaban dos horas para empezar la primea clase y se levantó, trato de hacer la rutina más lento de lo normal, pero sólo consiguió gastar media hora. Finalmente llego a la sala cuando faltaba una hora, obviamente iba a ser el primero ahí, observó con detalle la sala un momento y luego se sentó en un puesto aleatorio, si bien aún no le asignaban uno propio, al momento en el que llegara su compañero él se retiraría de inmediato pidiendo las disculpas pertinentes.

Apoyó sus brazos sobre la mesa y luego acomodó su rostro entre ellos, al estar ya en el lugar podía relajarse un poco, se quedó ahí meditando un momento, incluso se permitió dormitar un momento hasta que sintió que una voz se dirigía…a él?, pero hace un instante estaba solo, ¿se había quedado dormido?

-¿Ah? – Levantó su rostro con algo de pereza, sus irises carmesí miraron fijamente al extraño, pero realmente no podía verlo de forma clara –un segundo, por favor- pidió mientras buscaba entre sus pertenencias una caja negra y sacó sus lentes ópticos, los limpió irresponsablemente con la parte superior de su uniforme y luego volvió a mirar al que parecía ser el profesor.

“Es sólo el profesor” pensó mientras sus ojos volvían a cerrarse para abrirlos lo máximo posible al instante, ¿ese era el profesor? ¿¡Por qué sigo siendo el único alumno!?

Se levantó de inmediato de su puesto –¡Lo siento!- Hizo un pequeña reverencia y luego observó el resto del salón que seguía vacío, miro de reojo la hora que su celular mostraba en el mesón, aún faltaba media hora para que empezara la clase.

-Ah- suspiro sintiéndose más relajado- Bueno días, mi nombre es Joa Nowak, soy el estudiante al que transfirieron, mucho gusto Sensei - le regaló una pequeña sonrisa luego de su presentación.