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Ignis Fragarach
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Music is War :: Sobre el foro :: Registros :: Fichas
Página 1 de 1.
Ignis Fragarach
• Nombre:
Ignis Fragarach
Astra (su mitad)
Su nombre real es Samael.
• Categoría:
Él: Tanatólogo y auxiliar de morgue
Ella: Compositora
Ambos son la misma persona, pero usa un aspecto diferente para cada uno.
• Edad:
Desconocida. Él aparenta 26 mientras que su parte femenina alrededor de los 20.
• Tendencia:
Pansexual pero no muestra interés por aburrimiento. Le gustan también los fiambres. No tiene preferencia a ser pasivo o activo, tanto en hombre como en mujer.
• Descripción física:
Ignis posee la belleza que define a las criaturas que habitan en le plano celestial, hermosos, y de tez blanca como la porcelana. Samael era una criatura asexuada, realmente nunca tuvo ningún tipo de predilección hacia ser hombre o mujer, por lo que ya teniendo la capacidad de hacerlo, es ambos géneros o incluso ser hermafrodita si así lo ha deseado. Estaba orgulloso de portar doce alas de luz a sus espaldas y una hermosa aureola luminosa flotar sobre su cabeza, no obstante cuando fue expulsado ésta se oscureció y oxidó hasta el punto de parecer que va a volverse polvo en cualquier momento, sus alas se tornaron en sombras que parecen ir desintegrándose hacia las puntas. Es posible que el hecho de no haber sufrido una transformación a demonio sea por su naturaleza neutral.
Su aspecto y comportamiento cambia según si es un género u otro a pesar de ser la misma persona, eso se debe a los siglos que ha vivido alternando de un género a otro y siendo obligado a encajar con aquellos que más le interesaban, así que le tocó aprender.
Ignis masculino: Hermoso y de suaves facciones, sus ojos son como amatistas, su piel nunca ha perdido la blancura de cuando fue un arcángel; sus cabellos son de un color blanco gris, el pelo es lacio pero ligeramente ondulado.Tiene una altura de 1.78 metros, su cuerpo no es excesivamente musculoso, de hecho tiene una figura muy elegante, su andar es firme y sus gestos son gentiles pero masculinos, con cierto toque seductor. Suele vestir de muchas formas, en su trabajo se viste de forma muy elegante, fuera de éste suele escoger todo aquello que encuentra en revistas de moda, ya que va muy perdido al cambiar tanto a lo largo de los milenios.
Aparentemente es alguien tranquilo y despreocupado que vive la vida de forma sosegada, por lo que nunca se le ve serio, pero sí con cierto toque sereno. Siempre tiene una sonrisa que ofrecer y se nota que es alguien que tiene muy buen humor.
Ignis femenino: Posee una belleza angelical, sus ojos son como un par de piedras de Berilo, su tez sigue igual de blanca y posee unas pecas alrededor del puente de la nariz; sus cabellos en realidad son pelirrojos pero prefirió teñirlos de un color rosa coral, son suaves y algo ondulados. Tiene 1.64 metros de altura, de hombros estrechos y caderas anchas, sus senos son más grandes que el promedio pero tampoco lo son en exceso, de lo que más orgulloso está es de su trasero y sus piernas. A pesar de tener muy buen cuerpo, éste pasa desapercibido al no llevar ropas que dejen ver su figura, salvo en ocasiones cuando decide llevar algo más apretado o directamente va en bañador o bikini, es de las personas que encuentran la gracia a dejar más juego a la imaginación, al menos en cuanto a su gusto; al igual que siendo hombre, en mujer elige todo aquello que le gusta de las revistas de moda, no obstante su forma de vestir es mucho más informal y colorida. Sus gestos son más femeninos que el anterior.
Ella aparentemente se la ve algo más activa pero igual de despreocupada y sonriente, es más dulce en su modo de hablar, pero también se nota más ese toque ligeramente travieso.
Ignis tiene la capacidad de convertirse en dos, su otro “yo”no es más que una sombra de sí mismo, dicha sombra es llamada “Astra” y siempre va a verse del género opuesto en el que se vea Ignis en ese momento. No suele partirse en dos, pero a veces lo ha creído oportuno.
Ignis no puede morir, fue el arcángel de la muerte y está en su naturaleza, morirá miles de veces y volverá todas ellas. No obstante hay muchas formas de deshacerse de él.
• Descripción psicológica:
Psicológicamente Ignis no cambia sea cual sea su género, lo único es su modo de comportarse pero no de pensar o sentir.
Es alguien que siempre parece estar de buen humor, es muy optimista así su optimismo a veces pueda ser algo perturbador, en especial en ciertos temas delicados. No le gusta la idea de convertir la vida en un drama sin sentido, sólo va a preocuparse de aquello que es realmente importante para él, es por ello que sus decisiones las toma según su propia moralidad y criterio, lo cual es posible que no se rija por el mismo juicio que otros. Le gusta tener buenos modales, pero es algo que no le importa en los demás, puede llevarse igual de genial sea como sea la otra persona; realmente es difícil enfadarle, suele tener paciencia de santo y mucho autocontrol pero si se le termina no se hace responsable de sus actos.
Tiene una faceta infantil la cual está dotada de cierta “inocencia”, eso puede ser o muy entrañable o rematadamente cruel, realmente ni él mismo tiene idea de a qué podría desembocar, siempre se deja llevar por aquello que quiere hacer en ese momento ignorando por completo todo lo demás. Como los niños.
Le encantan ciertas travesuras, es algo que se permite hacer de vez en cuando, disfruta de pequeñas cosas, quizá demasiado simples pero para él son suficientes, del mismo modo encuentra diversión en cosas más fúnebres y morbosas; a veces va por la vida con descuido, al no poder morir no teme a nada, por lo tanto, no siente el instinto de alerta. De hecho, morir se volvió en algo entretenido, muchas veces termina riendo como aquel que se cae al suelo y ahí no ha pasado nada. Cuando muere, su cuerpo se queda en el mundo terrenal y su alma cae a la barca de Caronte, ahí permanece unos momentos, lo que tarda su cuerpo en regenerarse lo suficiente como para volver a la vida. Adora hablar con él, incluso se permite bromear y tirarle los tejos.
Mientras está muerto, su cuerpo se regenera, a veces puede parecer que el tiempo se echa hacia atrás al recomponerse.
Tiene hijos esparcidos por varios lugares, él ama a todos sus vástagos, los observa pero jamás interfiere. Nunca ha tenido problema en hablar con ellos y pasar un rato agradable charlando, nunca los ha repudiado, solo tiene su modo de hacer las cosas.
Es muy exigente en cuanto a sus amantes. No tiene problemas en llevar su cuerpo al límite, es alguien muy fogoso, pero si no se le conoce es difícil saber qué podría excitarle y cómo. De todos modos ésta es la última de sus preocupaciones. También es capaz de enamorarse, solo que lo ha hecho muy pocas veces en su vida.
Tiene una obsesión insana por la muerte, eso hace que disfrute de sus “muñecos” humanos como nadie, los ve preciosos y les habla como si estuvieran vivos, es posible que llegue más lejos con ellos. Es exigente eligiendo sus muñecos, ni le sirve cualquiera ni siente siempre el impulso. En su trabajo como tanatólogo y auxiliar de morgue es bastante profesional aunque debe contener sus impulsos delante de los familiares del difunto.
Puede ser desastrosamente torpe en cosas tan simples como cocinar o dibujar.
Para él su aureola es su tesoro, pero no duda en arrancarlo de sobre su cabeza y usarlo de arma arrojadiza así se esté muriendo de dolor, ya que separar la aureola de encima de su cabeza es tan doloroso como el reventar de todos los órganos del cuerpo. Su aureola puede girar entorno a sí misma cual sierra radial.
• Gustos:
- Tiene un hobby taxidermista para aquellos que dicen que le aman en vano.
- Tocar instrumentos, cantar. Le ayuda a componer.
- Los muertos, tiene una obsesión con la muerte que no puede con su alma.
- Las cosas hermosas, procura rodearse de ellas.
- Cocinar. Pero termina quemando la casa y él de visita a Caronte.
- Pasar el rato con Caronte. Hay que aprovechar las visitas.
- Las emociones fuertes. Puede no parecerlo pero es algo que disfruta casi en secreto.
- Charlar largo y tendido.
- Hacer cosas con cualquier persona, en soledad sólo puede bromear con su propia sombra.
- Dormir largas horas. A veces parece que esté muerto.
- Es fan de absolutamente todos los métodos de tortura.
- El arte del shibari (atar a una persona siguiendo cierto patrón).
- El té, el café con leche, la leche chocolatada…. Y mojar los dulces en ellos, ya sean pastas, pedazos de pastel, pan tostado...
- Hacerse caritas en los dedos con un bolígrafo. A veces lo hace mientras espera a alguien.
- Los fetiches, cuanto más extraño sea más entretenido le va a parecer.
- Juegos tan simples como mantener la mirada, aguantar sin reír, y cosas del estilo.
- Las cosas extrañas, le encantan, cuanto más bizarras o raras sean, mejor.
- El sentido del humor.
- La sinceridad.
- Entre otros.
• Disgustos:
- La traición.
- Ver a personas tener sexo. Le aburre sobremanera y es indiferente a ello.
- Bebidas con más de 3% de alcohol, le arde el cuello entero. Dios le quiso joder dándole una garganta demasiado sensible.
- Su creador.
- Estar aburrido.
- Entre otros.
• Historia:
• Imagen de referencia:
• Origen del personaje:
Ambos originales de Miya en Pixiv.
Ignis Fragarach
Astra (su mitad)
Su nombre real es Samael.
• Categoría:
Él: Tanatólogo y auxiliar de morgue
Ella: Compositora
Ambos son la misma persona, pero usa un aspecto diferente para cada uno.
• Edad:
Desconocida. Él aparenta 26 mientras que su parte femenina alrededor de los 20.
• Tendencia:
Pansexual pero no muestra interés por aburrimiento. Le gustan también los fiambres. No tiene preferencia a ser pasivo o activo, tanto en hombre como en mujer.
• Descripción física:
Ignis posee la belleza que define a las criaturas que habitan en le plano celestial, hermosos, y de tez blanca como la porcelana. Samael era una criatura asexuada, realmente nunca tuvo ningún tipo de predilección hacia ser hombre o mujer, por lo que ya teniendo la capacidad de hacerlo, es ambos géneros o incluso ser hermafrodita si así lo ha deseado. Estaba orgulloso de portar doce alas de luz a sus espaldas y una hermosa aureola luminosa flotar sobre su cabeza, no obstante cuando fue expulsado ésta se oscureció y oxidó hasta el punto de parecer que va a volverse polvo en cualquier momento, sus alas se tornaron en sombras que parecen ir desintegrándose hacia las puntas. Es posible que el hecho de no haber sufrido una transformación a demonio sea por su naturaleza neutral.
Su aspecto y comportamiento cambia según si es un género u otro a pesar de ser la misma persona, eso se debe a los siglos que ha vivido alternando de un género a otro y siendo obligado a encajar con aquellos que más le interesaban, así que le tocó aprender.
Ignis masculino: Hermoso y de suaves facciones, sus ojos son como amatistas, su piel nunca ha perdido la blancura de cuando fue un arcángel; sus cabellos son de un color blanco gris, el pelo es lacio pero ligeramente ondulado.Tiene una altura de 1.78 metros, su cuerpo no es excesivamente musculoso, de hecho tiene una figura muy elegante, su andar es firme y sus gestos son gentiles pero masculinos, con cierto toque seductor. Suele vestir de muchas formas, en su trabajo se viste de forma muy elegante, fuera de éste suele escoger todo aquello que encuentra en revistas de moda, ya que va muy perdido al cambiar tanto a lo largo de los milenios.
Aparentemente es alguien tranquilo y despreocupado que vive la vida de forma sosegada, por lo que nunca se le ve serio, pero sí con cierto toque sereno. Siempre tiene una sonrisa que ofrecer y se nota que es alguien que tiene muy buen humor.
Ignis femenino: Posee una belleza angelical, sus ojos son como un par de piedras de Berilo, su tez sigue igual de blanca y posee unas pecas alrededor del puente de la nariz; sus cabellos en realidad son pelirrojos pero prefirió teñirlos de un color rosa coral, son suaves y algo ondulados. Tiene 1.64 metros de altura, de hombros estrechos y caderas anchas, sus senos son más grandes que el promedio pero tampoco lo son en exceso, de lo que más orgulloso está es de su trasero y sus piernas. A pesar de tener muy buen cuerpo, éste pasa desapercibido al no llevar ropas que dejen ver su figura, salvo en ocasiones cuando decide llevar algo más apretado o directamente va en bañador o bikini, es de las personas que encuentran la gracia a dejar más juego a la imaginación, al menos en cuanto a su gusto; al igual que siendo hombre, en mujer elige todo aquello que le gusta de las revistas de moda, no obstante su forma de vestir es mucho más informal y colorida. Sus gestos son más femeninos que el anterior.
Ella aparentemente se la ve algo más activa pero igual de despreocupada y sonriente, es más dulce en su modo de hablar, pero también se nota más ese toque ligeramente travieso.
Ignis tiene la capacidad de convertirse en dos, su otro “yo”no es más que una sombra de sí mismo, dicha sombra es llamada “Astra” y siempre va a verse del género opuesto en el que se vea Ignis en ese momento. No suele partirse en dos, pero a veces lo ha creído oportuno.
Ignis no puede morir, fue el arcángel de la muerte y está en su naturaleza, morirá miles de veces y volverá todas ellas. No obstante hay muchas formas de deshacerse de él.
• Descripción psicológica:
Psicológicamente Ignis no cambia sea cual sea su género, lo único es su modo de comportarse pero no de pensar o sentir.
Es alguien que siempre parece estar de buen humor, es muy optimista así su optimismo a veces pueda ser algo perturbador, en especial en ciertos temas delicados. No le gusta la idea de convertir la vida en un drama sin sentido, sólo va a preocuparse de aquello que es realmente importante para él, es por ello que sus decisiones las toma según su propia moralidad y criterio, lo cual es posible que no se rija por el mismo juicio que otros. Le gusta tener buenos modales, pero es algo que no le importa en los demás, puede llevarse igual de genial sea como sea la otra persona; realmente es difícil enfadarle, suele tener paciencia de santo y mucho autocontrol pero si se le termina no se hace responsable de sus actos.
Tiene una faceta infantil la cual está dotada de cierta “inocencia”, eso puede ser o muy entrañable o rematadamente cruel, realmente ni él mismo tiene idea de a qué podría desembocar, siempre se deja llevar por aquello que quiere hacer en ese momento ignorando por completo todo lo demás. Como los niños.
Le encantan ciertas travesuras, es algo que se permite hacer de vez en cuando, disfruta de pequeñas cosas, quizá demasiado simples pero para él son suficientes, del mismo modo encuentra diversión en cosas más fúnebres y morbosas; a veces va por la vida con descuido, al no poder morir no teme a nada, por lo tanto, no siente el instinto de alerta. De hecho, morir se volvió en algo entretenido, muchas veces termina riendo como aquel que se cae al suelo y ahí no ha pasado nada. Cuando muere, su cuerpo se queda en el mundo terrenal y su alma cae a la barca de Caronte, ahí permanece unos momentos, lo que tarda su cuerpo en regenerarse lo suficiente como para volver a la vida. Adora hablar con él, incluso se permite bromear y tirarle los tejos.
Mientras está muerto, su cuerpo se regenera, a veces puede parecer que el tiempo se echa hacia atrás al recomponerse.
Tiene hijos esparcidos por varios lugares, él ama a todos sus vástagos, los observa pero jamás interfiere. Nunca ha tenido problema en hablar con ellos y pasar un rato agradable charlando, nunca los ha repudiado, solo tiene su modo de hacer las cosas.
Es muy exigente en cuanto a sus amantes. No tiene problemas en llevar su cuerpo al límite, es alguien muy fogoso, pero si no se le conoce es difícil saber qué podría excitarle y cómo. De todos modos ésta es la última de sus preocupaciones. También es capaz de enamorarse, solo que lo ha hecho muy pocas veces en su vida.
Tiene una obsesión insana por la muerte, eso hace que disfrute de sus “muñecos” humanos como nadie, los ve preciosos y les habla como si estuvieran vivos, es posible que llegue más lejos con ellos. Es exigente eligiendo sus muñecos, ni le sirve cualquiera ni siente siempre el impulso. En su trabajo como tanatólogo y auxiliar de morgue es bastante profesional aunque debe contener sus impulsos delante de los familiares del difunto.
Puede ser desastrosamente torpe en cosas tan simples como cocinar o dibujar.
Para él su aureola es su tesoro, pero no duda en arrancarlo de sobre su cabeza y usarlo de arma arrojadiza así se esté muriendo de dolor, ya que separar la aureola de encima de su cabeza es tan doloroso como el reventar de todos los órganos del cuerpo. Su aureola puede girar entorno a sí misma cual sierra radial.
• Gustos:
- Tiene un hobby taxidermista para aquellos que dicen que le aman en vano.
- Tocar instrumentos, cantar. Le ayuda a componer.
- Los muertos, tiene una obsesión con la muerte que no puede con su alma.
- Las cosas hermosas, procura rodearse de ellas.
- Cocinar. Pero termina quemando la casa y él de visita a Caronte.
- Pasar el rato con Caronte. Hay que aprovechar las visitas.
- Las emociones fuertes. Puede no parecerlo pero es algo que disfruta casi en secreto.
- Charlar largo y tendido.
- Hacer cosas con cualquier persona, en soledad sólo puede bromear con su propia sombra.
- Dormir largas horas. A veces parece que esté muerto.
- Es fan de absolutamente todos los métodos de tortura.
- El arte del shibari (atar a una persona siguiendo cierto patrón).
- El té, el café con leche, la leche chocolatada…. Y mojar los dulces en ellos, ya sean pastas, pedazos de pastel, pan tostado...
- Hacerse caritas en los dedos con un bolígrafo. A veces lo hace mientras espera a alguien.
- Los fetiches, cuanto más extraño sea más entretenido le va a parecer.
- Juegos tan simples como mantener la mirada, aguantar sin reír, y cosas del estilo.
- Las cosas extrañas, le encantan, cuanto más bizarras o raras sean, mejor.
- El sentido del humor.
- La sinceridad.
- Entre otros.
• Disgustos:
- La traición.
- Ver a personas tener sexo. Le aburre sobremanera y es indiferente a ello.
- Bebidas con más de 3% de alcohol, le arde el cuello entero. Dios le quiso joder dándole una garganta demasiado sensible.
- Su creador.
- Estar aburrido.
- Entre otros.
• Historia:
- Spoiler:
En sus días estuvo muy orgulloso de pertenecer al reino de los cielos; él era un acusador, seductor y destructor con permiso y encargo de su señor, su naturaleza siempre había sido tan bondadosa como maligna en partes iguales, perdonaba los pecados humanos y cumplía con sus funciones de castigador y verdugo del señor. Su mayor rol era ser el principal arcángel de la muerte, su lugar estaba junto al trono de la gloria en el séptimo cielo, y jefe del quinto cielo. Por sus funciones y la vista gorda que se hacía con él se le dio el nombre de Samael, que significa “el veneno de Dios” o “ceguera de Dios”. Estaba, por supuesto, en una posición muy privilegiada y, hasta cierto punto, dotada de cierta libertad; por mucho tiempo adoró ciegamente a su creador y el cielo le resultaba un lugar tan bello que de ninguna de las maneras estaría dispuesto a pisar la tierra y mucho menos el infierno.
Fue cuando criticó la obra de su señor cuando empezó a percatarse de la poca transparencia que éste ofrecía a sus propias creaciones, de dio cuenta de todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor, obligado a servirle a él y a los humanos, criaturas a las que consideraba inferiores y que, por imposición, su vida y la de todos los demás debía girar entorno a ellos. Samael y sus siervos fueron expulsados por negarse a obedecer y a adorar a los “hijos de Dios”.
Sus siervos cayeron en la tierra mientras que a él le tocó abrirse la cabeza contra el duro suelo del averno, junto a los demás traidores, sus alas eran literalmente la sombra de lo que fueron, por alguna razón pudo mantener su aureola, pero ésta dejó de irradiar luz y quedó como un trozo de metal flotando sobre su cabeza. Pensó que su vida ahí sería miserable a pesar que realmente no tenía ningún tipo de prejuicio contra los demonios, él mismo no había obrado mucho mejor siendo el que hacía el trabajo sucio, y la verdad es que se adaptó con bastante rapidez. No era el lugar más hermoso del mundo, pero era donde más cómodo estaba, además, le había caído bien ese tal Caronte y sus paseos en barca, se le hacía muy entrañable pues Samael siempre tuvo una obsesión insana por la muerte y todo lo que la rodea, y pasar por ese río era de órdago.
Después de siglos sabáticos en el averno donde terminó sintiendo como su propio hogar, cuando estuvo demasiado aburrido, emprendió un viaje a la tierra, ahí era donde habían caído sus siervos por lo que decidió ir a buscarles. Pasó miles de años vagando por el mundo terrenal, cambiando de identidad y de género por varios siglos. En su paso por la tierra aprendió a tolerar mejor al ser humano, seguía sin quererlo adorar por encima de su persona, pero podía verlo desde otra perspectiva, aun si en sus días llegó a ser sacrificado, ejecutado e incluso quemado en una hoguera para ser “purificado”. Eso sólo conseguía que tuviera un viaje de vuelta a la barca de su querido amigo Caronte. Por supuesto, dada a su hermosura le terminaron lloviendo pretendientes (y pretendientas) que sólo lo querían por su aspecto, algo que con el tiempo se volvió algo tedioso, ya empezó a ser algo demasiado aburrido y esas palabras tan absurdas de amor eterno que no llegaban a nada se hacían repetitivas… al menos hasta que uno de ellos amenazó con suicidarse, eso le pareció algo precioso, pero una cosa era decirlo, otra hacerlo, y fue ahí cuando empezó uno de sus más amados hobbies: coleccionar y conservar cuerpos humanos, los cuidaría, les hablaría y vestiría como si aún estuvieran vivos, si tanto decían amarle con tanta supuesta pasión, entonces serían suyos para siempre.
A lo largo de los años fue acumulando grandes sumas de dinero, también tenía la costumbre de contraer matrimonio por conveniencia y dejar hijos por todos lados, por lo que al quedar viudo todo ese dinero solía quedar a su nombre, aparte solía trabajar como músico tocando varios instrumentos y en sus días tuvo su época como cantante de ópera; tuvo la oportunidad de estudiar y aprender varias profesiones, de las cuales las que más le gustaron fueron la de compositor y tanatólogo, siendo lo último algo que le sirvió para perfeccionar su hobby taxidermista.
Hace años llegó a Glass City con su último marido con quien llevaba más de cuarenta años casado, fue de los pocos que murió de anciano por amar y aceptar a Ignis en toda su naturaleza, y de quien guarda un precioso recuerdo. Nunca decidió hacerlo uno de sus muñecos, prefirió enterrarle y dejarle ir allá donde tuviera que ir su alma. Tuvo que irse un tiempo por el luto, no estuvo enamorado de él pero sí que le tuvo muchísimo cariño después de tantos años juntos, pero cuando volvió lo hizo con más optimismo y humor que nunca, reemprendiendo su trabajo en el tanatorio como hombre, y usando su aspecto de mujer para el de compositor. Así lo ve más entretenido.
• Imagen de referencia:
- Spoiler:
• Origen del personaje:
Ambos originales de Miya en Pixiv.
Ignis Fragarach- Ocupación : Compositor
Mensajes : 16
Fecha de inscripción : 30/11/2017
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