Adrien Bissett

La infancia de Adrien fue normal en su infancia, a pesar de que no creció con un padre presente, ya que su madre era madre soltera, no tuvo mayores problemas en su crianza, creció bien con su abuela y su madre, quienes le querían y era un chico normal a pesar de todo.

Todo parecía ir bien, hasta que su madre enfermó gravemente, tenía un corazón débil de nacimiento, con todo y dar a luz a Adrien su cuerpo se fue debilitando lentamente hasta que al final un día falleció, necesitaba un donante y no alcanzaron a conseguir uno, tampoco tenían los medios económicos para asegurarse una atención de calidad.

Así estuvo Adrien un par de años, viviendo con el luto de su adorada madre, siendo criado por su abuela que apenas y podía cuidarle, más bien Adrien terminó cuidándola a ella en sus últimos momentos, para así al fin morir producto de su vejez, esto resultó en Adrien ingresando a un orfanato, ya sin nadie que le cuidase.

Cuando llegó al orfanato, Adrien se cerró, se volvió un chico callado y taciturno, que apenas reaccionaba a estímulos que le ofrecía su entorno, vivió en estado de shock un tiempo, sin poder procesar que todo lo que había amado y querido, no estaba.

Allí fue cuando conoció a Seolrok Velyakov, al principio se le hacía alguien sumamente molesto, insistente, pero al ver como todos los días lo animaba, jugaba con él, incluso, el solo verlo saltando de allí para allá y cayéndose de formas aparatosas bastó para que ganara un lugar especial en su corazón, lo cual siempre demostraba con pequeños detalles, sonrisas, abrazos pero nunca fue capaz de decírselo, incluso cuando le robó su primer beso, Adrien no podía soportar que de nuevo le quitaran a un ser querido, por lo que nunca correspondió y tampoco dejó crecer nada dentro suyo, cuando le dieron la noticia de que sería adoptado, encapsuló todos sus sentimientos y trató de vivir siendo un chico "bien", con el constante miedo de ser abandonado por  sus padres adoptivos, vivió una doble vida por años, temía demasiado no gustar a sus padres adoptivos y estar solo otra vez, no podía vivir con la sensación y miedo constante de perder a alguien, así que comenzó a creer que si no se encariñaba o ligaba emocionalmente con la gente, no le dolería una vez le abandonaran.

A ojos de la escuela y sus padres, era un chico bien, estudioso, buenas notas, iba a sus clases de guitarra y violín, se comportaba y además era muy sociable, encantador. En la escuela se reencontró con su amigo Seolrok, totalmente cambiado, al igual que él, los años habían hecho lo suyo y también el nuevo entorno en que se estaban criando, en el fondo esto lo alegró a pesar de que su amigo ahora fuera distinto y más arisco y le frecuentó de todas maneras, aunque sea para hacerlo enojar, pero Adrien ya había cambiado. Ya a los quince años no pudo más con esa mentira y explotó, comenzó su doble vida, empezó con sus actitudes de mujeriego, fiestas, excesos, sexo sin control y demás.

Adrien sin poder más con la constante sensación de que debía comportarse y más aún su segunda vida, no soportó más ese ambiente asfixiante y comenzó a trabajar como gigolo, específicamente con mujeres, así fue de a poco armándose de una buena cantidad de clientes y medios, hasta que ahorró lo suficiente para irse de su ciudad y tratar de ser el mismo, ya que nunca pudo sentirse cómodo con sus padres adoptivos, ya que no podía superar sus traumas de infancia que seguía arrastrando, no podía olvidar a su familia de sangre.

Totalmente decidido, se fue a Glass City, había escuchado mucho hablar de esa ciudad, que era la cuna de la música y el arte, donde reinaba un mítico personaje que solo podía atisbar en la TV. Así que tratando de aspirar algo de libertad, aire fresco y tratar de seguir su sueño, partió con su guitarra, sin muchos planes en mente más que tratar de vivir de ello, ya que era lo único que de verdad le motiva.