{ P } Spooky Scary Little Witch

Juraría que de haber sido otra la situación, se habría vuelto loca por romper su tazón favorito ¿La causa? Una carta que había recibido invitándola a participar como vocalista en el evento de Halloween que organizaban en Glass City ¡¿Cómo era eso posible?! Le costó creer que no estaba soñando y miró la carta por todas partes, como esperando que en algún espacio dijera otro nombre que no fuera el suyo. Pero, para su suerte, no fue así. Aunque seguiría con esa sensación los días siguientes a ese.

Otra agradable sorpresa, que parecía sumar a las cosas que estaban jugando a su favor, fue enterarse que la estilista encargada de vestirla sería la profesora Lavezzi, lo cual le subió bastante los ánimos. Esperaba con ansias ver lo que había diseñado para ella, en inicio había dudado sobre su elección cuando la citó a su oficina para preguntarle al respecto. La verdad era que no tenía mucha creatividad para eso, así que dijo lo primero que se le vino a la mente, algo clásico de todos modos, tenía miedo de escoger algo muy arriesgado para su primer concierto.

"Primer concierto... y sin ser vocalista aún... esto no puede estar pasando. Siempre quise que llegara pronto y ahora que llegó no sé qué hacer..."

Ahora se encontraba en busca del pasillo que le llevaría a la zona detrás del escenario especialmente para el staff encargado, encontrando finalmente la puerta gracias a las indicaciones del guardia, y después de deambular bastante, teniendo que mostrar la credencial que le habían entregado un sinfin de veces. Tocó la puerta y asomó su rostro.

—Buenas tardes, ¿profesora Lavezzi...? –preguntó con algo de timidez, esperando que no hubiera nadie más que la estilista, comenzaba a sentirse intimidada con pensar en toda la gente que estaría rondando a su alrededor el día de la presentación, ¿qué iba a hacer?– ¡Lamento la demora, me perdí entre tantos pasillos...! –en su mirada era evidente la emoción que sentía y sobre la cual estaba a punto de perder el control– ¡En serio me alegra que sea usted la encargada de vestuario! –se acercó finalmente, tratando de mirar por sobre su hombro lo que tenía allí, pero fue obstaculizada por la profesora– ¿Y, y...? ¿Puedo ver? ¿Ya está listo?... ah, lo siento... –se frenó al darse cuenta que parecía estar presionando demasiado.

Parecía como una pequeña criatura inquieta y con sobredosis de cafeína, sobrepasada por la ansiedad del suspenso que le estaba dando la profesora, lo único que deseaba en ese momento era poder ver el vestido que usaría en unas horas más. "Unas horas más..." pensó mientras pasaba saliva "creo que mejor no debería pensar en el tiempo por el momento hasta tener todo listo.

Sus ojos se abrieron de par en par tras ver finalmente el traje, era más que evidente el cariño y esmero que había puesto la profesora en hacerlo, incluso la calidad de las telas era más que exquisita en calidad y textura, pero tenía miedo de tocarlo y dañarlo, por lo que apenas acercó la mano prefirió alejarla sin siquiera rozar la tela.

—¡Está maravilloso! –no conseguía quitarle la vista de encima, una toma bastante especial para el traje de bruja. En aquel momento no había dicho nada específico, sino más bien había pedido algo que le quedara, "algo como una bruja o algo tradicional de Halloween", pero no pensaba que la profesora se lo hubiera tomado tan literal. Fuera como fuera, le encantaba– Por favor, sólo fueron comentarios, todo el trabajo fue suyo –agregó con una suave risita antes de acercarse hacia ella en un arranque de efusividad, dándole un rápido abrazo antes de apartarse– Perdone, es sólo que... gracias... muchas gracias, profesora.

Tras eso fue llevada al "probador", que realmente era un baño sin nada demasiado especial. En ese momento, todo le daba igual, pero se tomó con mucha responsabilidad y cuidado el ponerse el traje, muy lento y con mucha delicadeza. Al terminar de acomodarse todo se dio unas vueltas para mirar los detalles, ¿realmente era ella quien le devolvía la mirada en el espejo?

—¿En serio estoy haciendo esto? –murmuró tocando el espejo con la punta de sus dedos, queriendo asegurarse de que no era un sueño. Asintió finalmente con la cabeza hasta darle unos toques a la puerta antes de salir– E-estoy lista... ¿cómo se ve? –preguntó al volver a darse una vuelta para que pudiera mirarle cada recoveco.

—La verdad se siente bastante cómodo, se nota que es experta en su trabajo –le dijo con una amplia sonrisa, extendiendo los bordes del vestido para hacer una leve reverencia muy a su manera– Además su traje también está muy bonito.