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Let's talk about this with a cup of tea(Kath)
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Music is War :: Industria del Espectáculo :: Escuela Musette :: Dormitorios :: Dormitorios Profesores [Mixtos]
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Let's talk about this with a cup of tea(Kath)
Habían ya pasado unos cuantos días desde el incidente que casi había puesto en jaque la vida de la mujer. Katherine era de agradable llevar, Camus debía aceptar que la mujer tenía un sutil encanto delicado que siempre rozaba lo sensual. Inclusive cuando se encontraba en aquella situación lograba mantener un constante buen tratar para con él y eso hacía las cosas más fáciles.
Algunos días jugaban al poker, otros al ajedrez. Las victorias y derrotas eran un constante nutrir de rivalidad pero eso hacía para ambos que la relación que allí se generaba fuese más divertida.
Camus solía escuchar las historias de la mujer con interés lo cual le ayudaba a entender un poco más de su lado artístico, la forma en que se movía con su entorno.
En cuanto a él habló sobre quartet night, sus compañeros, sus objetivos para la carrera de su hermana y algunas anécdotas de su trabajo como idol. Si era objetivo usualmente no hablaba mucho de si mismo pero como era de esperarse la mujer en algún momento debía querer saber más de él y por el tiempo que pasaban juntos era necesario romper el hielo. Camus accedió bajo su usual careta formal y cálida, alimentando los fantasmas ingleses de la mujer que exigían de vez en cuando alguna bebida conocida mientras hablaban. Él por su parte traía té kukicha, Lapsang Souchong y posteriormente té blanco ya que eran permitidos por sus singulares propiedades.
"Celebraremos con hojas exquisitas de un té más fuerte cuando sus huesos estén completamente recuperados, el doctor me ha confesado que puedo saltarme las indicaciones alimenticias el día en que vuelva a casa, al menos por esa ocasión. Sea paciente."
Debía aceptar que era a lo sumo interesante cuidar de una señorita que tuviera cierto carácter que... algunas veces le recordaba a su majestad ¿era acaso que era mayor que él? fuera cual fuera la razón Camus se sentía cómodo.
Pero como todo lo bueno en algún momento debe tener un mal pasar. Sadie Brauss se las había ingeniado para crear una columna donde tanto él como la profesora eran participes. La noticia había salido esa mañana. El ex idol planeaba abordar el tema cuando ya se vieran en la calma de los aposentos de la mujer. No negaría que le dejaba cierto amargor pero ya se había ingeniado unas cuantas excusas sobre eso, no había nada que temer ¿No era común estar en los tabloides amarillistas? Era incomodo para su tranquilidad pero, era parte de ser una figura del medio.
Envió un chófer para que recogiera a Kath, pensó que ir al hospital era una pésima idea con la noticia fresca, así que las instrucciones fueron claras. Sacar a la mujer lo más pronto posible del hospital y sin llamar necesariamente la atención por lo que el conde contrató una actriz y se las ingenió para que la prensa que vigilaba el lugar persiguiera a la impostora.
Katherine no tardaría en llegar a casa sana y salva. Todo estaba en su lugar, Camus si bien había mantenido el sitio limpio prefirió no tocar nada que fuese necesariamente privado(aunque ya en su momento le había llevado ropas y ciertos objetos que la mujer le había pedido).Por la manera de hablar entendía que al igual que él amaba la privacidad.
Para esa tarde dispuso de sus conocimientos de noble. El agua estaría hervida entre 90 a 100 grados , las hojas de té negro especialmente compradas para ese día reposaban en el agua y expandía el aroma por el lugar. Para acompañar en la mesa de centro se disponían una variedad de postres y otros manjares que combinaban a la perfección que se funcionaban con el aroma del té. Sin duda abría el apetito.
Estaba afinando los últimos detalles cuando escuchó las llaves en la puerta, Camus no tardó en darle la bienvenida.
Bienvenida a casa, señorita Howell. Por favor tome asiento¿ Qué tal su viaje?
Algunos días jugaban al poker, otros al ajedrez. Las victorias y derrotas eran un constante nutrir de rivalidad pero eso hacía para ambos que la relación que allí se generaba fuese más divertida.
Camus solía escuchar las historias de la mujer con interés lo cual le ayudaba a entender un poco más de su lado artístico, la forma en que se movía con su entorno.
En cuanto a él habló sobre quartet night, sus compañeros, sus objetivos para la carrera de su hermana y algunas anécdotas de su trabajo como idol. Si era objetivo usualmente no hablaba mucho de si mismo pero como era de esperarse la mujer en algún momento debía querer saber más de él y por el tiempo que pasaban juntos era necesario romper el hielo. Camus accedió bajo su usual careta formal y cálida, alimentando los fantasmas ingleses de la mujer que exigían de vez en cuando alguna bebida conocida mientras hablaban. Él por su parte traía té kukicha, Lapsang Souchong y posteriormente té blanco ya que eran permitidos por sus singulares propiedades.
"Celebraremos con hojas exquisitas de un té más fuerte cuando sus huesos estén completamente recuperados, el doctor me ha confesado que puedo saltarme las indicaciones alimenticias el día en que vuelva a casa, al menos por esa ocasión. Sea paciente."
Debía aceptar que era a lo sumo interesante cuidar de una señorita que tuviera cierto carácter que... algunas veces le recordaba a su majestad ¿era acaso que era mayor que él? fuera cual fuera la razón Camus se sentía cómodo.
Pero como todo lo bueno en algún momento debe tener un mal pasar. Sadie Brauss se las había ingeniado para crear una columna donde tanto él como la profesora eran participes. La noticia había salido esa mañana. El ex idol planeaba abordar el tema cuando ya se vieran en la calma de los aposentos de la mujer. No negaría que le dejaba cierto amargor pero ya se había ingeniado unas cuantas excusas sobre eso, no había nada que temer ¿No era común estar en los tabloides amarillistas? Era incomodo para su tranquilidad pero, era parte de ser una figura del medio.
Envió un chófer para que recogiera a Kath, pensó que ir al hospital era una pésima idea con la noticia fresca, así que las instrucciones fueron claras. Sacar a la mujer lo más pronto posible del hospital y sin llamar necesariamente la atención por lo que el conde contrató una actriz y se las ingenió para que la prensa que vigilaba el lugar persiguiera a la impostora.
Katherine no tardaría en llegar a casa sana y salva. Todo estaba en su lugar, Camus si bien había mantenido el sitio limpio prefirió no tocar nada que fuese necesariamente privado(aunque ya en su momento le había llevado ropas y ciertos objetos que la mujer le había pedido).Por la manera de hablar entendía que al igual que él amaba la privacidad.
Para esa tarde dispuso de sus conocimientos de noble. El agua estaría hervida entre 90 a 100 grados , las hojas de té negro especialmente compradas para ese día reposaban en el agua y expandía el aroma por el lugar. Para acompañar en la mesa de centro se disponían una variedad de postres y otros manjares que combinaban a la perfección que se funcionaban con el aroma del té. Sin duda abría el apetito.
Estaba afinando los últimos detalles cuando escuchó las llaves en la puerta, Camus no tardó en darle la bienvenida.
Bienvenida a casa, señorita Howell. Por favor tome asiento¿ Qué tal su viaje?
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Camus R. Cryzard- Ocupación : Manager
Mensajes : 128
Fecha de inscripción : 05/08/2014
Edad : 33
Re: Let's talk about this with a cup of tea(Kath)
Los días en el hospital eran aburridos por decirlo de una manera. El tedio de atender las indicaciones del personal del hospital, el tener que interactuar con otros pacientes que, a pesar de que la mayoría era gente educada o "entusiasta", increpaban acerca de mi trabajo y mi accidente.
Este lugar gustaba de retar de mi paciencia y mi fama como la dama de Liverpool.
Pero cuando Camus se aparecía en mi cuarto siempre me sacaba una sonrisa. Era encantador, sabía cuidar su lenguaje pero sobre todo era capaz de sacarme varias sonrisas o sonrojos de manera tan natural. El tiempo pasaba rápido cuando platicábamos, tomábamos los excelentes tés que traía o nos retábamos mentalmente. Yo siempre insistía en lo apenada que me sentía de robarle su tiempo, siendo un hombre de varias responsabilidades, pero él siempre sabía que decirme para calmarme.
Por eso, cuando mis padres por fin pudieron hacer el viaje y visitarme al hospital, le encargué a mi madre que si era posible, me trajera de europa unos dulces y unos paquetes de mi casa de té favorita, por que quería consentir al rubio.
Tiempo después me enteré de la chisme, una mentira de que entre mi persona y Camus había algo mas. Estaba mas enojada con respecto a la "insinuación" de mi suicidio, pero eso solo podría lidiarlo una vez pudiera reunirme con Regan.
Dejé que pasara mi amargura hasta el día de mi salida, ya podía librarme de la vigilancia del personal médico, aunque me recordaron que aun tenía que realizar mis visitas, no esforzándome (para lo cual tenía que moverme en silla de ruedas) y dejar que un enfermero me cuidara algunos días.
Acepté y firmé todo lo que me pedían, no deseaba seguir ahi.
Aunque mi salida fue de lo más excéntrica, digno de una película de Hollywood.
El chofer me llevó a mi casa y fue tan amable de trasladarme hasta la entrada de mi departamento conmigo en mi silla de ruedas y mis cosas del hospital.
Pero ese aroma... Inspiré profundamente. ¿Té en mi casa?
- Buenas tardes~ - alcé mi voz cuando abrí la puerta. Y ahi estaba, el encantador caballero salido de alguna de mis novelas románticas que tanto leía. - Fue probablemente lo mas emocionante que me ha pasado en semanas, debería hacerlo mas seguido. - comenté entre risas.
Él tan amable chofer me apoyó dejando algunas cosas en la entrada, mientras lo mas ligero aun lo tenía en mis brazos. Se despidió y nos dejo a ambos solos en el departamento.
- Camus, creo que ya debes estar tan cansado de consentirme - le dije al ver tal maravilla de bienvenida - Y yo pensé que podría pagarte con lo que conseguí de mi tierra natal... - añadí en mi usual tono dramático pero juguetón.
Este lugar gustaba de retar de mi paciencia y mi fama como la dama de Liverpool.
Pero cuando Camus se aparecía en mi cuarto siempre me sacaba una sonrisa. Era encantador, sabía cuidar su lenguaje pero sobre todo era capaz de sacarme varias sonrisas o sonrojos de manera tan natural. El tiempo pasaba rápido cuando platicábamos, tomábamos los excelentes tés que traía o nos retábamos mentalmente. Yo siempre insistía en lo apenada que me sentía de robarle su tiempo, siendo un hombre de varias responsabilidades, pero él siempre sabía que decirme para calmarme.
Por eso, cuando mis padres por fin pudieron hacer el viaje y visitarme al hospital, le encargué a mi madre que si era posible, me trajera de europa unos dulces y unos paquetes de mi casa de té favorita, por que quería consentir al rubio.
Tiempo después me enteré de la chisme, una mentira de que entre mi persona y Camus había algo mas. Estaba mas enojada con respecto a la "insinuación" de mi suicidio, pero eso solo podría lidiarlo una vez pudiera reunirme con Regan.
Dejé que pasara mi amargura hasta el día de mi salida, ya podía librarme de la vigilancia del personal médico, aunque me recordaron que aun tenía que realizar mis visitas, no esforzándome (para lo cual tenía que moverme en silla de ruedas) y dejar que un enfermero me cuidara algunos días.
Acepté y firmé todo lo que me pedían, no deseaba seguir ahi.
Aunque mi salida fue de lo más excéntrica, digno de una película de Hollywood.
El chofer me llevó a mi casa y fue tan amable de trasladarme hasta la entrada de mi departamento conmigo en mi silla de ruedas y mis cosas del hospital.
Pero ese aroma... Inspiré profundamente. ¿Té en mi casa?
- Buenas tardes~ - alcé mi voz cuando abrí la puerta. Y ahi estaba, el encantador caballero salido de alguna de mis novelas románticas que tanto leía. - Fue probablemente lo mas emocionante que me ha pasado en semanas, debería hacerlo mas seguido. - comenté entre risas.
Él tan amable chofer me apoyó dejando algunas cosas en la entrada, mientras lo mas ligero aun lo tenía en mis brazos. Se despidió y nos dejo a ambos solos en el departamento.
- Camus, creo que ya debes estar tan cansado de consentirme - le dije al ver tal maravilla de bienvenida - Y yo pensé que podría pagarte con lo que conseguí de mi tierra natal... - añadí en mi usual tono dramático pero juguetón.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
Mensajes : 550
Fecha de inscripción : 04/04/2013
Re: Let's talk about this with a cup of tea(Kath)
No basto esperar que termina lo que estaba haciendo para que Camus acudiera al lado de la morena mujer tomando el equipaje por muy liviano que fuera(claramente no dejaría que Kath siguiera cargándolo- Me haré cargo de eso- le extendió el brazo para que se apoyara en el mientras sonreía calmo y usaba su suave y agradable tono de voz- Me alegra saber que tuvo un viaje emocionante, no podía dejar que la importunaran, los paparazzi ya han hecho suficiente en este poco tiempo- si bien Camus usaba su tono de noble, podía notarse cierto grado de desdén ante la palabra paparazzi, cordial, educado, pero desdén al fin y al cabo.
No me cansaría en lo más mínimo atenderle, señorita Howell. Ya debe notar que su presencia para mi es una instancia para incluso desligarme de mi propio estrés...- volteó su mirada y se acercó desde lo alto mirándola a los ojos, una distancia "apropiada"- Es un ambiente calmo y hasta propicio para sentirse a gusto.
Primero dejó el equipaje de mano de la mujer en un pequeña mesa de estar que estaba cerca de donde ellos estaban para que Katherine no se moviera tanto.
La llevó con cuidado a una de las sillas frente a la mesa donde tenía todo preparado.- No creo que sea la última vez que nos veamos¿no es así? podemos disfrutar de aquello que ha traído cuando usted me permita volver...tenemos tiempo- Camus ladeó el rostro ligeramente, un encantador caballero, como siempre.- Puede pagarme cuando lo desee- dijo en un tono medio en broma y con una pizca de coqueteo que seguramente aun con su usual tono formal, Katherine captaría.
Ya cuando estaba cómoda comenzó a servir el té en la fina vajilla, humeante y aromático. Lo acercó a ella mientras posicionaba en un pequeño plato algunos de los pastelillos para que ella eligiera por cual empezar.- Las fresas estaban realmente frescas, pensé que algo más natural que la comida del hospital podría gustarle.
Luego se sentó frente a ella y sirvió el té en su taza- Lamento si su salida no fue planeada en base su opinión sobre el asunto, pero consideré que una distracción sería una buena forma de no incomodarla. Si descubre que era una actriz literalmente es culpa de ellos confundir a una persona con otro- rió por lo bajo, de nuevo se podía vislumbrar cierto desdén en sus palabras- Son como gatos, les tiras una bola de paja y piensan que es una suave bola de estambre~-su mano se tomó las pinzas y uno por uno los terrones de azúcar fueron llenando la taza...iban más de ocho.
Y dígame ¿qué piensa de la noticia? Realmente me preocupa más que nombraran su tema más personal. Salir en las noticias con un supuesto asunto amoroso con usted solo me trae buena fama, después de todo ¿quién no desearía tenerla de esa manera?-llevó la taza a sus labios sonriendo, algo en su voz cambiaba cuando decía tales cumplidos, como si su voz se volviera más aterciopelada en cada palabra-Perdón, deben de decirle ese tipo de palabras muy a menudo. De seguro sus fans querrán acabar conmigo~ yo ahora ya no soy un idol así que no debo mi... supuesta castidad a mis fans, eso se lo dejo a mi representado Jinguji.
No me cansaría en lo más mínimo atenderle, señorita Howell. Ya debe notar que su presencia para mi es una instancia para incluso desligarme de mi propio estrés...- volteó su mirada y se acercó desde lo alto mirándola a los ojos, una distancia "apropiada"- Es un ambiente calmo y hasta propicio para sentirse a gusto.
"Además...fui criado para ser un hombre al servicio"
Primero dejó el equipaje de mano de la mujer en un pequeña mesa de estar que estaba cerca de donde ellos estaban para que Katherine no se moviera tanto.
La llevó con cuidado a una de las sillas frente a la mesa donde tenía todo preparado.- No creo que sea la última vez que nos veamos¿no es así? podemos disfrutar de aquello que ha traído cuando usted me permita volver...tenemos tiempo- Camus ladeó el rostro ligeramente, un encantador caballero, como siempre.- Puede pagarme cuando lo desee- dijo en un tono medio en broma y con una pizca de coqueteo que seguramente aun con su usual tono formal, Katherine captaría.
Ya cuando estaba cómoda comenzó a servir el té en la fina vajilla, humeante y aromático. Lo acercó a ella mientras posicionaba en un pequeño plato algunos de los pastelillos para que ella eligiera por cual empezar.- Las fresas estaban realmente frescas, pensé que algo más natural que la comida del hospital podría gustarle.
Luego se sentó frente a ella y sirvió el té en su taza- Lamento si su salida no fue planeada en base su opinión sobre el asunto, pero consideré que una distracción sería una buena forma de no incomodarla. Si descubre que era una actriz literalmente es culpa de ellos confundir a una persona con otro- rió por lo bajo, de nuevo se podía vislumbrar cierto desdén en sus palabras- Son como gatos, les tiras una bola de paja y piensan que es una suave bola de estambre~-su mano se tomó las pinzas y uno por uno los terrones de azúcar fueron llenando la taza...iban más de ocho.
Y dígame ¿qué piensa de la noticia? Realmente me preocupa más que nombraran su tema más personal. Salir en las noticias con un supuesto asunto amoroso con usted solo me trae buena fama, después de todo ¿quién no desearía tenerla de esa manera?-llevó la taza a sus labios sonriendo, algo en su voz cambiaba cuando decía tales cumplidos, como si su voz se volviera más aterciopelada en cada palabra-Perdón, deben de decirle ese tipo de palabras muy a menudo. De seguro sus fans querrán acabar conmigo~ yo ahora ya no soy un idol así que no debo mi... supuesta castidad a mis fans, eso se lo dejo a mi representado Jinguji.
Camus R. Cryzard- Ocupación : Manager
Mensajes : 128
Fecha de inscripción : 05/08/2014
Edad : 33
Re: Let's talk about this with a cup of tea(Kath)
Dejé que Camus me ayudara a desplazarme en mi propio cuarto. Ya había entrado en rehabilitación para caminar, aunque aun así se me recomendaba que si tenía que desplazarme, que fuera en silla de ruedas o muletas. Aunque cada que el rubio me ayudaba en algo, me hacía sentirme como una princesa.
No pude evitar reírme al ver como se refería a los paparazzi, yo estaba muy acostumbrada a lidiar con ellos debido a todos mis años de trabajo, pero podía entender por qué su expresar, se notaba que en el fondo Camus era un muchacho introvertido que prefería las tranquilidad y la calma
Su aproximación era "interesante", por decirlo de alguna manera. Los hombres cuando se acercaban a mi era con una actitud juguetona y a veces erótica. A pesar de que el manager usaba un todo de voz mas atractivo, no parecía faltarme al respeto o y su cercanía no me importunaba.
- Aun así no puedo evitar pensarlo - comenté mientras me dejaba en la silla para nuestra hora del te - Usted es mas joven que yo, y si hubiera deseado podría haber seguido de idol divirtiéndose como su representado... Pero estas aquí, aun cumpliendo la orden de Regan de atenderme. - A veces pensaba que sus atenciones eran de más. Podría haber bastando las visitas, los reportes y los encargos, pero el piel nívea siempre iba 3 pasos delante mío, buscando complacerme y facilitarme la vida. - Espero que no, eres un hombre bastante interesante y vale la pena cada segundo convivido con usted... Pero claro que puedo compensarlo, si mira esos paquetes naranjas se dará cuenta son dulces importados de europa, le pedí a mi madre que los trajera. Le recomiendo los chocolates belga, son los mejores - le confesé de corazón pero traviesa, ya había aprendido que el rubio gozaba de la azúcar a niveles sorprendentes - También trajo una caja de mi casa de té favorita, espero que sea de su agrado.
Todos esos encargos habían sido de corazón, y esperaba que los disfrutara así como el pastelillo de fresa que escogí a recomendación suya. Dejé que mis sentidos fueran inundados por los aromas y sabores de la merienda. Era dulce, suave, pero con una gran presencia, tuve que emplear una gran fuerza de voluntad para no consumir rápido mis alimentos.
El té tenía un buen aroma, y preferí tomarlo solo para que mi paladar quedara limpio para futuros consumos de la tarde.
- A estas alturas debes saber que confió en tus decisiones Camus, no se me habría ocurrido mejor plan que ese. - Escuché sobre las publicaciones que trataban de mi incidente y sobre la naturaleza de nuestro "vínculo" - Lo mío ya tengo una declaración planeada para dejar en claro que nunca hubo tal idea por mi mente, solo tengo que pedirle autorización al señor Vouset de permitirme hablar con la prensa.
Me reí mas libre de sus alargadores comentarios. Ya no sentía dolor como la primera vez que nos conocimos.
- Camus ¡por favor! Soy muy adulta para ti, no creo que sea bueno que piensen que tenga algo contigo. - Aunque fácilmente en mi sola estancia en la ciudad había intimado incluso con gente mas joven que él. - mis fans te doblan la edad, deben de estar corroyendo de envidia... Pero probablemente tengo dagas por tener mi nombre a lado del tuyo, tus fans aún deben tenerte en la mira así como a Ren.
- Aunque ya quisiera que eso fuera real, al menos no te habría faltado nada en como complacerme - Pero justamente me di cuenta que eso no lo había pensado, lo dije. Esas palabras salieron de mi boca deseando que fuera mi amante y que satisficiera mis necesidades sexuales que tenía embotelladas por mi estancia en el hospital. Proseguí a disculparme por mi comentario mientras mis mejillas se teñían de rojo. - P-por favor ignore lo que dije, fue algo inapropiado y n-no pensé en el peso d-de mis palabras. - No iba a confesarle mis detalles mas privados y no permitiría que un desliz fuera la manera de develarlos. Esperaba que no le diera vueltas al asunto.
No pude evitar reírme al ver como se refería a los paparazzi, yo estaba muy acostumbrada a lidiar con ellos debido a todos mis años de trabajo, pero podía entender por qué su expresar, se notaba que en el fondo Camus era un muchacho introvertido que prefería las tranquilidad y la calma
Su aproximación era "interesante", por decirlo de alguna manera. Los hombres cuando se acercaban a mi era con una actitud juguetona y a veces erótica. A pesar de que el manager usaba un todo de voz mas atractivo, no parecía faltarme al respeto o y su cercanía no me importunaba.
- Aun así no puedo evitar pensarlo - comenté mientras me dejaba en la silla para nuestra hora del te - Usted es mas joven que yo, y si hubiera deseado podría haber seguido de idol divirtiéndose como su representado... Pero estas aquí, aun cumpliendo la orden de Regan de atenderme. - A veces pensaba que sus atenciones eran de más. Podría haber bastando las visitas, los reportes y los encargos, pero el piel nívea siempre iba 3 pasos delante mío, buscando complacerme y facilitarme la vida. - Espero que no, eres un hombre bastante interesante y vale la pena cada segundo convivido con usted... Pero claro que puedo compensarlo, si mira esos paquetes naranjas se dará cuenta son dulces importados de europa, le pedí a mi madre que los trajera. Le recomiendo los chocolates belga, son los mejores - le confesé de corazón pero traviesa, ya había aprendido que el rubio gozaba de la azúcar a niveles sorprendentes - También trajo una caja de mi casa de té favorita, espero que sea de su agrado.
Todos esos encargos habían sido de corazón, y esperaba que los disfrutara así como el pastelillo de fresa que escogí a recomendación suya. Dejé que mis sentidos fueran inundados por los aromas y sabores de la merienda. Era dulce, suave, pero con una gran presencia, tuve que emplear una gran fuerza de voluntad para no consumir rápido mis alimentos.
El té tenía un buen aroma, y preferí tomarlo solo para que mi paladar quedara limpio para futuros consumos de la tarde.
- A estas alturas debes saber que confió en tus decisiones Camus, no se me habría ocurrido mejor plan que ese. - Escuché sobre las publicaciones que trataban de mi incidente y sobre la naturaleza de nuestro "vínculo" - Lo mío ya tengo una declaración planeada para dejar en claro que nunca hubo tal idea por mi mente, solo tengo que pedirle autorización al señor Vouset de permitirme hablar con la prensa.
Me reí mas libre de sus alargadores comentarios. Ya no sentía dolor como la primera vez que nos conocimos.
- Camus ¡por favor! Soy muy adulta para ti, no creo que sea bueno que piensen que tenga algo contigo. - Aunque fácilmente en mi sola estancia en la ciudad había intimado incluso con gente mas joven que él. - mis fans te doblan la edad, deben de estar corroyendo de envidia... Pero probablemente tengo dagas por tener mi nombre a lado del tuyo, tus fans aún deben tenerte en la mira así como a Ren.
- Aunque ya quisiera que eso fuera real, al menos no te habría faltado nada en como complacerme - Pero justamente me di cuenta que eso no lo había pensado, lo dije. Esas palabras salieron de mi boca deseando que fuera mi amante y que satisficiera mis necesidades sexuales que tenía embotelladas por mi estancia en el hospital. Proseguí a disculparme por mi comentario mientras mis mejillas se teñían de rojo. - P-por favor ignore lo que dije, fue algo inapropiado y n-no pensé en el peso d-de mis palabras. - No iba a confesarle mis detalles mas privados y no permitiría que un desliz fuera la manera de develarlos. Esperaba que no le diera vueltas al asunto.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
Mensajes : 550
Fecha de inscripción : 04/04/2013
Re: Let's talk about this with a cup of tea(Kath)
Desde hace mucho podía asegurar la capacidad detallista de su acompañante, aunque si bien no era tan complicado entender los gustos del conde por el azúcar el hecho de que expresamente pidiera algo dulce para él como pago o estima hacia sus cuidados le hizo sonreír suavemente, casi agradeciendo con ese detalle en sus labios.
Gracias por su consideración, estoy ansioso por probarlos, confío en el paladar de usted, oujo-sama- un perfecto japones salió con esa última frase servicial.
Observo con disimulo el proceder de la mujer, aludió que sus movimientos eran más ligeros y hasta suaves al estar ahora cómoda en sus territorios. No culpaba que anteriormente no pudiera sentirse plena en aquellas blancas paredes de hospital. Guardó silencio mientras ella degustaba lo que el había servido como si fuese un tipo de vinculo entre ambos difícil de describir, uno donde Camus memorizaba cada lenguaje corporal que ella emitía. Sonrió al ver que todo lo que había hecho era del gusto de su receptora casi como si fuese un triunfo.
Su mirada se agudizo un poco al escucharle hablar que tenía un plan, muy en su interior deseaba saber que tenía pensado hacer, después de todo a Camus le gustaba tener el control.- Vaya, no esperaba menos de usted...me gustaría escucharlo en algún momento~-soltó muy por debajo con tono ameno.
Iba a decir algo, más sus palabras se detuvieron cuando se refirió a lo que podría ser una "relación" entre ambos en un ámbito de complacer.
La sinceridad en su caso era algo completamente inactivo pero al ver las mejillas de la mujer tomar aquel color carmín tuvo una reacción realmente sincera e instintiva, por primera vez los labios que hace no mucho se posaban sobre la fina taza de porcelana hicieron una sutil y seductora sonrisa más apegada a su verdadera naturaleza egocéntrica y dominante que gustaba de este tipo de reacciones a la del usual noble mayordomo dulce y atento, aquella sonrisa era cautivadora y masculina, casi hechizante-
Creo realmente pensar que la edad nunca a sido un impedimento para usted al recibir mis atenciones ¿o si?-la sonrisa que surcaba sus labios se hizo ladina- Si es el caso de ello creo que debo sentirme completamente honrado de que una mujer como usted que podría tener a cualquier hombre me este alagando tanto, después de todo, soy un hombre joven, de aquellos hay tantos~-entrecerró sus ojos sutilmente-pero, alguien que pueda ser una doncella durante tanto tiempo es inimaginable-dejó la taza con su platillo sobre la mesa sin hacer el menor ruido y levantó la mirada para clavarla en los oscuros ojos de la mujer-...no pensé que tuviese ese pensamiento tan optimista de mi-tomó su tenedor y perforó una de las fresas de un pastel, llevándolo a su boca. Camus parecía disfrutarlo, relamió sutilmente el jugo de la fruta que había quedado sobre sus labios, el cambio en sus movimientos si bien era sutil carecía de alguien que no supiera seducir o comunicar con ellos-No quiero...defraudarle en el futuro al complacerle...espero que aquella estima hacia mis servicios prevalezca~
Camus no había dicho nada que aludiera directamente a lo que obviamente Katherine estaba refiriéndose pero la ambigüedad de sus palabras dejaba un claro juego de tensión casi sensual entre ambos. El sabía ya con ello que había un deseo de por medio pero, la personalidad del conde le obligaba a que todo esto fuera de esta manera. Si, quería que fuera de esa forma, había jugado tanto tiempo al mayordomo que deja un limite le daba cierto poder y el simple pensamiento le encendía.
Gracias por su consideración, estoy ansioso por probarlos, confío en el paladar de usted, oujo-sama- un perfecto japones salió con esa última frase servicial.
Observo con disimulo el proceder de la mujer, aludió que sus movimientos eran más ligeros y hasta suaves al estar ahora cómoda en sus territorios. No culpaba que anteriormente no pudiera sentirse plena en aquellas blancas paredes de hospital. Guardó silencio mientras ella degustaba lo que el había servido como si fuese un tipo de vinculo entre ambos difícil de describir, uno donde Camus memorizaba cada lenguaje corporal que ella emitía. Sonrió al ver que todo lo que había hecho era del gusto de su receptora casi como si fuese un triunfo.
Su mirada se agudizo un poco al escucharle hablar que tenía un plan, muy en su interior deseaba saber que tenía pensado hacer, después de todo a Camus le gustaba tener el control.- Vaya, no esperaba menos de usted...me gustaría escucharlo en algún momento~-soltó muy por debajo con tono ameno.
Iba a decir algo, más sus palabras se detuvieron cuando se refirió a lo que podría ser una "relación" entre ambos en un ámbito de complacer.
La sinceridad en su caso era algo completamente inactivo pero al ver las mejillas de la mujer tomar aquel color carmín tuvo una reacción realmente sincera e instintiva, por primera vez los labios que hace no mucho se posaban sobre la fina taza de porcelana hicieron una sutil y seductora sonrisa más apegada a su verdadera naturaleza egocéntrica y dominante que gustaba de este tipo de reacciones a la del usual noble mayordomo dulce y atento, aquella sonrisa era cautivadora y masculina, casi hechizante-
Creo realmente pensar que la edad nunca a sido un impedimento para usted al recibir mis atenciones ¿o si?-la sonrisa que surcaba sus labios se hizo ladina- Si es el caso de ello creo que debo sentirme completamente honrado de que una mujer como usted que podría tener a cualquier hombre me este alagando tanto, después de todo, soy un hombre joven, de aquellos hay tantos~-entrecerró sus ojos sutilmente-pero, alguien que pueda ser una doncella durante tanto tiempo es inimaginable-dejó la taza con su platillo sobre la mesa sin hacer el menor ruido y levantó la mirada para clavarla en los oscuros ojos de la mujer-...no pensé que tuviese ese pensamiento tan optimista de mi-tomó su tenedor y perforó una de las fresas de un pastel, llevándolo a su boca. Camus parecía disfrutarlo, relamió sutilmente el jugo de la fruta que había quedado sobre sus labios, el cambio en sus movimientos si bien era sutil carecía de alguien que no supiera seducir o comunicar con ellos-No quiero...defraudarle en el futuro al complacerle...espero que aquella estima hacia mis servicios prevalezca~
Camus no había dicho nada que aludiera directamente a lo que obviamente Katherine estaba refiriéndose pero la ambigüedad de sus palabras dejaba un claro juego de tensión casi sensual entre ambos. El sabía ya con ello que había un deseo de por medio pero, la personalidad del conde le obligaba a que todo esto fuera de esta manera. Si, quería que fuera de esa forma, había jugado tanto tiempo al mayordomo que deja un limite le daba cierto poder y el simple pensamiento le encendía.
Camus R. Cryzard- Ocupación : Manager
Mensajes : 128
Fecha de inscripción : 05/08/2014
Edad : 33
Re: Let's talk about this with a cup of tea(Kath)
Dios, este hombre siempre lograba hacerme sentir como princesa. Reconocía su educación y encanto, pero había veces que me preguntaba si Camus era como yo, una persona que cuidaba su imagen frente otros bajo actitudes y manerismos de nuestro personaje público y profesional, o realmente era un caballero salido de una novela romántica de época. Esas semanas en el hospital no me dejaban con respuestas claras.
Por eso seguía observando al manager con disimulo, era una manera de aprender y comprender el proceder a las personas, mediante el lenguaje corporal, sin ser impertinente con preguntas.
Mi declaración a la prensa solo la conocería yo y mis abogados, intentando evitar que cualquier cosa pudiera develarse sin mi consentimiento.
Cuando el rubio volvió a hablar volteé a verlo directamente, era un hombre sonriente, confiado y que lograba juguetear con sus palabras en maneras que él solo sabía ejecutar, siendo cortés pero seductor al mismo tiempo.
Pero dos podemos jugar a ese juego. Y yo tenía mas experiencia jugando.
- No todos los días se presenta ante mi un caballero de su talla Camus, y soy una dama que encanta de ser consentida, la oportunidad se presentó y no me resistí - pasé mis dedos entre mi cabello para arreglarlo un poco, empezando a emplear mi lenguaje corporal mas seductor e incitante, sin omitir mi sonrisa coqueta - Espero que la estima sea mutua - comuniqué mientras partía un pedazo del pastelillo con bastante merengue - Y que su pensar hacía mi sea similar al mío del suyo.
Comí con cuidado el pedacito de pastel, pero parte del merengue quedó en mis labios y comisuras, y con cuidado pasé mi lengua sobre el merengue del mismo modo que haría en privado con mis amantes, no sin antes limpiarme con una servilleta.
- Los dulces no serán suficientes para expresar mi gratitud Camus ¿Cuando me concederá la oportunidad de consentirlo? - expresé manteniendo mi sonrisa encantadora
Por eso seguía observando al manager con disimulo, era una manera de aprender y comprender el proceder a las personas, mediante el lenguaje corporal, sin ser impertinente con preguntas.
Mi declaración a la prensa solo la conocería yo y mis abogados, intentando evitar que cualquier cosa pudiera develarse sin mi consentimiento.
Cuando el rubio volvió a hablar volteé a verlo directamente, era un hombre sonriente, confiado y que lograba juguetear con sus palabras en maneras que él solo sabía ejecutar, siendo cortés pero seductor al mismo tiempo.
Pero dos podemos jugar a ese juego. Y yo tenía mas experiencia jugando.
- No todos los días se presenta ante mi un caballero de su talla Camus, y soy una dama que encanta de ser consentida, la oportunidad se presentó y no me resistí - pasé mis dedos entre mi cabello para arreglarlo un poco, empezando a emplear mi lenguaje corporal mas seductor e incitante, sin omitir mi sonrisa coqueta - Espero que la estima sea mutua - comuniqué mientras partía un pedazo del pastelillo con bastante merengue - Y que su pensar hacía mi sea similar al mío del suyo.
Comí con cuidado el pedacito de pastel, pero parte del merengue quedó en mis labios y comisuras, y con cuidado pasé mi lengua sobre el merengue del mismo modo que haría en privado con mis amantes, no sin antes limpiarme con una servilleta.
- Los dulces no serán suficientes para expresar mi gratitud Camus ¿Cuando me concederá la oportunidad de consentirlo? - expresé manteniendo mi sonrisa encantadora
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
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Re: Let's talk about this with a cup of tea(Kath)
No iba a negar que Katherine sabía usar los movimientos a su conveniencia.Aun cuando la mujer parecía estar en un modo completamente desfavorable bastaba un pequeño jugueteo emulando el lenguaje que el propio Camus había empleado para hacerle entrever lo que ella deseaba, dejando así que el juego entre ambos continuara. Camus sonrió ante esto completamente consiente que ese gesto era dedicado a una indirecta y no pudo evitar que su sonrisa fuese algo más insinuante.
Si el caso hubiera sido que no deseaba ser consentida lo entendería pero...suelo ser este tipo de caballero, me hubiera esforzado para que dejara hasta sus más mínimas necesidades en mis manos.
Debido a las circunstancias que nos han rodeado este último tiempo asumo que ya tengo ese permiso¿no es así? - sonrió suavemente entrecerrando los ojos y volvió a tomar su taza de té y con suma calma. Dejó que el calor del brebaje le llenara la garganta-Aunque teniendo en cuenta lo independiente que es usted de seguro al principio quiso sacarme de la habitación~ creo que no fue mala idea dedicarme tanto para que su comodidad estuviera siempre presente.-limpió su boca con una servilleta deslizándola suavemente por sus labios-
El que yo piense o no igual debería ser un secreto¿no lo cree?- rió por lo bajo mientras dejaba de nuevo la taza sobre la mesa y cortaba el pastelillo con sumo cuidado- Después de todo...mi trabajo no debería ser más que consentirla...a menos que usted me esté dando la libertad de expresarme ante esta duda que tiene-su mirada se volvió súbitamente más afilada llevando el trozo de pastel a su boca, antes de masticarlo sonrió- En ese caso esperaré paciente a que la señorita Howell esté en optimas condiciones para que pueda darme las atenciones como yo estime conveniente sin ningún limitante. No olvide que estoy...cumpliendo con mi trabajo y su bienestar hasta entonces es mi prioridad, por lo que hasta que su cuerpo esté completamente recuperado me encargaré de usted, luego usted podrá complacerme. No podría si no negarme antes de eso, debo velar por su seguridad~ no me gustaría ser la causa de que su cuerpo no se recupere como es debido.- claro que realzó el yo en la frase de manera muy directa, aun cuando seguía usando su tono de mayordomo. Era una sutil muestra del carácter dominante de Camus.
Por fin el dulzor del bizcocho llenó su boca y sonrió.-Es un agradable bocado¿no le parece?-sonrió suavemente ladeando el rostro y siguió comiendo
Si el caso hubiera sido que no deseaba ser consentida lo entendería pero...suelo ser este tipo de caballero, me hubiera esforzado para que dejara hasta sus más mínimas necesidades en mis manos.
Debido a las circunstancias que nos han rodeado este último tiempo asumo que ya tengo ese permiso¿no es así? - sonrió suavemente entrecerrando los ojos y volvió a tomar su taza de té y con suma calma. Dejó que el calor del brebaje le llenara la garganta-Aunque teniendo en cuenta lo independiente que es usted de seguro al principio quiso sacarme de la habitación~ creo que no fue mala idea dedicarme tanto para que su comodidad estuviera siempre presente.-limpió su boca con una servilleta deslizándola suavemente por sus labios-
El que yo piense o no igual debería ser un secreto¿no lo cree?- rió por lo bajo mientras dejaba de nuevo la taza sobre la mesa y cortaba el pastelillo con sumo cuidado- Después de todo...mi trabajo no debería ser más que consentirla...a menos que usted me esté dando la libertad de expresarme ante esta duda que tiene-su mirada se volvió súbitamente más afilada llevando el trozo de pastel a su boca, antes de masticarlo sonrió- En ese caso esperaré paciente a que la señorita Howell esté en optimas condiciones para que pueda darme las atenciones como yo estime conveniente sin ningún limitante. No olvide que estoy...cumpliendo con mi trabajo y su bienestar hasta entonces es mi prioridad, por lo que hasta que su cuerpo esté completamente recuperado me encargaré de usted, luego usted podrá complacerme. No podría si no negarme antes de eso, debo velar por su seguridad~ no me gustaría ser la causa de que su cuerpo no se recupere como es debido.- claro que realzó el yo en la frase de manera muy directa, aun cuando seguía usando su tono de mayordomo. Era una sutil muestra del carácter dominante de Camus.
Por fin el dulzor del bizcocho llenó su boca y sonrió.-Es un agradable bocado¿no le parece?-sonrió suavemente ladeando el rostro y siguió comiendo
Camus R. Cryzard- Ocupación : Manager
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Edad : 33
Re: Let's talk about this with a cup of tea(Kath)
- Atendió hasta mis necesidades más banales, a eso yo lo llamo dedicación... Usted ya tiene mi confianza de proseguir como sea adecuado - también bebí de mi taza de té sin hacer ruido, disfrutando sus aromas - Lo quería sacar al principio pero por otras razones. Pensé que haría más preguntas, pero tuvo la delicadeza de no hacerlas ¿será por qué me investigó bien? - sugerí juguetonamente debido a lo siguiente que iba a decir - Si disfrutó mis fotos en Play Boy no se preocupe, no lo veo con otros ojos.
Le guiñé picaronamente. Tenía fotos subidas de tono rondando en los medios y esas eran por invitaciones más recibidas por otras compañías que acepté sin pensarlo mucho. Me halagaba que fuera el objeto de deseo de los hombres.
- todos tenemos secretos... Pero solo por que sea su trabajo atenderme no significa que no pudimos conocernos más.
Prosegui a escuchar como aun seguía cuidando mi salud incluso afuera del hospital, realmente podría estar bien pero mi madre me advirtió que debía controlar mi regeneración para no llamar la atencion de aquella habilidad que tenía. Si por mi fuera estaría en óptimas condiciones y volvería a mis andadas sin cuidado.
- Gracias por cuidar de mi... y no se preocupe. Soy muy buena atendiendo y consintiendo, así que espero con ansias mi recuperación. Y seré feliz mientras siga velando por mi - si el último bocado a mi pastelito feliz de saber que podría pagarle el favor al rubio, aunque fuera a su manera y en el futuro próximo. - Es de los mejores que he probado, sus gustos son excelentes.
Tome otro de los pastelitos que tenía permiso de consumir en mi salida con emoción, este era de chocolate.
Finalmente algo con sabores que nada se comparaba a la comida de hospital. Tenía mucho que agradecer a Camus aunque fuera su trabajo.
Le guiñé picaronamente. Tenía fotos subidas de tono rondando en los medios y esas eran por invitaciones más recibidas por otras compañías que acepté sin pensarlo mucho. Me halagaba que fuera el objeto de deseo de los hombres.
- todos tenemos secretos... Pero solo por que sea su trabajo atenderme no significa que no pudimos conocernos más.
Prosegui a escuchar como aun seguía cuidando mi salud incluso afuera del hospital, realmente podría estar bien pero mi madre me advirtió que debía controlar mi regeneración para no llamar la atencion de aquella habilidad que tenía. Si por mi fuera estaría en óptimas condiciones y volvería a mis andadas sin cuidado.
- Gracias por cuidar de mi... y no se preocupe. Soy muy buena atendiendo y consintiendo, así que espero con ansias mi recuperación. Y seré feliz mientras siga velando por mi - si el último bocado a mi pastelito feliz de saber que podría pagarle el favor al rubio, aunque fuera a su manera y en el futuro próximo. - Es de los mejores que he probado, sus gustos son excelentes.
Tome otro de los pastelitos que tenía permiso de consumir en mi salida con emoción, este era de chocolate.
Finalmente algo con sabores que nada se comparaba a la comida de hospital. Tenía mucho que agradecer a Camus aunque fuera su trabajo.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
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Re: Let's talk about this with a cup of tea(Kath)
rió suavemente con un tono encantador, la diferencia entre aquella sonrisa con cierto toque de malicia y esta era abrumadora, inclusive se veía mucho más inocente dando la sensación de que Camus podía ser incluso más dulce de lo que aparentaba- Aunque no dudo de la "capacidad" que tiene para realzar sus atributos en fotos de modelaje ya que es una profesional en ello pues...no, ciertamente escuché sobre su trabajo en revistas para adultos pero más allá de eso no he visto nada de aquello- ladeo el rostro volviendo a mirarla a los ojos con un poco de curiosidad- Debería haberlo hecho?quizás pueda mostrarme su trabajo luego personalmente, aquello de lo que se enorgullece más.
Camus terminó de comer el pastelillo de crema y continuo con un petit choux bañado en chocolate- A superado mis expectativas, no le mentiré, cuando el señor Vosuet me encargó de su cuidado me cuestioné un poco el porque lo había hecho pero se ha preocupado de que usted este bajo un buen cuidado y no de cualquier empleado, creo que sabe que es una dama distinguida y que la prensa podría interrumpir su descanso...pero, si me permite hablar de esto y es firmemente fuera de mi labor de ser su servidor y del señor Vouset mismo...-se colocó más derecho y sin preocuparse de lo demás se acercó a Katherine arrodillándose ante ella para verle mejor el rostro. Sus cejas se agacharon en un tono preocupado y por unos segundos pareció dudar de lo que iba a decir más con decisión pude por fin decirlo- Usted...está realmente bien? Temo que aun a pesar de mi compañía usted pueda sentirse en soledad, si en alguna ocasión, sea cual sea se siente sola no dude en llamarme, incluso si desea hablar de alguna nimiedad estará bien... - Se tomó el atrevimiento de tomar la mano de la mujer, la calidez de ella se transmitió a la de la femina- No espero que quiera compartir sus secretos conmigo si es que así no le apetece pero...si estoy ahora ante usted, quiero darle el apoyo que necesite...después de todo, como usted a dicho pudimos conocernos, quiero ayudarle con lo que sea necesario incluso si eso no es parte de mi trabajo...-Volvió a sonreí se forma sincera y rió por lo bajo un momento- Lo siento, debo sonar como un entrometido o quizás me estoy tomando atribuciones que no me corresponden al caso pero...deseo de corazón que se sienta bien, si usted solo prefiere que me dedique a servirle a la hora del té, eso es lo que haré...
Camus terminó de comer el pastelillo de crema y continuo con un petit choux bañado en chocolate- A superado mis expectativas, no le mentiré, cuando el señor Vosuet me encargó de su cuidado me cuestioné un poco el porque lo había hecho pero se ha preocupado de que usted este bajo un buen cuidado y no de cualquier empleado, creo que sabe que es una dama distinguida y que la prensa podría interrumpir su descanso...pero, si me permite hablar de esto y es firmemente fuera de mi labor de ser su servidor y del señor Vouset mismo...-se colocó más derecho y sin preocuparse de lo demás se acercó a Katherine arrodillándose ante ella para verle mejor el rostro. Sus cejas se agacharon en un tono preocupado y por unos segundos pareció dudar de lo que iba a decir más con decisión pude por fin decirlo- Usted...está realmente bien? Temo que aun a pesar de mi compañía usted pueda sentirse en soledad, si en alguna ocasión, sea cual sea se siente sola no dude en llamarme, incluso si desea hablar de alguna nimiedad estará bien... - Se tomó el atrevimiento de tomar la mano de la mujer, la calidez de ella se transmitió a la de la femina- No espero que quiera compartir sus secretos conmigo si es que así no le apetece pero...si estoy ahora ante usted, quiero darle el apoyo que necesite...después de todo, como usted a dicho pudimos conocernos, quiero ayudarle con lo que sea necesario incluso si eso no es parte de mi trabajo...-Volvió a sonreí se forma sincera y rió por lo bajo un momento- Lo siento, debo sonar como un entrometido o quizás me estoy tomando atribuciones que no me corresponden al caso pero...deseo de corazón que se sienta bien, si usted solo prefiere que me dedique a servirle a la hora del té, eso es lo que haré...
Camus R. Cryzard- Ocupación : Manager
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Edad : 33
Re: Let's talk about this with a cup of tea(Kath)
Reí ante la capacidad de Camus de mantener las cosas profesionales y casuales, el don de la palabra se encontraba en él y su lenguaje corporal se mostraba relajado.
- Bueno, tengo unas copias en mi pequeña biblioteca, si quiere le puedo prestar alguna - guiñé picaronamente.
Luego de aquella picardía verbal, escuché atentamente las palabras de mi invitado, tratando sobre la labor que le fue encomendada. Pero no estaba preparada para lo que me iba a expresar después.
El frente a mí, poniendo a mi disposición, mostrando comprensión y preocupación por mi. Antes de mi charla con Zinnia, ya llevaba tiempo desde que alguien de dirigía hacia a mí para ayudarme o tenderme la mano. Mi corazón se ablandó y unas lágrimas afloraron de mis ojos.
- ... ¡L-lo siento! - con mi mano libre tomé una servilleta para secar mis lágrimas.
No sabía como reaccionar, llevaba tanto tiempo sola y lidiando con mis problemas por mi cuenta que incluso me era extraño y tal vez incómodo que alguien de manera tan sincera y abierta me recibiera. ¿Me vería ahora como una persona vulnerable?... No podía creer que me estaba haciendo esa pregunta incluso en estos momentos.
¿Pero qué podía decirle ahora? Me tomó unos minutos recuperarme de sus actos hasta que pude controlar mis lágrimas para poder hablar mejor.
- Perdóneme, no sabía que podía reaccionar así - Me sentía vulnerable ante su mirada, con esos orbes de hielo - Solo tú, Zinnia y Regan saben como estoy realmente... y me es extraño que alguien se preocupe por mí aún. - Le fui sincera en esos momentos, por que Camus lo merecía después de sus atenciones hacia a mi - A pesar de que nos conocimos y hemos platicado, no le he dicho todo... le he contado las partes divertidas de mi vida, no lo que me ha llevado a este abismo
Desde que no supe llevar bien una ruptura, como me he separado de la gente, como paso mi tiempo para no sentirme desolada y sobre todo como pude sobrevivir a mi suicidio. Las anteriores las podía explicar a cualquiera si mi ego y mi miedo a la cercanía no existieran, ¿pero mi sangre? Incluso con mi familia me sentía aislada y sin esperanzas
- Camus, no me des el poder de llamarte cuando te necesito... Por que cuando pido compañía, yo quiero algo más que atención y té - esas ultimas palabras tenían un tinte carnívoro, de cuando olvidaba ser una dama. Halé su mano hacia arriba para que se levantara pero para que se acercara a mi - Si llego a abrirme a ti me tomará mucho tiempo, he estado sola por más de 10 años, realmente me sentí muy feliz que alguien quisiera estar a mi lado. Pero... no se si deba, tal vez asociarte conmigo te dé problemas - Extendí mis brazos hacia él, en mi atrevimiento y en mi soledad solo fui capaz de pedirle una cosa que no sabía que necesitaba - ¿Puedo pedirle algo?... ¿Podría abrazarme?
- Bueno, tengo unas copias en mi pequeña biblioteca, si quiere le puedo prestar alguna - guiñé picaronamente.
Luego de aquella picardía verbal, escuché atentamente las palabras de mi invitado, tratando sobre la labor que le fue encomendada. Pero no estaba preparada para lo que me iba a expresar después.
El frente a mí, poniendo a mi disposición, mostrando comprensión y preocupación por mi. Antes de mi charla con Zinnia, ya llevaba tiempo desde que alguien de dirigía hacia a mí para ayudarme o tenderme la mano. Mi corazón se ablandó y unas lágrimas afloraron de mis ojos.
- ... ¡L-lo siento! - con mi mano libre tomé una servilleta para secar mis lágrimas.
No sabía como reaccionar, llevaba tanto tiempo sola y lidiando con mis problemas por mi cuenta que incluso me era extraño y tal vez incómodo que alguien de manera tan sincera y abierta me recibiera. ¿Me vería ahora como una persona vulnerable?... No podía creer que me estaba haciendo esa pregunta incluso en estos momentos.
¿Pero qué podía decirle ahora? Me tomó unos minutos recuperarme de sus actos hasta que pude controlar mis lágrimas para poder hablar mejor.
- Perdóneme, no sabía que podía reaccionar así - Me sentía vulnerable ante su mirada, con esos orbes de hielo - Solo tú, Zinnia y Regan saben como estoy realmente... y me es extraño que alguien se preocupe por mí aún. - Le fui sincera en esos momentos, por que Camus lo merecía después de sus atenciones hacia a mi - A pesar de que nos conocimos y hemos platicado, no le he dicho todo... le he contado las partes divertidas de mi vida, no lo que me ha llevado a este abismo
Desde que no supe llevar bien una ruptura, como me he separado de la gente, como paso mi tiempo para no sentirme desolada y sobre todo como pude sobrevivir a mi suicidio. Las anteriores las podía explicar a cualquiera si mi ego y mi miedo a la cercanía no existieran, ¿pero mi sangre? Incluso con mi familia me sentía aislada y sin esperanzas
- Camus, no me des el poder de llamarte cuando te necesito... Por que cuando pido compañía, yo quiero algo más que atención y té - esas ultimas palabras tenían un tinte carnívoro, de cuando olvidaba ser una dama. Halé su mano hacia arriba para que se levantara pero para que se acercara a mi - Si llego a abrirme a ti me tomará mucho tiempo, he estado sola por más de 10 años, realmente me sentí muy feliz que alguien quisiera estar a mi lado. Pero... no se si deba, tal vez asociarte conmigo te dé problemas - Extendí mis brazos hacia él, en mi atrevimiento y en mi soledad solo fui capaz de pedirle una cosa que no sabía que necesitaba - ¿Puedo pedirle algo?... ¿Podría abrazarme?
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
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