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Consecuencias
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Consecuencias
Las audiciones acabaron unas horas después del pequeño "incidente" con Siegfried. Mine guió sus agotados pasos hacia la oficina de Regan Vosuet, quien asignó a Camus R. Cryzard como su nuevo mánager. La muchacha creía conocer de nombre a esa familia, después de todo pertenecían a la nobleza y los hijos que correspondían a su generación estaban estrechamente relacionados con el mundo de la música. Tal y como sucedía con los Sagan. Aunque, a diferencia suya, los Cryzard eran oriundos de las lejanas tierras de Permafrost, donde la monarquía aún prevalecía.
«Bueno, al menos padre estará contento...» pensó ligeramente aliviada de que su nuevo mánager no fuera un "cualquiera", detalle que le importaba bastante a su progenitor.
Después de agradecer encarecidamente a su jefe, la joven heredera tomó una copia de los papeles del representante en cuestión y se dirigió a la cafetería del sello para leerlos tranquilamente con una taza de té y galletas. La secretaria le indicó que su cita estaba agendada para la próxima semana, por lo que no podía hacer mucho de momento. Solo esperar.
Estando sentada en la cafetería, con su pedido en la mesa y los papeles a medio revisar, Mine dejó escapar un suave suspiro. Sin lugar a dudas había sido un día lleno de noticias: Lucien le invitó a la prestigiosa fiesta de año nuevo organizada por Merveilles Records, un conde sería su nuevo representante... Y, por otro lado, Siegfried había vuelto a aparecer en su vida, presentando ante ella una muy peculiar audición.
«Ese idiota...» pensó resentida mientras recordaba la forma en la que el muchacho cantó. ¿Acaso no entendía que al ser rechazado una primera vez su expediente ya estaba manchado? ¿Qué haría si lo dejaban fuera de nuevo? Además, si realmente estaba intentando conquistarla perdía el tiempo: su corazón pertenecía única y exclusivamente a Lucien.
— Es un verdadero idiota... — repitió mientras se echaba una galleta a la boca. Tanta era su ofuscación que no notó que "alguien" acababa de sentarse justo al frente suyo, en su propia mesa. — ¡Argh! — Exclamó sorprendida, para luego toser reiteradamente por el pedazo de galleta que acababa de atascarse en su garganta. Se llevó una mano a los labios para disimular tan humillante situación.
«¡¿Qué está haciendo aquí?! ¡Pensé que ya se había ido!»
«Bueno, al menos padre estará contento...» pensó ligeramente aliviada de que su nuevo mánager no fuera un "cualquiera", detalle que le importaba bastante a su progenitor.
Después de agradecer encarecidamente a su jefe, la joven heredera tomó una copia de los papeles del representante en cuestión y se dirigió a la cafetería del sello para leerlos tranquilamente con una taza de té y galletas. La secretaria le indicó que su cita estaba agendada para la próxima semana, por lo que no podía hacer mucho de momento. Solo esperar.
Estando sentada en la cafetería, con su pedido en la mesa y los papeles a medio revisar, Mine dejó escapar un suave suspiro. Sin lugar a dudas había sido un día lleno de noticias: Lucien le invitó a la prestigiosa fiesta de año nuevo organizada por Merveilles Records, un conde sería su nuevo representante... Y, por otro lado, Siegfried había vuelto a aparecer en su vida, presentando ante ella una muy peculiar audición.
«Ese idiota...» pensó resentida mientras recordaba la forma en la que el muchacho cantó. ¿Acaso no entendía que al ser rechazado una primera vez su expediente ya estaba manchado? ¿Qué haría si lo dejaban fuera de nuevo? Además, si realmente estaba intentando conquistarla perdía el tiempo: su corazón pertenecía única y exclusivamente a Lucien.
— Es un verdadero idiota... — repitió mientras se echaba una galleta a la boca. Tanta era su ofuscación que no notó que "alguien" acababa de sentarse justo al frente suyo, en su propia mesa. — ¡Argh! — Exclamó sorprendida, para luego toser reiteradamente por el pedazo de galleta que acababa de atascarse en su garganta. Se llevó una mano a los labios para disimular tan humillante situación.
«¡¿Qué está haciendo aquí?! ¡Pensé que ya se había ido!»
Mine Sagan- Ocupación : Músico
Mensajes : 1143
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Re: Consecuencias
*No había pasado mucho de su audición cuando Siegfried había vagado por la playa pensando en su audición en como probablemente la había regado de manera espectacular al cantar solo para Mine* que se le va a hacer....*dijo con una sonrisa en su cara a la ves que dejaba escapar el aire que le oprimía el pecho, si le negaban la entrada de nuevo aplicaría de nuevo y así hasta que se hartaran de el o quizás usar sus "dones" como ultima instancia...aunque la verdad no quería, quería conseguir las cosas por su propia cuenta* bien de regreso a la casa...
*se coloco el casco de la moto y se subió a esta para irse a su departamento, un sencillo departamento que rentaba con un poco de dinero que ganaba tocando la guitarra en restaurantes y el piano en bares, cuando llego al departamento se encontraba un hombre de traje dejando una carta en su buzón, se sorprendió que la carta llegase tan rápido su "espectáculo" fue tan grande para que ni siquiera lo evaluaran la ves pasada la carta tardo un par de días esta ves no tardo ni un día, estaciono su moto y se bajo a ver al hombre con el casco bajo el brazo*
¿si?... *el hombre se quito los lentes y le miro de arriba abajo analizándolo cosa que Siegfried nunca a apreciado* Señor Kindelan, supongo mejor entregarla en persona que en el buzón *el hombre extendió la carta al joven de cabello rojizo y con un movimiento de cabeza agradeció y se comenzó a retirar* bienvenido al sello
*Esas palabras hicieron a Siegfried parpadear un par de veces confundido, acaso ese hombre no estaba dejando la carta de rechazo en su casa, dejo caer el casco de la moto y abrió la carta con desesperación sin creer las palabras de aquel hombre de traje*
*comenzó a reír incrédulo de lo que estaba enfrente de el... había conseguido lo que deseaba....dejo escapar un suspiro rápido a la ves que se acordaba de la muñeca de bucles naranjas del sello, pensó en entrar a descansar pero guardo la carta en su chamarra y se coloco el casco para ir a recorrer el sello ahora que tenía permiso de recorrer el lugar.
La llegada fue igual que la ves pasada, el lugar era grande y majestuoso de acerco a la recepción donde le atendió un joven en una computadora* Bienvenido Merveilles Records hogar de los mejores artistas en el medio de la música como puedo ayudarle *Siegfried entrego su carta y el joven la vio con una sonrisa* muchas felicidades Señor Kindelan vera que su carrera despegara desde el día de hoy, le tenemos que hacer un carnet que lo identificara como miembro del sello por el momento tome este pase provisional, el proceso no tomara mucho mientras puede recorrer las instalaciones pero antes necesitare su identificación* Siegfried entrego contento su identificación y sonrió al joven de la entrada para hacer lo que le habían dicho* gracias regresare en un rato entonces.
*Habían toda clase de pasillos salones con instrumentos y se percato de un letrero que señalaba cafetería, así que por que no ir a ver el lugar quizás comer algo, al entrar lo primero que pudo ver fue a la muñeca sentada comiéndose una galleta, camino hasta ella y se sentó enfrente y al parecer su presencia aun le había quedado marcada pues comenzó a ahogarse con la galleta* hehehe bonita forma de decir hola *comento de manera ladina y luego levanto la carta de aceptación con dos dedos mostrándosela* no pensé que las respuestas aprobatorias llegaran tan rápido...*borro su sonrisa por un momento para verla de manera sería* ¿tuviste algo que ver con esto? la verdad pensé que sería rechazado de manera contundente después de lo que hice mas por que la verdad...cuando estaba ahí enfrente de ti por un segundo deje de pensar en esto *dijo mirando la carta* y pensé en cantarte a ti aunque bueno creo que de eso te percataste *regreso a su sonrisa ladina al ver aquellas reacciones por parte de Mine*
¿así que haz estado aquí todo el día ? *Intento comenzar a platicar con ella como si fueran amigos de toda la vida sabiendo que aun estaba enojada por el "chiste" que se aventó en su audición*
*se coloco el casco de la moto y se subió a esta para irse a su departamento, un sencillo departamento que rentaba con un poco de dinero que ganaba tocando la guitarra en restaurantes y el piano en bares, cuando llego al departamento se encontraba un hombre de traje dejando una carta en su buzón, se sorprendió que la carta llegase tan rápido su "espectáculo" fue tan grande para que ni siquiera lo evaluaran la ves pasada la carta tardo un par de días esta ves no tardo ni un día, estaciono su moto y se bajo a ver al hombre con el casco bajo el brazo*
¿si?... *el hombre se quito los lentes y le miro de arriba abajo analizándolo cosa que Siegfried nunca a apreciado* Señor Kindelan, supongo mejor entregarla en persona que en el buzón *el hombre extendió la carta al joven de cabello rojizo y con un movimiento de cabeza agradeció y se comenzó a retirar* bienvenido al sello
- Un cambio para bien:
*Esas palabras hicieron a Siegfried parpadear un par de veces confundido, acaso ese hombre no estaba dejando la carta de rechazo en su casa, dejo caer el casco de la moto y abrió la carta con desesperación sin creer las palabras de aquel hombre de traje*
- Carta:
- Estimado Siegfried Kindelan:
Merveilles Records tiene el agrado de anunciar que usted ha sido seleccionado como vocalista profesional para nuestro Sello. Lo invitamos a ambientarse en nuestras instalaciones y le aconsejamos buscar guía, específicamente un Manager que pueda asesorarlo en su carrera musical. Si prefiere una designación imparcial del mismo por favor háganoslo saber. Una vez presente su ficha de asesoramiento en los documentos del sello podrá comenzar a planificar su debut.
Atentamente, Reino.
*comenzó a reír incrédulo de lo que estaba enfrente de el... había conseguido lo que deseaba....dejo escapar un suspiro rápido a la ves que se acordaba de la muñeca de bucles naranjas del sello, pensó en entrar a descansar pero guardo la carta en su chamarra y se coloco el casco para ir a recorrer el sello ahora que tenía permiso de recorrer el lugar.
La llegada fue igual que la ves pasada, el lugar era grande y majestuoso de acerco a la recepción donde le atendió un joven en una computadora* Bienvenido Merveilles Records hogar de los mejores artistas en el medio de la música como puedo ayudarle *Siegfried entrego su carta y el joven la vio con una sonrisa* muchas felicidades Señor Kindelan vera que su carrera despegara desde el día de hoy, le tenemos que hacer un carnet que lo identificara como miembro del sello por el momento tome este pase provisional, el proceso no tomara mucho mientras puede recorrer las instalaciones pero antes necesitare su identificación* Siegfried entrego contento su identificación y sonrió al joven de la entrada para hacer lo que le habían dicho* gracias regresare en un rato entonces.
*Habían toda clase de pasillos salones con instrumentos y se percato de un letrero que señalaba cafetería, así que por que no ir a ver el lugar quizás comer algo, al entrar lo primero que pudo ver fue a la muñeca sentada comiéndose una galleta, camino hasta ella y se sentó enfrente y al parecer su presencia aun le había quedado marcada pues comenzó a ahogarse con la galleta* hehehe bonita forma de decir hola *comento de manera ladina y luego levanto la carta de aceptación con dos dedos mostrándosela* no pensé que las respuestas aprobatorias llegaran tan rápido...*borro su sonrisa por un momento para verla de manera sería* ¿tuviste algo que ver con esto? la verdad pensé que sería rechazado de manera contundente después de lo que hice mas por que la verdad...cuando estaba ahí enfrente de ti por un segundo deje de pensar en esto *dijo mirando la carta* y pensé en cantarte a ti aunque bueno creo que de eso te percataste *regreso a su sonrisa ladina al ver aquellas reacciones por parte de Mine*
¿así que haz estado aquí todo el día ? *Intento comenzar a platicar con ella como si fueran amigos de toda la vida sabiendo que aun estaba enojada por el "chiste" que se aventó en su audición*
Siegfried Kindelan- Ocupación : Vocalista
Mensajes : 67
Fecha de inscripción : 25/10/2013
Re: Consecuencias
Era Siegfried.
Intentó recuperar el aliento y la palabra mientras él le comentaba acerca de su carta de ingreso a Merveilles. Parecía animado, aunque su suposición volvió a inquietar los pensamientos de la joven heredera. Cuando el pedacito de galleta finalmente pasó por su garganta pudo contestar:
— ¡¿Te aceptaron?! — Fue lo primero que dijo, incrédula. — ¡Claro que no tuve nada que ver! Las evaluaciones son realizadas por tres jueces y el resultado se obtiene promediando el puntaje de todos — replicó manteniéndose a la defensiva. A decir verdad, también le extrañaba lo rápido que llegó la carta del kelpie. La suya había tardado alrededor de una semana. «¿Quizá se relacione con que es su segunda vez?» — Fui objetiva con mi calificación. Gran voz. Experticia instrumental. ¡Nulo manejo en el escenario! ¡Poco desplante! ¡Cero profesionalismo! — Sin perder la postura que mantenía con la espalda recta y las rodillas muy juntas, Mine alzó la voz con dureza para recalcar los defectos del muchacho.
No tenía problema en confesar que la calificación que ella le había puesto no era suficiente para ser admitido en el sello. Sin embargo, sorpresivamente sus críticos colegas lo evaluaron mucho mejor. Debía ser así, de otro modo resultaba imposible que el chico hubiese quedado. Mine dejó escapar un suspiro.
— Sí, necesitaba hablar con el señor Vosuet — reveló, esperando con ello responder su pregunta. Hizo una pausa antes de relajar su postura y apoyar su mejilla en una mano. — Leí tu expediente. Supongo que de eso se trataba... — comentó, cambiando abruptamente de tema. — La noche en la que nos conocimos noté que llevabas una carta del sello. Pensaba que eras como yo y querías liberarte de esta cárcel... — confesó. Resultaba contradictorio que una criatura tan aparentemente indomable como Siegfried buscara unirse a esa exigente industria. — Estabas en la playa porque fuiste rechazado. Ahora volviste por la revancha y arruinaste una presentación que pudo ser perfecta... ¿Por qué?
La muchacha levantó la mirada hacia él, observándolo directamente a los ojos desde su lugar. No podía ser del todo amable con Siegfried, no cuando su presencia amenazaba con arruinar la felicidad que tanto le había costado construir.
Intentó recuperar el aliento y la palabra mientras él le comentaba acerca de su carta de ingreso a Merveilles. Parecía animado, aunque su suposición volvió a inquietar los pensamientos de la joven heredera. Cuando el pedacito de galleta finalmente pasó por su garganta pudo contestar:
— ¡¿Te aceptaron?! — Fue lo primero que dijo, incrédula. — ¡Claro que no tuve nada que ver! Las evaluaciones son realizadas por tres jueces y el resultado se obtiene promediando el puntaje de todos — replicó manteniéndose a la defensiva. A decir verdad, también le extrañaba lo rápido que llegó la carta del kelpie. La suya había tardado alrededor de una semana. «¿Quizá se relacione con que es su segunda vez?» — Fui objetiva con mi calificación. Gran voz. Experticia instrumental. ¡Nulo manejo en el escenario! ¡Poco desplante! ¡Cero profesionalismo! — Sin perder la postura que mantenía con la espalda recta y las rodillas muy juntas, Mine alzó la voz con dureza para recalcar los defectos del muchacho.
No tenía problema en confesar que la calificación que ella le había puesto no era suficiente para ser admitido en el sello. Sin embargo, sorpresivamente sus críticos colegas lo evaluaron mucho mejor. Debía ser así, de otro modo resultaba imposible que el chico hubiese quedado. Mine dejó escapar un suspiro.
— Sí, necesitaba hablar con el señor Vosuet — reveló, esperando con ello responder su pregunta. Hizo una pausa antes de relajar su postura y apoyar su mejilla en una mano. — Leí tu expediente. Supongo que de eso se trataba... — comentó, cambiando abruptamente de tema. — La noche en la que nos conocimos noté que llevabas una carta del sello. Pensaba que eras como yo y querías liberarte de esta cárcel... — confesó. Resultaba contradictorio que una criatura tan aparentemente indomable como Siegfried buscara unirse a esa exigente industria. — Estabas en la playa porque fuiste rechazado. Ahora volviste por la revancha y arruinaste una presentación que pudo ser perfecta... ¿Por qué?
La muchacha levantó la mirada hacia él, observándolo directamente a los ojos desde su lugar. No podía ser del todo amable con Siegfried, no cuando su presencia amenazaba con arruinar la felicidad que tanto le había costado construir.
Mine Sagan- Ocupación : Músico
Mensajes : 1143
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Re: Consecuencias
*Siegfried le observaba atento con una sonrisa a cada palabra que decía incluidos los comentarios sobre su actuación, o su sorpresa ante aquello. Al parecer estaba de malas con el pero no le importaba el hecho de estar sentado junto a ella era algo muy bueno para complementar el día.*
*coloco la carta enfrente de su rostro como si le estuviese leyendo* me haces sonar como el peor...con esas palabras... pero gracias por juzgarme honestamente, me enojaría mucho contigo si hubieras tenido algo que ver con esto por el historial entre nosotros *quito la carta, la doblo y guardo para después guiñarle el ojo en forma de juego* ya hablando enserio te agradezco tu sincera opinión.
*Escucho que tenía que hablar con Regan Vosuet. Ese era un nombre que se escuchaba fuertemente en el ámbito musical se sorprendió que lo dijera de manera tan sencilla aunque bueno esas eran las ventajas de estar en el sello.
Las siguientes palabras de parte de la joven le llamaron bastante la atención; Mine deseaba librarse de aquel lugar, el peleo bastante para poder estar ahí para poder sentarse en el mismo lugar que ella se encontraba, pero ella quería salirse de aquel impresionante lugar y después le menciono que pudo haber sido perfecta su audición pero la arruino y quería saber el por que. Su mirada buscaba la de el con curiosidad y cierta ferocidad algo que había visto en la audición pero no en la playa*....
*sonrió con calma y su mirada se relajo aquella amenazante imagen de chico malo con colmillos se mostraba apagada por un joven tranquilo seguro de lo que iba a decir*...tienes razón pudo haber sido perfecta...pero...para mi lo fue....*extendió la mano hasta un frutero donde agarro una manzana roja brillando como si fuera de plástico y jugo con ella en sus manos mientras hablaba* esa noche en la playa estaba enojado conmigo por no haber alcanzado los requerimientos de este lugar... si leíste mi expediente sabes que yo no soy originario de aquí, me costo mucho llegar aquí, pero si estoy aquí si estuve en esa playa y estoy aquí ahora es por que hago lo que quiero... *mordió la manzana como si fuera de mantequilla gracias a sus colmillos* lo mismo paso con esa audición...
*levanto la mirada y le vio a los ojos, los ojos del Kelpie ahora cazaban a los ojos de la joven buscándolos tratando de atraparlos* como te dije para mi fue perfecta esa presentación, por varios motivos pero el principal de ellos fuiste tu...*guardo unos segundos el silencio para continuar* no pensé que te vería de nuevo después de esa noche, mucho menos como una de mis auditoras. No pensé en la audición al verte ahí, que era lo peor que podía pasar ¿ser rechazado de nuevo ? así que... di todo lo que tenía....di todo para presentarme a ti...así que no arruine una perfecta audición... solo entregue mi audición única y solamente a ti *dijo con una sonrisa tan cálida que podía sentirse calor en el lugar*...aunque supongo que por que tu me viste de manera objetiva... que no te diste cuenta de eso...aunque bueno eso solo demuestra lo increíble que eres... también fue perfecta como dije, por que estabas ahí, al verte pude dar todo al publico y aunque mi publico fueras solo tú los otros auditores vieron esa presentación con las posibilidades que tengo a dar supongo y eso no abría sido posible sin ti...
*se sentó de lado y mordió la manzana de nuevo recargándose en la mesa, aun viéndola a los ojos sin miedo* pero....si tanto quieres salirte de este lugar... ¿por que no lo haces? *se percato de su estúpida pregunta por un momento y sacudió la cabeza en forma de negativa* disculpa... mejor olvida mi pregunta... mejor dime ¿a que se dedica la bella señorita aquí?
*coloco la carta enfrente de su rostro como si le estuviese leyendo* me haces sonar como el peor...con esas palabras... pero gracias por juzgarme honestamente, me enojaría mucho contigo si hubieras tenido algo que ver con esto por el historial entre nosotros *quito la carta, la doblo y guardo para después guiñarle el ojo en forma de juego* ya hablando enserio te agradezco tu sincera opinión.
*Escucho que tenía que hablar con Regan Vosuet. Ese era un nombre que se escuchaba fuertemente en el ámbito musical se sorprendió que lo dijera de manera tan sencilla aunque bueno esas eran las ventajas de estar en el sello.
Las siguientes palabras de parte de la joven le llamaron bastante la atención; Mine deseaba librarse de aquel lugar, el peleo bastante para poder estar ahí para poder sentarse en el mismo lugar que ella se encontraba, pero ella quería salirse de aquel impresionante lugar y después le menciono que pudo haber sido perfecta su audición pero la arruino y quería saber el por que. Su mirada buscaba la de el con curiosidad y cierta ferocidad algo que había visto en la audición pero no en la playa*....
*sonrió con calma y su mirada se relajo aquella amenazante imagen de chico malo con colmillos se mostraba apagada por un joven tranquilo seguro de lo que iba a decir*...tienes razón pudo haber sido perfecta...pero...para mi lo fue....*extendió la mano hasta un frutero donde agarro una manzana roja brillando como si fuera de plástico y jugo con ella en sus manos mientras hablaba* esa noche en la playa estaba enojado conmigo por no haber alcanzado los requerimientos de este lugar... si leíste mi expediente sabes que yo no soy originario de aquí, me costo mucho llegar aquí, pero si estoy aquí si estuve en esa playa y estoy aquí ahora es por que hago lo que quiero... *mordió la manzana como si fuera de mantequilla gracias a sus colmillos* lo mismo paso con esa audición...
*levanto la mirada y le vio a los ojos, los ojos del Kelpie ahora cazaban a los ojos de la joven buscándolos tratando de atraparlos* como te dije para mi fue perfecta esa presentación, por varios motivos pero el principal de ellos fuiste tu...*guardo unos segundos el silencio para continuar* no pensé que te vería de nuevo después de esa noche, mucho menos como una de mis auditoras. No pensé en la audición al verte ahí, que era lo peor que podía pasar ¿ser rechazado de nuevo ? así que... di todo lo que tenía....di todo para presentarme a ti...así que no arruine una perfecta audición... solo entregue mi audición única y solamente a ti *dijo con una sonrisa tan cálida que podía sentirse calor en el lugar*...aunque supongo que por que tu me viste de manera objetiva... que no te diste cuenta de eso...aunque bueno eso solo demuestra lo increíble que eres... también fue perfecta como dije, por que estabas ahí, al verte pude dar todo al publico y aunque mi publico fueras solo tú los otros auditores vieron esa presentación con las posibilidades que tengo a dar supongo y eso no abría sido posible sin ti...
*se sentó de lado y mordió la manzana de nuevo recargándose en la mesa, aun viéndola a los ojos sin miedo* pero....si tanto quieres salirte de este lugar... ¿por que no lo haces? *se percato de su estúpida pregunta por un momento y sacudió la cabeza en forma de negativa* disculpa... mejor olvida mi pregunta... mejor dime ¿a que se dedica la bella señorita aquí?
Siegfried Kindelan- Ocupación : Vocalista
Mensajes : 67
Fecha de inscripción : 25/10/2013
Re: Consecuencias
— ¿Historial? — No le gustaba nada la forma en la que Siegfried se refería a su primer encuentro. ¿Se le estaba insinuando de nuevo? Antes de poder responderse, el muchacho agradeció su sinceridad y le dedicó un guiño. Mine rehuyó de su mirada al tiempo que fruncía el ceño, ¡estaba siendo muy molesto!
Siegfried hizo una pausa antes de contestar a su pregunta. Al hacerlo, lo primero que sorprendió a la joven heredera fue esa declaración tan simple. "Hago lo que quiero". Mine tensó los músculos, llena de envidia por las libertades que se permitía. ¿Todas las bestias serían así o se trataba de una característica particular suya? No pudo evitar recordar a Lucien y las horribles marcas que condenaban su piel. Aún cuando ella no pudiera entender del todo su circunstancia, sabía que él cargaba su propia cruz consigo y difícilmente podría liberarse de ella.
No, cada criatura contaba con una situación diferente, al igual que los seres humanos. No todos podían hacer lo que se les viniera en gana. «Eres afortunado» dijo al muchacho en pensamientos, sin querer verbalizar su conflicto.
En ese momento sus ojos se encontraron. Siegfried lucía realmente determinado y feliz, aún cuando aquella audición —a ojos de Mine— fuera un completo desastre. No tenía arrepentimientos. Su corazón empezó a latir con fuerza cuando le oyó decir que ella era su principal motivo y que, efectivamente, la presentación estaba dedicada a su persona. La joven heredera se dejó caer sobre su asiento mientras se llevaba una mano a la frente, exasperada.
No le cuadraba que el pelirrojo estuviera tan interesado en ella. Era absurdo.
— Realmente... Eres un idiota... — respondió Mine sin tapujos. — ¿De verdad arruinaste tu audición por una mujer que apenas conoces? ¡Qué poco serio! No llegarás a ninguna parte si priorizas el andar coqueteando por sobre tu música — recalcó con ademán reprobatorio, aún perpleja por todo lo que Siegfried acababa de confesarle. Iba a agregar algo más hasta que él dio otro mordisco a su manzana y le hizo aquella pregunta que Mine no quería escuchar: — ¿Por qué no lo hago? — Repitió después que él, sintiendo cómo su mirada se desenfocaba ligeramente. Ah, no quería pensar en esas cosas. No ahora. Estaba demasiado indignada con el kelpie como para distraerse con esos pensamientos desagradables. — Sí... Es una pregunta realmente estúpida... Considerando que la otra noche te compartí mi secreto... — concordó después de él con la vista gacha.
«Tú no sabes nada de mí.»
— Soy pianista — respondió intentando tranquilizarse tras su pregunta anterior. — Tenía un manager hasta hace poco pero se ha marchado de regreso a París, por lo que acaban de asignarme a otra persona.
Siegfried hizo una pausa antes de contestar a su pregunta. Al hacerlo, lo primero que sorprendió a la joven heredera fue esa declaración tan simple. "Hago lo que quiero". Mine tensó los músculos, llena de envidia por las libertades que se permitía. ¿Todas las bestias serían así o se trataba de una característica particular suya? No pudo evitar recordar a Lucien y las horribles marcas que condenaban su piel. Aún cuando ella no pudiera entender del todo su circunstancia, sabía que él cargaba su propia cruz consigo y difícilmente podría liberarse de ella.
No, cada criatura contaba con una situación diferente, al igual que los seres humanos. No todos podían hacer lo que se les viniera en gana. «Eres afortunado» dijo al muchacho en pensamientos, sin querer verbalizar su conflicto.
En ese momento sus ojos se encontraron. Siegfried lucía realmente determinado y feliz, aún cuando aquella audición —a ojos de Mine— fuera un completo desastre. No tenía arrepentimientos. Su corazón empezó a latir con fuerza cuando le oyó decir que ella era su principal motivo y que, efectivamente, la presentación estaba dedicada a su persona. La joven heredera se dejó caer sobre su asiento mientras se llevaba una mano a la frente, exasperada.
No le cuadraba que el pelirrojo estuviera tan interesado en ella. Era absurdo.
— Realmente... Eres un idiota... — respondió Mine sin tapujos. — ¿De verdad arruinaste tu audición por una mujer que apenas conoces? ¡Qué poco serio! No llegarás a ninguna parte si priorizas el andar coqueteando por sobre tu música — recalcó con ademán reprobatorio, aún perpleja por todo lo que Siegfried acababa de confesarle. Iba a agregar algo más hasta que él dio otro mordisco a su manzana y le hizo aquella pregunta que Mine no quería escuchar: — ¿Por qué no lo hago? — Repitió después que él, sintiendo cómo su mirada se desenfocaba ligeramente. Ah, no quería pensar en esas cosas. No ahora. Estaba demasiado indignada con el kelpie como para distraerse con esos pensamientos desagradables. — Sí... Es una pregunta realmente estúpida... Considerando que la otra noche te compartí mi secreto... — concordó después de él con la vista gacha.
«Tú no sabes nada de mí.»
— Soy pianista — respondió intentando tranquilizarse tras su pregunta anterior. — Tenía un manager hasta hace poco pero se ha marchado de regreso a París, por lo que acaban de asignarme a otra persona.
Mine Sagan- Ocupación : Músico
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