Vagando por ahí~ [Libre]

Sin proponérselo llegó al barrio chino, estaba caminando por el centro y de un momento a otro llegó ese lugar. Estaba algo perdido pero suponía que si seguía caminando en algún momento volvería al lugar de inicio...tal vez.

Mientras caminaba miraba a su al rededor, nunca había visto un lugar así y de vez en cuando se acercaba a algunos locales de por ahí para comprar algo que le gustó o simplemente para curiosear un rato.

Se amarró el pelo en una cola de caballo y se sentó en una banca de por ahí mientras comía unas galletas raras que compró por capricho, ni si quiera tenía hambre pero la curiosidad le ganó y terminó por comprarlas.

Estaba aburrido, sólo esperaba a que llegara alguien para hablar un rato o que pasara algo interesante que lo distrajera un rato antes de volver a casa...

Era un día algo aburrido, y la casera que le arrendaba su habitación le negaba pasar el día allí, según ella Natalya metía mucho ruido y es que entre música, gritos de palabrotas, caídas y suciedad, la americana no era la mejor inquilina del mundo.

Había llegado hace un tiempo a la ciudad, pero aún así no se había dado el tiempo de recorrerla. Así fue como escuchó del barrio chino. "¿China Town? Debe haber comida barata" Pensó con un leve brillo en los ojos, Nat era de esas personas que nunca se satisfacían por completo, y la idea de que hubiera un barrio chino significaba mucha comida a un bajo precio... Aunque la intoxicación se la quitaran después.

Compró Wantan en un local de dudosa procedencia y se sentó junto a una "chica" que estaba comiendo unas galletas.

- Hola, ¿qué es eso? - Preguntó mientras le miraba y comía wantan frito con una salsa roja.

Al principio estuvo unos cuantos minutos examinando la comida que había encontrado para saber de qué eran o si aún estaban buenas, pero todo estaba en chino y no sabía nada así que se aventuró a probar.
Las galletas tenían un gusto raro... amargo al principio pero al final un tanto dulces...

Estaba concentrado comiendo esas galletas, aún no lograba identificar con claridad el sabor de éstas, pero extrañamente adictivas, al igual que la lata de bebida que había comprado por ahí.

Se quedó mirando el paquete de galletas, tratando de buscar en el envase alguna imagen o algo que le diera una pista sobre lo que estaban hechas, hasta que la voz de una chica lo sacó de su búsqueda- ¿mh? -la miró con unas migas en la comisura de los labios que después limpió- son...galletas, supongo... Tal vez de chocolate amargo o...frutilla ... tal vez-le echó una rápida mirada al empaque , pero como no encontró nada que le dijera el sabor de las galletas lo acercó, ofreciéndole las galletas-¿quieres probar? Tienen un gusto raro, pero son adictivas -le sonrió amablemente.

¿Chocolate amargo o frutilla? – Repitió la chica algo extrañada, pues ambos sabores eran totalmente contrarios, lo cual provocó que Natalya tuviera grandes curiosidades por probar aquellas galletas pero se sentía de cierto modo ‘aprovechada’ por comer de la nada las galletas de alguien más sin siquiera conocerlo, pero Natalya nunca se fijaba mucho en esas cosas… ¿Por qué hacerlo ahora? La chica acercó una especie de cartoncito en el que venía el Wantan que había comprado.-

…Bueno, si quieres saca esta cosa… Es Wantan, y es fritanga, pero con esta salsa es rico… – Dijo sacando una de las galletas y llevándosela a la boca, sin pensar en que esa galleta podría ser la última galleta en comer antes de morir… Pero bueno, también podía ser la primera galleta de muchas otras galletas chinas… La segunda opción es más probable. El sabor de las galletas se le hizo demasiado raro al principio… como una mezcla de sabores extraños, sin embargo la ‘chica’ que estaba a su lado tenía razón… Eran adictivas.

– Tienes razón… Son… raras y adictivas…

-Nunca he comido wantan... -lo miró un momento, aprobándolo con algo de salsa. Como aún tenía el sabor de las raras galletas en su boca, consiguió una mala mezcla de sabores. Tomó la botella que había comprado y tomó un poco de coca-cola.- sabe mal con las galletas -suspiró y probó otro poco, ahora encontrándole un mejor sabor que antes.

Asintió un par de veces- son muy raras - se puso a revisar el paquete de nuevo hasta encontrar una imagen - ... estan hechas de unicornios -le enseñó el dibujo de un unicornio a un costado del paquete, y al lado del animal había una flecha que señalaba las galletas- ¿están hechas de unicornio? Tal vez por eso sean tan adictivas -Se sintió mal de saber que había comido galletas de unicornio (?), pero recordó que en esa misma tienda se encontró una lata al lado de las galletas que decía "carne de unicornio" en inglés, pero no pensó que fuera verdad- Tal vez sean galletas para unicornio, no de unicornio -miró a natalya de reojo.-