The problems of a ... assistant? {L}

- A-Aa –No pudo evitar dar un bostezo, mientras alzaba una hoja- Me podría llevar a esta ferretería, por favor… -Balbuceo en un tono somnoliento rascando débilmente su ojo, al mismo tiempo que entraba por completo al taxi. 


¿Cómo se atrevía a interrumpir su sueño? O más importante… ¡¿Cómo se atrevió a entrar a su habitación?! Todo para conseguir piezas y algunas herramientas faltantes para modificar ni más ni menos que una aspiradora. Realmente a veces no entendía aquel chico, pero lo que más le molestaba es que este no se atrevió a decirle que planeaba hacerle al artefacto, incluso cuando sabía que lo 99,9999% de probabilidad indicaba que el experimento acabaría en una explosión… Realmente conocía al otro. Acepto ir solo porque la curiosidad le había ganado, queriendo saber que era lo que el “científico” planeaba. Pero claro que no lo admitiría tan abiertamente, diciendo que iría por las cosas solo porque necesitaba comprar algo de ropa… 


Empezó con preguntar al hombre si podía aumentar un poco la velocidad, pagando al llegar y pidiéndole que aguardara unos minutos en lo que conseguía las herramientas para poderla llevar a su siguiente objetivo. Entrego la lista al encargado de la tienda, saliendo de dicho establecimiento con una caja mediana que le obstruía la vista. Con dificultad trato de buscar cambio para pagar el trayecto, dando se cuenta en ese instante que el vehículo se había ido.  


- ¿Qué?... Pero si le dije… -Dio un suspiro, frunciendo ligeramente el ceño- ¿Ahora qué hago? –Dijo para sí girando la mirada y parándose sobre las puntas de sus pies. 

No parecía que hubiera un taxi o bus cerca y eso la había frustrado. Decidió caminar por la zona en busca de un transporte según recordaba había una estación subterránea cerca y a pesar de no conocer las rutas era lo que más conveniente que le parecía, el clima no era precisamente cálido y la verdad se estaba arrepintiendo de no haber tomado un buen suéter antes de salir. Avanzo temblorosa por el sitio culpando al clima por dificultarle más la carga de aquella caja. Siendo cuestión de algunos minutos para que diera con el sitio. Con dificultad miro un gran mapa en el cual se mostraban los puntos de cada estación, recordando el nombre de la estación más cercana a su hogar al momento que compraba el ticket. Apresurando cuando le dijeron que faltaba poco para que el metro dejara el lugar, corrió lo más que pudo al igual que la mayoría de las personas recibiendo un empujón que la hizo caer de sentón y tirar la caja…

- No las herramientas –Murmuro viéndolas desde el suelo, alzando la mirada solo para ver al culpable y el transporte alejándose de fondo.   

Vestimenta:

Aquella mañana había despertado un tanto inquiero, las prácticas y los ensayos diarios estaban comenzado a dejar secuelas en él. Ese día en específico por suerte lo tenía libre y alguna actividad saldría por si sola durante esa mañana, se dirigió a unas conocidas canchas de baloncesto las cuales eran muy conocidas dentro de GlassCity para todos los que gustaban del baloncesto callejero. Dejo su auto estacionado a unas cuantas calles del lugar y uso la estación del metro solo para pasar por debajo de una avenida principal, como todos los días un grupo ya se encontraba reunido jugando.

Aomine nunca había cruzado gran palabra con ellos para saber específicamente a que se dedicaban, solo sabía que uno de ellos trabaja de tras de bambalinas durante algunos eventos importantes en la ciudad y que otro era un compositor. Fuera de eso no sabía mucho de los demás. El juego se extendió hasta que la mayoría quedo sin aliento, lo cual aburrió un poco al joven de orbes azules ya que él hubiese querido jugar por lo menos una hora más.

-Nos vemos-

Se despidió de sus “compañeros” y bajo de nuevo por la estación de metro, se colocó una chaqueta ligera y comenzó a bajar las escaleras esquivando a algunos habitantes que como era de costumbre tenían mucha prisa por llegar a sus destinos. Estaba atravesando por la estación cuando le fue imposible esquivar a una chica que al parecer no tenía mucha visibilidad por la caja que llevaba con ella, chocó de frente contra ella y su caja cayó al suelo. Rápidamente el peli azul se encargó de meter todo lo que había salido de aquella caja antes de que la gente comenzara a dispersarlas por todo el lugar con su andar.

-¿Te encuentras bien?-

Aomine:

Dijo con su ya conocido tono nuestro ya con la caja de herramientas debajo del brazo izquierdo bien sujeta para que la gente al empujar no la tirara, extendió su mano derecha en dirección hacia donde se encontraba la chica para ayudarla a poderse de pie. ¿Herramientas? Lo había dicho casi como auto respuesta pero realmente se lo había escuchado decir primero a la chica de cabellos castaños.