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{P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
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{P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
… No, no es que esté paseando por la escuela por alguien o algo por el estilo, es sólo que le gusta la comida de la cafetería…
… Esa es la peor excusa que se le había ocurrido hasta el momento.
Recién y había sonado la campana, lo que significaba que los pequeños pubertos habían terminado sus ¿Clases, no? ¿Así es como le llamaban? Hace tanto tiempo que no pisaba una escuela, quitando el hecho de que hace un par de semanas había intentado ahogar a los estudiantes con bombas lacrimógenas, claro está. Estaba puesta justo en frente de la puerta, con su mejor pinta de “Nadie me toque, nadie me mire, nadie respire sobre mí. Soy demasiado cool para ustedes, mojigatos” con una chaqueta de cuero prestada de Guy y una motocicleta, también de Guy. Resulta curioso las cosas geniales que tiene un muchacho que a duras penas y sabe separar los labios, y sólo para respirar.
Los chiquillos que se le cruzaban se le quedaban mirados asombrados o extrañados por verla, algunos quizás hasta la reconocieron de la última vez, pero Marceline les hizo la vista gorda y siguió mirando fijamente hacia el frente, esperando ver la figurilla que estaba esperando.
«Si, lo sé. Soy insistente. Cuando algo no me gusta, lo persigo hasta que me guste, y resulto ser alguien bastante desagradable» pensó molesta, soltando un suspiro que levantó un mechón de cabello que le ocultaba parte de su cara.
Rodó los ojos, volviéndose hacia la motocicleta que estaba detrás de ella y se subió, encendiendo de golpe el motor y dándole más presencia a dicho vehículo para los estudiantes que, si no se habían percatado lo suficiente de la presencia de Marceline, tuvieran la completa seguridad y afirmación de que si, ella estaba allí. Impaciente, siguió jugueteando con el motor de la motocicleta sólo para causar ruido y molestara con el humo a las chiquillas planas que intentaban cruzar la calle cerca de donde ella se encontraba, esperando, todavía, a que el dichoso filete apareciera.
… Esa es la peor excusa que se le había ocurrido hasta el momento.
Recién y había sonado la campana, lo que significaba que los pequeños pubertos habían terminado sus ¿Clases, no? ¿Así es como le llamaban? Hace tanto tiempo que no pisaba una escuela, quitando el hecho de que hace un par de semanas había intentado ahogar a los estudiantes con bombas lacrimógenas, claro está. Estaba puesta justo en frente de la puerta, con su mejor pinta de “Nadie me toque, nadie me mire, nadie respire sobre mí. Soy demasiado cool para ustedes, mojigatos” con una chaqueta de cuero prestada de Guy y una motocicleta, también de Guy. Resulta curioso las cosas geniales que tiene un muchacho que a duras penas y sabe separar los labios, y sólo para respirar.
Los chiquillos que se le cruzaban se le quedaban mirados asombrados o extrañados por verla, algunos quizás hasta la reconocieron de la última vez, pero Marceline les hizo la vista gorda y siguió mirando fijamente hacia el frente, esperando ver la figurilla que estaba esperando.
«Si, lo sé. Soy insistente. Cuando algo no me gusta, lo persigo hasta que me guste, y resulto ser alguien bastante desagradable» pensó molesta, soltando un suspiro que levantó un mechón de cabello que le ocultaba parte de su cara.
Rodó los ojos, volviéndose hacia la motocicleta que estaba detrás de ella y se subió, encendiendo de golpe el motor y dándole más presencia a dicho vehículo para los estudiantes que, si no se habían percatado lo suficiente de la presencia de Marceline, tuvieran la completa seguridad y afirmación de que si, ella estaba allí. Impaciente, siguió jugueteando con el motor de la motocicleta sólo para causar ruido y molestara con el humo a las chiquillas planas que intentaban cruzar la calle cerca de donde ella se encontraba, esperando, todavía, a que el dichoso filete apareciera.
- clothes:
Marceline- Ocupación : Vocalista
Mensajes : 282
Fecha de inscripción : 28/07/2014
Edad : 25
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
Los días normales de una adolescente de su edad consisten en esto: escuela, club escolar, tareas, estudio, salida con amigos, e incluso citas, la única diferencia es que este suceso inesperado no iba a ser con alguien común, que irónicamente se estaba volviendo algo recurrente en la vida de la japonesa...
-Bueno, otro día que termina- Terminó de guardar sus útiles y siguió a los demás compañeros que se iban a la salida.
-¡Oye Yuki! ¡Vamos al karaoke!- Hablando de salir con amigos. -Eh, perdón. Hoy creo que me dedicaré a practicar. Tal vez otro día- Estaba a punto de cumplir eso hasta que...
-¿Quién hace todo ese ruido?...- Yuki volteó ante las dudas de sus compañeros que se aproximaban para la salida.
-¡Eh! ¿Marcy?
-¿La conoces?- La japonesa sólo asintió con la cabeza y se despidió para luego dirigirse a la vampiresa. Cabe destacar que Yuki decidió usar el "look" diferente en su cabello que le había hecho la señorita Scar el otro día: el cabello recogido mientras sus mechones largos seguían libres
Con una sonrisa dibujada saludó a Marceline. Era la primera vez que se encontraban de una forma "normal" -¡Marcy!...No te esperaba aquí- Sonrojada pero feliz se detuvo enfrente de ella
-Bueno, otro día que termina- Terminó de guardar sus útiles y siguió a los demás compañeros que se iban a la salida.
-¡Oye Yuki! ¡Vamos al karaoke!- Hablando de salir con amigos. -Eh, perdón. Hoy creo que me dedicaré a practicar. Tal vez otro día- Estaba a punto de cumplir eso hasta que...
-¿Quién hace todo ese ruido?...- Yuki volteó ante las dudas de sus compañeros que se aproximaban para la salida.
-¡Eh! ¿Marcy?
-¿La conoces?- La japonesa sólo asintió con la cabeza y se despidió para luego dirigirse a la vampiresa. Cabe destacar que Yuki decidió usar el "look" diferente en su cabello que le había hecho la señorita Scar el otro día: el cabello recogido mientras sus mechones largos seguían libres
Con una sonrisa dibujada saludó a Marceline. Era la primera vez que se encontraban de una forma "normal" -¡Marcy!...No te esperaba aquí- Sonrojada pero feliz se detuvo enfrente de ella
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 688
Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
No hizo falta mucho rato para que los chiquillos intercambiaran la misma mirada fastidiada que tenía la chica de cabello negro al esperar por tanto rato (unos diez minutos como mucho, pero a ella le parecía haber estado esperando desde la madrugada del día anterior). Cuando finalmente divisó a la chica, la vampiro ya había acabado por acostarse sobre la motocicleta como si de una cama de almohadillas de plumas se tratase. Miró de reojo a la chica y notó un cambio bastante interesante en ella, pero no sonrió. Al contrario, volvió a cerrar un ojo y levantó la barbilla, sólo para que la admiraran mejor:
- Ya era hora. – dijo simplemente, volviéndose a sentar en la motocicleta para estar frente a la japonesa – ¿Qué esperas para subirte? Tengo rato viendo a este montón de críos y ni rastro de ti. Que estés tan guapa no quiere decir que debas actuar como diva, lindura. – y sonrió a medio lado, riéndose por lo bajo.
Se acomodó desde su asiento y volvió a hacer ruido con el motor del transporte, mirando de reojo a los chiquillos que estaban con Yuki antes de que ella se separara del grupo. Se inclinó hacia delante para cederle espacio a la chica, soltando un bostezo antes de recostar la mejilla sobre sus nudillos, como si estuviera tentando a la motocicleta a moverse sola:
- Venga pues, sube si quieres que te lleve. Vamos a dar un paseo al estilo Abadeer~ ¿Qué tal?
- Ya era hora. – dijo simplemente, volviéndose a sentar en la motocicleta para estar frente a la japonesa – ¿Qué esperas para subirte? Tengo rato viendo a este montón de críos y ni rastro de ti. Que estés tan guapa no quiere decir que debas actuar como diva, lindura. – y sonrió a medio lado, riéndose por lo bajo.
Se acomodó desde su asiento y volvió a hacer ruido con el motor del transporte, mirando de reojo a los chiquillos que estaban con Yuki antes de que ella se separara del grupo. Se inclinó hacia delante para cederle espacio a la chica, soltando un bostezo antes de recostar la mejilla sobre sus nudillos, como si estuviera tentando a la motocicleta a moverse sola:
- Venga pues, sube si quieres que te lleve. Vamos a dar un paseo al estilo Abadeer~ ¿Qué tal?
- Spoiler:
- Mentí, te quise responder antes de irme a mimir (?)
Marceline- Ocupación : Vocalista
Mensajes : 282
Fecha de inscripción : 28/07/2014
Edad : 25
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
- Spoiler:
- OK gracias! =3
Típico de Marceline. Yuki empezaba a notar que cada vez que la vampiresa la tenía de cerca, ella tomaba esa actitud de "soy muy cool para ti, pero te dedico tiempo". Aun así Yuki le respondió con su habital tono suave e inocente sonrisa. -Va. Yo también estoy feliz de verte.
Dio un medio giro para despedirse de sus compañeros y se acercó a la motocicleta y sentarse en donde Marceline le indicaba. -Me parece bien. Por cierto...- Al sentarse se acercó y besó suave y fugazmente la mejilla de su cita, por simple formalidad a la hora de saludar. -...hola.
Se acomodó aferrándose a la cintura de la vampiro, no sin antes pedirle otro favor. -Etto...¿Podríamos pasar a mi dormitorio primero? Solamente quiero cambiarme, y...- Se sonrojaba en lo que agarraba aire para decirle lo otro. -tengo una sorpresa para ti- Riéndose esperó la reacción de su cita. -Entonces ¿se puede?
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 688
Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
Volvió ese gesto de fastidio de rodar los ojos cuando la chica intentó ponerse melosa saludándola de esa manera. Marceline le respondió tal gesto con un “Ajá, hola” antes de ver que ella se subía a la moto. Hizo rugir el motor cuando Yuki tomó la palabra, la vampiro se giró para mirarla de mala gana, como si le hubiese ofendido su comentario.
- ¿En serio? ¿No pudiste haberlo hecho en todo ese rato que te tardaste en llegar hasta acá? – dijo, cuando soltó un suspiro fastidiado, haciendo crujir su cuello – Venga, vamos entonces, pero sólo porque dijiste que tienes algo para mí. Espero que ése algo sea la oportunidad de ayudarte a cambiar de ropa. Ése uniforme no les favorece a nadie, parecen unos marineritos. – y sin previo aviso, arrancó, adentrándose en el instituto.
Algunas personas se sobresaltaron al ver que una loca en motocicleta había secuestrado a una estudiante y ahora estaban dando vueltas por el instituto, o al menos, es lo que parecía a simple vista (o cuando estabas echándote a un lado creyendo que iban a atropellarte). Marceline había tratado de ser cuidadosa con el césped al menos, yendo por la acera de lo que parecía ser sus jardines. La visita anterior al instituto le hizo dar varias vueltas en un tour mientras buscaba a Keilla, cosa que al final resultó útil al estar más o menos orientaba hacia donde manejaba. Se volteó por un segundo a mirar a su acompañante, ahora con una sonrisa de suficiencia.
- No tengas miedo de agarrarme por donde quieras. Total, ya lo has hecho~ – dijo divertida, volviendo a mirar al frente.
Bastó cosa de segundos para que localizara un edificio con pinta de reproductora de esos uniformes de marinero. La vampiro se detuvo bruscamente en la entrada del edificio, viendo como unas últimas jovencitas salían corriendo espantadas por la desenfrenada pelinegra.
- Aquí era, ¿No? Recuerdo haberlo visto cuando Keilla y yo estuvimos aquí. No lo revisé mucho, pero me fastidia lo cobardes que son al separar el dormitorio de los chicos de las chicas. En fin. Ya habrá el día en la que varios de ellos se cuelen en las habitaciones de las chicas y viceversa, y yo estaré ahí para ver esa anarquía – dijo, bajándose de la moto y recostándose de ella – ¿Tengo que subir contigo para ayudarte con el sostén o puedes sujetarte las agujetas tú sola? Sería más rápido y efectivo entrar desde la ventana. –levantó la mirada, tratando de localizar entre todas ellas la que podría ser la habitación de la chica.
- ¿En serio? ¿No pudiste haberlo hecho en todo ese rato que te tardaste en llegar hasta acá? – dijo, cuando soltó un suspiro fastidiado, haciendo crujir su cuello – Venga, vamos entonces, pero sólo porque dijiste que tienes algo para mí. Espero que ése algo sea la oportunidad de ayudarte a cambiar de ropa. Ése uniforme no les favorece a nadie, parecen unos marineritos. – y sin previo aviso, arrancó, adentrándose en el instituto.
Algunas personas se sobresaltaron al ver que una loca en motocicleta había secuestrado a una estudiante y ahora estaban dando vueltas por el instituto, o al menos, es lo que parecía a simple vista (o cuando estabas echándote a un lado creyendo que iban a atropellarte). Marceline había tratado de ser cuidadosa con el césped al menos, yendo por la acera de lo que parecía ser sus jardines. La visita anterior al instituto le hizo dar varias vueltas en un tour mientras buscaba a Keilla, cosa que al final resultó útil al estar más o menos orientaba hacia donde manejaba. Se volteó por un segundo a mirar a su acompañante, ahora con una sonrisa de suficiencia.
- No tengas miedo de agarrarme por donde quieras. Total, ya lo has hecho~ – dijo divertida, volviendo a mirar al frente.
Bastó cosa de segundos para que localizara un edificio con pinta de reproductora de esos uniformes de marinero. La vampiro se detuvo bruscamente en la entrada del edificio, viendo como unas últimas jovencitas salían corriendo espantadas por la desenfrenada pelinegra.
- Aquí era, ¿No? Recuerdo haberlo visto cuando Keilla y yo estuvimos aquí. No lo revisé mucho, pero me fastidia lo cobardes que son al separar el dormitorio de los chicos de las chicas. En fin. Ya habrá el día en la que varios de ellos se cuelen en las habitaciones de las chicas y viceversa, y yo estaré ahí para ver esa anarquía – dijo, bajándose de la moto y recostándose de ella – ¿Tengo que subir contigo para ayudarte con el sostén o puedes sujetarte las agujetas tú sola? Sería más rápido y efectivo entrar desde la ventana. –levantó la mirada, tratando de localizar entre todas ellas la que podría ser la habitación de la chica.
Marceline- Ocupación : Vocalista
Mensajes : 282
Fecha de inscripción : 28/07/2014
Edad : 25
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
Risueña aun, siguió el juego de su cita justificándose. -Ya, ya. No es para que te enojes. Los malos de mis profesores no nos suelen dejar salir temprano, y creo que una cita sorpresa no es algo que pueda justificar. Pero me hubieras avisado antes que venías a verme, así me hubiera cambiado antes de salir y ya estar lista.
Antes de que arrancara, Yuki se imaginó el tipo de "paseo" que Marceline le daría por lo que se aferró lo más fuerte que se pudo en la cintura de ella. Y así fue como el recorrido se convirtió en una especie de "Grand Thef Auto", pero sin bajas civiles...Era de esperarse.
Después de un viaje repleto de frases de "cuidado", "izquierda", "derecha", "alumno", "pared", en la mente de la japonesa pasó la frase "espero y no me meta en problemas por esto". Haciendo un movimiento con sus brazos tratando de aferrarse más arriba que casi termina tocando los pechos, y para agregar, Marceline le recuerda la noche de su última cita, haciendo que se sonrojara -aunque a Yuki la sonroja hasta la luna- Al final, puede divisar por dónde estaban -¡Ahí es!
En lo que la vampiro hablaba, Yuki puso sus temblorosos pies en la tierra tratando de agarrar aire. -No creo que ese suceso ocurra en un buen rato- Se dio media vuelta para ver a su cita e indicarle que podía esperarle si quería, pero el pícaro comentario de Marceline la dejó un poco sin habla y apenada por las imágenes mentales que empezaron a pasar por su cabeza. -Etto...bueno, no es necesario. Pero creo que es descortés si te dejo esperando afuera. ¡Ven! Mejor entremos por la puerta- La tomó de la muñeca sin agregar nada más y la guió hasta su habitación en el tercer piso y entraron.
-¡Ya, mi habitación! Creo que Shizuka, mi compañera, todavía no ha llegado...- Miró por la habitación y luego se fue a su ropero -Ponte cómoda si quieres, al cabo no creo tardarme para cambiarme- Al cabo ya tenía en mente qué usar, y por suerte, lo que tenía planeado darle estaba en una caja de ropa en su mismo ropero.
Antes de que arrancara, Yuki se imaginó el tipo de "paseo" que Marceline le daría por lo que se aferró lo más fuerte que se pudo en la cintura de ella. Y así fue como el recorrido se convirtió en una especie de "Grand Thef Auto", pero sin bajas civiles...Era de esperarse.
Después de un viaje repleto de frases de "cuidado", "izquierda", "derecha", "alumno", "pared", en la mente de la japonesa pasó la frase "espero y no me meta en problemas por esto". Haciendo un movimiento con sus brazos tratando de aferrarse más arriba que casi termina tocando los pechos, y para agregar, Marceline le recuerda la noche de su última cita, haciendo que se sonrojara -aunque a Yuki la sonroja hasta la luna- Al final, puede divisar por dónde estaban -¡Ahí es!
En lo que la vampiro hablaba, Yuki puso sus temblorosos pies en la tierra tratando de agarrar aire. -No creo que ese suceso ocurra en un buen rato- Se dio media vuelta para ver a su cita e indicarle que podía esperarle si quería, pero el pícaro comentario de Marceline la dejó un poco sin habla y apenada por las imágenes mentales que empezaron a pasar por su cabeza. -Etto...bueno, no es necesario. Pero creo que es descortés si te dejo esperando afuera. ¡Ven! Mejor entremos por la puerta- La tomó de la muñeca sin agregar nada más y la guió hasta su habitación en el tercer piso y entraron.
-¡Ya, mi habitación! Creo que Shizuka, mi compañera, todavía no ha llegado...- Miró por la habitación y luego se fue a su ropero -Ponte cómoda si quieres, al cabo no creo tardarme para cambiarme- Al cabo ya tenía en mente qué usar, y por suerte, lo que tenía planeado darle estaba en una caja de ropa en su mismo ropero.
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 688
Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
Le soprendió un poco la manera tan “natural” de la azabache para llevarla directamente hacia su habitación, haciendo que incluso levantara las cejas y separara un poco los labios. Se dejó llevar cual muñeca de trapo, porque a fin de cuentas, tenía curiosidad por ver cómo era el interior de aquellas habitaciones. Si se veía tan pastoloso por fuera, no se lo imaginaba por dentro.
Pero si, una vez dentro, vio que también era pasteloso.
- ¿Aquí viven dos personas? No creo que Bongo sea capaz de vivir aquí por su propia cuenta, y eso que no requiere de la mayoría de las necesidades humanas. – dijo mientras se paseaba por la habitación, jugueteando con los botones de una alarma que estaba en una mesita de noche y se sentaba sobre una cama de sábanas azules. – No tienes ni qué decírmelo, ya estoy incorporada. – respondió la vampiro. La chica no había terminado cuando Marceline ya estaba echada sobre dicha cama con las manos puestas en la nuca. A saber en qué momento se quitó los zapatos – Anda ya, vete a cambiar. Tengo prisa.
Normalmente se le veía de esa manera amargada, pero el día de hoy estaba especialmente molesta. ¿Por qué sería? Oh claro, esos asuntos pendientes o algo así que tenía. ¿Pero qué sería? ¿Un contrato? ¿Un concierto? Jo, ojalá. Tenía que hablar con su hermano Marshall sobre eso, ahora que lo pensaba. A lo mejor y lo llamaba éste fin de semana para actualizarse, ya que no habían hablado mucho desde su curioso encuentro en el parque de diversiones.
Se distrajo mirando por la ventana, teniendo que admitir que desde donde estaba había una buena vista del sitio. Se podía ver el jardín y un poco más allá. Asumía que quizás era lo único interesante del sitio, porque del resto se veía de asco. Oh bueno, a menos que hayan profesores atractivos, así uno le suele prestar más atención a la susodicha clase.
- No entiendo por qué tienen que tomar clases para algo tan simple como es la música. Yo jamás recibí clases, y soy una artista muy reconocida – pensó en voz alta, todavía con la mirada fija en la ventana. Si ella lo había hecho así, no se imaginaba a su hermano con un doctorado en “Manejo profesional de guitarra-hacha”. Verlo con el trajecito ridículo de graduado le hizo reír, acomodándose perezosamente en la cama.
Pero si, una vez dentro, vio que también era pasteloso.
- ¿Aquí viven dos personas? No creo que Bongo sea capaz de vivir aquí por su propia cuenta, y eso que no requiere de la mayoría de las necesidades humanas. – dijo mientras se paseaba por la habitación, jugueteando con los botones de una alarma que estaba en una mesita de noche y se sentaba sobre una cama de sábanas azules. – No tienes ni qué decírmelo, ya estoy incorporada. – respondió la vampiro. La chica no había terminado cuando Marceline ya estaba echada sobre dicha cama con las manos puestas en la nuca. A saber en qué momento se quitó los zapatos – Anda ya, vete a cambiar. Tengo prisa.
Normalmente se le veía de esa manera amargada, pero el día de hoy estaba especialmente molesta. ¿Por qué sería? Oh claro, esos asuntos pendientes o algo así que tenía. ¿Pero qué sería? ¿Un contrato? ¿Un concierto? Jo, ojalá. Tenía que hablar con su hermano Marshall sobre eso, ahora que lo pensaba. A lo mejor y lo llamaba éste fin de semana para actualizarse, ya que no habían hablado mucho desde su curioso encuentro en el parque de diversiones.
Se distrajo mirando por la ventana, teniendo que admitir que desde donde estaba había una buena vista del sitio. Se podía ver el jardín y un poco más allá. Asumía que quizás era lo único interesante del sitio, porque del resto se veía de asco. Oh bueno, a menos que hayan profesores atractivos, así uno le suele prestar más atención a la susodicha clase.
- No entiendo por qué tienen que tomar clases para algo tan simple como es la música. Yo jamás recibí clases, y soy una artista muy reconocida – pensó en voz alta, todavía con la mirada fija en la ventana. Si ella lo había hecho así, no se imaginaba a su hermano con un doctorado en “Manejo profesional de guitarra-hacha”. Verlo con el trajecito ridículo de graduado le hizo reír, acomodándose perezosamente en la cama.
Marceline- Ocupación : Vocalista
Mensajes : 282
Fecha de inscripción : 28/07/2014
Edad : 25
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
-Bueno, pero por lo menos yo no tengo problema de vivir aquí. Total, mi habitación de Japón es casi del mismo tamaño. Aparte mi compañera es agradable, así que tampoco me quejo- Es japonesa, está acostumbrada a un cuarto donde un ropero, cama, buró, escritorio ocuparan casi todo, eso sumándole su bajo, que este estaba en una esquina enseguida del amplificador. Podía notarse que Yuki practicaba seguido.
Miró de reojo a Marceline que como toda buena diva-rockstar, ya se había acomodado en la cama de Yuki. -Ya voy...- Movió su vestuario hasta que encontró el que buscaba.
Se volvió a girar entrando el baño para cambiarse rápido, que fueron como 5 minutos, siendo la corbata lo que la demoró un poco. Hasta que salió. -Bueno, creo que estoy lista- Dijo una vez que se paraba enfrente de la puerta del baño esperando inconscientemente la opinión de su cita. Que obviamente se imaginaba que sería al estilo de Marcy.
-¡Cierto!...- Recordó que en el ropero tenía el regalo que le iba a dar a Marceline, así que se acercó allá y tomó una caja rectangular blanca. -Quería agradecerte de la otra vez que compraste el bajo, así que fui a comprar algo que tal vez te gustaría- Se sentó enseguida de ella y le pasó la caja, esta tenía en su interior una playera, un collar, y un cinturón negro con remaches rojos. -Espero te gusten- Su mirada si se vio un poco preocupada, consiente que Marceline tenía un ego que cuidar.
Miró de reojo a Marceline que como toda buena diva-rockstar, ya se había acomodado en la cama de Yuki. -Ya voy...- Movió su vestuario hasta que encontró el que buscaba.
Se volvió a girar entrando el baño para cambiarse rápido, que fueron como 5 minutos, siendo la corbata lo que la demoró un poco. Hasta que salió. -Bueno, creo que estoy lista- Dijo una vez que se paraba enfrente de la puerta del baño esperando inconscientemente la opinión de su cita. Que obviamente se imaginaba que sería al estilo de Marcy.
- el de playera negra:
-¡Cierto!...- Recordó que en el ropero tenía el regalo que le iba a dar a Marceline, así que se acercó allá y tomó una caja rectangular blanca. -Quería agradecerte de la otra vez que compraste el bajo, así que fui a comprar algo que tal vez te gustaría- Se sentó enseguida de ella y le pasó la caja, esta tenía en su interior una playera, un collar, y un cinturón negro con remaches rojos. -Espero te gusten- Su mirada si se vio un poco preocupada, consiente que Marceline tenía un ego que cuidar.
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 688
Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
- Ya era hora. ¿Por qué tardas tanto? – dijo, sentándose en la cama con mala cara. Cuando vio salir a la chica, fue imposible que no se sorprendiera. Se veía tan… tan… - Por alguna razón en especial siento intentos deseos por estirarte las mejillas hasta que te arranque la piel – bueno, tal vez no sea la mejor manera para decirle “adorable”, pero a lo mejor entiende.
Era gracioso llegar a imaginarse a Marceline como una pequeña niña en cuanto acercó sus piernas al torso y los rodeó con sus brazos, haciendo que el cabello se le fuera hacia delante mientras esperaba lo que sea que la pelinegra le había preparado. Se le quedó mirando fijamente, y casi por “incidente”, su mirada bajó a parar hacia la falda corta de la chica, haciendo que milagrosamente se sonrojara. Escondió el rostro en su pequeño escondite por un milisegundo, regañándose por semejante tontería antes de volver a levantar la cara hacia Yuki fingiendo que no había pasado nada.
Volvió a estirar las piernas sobre la cama cuando recibió el paquete, ¿Qué clase de estúpidas costumbres tendrían en Japón de regalar cosas por cualquier tontería? Ah sí, la ocasión del bajo, por poco y se le olvidaba que el que ahora tenía la muchacha (con razón lo sentía demasiado bonito para ella) lo había comprado ella. Soltó un pequeño “Tch” antes de abrirlo, alzando una ceja antes de sujetar con ambas manos la playera que la chica le había comprado.
- ¿Gene Simmons? – preguntó, volteando la camisa antes de volverla a poner en la caja – Venga, yo lo conocí hace un par de años. A la banda entera también, no son malos sujetos. Me pregunto si a estas alturas de la vida seguirán acordándose de la ocasión en la que… – y cayó de pronto, fingiendo que no había visto el collar para sujetarlo y mirar de reojo a la azabache – Te llevaré a conocerlos algún día, seguro y no tendrán problemas en firmarte el bajo y tomarse un par de fotos.
Tragó saliva, sujetando con algo de fuerza el paquetito que traía en las manos. Guardó los regalos de la chica en él y le puso la tapa de inmediato, mordiéndose el labio como si estuviera aguantándose las ganas de algo. Parecía que estaba meditando o algo por el estilo, porque estaba cerrando los ojos y todo. Inhaló profundamente y le miró con un ojo abierto, haciendo un gesto distorsionado con los labios. Finalmente, se dejó vencer y separó los labios:
- Gracias, no están nada mal - ¡Por fin lo dijo! Uff, mira que le había costado un montón. Algo apenada, la vampiro le sonrió a medio lado y procuró sujetar el paquetito con más cuidado.
Pero lastimosamente el haber agradecido a la azabache no era lo que estaba incomodando a la vampiro desde que recibió el dichoso regalo. Por algún extraño motivo se le había reavivado los recuerdos de sus visitas anteriores, como esos dramáticos flashbacks de películas y todo eso. Marceline se sintió pequeña por un segundo, como cuando tenía 333 años y el mundo se le hacía un poco grande para alguien tan joven. Levantó tímidamente los ojos hacia Yuki, inclinándose hacia ella para robarle un beso, que aunque era algo extrañamente miedoso en ella, al menos le dio algo de seguridad para hablarle.
- Yuki… tengo que hablar contigo – empezó por ahí, sin separarse demasiado de ella y su rostro – Es… es algo que he estado pensando desde lo que pasó la última vez… en mi habitación – no faltaba más pitas para saber a dónde iría a parar el tema de lo que quería abordar Marcy.
Era gracioso llegar a imaginarse a Marceline como una pequeña niña en cuanto acercó sus piernas al torso y los rodeó con sus brazos, haciendo que el cabello se le fuera hacia delante mientras esperaba lo que sea que la pelinegra le había preparado. Se le quedó mirando fijamente, y casi por “incidente”, su mirada bajó a parar hacia la falda corta de la chica, haciendo que milagrosamente se sonrojara. Escondió el rostro en su pequeño escondite por un milisegundo, regañándose por semejante tontería antes de volver a levantar la cara hacia Yuki fingiendo que no había pasado nada.
Volvió a estirar las piernas sobre la cama cuando recibió el paquete, ¿Qué clase de estúpidas costumbres tendrían en Japón de regalar cosas por cualquier tontería? Ah sí, la ocasión del bajo, por poco y se le olvidaba que el que ahora tenía la muchacha (con razón lo sentía demasiado bonito para ella) lo había comprado ella. Soltó un pequeño “Tch” antes de abrirlo, alzando una ceja antes de sujetar con ambas manos la playera que la chica le había comprado.
- ¿Gene Simmons? – preguntó, volteando la camisa antes de volverla a poner en la caja – Venga, yo lo conocí hace un par de años. A la banda entera también, no son malos sujetos. Me pregunto si a estas alturas de la vida seguirán acordándose de la ocasión en la que… – y cayó de pronto, fingiendo que no había visto el collar para sujetarlo y mirar de reojo a la azabache – Te llevaré a conocerlos algún día, seguro y no tendrán problemas en firmarte el bajo y tomarse un par de fotos.
Tragó saliva, sujetando con algo de fuerza el paquetito que traía en las manos. Guardó los regalos de la chica en él y le puso la tapa de inmediato, mordiéndose el labio como si estuviera aguantándose las ganas de algo. Parecía que estaba meditando o algo por el estilo, porque estaba cerrando los ojos y todo. Inhaló profundamente y le miró con un ojo abierto, haciendo un gesto distorsionado con los labios. Finalmente, se dejó vencer y separó los labios:
- Gracias, no están nada mal - ¡Por fin lo dijo! Uff, mira que le había costado un montón. Algo apenada, la vampiro le sonrió a medio lado y procuró sujetar el paquetito con más cuidado.
Pero lastimosamente el haber agradecido a la azabache no era lo que estaba incomodando a la vampiro desde que recibió el dichoso regalo. Por algún extraño motivo se le había reavivado los recuerdos de sus visitas anteriores, como esos dramáticos flashbacks de películas y todo eso. Marceline se sintió pequeña por un segundo, como cuando tenía 333 años y el mundo se le hacía un poco grande para alguien tan joven. Levantó tímidamente los ojos hacia Yuki, inclinándose hacia ella para robarle un beso, que aunque era algo extrañamente miedoso en ella, al menos le dio algo de seguridad para hablarle.
- Yuki… tengo que hablar contigo – empezó por ahí, sin separarse demasiado de ella y su rostro – Es… es algo que he estado pensando desde lo que pasó la última vez… en mi habitación – no faltaba más pitas para saber a dónde iría a parar el tema de lo que quería abordar Marcy.
Marceline- Ocupación : Vocalista
Mensajes : 282
Fecha de inscripción : 28/07/2014
Edad : 25
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
-Jeje...¡Gracias!- Sonrojada, agradeció con un tono dulce y suave. Realmente notó que Marcy le estaba dando un cumplido, a su manera, pero un cumplido tierno al entendimiento de la japonesa.
Ya se daba una idea que la playera de Gene Simmons no sería tan espectacular para una estrella de rock de gran categoría como ella, pero aun así tenía fé en que podría gustarle. Esperó a que viera tanto la playera como el collar, a lo que notó algo confundida como Marcy volvía a tomar ese aire de misterio; en el que se notaba que algo le pasaba por su cabeza, pero no lo decía.
-Jeje...Eso...eso me encantaría...- Le dedicó otra cálida sonrisa mirando de reojo a otro lugar, jugando con uno de sus flecos que no estaban amarrados. Volvió a mirarla un poco más feliz y tranquila de que sus regalos no hayan sido "malos" para la vampiro. -Me alegra que te gustaran. Es lo poco que tengo para ofrecerte...- En eso guardó silencio al ver como Marceline se acercaba a ella, cerrando los ojos al recibir ese beso, que de alguna manera se sentía diferente al de la primera vez en el bar.
-¿Hablar?...- Honestamente no se esperaba eso de la vampiresa: Hace unos minutos actuaba como la rockstar que parecía estarle "pagando un favor a una fan" a...¿una pareja?...Bueno, si eso se le puede llamar a la extraña relación de estas dos.
Sin separar la mirada de Marceline, Yuki se sentó a su lado. Sí, la última vez que se vieron era al día siguiente después del suceso en la habitación de la vampiro y dónde fue a parar la japonesa, pero fue un tema que quedó inconcluso aquella ocasión. Incluso tomó las manos de la vampiro, no se sabía si era por simple reflejo o para hacer la plática menos "tensa", tal vez ambas -Oh...De la habitación...- Bajó un poco la mirada y luego la reincorporó a Marceline. -Mira, perdón por haberme ido así de repente. Estaba confundida, molesta...me...me sentí...Como cuando ella me usó- Iba a decir la palabra "insultada", pero no la consideró prudente, incluso puede y exagerada. -Tal vez y sólo me dejé llevar...
Ya se daba una idea que la playera de Gene Simmons no sería tan espectacular para una estrella de rock de gran categoría como ella, pero aun así tenía fé en que podría gustarle. Esperó a que viera tanto la playera como el collar, a lo que notó algo confundida como Marcy volvía a tomar ese aire de misterio; en el que se notaba que algo le pasaba por su cabeza, pero no lo decía.
-Jeje...Eso...eso me encantaría...- Le dedicó otra cálida sonrisa mirando de reojo a otro lugar, jugando con uno de sus flecos que no estaban amarrados. Volvió a mirarla un poco más feliz y tranquila de que sus regalos no hayan sido "malos" para la vampiro. -Me alegra que te gustaran. Es lo poco que tengo para ofrecerte...- En eso guardó silencio al ver como Marceline se acercaba a ella, cerrando los ojos al recibir ese beso, que de alguna manera se sentía diferente al de la primera vez en el bar.
-¿Hablar?...- Honestamente no se esperaba eso de la vampiresa: Hace unos minutos actuaba como la rockstar que parecía estarle "pagando un favor a una fan" a...¿una pareja?...Bueno, si eso se le puede llamar a la extraña relación de estas dos.
Sin separar la mirada de Marceline, Yuki se sentó a su lado. Sí, la última vez que se vieron era al día siguiente después del suceso en la habitación de la vampiro y dónde fue a parar la japonesa, pero fue un tema que quedó inconcluso aquella ocasión. Incluso tomó las manos de la vampiro, no se sabía si era por simple reflejo o para hacer la plática menos "tensa", tal vez ambas -Oh...De la habitación...- Bajó un poco la mirada y luego la reincorporó a Marceline. -Mira, perdón por haberme ido así de repente. Estaba confundida, molesta...me...me sentí...Como cuando ella me usó- Iba a decir la palabra "insultada", pero no la consideró prudente, incluso puede y exagerada. -Tal vez y sólo me dejé llevar...
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
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Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
Tragó saliva, ¡Cómo odiaba tener que entrar en temas así! Nunca sabía qué decir o cómo actuar. Por eso odiaba tanto esas cosas cursis como el sentimentalismo. Pero esa ocasión la veía sumamente necesaria, o al menos, así como dicen por ahí, “haría bien al espíritu”. Trató de sujetar las manos de la azabache en cuanto las sintió cerca, pero fácilmente se dejó vencer ante la tensión y dejó que ella sola las tomara, entrelazando sus dedos poco a poco mientras que la vampiro se acordaba que tenía dos brazos.
- Yo… lamento haber sido tan dura cuando te fuiste. – Vale, supuso que había empezado con un buen pie. Ya con decir eso se le aligeraba un montón la carga, ahora le tocaba avanzar sin las ruedas de entrenamiento – Me he sentido muy mal conmigo misma desde lo que pasó en el bar. Es decir, no es que haya sido algo malo, sino que… siento que no he sido sincera contigo. – y fue entonces cuando pudo sujetarle las manos con algo de fuerza, sólo para aferrarse a la muchacha – Todavía no he podido olvidarme de… alguien. Nunca conseguimos nada serio, ni siquiera se daba cuenta que… que yo…
Volvió a tragar saliva y agachó la mirada, mordiéndose el labio al punto de sentir que se lastimaba. Sujetó con más fuerza las manos de la azabache, ahora sin medir demasiado si realmente la estaría molestando o no. Respiró profundamente y exhaló por la boca, tratando de calmarse y relajar la tensión de sus hombros. No podía evitarlo, ¡Eran iguales! ¡Jodidamente iguales! Sólo que, obviamente, una de ellas era la que tenía el pelo rosado. Cerró los ojos con fuerza y trató de concentrarse, con una imagen mental de Bonnibel Bubblegum y Yuki Nakayama, una al lado de la otra.
«Son personas distintas» se decía una y otra vez «No son iguales. Una es japonesa, la otra ni siquiera sé de dónde viene. Una tiene el cabello rosado, otro negro. Una me dejó, la otra…»
Inhaló por la nariz y soltó el aire por la boca, respirando profundamente. Aflojó el agarre de las manos de la chica y también los ojos, dejando caer pesadamente los hombros. Marceline levantó la mirada, aunque no pudo conseguir mirar directamente a los ojos a la chica en un principio. En un último acopio de fuerza, frunció el ceño y volvió hacia Yuki, inclinándose hacia ella para obligarse a sí misma a verle a la cara.
- Quiero arreglar las cosas entre nosotras, ¿Vale? – dijo con completa y absoluta seriedad, algo que podría hasta dar miedo en ella sabiendo que el 98% de su dialecto es sarcasmo. Había soltado una de sus manos mientras hablaba, sólo para ponerla sobre una de las piernas de Yuki, cerca de la falda.
- Yo… lamento haber sido tan dura cuando te fuiste. – Vale, supuso que había empezado con un buen pie. Ya con decir eso se le aligeraba un montón la carga, ahora le tocaba avanzar sin las ruedas de entrenamiento – Me he sentido muy mal conmigo misma desde lo que pasó en el bar. Es decir, no es que haya sido algo malo, sino que… siento que no he sido sincera contigo. – y fue entonces cuando pudo sujetarle las manos con algo de fuerza, sólo para aferrarse a la muchacha – Todavía no he podido olvidarme de… alguien. Nunca conseguimos nada serio, ni siquiera se daba cuenta que… que yo…
Volvió a tragar saliva y agachó la mirada, mordiéndose el labio al punto de sentir que se lastimaba. Sujetó con más fuerza las manos de la azabache, ahora sin medir demasiado si realmente la estaría molestando o no. Respiró profundamente y exhaló por la boca, tratando de calmarse y relajar la tensión de sus hombros. No podía evitarlo, ¡Eran iguales! ¡Jodidamente iguales! Sólo que, obviamente, una de ellas era la que tenía el pelo rosado. Cerró los ojos con fuerza y trató de concentrarse, con una imagen mental de Bonnibel Bubblegum y Yuki Nakayama, una al lado de la otra.
«Son personas distintas» se decía una y otra vez «No son iguales. Una es japonesa, la otra ni siquiera sé de dónde viene. Una tiene el cabello rosado, otro negro. Una me dejó, la otra…»
Inhaló por la nariz y soltó el aire por la boca, respirando profundamente. Aflojó el agarre de las manos de la chica y también los ojos, dejando caer pesadamente los hombros. Marceline levantó la mirada, aunque no pudo conseguir mirar directamente a los ojos a la chica en un principio. En un último acopio de fuerza, frunció el ceño y volvió hacia Yuki, inclinándose hacia ella para obligarse a sí misma a verle a la cara.
- Quiero arreglar las cosas entre nosotras, ¿Vale? – dijo con completa y absoluta seriedad, algo que podría hasta dar miedo en ella sabiendo que el 98% de su dialecto es sarcasmo. Había soltado una de sus manos mientras hablaba, sólo para ponerla sobre una de las piernas de Yuki, cerca de la falda.
Marceline- Ocupación : Vocalista
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Fecha de inscripción : 28/07/2014
Edad : 25
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
Podía notar una actitud diferente en ella. De alguna forma se sentía feliz de poder conocer otra cara de las que forman a la verdadera Marceline: No sólo era la estrella de rock con porte asombroso y fascinante que empezaba a admirar, o la vampiro misteriosa que podía provocar miedo, sino un ser que puede amar y ser cálido con los demás...relativamente hablando claro está.
Sin quitar la mirada de ella la escuchó, agradeciendo su disculpa y que ahora se sincerara más. "Entonces sí había alguien más", era una sospecha que había tenido Yuki anteriormente, y era de esperarse. Si una chica introvertida como la japonesa tuvo un par de romances en su vida, era lógico que alguien como Marceline también tuviera algunos intereses amoroso. -Pero amabas a esa persona...- Susurró aunque claramente audible en la habitación.
Su mirada fue distraída al sentir más fuerte el apretón de sus manos, que no era dolorosos, pero si fue lo suficiente fuerte para causar un reflejo involuntario en la joven de tez como la nieve. Por suerte, la tensión en el cuerpo de la vampiro disminuyó junto a aquel apretón. Reincorporó su mirada, ahora un tanto preocupada, a los gestos que hacía Marceline, hasta que ella se acercó para poder mirar fijamente a la japonesa.
Las palabras que luego salieron de la vampiresa incluso la dejaron un poco sorprendida. Asintiendo suavemente con la cabeza le respondió con la misma voz suave. -¡Vale!- Ruborizada al sentir la mano de Marceline en su pierna, movió su mano libre y la depositó en la mejilla, sonriéndole suavemente acercó de nuevo sus labios a los de ella y depositar un suave beso en ellos.
Bajó su mano a la altura de la cintura de su compañera, y al separar los labios de los de ella la miró por unos pocos segundos, el carmín en las mejillas de la japonesa resaltaban con su blanca piel. -No seré esa persona, pero...yo estaré contigo- Su voz suave resaltaba una promesa oculta. Luego volvió a incorporar sus labios a los de Marceline.
Sin quitar la mirada de ella la escuchó, agradeciendo su disculpa y que ahora se sincerara más. "Entonces sí había alguien más", era una sospecha que había tenido Yuki anteriormente, y era de esperarse. Si una chica introvertida como la japonesa tuvo un par de romances en su vida, era lógico que alguien como Marceline también tuviera algunos intereses amoroso. -Pero amabas a esa persona...- Susurró aunque claramente audible en la habitación.
Su mirada fue distraída al sentir más fuerte el apretón de sus manos, que no era dolorosos, pero si fue lo suficiente fuerte para causar un reflejo involuntario en la joven de tez como la nieve. Por suerte, la tensión en el cuerpo de la vampiro disminuyó junto a aquel apretón. Reincorporó su mirada, ahora un tanto preocupada, a los gestos que hacía Marceline, hasta que ella se acercó para poder mirar fijamente a la japonesa.
Las palabras que luego salieron de la vampiresa incluso la dejaron un poco sorprendida. Asintiendo suavemente con la cabeza le respondió con la misma voz suave. -¡Vale!- Ruborizada al sentir la mano de Marceline en su pierna, movió su mano libre y la depositó en la mejilla, sonriéndole suavemente acercó de nuevo sus labios a los de ella y depositar un suave beso en ellos.
Bajó su mano a la altura de la cintura de su compañera, y al separar los labios de los de ella la miró por unos pocos segundos, el carmín en las mejillas de la japonesa resaltaban con su blanca piel. -No seré esa persona, pero...yo estaré contigo- Su voz suave resaltaba una promesa oculta. Luego volvió a incorporar sus labios a los de Marceline.
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
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Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
¡GLOOOOOORIAAAAA! Madre peso el que se acaba de sacar la muchacha de los hombros. ¿Esto es lo que hacían las personas para hacerse sentir mejor cuando algo pasaba? Era tremendamente difícil, demonios. Hacia tanto, pero tanto tanto TAAAANTO tiempo que no le pasaba una cosa así que todavía recordaba sus años como polluelo (llamados así algunos vampiros recién convertidos, no es una sensación muy bonita que se diga. Peor que la menstruación) y eso sinceramente no iba para nada con el tema. El punto es que, como mucho, Marceline se había quitado una tonelada de peso encima.
Nada más pensar que no estaba alucinando y que la azabache de verdad le había perdonado la sorprendió, quizás demasiado, la vampiro no se esperaba ese nivel de comprensión de parte de ningún ser vivo. Es decir, ¡Te besaba porque le recordabas a otra persona! Era un nivel de despecho que más bien era ridículo, pero el sentir el contacto de sus dulces labios hizo que se le fuera de la cabeza pensamientos como esos. ¿Éste era el tipo de momentos en donde uno debía decir que “sintió que su corazón palpitó con fuerza”? ¿”Algo saltó en su pecho”? Se supone que si, pero la niña tenía una patata marchita en el pecho así que esa oración no cuenta.
- No me importa si eres o no esa persona – dijo al separarse un segundo de la muchacha, mirándole a los ojos – , he dicho que sólo quiero arreglar nuestras cosas – volvió a decir, acentuando “nuestras” como si Bonnibel se hubiera convertido en un punto y aparte en la conversación.
Se inclinó en dirección a la muchacha sólo para tenerla cerca, rodeando parte del muslo y con la otra libre le abrazó la cintura, atrayéndola contra sí. Se separó un segundo de la chica sólo para exhalar por la boca y dedicarle una sonrisa que gradualmente fue aumentando hasta hacerse de oreja a oreja, llegando incluso a reírse un poco, sin llegar a ser forzado. Le era bastante cómica la situación, a decir verdad. Abrazó con fuerza a la chica con ambos brazos y prácticamente tirándosele encima, sin importarle si la gravedad las llevaba a darse un buen golpe al caer al piso o algo por el estilo. Era lo de menos, Yuki parecía tener una cabeza dura y a ella on le iba esas nimiedades.
Nada más pensar que no estaba alucinando y que la azabache de verdad le había perdonado la sorprendió, quizás demasiado, la vampiro no se esperaba ese nivel de comprensión de parte de ningún ser vivo. Es decir, ¡Te besaba porque le recordabas a otra persona! Era un nivel de despecho que más bien era ridículo, pero el sentir el contacto de sus dulces labios hizo que se le fuera de la cabeza pensamientos como esos. ¿Éste era el tipo de momentos en donde uno debía decir que “sintió que su corazón palpitó con fuerza”? ¿”Algo saltó en su pecho”? Se supone que si, pero la niña tenía una patata marchita en el pecho así que esa oración no cuenta.
- No me importa si eres o no esa persona – dijo al separarse un segundo de la muchacha, mirándole a los ojos – , he dicho que sólo quiero arreglar nuestras cosas – volvió a decir, acentuando “nuestras” como si Bonnibel se hubiera convertido en un punto y aparte en la conversación.
Se inclinó en dirección a la muchacha sólo para tenerla cerca, rodeando parte del muslo y con la otra libre le abrazó la cintura, atrayéndola contra sí. Se separó un segundo de la chica sólo para exhalar por la boca y dedicarle una sonrisa que gradualmente fue aumentando hasta hacerse de oreja a oreja, llegando incluso a reírse un poco, sin llegar a ser forzado. Le era bastante cómica la situación, a decir verdad. Abrazó con fuerza a la chica con ambos brazos y prácticamente tirándosele encima, sin importarle si la gravedad las llevaba a darse un buen golpe al caer al piso o algo por el estilo. Era lo de menos, Yuki parecía tener una cabeza dura y a ella on le iba esas nimiedades.
Marceline- Ocupación : Vocalista
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Fecha de inscripción : 28/07/2014
Edad : 25
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
Yuki siempre ha sido una persona compasiva, cargando con la idea de que en todos hay algo bueno. Si perdonaba a Marceline era porque sentía que lo merecía; darle una oportunidad. Estaba consciente de que esa actitud era incluso ingenua para ella, pero en realidad deseaba intentar conocer más a la vampiro ¿Acaso sentía algo más que sólo una simple atracción de una adolescente? A final de cuentas, Yuki sólo es una niña que apenas se enfrentaba sola al mundo.
"Nuestras cosas", no entendía muy bien el mensaje, después de todo ¿qué es hay entre ellas? Era momento para que ellas dos empezaran a construir su historia. Con su otra mano también abrazó a Marceline, también sin quitar esa mirada castaña de los ojos carmesí de su acompañante. -Creo que primero tendremos que saber qué es lo nuestro...- Aquí era donde la honestidad tenía que hacerse presente.
Se dejó atraer hacia ella, mientras su corazón palpitaba fuerte por la situación y sus mejillas no dejaban de teñir ese manto blanco en su rostro. Acompañó la sonrisa de la vampiresa con su habitual y cálida sonrisa inocente, a la que agregó unas tiernas y suaves risas. Luego, por cuestiones de la gravedad y todo eso, el repentino abrazo de Marceline hizo que ambas resbalaran de la orilla de la cama, haciendo que ambas cayeran al suelo de lado. Por suerte la alfombra de la habitación amortiguó la caída de ambas haciendo que el impacto casi ni fuera doloroso, aunque eso no evitó un pequeño golpe en la cabeza de la japonesa, que de todos modos no era de preocuparse.
-Iii...ittai...Creo que mi prima tiene razón: mi cabeza es el casco más resistente de la naturaleza- Se sobó un poco donde había caído y luego empezó a reír un poco. Miró otra vez a los ojos de la Marceline, moviendo su mano lentamente a la mejilla de esta y acariciarla. Guardó silencio un rato. -Marcy...te...te...- No podía concluir su frase, por lo que sólo lentamente se acercó y le dio un suave beso. Ya con las mejillas totalmente sonrojadas pudo completar esa simple frase: "te quiero". A lo que luego ocultó su rostro en el pecho de Marceline, abrazándola mientras hacía eso.
"Nuestras cosas", no entendía muy bien el mensaje, después de todo ¿qué es hay entre ellas? Era momento para que ellas dos empezaran a construir su historia. Con su otra mano también abrazó a Marceline, también sin quitar esa mirada castaña de los ojos carmesí de su acompañante. -Creo que primero tendremos que saber qué es lo nuestro...- Aquí era donde la honestidad tenía que hacerse presente.
Se dejó atraer hacia ella, mientras su corazón palpitaba fuerte por la situación y sus mejillas no dejaban de teñir ese manto blanco en su rostro. Acompañó la sonrisa de la vampiresa con su habitual y cálida sonrisa inocente, a la que agregó unas tiernas y suaves risas. Luego, por cuestiones de la gravedad y todo eso, el repentino abrazo de Marceline hizo que ambas resbalaran de la orilla de la cama, haciendo que ambas cayeran al suelo de lado. Por suerte la alfombra de la habitación amortiguó la caída de ambas haciendo que el impacto casi ni fuera doloroso, aunque eso no evitó un pequeño golpe en la cabeza de la japonesa, que de todos modos no era de preocuparse.
-Iii...ittai...Creo que mi prima tiene razón: mi cabeza es el casco más resistente de la naturaleza- Se sobó un poco donde había caído y luego empezó a reír un poco. Miró otra vez a los ojos de la Marceline, moviendo su mano lentamente a la mejilla de esta y acariciarla. Guardó silencio un rato. -Marcy...te...te...- No podía concluir su frase, por lo que sólo lentamente se acercó y le dio un suave beso. Ya con las mejillas totalmente sonrojadas pudo completar esa simple frase: "te quiero". A lo que luego ocultó su rostro en el pecho de Marceline, abrazándola mientras hacía eso.
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
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Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: {P} Harvest G-C: More Drama of Mineral Town
No le había importado en lo absoluto haberse golpeado de aquella manera, ¡Si es que como tal no le había dolido nada! Sólo lo había hecho por molestar a la azabache, cosa que había funcionado. La vampiro empezó a reír a carcajadas en cuanto la vio algo dolida, en parte porque se veía adorable y otro porque estaba acostumbrada a burlarse del dolor ajeno. Cuando escuchó su nombre, su nivel de carcajadas se disminuyo un poco, sonriéndole de oreja a oreja mientras que contenía la risa hasta que la chica posó los labios en los suyos, acallándola con un beso. Marceline correspondió, aprovechando que sujetaba a la chica la atrajo hacia ella mientras la besaba, sintiendo que algo de calor se colaba por sus mejillas.
Se sintió un poco estúpida al sentirse de esa manera, y más aún con las palabras y la actitud de la chica que tenía en el pecho cual animalillo pequeño. Inconscientemente hizo que la chica se apegara a ella mientras que miraba hacia un punto inconcreto, meditando sobre sus palabras y ciertas cosas que rondaban en su cabeza (como cosa rara). Desde que se topó con aquella extraña, era la primera vez que empezaba a sentirse ligera con ella, como si ya no tuviera gran cosa que ocultarle puesto que era el mayor temor (si se le puede considerar así) que tenía para con ella. Después de todo, ya sabemos cómo se pone esta vampiro con los rechazos…
- Yuki… – murmuró, esperando a que la chica levantara la Mirada para encontrarse con la de ella mientras que jugueteaba con unos mechones de su cabello – No sé si…. No sé si quieras seguir con un asunto pendiente… – se revolvió un poco desde su sitio, insegura de sus palabras – Yo… yo de verdad quiero intentarlo contigo y… no sé si estés lista como para algo así de nuevo.
En el fondo esperaba a que la chica no captara lo que quería decir, como si en el fondo le diera miedo que pudiera detenerse por tener aquellas ilusiones de Bonnibel en su cabeza como cuando lo habían intentado la primera vez. Resulta gracioso, pero ese tipo de cosas las esperaría de su hermano Marshall (cosa que le parecía extraña pensar en él en un momento así), eso de “es difícil superarlo” cuando había tenido problemas con su última pareja. Bonnibel no había llegado a nada por el estilo con ella, entonces, ¿Por qué preocuparse si, por cosas del destino o la casualidad, llegara a abrir la puerta y se encontrara en plena escena de ella con otra persona? ¡Al diablo con eso! En el fondo se reía: Para que vea lo que se perdió al haberla rechazado.
Abrazó de manera algo posesiva a la azabache al pensar aquello, bajando la mirada hacia Yuki con un gesto algo nervioso mientras que esperaba su respuesta.
Se sintió un poco estúpida al sentirse de esa manera, y más aún con las palabras y la actitud de la chica que tenía en el pecho cual animalillo pequeño. Inconscientemente hizo que la chica se apegara a ella mientras que miraba hacia un punto inconcreto, meditando sobre sus palabras y ciertas cosas que rondaban en su cabeza (como cosa rara). Desde que se topó con aquella extraña, era la primera vez que empezaba a sentirse ligera con ella, como si ya no tuviera gran cosa que ocultarle puesto que era el mayor temor (si se le puede considerar así) que tenía para con ella. Después de todo, ya sabemos cómo se pone esta vampiro con los rechazos…
- Yuki… – murmuró, esperando a que la chica levantara la Mirada para encontrarse con la de ella mientras que jugueteaba con unos mechones de su cabello – No sé si…. No sé si quieras seguir con un asunto pendiente… – se revolvió un poco desde su sitio, insegura de sus palabras – Yo… yo de verdad quiero intentarlo contigo y… no sé si estés lista como para algo así de nuevo.
En el fondo esperaba a que la chica no captara lo que quería decir, como si en el fondo le diera miedo que pudiera detenerse por tener aquellas ilusiones de Bonnibel en su cabeza como cuando lo habían intentado la primera vez. Resulta gracioso, pero ese tipo de cosas las esperaría de su hermano Marshall (cosa que le parecía extraña pensar en él en un momento así), eso de “es difícil superarlo” cuando había tenido problemas con su última pareja. Bonnibel no había llegado a nada por el estilo con ella, entonces, ¿Por qué preocuparse si, por cosas del destino o la casualidad, llegara a abrir la puerta y se encontrara en plena escena de ella con otra persona? ¡Al diablo con eso! En el fondo se reía: Para que vea lo que se perdió al haberla rechazado.
Abrazó de manera algo posesiva a la azabache al pensar aquello, bajando la mirada hacia Yuki con un gesto algo nervioso mientras que esperaba su respuesta.
Marceline- Ocupación : Vocalista
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