Ø the MESSIAH — Normal

ETHAN WOODGATE — Admin Principal —

DAMIAN A. GARRETT — Admin —

Historia

Todos tenemos un pasado, los humanos, los animales y las cosas; los nombres, los países y las naciones. Nuestro pasado no siempre es bueno, pero el futuro siempre puede ser mejor.

El mundo - 1970-1980

Las guerras lo consumían todo y por todas partes había la necesidad de pelear por las creencias de unos u otros o por lo que pensaban era correcto en ese entonces, sin embargo, no todo el mundo estaba de acuerdo con las crueles matanzas o el enviar a sus familias a morir por la voluntad de un escudo que no les apoyaba; movimientos, pequeñas palabras de ciudadanos promedio de todo el globo fueron siendo profesadas y, con el paso del tiempo, se convirtieron en un solo mensaje: “No más guerras”.

Mientras las mafias luchaban en su peculiar guerra en Italia y los países hispanoamericanos comenzaban a sumirse en un clamor llevado a guerras civiles; cuando el oriente llamó a los países desarrollados a luchar y miles de vidas se añadieron a un saldo catastrófico de deshonra y dolor, fue allí que un cúmulo de personas que pensaban igual pudieron alzar su voz y llevar una verdadera propuesta al mundo.

Los jóvenes tomaron la decisión y fue gracias a ellos que todo pudo comenzar a permitirse tener un cuerpo.

Universidad de Harvard – Estados Unidos de América - 1983

Un encuentro casual meses atrás había reunido a cuatro jóvenes que, de no ser por cosas de la vida, jamás se hubieran juntado. Ellos eran Taylor Mackenna, un estudiante de penúltimo año de química; Harry Woodgate, estudiante de filosofía de intercambio desde la Gran Bretaña, Alesha Belikov, llegado desde Rusia con una beca en atletismo y Nobuchika Mamoru, un prodigio en la ingeniería llegado por pedido desde Japón.

Cuatro jóvenes cuyas nacionalidades les precedían, pero que, al ver la situación en la que se hallaba el mundo y escuchar el clamor de las personas, decidieron tomar cartas en el asunto y no quedarse callados.

A finales de año y aupados por su propio recinto educativo llevaron una propuesta al “Grupo de los siete” que tenía una cumbre en Washington, en la cual reposaba la creación de un nuevo organismo de seguridad que tuviera poder en todo el mundo y no existiera bajo la división o distinción de nacionalidades. Su propuesta fue rechazada al ser considerada como una tremenda ridiculez y ellos fueron dejados al ridículo y escarnio público.

Pero hubo un gobierno que encontró potencial dentro de esa propuesta, uno que casualmente no integraba este grupo de personas importantes. Los rusos ofrecieron apoyo a esta idea con el fin de llevar, en un futuro, la paz a las nuevas generaciones.

Cuerpo a cuerpo, día con día.

Moscú – Rusia - 1986

Tres años después del primer intento fallido por formar una especie de “policía mundial” y con el apoyo de Rusia, el cuarteto de jóvenes, ya todos profesionales, se presentaron en una cumbre extraordinaria del “Grupo de los siete” que tenía al país anfitrión –Rusia- como un invitado especial a la cita. Allí, con gobernantes nuevos, una situación mundial terrible y una considerable mejoría en su proyecto, la idea fue dada con el visto bueno por las siete naciones.

Ese día se acordó presentar de forma secreta este proyecto a un grupo selecto de miembros de las Naciones Unidas y también se designaron varios puntos. No cualquiera podría formar parte de este lugar y, los cuatro jóvenes, serían los completos responsables de que la idea fuera un completo éxito o un total fracaso.

“Stena”, en español muralla, sería el nombre que llavearía aquella instalación que se construiría al noreste de Siberia, entre el frío y las ganas de salir con vida del lugar. Y “Messiah”, el cual era el nombre del proyecto, sería el distintivo que llevaría la institución que estaría encargada de entrenar a esas personas que, más pronto que tarde, establecerían un nuevo orden y distinción en los continentes.

Siberia – Stena Gorod (Stena City) – 1991-actualidad.

Cinco años pasaron para que la ciudad rodeada por una gran muralla de unos cuatro pisos de altura fuera dada de alta. Cartas y mensajes fueron enviados solo a unas determinadas personas en todo el mundo y, poco a poco, estas fueron llegando a lo que describieron como “una sorpresa inesperada”. Los cuatro jóvenes tomaron el liderato del lugar que fue dividido según datas e intereses y se tomó una única condición. “En Messiah, en Stena, no hay nacionalidades”, tanto así que este se tomó como el lema del proyecto ya consolidado.

Se formó como una ciudad-internado en la cual las personas que se entrenaban pudieran vivir de forma normal sus vidas, con personas encargadas de centros comerciales, sitios de esparcimiento tanto artificial como natural, fiestas y todo lo que se podía encontrar en un distrito normal de cualquier país medianamente desarrollado en el mundo, pero siempre rodeado y perseguido por las paredes.

El control externo de este complejo fue llevado por el Grupo de los Ocho y así se mantiene hasta la actualidad. Desde el momento de su apertura, Messiah, que es un completo secreto al mundo, ha formado a los actuales líderes de las organizaciones de seguridad mundial más renombradas, líderes que, más pronto que tarde, darán el salto a la filosofía bajo la cual fueron entrenados. Aunque claro, en la vida y en la historia nada jamás es completa bondad.

Messiah tiene métodos de entrenamiento rudos, a parte de ser vista como una prisión por muchos arrepentidos, en su lista de graduados se ven muchos nombres que ahora puntean también las listas de los más buscados de muchas agencias de inteligencia y es que, a pesar de ser un buen proyecto, nadie puede controlar la voluntad violenta del ser humano, es su naturaleza.

Hay muchas leyes y otras tantas cosas, misterios propios de una ciudad que legalmente jamás ha existido, pero que acoge a miles y miles de personas que piensan bastante distinto.

Si bien es cierto que la instalación es un secreto, hay diversas formas de entrar, se reclutan personas mediante campamentos, en orfanatos, hospitales o tomados desde el seno del hogar al no ser deseados por la casa; actualmente también hay programas públicos que promocionan la ciudad como campamentos íntimos, todo esto para evitar caer bajo el peso de las siempre populares filtraciones de documentos clasificados.

Mas todo sigue siento lo mismo, desenfreno de ciudad común y jóvenes con sueños de llegar a lo más alto. La ambición les caracteriza, pero no por eso van a dejar de vivir.

Existe el pasado, pero ya no sirve, esta el presente y el futuro es desconocido.

Pero una sola cosa si es cierta… una vez que entras a Stena, a Messiah, solo hay una forma de salir: como un soldado.

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