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♪...Just tonight...♪ (+18)
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Re: ♪...Just tonight...♪ (+18)
De haber podido, Marceline hubiese soltado un ligero "aww" ante el comentario de la chica como si le hubiese conmovido. También le estuviese estirando las mejillas, pero estaba demasiado ocupada percatándose de a donde iban a parar sus manos como para romper el ambiente. Volvió a sonreírle a medio lado, recorriendo el cuerpo de la chica desde la espalda hasta su mejilla acariciándola con fingida dulzura.
- Ya me lo imaginaba. - dijo - Eres demasiado caderona para ese pantalón, me haces sentir poco atractiva - enarcó una ceja y redujo su sonrisa momentáneamente, pero ésta volvió a aparecer al poco tiempo - Déjame ver qué podemos hacer al respecto.
Bajó su mirada mientras examinaba el cuerpo de Yuki hasta el pantalón. La mano puesta sobre su mejilla empezó a deslizarse mientras dibujaba sus curvas y pasaba a lo largo de su estomago con las uñas, suponiendo una caricia hasta finalmente llegar a su objetivo. Parecía contenta con la sonrisa que no se le quitaba del rosto, con un rápido movimiento de los dedos desabrochó su botón y bajó su cierre, tarareando ua melodía improvisaba hasta volver a subir la mirada hasta ella.
- Ya está, ves? No fue tan difícil. - sonrió, mostrándole uno de sus colmillos.
Sujetó las manos de su acompañante, invitándole a que le abrazara con las piernas mientras ella colvía a juguetear con sus manos a lo largo de su torso, colando unos dedos a los lados de su cadera y atraerla hacia ella, pinchándole la mejilla con sus colmillos.
- Ya me lo imaginaba. - dijo - Eres demasiado caderona para ese pantalón, me haces sentir poco atractiva - enarcó una ceja y redujo su sonrisa momentáneamente, pero ésta volvió a aparecer al poco tiempo - Déjame ver qué podemos hacer al respecto.
Bajó su mirada mientras examinaba el cuerpo de Yuki hasta el pantalón. La mano puesta sobre su mejilla empezó a deslizarse mientras dibujaba sus curvas y pasaba a lo largo de su estomago con las uñas, suponiendo una caricia hasta finalmente llegar a su objetivo. Parecía contenta con la sonrisa que no se le quitaba del rosto, con un rápido movimiento de los dedos desabrochó su botón y bajó su cierre, tarareando ua melodía improvisaba hasta volver a subir la mirada hasta ella.
- Ya está, ves? No fue tan difícil. - sonrió, mostrándole uno de sus colmillos.
Sujetó las manos de su acompañante, invitándole a que le abrazara con las piernas mientras ella colvía a juguetear con sus manos a lo largo de su torso, colando unos dedos a los lados de su cadera y atraerla hacia ella, pinchándole la mejilla con sus colmillos.
Marceline- Ocupación : Vocalista
Mensajes : 282
Fecha de inscripción : 28/07/2014
Edad : 25
Re: ♪...Just tonight...♪ (+18)
Le sonrió aquel halago sobre su cuerpo; si no fuera por la intimidad entonces se habría apenado. -Tú también eres atractiva...- Le susurró antes de que la vampiresa fuera a desabrocharle aquel short que se había puesto antes.
Cerró los ojos sintiendo las uñas de Marcy que exploraban su cuerpo, soltando un leve gemido durante el recorrido. Al sentir el cierre abajo, Yuki aprovechó para tratar de quitarse el short con las piernas antes de que estas se ocuparan en las caderas de la vampiresa.
Soltó otro leve gemido al tener de nuevo esos colmillos traviesos en su mejilla, luego se liberó una mano para pasarla desde el pecho de Marceline y bajarlo hacia donde su bata se anudaba, para desamarrarla para que su mano buscara el estómago de Marceline, mientras la boca de la azabache buscaba besar el cuello de la vampiro.
Cerró los ojos sintiendo las uñas de Marcy que exploraban su cuerpo, soltando un leve gemido durante el recorrido. Al sentir el cierre abajo, Yuki aprovechó para tratar de quitarse el short con las piernas antes de que estas se ocuparan en las caderas de la vampiresa.
Soltó otro leve gemido al tener de nuevo esos colmillos traviesos en su mejilla, luego se liberó una mano para pasarla desde el pecho de Marceline y bajarlo hacia donde su bata se anudaba, para desamarrarla para que su mano buscara el estómago de Marceline, mientras la boca de la azabache buscaba besar el cuello de la vampiro.
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 689
Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: ♪...Just tonight...♪ (+18)
- Veamos… – murmuró desde la mejilla de la azabache con un ronroneo seductor, mientras sus manos seguían jugando entre el torso y un poco más debajo de los muslos – Tensa, tensa, tensa… ¿Estás asustada, lindura? ¿O siempre eres así? – preguntó, arrugando un poco la nariz al sentir el tacto de los labios sobre su cuello.
Su sonrisa se extendió hasta el punto de morderse el labio inferior con los colmillos, alargando con su cuello sin que le importase el crujir de su cuello mientras volvía a deslizar lentamente sus manos por los muslos de la muchacha. Volvió a subir hasta su cadera, colando los dedos por la prenda inferior que le restaba a la azabache y bajaba la mirada susurrando un “bonito” ante el modelo que traía. Eso consiguió sacarle una risa.
Sin embargo, su sonrisa desapareció al percatarse de lo que hacía con su bata, haciéndole mover las manos para recorrer el cuerpo de la chica hasta llegar finalmente a sus manos, cuales detuvo dejando la mitad de su bata abierta mientras sostenía con firmeza sus muñecas.
- No no no, lindura. – dijo con una fingida seriedad que se rompió con una mirada sospechosa – Tus ojos aquí, ¿Ves? – le sostuvo la barbilla con uno de sus dedos, sonriéndole pícaramente – ¿O es que acaso esto…
En un rápido movimiento, volvió a sujetar las muñecas de su acompañante y se echó hacia delante, haciéndole caer sobre el colchón mientras que la vampiro le atrapaba la cintura con sus piernas. Con la fuerza y el impacto habían hecho que su bata se terminara de desabrochar sola, dejando mostrar el cuerpo de la vampiro.
- … te distrae? – murmuró, acercando sus labios hasta el oído de la azabache y mordiéndolo suavemente.
Sus manos volvieron a desplazarse a lo largo de los brazos de la azabache mientras que iba siguiendo una línea de pequeños pinchazos desde la oreja al cuello, Marceline fue apegándose poco a poco a la muchacha hasta finalmente haberse recostado sobre ella, aunque no completamente. Relamió sus labios respirando pausadamente por la nariz, soltando un suspiro que hizo silbar a sus colmillos antes de pinchar la clavícula de su acompañante y jugaba con una de sus manos haciéndole subir desde el estómago hasta la zona de los pechos.
Su sonrisa se extendió hasta el punto de morderse el labio inferior con los colmillos, alargando con su cuello sin que le importase el crujir de su cuello mientras volvía a deslizar lentamente sus manos por los muslos de la muchacha. Volvió a subir hasta su cadera, colando los dedos por la prenda inferior que le restaba a la azabache y bajaba la mirada susurrando un “bonito” ante el modelo que traía. Eso consiguió sacarle una risa.
Sin embargo, su sonrisa desapareció al percatarse de lo que hacía con su bata, haciéndole mover las manos para recorrer el cuerpo de la chica hasta llegar finalmente a sus manos, cuales detuvo dejando la mitad de su bata abierta mientras sostenía con firmeza sus muñecas.
- No no no, lindura. – dijo con una fingida seriedad que se rompió con una mirada sospechosa – Tus ojos aquí, ¿Ves? – le sostuvo la barbilla con uno de sus dedos, sonriéndole pícaramente – ¿O es que acaso esto…
En un rápido movimiento, volvió a sujetar las muñecas de su acompañante y se echó hacia delante, haciéndole caer sobre el colchón mientras que la vampiro le atrapaba la cintura con sus piernas. Con la fuerza y el impacto habían hecho que su bata se terminara de desabrochar sola, dejando mostrar el cuerpo de la vampiro.
- … te distrae? – murmuró, acercando sus labios hasta el oído de la azabache y mordiéndolo suavemente.
Sus manos volvieron a desplazarse a lo largo de los brazos de la azabache mientras que iba siguiendo una línea de pequeños pinchazos desde la oreja al cuello, Marceline fue apegándose poco a poco a la muchacha hasta finalmente haberse recostado sobre ella, aunque no completamente. Relamió sus labios respirando pausadamente por la nariz, soltando un suspiro que hizo silbar a sus colmillos antes de pinchar la clavícula de su acompañante y jugaba con una de sus manos haciéndole subir desde el estómago hasta la zona de los pechos.
Marceline- Ocupación : Vocalista
Mensajes : 282
Fecha de inscripción : 28/07/2014
Edad : 25
Re: ♪...Just tonight...♪ (+18)
Sus muslos suelen ser muy sensibles y más cuando de caricias se trataba, por lo que cada vez que sentía el deslice de la mano de Marceline un calambre de placer pasaba por su cuerpo, haciendo que sus piernas se movieran un poco por cada caricia.
Se ocupó a seguir besando el cuello de la vampiro mientras sus curiosas manos trataban de destapar la vestimenta que sólo parecía estorbar a ambas. Sólo que las manos ajenas evitaron que tal acción se completara, haciendo que esta volteara a ver los intensos ojos de su acompañante asintiendo la cabeza ante aquel "reproche" -si así se le puede decir.
Fue recostada con la cintura detenida por las piernas de su acompañante, para luego ser "acariciada" a pinchazos, que le daban más una sensación de placer que de dolor.-ah...- No pudo evitar soltar un gemido cada vez que sentía los dientes de la vampiresa, aferrando sus manos a las sábanas de la cama. Apretó más su mano a las sábanas y soltó un gemido que se podía escuchar en toda la habitación cuando esos colmillos llegaron a su clavícula. Se podía ver como el pecho de la japonesa contenía una respiración todavía más agitada.
Tomó la mano juguetona de Marceline siguiendo el mismo recorrido desde el estómago hasta uno de sus pechos, hasta que volvió a bajarla haciéndola que se detenga en el ombligo de Yuki. Ahí tomó la playera que portaba y se la quitó lentamente hasta dejar al descubierto su cuerpo casi tan blanco como la nieve. Ocultó sus pechos con ambos brazos, sonrojada, hasta que lentamente los bajó para mostrarlos, volviendo a agarrar la mano de la vampiro y colocarla en ellos, cerca de donde se sentí el palpitar de su corazón. -¿Y esto...te distrae a ti?- Preguntó con una voz suave que no podía ocultar unos pequeños jadeos.
Se ocupó a seguir besando el cuello de la vampiro mientras sus curiosas manos trataban de destapar la vestimenta que sólo parecía estorbar a ambas. Sólo que las manos ajenas evitaron que tal acción se completara, haciendo que esta volteara a ver los intensos ojos de su acompañante asintiendo la cabeza ante aquel "reproche" -si así se le puede decir.
Fue recostada con la cintura detenida por las piernas de su acompañante, para luego ser "acariciada" a pinchazos, que le daban más una sensación de placer que de dolor.-ah...- No pudo evitar soltar un gemido cada vez que sentía los dientes de la vampiresa, aferrando sus manos a las sábanas de la cama. Apretó más su mano a las sábanas y soltó un gemido que se podía escuchar en toda la habitación cuando esos colmillos llegaron a su clavícula. Se podía ver como el pecho de la japonesa contenía una respiración todavía más agitada.
Tomó la mano juguetona de Marceline siguiendo el mismo recorrido desde el estómago hasta uno de sus pechos, hasta que volvió a bajarla haciéndola que se detenga en el ombligo de Yuki. Ahí tomó la playera que portaba y se la quitó lentamente hasta dejar al descubierto su cuerpo casi tan blanco como la nieve. Ocultó sus pechos con ambos brazos, sonrojada, hasta que lentamente los bajó para mostrarlos, volviendo a agarrar la mano de la vampiro y colocarla en ellos, cerca de donde se sentí el palpitar de su corazón. -¿Y esto...te distrae a ti?- Preguntó con una voz suave que no podía ocultar unos pequeños jadeos.
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 689
Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: ♪...Just tonight...♪ (+18)
Podía escuchar cómo su corazón se agitaba. El latido del corazón humano era un tamborireo divertido de escuchar, Marceline lo comparaba con los ritmos lentos y aburridos que hacía Bongo cuando “no encontraba su musa”. Sonrió, enarcando una ceja como la azabache parecía apartarle una mano y ella estaba dispuesta a reprobar, pero antes de separar sus labios siguió el recorrido de la playera de Yuki hasta finalmente quedar fuera. Rió por lo bajo, mordiéndose el labio inferior y evitando a toda costa el bajar la mirada, pero su compañera parecía estar muy dispuesta a entrar seriamente a la cosa, y Marceline, pues…
- Uuuuuff… no debo mirar, no debo mirar, no debo mirar… – decía en voz alta y con un ojo cerrado, pero el tacto de algo “abultado” le hizo bajar la mirada y abrir un ojo por pura curiosidad – ¿Ves? ¡¿Ves cuando te digo que tienes más que yo?! – preguntó con un fingido tono de indignación – ¡No es justo! Voy a desinflarte esas cosas, ¿Cómo es posible que uses una talla más grande que yo?
Como si estuviese molesta de verdad, sujetó a la muchacha con ambas manos las movió a todas direcciones, como si fuese a servir de algo más allá que molestarla. Hizo muecas de molestia hasta que rompió a reír, dejándose caer sin demasiado cuidado sobre la azabache y sintiendo que sus pechos eran como grandes almohadas (bueno, no tan grandes… pero ustedes entienden).
- Bien bien, lo admito. Son grandes – dijo, limpiándose una lagrimita del ojo que nunca salió. – Uh, ¿Para qué comprar almohadas? Las tuyas son mejor, y no cuestan mucho… a menos que quieras ponerme un precio – “pokeó” uno de los pechos de la chica y se volteó hacia ella, mirándole con esa sonrisa ladina sugestiva y una ceja arqueada, acomodándose desde donde estaba para que estuviesen más o menos a la misma altura y estuviese frente a frente con la pelinegra.
Tenían toda la noche, se dijo, a menos que los muchachos volviesen pronto (cosa que veía probable, porque a Keila no le gustaba estar frente al amanecer) y le estropearan sus planes, pero no era un factor que le preocupase. Distrajo a su compañera robándole un par de besos juguetones mientras una de sus manos bajaba distraídamente hasta llegar a la cadera, donde acariciaba con la yema de los dedos los bordes de la última prenda que le quedaba, luego volvía subir por la cintura y volvía a bajar, como si estuviese haciéndole cosquillas. Marceline se separó de ella y apoyó su barbilla contra la de la chica, guiñándole un ojo mientras su mano seguía desplazándose de arriba hacia abajo.
- Uuuuuff… no debo mirar, no debo mirar, no debo mirar… – decía en voz alta y con un ojo cerrado, pero el tacto de algo “abultado” le hizo bajar la mirada y abrir un ojo por pura curiosidad – ¿Ves? ¡¿Ves cuando te digo que tienes más que yo?! – preguntó con un fingido tono de indignación – ¡No es justo! Voy a desinflarte esas cosas, ¿Cómo es posible que uses una talla más grande que yo?
Como si estuviese molesta de verdad, sujetó a la muchacha con ambas manos las movió a todas direcciones, como si fuese a servir de algo más allá que molestarla. Hizo muecas de molestia hasta que rompió a reír, dejándose caer sin demasiado cuidado sobre la azabache y sintiendo que sus pechos eran como grandes almohadas (bueno, no tan grandes… pero ustedes entienden).
- Bien bien, lo admito. Son grandes – dijo, limpiándose una lagrimita del ojo que nunca salió. – Uh, ¿Para qué comprar almohadas? Las tuyas son mejor, y no cuestan mucho… a menos que quieras ponerme un precio – “pokeó” uno de los pechos de la chica y se volteó hacia ella, mirándole con esa sonrisa ladina sugestiva y una ceja arqueada, acomodándose desde donde estaba para que estuviesen más o menos a la misma altura y estuviese frente a frente con la pelinegra.
Tenían toda la noche, se dijo, a menos que los muchachos volviesen pronto (cosa que veía probable, porque a Keila no le gustaba estar frente al amanecer) y le estropearan sus planes, pero no era un factor que le preocupase. Distrajo a su compañera robándole un par de besos juguetones mientras una de sus manos bajaba distraídamente hasta llegar a la cadera, donde acariciaba con la yema de los dedos los bordes de la última prenda que le quedaba, luego volvía subir por la cintura y volvía a bajar, como si estuviese haciéndole cosquillas. Marceline se separó de ella y apoyó su barbilla contra la de la chica, guiñándole un ojo mientras su mano seguía desplazándose de arriba hacia abajo.
Marceline- Ocupación : Vocalista
Mensajes : 282
Fecha de inscripción : 28/07/2014
Edad : 25
Re: ♪...Just tonight...♪ (+18)
Sonrío casi riéndose a las constantes bromas de su compañera, incluso no mostró molestia alguna cuando empezó a juguetear con sus brazos. Parecía como si por primera vez no le molestaba el coqueteo burlón de Marceline. -Bueno...puedes dormir en ellos sin problema esta noche. ¡Pero tus pechos también son hermosos!- Mencionó un poco apenada, pero con un tono más juguetón.
Siguió los constantes besos de la vampiresa mientras esta pasaba su mano a la última prenda que ella llevaba puesta. Yuki pasó sus manos a la espalda de Marcy, pasando la punta de sus delgadas y finas uñas por toda la línea de la espalda ajena, sintiéndose a un temerosa de recorrer cada centímetro prohibido del cuerpo de su acompañante. Sentir aquella mano jueguetona cerca de su intimidad la hacía humedecer más aun, delatándose con su respiración. Sonrió con rubor en sus mejillas en respuesta al guiño que había recibido mientras bajaba sus manos a las cinturas de Marceline, después con una tomaba aquella mano aventurera, entrelazaba sus dedos y la subía hasta su rostro para que la parte contraria de la mano de la vampiro tocara la mejilla de la azabache, besándola luego.
De ahí, Yuki volvió a bajar ambas manos a la altura de su vientre, poniendo la punta de ambos dedos entre el borde de la tela de la prenda y la piel suave de ella, pero dejando que Marcy eligiera qué acción hacer, de ahí la japonesa subió su mano a la altura de los pechos de la vampiresa acariciándolo suavemente.
Siguió los constantes besos de la vampiresa mientras esta pasaba su mano a la última prenda que ella llevaba puesta. Yuki pasó sus manos a la espalda de Marcy, pasando la punta de sus delgadas y finas uñas por toda la línea de la espalda ajena, sintiéndose a un temerosa de recorrer cada centímetro prohibido del cuerpo de su acompañante. Sentir aquella mano jueguetona cerca de su intimidad la hacía humedecer más aun, delatándose con su respiración. Sonrió con rubor en sus mejillas en respuesta al guiño que había recibido mientras bajaba sus manos a las cinturas de Marceline, después con una tomaba aquella mano aventurera, entrelazaba sus dedos y la subía hasta su rostro para que la parte contraria de la mano de la vampiro tocara la mejilla de la azabache, besándola luego.
De ahí, Yuki volvió a bajar ambas manos a la altura de su vientre, poniendo la punta de ambos dedos entre el borde de la tela de la prenda y la piel suave de ella, pero dejando que Marcy eligiera qué acción hacer, de ahí la japonesa subió su mano a la altura de los pechos de la vampiresa acariciándolo suavemente.
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 689
Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: ♪...Just tonight...♪ (+18)
- ¿Y la próxima me cobras? No puedes decir que son hermosos hasta que los hayas visto, lindura. – respondió, levantándose un poco de encima de la chica y usando su única mano libre para señalar que todavía llevaba puesta la parte superior de su ropa interior, sonriéndole a medio lado.
Volvió a recostarse sobre ella, sintiendo que entrelazaban sus dedos y fingiendo mirarla como conmovida por tal gesto sobre su palma. No deseaba apartar sus labios de los de su acompañante aunque el rojo de sus mejillas fuera demasiado tentador, la vampiro dejó escapar un suspiro ronco que delataba una respiración algo agitada de su parte, algo sumamente extraño para un “ser” que, hipotéticamente hablando, no respiraba. Deslizó la mano que estaba más próxima a las dos y volvió a descender hasta su muslo, sujetándolo con fuerza mientras lo hacía a un lado y colaba una pierna entre las de la azabache.
Se inclinó hacia delante, haciendo contacto entre ambos cuerpos mientras se mostraba “más alta” que su compañera, haciendo reposar sus pechos poco más arriba de los de Yuki. Volvió a soltar un suspiro ronco, haciendo lo imposible para que la chica respirara entre tan poco espacio que dejaba beso tras beso. Se removía de vez en cuando, robándole cada tramo de sus labios y de su boca sin parar.
La única mano que se encontraba abajo empezó a deslizarse nuevamente a la cadera, sin tener la capacidad de seguir retrasando aquello la vampiro enroscó sus dedos en la prenda de su acompañante y bajó su otra mano para hacer lo mismo. Se separó de ella en un breve instante, juntando sus frentes mientras Marceline tenía la vista perdida hacia abajo y respiraba por la boca, jadeante. Deslizó sus manos por detrás de la cintura de la chica entre el colchón y su cuero, acabando por abrazarla por la cintura y atraerla hacia sí, volviendo a juguetear con la prenda inferior de la azabache y tantear ligeramente de arriba hacia abajo como si aquello fuera un juego.
- Yuki… – suspiró, soltando su nombre sin aliento antes de levantar la mirada hacia los ojos de la chica sin darle tiempo a que se encontraran, puesto que había vuelto a robarle el aliento con sus labios cada vez más acelerados y deseosos de la chica.
Volvió a recostarse sobre ella, sintiendo que entrelazaban sus dedos y fingiendo mirarla como conmovida por tal gesto sobre su palma. No deseaba apartar sus labios de los de su acompañante aunque el rojo de sus mejillas fuera demasiado tentador, la vampiro dejó escapar un suspiro ronco que delataba una respiración algo agitada de su parte, algo sumamente extraño para un “ser” que, hipotéticamente hablando, no respiraba. Deslizó la mano que estaba más próxima a las dos y volvió a descender hasta su muslo, sujetándolo con fuerza mientras lo hacía a un lado y colaba una pierna entre las de la azabache.
Se inclinó hacia delante, haciendo contacto entre ambos cuerpos mientras se mostraba “más alta” que su compañera, haciendo reposar sus pechos poco más arriba de los de Yuki. Volvió a soltar un suspiro ronco, haciendo lo imposible para que la chica respirara entre tan poco espacio que dejaba beso tras beso. Se removía de vez en cuando, robándole cada tramo de sus labios y de su boca sin parar.
La única mano que se encontraba abajo empezó a deslizarse nuevamente a la cadera, sin tener la capacidad de seguir retrasando aquello la vampiro enroscó sus dedos en la prenda de su acompañante y bajó su otra mano para hacer lo mismo. Se separó de ella en un breve instante, juntando sus frentes mientras Marceline tenía la vista perdida hacia abajo y respiraba por la boca, jadeante. Deslizó sus manos por detrás de la cintura de la chica entre el colchón y su cuero, acabando por abrazarla por la cintura y atraerla hacia sí, volviendo a juguetear con la prenda inferior de la azabache y tantear ligeramente de arriba hacia abajo como si aquello fuera un juego.
- Yuki… – suspiró, soltando su nombre sin aliento antes de levantar la mirada hacia los ojos de la chica sin darle tiempo a que se encontraran, puesto que había vuelto a robarle el aliento con sus labios cada vez más acelerados y deseosos de la chica.
Marceline- Ocupación : Vocalista
Mensajes : 282
Fecha de inscripción : 28/07/2014
Edad : 25
Re: ♪...Just tonight...♪ (+18)
Agitada, con su intimidad humedecida por las caricias, y su corazón palpitando aceleradamente, optó por quitar el sujetador de Marceline dejando también sus pechos expuestos.
Una vez que la vampiresa juntaba su cuerpo con la azabache, esta última la abrazo para que se unieran más; sintiendo esto cada vez más en la sensible piel de la japonesa, soltando un leve gemido con cada fricción de estos, y con el rozar de la pierna de la vampiro en la intimidad de la joven. Esto más los constantes besos de Marcy hacian que la respiración agitada de la azabache fueran escuchados en todos los rincones de la habitación.
Mientras las manos traviesas de Marceline exploraban más el cuerpo ajeno, Yuki también movió las suyas a lo largo de la espalda de su compañera, pasando por su cintura, hasta detenerlas en las caderas, donde la prenda inferior de la vampiresa seguía ahí. Deteniendo ambas manos y recorrer un poco por los bordes de la prenda previamente mencionada. Volvió una de sus manos hasta la cabeza de Marcy, acariciando varios mechones de su cabello.
En eso, la voz de su compañera susurraba su nombre, pero no alcanzó a verle el rostro, pues este fue otra vez invadido por los labios de la vampiresa, siendo esta correspondida por la no tan tímida chica. -¡Marcy!...- Iba a tratar de mencionar una oración, pero el calor del momento sólo la dejó pronunciar también el nombre de su compañera.
Una vez que la vampiresa juntaba su cuerpo con la azabache, esta última la abrazo para que se unieran más; sintiendo esto cada vez más en la sensible piel de la japonesa, soltando un leve gemido con cada fricción de estos, y con el rozar de la pierna de la vampiro en la intimidad de la joven. Esto más los constantes besos de Marcy hacian que la respiración agitada de la azabache fueran escuchados en todos los rincones de la habitación.
Mientras las manos traviesas de Marceline exploraban más el cuerpo ajeno, Yuki también movió las suyas a lo largo de la espalda de su compañera, pasando por su cintura, hasta detenerlas en las caderas, donde la prenda inferior de la vampiresa seguía ahí. Deteniendo ambas manos y recorrer un poco por los bordes de la prenda previamente mencionada. Volvió una de sus manos hasta la cabeza de Marcy, acariciando varios mechones de su cabello.
En eso, la voz de su compañera susurraba su nombre, pero no alcanzó a verle el rostro, pues este fue otra vez invadido por los labios de la vampiresa, siendo esta correspondida por la no tan tímida chica. -¡Marcy!...- Iba a tratar de mencionar una oración, pero el calor del momento sólo la dejó pronunciar también el nombre de su compañera.
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 689
Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: ♪...Just tonight...♪ (+18)
El ambiente estaba tenso, la habitación se oscurecía conforme la tensión se respiraba y veía como un hilo finísimo que podría cortarse con una tijera. La vampiro arremetía contra ella cada vez más inquieta, movía incesantemente sus manos alrededor de la chica como si en cualquier momento se le fuera a escapar de entre los dedos y aquello no lo permitiría. Se dio cuenta de la falta de presencia de ese molesto sujetador en su espalda y sus pechos se sentían más sueltos. No se molestó en apartarse el sostén al encontrarse atrapado entre la azabache y ella, se concentró en robarle el aliento y apegarla a su cuerpo como si de cinta se tratara.
Separó sus labios sólo por milisegundos, y volvía a besar a la chica por lo que parecían ser largos ratos y empezaba a revolverse en el colchón. Tragó saliva, sintiendo algo que le quemaba la garganta y descendía lentamente hasta caer en su estómago como un ladrillo. Abrazó de manera casi posesiva a la azabache, sujetándole con fuerza los muslos mientras volvía a arremeter contra ella, haciendo presencia de la pierna que estaba colada entre las de la chica mientras volvía a elevarse hasta estar por encima de su cabeza, arrastrando los labios de su acompañante sin dejarla escapar.
Jadeaba, se sentía acelerada, el aire se le escapaba por lo poco que separaba sus labios y se había olvidado por completo que podía usar la nariz para inhalar. Sonidos roncos se escapaban de entre sus labios mientras alargaba sus manos con un rápido movimiento que llegó hasta la cabeza de la chica, jugueteando con sus dedos a lo largo de su cabello y obligándole a estar cerca, más cerca.
Tenía sed, estaba hambrienta, el color de sus mejillas era cada vez más tentador pero se negaba a despegar los labios de los de la azabache. Relamió sus labios demasiado cerca de los de la chica, la respiración agitada de la vampiro era algo sumamente extraño, casi anormal, al punto de hacerle sentir algo mareada por el hecho de “respirar” tan aprisa. Otro suspiro ronco, la vampiro cerró sus manos a forma de puños atrapando los cabellos de la azabache. Finalmente, su cuerpo relajó los músculos y aflojó las manos, empezando a deslizar los dedos a lo largo de su cabello hasta llegar al cuello. Separó sus labios con pereza, desde muy temprano empezando a sonreír de medio lado mientras reía de manera ronca a causa de tal agitación. Volvió a humedecerse los labios, y al abrir sus ojos, el brillito siniestro que tanto caracterizaba a Marceline le iluminó el rostro.
- ¿Bueno…? – murmuró, como si esperara alguna respuesta de la muchacha. La ronquera de su voz sólo hacía que se obligara a sí misma hablar como seductora – ¿Sabes qué hora es?
Empezó a deslizarse nuevamente por encima de su compañera, llegando incluso a posar los pechos cerca de su rostro, cuando le mostró un reloj para una mesita de noche cualquiera y volvió a bajar indicándole que viese las manecillas con el índice de su diestra.
- Cómo vuela el tiempo, ¿No crees? Ya es media noche. – ironizó, devolviendo el reloj a su mesa – Ya es hora de dormir.
Se deslizó rápidamente hacia atrás y recogió su prenda, enganchándose nuevamente el sostén antes de bajarse a la cama y agacharse para recoger su pijama, que empezó a abotonar con toda naturalidad como si no hubiese pasado nada.
- Has sido una chica muy mala, lindura. – dijo, dándole la espalda, todavía riéndose – Las buenas estudiantes deberían aprovechar los fines de semana para estudiar, debes de tener algún examensucho o algo por el estilo cerca. Y tú aquí… ¡Seduciéndome! Debería darte vergüenza. – se volvió hacia ella, con la misma sonrisa ladina que mostraba sus colmillos y el brillo siniestro en sus ojos – Los niños buenos se deben ir a dormir pronto. Yo iré al cuarto de Guy y Bongo, su cama es cómoda. Tú puedes quedarte aquí.
Empezó a caminar con ese meneo de cadera que sabía que le provocaba a su compañera, al estar ya en la puerta, se giró en dirección a ella con una mano sobre el interruptor y otro sobre la manilla de la puerta.
- Te recomiendo que te vistas, voy a encender el aire acondicionado. Hace como calor allí adentro, ¿No crees? – rió entre dientes, y en seguida, apagó la luz del cuarto y fue cerrando la puerta hasta asomar su mano en el pequeño espacio de la puerta – Dulces sueños, Au revoir~
¡Clic! La puerta se cerró. Al otro lado, Marceline se estiraba complacida y se rascaba la cabeza cual perro con pulgas. Le pareció gracioso al verse de esa manera en el espejo. Acto seguido, se encaminó a la habitación de Bongo y Guy y cerró la puerta detrás de sí, asumiendo el departamento en silencio (o al menos, de su parte).
Separó sus labios sólo por milisegundos, y volvía a besar a la chica por lo que parecían ser largos ratos y empezaba a revolverse en el colchón. Tragó saliva, sintiendo algo que le quemaba la garganta y descendía lentamente hasta caer en su estómago como un ladrillo. Abrazó de manera casi posesiva a la azabache, sujetándole con fuerza los muslos mientras volvía a arremeter contra ella, haciendo presencia de la pierna que estaba colada entre las de la chica mientras volvía a elevarse hasta estar por encima de su cabeza, arrastrando los labios de su acompañante sin dejarla escapar.
Jadeaba, se sentía acelerada, el aire se le escapaba por lo poco que separaba sus labios y se había olvidado por completo que podía usar la nariz para inhalar. Sonidos roncos se escapaban de entre sus labios mientras alargaba sus manos con un rápido movimiento que llegó hasta la cabeza de la chica, jugueteando con sus dedos a lo largo de su cabello y obligándole a estar cerca, más cerca.
Tenía sed, estaba hambrienta, el color de sus mejillas era cada vez más tentador pero se negaba a despegar los labios de los de la azabache. Relamió sus labios demasiado cerca de los de la chica, la respiración agitada de la vampiro era algo sumamente extraño, casi anormal, al punto de hacerle sentir algo mareada por el hecho de “respirar” tan aprisa. Otro suspiro ronco, la vampiro cerró sus manos a forma de puños atrapando los cabellos de la azabache. Finalmente, su cuerpo relajó los músculos y aflojó las manos, empezando a deslizar los dedos a lo largo de su cabello hasta llegar al cuello. Separó sus labios con pereza, desde muy temprano empezando a sonreír de medio lado mientras reía de manera ronca a causa de tal agitación. Volvió a humedecerse los labios, y al abrir sus ojos, el brillito siniestro que tanto caracterizaba a Marceline le iluminó el rostro.
- ¿Bueno…? – murmuró, como si esperara alguna respuesta de la muchacha. La ronquera de su voz sólo hacía que se obligara a sí misma hablar como seductora – ¿Sabes qué hora es?
Empezó a deslizarse nuevamente por encima de su compañera, llegando incluso a posar los pechos cerca de su rostro, cuando le mostró un reloj para una mesita de noche cualquiera y volvió a bajar indicándole que viese las manecillas con el índice de su diestra.
- Cómo vuela el tiempo, ¿No crees? Ya es media noche. – ironizó, devolviendo el reloj a su mesa – Ya es hora de dormir.
Se deslizó rápidamente hacia atrás y recogió su prenda, enganchándose nuevamente el sostén antes de bajarse a la cama y agacharse para recoger su pijama, que empezó a abotonar con toda naturalidad como si no hubiese pasado nada.
- Has sido una chica muy mala, lindura. – dijo, dándole la espalda, todavía riéndose – Las buenas estudiantes deberían aprovechar los fines de semana para estudiar, debes de tener algún examensucho o algo por el estilo cerca. Y tú aquí… ¡Seduciéndome! Debería darte vergüenza. – se volvió hacia ella, con la misma sonrisa ladina que mostraba sus colmillos y el brillo siniestro en sus ojos – Los niños buenos se deben ir a dormir pronto. Yo iré al cuarto de Guy y Bongo, su cama es cómoda. Tú puedes quedarte aquí.
Empezó a caminar con ese meneo de cadera que sabía que le provocaba a su compañera, al estar ya en la puerta, se giró en dirección a ella con una mano sobre el interruptor y otro sobre la manilla de la puerta.
- Te recomiendo que te vistas, voy a encender el aire acondicionado. Hace como calor allí adentro, ¿No crees? – rió entre dientes, y en seguida, apagó la luz del cuarto y fue cerrando la puerta hasta asomar su mano en el pequeño espacio de la puerta – Dulces sueños, Au revoir~
¡Clic! La puerta se cerró. Al otro lado, Marceline se estiraba complacida y se rascaba la cabeza cual perro con pulgas. Le pareció gracioso al verse de esa manera en el espejo. Acto seguido, se encaminó a la habitación de Bongo y Guy y cerró la puerta detrás de sí, asumiendo el departamento en silencio (o al menos, de su parte).
Marceline- Ocupación : Vocalista
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Edad : 25
Re: ♪...Just tonight...♪ (+18)
De repente, toda la atmósfera se apagó de repente. Marceline dio por finalizada el acto entre ellas y la mando a dormir, dejando a la azabache confundida. -¡Eh! ¡Pero!...- Miró sorprendida a su compañera y como esta se vestía de vuelta y se despedía para dormir en la otra habitación. Confundiendo a Yuki que lo único que pudo es levantarse e ir tras ella, cosa que resultó inútil.
Sin comprender bien la situación, paso por la ropa que llevaba originalmente -que al parecer no se había secado del todo- se vistió. Quedándose pensativa un momento en medio de la sala, llegando a una conclusión. -creo...creo que sólo fui una tonta que se dejó llevar- Frunció el ceño y resignada decidió retirarse de la habitación del hotel, cerrando la puerta sin que esta se hiciera ruido por todo el lugar.
Sin comprender bien la situación, paso por la ropa que llevaba originalmente -que al parecer no se había secado del todo- se vistió. Quedándose pensativa un momento en medio de la sala, llegando a una conclusión. -creo...creo que sólo fui una tonta que se dejó llevar- Frunció el ceño y resignada decidió retirarse de la habitación del hotel, cerrando la puerta sin que esta se hiciera ruido por todo el lugar.
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
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Fecha de inscripción : 17/07/2014
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