entrevista

Estaba teniendo muchas emociones en pocos días, había conseguido manager, una persona genial, y ahora estaba camino a una entrevista en la editorial, Julius me había informado que querían entrevistarme ese día y fuera a la editorial.

-bien, aquí estamos...

Me había levantado temprano para estar lista y no ir a las corridas con la tostada en la boca con, casi peinada y llegar hecho un manojo de ropa y pelos volando por toda mi cabeza, así que mejor era usar algo sencillo pero siempre fiel a mi estilo "cotidiano"

Ropa:

Entre a la editorial e inmediatamente fui a la recepción, sentía que las piernas me temblaban, mal día para usar tacones, pero mejor era respirar profundo y relajarme, no entrar en pánico... y no salir corriendo o saltar por todos lados, era difícil afrontar estas cosas solas sin mi prima o mi madre, pero tenia que acostumbrarme, ya que yo era la que escogió el camino y tenia que aprender a enfrentar todo sola como toda una artista.

-Disculpe, tengo una cita con la señorita Margot Dubois, soy Charlotte Nakashima.

La recepcionista fue muy amable de explicarme a donde debía ir, entonces emprendí camino. Yendo hacia la oficina me estaba preguntando que clase de entrevista seria, tenia que ser natural, bah, tenia que ser yo misma, fácil, era demasiado sincera en muchas cosas, aunque algo torpe para explicar. Sin darme cuenta, casi me choco la cara contra la puerta de la oficina, de no ser por 3 cm pude haber pasado una vergüenza de aquellas.

-tonta Lotte... tonta....

murmure para mi misma antes de volver a respirar profundo y toque la puerta.

-Disculpe, soy Charlotte Nakashima, tenia una cita para una entrevista...

Me quede esperando por una respuesta, no quería entrar sin permiso ni nada, todo con calma, de paso me daba segundos de paz mental antes de las preguntas.

¡Al fin una oportunidad concreta de resaltar! Hacia tres días su jefa editora le había encargado su primera entrevista. Claro que no se trataba de una estrella, la joven en cuestión era una nueva adquisición del sello que con algo de suerte pronto debutaría en la ciudad. Lo primero que había hecho era googlear su nombre, buscando algo de información sobre ella. Consiguió algunas fotografías, sorprendiéndose con el colorido atuendo que usualmente llevaba, sin dudas tenía un estilo único, que llamaría la atención con facilidad en el público, dándole una ventaja que era necesario explotar. Eso le dio la idea de acompañar la entrevista gráfica con una serie de fotos, que probablemente conseguirían captar el entusiasmo de muchos futuros seguidores de la joven idol en potencia. Sus rasgos eran bellos y delicados, femenina sin exageración, de estatura pequeña y con unos hermosos ojos que valía la pena recordar. Sin duda una gema en bruto, lista para pulir antes de permitir que saliera a la superficie. Siguiendo con su concienzuda investigación llegó a descubrir que era originaria de Japón, y durante su infancia y adolescencia temprana había trabajado como para algunas marcas de ropa. No la sorprendía, su estilo peculiar atraía la mirada de quienes buscaban destacar. Al parecer había dados sus primeros pasos en el mundo de la música en su tierra natal, sin embargo no había conseguido destacar. Sin dudas en manos de un buen manager lograría triunfar en Glass City, tenía lo necesario para convertirse en una idol popular entre las jóvenes de su edad.

El que fuera una muchacha joven, incluso menor que ella, le generaba cierto alivio y confianza. Se convenció de que no debía ser demasiado formar, de modo de que Charlotte pudiera relajarse y así dejarse llevar a lo largo de la entrevista. No sólo le interesaba hala respecto a su música, sino también inmiscuirse en asuntos más personales como la relación con su prima, artista también del sello, y algún escándalo amoroso que funcionara como trampolín para convertirla en el chisme del momento. Sabía que los artistas, en general, no eran adeptos al escándalo sin embargo estaba comprobado que era la forma mas sencilla de hacerse un nombre y comenzar a circular en el ambiente comercial y televisivo. Pese a no conocerla aún sentía cierto aprecio por ella, podrían ser de mutua ayuda si aquella entrevista salía bien, Margot conseguiría por fin que su jefa la tomara en cuenta, y Charlotte daría el primer paso con el pie derecho en el competitivito mundo del espectáculo.

Le habían asignado una bonita oficina en la planta baja, incomparablemente hermosa a la cueva con que contaba a diario, con vista al jardín trasero, una cafetera y preciosos cuadros de paisajes en las blancas paredes. La periodista había llegado temprano, deseaba contar con tiempo de chequear la información y repasar las preguntas que había armado como boceto. Contaba con un grabador pequeño y su preciada cámara fotográfica, si la jovencita accedía planeaba llevar a cabo una sesión de fotos en el jardín aprovechando la época primaveral y el buen clima. Revisaba los datos que tenía anotados en su cuaderno cuando el toque de la puerta la sobresaltó, la voz suave de la vocalista llegó desde el otro lado haciéndola poner de pie en un brinco y aproximarse pronto a la entrada para abrir permitiéndole el paso. -Buenas tardes, es un placer, soy Margot -se presentó con una sonrisa amable, deseando que pudiera sentirse cómoda en su presencia. La guió por la oficina indicándole un mullido sofá para que se sentara frente al escritorio, desde allí la vista del jardín a espaldas de la periodista debía ser magnifica. Se acomodó apenas sus lentes de marco blanco e inconcientemente se llevó el extremo de lapicera a la boca. -Me alegra que aceptaras, esta entrevista te posibilitará dar el primer paso en tu carrera como solista...-hizo una pausa antes de continuar. -¿Te gustaría contarme como empezaste a interesarte por la música?

Vestuario:

Al escuchar un respuesta afirmativa me anime a entrar a la oficina, me quede maravillada con el lugar, era muy bonito, y lo primero que vi era la vista al jardín, creo que era lo mas llamativo del lugar, pero como en esos momento tenia que centrarme en la persona que iba a entrevistarme, tuve que hacer un aterrizaje forzoso en mi mente para quedarme en la realidad y no irme a la estratosfera como solía hacer cuando me distraigo con algo.

-es un gusto conocerla señorita Margot~

Hice un reverencia como tenia costumbre siempre, di unos pasos mas hacia adelante para poder salir del umbral de la puerta, aun estaba algo nerviosa pero ya a un nivel mas controlable, y después de apreciar la habitación puse mi atención en la periodista, era bastante joven, aunque se notaba también que era mayor que yo, pero no tanto, tenia un cabello bonito y un vestido igual, casi como una muñeca, eso me hizo reír por lo bajo y estar mas tranquila.
La joven me guió por la oficina, y luego de señalarme un bonito sofá cerca de l vista del jardín solo hice un ademan con la cabeza como diciendo "permiso" y tome asiento manteniendo mi postura de "damita" como solía decir mi madre, osea, espalda firme pero no incomoda, piernas juntas y apenas inclinadas a un costado con las manos en el regazo. La muchacha tomo asiento en el escritorio y agradeció de que haya aceptado la entrevista, una sonrisa de dibujo en mis labios.

-Al contrario, la agradecida soy yo por darme esta oportunidad~ aprecio mucho que quiera entrevistarme.

Había hecho una o dos entrevistas pero eran muy cortas para revistas de moda, cosas básicas, así que no duraban mas de 30 minutos, esta prometía mas y eso me emocionaba, aunque tenia ciertos nervios por el tipo de preguntas que haría, tenia que ser clara y pensar bien antes de responder. Y llego la primera pregunta, sencilla y algo que me traía buenos recuerdos.

-oh~ eso es algo que me gusta recordar, bueno, cuando yo era pequeña corría por todos lados, que la escuela, que las sesiones de fotos, que jugar con todos, tenia demasiada energía que gastar, y como pasaba mucho tiempo con mis abuelos, en especial mi abuela, había que buscar algo que hacer en un lugar donde la calma y serenidad reinaban, así que empece a asistir a las sesiones de coro que hacía mi abuela, eran canciones que ella componía en su juventud y eran muy bonitas.

hice una pequeña pausa antes de continuar.

-con el tiempo me empezó a gustar la música, y yo quería hacer lo que mi abuela, componer mi música y expresarme con mi estilo, ella me aconsejo en eso, que mientras mas personal sea mi creación, mas entusiasmo le pondría, y tenia razón~. Así que ya estaba buscando un instrumento para empezar, me costo horrores elegir, puesto que una niña de 9 años es un tanto indecisa para esa cosas eheheh, pero luego probé el bajo, y como explicarlo...? pues fue amor a primera vista~

no pude evitar reírme un poco, como mi padre me mostraba uno tras otro instrumento, y algunos ni los podía sostener.

-Me costo aprender a tocarlo, pero estaba tan entusiasmada que avance muy rápido, y vinieron mis primeras canciones que salían de situaciones o ideas de como yo veía el mundo, los colores con los que veía a mi alrededor, y ahi fue creciendo mas y mas mi amor por la musica~

Sus nervios habían disminuido bastante al corroborar que se trataba de una joven simpática que no tendría problemas en responder a sus preguntas. Después de todo ella era una completa novata en ese asunto, aquella era su primera vez y sin dudas deseaba hacerlo muy bien para obtener los elogios de su jefa. Esperaba conseguir data interesante, indagaría sobre todos los aspectos posibles de la vida de aquella jovencita de peculiar aspecto aunque en ello demorara toda la mañana. Estaba decidida a encontrar algo que pudiera servir como trampolín para el escándalo, algo que sin duda las beneficiaría a ambas. La joven periodista puso todo su empeño en no mostrarse insegura ni nerviosa, con pasos firmes guió a la vocalista por la oficina hasta indicarle el asiento reservado  para ella. Mientras la joven se acomodaba procuró poner a funcionar la cafetera, siempre era bueno tener algo que beber para refrescar la garganta, especialmente si el encuentro sería prologando. Su atención se centró en la jovencita, cruzando sus manos sobre su regazo mientras descansaba su espalda contra el respaldar de su butaca. Sonrió ante sus cordiales palabras, aunque no había sido ella quien había escogido a Charlotte, sino uno de sus superiores, compartía la idea de que la chiquilla tenía potencial, sin duda volverla popular le daría a su revista un plus entre las adolescentes. -¿No te molesta si grabo verdad?-cuestionó esperando su aprobación antes de poner a funcionar la pequeña grabadora portátil que descansaba sobre su escritorio, sería mucho más cómodo si no tenía que andar distrayéndose al tomar nota, de ese modo podría mantener toda su atención centrada en el discurso de Charlotte, y luego ocuparse de desgravar la entrevista con cuidado, seleccionando el material mas interesante para la nota gráfica.

Finalmente lanzó su primera pregunta, sencilla y general, fácil de responder, ayudándola así a relajarse y entrar en confianza. Siempre era mejor dejar los temas espinosos para más adelante, iniciando por los recuerdos del pasado que en general sacaban una sonrisa al entrevistado. Escuchó atenta su relato respecto a su infancia, al parecer todo había iniciado gracias a su abuela, una figura evidentemente referente para la joven, alguien que evidentemente le había transmitido no sólo el amor por la música, sino también la técnica del canto. -Tuviste una grandiosa maestra-comentó, con una sonrisa sincera, cuando finalizó el relato respecto a sus inicios en la música. Era bastante común entre los artistas que provinieran de familias donde el arte esta presente de uno u otro modo, por lo que aquel relato por bonito y conmovedor que resultara no significaba un  descubrimiento significativo, aunque sin duda daría una nota de color introductoria. Una vez que terminó decidió continuar con las preguntas, esta vez enumerando unas cuantas de modo que pudiera explayarse a gusto. -¿Estudiaste en algún conservatorio?  ¿O todo te lo enseñó tu abuela? ¿O quizás fuiste autodidacta?-consultó para después ponerse de pie y colocar uno de los vasos descartables en la cafetera y así obtener el primer vaso de bebida caliente que alanzó a la chica. Pronto volvió a su asiento, sirviéndose un vaso para ella misma y llevándolo pronto a sus labios con cuidado.

-Tengo entendido, por lo que he leído, que desde pequeña te iniciaste como modelo...¿quien te inició en esa industria? ¿por que razón diste prioridad por muchos años a la industria del modelaje si la música era tu pasión?-sonrió, con picardía, antes de enunciar el último cuestionamiento. -¿Que fue lo que, finalmente, te decidió a venir a Glass City a intentar volverte una vocalista popular?-esperaba no haber ido demasiado lejos con tantos interrogantes, sin embargo podía escoger no responderlos todos.

-para nada, no me molesta~

le sonreí de manera tranquila ante su pregunta sobre la grabadora, creo que su trabajo seria mas sencillo con eso a estar anotando cosas, note también como ponía a anda runa maquina de café antes de empezar mi relato, se veía interesada en lo que decía, eso era agradable, seguramente a otros les importaría nada de donde aprendí música..., acomode un mecho de cabello que se puso rebelde detrás de mi oreja una vez terminado mi respuesta.

-realmente una excelente maestra~

Mi abuela era alguien especial, si hasta logro que mi prima se interesada en la música después de su internado era alguien excepcional. Vino la siguiente pregunta, claro, me imaginaba escuchar a alguien querer saber si aprendí sola, la abuela o escuela en especial.

-La verdad un poco de todo, tenia un profesor particular de Bajo, entre la escuela, las sesiones no tenia tiempo para nada, así que el venia en mis tiempos libres después de clase o en las sesiones fotográficas, luego en canto me ayudo mucho mi abuela. Cuando ninguno podía darme clase, lo hacia sola, era algo patético porque aveces no me daba cuenta de que lo hacía mal o estaba siendo muy aguda jajajaj cuando me escuchaba en la grabadora me  horrorizaba. incluso mi padre era tan bueno de mentirme de que lo hacía bien para no hacerme llorar, era algo sensible a esa edad jaja

Lo que tuvieron que tolerar en casa era mucho, y se los agradeceré siempre, ahora todo era mas decente tanto en canto y bajo. La joven periodista, después de eso, sirvió dos vasos de café, uno para cada una, no era muy fanática de esa bebida, pero lo iba a dejar pasar esos mini caprichos y se la acepte con mucho gusto antes de darle un sorbo peque para comprobar que tan caliente estaba... y en efecto, estaba caliente.

-ehehe esta algo caliente, por torpe casi me quemo ahahaha

me sentí un poco avergonzada por ello, así que por un rato iba a dejar el vaso en la pequeña mesita delante mio para que se enfriara un poco. Cayeron las siguientes preguntas, me acomode un poco en mi asiento antes de responder de manera clara.

-am.... bueno, mi madre era una modelo muy conocida en la marca francesa "Papilon Noir", cuando conoció a mi padre y quedo embarazada se retiro un tiempo para que yo naciera y pudiera criarme unos dos años, luego volvió a las pasarelas  un tiempo y un día decidió llevarme al estudio fotográfico en japón, donde la habían llamado para modelar unas prendas de gala, de una empresa llamada "Ao Bara" cuando tenia 5 años, digamos que ese día yo estaba muy hiperactiva y agarraba cuanta tela o gorro encontraba y me lo ponía.

No podía evitar reírme al recordar eso, respire un poco antes de continuar.

-Entre tanto y tanto, uno de sus colegas me saco unas fotos y digamos que una cosa llevo a otra que mi madre se le ocurrió que yo me incluyera en ese mundo como ella, claro, siempre con ciertos limites y bajo su cuidado ya que yo era muy pequeña.  Trabaje para esa empresa hasta un poco antes de venir a la ciudad, aunque aun soy parte de ella.

La siguiente parte era un poco... difícil para responder, había tenido muchos problemas con ese asunto.

-Bueno, la verdad es que... cuando yo empece a mostrar interés por la música, me sentía mal por dejar el modelaje en segundo plano, mas por mamá que otra cosa, ella se veía feliz con que yo siga sus pasos que no quería decepcionarla, hasta llegue a pensar que se enojaría mucho conmigo... eso, y porque era muy difícil avanzar en la música con mi edad, estudiaba y practicaba mucho. Hasta que un día hable con mi madre y explique mi situación, fue todo un cuento en mi cabeza, ella jamas se enojaría por eso, al contrarío, quería que yo siguiera lo que quisiera mientras le ponga empeño y trabajo.

Tome el vaso de café que ay estaba menos caliente y le dí un sorbo, tontería la miá de no ponerle azúcar y torture a mis papilas gustativas al sabor amargo... no quería pedir azúcar porque sentía pena y no quería ser una molestia en ese momento. Al escuchar las siguiente pregunta hice una sonrisa tenue, con un toque especial que no se podía identificar si era amable o era triste.

-En Japón las cosas son muy distintas a la hora de los Sellos musicales, cuando cumplí 14, ya llevaba una trayectoria en Internet y televisión con comerciales o videos no tan profesionales con mi música, decidí dar el gran paso de ir a un sello, fui rechazada en al menos 3, ya que buscaban mas grupos que individuales y buscaban solo apariencia, yo no quería solo mostrar una cara bonita, quería mostrar mi música, después a mi...

suspire de manera pesada.

-Cuando logre quedar en uno, fui feliz, pero ocurrieron cosas muy feas, una fue que el manager que tenia iba a estafarme entregándole mis letras y música a otro grupo de chicas mas "agraciadas y bonitas" solo por puro mercado, finalmente todo se fue a juicio y es historia pasada, pero quedo el trago amargo. Para no irme mucho por las ramas, escuche que mi prima Antoinette venia a esta ciudad a estudiar en la academia, aun estudia allí,  primero iba a venir por ella, luego me entere de que aquí había un sello bastante serio con sus artistas, pensé que era una nueva oportunidad para entrar y me mande con todo, y quede. Nunca había sentido tanto miedo en mi vida ehehe.

Charlotte era una joven interesante, con una rica historia familiar e infantil que sin duda era un buen puntapié para llamar la atención de los medios. Por desgracia para triunfar en el mundo de la música no bastaba con el talento, era necesario también una imagen impactante, una personalidad llamativa y una historia profunda que hiciera que los fanáticos se encariñaran con el Idol. La joven frente a ella parecía reunir todos esos atributos, y eso la hacía comprender porque Julius (su representante) había conectado con la editora para pedir una entrevista promocional. Sin duda esos dos llegarían lejos juntos, pero la cuesta era empinada, y debían ir paso a paso. La chica sin duda tenía talento y experiencia en el escenario, más aún era una ilustre desconocida en Glass City, quizás la nota periodística despertara el interés del sello por su contratada y pusieran el ojo en ella. Esa era la intención de Margot, ayudarla a resaltar y además, granjearse las felicitaciones de su jefa por haber descubierto un talento. Se notaba, por su relato, que realmente se había esforzado a la hora de aprender a tocar el bajo, sacrificando su escaso tiempo libre para practicar y tomar clases particulares. –Esa gran fuerza de voluntad sin duda te llevará muy lejos-comentó, sintiendo cierta admiración por ella, era tan joven y sin embargo había pasado por mucho para perseguir su sueño, justo como ella. De ser una situación diferente quizás hasta pudieran ser amigas. Ambas habían sido apoyadas por sus familias, y sin duda eso tenía un valor invaluable. Una vez más echó de menos a sus queridos hermanos, que seguramente estarían preocupados por su presente tan lejos de su hogar natal. Si realmente conseguía que aquella nota se publicara les enviaría una revista, sin dudas se sentirían orgullosos de ella.

-¡Cuidado! No queremos que tu preciosa voz se estropee por un café caliente-bromeó, sólo para endulzar el ambiente y generar cierta confianza cómplice entre ellas. –Ya veo, de cierto modo heredaste el talento de tu madre, y aprendiste de ella a caminar sobre las pasarelas. –debía ser bonito poder compartir algo así, ojala ella hubiera podido conocer a su madre, aunque tenía algunas fotografías no conseguía imaginarse como había sido ella. ¿Habría estado de acuerdo con que se convirtiera en periodista? Samuel siempre decía que se parecía físicamente a ella, sin embargo Margot no estaba del todo segura de ello. En cierto modo envidiaba a Charlotte, hubiera adorado compartir con su propia madre momentos como aquellos.  -¿Tienes algunas fotografías de aquella época? Sería lindo incluirlas en la nota.-comentó, esperando que pudiera facilitarle algunas luego, bastaría con que las alcanzara a su casa o las enviara a la editora. Charlotte debía verse preciosa de pequeña, con ese cabello precioso y sus rasgos de princesa. –Es muy bueno que tu madre te apoyara en el asunto de la música, sin dudas eso fue lo que te permitió dar el gran salto y venir a Glass City.

No tenía idea de cómo funcionaran las cosas en Japón, y eso la sorprendió, al parecer allá era más difícil formar parte de la industria de la música, especialmente para alguien tan joven como ella, sin un representante habilidoso no había grandes posibilidades de ser popular. –De todos modos tienes un look muy llamativo y personal, sin duda eso llamará la atención de la audiencia, pues se trata de una marca personal que te hace inolvidable-le sonrió antes de beber otro poco de café, se sentía sorprendentemente cómoda en el rol de entrevistadora, aunque debía reconocer que para ser sólo su segunda vez había tenido suerte con la muchacha en cuestión.–Imagino que luego de una experiencia como esa debe ser difícil volver a confiar en un representante… háblame de Julius, ¿Cómo lo conociste? ¿Qué te hizo pensar que él conseguiría hacerte brillar?-no conocía al chico, pero por lo que sabía era sólo un novato con poco tiempo en el sello, sin embargo parecía alguien comprometido con su trabajo. -¡Eres muy valiente al arriesgaste a venir hasta aquí! Estoy segura de que tus esfuerzos darán sus frutos, ahora que estas a punto de lanzarte como solista…-colocó un mechón de su castaño cabello detrás de su oreja, animada. -¿Tienes un estilista que se ocupe de ti? ¿O toda esa producción es tuya?-le sorprendía su estilo colorido, el maquillaje, el vestuario y peinado, todo era precioso y llamativo. Único.

-Pasando a otro asunto…-era importante que la entrevista no sólo abarcara los temas profesionales, eso en general no captaba la curiosidad del público en general que se interesaba más bien por la vida personal de los artistas. -¿Qué hay de tu vida amorosa? ¿Hay alguien especial en el corazón de Charlotte?-sonrió con una mirada cómplice y divertida, esperando que se confesara ante ella y aquel material sirviera para sacar a la luz algún chisme interesante. –Eres preciosa, seguro tienes a unos cuantos chicos locos por ti.-agregó, esperando que de ese modo se sintiera más a gusto a la hora de hablar sobre un tema tan delicado.

Spoiler:

-Ciertamente le debo mucho a ella por lo de iniciarme en este maravilloso mundo de la moda, y por ser comprensiva a la hora de escoger la carrera que quería~

Yo adoraba a mi familia, y se podía ver a leguas por el tono de mi voz y el brillo especial en mis ojos que se formaba con tan solo hablar de uno solo de ellos. No pude evitar reírme con la broma del café, no me llevaba bien con las cosas caliente y amargas, pero todo era un gesto de cortesía.
Cuando comento lo de las fotos no pude evitar sonreír y asentir con tranquilidad, eso seria de mucha ayuda en esto, y mi madre estaría mas que dispuesta a mandarme copias.

-claro! espero que no te asustes cuando veas que te traiga dos o mas albunes de fotos  eheheh mi madre tiende a emocionarse demasiado cuando se trata de fotos~ pero tratare de que sean las necesarias....

eso ya era una sonrisa algo nerviosa puesto que si, ella tendía a exagerar, pero bueno, así eran las madres y seguro yo sería igual con mis hijos, pero bajándole un poco al nivel de emoción. Cuando de tema, sobre mi estilo y mi experiencia con mi viejo manager eran cosas muy importantes en mi vida como artista, aunque me hacía pensar hasta que edad podría ser un icono llamativo, pero era joven y se me pasaba enseguida ese tipo de preguntas, el tema del manager siempre era mas presente que otra cosa y hablar de eso en ese momento era serio.

-pues vera, el me llamo a mi, estaba muy nerviosa y salí corriendo de la casa a la reunión, si bien tuve una mala experiencia, no me dejo un estigma fuerte, no puedo vivir desconfiada con ello toda mi vida, pero si puedo caminar despacito para ver si es un puente seguro~ 

saque la lengua en tono burlón ante tal... metáfora boba de mi parte antes de continuar.

-bueno, lo veo como una persona honesta, se veía muy entusiasmado en nuestra primera reunión y se vio decidido a la hora de ayudarme a llegar lejos en esta ciudad, creo que esas virtudes se notan enseguida, y debería darle una oportunidad.


Me acomode un poco en el sofá para estar aun en una posición de señorita pero sin estar incomoda, la entrevista era mas fluida de lo que pensé, y yo creía que iba a entrar en pánico, tartamudear y pensar en como responder a preguntas bochornosas, quien sabe, uno entra en paranoia después de escuchar y leer ciertas experiencias. La siguiente pregunta era interesante, bueno, no tan "fuera de lo normal", me la veía venir, estilista.

-Al principio me las arreglaba yo, con ayuda de mi madre, no estaba un poco limitada fuera de las pasarelas donde tenia ayudantes... cuando vine a la ciudad me las volví a arregle sola, ayudada un poco por mi prima o mi tía, pero hace poco conseguí un estilista con ayuda de esta ultima~ El me ayudara con el maquillaje y los peinados para ciertas ocasiones formales, ya para mi vida cotidiana me ocupo sola, no lleva tanto trabajo

No solía arreglarme MUCHO cuando era un día normal, seguía la regla de no usar maquillaje todos los días para no estropear mi piel ni provocarme alguna reacción, y siempre quitarme hasta la ultima pizca de este antes de dormir.
Cuando creía que no tendría que lidiar con preguntar bochornosas llego... esa pregunta sobre pareja, trague salida y respire profundo para no volverme color rosa de cara y compitiera con el color de mi cabello.

-P-pues... bueno, no tengo a nadie aun, en la escuela secundaria me había ilusionado con un chico, eran caprichos de colegiala, pero digamos que alguien se me adelanto... y por ahora... no se, es difícil explicarlo...

suspire de manera pesada pero sin dejar aquella sonrisa que me caracterizaba.

-en cuanto a eso de que anden detrás de mi...  no exactamente, cuando estaba en japón no era muy "atractiva"  o eso me hacían creer, puedes encontrar a mucha gente japonesa que no siente mucho aprecio por un franco japonesa... y tienden a hablar mas de uno por no ser "100 % japonesa" creo que eso también me complicaba las cosas a la hora de las disqueras. Y bueno, claro, los chicos lindos ya estaban de pareja con otra idols y todo eso jaja

la triste realidad de la hija de un japones y una extranjera, era mas alta que el promedio de las chics y otro tipo de cuerpo, no era muy bien vista en cierto punto.

-pero... creo que también uno de mis motivos de venir aquí, es el sueño de poder encontrar a ese alguien especial~