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{L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
3 participantes
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{L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
- Joooo tío, ¡Es la última vez que duermo accidentalmente en un árbol! – dije, tratando de depositar los huesos del hombro en su lugar haciendo un movimiento circular.
Se preguntarán: ¿Cómo es que se quedé dormido en un árbol? Pues, la verdad es una cosa inexplicable. Hace un momento celebraba un cumpleaños en casa de un conocido, y un segundo después estaba despertando con ramas en el cabello y una muy incómoda posición en la rama, aplastándome los huesos. Me bajé lo mejor que pudo (lo cual fue inútil, porque resbalé torpemente ocasionando un estruendo que llamó la atención por la ventana de algunas aulas) y al caer sobre mi retaguardia me levanté, quitándome el polvo de encima de la ropa y mirando a mi alrededor como el que acababa de despertar de una resaca (aunque a decir verdad, no bebo).
Caminé por algunos pasillos, encontrándome con algunos estudiantes que se me quedaban mirando raro al intentar quitarme una rama que tenía atorada en el cabello, protestando por todo jalón que me daba, ¡Aquel bicho no salía! Era incomodísimo, y aunque para gustos los colores, una rama en la cabeza era una moda bastante extraña.
Arrastré los pies hasta la sala de los profesores, donde no había más que un hombre de la limpieza que me miró extraño al ver la enorme cantidad de bolsas que tenía bajo los ojos, y las hojas y las ramas de mi cabello, por supuesto. Me acerqué a la pequeña cafetera (que aunque tampoco era muy partidario del café sentía la necesidad de tomar uno) y levanté la mirada por pura casualidad, donde había un cartel con el nombre de cada miembro del profesorado (fuese de medio tiempo o no) y algunas notas varias de “los de arriba”; tipo la lista de delegados de cada aula y cosas así. También estaba el horario de cada profesor, tanto de clases como de atención a los padres. Mientras bebía mi café, me encontré con mi propio nombre, y en seguida sentí como si me hubieran electrocutado al ver lo que estaba escrito frente a mí.
- ¡CIELOS, OLVIDÉ POR COMPLETO QUE DEBO DAR CLASE EN LA TERCERA AULA! – grité, escupiendo el café sobre el cartel (que para mi suerte el café se le había resbalado, como si tuviera un cristal en él) y me serví otro vaso, y otro vaso y otro vaso y los bebí, de forma que estuviera súper despierto.
Tomé mi libro negro para las anotaciones y puse un bolígrafo detrás de la oreja, como cuando estudiaba, y salí corriendo del aula no sin antes despedirme del conserje, que se había quedado mirándome raro durante todo ese rato que estuve dentro. Corrí a toda velocidad para atravesar rápidamente los pasillos, varios estudiantes estaban en medio, así que tuve que hacer de mis habilidades como escapista profesional (en cristiano, parkour) para pasar por encima de sus cabezas o a un lado, porque por debajo no se debía, demasiadas señoritas y eso no se debe hacer.
Finalmente, había llegado a mi aula. Pegué un resbalón que me hizo pasar de la puerta, pero conseguí recuperar el equilibrio antes de caer de cara y volver hacia la puerta, abriéndola de golpe para mirar hacia el frente.
- ¡Siento llegar tarde! – dije en voz alta, unos… 10 o 15 minutos después de que sonara la campana que daba marcha a mi clase. ¡Improvisación, hell yeah!
Se preguntarán: ¿Cómo es que se quedé dormido en un árbol? Pues, la verdad es una cosa inexplicable. Hace un momento celebraba un cumpleaños en casa de un conocido, y un segundo después estaba despertando con ramas en el cabello y una muy incómoda posición en la rama, aplastándome los huesos. Me bajé lo mejor que pudo (lo cual fue inútil, porque resbalé torpemente ocasionando un estruendo que llamó la atención por la ventana de algunas aulas) y al caer sobre mi retaguardia me levanté, quitándome el polvo de encima de la ropa y mirando a mi alrededor como el que acababa de despertar de una resaca (aunque a decir verdad, no bebo).
Caminé por algunos pasillos, encontrándome con algunos estudiantes que se me quedaban mirando raro al intentar quitarme una rama que tenía atorada en el cabello, protestando por todo jalón que me daba, ¡Aquel bicho no salía! Era incomodísimo, y aunque para gustos los colores, una rama en la cabeza era una moda bastante extraña.
Arrastré los pies hasta la sala de los profesores, donde no había más que un hombre de la limpieza que me miró extraño al ver la enorme cantidad de bolsas que tenía bajo los ojos, y las hojas y las ramas de mi cabello, por supuesto. Me acerqué a la pequeña cafetera (que aunque tampoco era muy partidario del café sentía la necesidad de tomar uno) y levanté la mirada por pura casualidad, donde había un cartel con el nombre de cada miembro del profesorado (fuese de medio tiempo o no) y algunas notas varias de “los de arriba”; tipo la lista de delegados de cada aula y cosas así. También estaba el horario de cada profesor, tanto de clases como de atención a los padres. Mientras bebía mi café, me encontré con mi propio nombre, y en seguida sentí como si me hubieran electrocutado al ver lo que estaba escrito frente a mí.
- ¡CIELOS, OLVIDÉ POR COMPLETO QUE DEBO DAR CLASE EN LA TERCERA AULA! – grité, escupiendo el café sobre el cartel (que para mi suerte el café se le había resbalado, como si tuviera un cristal en él) y me serví otro vaso, y otro vaso y otro vaso y los bebí, de forma que estuviera súper despierto.
Tomé mi libro negro para las anotaciones y puse un bolígrafo detrás de la oreja, como cuando estudiaba, y salí corriendo del aula no sin antes despedirme del conserje, que se había quedado mirándome raro durante todo ese rato que estuve dentro. Corrí a toda velocidad para atravesar rápidamente los pasillos, varios estudiantes estaban en medio, así que tuve que hacer de mis habilidades como escapista profesional (en cristiano, parkour) para pasar por encima de sus cabezas o a un lado, porque por debajo no se debía, demasiadas señoritas y eso no se debe hacer.
Finalmente, había llegado a mi aula. Pegué un resbalón que me hizo pasar de la puerta, pero conseguí recuperar el equilibrio antes de caer de cara y volver hacia la puerta, abriéndola de golpe para mirar hacia el frente.
- ¡Siento llegar tarde! – dije en voz alta, unos… 10 o 15 minutos después de que sonara la campana que daba marcha a mi clase. ¡Improvisación, hell yeah!
Invitado- Invitado
Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
Un extraño nerviosismo me cuajó el estómago mientras guiaba mis pasos hacia la sala de tercero, la que me correspondería durante el resto del año. Estábamos a mediados de semestre, por lo que muchas miradas me seguían con curiosidad, precediendo cuchicheos tipo: "¿Quién es ese? ¡Nunca lo había visto antes!" Ya saben, lo habitual. No es muy normal integrarse al colegio a estas alturas del año, y más allá de eso, que haya pasado el examen de ingreso es francamente un milagro de esos que sólo ocurren por la gracia de Santa Namiko Moon.
Como verán, me va bastante regular en las cátedras escolares, regular tirando a bien... Pero no sé nada de música. Nada. Cero. Fui admitido netamente por la gracia de contactos influyentes, más un examen de ingreso bastante mediocre pero que consiguió dar con el puntaje requerido. No teman, tengo todo bajo control, sé que podré remontar en los meses que quedan de clases.
Y bien... ¿Cómo se supone que imaginaba mi primer día? En algún punto quise reproducir la clásica imagen de la chiquilla que se despierta tarde y parte con una tostada en la boca a la escuela, exclamando una y otra vez lo obvio: "¡voy tarde, voy tarde!" Luego de algunos encuentros casuales con los senpais del barrio, la jovencita llegaría a la puerta del salón, anunciando ser la alumna nueva y pediría al curso que cuidaran de ella.
Bla, bla, bla. Una gran entrada, sin duda, respondería perfectamente al cliché que busco en estos momentos. Pero desde un comienzo supe que nada sería como en un manga promedio, para comenzar, soy un tipo grandote y no una loli adorable que lleva panes en la boca. Otro asunto a considerar: estoy en tercero, lo que quiere decir que no hay senpais para mí. Una verdadera pena.
– Buenos días~ – saludé nada más abrí la puerta del salón. Nadie me respondió, todos se quedaron viéndome con gran sorpresa... ¿Eh? ¿Acaso no les dijeron que venía un alumno nuevo? ¿Serían mis compañeros más tímidos que yo? Bueno, ya no soy tan tímido como en mis años mozos, pero digamos que la esencia se mantiene.Hehehe. Dejé caer mis cosas en el primer puesto que encontré, pero antes de tomar asiento me percaté que algunas muchachas me miraban a lo lejos. Les respondí con una sonrisa casual, balanceando mi mano de un lado a otro en son de saludo. Esto pareció espantarlas, porque evitaron mi mirada y empezaron a cuchichear entre ellas. Vaya, ¿qué pasa aquí? – ¿Hm? ¿El profesor no ha llegado? – Pregunté al aire, segundos antes de que el aludido intercediera abruptamente en el salón.
Lo miré de pies a cabeza, pasmado por la repentina intromisión. Vaya... ¡Qué cabello! ¡¿Estos son los profes que enseñan en Musette?! ¡Genial, genial!
Como verán, me va bastante regular en las cátedras escolares, regular tirando a bien... Pero no sé nada de música. Nada. Cero. Fui admitido netamente por la gracia de contactos influyentes, más un examen de ingreso bastante mediocre pero que consiguió dar con el puntaje requerido. No teman, tengo todo bajo control, sé que podré remontar en los meses que quedan de clases.
Y bien... ¿Cómo se supone que imaginaba mi primer día? En algún punto quise reproducir la clásica imagen de la chiquilla que se despierta tarde y parte con una tostada en la boca a la escuela, exclamando una y otra vez lo obvio: "¡voy tarde, voy tarde!" Luego de algunos encuentros casuales con los senpais del barrio, la jovencita llegaría a la puerta del salón, anunciando ser la alumna nueva y pediría al curso que cuidaran de ella.
Bla, bla, bla. Una gran entrada, sin duda, respondería perfectamente al cliché que busco en estos momentos. Pero desde un comienzo supe que nada sería como en un manga promedio, para comenzar, soy un tipo grandote y no una loli adorable que lleva panes en la boca. Otro asunto a considerar: estoy en tercero, lo que quiere decir que no hay senpais para mí. Una verdadera pena.
– Buenos días~ – saludé nada más abrí la puerta del salón. Nadie me respondió, todos se quedaron viéndome con gran sorpresa... ¿Eh? ¿Acaso no les dijeron que venía un alumno nuevo? ¿Serían mis compañeros más tímidos que yo? Bueno, ya no soy tan tímido como en mis años mozos, pero digamos que la esencia se mantiene.
Lo miré de pies a cabeza, pasmado por la repentina intromisión. Vaya... ¡Qué cabello! ¡¿Estos son los profes que enseñan en Musette?! ¡Genial, genial!
Invitado- Invitado
Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
Magia, fuerzas del más allá, no tiene la más mínima idea de que pudo haber sido, pero ya se había acostumbrado completamente a la rutina de dormir encerrado y ser un ninja en su propio cuarto para el vestirse y ponerse una de sus amadas pelucas y ciertos “asuntos” para ocultar su secretito, ahora… solo le quedaba lo más importante. Acostumbrarse a despertar temprano. Ya había pasado casi un mes desde que entro a la escuela y aun no podía despertar bien sin sentir que era un zombie, aunque no tenía mucho de que quejarse, era su culpa por trasnochar… y… de ese maldito de Freddy y su maldito juego de Five Nights at Freddy's ¡¡Casi llegaba a la noche cinco, CASI!! Pero la batería, y los nervios, y el tic que le daba el maldito juego no le dejaba jugar correctamente, también por el hecho de que no podía alzar la voz pues si despertaba a Aria… sería peor que ver como un animatronic avanzaba en la oscuridad hacia si a matarle, aquí nada la pararía…
Las tsunderes son la muerte, la muerte, más si tú eres un travestí que comparte el cuarto con una sin que ella sepa tú secreto.
Despertó lentamente al escuchar el portazo que dio Aria al salir del cuarto, refunfuñando por haber sido alejado de sus bellos y sumamente extraños sueños para mirar con desgano el reloj que tenía a un lado de su cama…
Iba tarde, nuevamente. Le habían dicho que un atraso más y se iría castigado. Solo había una respuesta para este momento: Corre.
Saltó de su cama, se puso sus lentes su peluca y uniforme mientras avanzaba por su habitación, arreglando las cosas en su mochila y peinando su peluca en dos coletas altas a los lados, colocándose un poco de rímel, labial y así sin más salió corriendo de la habitación hacia su salón, pero, como buen otaku que se pasa todo el día en el computador, su resistencia vale mierda por lo que más temprano que tarde se cansó y tuvo que caminar, escondiéndose de los profesores que ya le tenían catalogado como un eterno atrasado para así, luego de mucho talento ninja llegar a su salón, en el que… justo estaba entrando su profesor… o eso creía. Ningún alumno se vestiría así, son extremos y algo divas, pero, no para tanto… … ¿verdad? Aun así, su estrepitosa entrada serviría de camuflaje para su atraso así que mientras el entraba y atraía la mirada de todo, aprovechó de entrar por atrás y sentarse donde siempre, tercera fila cerca de la ventana, rezando por pasar desapercibido… bueno, eso rezaba hasta que su vista se topó con un titán shoujo.
¿Quién era ese tipo? ¿Un estudiante nuevo? Lo más probable…
Pero ahora lo importante era… ¿cómo mierda podía tener una apariencia tan perfecta para un protagonista de shoujo? ¡Hasta podía verle los brillitos cuando sonreía! La tentación de observar como sus compañeras le hablaban en el receso estaba corroyendo sus huesos.
Receso-kun, llega ya.
Las tsunderes son la muerte, la muerte, más si tú eres un travestí que comparte el cuarto con una sin que ella sepa tú secreto.
Despertó lentamente al escuchar el portazo que dio Aria al salir del cuarto, refunfuñando por haber sido alejado de sus bellos y sumamente extraños sueños para mirar con desgano el reloj que tenía a un lado de su cama…
Iba tarde, nuevamente. Le habían dicho que un atraso más y se iría castigado. Solo había una respuesta para este momento: Corre.
Saltó de su cama, se puso sus lentes su peluca y uniforme mientras avanzaba por su habitación, arreglando las cosas en su mochila y peinando su peluca en dos coletas altas a los lados, colocándose un poco de rímel, labial y así sin más salió corriendo de la habitación hacia su salón, pero, como buen otaku que se pasa todo el día en el computador, su resistencia vale mierda por lo que más temprano que tarde se cansó y tuvo que caminar, escondiéndose de los profesores que ya le tenían catalogado como un eterno atrasado para así, luego de mucho talento ninja llegar a su salón, en el que… justo estaba entrando su profesor… o eso creía. Ningún alumno se vestiría así, son extremos y algo divas, pero, no para tanto… … ¿verdad? Aun así, su estrepitosa entrada serviría de camuflaje para su atraso así que mientras el entraba y atraía la mirada de todo, aprovechó de entrar por atrás y sentarse donde siempre, tercera fila cerca de la ventana, rezando por pasar desapercibido… bueno, eso rezaba hasta que su vista se topó con un titán shoujo.
¿Quién era ese tipo? ¿Un estudiante nuevo? Lo más probable…
Pero ahora lo importante era… ¿cómo mierda podía tener una apariencia tan perfecta para un protagonista de shoujo? ¡Hasta podía verle los brillitos cuando sonreía! La tentación de observar como sus compañeras le hablaban en el receso estaba corroyendo sus huesos.
Receso-kun, llega ya.
Invitado- Invitado
Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
Aquel día había despertado relativamente temprano a pesar de que se encontraba algo cansada, ¿por qué? Porque ni siquiera colocándose sus pequeños audífonos para oír música relajante había conseguido opacar los chillidos de su compañera de cuarto que al parecer de nuevo se había quedado hasta altas horas de la noche jugando esas tonterías de terror.
“¿Siquiera por qué hace esas cosas si luego se queja que no puede dormir?” pensaba al frotarse con cansancio las sienes. Si su compañera creía que era silenciosa, realmente estaba equivocada por completo, sería oído aguzado o su voz algo chillona, pero le había oído a la perfección la noche anterior, por lo que cuando no le vio aparecer en el cuarto común de su mini apartamento que compartían ni responder a los mil y un golpes que dio en su puerta para alertarle que ya era hora de marcharse a clases, terminó por rendirse e irse sin ella, ya había hecho lo suyo y el resto ya Louisse se lo tenía ganado a propósito.
Ya la campana llevaba un tiempo de haber sonado, pero ni rastros había del profesor y mucho menos de ciertos alumnos. No mucho después hizo aparición en escena un joven que no recordaba haber visto antes en su salón, haciéndole arquear una ceja, ¿sería nuevo?. Justo entonces llegó alguien, un hombre bastante... colorido, por decir lo menos y con una actitud demasiado vivaz, lo suficiente como para hacer sentir a cualquiera como si tuviera una sobredosis de cafeína con sólo mirarlo. ¿En serio alguien así de estrafalario se encontraba haciendo clases en Musette...? Realmente ya podía esperar muchas cosas de aquella ciudad, todo ocurrió tan rápido que apenas pudo alzar levemente el dedo para indicarle al compañero recién llegado que el profesor se encontraba tras él, mientras el primero se dedicaba a saludar y sonreír a las chiquillas que cuchicheaban sobre su aparición y además la del profesor, lo que le hizo rodar un poco los ojos, rebuscando en su bolso para sacar sus cosas.
—Ya era hora, bella durmiente... me cansé de intentar despertarte -le comentó a Louisse con tono burlón al voltear hacia ella- ¿Demasiadas pesadillas anoche? -había un tono severo en su voz y un poco de intención, intención que le daba a entender que sabía lo que había hecho la noche anterior, y ciertamente le extrañaba el hecho que el resto del pasillo no lo supiera.
“¿Siquiera por qué hace esas cosas si luego se queja que no puede dormir?” pensaba al frotarse con cansancio las sienes. Si su compañera creía que era silenciosa, realmente estaba equivocada por completo, sería oído aguzado o su voz algo chillona, pero le había oído a la perfección la noche anterior, por lo que cuando no le vio aparecer en el cuarto común de su mini apartamento que compartían ni responder a los mil y un golpes que dio en su puerta para alertarle que ya era hora de marcharse a clases, terminó por rendirse e irse sin ella, ya había hecho lo suyo y el resto ya Louisse se lo tenía ganado a propósito.
Ya la campana llevaba un tiempo de haber sonado, pero ni rastros había del profesor y mucho menos de ciertos alumnos. No mucho después hizo aparición en escena un joven que no recordaba haber visto antes en su salón, haciéndole arquear una ceja, ¿sería nuevo?. Justo entonces llegó alguien, un hombre bastante... colorido, por decir lo menos y con una actitud demasiado vivaz, lo suficiente como para hacer sentir a cualquiera como si tuviera una sobredosis de cafeína con sólo mirarlo. ¿En serio alguien así de estrafalario se encontraba haciendo clases en Musette...? Realmente ya podía esperar muchas cosas de aquella ciudad, todo ocurrió tan rápido que apenas pudo alzar levemente el dedo para indicarle al compañero recién llegado que el profesor se encontraba tras él, mientras el primero se dedicaba a saludar y sonreír a las chiquillas que cuchicheaban sobre su aparición y además la del profesor, lo que le hizo rodar un poco los ojos, rebuscando en su bolso para sacar sus cosas.
—Ya era hora, bella durmiente... me cansé de intentar despertarte -le comentó a Louisse con tono burlón al voltear hacia ella- ¿Demasiadas pesadillas anoche? -había un tono severo en su voz y un poco de intención, intención que le daba a entender que sabía lo que había hecho la noche anterior, y ciertamente le extrañaba el hecho que el resto del pasillo no lo supiera.
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 826
Fecha de inscripción : 05/06/2013
Edad : 30
Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
¡No tienen idea de lo impresionado que estaba al ver el aula llena! Bueno, un puesto o dos que estaban vacíos, hasta la repentina aparición de un estudiante que ya estaba sentado entre las primeras filas, hubiera pensado que era cosa de brujería si no fuese por la mirada cómplice de la muchacha de al lado, quizás se conocían. Sacudí mi cabeza para dejar de pensar en ello, y me dediqué a colocar mis cosas sobre la mesa y luego mirar fijamente a todos mis estudiantes, con una sonrisa tan grande que parecía surcar de una oreja a otra.
- ¡Bienvenidos, muchachos! Yo soy su profesor de la materia de Improvisación. Ustedes me conocerán cooooomo…~ – y les di la espalda para tomar un marcador de pizarra, donde escribí rápidamente mi nombre con mi acostumbrada firma, resaltando la palabra “Party” con un marcador rojo – ¡Pero ya que estamos en un aula, ustedes pueden llamarme “Profesor Ryan”! O sólo profesor, como les parezca más cómodo – dije con la misma sonrisa de oreja a oreja.
No sabía si estaba dando una buena primera impresión a mis alumnos, pero ya podía ver que un pequeño grupo de señoritas estaba murmurando con ciertas risitas de por medio, ¿Se estarían burlando de mí? ¡¿Acaso me estarían juzgando?! Bueno, no es como si hubiese dado una muy buena impresión sabiendo que llegué tarde y por poco me caigo de cara al entrar, ¡P-Pero vamos que puedo hacerlo mejor! Sentí que volvía a dispersarme, y no debía mostrarme tan distraído frente a la clase. Estiré mis brazos al cielo para atraer su atención mientras trataba de sonar lo más animado posible, saludándolos a todos:
- Me alegra de sobremanera el ver que han decidido tomar estas clases, les aseguro que no se arrepentirán. ¿Por qué no nos presentamos antes de empezar? – noté que un par de chicos no parecían muy animados en esa idea, así que tuve que darle giro a esa pequeña actividad al saber por experiencia propia que no era muy divertido esperar al menos 30 minutos a que se presentaran todos. – Pero antes de empezar… Hagamos un juego. – eso sin duda atrajo la atención de los pequeños poddles, cosa que me animó más a seguir hablando -: Imagino que aquí hay gente que tiene gustos musicales similares, ¿Así que por qué no formamos grupos para que se presenten con una canción? Después de todo, aquí en el Musette y lo más importante es la música.
» El juego es simple: Pueden hacer grupos de cuantas personas quieran y así formar una especie de mini-banda, de la cuál elegirán el coro de una canción que les represente donde tendrán que remasterizar la letra de manera que se presenten y digan lo que quieran de ustedes mismos. Ustedes saben: Edad, curso, aspiraciones… ¡Lo que quieran! La banda que posea la mejor presentación ganará, ¡Y se llevará consigo un fabuloso premio! ¿Quién se apunta? Estoy dispuesto a participar con ustedes si así lo desean, pero no sería justo ya que soy el juez, así que ¡Que empiece la música, yeah!
- ¡Bienvenidos, muchachos! Yo soy su profesor de la materia de Improvisación. Ustedes me conocerán cooooomo…~ – y les di la espalda para tomar un marcador de pizarra, donde escribí rápidamente mi nombre con mi acostumbrada firma, resaltando la palabra “Party” con un marcador rojo – ¡Pero ya que estamos en un aula, ustedes pueden llamarme “Profesor Ryan”! O sólo profesor, como les parezca más cómodo – dije con la misma sonrisa de oreja a oreja.
No sabía si estaba dando una buena primera impresión a mis alumnos, pero ya podía ver que un pequeño grupo de señoritas estaba murmurando con ciertas risitas de por medio, ¿Se estarían burlando de mí? ¡¿Acaso me estarían juzgando?! Bueno, no es como si hubiese dado una muy buena impresión sabiendo que llegué tarde y por poco me caigo de cara al entrar, ¡P-Pero vamos que puedo hacerlo mejor! Sentí que volvía a dispersarme, y no debía mostrarme tan distraído frente a la clase. Estiré mis brazos al cielo para atraer su atención mientras trataba de sonar lo más animado posible, saludándolos a todos:
- Me alegra de sobremanera el ver que han decidido tomar estas clases, les aseguro que no se arrepentirán. ¿Por qué no nos presentamos antes de empezar? – noté que un par de chicos no parecían muy animados en esa idea, así que tuve que darle giro a esa pequeña actividad al saber por experiencia propia que no era muy divertido esperar al menos 30 minutos a que se presentaran todos. – Pero antes de empezar… Hagamos un juego. – eso sin duda atrajo la atención de los pequeños poddles, cosa que me animó más a seguir hablando -: Imagino que aquí hay gente que tiene gustos musicales similares, ¿Así que por qué no formamos grupos para que se presenten con una canción? Después de todo, aquí en el Musette y lo más importante es la música.
» El juego es simple: Pueden hacer grupos de cuantas personas quieran y así formar una especie de mini-banda, de la cuál elegirán el coro de una canción que les represente donde tendrán que remasterizar la letra de manera que se presenten y digan lo que quieran de ustedes mismos. Ustedes saben: Edad, curso, aspiraciones… ¡Lo que quieran! La banda que posea la mejor presentación ganará, ¡Y se llevará consigo un fabuloso premio! ¿Quién se apunta? Estoy dispuesto a participar con ustedes si así lo desean, pero no sería justo ya que soy el juez, así que ¡Que empiece la música, yeah!
- OFF:
- ¡Siento la tardanza, muchachos! La verdad no fue intencional ni nada por el estilo, esperaba que más chicos se apuntaran a la clase, pero dado a que les dejé esperando por mucho tiempo, creo que lo mejor será seguir y esperar a que entren a mitad del post.
Invitado- Invitado
Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
Lucien nunca llegaba tarde, nunca, esa no era el día tampoco para hacerlo:
Uno: el profesor nuevo debía tener todo listo para la clase que pronto comenzaría y el como delegado de la clase debería tenerle todos los papeles correspondientes en su mesa a primera hora de la mañana, mucho antes de que alguien llegase.
Dos: un nuevo alumno llegaría, se le informó que ese día se integraría a las clases por lo que de seguro tendría muchas preguntas. Hizo una guía correspondiente con las clases, los apuntes y los horarios por que si...algunas veces se preocupaba demasiado en ese tipo de cosas.
Tres: el obvio problema de su perfeccionismo no le permitía dejar faltar a una clase, aun cuando ese día estuviese al parecer enfermo. De seguro era el estres acumulado de días y días sin dormir a causa del mal dormir.
Cuatro: Lucia había tomado esa clase también, de seguro estaría presente.
Se dirigió a la sala, pasaron varios minutos...ni el profesor ni el alumno nuevo parecían llegar.
¿Qué significa esto?-el semblante de Lucien se colocó un poco más serio.
Disculpa, has sabido de algo sobre el nuevo profesor que impartirá esta clase?-se dirigió a una de las chicas en grupo con suma calma y cortesía.
Ah...n-no, si usted no sabe de seguro pasó algo, siempre es el que se encarga de esas cosas, lo lamento delegado.
No te preocupes, iré a buscarlo a la sala de profesores y a preguntar, lamento haberte causado problemas., después de todo es mi trabajo enterarme de estos problemas.
N-no, no se preocupe! nosotros le diremos al profesor cuando llegue.
Vio a Aria dentro de los presentes, estaba cerca de alguien, la saludo a ella y a su acompañante y con una cordial reverencia prosiguió con sus deberes.
Salió del salón a buscar a los dos "impuntuales" y dentro de unos cuantos minutos que no los encontró volvió a la sala encontrándose con el nuevo profesor.
"Lucia ya habrá llegado a la clase? debería haber tomado esta, gusta de este tipo de actividades..."
Al llegar se encontró con alguien muy inusual, cabello rojo y vestimentas bastante...orientales
"no de nuevo el rojo"
Cuando entró las risillas acallaron.
Ah...lamento la interrupción señor, fui a buscarlo al ver que no se encontraba por ninguna parte....-miró el pizarron, miró al resto de la clase, la clase lo miró, la clase miró al profesor, él miró al profesor, fue hasta un poco cómico y es que ver a Lucien algo desconcertado por el profesor atípico fue una mescolanza de cosas.
"Party?ah?qué es esto..."
Lucien suspiró, se acercó al escuchar todo lo dicho por el profesor- Profesor, dejé los papeles correspondientes sobre la mesa y, el día de hoy se integra no solamente usted a la institución, si no mal recuerdo el alumno Kanade Ito debería estar entre los presentes-hizo una leve reverencia- si me permite, pasaré a incluirme en su clase.
Dicho esto, Lucien se cruzó de brazos y fue a su usual puesto.
"Si es que Lucia llegase...podría tocar el piano de nuevo con ella"
Inconscientemente deseaba que eso sucediera.
Los grupos se comenzaron a conformar, realmente no se acercaban a él a un cuando era bastante popular compartir con Lucien en un grupo era exponerse a un alto nivel de exigencia, por lo mismo el mayor de los gemelos Luarent estaba esperando con ansias que su hermana cruzara esa puerta.
"De seguro se quedó dormida..."
Uno: el profesor nuevo debía tener todo listo para la clase que pronto comenzaría y el como delegado de la clase debería tenerle todos los papeles correspondientes en su mesa a primera hora de la mañana, mucho antes de que alguien llegase.
Dos: un nuevo alumno llegaría, se le informó que ese día se integraría a las clases por lo que de seguro tendría muchas preguntas. Hizo una guía correspondiente con las clases, los apuntes y los horarios por que si...algunas veces se preocupaba demasiado en ese tipo de cosas.
Tres: el obvio problema de su perfeccionismo no le permitía dejar faltar a una clase, aun cuando ese día estuviese al parecer enfermo. De seguro era el estres acumulado de días y días sin dormir a causa del mal dormir.
Cuatro: Lucia había tomado esa clase también, de seguro estaría presente.
Se dirigió a la sala, pasaron varios minutos...ni el profesor ni el alumno nuevo parecían llegar.
¿Qué significa esto?-el semblante de Lucien se colocó un poco más serio.
Disculpa, has sabido de algo sobre el nuevo profesor que impartirá esta clase?-se dirigió a una de las chicas en grupo con suma calma y cortesía.
Ah...n-no, si usted no sabe de seguro pasó algo, siempre es el que se encarga de esas cosas, lo lamento delegado.
No te preocupes, iré a buscarlo a la sala de profesores y a preguntar, lamento haberte causado problemas., después de todo es mi trabajo enterarme de estos problemas.
N-no, no se preocupe! nosotros le diremos al profesor cuando llegue.
Vio a Aria dentro de los presentes, estaba cerca de alguien, la saludo a ella y a su acompañante y con una cordial reverencia prosiguió con sus deberes.
Salió del salón a buscar a los dos "impuntuales" y dentro de unos cuantos minutos que no los encontró volvió a la sala encontrándose con el nuevo profesor.
"Lucia ya habrá llegado a la clase? debería haber tomado esta, gusta de este tipo de actividades..."
Al llegar se encontró con alguien muy inusual, cabello rojo y vestimentas bastante...orientales
"no de nuevo el rojo"
Cuando entró las risillas acallaron.
Ah...lamento la interrupción señor, fui a buscarlo al ver que no se encontraba por ninguna parte....-miró el pizarron, miró al resto de la clase, la clase lo miró, la clase miró al profesor, él miró al profesor, fue hasta un poco cómico y es que ver a Lucien algo desconcertado por el profesor atípico fue una mescolanza de cosas.
"Party?ah?qué es esto..."
Lucien suspiró, se acercó al escuchar todo lo dicho por el profesor- Profesor, dejé los papeles correspondientes sobre la mesa y, el día de hoy se integra no solamente usted a la institución, si no mal recuerdo el alumno Kanade Ito debería estar entre los presentes-hizo una leve reverencia- si me permite, pasaré a incluirme en su clase.
Dicho esto, Lucien se cruzó de brazos y fue a su usual puesto.
"Si es que Lucia llegase...podría tocar el piano de nuevo con ella"
Inconscientemente deseaba que eso sucediera.
Los grupos se comenzaron a conformar, realmente no se acercaban a él a un cuando era bastante popular compartir con Lucien en un grupo era exponerse a un alto nivel de exigencia, por lo mismo el mayor de los gemelos Luarent estaba esperando con ansias que su hermana cruzara esa puerta.
"De seguro se quedó dormida..."
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 551
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Edad : 30
Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
Tarde, TARDE TAAAARDE!!
NO DE NUEVO!!
AH!!!
sonidos varios se escuchaban desde la habitación, gritos y golpes, nada del otro mundo considerando que desde muy pequeña el que me despertaba era Lucien y...si, lo admito, como ahora no está en la misma habitación es muuuuy muuuuy complicado despertar.
Necesito una compañera de cuarto....es definitivo-me levanté rápidamente, me duché casi a la misma velocidad y ordené mi uniforme como correspondía y de nuevo saliendo rápida como un felino corría por los pasillos de la academia.
Señorita Luarent!!!
ayy...no, no otra vez...
Un profesor de aspecto severo me encontraba siempre que andaba corriendo de un lado para otro, si les soy sincera pienso que tiene un radar o algo así o tengo mucha mala suerte y Dios quiere que me reprendan por llegar tarde.
Pero es que no puedo evitarlo! está en mi naturaleza andar siempre moviendome!!Además voy tarde a la clase nueva.
No me importa que esté llegando tarde a su clase, debería levantarse más temprano y no andar corriendo por los pasillos, si no tuviera tan buenas calificaciones de seguro la suspendería por irrumpir con la paz de Musette.
P-pero, si no llego a tiempo yo...
Sin peros señorita Luarent, debería aprender de su hermano que siempre llega sumamente puntual y es muy responsable.
B-bueno...el siempre me levantaba y por eso llegaba a la hora-susurré mirando hacia abajo con mi mano tapando mi boca de forma sutil, casi infantil, el profesor suspiró-
Sé que es dificil para ustedes que son gemelos estar separados pero no puedes andar dependiendo de la puntualidad de tu hermano, ahora están separados y no tienen las mismas clases y Lucien está ocupado con muchisimas cosas, deberías hacer lo mismo.
Ah...si, lo lamento...
El sermón siguió durante varios minutos, yo callé y asentía mientras pensaba que ya habían pasado más de 15 minutos y que de seguro el profesor me reprendería...y mi hermano también.
Ah...señor, ya me tengo que ir a clases...
CLARO QUE SI QUE ESTÁ ESPERANDO AQUÍ PERDIENDO EL TIEMPO!!VAYASE.
AH!!SI- partí corriendo de nuevo muy rápido, a lo lejos escuché el eco de la voz del profesor decir: LE DIJE QUE NO CORRA!!!
llegué muy rápido, abrí la puerta con la respiración agitada y la clase entera me miró con asombro, el profesor parecía realmente estar de buen humor- Ah...yo...-llevé mis manos a mi boca viendo que el ambiente se centraba en mi y me disculpe- Lo lamento!!-rasqué mi cabeza y sonreír como si hubiese hecho algo malo...bueno, si lo hice pero no pude hacer que el profesor se callase cuando me encontró y...-iba a seguir con mi relato mental cuando de repente noté que estaba Lucien mirando la puerta"ayyy no..."- uh...-me calmé- perdone, estoy interrumpiendo demás, permiso- entré saludando a los que conocía, algunas risitas se escucharon entre los grupos.
Lamento haber llegado tarde, hermano...hace mucho que no te veía...- me senté en el puesto al lado de él, parecía un poco cansado.
NO DE NUEVO!!
AH!!!
sonidos varios se escuchaban desde la habitación, gritos y golpes, nada del otro mundo considerando que desde muy pequeña el que me despertaba era Lucien y...si, lo admito, como ahora no está en la misma habitación es muuuuy muuuuy complicado despertar.
Necesito una compañera de cuarto....es definitivo-me levanté rápidamente, me duché casi a la misma velocidad y ordené mi uniforme como correspondía y de nuevo saliendo rápida como un felino corría por los pasillos de la academia.
Señorita Luarent!!!
ayy...no, no otra vez...
Un profesor de aspecto severo me encontraba siempre que andaba corriendo de un lado para otro, si les soy sincera pienso que tiene un radar o algo así o tengo mucha mala suerte y Dios quiere que me reprendan por llegar tarde.
Pero es que no puedo evitarlo! está en mi naturaleza andar siempre moviendome!!Además voy tarde a la clase nueva.
No me importa que esté llegando tarde a su clase, debería levantarse más temprano y no andar corriendo por los pasillos, si no tuviera tan buenas calificaciones de seguro la suspendería por irrumpir con la paz de Musette.
P-pero, si no llego a tiempo yo...
Sin peros señorita Luarent, debería aprender de su hermano que siempre llega sumamente puntual y es muy responsable.
B-bueno...el siempre me levantaba y por eso llegaba a la hora-susurré mirando hacia abajo con mi mano tapando mi boca de forma sutil, casi infantil, el profesor suspiró-
Sé que es dificil para ustedes que son gemelos estar separados pero no puedes andar dependiendo de la puntualidad de tu hermano, ahora están separados y no tienen las mismas clases y Lucien está ocupado con muchisimas cosas, deberías hacer lo mismo.
Ah...si, lo lamento...
El sermón siguió durante varios minutos, yo callé y asentía mientras pensaba que ya habían pasado más de 15 minutos y que de seguro el profesor me reprendería...y mi hermano también.
Ah...señor, ya me tengo que ir a clases...
CLARO QUE SI QUE ESTÁ ESPERANDO AQUÍ PERDIENDO EL TIEMPO!!VAYASE.
AH!!SI- partí corriendo de nuevo muy rápido, a lo lejos escuché el eco de la voz del profesor decir: LE DIJE QUE NO CORRA!!!
llegué muy rápido, abrí la puerta con la respiración agitada y la clase entera me miró con asombro, el profesor parecía realmente estar de buen humor- Ah...yo...-llevé mis manos a mi boca viendo que el ambiente se centraba en mi y me disculpe- Lo lamento!!-rasqué mi cabeza y sonreír como si hubiese hecho algo malo...bueno, si lo hice pero no pude hacer que el profesor se callase cuando me encontró y...-iba a seguir con mi relato mental cuando de repente noté que estaba Lucien mirando la puerta"ayyy no..."- uh...-me calmé- perdone, estoy interrumpiendo demás, permiso- entré saludando a los que conocía, algunas risitas se escucharon entre los grupos.
Lamento haber llegado tarde, hermano...hace mucho que no te veía...- me senté en el puesto al lado de él, parecía un poco cansado.
Lucia Luarent- Ocupación : Estudiante de 3°
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Edad : 30
Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
Me quedé pasmado ante la entrada del profe, con la boca un poco abierta y todo... ¡Lucía genial! Era diametralmente opuesto a todos los putos educadores que tuve en la secundaria. ¿Sería muy caro mandarse a confeccionar uno de esos kimonos? ¿O acaso sería cosplay? ¿Qué instrumento tocaría? Ah~ Este sitio es genial~ Era primera vez en todos mis años de estudiante que veía a un profesor como ese y no podía hacer más que admirarlo de pies a cabeza. En eso me encontraba, fascinado y casi expeliendo brillos a mi alrededor, cuando una de mis compañeras me hizo unas cuantas señas desde su puesto.
Le observé con curiosidad, incluso parpadeé un par de veces... ¿Cómo? ¿Qué decía? No me detuve mucho tiempo pensando en esto, ¡esa carita me sonaba conocida!
¿Oh~? ¿Acaso no es la señorita Ainsley?
Entrecerré mis ojos un momento, muy breve. Recordé la hilera de fotografías que me enseñó el jefe antes de venir. Todas eran fotos tomadas a lo lejos, a escondidas... Y en sólo una de ellas podía apreciarse el rostro de la ricachona con mediana claridad. No tenía la menor duda, era ella.
Asentí agradecido ante el gesto y desvié la mirada rápidamente, no quería levantar sospechas desde tan temprano, mucho menos cuando esa sonrisa sardónica mía peligraba en ser esbozada. Me senté en mi puesto y le di la espalda mientras el profe de improvisación se acomodaba en su respectivo escritorio y comenzaba la presentación. ¡Estaba lleno de energía! Me encontraba escuchándole con atención cuando un muchacho de cabello bicolor se le acercó y le hizo algunas indicaciones. Presté atención a su conversación pues estaba seguro de que me mencionarían.
Bingo.
– Ah, ese soy yo – murmuré desde el asiento al oír mi nombre. Me puse de pie con calma y me dirigí hacia el escritorio del profe, para decirle que yo era el nuevo y toda esa mierda, y en ese mismo momento el muchacho se retiró. – Osu, Delegado-san~ – le saludé, enseñándole una sonrisa juguetona al pasar junto a él. Me resultaría difícil destacar después de esa gran entrada pero ¿ya qué? Los chicos debían saber quién era yo y qué demonios estaba haciendo ahí. Finalmente es mi turno.
Pero antes de abrir mi preciosa boca una nueva estudiante se integró al salón... ¡¿Pero por qué todos tienen cabellos geniales?! ¡Esto no es justo!
– Uhm... ¿Sensei? Bueno... Yo soy el nuevo y eso – dije finalmente al mayor, ya habiendo perdido toda mi seguridad inicial. De hecho, sonaba bastante tímido y soso. – ¿Puede asignarme un grupo por su propia cuenta? No conozco a nadie – le pedí de último. Es que en serio, no podía competir con los demás alumnos de esa forma, ¡todos tenían cosas geniales que mostrar! Oh, bueno, tal vez yo también tenga oculta una sorpresa o dos... Pero no es momento de darlas a conocer, ¿verdad?
Le observé con curiosidad, incluso parpadeé un par de veces... ¿Cómo? ¿Qué decía? No me detuve mucho tiempo pensando en esto, ¡esa carita me sonaba conocida!
¿Oh~? ¿Acaso no es la señorita Ainsley?
Entrecerré mis ojos un momento, muy breve. Recordé la hilera de fotografías que me enseñó el jefe antes de venir. Todas eran fotos tomadas a lo lejos, a escondidas... Y en sólo una de ellas podía apreciarse el rostro de la ricachona con mediana claridad. No tenía la menor duda, era ella.
Asentí agradecido ante el gesto y desvié la mirada rápidamente, no quería levantar sospechas desde tan temprano, mucho menos cuando esa sonrisa sardónica mía peligraba en ser esbozada. Me senté en mi puesto y le di la espalda mientras el profe de improvisación se acomodaba en su respectivo escritorio y comenzaba la presentación. ¡Estaba lleno de energía! Me encontraba escuchándole con atención cuando un muchacho de cabello bicolor se le acercó y le hizo algunas indicaciones. Presté atención a su conversación pues estaba seguro de que me mencionarían.
Bingo.
– Ah, ese soy yo – murmuré desde el asiento al oír mi nombre. Me puse de pie con calma y me dirigí hacia el escritorio del profe, para decirle que yo era el nuevo y toda esa mierda, y en ese mismo momento el muchacho se retiró. – Osu, Delegado-san~ – le saludé, enseñándole una sonrisa juguetona al pasar junto a él. Me resultaría difícil destacar después de esa gran entrada pero ¿ya qué? Los chicos debían saber quién era yo y qué demonios estaba haciendo ahí. Finalmente es mi turno.
Pero antes de abrir mi preciosa boca una nueva estudiante se integró al salón... ¡¿Pero por qué todos tienen cabellos geniales?! ¡Esto no es justo!
– Uhm... ¿Sensei? Bueno... Yo soy el nuevo y eso – dije finalmente al mayor, ya habiendo perdido toda mi seguridad inicial. De hecho, sonaba bastante tímido y soso. – ¿Puede asignarme un grupo por su propia cuenta? No conozco a nadie – le pedí de último. Es que en serio, no podía competir con los demás alumnos de esa forma, ¡todos tenían cosas geniales que mostrar! Oh, bueno, tal vez yo también tenga oculta una sorpresa o dos... Pero no es momento de darlas a conocer, ¿verdad?
Invitado- Invitado
Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
Una risa nerviosa, fue lo único que pudo soltar ante el comentario de su compañera de habitación. Aprovecho que todos seguían con el revuelo del profesor para tomar asiento al lado de la mencionada, dejando su mochila como cayó sobre la mesa y soltar un suave bostezo, ni la corrida matutina ni los nervios de ser pillado le habían logrado quitar todo el sueño de encima, seguía algo somnoliento, pero con un café o algo dulce en el receso se le pasaría sin duda — Lo siento Aaaaria~ realmente intente ser silenciosa, ¡Pero ese juego es realmente estresante! podría jurar que me salió más de una cana por su culpa... — se alzó de hombros, tomando una de sus coletas para ver esta y peinarla con preocupación, sabía perfectamente que en una peluca jamás saldría una cana... pero... tampoco es como si pudiese quitarse esta y observar su cabello real en plena clase. No, no era tan idiota. — Juró por mis juegos que esta noche no haré ruido ~ — Canturreo, guiñándole un ojo. Esta noche era noche de otomes, así que lo máximo que haría sería chillar, pero, eso puede controlarlo... cree.
Volteó su mirada hacia la pizarra luego, donde el muy peculiar profesor comenzaba con su presentación y clase. Pero, apenas instantes después entro el señor delegado bishie, no había hablado casi nada con él, pero, su sola apariencia y la reacción que causaba en casi todas las chicas del salón le hacían ponerle el enorme cartel de bishounen en la frente, además de ser sumamente misterioso a sus ojos, pero bueno... ante la mayoría era así, y si quienes están antes con él no saben mucho, él menos, digo... siempre tiene curiosidad por quienes le resultan interesantes o como de juego, pero, tampoco es para tanto, ni que fuera a colarse a los dormitorios masculinos y demás... ... aunque eso no sería nada malo, tomando en cuenta que él también tiene un amigo allá abajo...
¡P-pero ese no es el tema! ¡El delegado era un bishounen y punto!
Y ahora el otro bishie —que al parecer se llamaba Itō por lo que dijo el delegado-tan— del salón se levantaba e iba donde el profesor y el delegado, por razones como esos dos es que adoraba esta escuela ¡Estaba llena de gente hermosa! Podía casi sentir como los brillitos y flores de los shoujo salían de ellos. Y entonces, entro su alma gemela.
B-bueno... no tan así, pero era sumamente agradable ver a otra alumna que llegará atrasado, y de manera bastante seguida por lo que notó.
Luego le hablaría, sería divertido tener a alguien que entendiera sus atraso-cosas ~ aunque el ver que era hermana del delegado-tan fue un gran nope, se notaba que eran más que hermanos, eran gemelos, y los gemelos son unidos ¿no? no quería tener una mirada gélida tras sí por acaparar a su hermanita.
La tarea dada sonaba tan interesante, pero, le daba taaaanta pereza hacer algo así a tales horas de la mañana... pero bueno, era un flojo con atrasos constantes, debía mantener buenas notas si no quería ser un tachado de un estudiante irresponsable y flojo, así que, fuerza fuerza ~
Apenas escucho la pregunta final que hizo el estudiante nuevo al profesor, levanto su mano sonriente, ¡Debía aprovechar la oportunidad de conocerle antes de que se le tiraran encima, es un titán shoujo por dios, ¡Es su deber!! — Profesor Party ~ — canturreo — Yo feliz hago grupo con el titán shoujo, d-digo... con el señor nuevo ~ soy buena persona, no le haré nada, lo prometo — comentó por último, en un tono bastante bromista mientras soltaba un guiño y bajaba su brazo, volteando luego su mirada hacia Aria, ladeando el rostro suavemente — ¿te unes Ariiaa? vamos, seamos grupo con Kanade ~ — La verdad, podía sentir la mirada de odio de algunas de sus compañeras por ganarles, pero no es su culpa~ el deber es primero ~ aunque aun no esta en claro a que clase de deber se refiere... pero bueno.
Volteó su mirada hacia la pizarra luego, donde el muy peculiar profesor comenzaba con su presentación y clase. Pero, apenas instantes después entro el señor delegado bishie, no había hablado casi nada con él, pero, su sola apariencia y la reacción que causaba en casi todas las chicas del salón le hacían ponerle el enorme cartel de bishounen en la frente, además de ser sumamente misterioso a sus ojos, pero bueno... ante la mayoría era así, y si quienes están antes con él no saben mucho, él menos, digo... siempre tiene curiosidad por quienes le resultan interesantes o como de juego, pero, tampoco es para tanto, ni que fuera a colarse a los dormitorios masculinos y demás... ... aunque eso no sería nada malo, tomando en cuenta que él también tiene un amigo allá abajo...
¡P-pero ese no es el tema! ¡El delegado era un bishounen y punto!
Y ahora el otro bishie —que al parecer se llamaba Itō por lo que dijo el delegado-tan— del salón se levantaba e iba donde el profesor y el delegado, por razones como esos dos es que adoraba esta escuela ¡Estaba llena de gente hermosa! Podía casi sentir como los brillitos y flores de los shoujo salían de ellos. Y entonces, entro su alma gemela.
B-bueno... no tan así, pero era sumamente agradable ver a otra alumna que llegará atrasado, y de manera bastante seguida por lo que notó.
Luego le hablaría, sería divertido tener a alguien que entendiera sus atraso-cosas ~ aunque el ver que era hermana del delegado-tan fue un gran nope, se notaba que eran más que hermanos, eran gemelos, y los gemelos son unidos ¿no? no quería tener una mirada gélida tras sí por acaparar a su hermanita.
La tarea dada sonaba tan interesante, pero, le daba taaaanta pereza hacer algo así a tales horas de la mañana... pero bueno, era un flojo con atrasos constantes, debía mantener buenas notas si no quería ser un tachado de un estudiante irresponsable y flojo, así que, fuerza fuerza ~
Apenas escucho la pregunta final que hizo el estudiante nuevo al profesor, levanto su mano sonriente, ¡Debía aprovechar la oportunidad de conocerle antes de que se le tiraran encima, es un titán shoujo por dios, ¡Es su deber!! — Profesor Party ~ — canturreo — Yo feliz hago grupo con el titán shoujo, d-digo... con el señor nuevo ~ soy buena persona, no le haré nada, lo prometo — comentó por último, en un tono bastante bromista mientras soltaba un guiño y bajaba su brazo, volteando luego su mirada hacia Aria, ladeando el rostro suavemente — ¿te unes Ariiaa? vamos, seamos grupo con Kanade ~ — La verdad, podía sentir la mirada de odio de algunas de sus compañeras por ganarles, pero no es su culpa~ el deber es primero ~ aunque aun no esta en claro a que clase de deber se refiere... pero bueno.
Invitado- Invitado
Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
Ya no le creía nada a Louisse, por supuesto que su juramento iba a ser totalmente en vano cuando esa misma noche volviera a chillar de una forma que al parecer sólo ella conseguía escuchar, para su desgracia. Prefirió ignorarla de momento para desviar su atención hacia Lucien que llegaba al salón y a quien correspondió el saludo con un gesto de su cabeza y un cordial saludo de buenos días. “Siempre tan ocupado... bueno, es normal, el tercer año debe ser el más ajetreado con las prácticas y todo eso”, lo cual le recordaba que debía ir a averiguar de una vez por todas cómo es que lo haría para ponerse al día con todo.
El profesor hacía honor y mostraba “experticia” en la asignatura que enseñaba, parecía estar improvisando todo sobre la marcha, pensó mientras contenía una risita que pronto se desvaneció después de agotarse intentando seguirle la marcha al rápido hablar del maestro. ¿Cuántas veces tenían que presentarse en cada clase? Era un ritual inevitable y ya no le quedaba otra. Ya se preparaba para ponerse de pie ante la sugerencia del profesor Ryan hasta que realizó la sugerencia de una actividad distinta, para variar– ¿Una canción para presentarse...? –murmuró para sí, interesada en el asunto y comenzando a pensar desde ya lo que haría. A pesar de que allí había un piano, no creía saber alguna canción que pudieran utilizar para algo grupal o que todos supieran... bueno, tendría que... improvisar, ja ja...
—Así que se llama Kanade... –observó desde su puesto cómo se presentaba el susodicho ante Lucien justo cuando entraba Lucia al salón, bastante agitada y hasta ruborizada por lo apresurada que venía– ¡Lucia...! –le saludó con la mano bastante afable cuando pasaba cerca suyo para sentarse junto a su hermano. “Un día de estos se va a terminar cayendo por llegar tan apurada, esperemos que no...”
Miró a su alrededor, ya varios grupos se habían formado o estaban en proceso de hacerlo, ¿siquiera había un límite de personas para ello? El chico nuevo, Kanade, se veía algo confuso o aproblemado, normal, si no conocía a nadie. En un intento de solidarizar, estuvo a punto de ofrecerle un lugar pero Louisse se le adelantó a ello– Bueno, la verdad iba a decir lo mismo... pero... ¿qué diablos es un titán shoujo? No, ¿sabes qué? Olvídalo... –tenía curiosidad pero sentía que quería saber y algo dentro de ella le decía que era mejor permanecer en la ignorancia en cosas como esa.
—Profesor, ¿acaso hay un límite de personas? –preguntó en voz alta en caso que alguien más quisiera unírseles– Además, ¿desde cuando tocas un instrumento, Louisse? Acá hay un piano y puedo cantar, pero no sé si se vayan a saber las canciones que sé tocar, estamos en desventaja, supongo... salvo sepas hacer ruidos con tu boca y hacemos otra cosa... bueno –una sonrisa burlona y una risita se dibujaron en sus labios– Con todo lo que gritas por las noches al menos sé que tienes buenos pulmones...
Acomodó su silla para que pudieran formar grupos y le hizo señas a Kanade para que se fuera a sentar con ellas, dejando el espacio suficiente en caso que el profesor dictara que era mejor añadir a alguien más a su trío... o lo que fuera.
El profesor hacía honor y mostraba “experticia” en la asignatura que enseñaba, parecía estar improvisando todo sobre la marcha, pensó mientras contenía una risita que pronto se desvaneció después de agotarse intentando seguirle la marcha al rápido hablar del maestro. ¿Cuántas veces tenían que presentarse en cada clase? Era un ritual inevitable y ya no le quedaba otra. Ya se preparaba para ponerse de pie ante la sugerencia del profesor Ryan hasta que realizó la sugerencia de una actividad distinta, para variar– ¿Una canción para presentarse...? –murmuró para sí, interesada en el asunto y comenzando a pensar desde ya lo que haría. A pesar de que allí había un piano, no creía saber alguna canción que pudieran utilizar para algo grupal o que todos supieran... bueno, tendría que... improvisar, ja ja...
—Así que se llama Kanade... –observó desde su puesto cómo se presentaba el susodicho ante Lucien justo cuando entraba Lucia al salón, bastante agitada y hasta ruborizada por lo apresurada que venía– ¡Lucia...! –le saludó con la mano bastante afable cuando pasaba cerca suyo para sentarse junto a su hermano. “Un día de estos se va a terminar cayendo por llegar tan apurada, esperemos que no...”
Miró a su alrededor, ya varios grupos se habían formado o estaban en proceso de hacerlo, ¿siquiera había un límite de personas para ello? El chico nuevo, Kanade, se veía algo confuso o aproblemado, normal, si no conocía a nadie. En un intento de solidarizar, estuvo a punto de ofrecerle un lugar pero Louisse se le adelantó a ello– Bueno, la verdad iba a decir lo mismo... pero... ¿qué diablos es un titán shoujo? No, ¿sabes qué? Olvídalo... –tenía curiosidad pero sentía que quería saber y algo dentro de ella le decía que era mejor permanecer en la ignorancia en cosas como esa.
—Profesor, ¿acaso hay un límite de personas? –preguntó en voz alta en caso que alguien más quisiera unírseles– Además, ¿desde cuando tocas un instrumento, Louisse? Acá hay un piano y puedo cantar, pero no sé si se vayan a saber las canciones que sé tocar, estamos en desventaja, supongo... salvo sepas hacer ruidos con tu boca y hacemos otra cosa... bueno –una sonrisa burlona y una risita se dibujaron en sus labios– Con todo lo que gritas por las noches al menos sé que tienes buenos pulmones...
Acomodó su silla para que pudieran formar grupos y le hizo señas a Kanade para que se fuera a sentar con ellas, dejando el espacio suficiente en caso que el profesor dictara que era mejor añadir a alguien más a su trío... o lo que fuera.
- Spoiler:
- Perdónenme T_T no tengo perdón de Dioh, la verdad Aria y yo estuvimos bastante bloqueadas para temas grupales, sobre todo temas largos o grandes :c morí varias veces en el intento de contestar, pero no fue con mala intención y varios de aquí lo saben u_u prometo que no se volverá a repetir, perdón pero este semestre me está costando rolear mas que nunca antes ;A; y gracias por no saltarme aunque me lo merezca :'D
PD: Tuve que editar el post porque al parecer sí hay pianos en las salas de clases, de lo cual no estaba enterada (ni recuerdo que en alguna parte dijera x'D ni lo he encontrado en otra parte). Bueno, lamento las molestias :v
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
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Edad : 30
Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
Un saludo como respuesta al nuevo y a su vez Aria devolvió el gesto mientras que sentía la mirada de su compañera de gafas. El chico nuevo no parecía demasiado nervioso así que se comenzó a integrar. Grandioso, así no tendría que preocuparse tanto.
Lucia entro de golpe, desconcertando a los presentes y causando pequeñas risas y susurros entre la gente. Lucien llevó su mano a su frente negando un par de veces y suspirando profundamente. Susurró
Tarde, ¿Cómo no lo había pensado?
Su hermana era un desastre con las mañanas, UN DESASTRE y de seguro con el tema de andar con los ensayos, las practicas, y sumadas a la danza que hacía por hobbie era aun peor. Pero miren la ahí, viniendo a él con aquel caminar inocente que rosaba en lo estimulante cada vez que sus piernas se movían. Notó la mirada de unos chicos, Lucien se vio ligeramente más extenuado.
Lucia no tardo en acercarse, algo se estremeció dentro de él, hace mucho intentaba no toparse con ella en clases debido a aquella tarde donde Logan y ella estaban tan juntos, sólo le había visto para los ajustes de la obra y ya. Su hermana no parecía reprocharle nada de tal ausencia. Le hizo sentir una incomodidad entre la culpa y la duda de saber si realmente le había hecho falta.
Eres un caso...
Cerró los ojos un momento, aun cansado por todo esto de golpe- No te perdonaría el simple hecho de no participar en esta actividad conmigo...-desvió su mirada hacia la ventana aprovechándose de que sus compañeros estaban lo suficiente metidos en como formar grupos- Mis manos...están deseosas de poder darles un puente melódico a tu voz...desde hace mucho- un ligero rubor impregno las mejillas del pianista que no tardo en ocultar con un movimiento de su cabello y dirigiendo sus movimientos a un cuaderno de partituras, sacándolo he intentado pasar su obvio semblante avergonzado- Como sea *cofcof*Podemos usar esto? debo terminar los últimos tiempos pero creo que funcionaría en el piano. Lo...compuse para ti hace no mucho. Aunque claro! comprendería que quisieras participar con otras personas...como lo has hecho hasta ahora...
Lucia entro de golpe, desconcertando a los presentes y causando pequeñas risas y susurros entre la gente. Lucien llevó su mano a su frente negando un par de veces y suspirando profundamente. Susurró
Tarde, ¿Cómo no lo había pensado?
Su hermana era un desastre con las mañanas, UN DESASTRE y de seguro con el tema de andar con los ensayos, las practicas, y sumadas a la danza que hacía por hobbie era aun peor. Pero miren la ahí, viniendo a él con aquel caminar inocente que rosaba en lo estimulante cada vez que sus piernas se movían. Notó la mirada de unos chicos, Lucien se vio ligeramente más extenuado.
Lucia no tardo en acercarse, algo se estremeció dentro de él, hace mucho intentaba no toparse con ella en clases debido a aquella tarde donde Logan y ella estaban tan juntos, sólo le había visto para los ajustes de la obra y ya. Su hermana no parecía reprocharle nada de tal ausencia. Le hizo sentir una incomodidad entre la culpa y la duda de saber si realmente le había hecho falta.
Eres un caso...
Cerró los ojos un momento, aun cansado por todo esto de golpe- No te perdonaría el simple hecho de no participar en esta actividad conmigo...-desvió su mirada hacia la ventana aprovechándose de que sus compañeros estaban lo suficiente metidos en como formar grupos- Mis manos...están deseosas de poder darles un puente melódico a tu voz...desde hace mucho- un ligero rubor impregno las mejillas del pianista que no tardo en ocultar con un movimiento de su cabello y dirigiendo sus movimientos a un cuaderno de partituras, sacándolo he intentado pasar su obvio semblante avergonzado- Como sea *cofcof*Podemos usar esto? debo terminar los últimos tiempos pero creo que funcionaría en el piano. Lo...compuse para ti hace no mucho. Aunque claro! comprendería que quisieras participar con otras personas...como lo has hecho hasta ahora...
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 551
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Edad : 30
Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
Aria llamó mi atención antes de sentarme, le correspondí el saludo con una mano y una sonrisa animosa mientras que mis piernas me llevaban a donde se encontraba Lucien. Se veía molesto y cansado.
Ya sentándome y dedicándole unas pocas palabras no tardó en actuar tan "sincero" como siempre".
Le sonreí dulcemente¿hace cuanto no nos veíamos? sólo en ciertas ocasiones aunque...
Eh?- me quedé mirándole un rato...algo parecía diferente...lejano.
Ah! cl-claro, claro! entonces seremos los dos, como siempre-levanté la mano con entusiasmo alzando la voz un poco- Nosotros seremos otro grupo! supongo que duos también pueden ser, cierto?
No me percaté realmente que algunas personas nos veían, y realmente no entendía porque no se acercaban, pero bueno, tampoco iba a poner a analizarlos, eso no era correcto!
Tomé entre mis manos el cuadernillo donde cada una de las notas estaban expuestas- Lucien...- cerré los ojos y mis dedos se deslizaron sobre el papel- terminaremos esta canción, hoy, aquí mismo, como siempre.
Sostuve su mano, sentía el pequeño escalofrío recorrer mi piel¿Las manos de Lucien siempre habían sido tan frías?
"Estás aquí, sentado junto a mi...Entonces...¿Por qué te siento tan lejano aun cuando esta escena es tan cotidiana?"
Intenté sacar eso de mi mente, de seguro nos volveríamos a unir en esta canción, aquella que había compuesto para mi.
Escribiré la letra ahora mismo, gracias.- dicho esto comencé a trabajar.
Ya sentándome y dedicándole unas pocas palabras no tardó en actuar tan "sincero" como siempre".
Le sonreí dulcemente¿hace cuanto no nos veíamos? sólo en ciertas ocasiones aunque...
Eh?- me quedé mirándole un rato...algo parecía diferente...lejano.
Ah! cl-claro, claro! entonces seremos los dos, como siempre-levanté la mano con entusiasmo alzando la voz un poco- Nosotros seremos otro grupo! supongo que duos también pueden ser, cierto?
No me percaté realmente que algunas personas nos veían, y realmente no entendía porque no se acercaban, pero bueno, tampoco iba a poner a analizarlos, eso no era correcto!
Tomé entre mis manos el cuadernillo donde cada una de las notas estaban expuestas- Lucien...- cerré los ojos y mis dedos se deslizaron sobre el papel- terminaremos esta canción, hoy, aquí mismo, como siempre.
Sostuve su mano, sentía el pequeño escalofrío recorrer mi piel¿Las manos de Lucien siempre habían sido tan frías?
"Estás aquí, sentado junto a mi...Entonces...¿Por qué te siento tan lejano aun cuando esta escena es tan cotidiana?"
Intenté sacar eso de mi mente, de seguro nos volveríamos a unir en esta canción, aquella que había compuesto para mi.
Escribiré la letra ahora mismo, gracias.- dicho esto comencé a trabajar.
Lucia Luarent- Ocupación : Estudiante de 3°
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Fecha de inscripción : 01/05/2012
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Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
Me alegraba saber que mi idea había entusiasmado a algunos alumnos, podía verlos reír o mostrarse alegres ante la idea. ¡Un punto para el profesor Jones! Sentí que mis ánimos subían por las nubes con ello. Tal vez ser profesor sí podía ser mi vocación después de todo. Mirándoles con una sonrisa de oreja a oreja mientras lo preparaban todo, y tenía las manos en jarra, un muchacho ya conocido entró a la clase y se dirigió a mi personalmente, ¡Era el joven delegado de tercer año! Lucien… Lucien… Lucien algo, sinceramente no me acordaba de su apellido.
- ¡Ah, joven Lucien! – dije cuando lo vi lo suficientemente cerca de mí, ofreciéndole una mano – Me alegra que haya decidido entrar, ¿Cómo está? – pero el chico me respondió en seguida con otra cosa, haciéndome caer en cuenta que, efectivamente, había olvidado algo. Ya sabía yo que me hacía falta otra cosa.
Mi sonrisa se degradó un poco y cambió a una más nerviosa, llevándome la mano que le ofrecí hasta la nuca mientras lo escuchaba hablar de un estudiante nuevo, ¡Vaya suerte la mía, no era el único perdido! El muchacho Ito se acercó hasta nosotros en cuanto escuchó su nombre, mientras que Lucien se disponía a incorporarse a mi lado, cosa que no le sentí problema. Pronto llegó una estudiante nueva, muy parecida al joven Lucien de hecho, llamando inclusive mi atención al verla entrar tan apresurada, ¡Vaya, si hasta se parece a mí cuando entré aquí hace unos momentos! Luego de invitarla a pasar, las dudas de mis estudiantes empezaron a amontonárseme poco a poco, sintiéndome felizmente sofocado por sus preguntas.
Oh, tantos jóvenes queriendo hacer esto y en búsqueda de conocimiento… estoy que lloro.
- ¡Muy bien todos, presten atención! – dije a la clase después de que la jovencita parecida al señor Lucien se acercara al mismo, consiguiendo que los estudiantes voltearan a verme – Como he dicho ya, la mini-banda será de cuántas personas lo deseen. Si alguno quiere hacer de vocalista o quiere trabajar con uno, no hay ningún problema, disponen de todos los instrumentos que necesiten para la presentación – efectivamente, señalé a algunos ejemplares que había sacado de la sala de Música… Por favor, no me pregunten cómo fue que traje un piano a la clase - . Recuerden que la canción que elijan debe ser una en la que todos estén de acuerdo, puede ser de algún artista que tengan en común o suya propia, tocar un pedazo, y de allí hacer su debida presentación. Venga, les haré un ejemplo.
Les hice una seña levantando mi índice derecho para que esperaran un segundo, acercándome hasta mi asiento para sacar de debajo de la mesa una guitarra con ilustraciones de olas y dragones. Se trataba de mi muy amada guitarra, instrumento que me ha acompañado desde el inicio de los tiempos (metafóricamente hablando, estoy diciendo desde que empecé a tocar música) y pasé la correa sobre mis hombros, volviendo a mi posición para que todos los alumnos me vieran. Afiné las cuerdas rápidamente y toqué un par de notas para comprobar que estuviese en perfecto estado, ¡Bien! Luego de eso, respiré profundamente y me dejé llevar por las cuerdas, empezando a tocar una de mis viejas canciones (con algunos toques personales improvisados, claro está. Debía mostrarles a la clase lo que verdaderamente emprendía la materia):
Justo después de haber terminado, vi como algunos estudiantes se me habían quedado mirando anonadados por ello. En un principio no entendía el por qué, igualmente les sonreía de oreja a oreja y les hice una reverencia a modo de agradecimiento por escucharme. Al levantarme, varios alumnos me aplaudieron por mi actuación y yo volví a rascarme al nuca con vergüenza, sonriéndoles apenado:
- Qué vaaa, si no ha sido para tanto. ¡Muchas gracias! – dije a los pequeños poodles, sintiendo brevemente esa sensación de emoción que me daban cuando tocaba sobre los escenarios – Bueno, espero que les haya servido de idea para poder empezar con su tarea. Si tienen alguna duda, no tengan miedo de acercárseme. ¡Tienen veinte minutos para seleccionar su canción y practicarla un poco! Yo estaré por aquí de todos modos, paseándome por entre los grupos si les surge algún problema.
- ¡Ah, joven Lucien! – dije cuando lo vi lo suficientemente cerca de mí, ofreciéndole una mano – Me alegra que haya decidido entrar, ¿Cómo está? – pero el chico me respondió en seguida con otra cosa, haciéndome caer en cuenta que, efectivamente, había olvidado algo. Ya sabía yo que me hacía falta otra cosa.
Mi sonrisa se degradó un poco y cambió a una más nerviosa, llevándome la mano que le ofrecí hasta la nuca mientras lo escuchaba hablar de un estudiante nuevo, ¡Vaya suerte la mía, no era el único perdido! El muchacho Ito se acercó hasta nosotros en cuanto escuchó su nombre, mientras que Lucien se disponía a incorporarse a mi lado, cosa que no le sentí problema. Pronto llegó una estudiante nueva, muy parecida al joven Lucien de hecho, llamando inclusive mi atención al verla entrar tan apresurada, ¡Vaya, si hasta se parece a mí cuando entré aquí hace unos momentos! Luego de invitarla a pasar, las dudas de mis estudiantes empezaron a amontonárseme poco a poco, sintiéndome felizmente sofocado por sus preguntas.
Oh, tantos jóvenes queriendo hacer esto y en búsqueda de conocimiento… estoy que lloro.
- ¡Muy bien todos, presten atención! – dije a la clase después de que la jovencita parecida al señor Lucien se acercara al mismo, consiguiendo que los estudiantes voltearan a verme – Como he dicho ya, la mini-banda será de cuántas personas lo deseen. Si alguno quiere hacer de vocalista o quiere trabajar con uno, no hay ningún problema, disponen de todos los instrumentos que necesiten para la presentación – efectivamente, señalé a algunos ejemplares que había sacado de la sala de Música… Por favor, no me pregunten cómo fue que traje un piano a la clase - . Recuerden que la canción que elijan debe ser una en la que todos estén de acuerdo, puede ser de algún artista que tengan en común o suya propia, tocar un pedazo, y de allí hacer su debida presentación. Venga, les haré un ejemplo.
Les hice una seña levantando mi índice derecho para que esperaran un segundo, acercándome hasta mi asiento para sacar de debajo de la mesa una guitarra con ilustraciones de olas y dragones. Se trataba de mi muy amada guitarra, instrumento que me ha acompañado desde el inicio de los tiempos (metafóricamente hablando, estoy diciendo desde que empecé a tocar música) y pasé la correa sobre mis hombros, volviendo a mi posición para que todos los alumnos me vieran. Afiné las cuerdas rápidamente y toqué un par de notas para comprobar que estuviese en perfecto estado, ¡Bien! Luego de eso, respiré profundamente y me dejé llevar por las cuerdas, empezando a tocar una de mis viejas canciones (con algunos toques personales improvisados, claro está. Debía mostrarles a la clase lo que verdaderamente emprendía la materia):
Justo después de haber terminado, vi como algunos estudiantes se me habían quedado mirando anonadados por ello. En un principio no entendía el por qué, igualmente les sonreía de oreja a oreja y les hice una reverencia a modo de agradecimiento por escucharme. Al levantarme, varios alumnos me aplaudieron por mi actuación y yo volví a rascarme al nuca con vergüenza, sonriéndoles apenado:
- Qué vaaa, si no ha sido para tanto. ¡Muchas gracias! – dije a los pequeños poodles, sintiendo brevemente esa sensación de emoción que me daban cuando tocaba sobre los escenarios – Bueno, espero que les haya servido de idea para poder empezar con su tarea. Si tienen alguna duda, no tengan miedo de acercárseme. ¡Tienen veinte minutos para seleccionar su canción y practicarla un poco! Yo estaré por aquí de todos modos, paseándome por entre los grupos si les surge algún problema.
- Spoiler:
- ¡Mil disculpas por la tardanza, chicos! Ahora estaré más activo para ustedes~
Vamos a terminar de establecer el orden del rol, quedandooooo...:
- Profe Party (HELL YEAH!)
- Ito
- Louisse (si sigue con nosotros-RIP Louisse-(?))
- Aria
- Lucien
- Lucia
Así estaremos más organizados y todo~ Básicamente yo sería como el último en postear, para así ensamblar todos sus roles y así llevar el ritmo de la clase. ¡Vamos todos a pasarla chachi piruli!
Última edición por Ryan Jones el Jue Oct 08, 2015 12:52 pm, editado 2 veces
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Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
Apenas me acerqué al profe una linda megane nos interrumpió, respondiendo a mi demanda al ofrecerse como mi compañera de grupo. Seguidamente noté que le hablaba a la señorita Ainsley, quien también estaba de acuerdo en formar un trío conmigo... Trecetrece. Espera, ¿cómo fue que me llamaron? Titán... ¿Qué? Me rasqué la mejilla izquierda con el índice del mismo lado, un poco avergonzado de recibir un apodo tan pronto, pero decidí dejarlo pasar. A fin de cuentas era muy afortunado de haber quedado precisamente en el mismo grupo que Aria Ainsley. Aquella podía ser mi gran oportunidad.
Complacido, ensanché una enorme sonrisa y me volví a pasos agigantados hacia las chicas. Me presenté formalmente otra vez y esperé que ellas hicieran lo mismo.
– Es un poco difícil ser el nuevo, de verdad se los agradezco – dije al mover mi escritorio junto a ellas, sonriéndole a cada una de manera intercalada mientras les mostraba mi faceta más encantadora. Me situé en mi lugar, notando que todos los otros grupos empezaban a definirse del mismo modo. El delegado compuso una dupla con la última chica en llegar, y ahora que lo notaba, ambos compartían los mismos colores en su cabello pero de manera ¿invertida? Era un detalle curioso... ¿Acaso serían novios? ¿O era una nueva moda que yo ignoraba completamente?
No tuve tiempo de preguntar ni de analizar las posibilidades de este asunto por más tiempo, pues ahora el profesor Ryan volvía a tomar la palabra y mi atención se centró en él. Tal y como indicaba, la sala estaba colmada de instrumentos, como podía esperarse de una academia de música. Paseé mi mirada sobre ellos con una ligera sensación de pánico recorriéndome la espalda: yo no sabía tocar ninguno, ¿qué pensarían mis compañeras de ese fatídico hecho? Como fuera, antes de poder comentarles mi pequeña debilidad, el profesor tomó entre sus manos una vistosa guitarra y comenzó una interpretación de ensueño.
Las ventanas vibraron con el fuerte sonido proveniente del instrumento y yo automáticamente me cubrí los oídos. No porque me desagradara esa música sino porque realmente no comprendía qué estaba sucediendo. La canción del maestro resultaba atronadora, como si pudiera destruir el salón entero con la sola potencia de su voz. Cuando comenzó la tercera estrofa retiré las manos y le observé, pasmado.
Increíble... Es como estar viendo un recital en vivo...
– Este tipo... – murmuré impresionado, abandonando mi asiento en el acto. Me sentía hechizado por el magnetismo de su voz y la intensidad con la que tocaba. No era especialmente fanático del rock, mucho menos de cantantes masculinos, pero mi fanboy interno despertó con mucha fuerza en ese momento. Sentí deseos de cantar, de gritar alto y hasta de pedirle un autógrafo al profe. – ¡Eso estuvo genial! – Vitoreé junto a mis compañeros cuando la interpretación llegó a su fin, aplaudiendo con ellos sin ningún tipo de tapujo. Hasta parecía haberme olvidado que yo era el chico nuevo del salón. Me volví rápidamente hacia Aria y Louisse y, con la emoción encendiendo mi rostro, les pregunté: – ¿Es normal que en este colegio ocurran estas cosas?
Complacido, ensanché una enorme sonrisa y me volví a pasos agigantados hacia las chicas. Me presenté formalmente otra vez y esperé que ellas hicieran lo mismo.
– Es un poco difícil ser el nuevo, de verdad se los agradezco – dije al mover mi escritorio junto a ellas, sonriéndole a cada una de manera intercalada mientras les mostraba mi faceta más encantadora. Me situé en mi lugar, notando que todos los otros grupos empezaban a definirse del mismo modo. El delegado compuso una dupla con la última chica en llegar, y ahora que lo notaba, ambos compartían los mismos colores en su cabello pero de manera ¿invertida? Era un detalle curioso... ¿Acaso serían novios? ¿O era una nueva moda que yo ignoraba completamente?
No tuve tiempo de preguntar ni de analizar las posibilidades de este asunto por más tiempo, pues ahora el profesor Ryan volvía a tomar la palabra y mi atención se centró en él. Tal y como indicaba, la sala estaba colmada de instrumentos, como podía esperarse de una academia de música. Paseé mi mirada sobre ellos con una ligera sensación de pánico recorriéndome la espalda: yo no sabía tocar ninguno, ¿qué pensarían mis compañeras de ese fatídico hecho? Como fuera, antes de poder comentarles mi pequeña debilidad, el profesor tomó entre sus manos una vistosa guitarra y comenzó una interpretación de ensueño.
Las ventanas vibraron con el fuerte sonido proveniente del instrumento y yo automáticamente me cubrí los oídos. No porque me desagradara esa música sino porque realmente no comprendía qué estaba sucediendo. La canción del maestro resultaba atronadora, como si pudiera destruir el salón entero con la sola potencia de su voz. Cuando comenzó la tercera estrofa retiré las manos y le observé, pasmado.
Increíble... Es como estar viendo un recital en vivo...
– Este tipo... – murmuré impresionado, abandonando mi asiento en el acto. Me sentía hechizado por el magnetismo de su voz y la intensidad con la que tocaba. No era especialmente fanático del rock, mucho menos de cantantes masculinos, pero mi fanboy interno despertó con mucha fuerza en ese momento. Sentí deseos de cantar, de gritar alto y hasta de pedirle un autógrafo al profe. – ¡Eso estuvo genial! – Vitoreé junto a mis compañeros cuando la interpretación llegó a su fin, aplaudiendo con ellos sin ningún tipo de tapujo. Hasta parecía haberme olvidado que yo era el chico nuevo del salón. Me volví rápidamente hacia Aria y Louisse y, con la emoción encendiendo mi rostro, les pregunté: – ¿Es normal que en este colegio ocurran estas cosas?
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Re: {L} Lección 1: Nunca imites a un perezoso.
La clase avanzaba minuto a minuto con el profesor dando indicaciones, alumnos armando sus grupos y charlando por lo bajo sobre cosas sin real importancia a sus ojos, no había drama ni aparente suffering, así que… no era de su interés. Y mientras tanto él, pensaba solo en una cosa. En Lucia… y en Lucien. ¿Estaría realmente mal si los comenzaba a shipear un poquito? Digo… son gemelos, eso está más que claro, su familiaridad, su… ¿aparente lenguaje sin hablar?, y su similitud… similitud contrastada, pero bueno. Junto a la usual relación que conlleva tal parentesco… estaba la necesidad de shipear de su parte. Quizás solo estaba pasando muchas noches locas en los rincones de tumblr… …
Sí, eso era lo más probable. Muy probable la verdad… ¡Pero que se le iba a hacer! Hasta que no curara aquel mal con algún nuevo juego en el quedarse jugando por horas y horas o simplemente a perder interés en tan… rara e improvisada ship, ahí estaría, shipeando.
Y allí, una vez se cortó el drama, que el mismo acababa de pensar fugazmente, de gemelos, volvió a la realidad. Kanade, ya proclamado titán shoujo y su invitación a unirse a su grupo con Aria. Lucía algo nervioso aunque lo intentaba disimular, eso era lindo. ¡Más puntos para el chico shoujo! Y justo cuando estaba aumentándole el puntaje de skills al chico, su mente termino de volver a la realidad con la voz de Aria, oh Aria, era como su canal de vuelta a la tierra. — ¿Eh?— ¿Qué decías Ari? Mi mente se perdió por unos momentos — rió, lanzando un pequeño guiño a su compañera de habitación, clases… y usualmente de asiento. — Entendí algo de titán shoujo. PUUUuuueees, titán porque es alto, shoujo porque parece sacado de un manga romántico para señoritas — Aclaró sin problema ni pena alguna.
— Ciertamente no, no toco ningún instrumento… ¡Pero! Ya veremos, es improvisar después de todo, si no hay música de fondo, siempre estará el acapella ~ — Canturreó orgulloso de… … ¿su poca planeación? Ni idea, no tenía nada porque sentir orgullo en eso realmente. Como que se quedó en total silencio con lo siguiente dicho por la casi albina, comenzando a reír de manera algo… ¿tonta? Típica risa de un puberto ante un chiste malpensado. — … … Aria, eso último sonó muy coqueto, te estas revolucionando — Bromeó. Perdón Ari, es los juegos te dejan así.
¡Maaas! En cuanto Kanade se acercó a ellas, cambió la cara de inmediato, dejo la expresión tonta por una totalmente amigable y… ¿cool? Quería actuar cool, sentía que ese era el atributo que más le venía… así que, he lo allí — Entiendo eso, yo tampoco llevo desde comienzo de clases en Musette… pero bueno, espero te sientas bienvenido ~ — Le sonrió radiante, acomodándose en su asiento.
Tras unos instantes, el profesor comenzó con su demostración… y más allá de lo que podría predecirse, no se fijó en EL profesor, se fijó en lo que hacía, su expresión al cantar, como movía sus manos en la guitarra, el ritmo, la letra… quizá hasta pudo haber hecho que se sintiese incomodo de lo fijo que le observaba, y antes de que pudiese decir algo… el nuevo habló, todo emocionado. Era lindo, o eso pensaba por un lado, por el otro… una pregunta resonaba en su mente.
¿Eso es lo que significa ser un profesional?
Junto a los otros aplaudió, estaba emocionado también, bastante pese a que su cara no lo demostraba mucho, su corazón latía emocionado, casi como si el vibrar de las cuerdas le hubiese dado algún impulso. Ojalá fangirl… fanboy… … ojalá chillase así con los juegos, en silencio.
— En esta escuela ocurren cosas bastante excéntricas cuando menos te lo esperas… aunque Aria podría hablar más de ello, ella lleva más tiempo, ¿no Ari? — canturreó, lo decía en buen y mal sentido… como cosas buenas, pasan cosas malas. Como que te pillen al amigo en el baño de chicas — ¡Bueno! Hay que presentarse ¿no? Yo soy Louisse, un gusto Kanade ~ —
Sí, eso era lo más probable. Muy probable la verdad… ¡Pero que se le iba a hacer! Hasta que no curara aquel mal con algún nuevo juego en el quedarse jugando por horas y horas o simplemente a perder interés en tan… rara e improvisada ship, ahí estaría, shipeando.
Y allí, una vez se cortó el drama, que el mismo acababa de pensar fugazmente, de gemelos, volvió a la realidad. Kanade, ya proclamado titán shoujo y su invitación a unirse a su grupo con Aria. Lucía algo nervioso aunque lo intentaba disimular, eso era lindo. ¡Más puntos para el chico shoujo! Y justo cuando estaba aumentándole el puntaje de skills al chico, su mente termino de volver a la realidad con la voz de Aria, oh Aria, era como su canal de vuelta a la tierra. — ¿Eh?— ¿Qué decías Ari? Mi mente se perdió por unos momentos — rió, lanzando un pequeño guiño a su compañera de habitación, clases… y usualmente de asiento. — Entendí algo de titán shoujo. PUUUuuueees, titán porque es alto, shoujo porque parece sacado de un manga romántico para señoritas — Aclaró sin problema ni pena alguna.
— Ciertamente no, no toco ningún instrumento… ¡Pero! Ya veremos, es improvisar después de todo, si no hay música de fondo, siempre estará el acapella ~ — Canturreó orgulloso de… … ¿su poca planeación? Ni idea, no tenía nada porque sentir orgullo en eso realmente. Como que se quedó en total silencio con lo siguiente dicho por la casi albina, comenzando a reír de manera algo… ¿tonta? Típica risa de un puberto ante un chiste malpensado. — … … Aria, eso último sonó muy coqueto, te estas revolucionando — Bromeó. Perdón Ari, es los juegos te dejan así.
¡Maaas! En cuanto Kanade se acercó a ellas, cambió la cara de inmediato, dejo la expresión tonta por una totalmente amigable y… ¿cool? Quería actuar cool, sentía que ese era el atributo que más le venía… así que, he lo allí — Entiendo eso, yo tampoco llevo desde comienzo de clases en Musette… pero bueno, espero te sientas bienvenido ~ — Le sonrió radiante, acomodándose en su asiento.
Tras unos instantes, el profesor comenzó con su demostración… y más allá de lo que podría predecirse, no se fijó en EL profesor, se fijó en lo que hacía, su expresión al cantar, como movía sus manos en la guitarra, el ritmo, la letra… quizá hasta pudo haber hecho que se sintiese incomodo de lo fijo que le observaba, y antes de que pudiese decir algo… el nuevo habló, todo emocionado. Era lindo, o eso pensaba por un lado, por el otro… una pregunta resonaba en su mente.
¿Eso es lo que significa ser un profesional?
Junto a los otros aplaudió, estaba emocionado también, bastante pese a que su cara no lo demostraba mucho, su corazón latía emocionado, casi como si el vibrar de las cuerdas le hubiese dado algún impulso. Ojalá fangirl… fanboy… … ojalá chillase así con los juegos, en silencio.
— En esta escuela ocurren cosas bastante excéntricas cuando menos te lo esperas… aunque Aria podría hablar más de ello, ella lleva más tiempo, ¿no Ari? — canturreó, lo decía en buen y mal sentido… como cosas buenas, pasan cosas malas. Como que te pillen al amigo en el baño de chicas — ¡Bueno! Hay que presentarse ¿no? Yo soy Louisse, un gusto Kanade ~ —
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