Tercer día de audiciones (Privado)

por **Zinnia Millaray** Jue Jul 19, 2012 12:37 am

Apenas había entrado al sello y a la escuela cuando recibí una llamada de Regan, me habló pues tenía mucho trabajo y quería que le ayudara con las audiciones, por supuesto que acepté, quería ayudarle en todo lo que fuera posible pero el problema es que no tenia idea de cómo llevar acabo una audición. Pero tal vez recordara un poco de cuando yo audicione, lo mas probable es que fuera ligeramente distinto pues en mi audición calificaban algunas cosas diferentes, suponiendo que solo me tocara ver a cantantes y músicos.

Por este favor que tenía que hacer no pude dormir mucho, era como si fuera a mi propia audición. Llegue al sitio muy puntual pues es algo que se hizo costumbre, las otras dos personas que me ayudarían llegaron. Cada quien con una profesión diferente, tal vez así haya muchos puntos de vista, teniendo a dos personas más me sentí más tranquila. Me quedé sentada sin hacer mucho esperando a que el escenario estuviera listo para las personas que venían, eso duró como media hora. Estando listo el escenario nos entregaron algunas hojas con los datos de las personas que vana adicionar, ya iba a pasar la primera persona. Miré de reojo la hoja que nos entregaron de esa persona, era una chica. Di un suspiro- Bien, ya va a pasar la primera persona- Sonreía para estar un poco más segura.

por **Mine Sagan** Sáb Jul 21, 2012 1:32 am

Aquél momento había llegado al fin. Su audición estaba fijada para el tercer día de postulación y, como era de esperarse, su padre se había encargado de complacer hasta el menor de sus caprichos en pos de su éxito. Perfumes de marca, caros ramos de flores, vestidos nuevos. Ni en mi cumpleaños me regalan tanto se decía en pensamientos esa mañana invernal.

Charles se encargó de servirle un buen desayuno y de llevarla en el Benz hacia el edificio de Merveilles Records. Ninguno pronunció palabra en todo el camino. Mine sentía sus nervios a flor de piel y el mayordomo era perfectamente consciente de su condición, por lo que se limitó a respetar su silencio. Sin embargo, la joven heredera no supo distinguir si la fuente de su miedo era el rechazo o la aceptación de los jueces, pues desconocía qué reacción tendría su padre si no conseguía ingresar al sello.

No. Definitivamente debía hacerlo aún en contra de su voluntad. Ella no era como su hermano, había decidido vivir a costa del miedo.
– Es un placer conocerlos. Mi nombre es Mine Sagan – dijo una vez estuvo en el escenario, haciendo una leve inclinación al presentarse, notando cómo los focos de luz se centraban en ella. Cerró instantáneamente los ojos antes de seguir: – Soy pianista.

Los finos dedos de Mine bailaron con elegancia sobre la superficie de un teclado reservado para su presentación. Interpretó una melodía perfectamente limpia, sin la necesidad de partitura, sin pausas inoportunas ni errores molestos. Perfecta, como su progenitor le forzaba a ser.

Aún así, el agitado corazón de la muchacha bombeaba sangre desenfrenado, furioso, canalizando en cada nota un odio inconsciente que no la dejaba respirar. Dio por finalizada su interpretación sin siquiera volverse al jurado.

por **Zinnia Millaray** Vie Jul 27, 2012 6:12 pm

Al entrar la primera persona en hacer la audición note que, al menos en el aspecto físico tenía una excepcional belleza, lo cual le ayudaría mucho en el futuro pues se quiera o no el físico en el medio artístico era una parte esencial. Me sorprendí un poco que fuera pianista, por un momento pensé que iba a audicionar para ser cantante, creo que debería de prestar más atención a los datos que se presentan en las fichas pero me alegro un poco ya que tenía algunos conocimientos sobre el piano. Tenía como dos años que deje de tocarlo pero sabía acerca de las notas y de cuando uno esta tocando bien o mal. Todos los jueces guardamos silencio esperando a que interpretara la canción.

Me concentre mucho en su melodía, mirándola, no había nada de malo en ella, su melodía era totalmente perfecta, al menos en cuanto a las notas correctas pero había algo que me incomodaba aunque al parecer a mis dos compañeros le habían fascinado, anoté algunas cosas en una hoja, al igual que ellos. Una vez terminada la melodía todos aplaudimos, ahora que habíamos escuchado su talento deberíamos de pasar a hacerle unas cuantas preguntas, yo era la primera- Antes que nada señorita debo de felicitarla por la ejecución tan perfecta que ha hecho- Le dedique una pequeña sonrisa- Ahora quisiera que me contestara dos simples pregunta ¿Qué es lo que le hace sentir la canción que acaba de interpretar? Y ¿Qué sentimientos cree usted que puede transmitirle a los demás cuando toca en el piano o quiete transmitirles?

por **Mine Sagan** Miér Ago 01, 2012 5:54 pm

Al cabo de una pausa, Mine abandonó el banquillo y observó al jurado con una sonrisa radiante, lista para recibir los acostumbrados elogios. Dos de los jueces parecían completamente fascinados con su presentación, pero el tercer miembro del jurado, una mujer de contextura delgada y hermosas facciones, le observaba con particular atención. ¿Me estará analizando?

Y tal como pudo suponer, las preguntas que le dirigió iban en boca de una persona perceptiva, que no se dejaría engañar tan fácilmente por aquellas notas llenas de cinismo. Sentimientos, qué pregunta.
– Plenitud... Y algo de melancolía. – Mintió sin rastro, tras pensárselo unos segundos con su típica postura de doncella de clase alta, con las manos delicadamente puestas una sobre otra en su falda. Su sonrisa lograba seducir a quien le placiera, pues de ello se había valido durante largos años.

Estrés, insatisfacción, profunda tristeza... se respondió en pensamientos, sin siquiera gesticular evidencia de su penosa realidad. Compuso esa canción por orden de su padre, quien en castigo por sus fallos había cerrado más de una vez la tapa del piano sobre sus pequeños dedos de quinceañera. Torturándola.

Sin tardarse demasiado, contestó a la segunda pregunta con mayor sinceridad:
– Espero que mis oyentes rescaten sentimientos más profundos... Creo que la música tiene como fin último romper con las barreras creadas por uno mismo y conectarse con aquellas emociones secretas, sean estas placenteras o no. – Jugueteó brevemente con sus rizos, mientras se preparaba para volver al piano, no sin antes agregar: – A decir verdad, compuse esta canción varios años atrás. ¿Le gustaría escuchar una interpretación más reciente? – Preguntó, en un desesperado intento por evadir el tema.

por **Zinnia Millaray** Jue Ago 02, 2012 5:35 pm

Casi enseguida comenzó a responderme, pero todavía tenía algunas dudas. No sentía realmente que su propia música la llenara de plenitud. No era experta en la música pero sentía cuando alguien tocaba o cantaba con mucho sentimiento, escribí algo rápido mientras la señorita Sagan respondía mi segunda pregunta, escribí rápido para no ser grosera y poder mirarla a los ojos, En esta ocasión, por sus acciones y su forma de hablar deduje que esta vez no me contestaba lo que quería oír. Pero todavía tenía que seguir examinándola con detenimiento.

Ella y yo teníamos algo en común, veníamos de familias adineradas y por eso sabíamos que comportamiento se debía de tener ante la sociedad, parecer personas amables y gentiles. Cuando quería mostrarnos otra interpretación los demás jueces parecían estar más que encantados, supongo que después de esa interpretación ellos darían su punto de vista- Estaríamos encantados de escucharla nuevamente señorita Sagan- Comenté dejando a un lado la pluma, ya no necesitaba más anotaciones. Se veía que tenía una gran facilidad en el piano, debido a tal vez años de práctica. Estaba segura que pasaría esta audición por su perfecta interpretación

por **Mine Sagan** Dom Sep 30, 2012 7:27 pm

Encantada ante la respuesta, Mine volvía a situarse en el banquillo, acomodándose la falda y llenando sus pulmones de aire. De forma lenta, pausada.

Se alegraba profundamente de que los jueces hubiesen aceptado escuchar una segunda interpretación. Había sido muy ingenua al pensar que una canción tan básica podía asegurarle un puesto en aquél prestigioso sello. Si dejaba las cosas así, las dudas de esa mujer en el taburete le costarían el triunfo, el prestigio y la vida. Priorizar la belleza antes que el miedo, el respeto, la admiración... Había sido un terrible descuido. La belleza era fácilmente opacada por la complejidad, y la complejidad era siempre asignada a los genios.

Muy ingenua.

Costara lo que costara, debía inclinar la balanza a su favor. No puedo permitir que esa mujer me arruine... Y entonces empezó a tocar una de sus composiciones más complejas.

Veloz, letal. En ocasiones sus dedos golpeaban el piano con tal brusquedad, en otras, lo acariciaban con suavidad y presteza, siempre abrumada por la idea de un fallo en la interpretación de su propia obra. No era un genio. No había nacido como uno, bien lo sabía, esa era la razón por la que su padre se ensañaba con ella y no con su hermano, pero él abandonó su martirio. Tuvo la fuerza para hacerlo.

Ella debía, por tanto, convertirse en un genio. En un genio artificial.

Componer una canción de cinco minutos completos con una partitura particularmente difícil y ejecutarla a la perfección, una de las pruebas más recientes que le había hecho su padre, y que gracias a Dios (nombre con el que ella gustaba llamar a esa fuerza milagrosa que conseguía que las cosas saliesen a su favor) consiguió realizar en esa ocasión.

Intentó simular el cansancio advenido tras dada por finalizada su impactante interpretación, conteniendo en vano los constantes jadeos y la horrible sensación de vértigo. Mantuvo la compostura y se irguió derecha, maldiciendo que su estado de decaimiento le impidiese ver las expresiones de los jueces abajo de la tarima.

por **Zinnia Millaray** Dom Oct 21, 2012 11:25 pm

El salón volvió a estar en total silencio cuando la señorita Sagan volvió hacia el piano, miré disimuladamente a mis dos compañeros, estaban muy ansiosos y emocionados por ver otra perfecta actuación y digo perfecta por que tenía la seguridad de que así sería. Los jueces se acomodaron, pareciendo que aquello no era más que solo un extra para poder disfrutar, yo también me acomodé pero estando muy concentrada en sus dedos, su postura y, sobre todo, el sonido qué es lo que transmitía.

No veía ningún fallo en ella y eso debería de estar perfecto y bien para poner una referencia de excelencia pero sentía que faltaba algo…algo que no se podía expresar con palabras. Llegue a la conclusión que la razón era que no hacía nacer esa sensación que provocaba la música tocada con toda el alma del autor, claro que había solo una persona que estremecía mi alma y mi corazón.

Discutimos por un momento sobre esta actuación, mayoritariamente todo era elogios, por supuesto que di mi opinión y al darla no estaban nada conformes, diciéndome amablemente que mi critica se debía solo a mi modo personal, sin ver lo profesional. Me sentí un poco mal por el comentario, esto me hacia dudar sobre si fue bueno que me seleccionaran para ser juez pero como siempre logre disimularlo con una pequeña sonrisa. Terminamos de hablar y me levante, caminando hacia donde se encontraba la señorita- Su interpretación ah sido perfecta como la vez anterior señorita Sagan. Ya hemos tomado un veredicto, le pido esperar los resultados. Gracias por su interpretación- Hice una pequeña reverencia- Espero que descanse, se ve muy agitada, no quisiera que le pasara nada malo- Le di una pequeña sonrisa meramente formal.

por **Mine Sagan** Miér Oct 24, 2012 6:36 pm

Se alejó lentamente del banquillo, aún con las notas revolviéndose en su cabeza. Llevó con disimulo la diestra a la sien, intentando borrar aquella expresión grave dibujada en su rostro, provocada por el decaimiento y el estrés de la situación. Deseaba escrutar los rostros de los jueces mientras la evaluaban, pero los focos de luz enceguecían sus ojos y su estado actual no le ayudaba. A duras penas pudo distinguir entre sombras que era, nuevamente, la bella muchacha del grupo quien objetaba con más detenimiento y convicción que los demás.

No se deja embelesar por mis mentiras... Se dijo Mine en pensamientos, apretando disimuladamente la mandíbula, consternada. Odiaba a las personas perspicaces, no hacían más que interponerse en su camino. Una vez el jurado hubo tomado la decisión, fue precisamente aquella mujer quien dio por finalizada la audición, no sin antes hacer una pequeña alusión al cuidado de su salud.

– Descuide, Señorita. Me encuentro perfectamente. – Respondió Mine, sonriendo con elegancia. Bella pero distante. Asió entre sus finos dedos los bordes de su ligero vestido de lunares, levantándolo con suavidad al son de una reverencia. – Les agradezco sus atenciones. Tengan muy buenas tardes. Con su permiso, me retiro – dijo de forma simultánea al gesto, distintivo de un miembro de la nobleza.

Bajó del escenario a pasos ágiles y bien coordinados, echando un breve vistazo al siguiente en audicionar. Esperaba, por su propio bien, que no fuese pianista.

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