Acordes similares [Ren Jinguji]

Aún no se reponía del término de la relación que tanto le había costado trabajo formar, sumando que todo había sido por un enorme mal entendido y razones ajenas a los dos muchachos en sí. Pero a pesar de esto, lo único que conseguía calmar aunque fuera por unos minutos su caos mental, era tocar la guitarra. Su fiel acompañante de año y confidente de muchas tristezas sin palabras, la muchacha simplemente ahogaba sus lágrimas mudas entre los acordes que entonaban las cuerdas de su instrumento.

Se acomodó en una sala vacía de grabaciones, escapando de encuentros no deseados por ahora. Seguramente si llegase a ver al chico pelirrojo saldría corriendo o rompería a llorar sin saber que hacer. Temía una reacción así por lo que había preferido esconderse. Deslizando los dedos suavemente por las cuerdas, sus movimientos solían ser delicados y sutiles, rápidos y precisos generando armonías bastante agradables al oído. Pese a no ser canciones propias las tocaba con tal sentimiento, adueñándose de cada tonada.

Unas inperceptibles gotas rodaron desde sus ojos, por sus mejillas hasta caer en picada al suelo desde su mentón, era inevitable, sus memorias jugaban con sus sentimientos haciendola reir o llorar en un segundo. Dió sus supiro pesado, dejándose caer sobre la guitarra, con la mirada perdida en un punto neutral.

El día había llegado, era bastante temprano e inusualmente Ren se dejaba caer en el lugar para darse un tiempo de preparación para su audición que sería en una hora. Ya se había dado el tiempo de ver el resto del edificio pero más allá del los primeros pisos no conocía, tenía cierta ansiedad al pensar que ese sería su nuevo lugar de trabajo así que se dejo llevar por la inercia de sus pies mientras que su fiel saxofón se apoyaba en su espalda.

Su andar se vio interrumpido por unos acordes de guitarra, tan sutiles y ligeros, llenos de sentimientos...le recordaron sus tiempos de escuela y sin querer en su garganta se formó un nudo.

¿Quién estará tocando...de esa manera?-muy propio e impulsivo de su parte se acerco al salón donde yacía una joven sosteniendo la guitarra, una escena digna de admirar.

Por qué?...-Lo pudo apreciar, lagrimas saliendo de los ojos de tan bello rostro, su cuerpo sobre el instrumento que hace momentos podía dejar salir los sentimientos que al parecer eran propios de la guitarrista. Abrió la puerta suavemente casi sin hacer ruido- Te molesta si te acompaño?-hizo un gesto con el hombro señalando su saxofón y sin preguntar mucho se acerco a ella mirándole a los ojos. Una de las cosas que Ren detestaba era ver a una mujer llorar no podía quedarse de brazos cruzados.

Al parecer la guitarra no es la única señorita que llora...-sonrió apacible con su típica sonrisa coqueta más esa escena le recordaba a cierta señorita que solía llorar a solas en los salones recordando lo abandonada que estaba, fue ese mismo recuerdo que hizo a la mirada celestina del Idol volverse más dulce- Ren Jinguji, está bien lady?-de su bolsillo sacó un pañuelo y se lo extendió-Una rosa solo debería estar cubierta por el suave roció de las mañanas, no por la lluvia

Absorta en sus propios pensamientos no fue capaz de darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor. El muchacho de cabello anaranjado la tomó por sorprensa, provocándole un pequeño brinco al oir su voz. Se volteó encontrando todo un idol frente a ella (o al menos se veía como los jóvenes famosos de la televisión, inclusive creyó haberle visto alguna vez). Pese a que la chica había logrado trabajar una temporada completa como gitarrista de apoyo para varias giras de artistas del Sello jamás se encontró con algún personaje de la música frente a frente.

Sólo negando con la cabeza y moviendose levemente hacia un lado le indicó al joven que no le molestaba su presencia, sonrió de forma un tanto apagada, dándole la bienvenida. La alegre y brillante personalidad de Ren se encontraba en un proceso abrumador. Estaba básicamente perdida. -¿Nh?- Musitó en un segundo. Recordó enseguida las lágrimas que se le habían escapado al pensar que se encontraba sola en la sala. -A-ah...ésto...no...-no formuló frase alguna para poder excusarse de la vergonzosa presentación que tenía.

-...¿Ren?-preguntó recibiendo el pañuelo con una pequeña reverencia hacia el otro. Pese a todo le fue inevitable contener una corta risilla entre dientes, junto con un notorio rubor de mejillas causado por la última frase del pelinaranjo. ¿Este chico, se llamaba igual que ella? ¡Vaya que pequeño era el mundo!- Hahaha-cubrió su boca con una mano luego de haber limpiado sus mejillas.- Ren, mi nombre también es Ren. Ren Hikari-comentó divertida.

- Gracias...-En realidad aquel agrecimiento resultó no solo por el pañuelo. ¿Hace cuántos días no había dejado escapar una risilla de sus labios? Creo que perdió la cuenta. Sintió como si una parte de aquello que le abrumara se hubiera esfumado en un instante al reír.

la sorpresa se vio en su rostro- Ren?-sonrió con ella al escuchar tan peculiar coincidencia- el destino hace de las suyas al parecer-con su dedo indice flectado limpio una lagrima rebelde que se había negado a irse con la suave tela- Lo sabía-se inclinó- tu sonrisa queda a juego con tan bonito rostro-retiró su mano de la mejilla de la muchacha"aunque, no está completamente iluminada"- No debes agradecerme Ren-chan~-le guiño uno de sus ojos no por que deseara coquetear con ella, fue un gesto de travesura al ver esas mejillas sonrojadas-Gracias a ti por mostrarme tu sonrisa. Ver que soy de ayuda para una dama triste es más que grato.-con solo ver la sonrisa de la chica podía saber que era una muchacha con el corazón roto¿Cómo saberlo? facil...el había roto demasiados corazones sin quererlo,era casi un karma ver mujeres llorando.- Estás mejor?

Las palabras del muchacho no le permitían quitar el rubor de su rostro, y esque Ren era una chica demasiado tímida y algo nerviosa cuando del sexo masculino se trataba, pese a que gracias a cierto pelirrojo esto había logrado mejorar notablemente. Más, ¿es difícil quitar malos hábitos, verdad? Por ello el rostro de la castaña se lograba encender al más mínimo halago o situación vergonzosa. En especial cuando de hombres apuestros se trataba; frente a ella estaba la vívida imagen de ellos.

El contacto de su piel fue cálido, incluso al ser sumamente efímero logró captar lo tibio de la piel de Jinguji. Sonrió levemente y en forma torpe tras el halago, era un chico que realmente sabía lo que decía antes de hablar, con un toque de delicadeza en cada palabra. Pese a los nervios que le hacía sentir también se sentía acogida por él.

-Sí... gracias por preocuparte, Jinguji-san -respondió cerrando levemente los ojos para dejar escapar un sutil suspiro y volver a verle con una mirada un toque más animada, sonriendole. No significaba que todos sus problemas hubiera desaparecido, pero no quería preocupar más al pobre chico que acabó consolando a una completa extraña en su primer día dentro del sello. -¿Eres nuevo aquí? -Preguntó desviando la mirada hacia el instrumento que traía- Que bello saxofón...¿serás músico?

suspiró levemente- Que alivio-era probable que mintiese pero no iba a presionarla, después de todo eran completos extraños. Se sentía nostálgico y el rostro sumamente sonrojado de la chica era algo adorable. Asintió a su pregunta -Lo soy, vengo desde otra ciudad a probar suerte en el sello aunque...soy más un idol que un músico. Multifacetico podría decirse, como todo idol.-rió un poco ante tal declaración. Su siempre fiel instrumento se vio rodeado por sus cálidas manos, apreciando cada detalle con su mirada casi como un amante- Mi saxofón acompaña a mi voz la mayoría de las veces, es más bien un sello personal-volvió otra vez la mirada a la chica- Eres hace mucho tiempo guitarrista del sello o quizás esa dulce voz también tiene la habilidad de cantar?

Sabía que lo había visto alguna vez... pensó la muchacha, difícilmente podría olvidarse a un Idol, eran un tanto efímeros pero ella siempre les había admirado. Por ese mágico desplante en el escenario y aquel carisma que ella no tenía, en realidad Ren siempre había sentido una atracción por las personas con carácteres fuertes, tanto como para amigos o amantes, como si de alguna forma complementaran lo que faltaba en su sumisa forma de ser.

Rió ligeramente con la propia descripción de el pelinaranjo. ¿Asique un muchacho multifacético? ¿Realmente los idols sabían hacer de todo cuanto se mostraba en televisión? Pues según se mostraba podían bailar, cantar, modelar, actuar de doblaje y muchas cosas más, eran personas sumamente admirables.

Le escuchó en silencio cuando habló del saxofón, podía percibir el mismo cariño con el que ella describía su guitarra; una compañera y amiga, de aquellas que te escuchan en silencio y con su suave voz ahogan los fantasmas que te atormentan.- ¿Eh? N-no...yo no me dedico a cantar...hace mucho no lo hago -sonrió levemente- Fui guitarrista del Sello...me ausenté un tiempo, por lo que debo volver desde cero.- comentó acariciando las cuerdas de su instrumento, sin crear un sonido de ellas, sólo acariciándolas como queriendo transmitirle que todo estaría bien para ellas dos, volverían a tocar juntas.

-¿Podría escucharte tocar a ese pequeño? -preguntó con cierta vergüenza, pero sentía mucha curiosidad cual sería el sonido de aquel saxofón.

Hace mucho?-se inclino un poco para ver mejor los ojos de la guitarrista-mmm~ entonces si lo hiciste en alguna ocasión-sus labios se curvaron más con un gesto complacido, casi diciendo "te atrape" pero no deseaba presionarle, por alguna razón ya no cantaba-Es una lastima, tienes un tono de voz suave y dulce al hablar, hasta podría llegar a decir que me hechizó un poco~ me gustaría escuchar tu voz envolviéndome-sonrió picaramente después de una breve pausa y prosiguió más en tono normal-Si comunicas de esa forma tan fluida la música con tu guitarra no hay duda de que volverás a retomar tu ritmo en el sello. Gambatte kohitsuji-chan~

Ren abrió ligeramente los ojos, sorprendido por la petición dejando de tener la sonrisa unos momentos-lady-volvió a sonreír, era extraño que una mujer, una completa desconocida se interesara más por el sonido de su saxofón más que en su apariencia física. De cierta forma la muchacha llamó la atención del idol"debería darte las gracias"-...no tengo ningún problema en hacerlo-se alejó unos cuantos pasos de ella tomando su saxofón seguro de si mismo y como si de una propia mujer se tratase sostuvo la boquilla con sus labios. Antes de comenzar a tocar dirigió su voz de nuevo a la chica con su mirada penetrante de color cielo- Nuestro encuentro...no quiero pensar que fue una simple casualidad por eso al menos déjame abrazarte con mi música y compartir nuestros sentimientos, un secreto entre ambos~-

Los labios de Ren presionaron gentilmente la boquilla, llenó sus pulmones de aire y fue en el momento en que expelió el aire que su instrumento tomo vida...el pulso de la música.

Spoiler:

Los celestes ojos de la muchacha escapaban de los luceros del otro, la cual a primeras se notaba sensual y pícara, esa clase de miradas era demasiado para poder mantener una conexión entre ambos, la vergüenza le inundaba y necesariamente debía observar otro punto antes de volver a mirarle. Solía sucederle con la mayoría de las personas por lo que esperaba que el chico no se sintiera ofendido ante ello.-...Gracias, Jinguji-san- sonrió levemente manteniendo el rubor en las mejillas, no se podía dudar que el joven frente a ella encontraba las justas palabras para hacer estremecer a cualquiera. Y quizás en cualquier otro momento Ren hubiera enrojecido completa y exageradamente, pero ahora sus ánimos estaban sumamente apagados al igual que ese brillo característico de ella. El vago intento de maquillaje, por su parte, cubría a duras penas las ojeras causadas por el no dormir.

Luego de agradecerle verbalmente agregó una pequeña reverencia muy propia de ella, una simple y leve inclinación de cabeza. Agradecía profundamente las palabras del castaño, pues le devolvieron un poco la confianza que debía mantener si quería volver al escenario. Con todo cuanto había sucedido se encontraba en una situación llena de dudas y temores. Efectivamente Ren tenía algunas cualidades en el canto, que terminó por no explotar al dedicarse completamente a la guitarra, su gran pasión.

Se acomodó unos cuantos centímetros más lejos, para apreciar en todo esplendo la actuación que presentaría en breve. La forma en que el chico trataba a su propio instrumento le hacía sentir como si éste mismo estuviera vivo, para ella era de la misma manera, un compañero y extención de su propio ser. Nuevamente sus mejillas enrojecieron con las últimas palabras de él, más no desvió la mirada esta vez, pues no se perdería ni un segundo del pequeño concierto.

Cerró los ojos, el sonido del saxofón le envolvió, un aire de nostalgía apareció en el ambiente. Podía sentir como las armonía se unian con sus propias memorias y sensaciones, pero...¿Sería que en realidad reflejaban el corazón de Jinguji? Le entraron unas enormes ganas de llorar, más se contuvo y al finalizar aplaudió.-...Eso fue...hermoso.

Dejo de tocar y quito sus labios del instrumento, sus sentimientos florecieron en esa melodía y sin querer había dado como resultado una canción algo nostálgica. Los ojos de la muchacha brillaban vidriosos dándole a entender que sus sentimientos fueron totalmente comprendidos"Es amor...definitivamente la causa de la tristeza de esta bella muchacha es amor...". Por una extraña razón le produjo el querer tenerla entre sus brazos ¿Era porque esa sensación de protección nacía siempre que veía a una mujer llorar? o quizás¿era porque la chica se parecía en cierta manera a su ex novia? ocultando sus sentimientos a través de la música, siempre tratando de sonreír cuando se sentía triste sin querer preocupar a nadie, llorando en silencio.

"No, son distintas y sus reacciones aunque si bien son similares los ojos de esta muchacha han perdido todo el brillo...eso no debería ser así...acaso no estoy aquí ahora?No puedo hacer nada por esta mujer de ojos tan sinceros?Me niego a aceptarlo."
Ren no pudo con sus propios impulsos y se acerco a ella dejando su saxofón en una silla continua a él. Se arrodillo ante ella mirándole tiernamente a los ojos sosteniendo sus manos con la derecha propia y con la otra acarició la mejilla de la chica de tal forma que el contacto parecía como si se conocieran de toda la vida, teniéndola ahora tan cerca pudo ver sus ojos algo hinchados y las notorias ojeras producidas por horas de sueño...y era probable que también llanto "Conozco estás ojeras"- Luces cansada lady, demasiado cansada...cuanto tiempo has estado cargando con ello?

Le recordaba a si mismo y es que antes de venir a Glass City Ren había sufrido de diversas formas por amor hacia la misma persona...o lo que el creía que era esa persona. Suspiro con una sonrisa comprensiva en su rostro-Aun cuando uses un montón de maquillaje tus ojeras no desaparecerán...¿No has estado durmiendo bien verdad?-ladeo ligeramente su cabeza picando suavemente la mejilla- Sabes, debería invitarte algo se ve que necesitas salir de aquí y relajarte un momento-alejo la mano que antes acariciaba la mejilla de Ren descansar sobre la suya transmitiéndole un cálido gesto- Y yo por mi parte soy nuevo en la ciudad me ayudarías dándome un pequeño tour~-dejó de hablar un momento y algo más serio y confiado pero sin perder su sonrisa ladina prosiguió- Sé que soy un completo extraño Ren-chan...pero no puedo dejar a una princesa encerrada en una torre desdichada si en mi poder está sacarle de allí al menos un momento, aunque sea efímero.-adoptó la postura de un caballero y besó dulcemente la mejilla de la muchacha para posteriormente levantar la mirada con una sonrisa confiada en sus labios- Las mujeres no nacieron en este mundo para que sus lagrimas se conviertan en perlas preciosas que no saben valorar...pestañeo dos veces y añadió- Si apruebo la audición de hoy para ingresar al sello como vocalista...¿aceptarías?-sonrió algo bromista al final- Puedo ser un príncipe por una tarde si así lo deseas- guiño un ojo traviesamente para seguir mirándola siempre directo a los ojos ya con un semblante más ameno y maduro- Solo quiero ver al menos una vez como sonríes kohitsuji-chan y si puede ser desde el fondo de tu corazón, entonces no pediré nada más.

Spoiler:

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Sólo bastaron las palabras del muchacho para que la frágil coraza de Ren se rompiera. ¿Cuánto tiempo había estado cargando con ésto? En realidad se sentían como muchos años, y tal vez era cierto...pues no era solo el asunto de Kei lo que la atormentaba pesadamente, sino su propio pasado, la incertidumbre de darte cuenta que todo cuanto conocias era solo una mentira. El temor de recordar la naturaleza violenta de su padre, la desesperación de su madre...y a su hermano, ¿qué era lo que podía certificarle que ella no comentería algún pecado como ese? Tal vez en su interior se escondía el peor humano que pudiera conocer, la sola idea le aterraba. Gracias a eso no se atrevía a ver a Kei, y su corazón pesaba aun más que antes. La distancia le dolía, el quedarse con los sentimientos en las manos la destrozaba por dentro y el obligarse a si misma a escapar de él la hundía.

Finalmente comenzó a llorar, liberó la frustración dejando escapar algunas lágrimas. Ciertamente deseaba estallar en llanto, pero sólo sería una molestía para este joven que no tenía culpa de nada, solo de ser considerado con una extraña. El contacto de su piel parecía tan cálido...deseaba ser rodeada por una calidez así, que la sostuviera. Pero era imposible recibirlo de quien quería.

Negó con la cabeza, apretándo los labios. Efectivamente no había dormido bien hace ya varios días, el cansancio la obligaba a cerrar los ojos, más era momentaneo terminaba por despertarse a las horas después.

¿Salir? Ladeó levemente la cabeza ante tal propuesta, pero tal vez...un poco de aire le sentaría bien, ya habían pasado demasiados días desde la última vez que paseaba sin rumbo alguno, pues su rutina se había transformado en ir del sello a su departamento, y del departamento hasta el sello, así difícilmente acabaría con aquel mal estar. Llevó su mano hasta la mejilla en la cual Jinguji había depositado aquel beso, claramente nerviosa por este acto bastante acelerado. ¿Sería tradición del lugar de donde venía?

Cerró los ojos limpiando sus lágrimas, respirando profundamente.- Esperaré entonces el resultado de su audición, Jinguji-san. -respondió esbozando una pequeña sonrisa, caminar con alguien, incluso hablarle de cualquier cosa animaría un poco su sombrío estado.

Un sin fin de lagrimas salieron de los ojos de ella, es cierto que a Ren no le agradaba ver a una mujer llorar pero algo en las mujeres que lo hacían delante de el parecía doblarle su defensa y recogerle el corazón, había dado en el clavo y la mujer realmente estaba cansada, fue entonces cuando se dijo a si mismo que su decisión no había estado errada.

Sonrió con los ojos cerrados ante la afirmativa de la chica apretando con suavidad las manos de ella.

Entonces me esforzaré el doble dando la audición, espero que mi canción logre darle un respiro al menos a tu corazón durante un instante...-volvió a ponerse de pie arreglando un mechón de cabello que rebelde se dejaba descansar sobre su rostro bronceado mirando a la puerta con decisión sin perder su sonrisa confiada- No te miento, la ansiedad me pone algo inquieto, hace mucho que no tenía estas ganas de volver a cantar delante de alguien importante pero-volvió su rostro a Ren e intensifico la sonrisa- Creo que este encuentro me devolvió más mi antigua confianza lady, te lo agradezco-acarició la mejilla de la chica y acomodó su saxofón- Volveré con buenas noticias, solo espérame-sacó una tarjeta donde estaba su número de teléfono- Si debes marcharte antes de que vuelva mándame un mensaje a este número, esta bien? Yo ahora iré donde Revo-miró su reloj-tengo la audición en 10 minutos más. Luego pasaré a buscarte donde quiera que estés, tenlo por seguro, una promesa es una promesa.

Dejó escapar una sutil risilla un tanto apagada (claramente no por ironía, sino por sus ánimos)- Realmente...eres una persona muy amable...al esforzarte por una completa desconocida...-comentó observándole con una mirada llena de paz. Aquellos azules que estaban tan cansados de no dormir, de llorar, y encontrarse con un mundo tan gris, al fin podían descanzar en un acto de alivio.

Ren se levantó de su asiento siguiendo con la mirada al muchacho, sin antes dejar su guitarra con cuidado apoyada en el borde de la pared. A lo siguiente negó con la cabeza sonriendo un poco más.- Gracias a tí por darme este momento...-comentó otorgándole una pequeña reverencia. Y es que pese a lo breve, pese a lo ajenos que eran por fin había logrado dejar escapar un poco de su angustia ante alguien más. Siempre había pensado que debía llevar estas cosas por si sola...pero cuan bien se sentía cuando tenías a alguien en quien apoyarte cuando notabas que la carga comenzaba a hundirte, sin lograr moverte ni avanzar.

Recibió el papel, sacando también su teléfono celular.- Lo anotaré enseguida para que puedas saber el mío- dicho esto marcó el número y dejó registrado el suyo en el de Jinguji.- Muchas gracias, y también muchísima suerte en la audición...Seguramente, si tocas como lo hiciste con ese pequeño, pasarás sin problemas.- Dijo mirando al saxofón y luego al joven.- Si...es una promesa.

Confirmó el número en su celular y lo guardo con una sonrisa. Podía verlo, una pequeña mueca de felicidad más sincera que la de antes y más aliviada brotando de esos finos labios, podía decirse que había logrado algo que no esperaba pero le aliviaba en el fondo de su ser poder darle un pequeño respiro a la chica.
Extraños a los cuales el destino quizo dar un poco de suerte y es que en cierta forma el idol se sentía mejor también.

An unbreakable promise
-tomó su mano besando el dorso de esta con dulzura añadiendo una mirada intensa con sus celestes ojos- La dama del destino me bendijo al seguir tu melodía. Nos estaremos viendo~-con delicadeza soltó la mano de la chica caminando unos cuantos pasos hacía atrás, giró su cuerpo para seguir con su andar, con la mano alzada dijo estas ultimas palabras- Si me tienes tanta fe-giró solo su rostro hacía ella con una confianza en su rostro que le hacía lucir vibrante-Es imposible que falle!-se dirigió a la puerta saliendo de la habitación con una sonrisa victoriosa, lleno de las esperanzas de que ese encuentro fuese su combustible para seguir adelante-