This punk boy ~ Khaer Amoun

Su historia comienza justo antes de que naciera.

Su madre, una joven chica de tan solo diescisiete años había cometido el error de su vida cuando creía que podía tapar el sol con su pulgar, desobedeciendo a sus padres para huir a una fiesta en los barrios más peligrosos de su localidad. Si bien la fiesta comenzó todo bien entre música, alcohol y drogas, terminó con ella siendo violada por un gangster quién era uno de los invitados en esa misma fiesta, ¡Por supuesto! Era un barrio peligroso, ¿Como NO se espero que hubiera gente peligrosa dentro? Ella terminó perdiendo mucho más que solo su dignidad y su dinero esa noche, perdió un hogar en el cual vivir cuando regreso pasada las cinco de la madrugada a casa toda llena de moretones y adolorida, para ver como sus padres le miraban de la forma más decepcionada posible.

Lo peor fue cuando supo que estaba embarazada tres meses después del incidente, donde sus padres le hicieron hacer sus maletas e irse a vivir a otra ciudad por su cuenta para que pensara en las consecuencias de sus actos, así esta joven chica vivía sola en un pequeño departamento que sus familiares le pagaron durante los primeros meses, luego ella misma tenía que buscar la manera de hacerlo; embarazada, habiendo abandonado la escuela y trabajando en pequeños lugares para ganar lo suficiente para ella y el departamento fue como vivió lo que quedaba de su juventud.

Hasta que su pequeño niño nació.

No se sabría como considerar la decisión que tomo, porqué nunca pensó en el aborto como una opción más tampoco pensó en dar al niño en adopción, ella simplemente se quedo con el bebé y lo cuidó durante sus primeros meses hasta que el niño cumplió el año, y fue ahí donde ella se volvió negligente con su propia sangre. ¿Deberíamos culparla por su actitud? Puede que sí, no podía ver hacía los ojos del pequeño niño sin recordar la mirada severa y loca de su violador, ese niño era su viva imagen y semejanza en minuatura que estar cerca de este solo le daba terror y pánico y lo quería tan lejos como le fuera posible. Así que no era raro que ella solo olvidará en cubrir las necesidades básicas de un niño pequeño, lo cual no fue raro que dicho niño pequeño tuvo que aprender a ser autoeficiente al ver que su madre no lo alimentaba ni buscaba demostrarle cariño y amor.

No fue raro que durante los primeros cinco años de vida ese niño no tuviera un nombre.

Entonces sucedió algo mucho más fatídico, cuando cumplió sus seis años de vida y un par de meses más tarde, su padre; el gangster, apareció en la puerta de su departamento exigiendolé ver a la criatura. ¿Cómo supo ese hombre de la existencia del niño? Nunca se sabrá, pero ahí estaba viendolé de pies a cabeza con mueca dura en sus facciones y con voz grave y amenazante le dijo a la mujer que se lo llevaría con él.

Ella ni siquiera puso un pero cuando le entregó al niño en brazos.

Y aquí fue donde la vida de Khaer se volvió mucho más dura que antes, su padre le dio ese nombre porqué simplemente le molestaba tener que llamarlo "Hey tú" cada vez que quería una cosa. Y la casa de un gangster no era el lugar más seguro como para un niño, no era nada extraño que estuviera llena de armas, cigarrillos, cerveza, gente viniendo de aquí para allá; gente que no era para nada buena y él solo un niño que no tiene muchas opciones para sobrevivir. El vivir con su padre era casi lo mismo que su madre, solo que este no era del todo negligente, no le ignoraba puesto que al más mínimo error que hiciera tendría la mirada severa del hombre de nacionalidad egipcia sobre él. Tenía que seguir siendo eficiente, además de que este hombre le dio una navaja en su pequeña mano y un ultimatúm: Si quería algo debía ganarselo si o si.

La mayoría de sus cicatrices fueron gracias a eso.

Vivió con ese hombre entre el miedo y la angustía de que un día puede que no volvería a abrir los ojos además de los compañeros que tenía, hasta que un día solo dijo "Nunca más" y tomando las pocas cosas que tenía dentro de un bolso más la gran cantidad de dinero que había robado bajo las narices de varios gangsters; a sus trece años de vida tomó la decisión más importante de todas: Huyó de esa casa de decadencia.

Por un par de meses sobrevivió en la calle, viajando en autobuses de ciudad en ciudad y durmiendo en callejones protegiendo como podía lo poco que tenía de otros ladrones y demas, evitando gastar más de lo necesario para poder ahorrar. Vivir en la calle no era la mejor situación de todas, y en cierta manera añoraba tener un techo donde dormír que en la misma interperíe de una sucia calle. Llamenló locura, pero en su momento estuvo pensando en el departamento de su madre, y comenzó a extrañarlo.


Con los pocos ahorros que le quedaban tomó un último bus que lo llevaría hasta la ciudad donde vivía antes con su madre, y entre preguntas y directorios dio con el lugar indicado... Solo para descubrir que ella se había mudado, el nuevo dueño del departamento al menos fue amable en darle la dirección nueva y le agradeció por ello; por lo menos su madre no se mudó de la misma ciudad sino que solo se movió a unos suburbios más... Familiares. En fin, ahí estuvo frente a la casa de quien se supone fue la mujer que le dio a luz, la sorpresa más grande fue verle llegar no solo cargando bolsas de compras sino que dos pequeños niños estaban a su lado y otro hombre mayor le ayudaba.

La otra más grande sorpresa fue que su madre le había abrazado con fuerza, como si en verdad le hubiera extrañado en todo ese tiempo. ¿Ahora de repente le quería? ¿Ahora de repente era importante para ella? ¿Ahora de repente si es su hijo y no una peste?

Su relación con ella solo se hizo más incómoda y frustrada que antes.

Pero bueeeeno, ahora estaba en una mejor situación, ¿O no? Es decir; ahora estaba en una casa más cómoda, tenía su propia habitación, no tenía que pelear por comida, su padrastro le hizo ir a varios terapeutas y psicólogos pero eso es lo de menos y hasta pudo ir a la escuela. ¿Todo bien, no? Haaasta que se ganó una beca para asistir a Musette Academy gracias a sus clases avanzadas de piano y con la insistencia de su familia (La palabra le sigue dando escalofrío) terminó yendo a Glass City para asistir.

Ahora esta en su tercer año en la academia y las cosas siguen igual para él; por lo menos todo es más calmado que antes.