{ L } Schwabelle, la gata zombie

En este día, aunque pareciera extraño, no salió el hombre lobo para comprar ingredientes para sus comidas exhuberantes. Pero si fue al centro comercial para ver baterías. Ya que estaba estable en esa ciudad quería retomar la segunda pasión que tenía, la bateria, pero no podía hacerlo sin ese instrumento tan escencial. Ya tenía las baquetas, las cuales jamás dejaba pues tenían un valor sentimental muy fuerte, además de ser las primeras y únicas que tenía. Realmente no se fijaba en los precios del instrumento pero ninguno le llamó la atención a pesar de pasar por varias tiendas.

Ya harto de ir a de tienda en tienda decidió dejar esa tarea por terminada, este día llegaría a la mansion con las manos vacías y eso de cierta manera le molestaba, además ya se había engentando en el centro comercial y necesitaba estar en un lugar menos concurrido por lo que caminó hacia la plaza central. Ahí habia gente, pero era un lugar más abierto por lo cual tenía mucho más espacio pero claro, las miradas por su apariencia no se hicieron esperar. Él ya estaba acostumbrado y es que no le gustaba ser “totalmente humano” le gustaba tener aquellas orejas y cola, eso no lo adentraban en la categoría de humano.

Caminaba de manera despreocupada, siempre mirando hacia enfrente. Ya era tarde así que a lo mejor volvía a su hogar para comenzar a cocinar.Si, ese era el plan pero un ruido captó totalmente su atención. Sus orejas se movieron en dirección de ese sonido deteniendose casi de inmediato. Lo que veían sus ojos lo hizo detener, era un gato en una fuente. Ese gato no era normal y él tenía una fuerte necesidad de correr tras él. Este sentimiento también lo tenía con gatos normales pero lograba controlarse, con este no. Movió su cabeza dejando expuesto un ojo el cual brillaba sin apartar la mirada. Comenzó a gruñir y en el mismo momento en que el gato corrio hacia los matorrales él lo hizo, siguiendo al animal comenzando a ladrar , dando un gran salto. Los matorrales comenzaron a moverse de manera frenética, y se oían muchos ruidos. Después de que los ruidos sesaron algo salió volando en el aire, era Ash el cual cayó sobre la fuente, mojando a los que estaban cerca de la fuente y mojándose él todo.

Aún estaba desorientado cuando cayó en la fuente, tardó unos segundos en darse cuenta en dónde estaba y que enfrente tenía a un sujeto que estaba flotando. Claro que en un principio no lo veía y no se percató de ello, todo el cabello lo tenía enfrente, obstruyendo totalmente su campo de vision pero oía perfectamente cómo es que se burlaba de él, lo que provocó que gruñera y señalara a ningún lugar en específico- ¡Cállate! Eso fue por que ya tiene tiempo que no entreno para una pelea- Trató de excusarse para que su orgullo no saliera tan herido. Su cuerpo comenzó a temblar debido al agua, decidió levantarse de manera rápida, movió su cabeza para tratar de ver algo pero nada, todo lo veía de un color verdoso.

Dio un suspiro pesado, sin dejar de mostrar su enojo, de ser aventado hacia una fuente pero sobre todo de ser derrotado por un animal pequeño como aquel gato. Comenzó a mover todo su cuerpo, de la manera en que un perro lo hacía cuando estaba mojado y trataba de secarse. Lo logró, al menos lo que se tratara de su piel y su cabello pues su ropa aún estaba empapada lo que le provocaba incomodidad pero por lo mientras podría ver a la persona que se estaba burlando de él.

Como era lógico esperaba una persona parada enfrente de él pero en vez de eso se encontraba a una que estaba flotando lo que provocó que pusiera una cara de no saber qué es lo que estaba pasando pero por que lo tomó por sorpresa, vio encima del chico a la gata lo que provocó que estuviera nuevamente muy tenso, su cola y sus orejas estaban muy erizadas- ¿Así que eres el dueño de ese animal? ¡Pues perdón! Al verla no pude evitar el querer correr tras ella, creo que es mi instinto…-Todo eso lo dijo sin dejar de mirar a la criatura en cuestión luego subió más la mirada,hasta el rostro del chico, mientras más lo observaba su rostro mostraba seriedad, no estaba para nada contento el encontrar a una persona como él pero tenía un poco de curiosidad, sabía de qué raza era pero su presencia se sentía un poco diferente al de los demás.

-Lo que me faltaba…Su dueño es un asqueroso vampiro- Dijo en un susuro mientras salía por fin de la fuente, volviendo a mover su cuerpo para tratar de secarse más. Se estiro un poco- Deberías de no soltar a ese animal-Comenzó a acomodar sus ropas, muy indignado de lo que había pasado pero también apenado por no controlar aquel impulso. Detuvo su acción de acomodar su ropa. El rostro pasó a una preocupada, esta vez se estaba revisando en la ropa para después mirar a los alrededores- Rayos…Mis baquetas…- Dijo realmente preocupado

Se quedó totalmente quieto al sentir la mano en su cabeza, no reaccionó al principio, solo lo observaba con una expresión de sorpresa, sin saber que hacer sintiendo como su cuerpo se ponía en total tensión de un momento a otro. Al final optó por darle un manotazo para que dejara de hacer aquel gesto mientras daba dos pasos a un lado, de esta manera ya se encontraban a una distancia prudente.

Y ahora que podía verlo bien ¿Por que estaba flotando? No es como si le sorprendiera ese poder, solo que normalmente los vampiros solían ser discretos y él con sus actos gritaba a los cuatro vientos que era un ser sobrenatural, claro que Ash no tenía derecho de ver extraño la no discreción. Él siempre provocaba muchos murmullos debido al color de su cabello y las extremidades caninas. Negó rechazando su propuesta- No necesito tu ayuda, y si esa cosa...- Señalando a la mascota del vampiro- Hubiera querido ayudarme también la rechazaría- Era demasiado orgulloso como para aceptar la ayuda de un extraño y mucho menos de un vampiro o de un gato, sus enemigos naturales.

Pronto cambió la expresión de enojo y orgullo por la anterior de preocupación. Esas baquetas eras muy importantes para él, por eso nunca salía sin ellas, sino se sentiría completamente raro, como si le faltara algo. Era indispensable que las recuperara pronto o comenzaría a sentirse muy inquieto y nervioso. No sabría como controlar esa situación. Estaba seguro que si buscaba en los últimos lugares en los que estuvo los encontraría. No era difícil saber cuales eran esos lugares. Eran los arbustos y la fuente donde calló. Su ojos, que veía al vampiro flotando se movieron hacia la fuente y en un parpadeo el cachorro se encontraba corriendo hacia ese lugar, para entrar de un salto sacando agua mojando a las pocas personas que transitaban.

Se movía por toda la fuente, no le importaba mojarse. No estaba muy conciente de eso, solo en su mente tenía pensado en encontrarlas y ya. Estuvo unos minutos hasta que notó que no estaba ahí. Así como entró a la fuente salió sin tomarse la molestia de secarse, el otro lugar era efectivamente los arbustos- Necesito encontrarlas…-Susurró pasando al lado de Marshall ignorándolo completamente al igual que a su compañera, chocaba con algunas personas las cuales no dudaron en reclamarle, por empujarles y por mojarles.

Estaba decidido a ignorar el llamado de aquel vampiro, su preocupación era mayor que el de prestarle atención al vampiro y eso era decir mucho pues le era muy difiícil no prestarle atención a un vampiro. No sabía qué es lo que iba a hacer si no las encontraba. No era por que no podría comprar unas nuevas baquetas que, si quisiera conseguiría unas nuevas sin ningún problema, era más que nada por el valor sentimental que tenían. Eran las primeras y únicas que había tenido.

Los arbustos se movían mucho, de vez en cuando se veía la tierra salir pues Ash ya estaba excavando con la tonta esperanza de que estuviera enterradas. Estos movimientos se detuvieron en el mismo instante en que el vampiro comenzó a tocar con las baquetas. De los arbustos primero salieron las orejas del chico lobo, y la cola muy erguida. Enseguida salió de un salto de los arbustos, estando ahora muy sucio, teniendo tierra en su rostro y parte del cabello. Corrió de nuevo hacia la fuente, con los ojos brillantes viendo que él tenía sus baquetas.

-Pensé que las había perdido de verdad- Dijo dando un pequeño suspiro viendo a las baquetas con una mirada de amor, incluso sus ojos estaban un poco brillosos y sin que se diera cuenta comenzó a mover su colita mostrando de esta manera su felicidad y sacando la lengua, pareciendo como si se tratara de un verdadero perro, o más bien un cachorro- ¿Donde las encontraste?-Le preguntó al chico esta vez viéndole a los ojos. El brillo había desaparecido- Bueno no importa, esas baquetas son especiales para mí.

Se subió a la fuente, no como vez pasada que entró en el agua. Esta vez se encontraba en la orilla de la fuente, no quería volver a mojarse, aunque llegando a su hogar se tendría que bañar por el lodo que se le impregnó. Estiró la mano para que el chico le diera las baquetas y de esa manera poder irse. Agradeciendole y lléndose sin hacerle ningún ademán de desprecio, como los que estaba haciendo cuando se presentaron gracias a la mascota de  él.

No percibía nada a su alrededor, estaba concentrado en solo esas baquetas y al vampiro, claro que su mirada no la apartaba del movimiento que se hacía, quería que ya se las diera y estaba dispuesto a hacer algo que él pidiera o podría tomarlas por la fuerza. Solo cuando el vampiro le prometió dárselas a cambio de una cosa fue que los ojos rojizos del hombre lobo se movieron al rostro del chico, abriendo los ojos ante su petición pues no la entendía. Estaba a punto de hablarle cuando sintió cómo algo o alguien lo empujaba hacia la fuente.

Pasó aquello tan rápido que no le dio tiempo de moverse y cayó directo al agua. Otra vez estaba mojado. Él odiaba mojarse. Al menos muchas veces en un solo día o en una semana. Cuando lo rescató solo se le quedó mirando con el ceño fruncido, tenía mucha sganas de golpearlo, y de destrozar a aquella gata que lo empujó a la fuente. También odiaba esa fuente que por su culpa estaba muy sucia. Se levantó y con un movimiento tomó las baquetas- Cómo odio a tu maldita gata- Dijo para después gruñirle y volver a moverse para secarse como normalmente lo hacían los perros, después estornudó, genial, solo le faltaba enfermarse por mojarse mucho el día de hoy.

-No debiste de jugar de esa manera con las baquetas, son muy importantes para mí- Estaba enojado, quería desahogarse y lo primero que se le ocurrió hacer fue darse la vuelta para saltar y darle un golpe a la fuente rompiendo la figura que lo adornaba haciendo que el agua ahora estuviera fuera de control, el agua mojaba a todas las personas que estaban cerca. Ahora tenía que irse antes de que alguien llamara a la policía diciendo lo que había hecho y no quería lidiar con más personas, volvió a ver al vampiro.

-Tú y tu gata son lo más molesto que me he topado en esta ciudad- Le dijo de manera directa, viendo por primera vez a la gata y mostrandole la lengua para después los colmillos comenzando a guardar las baquetas. Dio un pequeño suspiro mostrando que estaba más tranquilo de que volviera a tenerlas-Ahora ya me voy