Entre artículos de oficina

-¿Con que este es el famoso "Sello"- Era un agradable lugar, donde el sueño de aquellos artistas se podían cumplir y alcanzar la fama. ¡Esto será interesante!
Llevaba en mis manos una caja, me dirigía a lo que sería mi oficina del sello, y obviamente el contenido serían artículos de oficina. Cosas de humanos.
Sí, era una pequeña oficina, pero lo suficiente cómoda para mi gusto, aparte había buena vista hacia afuera. Puse la caja en el escritorio, la abrí para prepararme a acomodar todo.

Aproximado de cómo es la oficina:

Era casi la fecha indicada para su primera presentación y el incompetente de su manager ni siquiera se había dignado a volver a contactarse con el japonés, y él, aunque había intentado contactarlo luego de pedir su número en recepción, no había tenido caso. Es por eso que quizás en esa costumbre propia por no dejar las cosas a medias o bien, mal hechas, terminó entrando con descaro a la zona de oficinas. Cualquier otro manager que pudiera sino al menos orientarle un poco, estaría bien.

Caminó por el pasillo y tras comprobar por enésima vez que Kiritsugu no estaba, tocó la puerta de la siguiente oficina, esperando una respuesta antes de aparecer con un "buenos días" mónotono, pero cordial.

Por suerte no eran muchas cosas: un paquete de carpetas, grapadoras, plumas, cuadernos, la pequeña computadora portátil que tardé casi un año en aprender a usar -¡agradezco que fui de los que vio con buenos ojos la máquina de escribir en su momento!- y uno que otro libro de administración...Sí, conocí a uno que otro autor en su época. Como dije: lo necesario.
Alguien que llamaba a la puerta me distrajo de mis actividades. -¡Adelante!- Indique a quien fuera que estuviera. Era un joven con una notable apariencia: tenía uno de sus ojos cubierto con un parche. Asumí que era tal vez se tratara de un cantante o músico del Sello...por lo menos eso creía.
-Oh ¡Buenos días! ¿Guste que le ayude en algo?

No se sintió del todo cómodo con la apariencia y la empatía que de buenas a primeras podía percibir de aquel hombre con el que había ido a dar. Ambos parecian un completo contrastre. Uno rubio con ojos verdes y el nipón de cabello y ojos oscuros, con auras completamente opuestas.

-Lamento la interrupción. - Continuó con su tono monotono habitual que le hacía parecer totalmente aburrido de la vida- Necesito un poco de ayuda. ¿Eres manager?- Preguntó intentando asegurarse antes de explicar su situación.

Su apariencia parecía corroborar una personalidad "fría" o por lo menos eso podía notar. -¡No! no hay problema...¿Gusta sentarse?- Le indiqué con mi mano el asiento que estaba en frente de mi escritorio.
-¡Disculpe! Esto es un desastre. Recién llegué- Traté de hacer más tranquilo el ambiente antes de contestar a la pregunta del chico. -¿Manager? Sí, sí lo soy. ¿En qué necesitas que te ayude?
Moví la caja que bloqueaba mi vista del muchacho y la coloqué en el suelo para dirigirme a él esperando que me comentara su problema.

El nipón apenas asintió con la cabeza ante la correcta invitación a tomar asiento. Lo hizo aunque bien sabía que su estadía en la pequeña oficina no sería por demasiado tiempo. Inhaló profundamente antes de disponerse a hablar, corriendo parte de su flequillo del rostro. Todavía no se acostumbraba a llevar el cabello un tanto más corto.

-No importa realmente. Solo venía a solicitar un poco de ayuda. -Se explicó sin dar muchos rodeos, y es que en sí esa era la escencia del tuerto, ser directo. De todos modos no tenía razones ni intenciones de realizar vida social o entablar ninguna amistad, en verda, ninguna relación en particular. Solo necesitaba información y eso es lo que pediría.- ¿Conoces a Kiritsugu? También es manager de este lugar, de hecho, es mi Manager. Soy vocalista y acabo de comenzar en este sitio. Tengo una presentación al final de esta semana y luego de que este sujeto me mandara a mejorar mi imagen, no se ha vuelto a contactar conmigo, no logro ubicarlo y hay cosas que no se cómo o de qué van en este lugar.- El tuerto frunció el ceño, en un claro, pero moderado, signo de frustración. En su cuadrada estructura competitiva, no concebía tal descuido por parte de su representante. ¿Qué le hacía pensar que un amateur podía armar su propio debut por si solo?

-Seré sincero, odio ser mediocre y conozco mis debilidades musicales. Necesito ensayar y aprender algunas cosas en menos de cinco días y al menos necesito entender como y cuando puedo ocupar una sala de ensayo, a quién puedo o no molesta y las cosas básicas. Los métodos que tienen aquí, para hacer todo, distan bastante de los de mi país natal.- Explicó con la mirada clavada en los ojos ajenos.

Me senté a escuchar cuál era su problema y sólo asentía con la cabeza mientras me explicaba. Problemas con su manager ¡Era una lástima que él anduviera desaparecido a poco tiempo de su presentación! -Lamento tener que escuchar eso. Por desgracia soy nuevo aquí y no conozco a la mayoría de los managers del Sello. El Señor Kiritsugu es uno de ellos, pero si lo encuentro le avisaré- Nuestro trabajo es ayudar a los artistas, no perjudicarlos.
-Ahora, con lo de las salas de ensayo...- Cambié de un tono serio a uno más tranquilo que le indicara que no tendría problemas con eso. -...si mal no recuerdo, como cantante miembro del Sello usted tiene derecho a usar las instalaciones, siempre y cuando estén disponibles y avise que estará usándolas- Eso era lo que recordaba, que no estaba erróneo.
-Si quiere puedo ayudarle a apartar una sala.

El tuerto asintió sintiendose al menos un poco más resguardado al otro estar dispuesto a darle una mano con el asunto. No era que no pudiera arreglárselas solo, pero no era lo más eficiente en un lugar donde eres nuevo y además las secretarias y recepcionistas parecen tenerte un tanto de recelo. Y frente a ello no había mucho que hacer, la amabilidad y la empatía no eran mi fuerte en absoluto y con mi apariencia, Koizumi-san había hecho todo lo posible con ella.

-Sí, lo agradecería. Además me gustaría saber quién pudiese enseñarme algunas cosas básicas de música. Se que ese ya no es trabajo de un manager, pero tal vez aquí haya alguien que pueda ayudarme con eso y no sería necesario buscar un profesor o algo así por fuera. -No le avergonzaba para nada decir que no sabía leer una partitura, que tampoco sabía lo que era vocalizar o de qué iban las armonías. Como cantaba y las cosas que componía eran unicamente en base a su oído y a un talento natural que al menos, parecía haber agradado a los jueces aunque no era nada del otro mundo.

Creo que ya veía por dónde iba la situación: tenía enfrente de mí a una gran estrella, pero con los conocimientos "básicos" de gente que ha estudiado música. O por lo menos eso es lo que estaba viendo. Por suerte, el joven de notable apariencia frente a mí estaba en presencia de un maestro de música con "años" de práctica.
-Bueno, usted tiene suerte: También estaré dando clases en la Escuela Musette. Claro que soy más profesor de piano, pero tengo algunos conocimientos básicos. Si eso es lo que está buscando, claro- Me recargué en mi silla esperando la respuesta del joven. Al parecer tenía mucho que ensayar.

- En verdad no tengo practicamente ningún conocimiento de música. Nunca he estudiado nada ak respecto.- Aclaró el tuerto en el momento de escuchar la amable resolución que el rubio estaba dándole a su problema.

-Por eso es que busco aprender. Si entré a este lugar por algún talento, no pretendo que solo eso me mantenga aquí. Además detesto depender de otros por mucho tiempo, detestaría hacerlo con mis canciones, así que si necesito ayuda para evitar que alguien meta las manos en eso, la pediré. -Inclinó la cabeza levemente simulando una muy sutil reverencia como solicitud y a la vez agradecimiento por su disposición.- Aunque desconozco si siendo un vocalista en el sello puedo asistir a las clases de las escuela, después de todo, disto un poco de ser un alumno como tal.- Y en cierta medida, no se le hacía buena idea ir a meterse entre los muchachitos que ahí estudiaban. Era como volver a sus días de escuela y eso, evidentemente no le gutaba.

Me crucé de brazos al escucharlo. Algunas cosas sí podía ayudarle, que generalmente eran los conocimientos básicos, comentario que previamente mencioné, pero al parecer iba a requerir un tutor especial para esto.
-Ya veo...Por desgracia dudo que pueda asistir a las clases de Musette, ya que estas son exclusivas para los alumnos de ahí, pero...Creo que no será difícil encontrarle un tutor que le ayude. Con gusto yo lo haría, pero tengo que encargarme al 100% de mis clases y a la joven estrella que estoy asesorando, y mi experiencia no me hace una persona calificada para enseñarle todo lo que usted requiere; necesita a alguien más...completo. ¿Puedo buscarle uno entonces? Coloqué mis manos con los dedos entrelazados en la mesa en lo que el joven me daba su respuesta. Eso era lo único que podía hacer

El tuerto desvió la mirada un momento, recorriendo la oficina del sujeto. Una señal sutil para expresar que tampoco era su idea que él se hiciera cargo. Por asunto quizás de empatía o simplemente de piel, no consideraba que ellos dos se pudieran llevar, pero sí que le podría ayudar a encontrar a alguien y a saber más del sello en sí.

-Por supuesto. Lo agradecería bastante. -Admitió el japonés mientras volvía la mirada hacia el rubio que le miraba desde su escritorio con las manos entrelazadas, como si analizara hasta cierto punto a quién tenía en frente. - Con eso es suficiente.- Si el menor era sincero, no iba a negar que la respuesta ajena ni siquiera le había sorprendido. Era casi un hecho de que la escuela no sería de ayuda y tampoco era una opción para Eiji. Ahora, de alguna manera u otra le intrigaba de donde y a quién sacaría el mayor como su "tutor" en todo esto. A su juicio, era un tema complicado.- ¿Cuando cree poder encontrar a alguien? La verdad es que lo necesito con cierta urgencia. - Admitió sin vergüenza de su inexperiencia.

-Veamos...- Me quedé pensativo mirando fijamente a un lugar, pero sin observar nada en específico. -Debido a que te queda poco tiempo, creo que lo mejor sería que vaya buscando uno a la voz de "ya" y encontrarlo a más tardar mañana...Aunque si es hoy mucho mejor- Podría buscar en las oficinas de cualquiera de mis compañeros del Sello, incluso podría ir a la Escuela Musette y preguntar allá, pero sí tenía que apresurarme porque también tendré que ir preparando otras cosas.
Voltee a ver al joven. -¿Es posible que te des una vuelta más tarde o mañana?- Espero y no interrumpa su tiempo.

- Debo volver aquí durante toda la semana, tengo ensayos y pruebas de vestuario. Vendré, sin dudas. - Aseguró el nipón mientras se acercaba un poco más al escritorio, aunque no lo expresara del todo, Eiji sí agradecía la ayuda y disposición profesional del hombre que tenía en frente en esos momentos. -Muchas gracias por ayudarme. - Acompañó sus palabras con una leve inclinación, una reverencia que en sus costumbres debía realizarse sí o sí en momentos como ese. No importaba qué tan apático pudieras ser, la educación siempre era lo primero.

- ¿Está bien a eso de las 12 del día?- Prefirió preguntar y es que ignoraba completamente el horario y disposición del otro.

Bueno, el horario del joven me daba la oportunidad de informarle si encontraba algún tutor lo antes posible. Ya sólo quedaba el problema de encontrar uno. -Jaja ¡No me lo agradezcas! Es mi deber ayudar a los artistas de aquí- También ayudar a las personas en general, pero eso se escucharía un poco extraño.
Le sonreí ante su agradecimiento, y luego respondí su pregunta. -Tal vez las cosas en la escuela me retrasen un poco, pero a partir de las 12 me puede esperar. No tardaría mucho- Por suerte aun mis clases no empezaban.