Una extraña relación (Priv. Dominik)

Me acomodé en la cama para empezar a escucharle.

- Como te comenté, mi trabajo de sonidista es solo una tapadera, sí me dedico a eso en esta ciudad, pero lo que realmente me trajo a este lugar fue mi ocupación de asesino... Dominik, mi trabajo es hacer desaparecer gente...

Al oír lo último, un frío paso por mi espalda, pequeños flashbacks de mi pasado fueron pasando sin pudor, mi memoria me jugaba mala pasada, al hacerme recordar todo ese dolor.
Mi familia fue desaparecida, aproposito.
Algo en mi sintió mucha rabia, odio, todo en mi se sintió mal, mis pensamientos, mi ambiente, emociones. Creo haber sentido mucho rencor hacia el chico, por gente a la cual trabaja mi familia murió, o almenos eso es lo que yo supe por mi "Abuelo"
Yo solo supe que fueron asesinados a sangre fría, fui testigo de todo eso, solo ví sangre, no recuerdo más, quienes eran todos en mi familia, no lo recuerdo. Solo siento mucho dolor en mi pecho al recordar esas cosas. Mi pasado sigue borroso, eso no quita mis fuertes emociones al respecto.

No había percatado que el chico cambio, se sentía inseguro, lo sentía en la atmósfera, estaba vulnerable y yo por mi parte, me sentía poseído por la rabia, no entendía nada, me volví a sentir mal. No lo suficiente como para desplomarme. Tomé aire, necesitaba calmarme.

- Dominik, dime algo... Lo que sea.

El chico volvió hablar, nuestras miradas se unieron nuevamente y yo solo me quebré, mucha tristeza llegó de golpe, un fuerte dolor en el pecho y un nudo en la garganta fue lo que sentía en ese momento, lágrimas cayeron por mi rostro sin que me diera cuenta. Este chico solo revuelve mis memorias y hace que pierda el control de mi. Odio perder el control, me sentía perdido y lo único que salió de mi boca fue...

- No... No fuiste tú... ¿Cierto?

No esperé respuesta alguna y comencé a llorar, tapé mi rostro con mis manos, me sentia avergonzado por lo vulnerable que me encontraba sin contar que me dolía, dolía mucho, casi como si me estuviera quemando por dentro, no entendía para nada lo que sentía solo sabía que me sentía solo. No quería más, es una situación muy incómoda la cual no sabía como controlar y volver todo a la normalidad, quería escuchar más sobre el, pero no sabía que iba a descubrir ni como reaccionaré.

-" No... No fuiste tú... ¿Cierto?"

Iba a decirle que no entendía muy bien a que se refería, pero al momento de que iba a soltar una palabra, vi como el chico se quebraba en lagrimas, mi corazón dio un vuelco y sentí un dolor horrible en el pecho, yo, una persona que asesina a sangre fría, siente dolor por las lagrimas que derramaba un chico que solo conoció hace muchas horas....

-Dominik...-trate de acercarme, pero no sabia que hacer en realidad, ¿estaba bien que lo tocara en ese estado? quizá me odie, quizás ya no quiere verme más,¿ y que fue eso a lo que se refería, sí había sido yo? solo podía pensar en lo peor de esa pregunta y la verdad me daba miedo preguntar...no sabía el por que pero no quería que el chico me odiara, pero creo que eso ya es demasiado tarde...

-Ey por favor no llores, ven aquí.-opte por tocarlo, si el en algún momento me rechazara pues me alejare sin decir nada, esta en su derecho que unas manos que solo llevan sangre no lo tocasen.

Mis manos llegaron a su rostro y lo levante un poco, sus ojos eran más claros de lo normal, quizá producto de tantas lagrimas.-mira que cara fea haces.-trate de tirar una broma pero supongo que no es la mejor opción, sus lagrimas no dejaban de salir, su respiración ya era extraña y preocupante, no sabia que hacer ni decir, pero la única forma que se me ocurre para hacerlo volver en sí es una, que puede terminar muy bien o muy mal, pero en esta situación creo que pensarlo demasiado esta de más.-perdóname, pero necesito que vuelvas en sí, respira Dominik.- y lo bese...

- Ey por favor no llores, ven aquí.

Fue lo único que oí, solo sentía en mi corazón dolor, me costaba regular mi respiración y no paraba de llorar, que horrible, no lloraba así de hace mucho tiempo. Solo brotaban lagrimas sin parar, ya sentía cero control de mi. lo cual puede llegar a ser peligroso...
Sentí unas cálidas manos en mi rostro, era Dandelion, este sostuvo mi rostro.  

- Mira que cara fea haces.

Quería reír pero no podía, la pena era más fuerte, baje mi mirada y sentía las cálidas gotas cayendo por mi cara.

- Perdóname, pero necesito que vuelvas en sí, respira Dominik.

No entendía a que se refería, no me percate que tenia el chico muy cerca hasta que sentí algo cálido en mis labios, un beso, que diablos hace este idiota, mi reacción fuer empujarle y sentí un calor pasar por mi estomago hacia arriba.

- ¿Por que haces eso? ¿crees que puedes aprovecharte de mi vulnerabilidad? Eres un idiota.

Sentía como el enojo anterior volvía de golpe, no entendía a este chico, es la persona menos predecible que he conocido... O solo me encuentra volando bajo. Odiaba que me usaran o que creyeran que pueden lograrlo, no estoy en mis casillas en estos momentos como para que este chico.
No entendía que sentía, toque mis labios con mis dedos, me quedé mirando un punto fijo y sentía como se revolvía mi estomago recordando ese beso.

- Eres un idiota...

Volví a repetir en voz baja sin hacer ningún contacto visual con el más alto.

no voy a negar que me sorprendió la rápida reacción, después de todo como era que estaba pensé que era imposible que reaccionara.
-"Eres un idiota."-cuando lo escuche hablarme así una pequeña sonrisa apareció en mi rostro, me calme por completo.

-Ese es el chico que conozco.-no pude dejar de sonreír, salió mejor de lo que esperaba, después de todo volvió en sí sin ningún inconveniente.

-y no me malinterpretes, jamás me aprovecharía de ti de esa manera, no soy esa clase de personas, espero no te lo tomes así.-comencé a caminar nuevamente hacia él.-¿tanto lo odiaste?

No es como si nunca hubiera besado a alguien, pero si es verdad que no han sido demasiadas personas, las relaciones eran una molestia porque trabajaba, más que una molestia las personas que alguna vez intentaron algo fueron problemáticas, odio los problemas...

Él chico solo se encontraba allí frotando sus labios, susurro algo para el mismo que no alcance a oír, supongo que de verdad le molesto, no quería que se sintiera incomodo...

- ¿Tanto lo odiaste?

Era un maldito idiota, solo me hacia molestar más, lo peor es que al menos de lo que yo recuerdo de mi vida no he tenido contacto cercano a otra persona de esa índole, si el lo sabría se burlaría de mi. Que molesto.

- Que se supone que tienes en mente besando a un desconocido, ¿Eh?

Me había acercado a él, nuevamente la distancia de nuestro rostros se acorto, no estaba pensando claramente, solo quería encararle y exponer sus pensamientos. Tome su muñeca y la sostuve fuertemente, mi fuerza natural se iba exponiendo.

- Aparte aún no cuentas todo, así que habla. Espero que sueltes más ahora por lo que acabas de hacer, es lo mínimo que espero de ti.

Le miraba seriamente, intentaba ocultar mi enojo hacia él, ya perdí el control y mostré algo que quizás no le tomo importancia o no se percató del todo, lo cual me hace estar aún más en peligro. No quería que supiera mi origen, es algo que he tratado de ocultar siempre, todo por mi seguridad... Si no quiero que alguien me encuentre...
Tampoco siento que sea muy peligroso su tema de trabajo, he estado en peligro toda mi vida, así que no sienta que me vaya a suceder algo, aparte presentía el poder de el más alto, sabia que era fuerte.

Me acababa de insultar nuevamente, cuando estaba a punto de decir algo, el chico ya había acortado nuevamente la distancia y me había agarrado la muñeca, me dispuse a moverla pero no pude, note cuanta fuerza tenia, no era normal, dudaba si seria capaz de salir de ese agarre la verdad...

-Así que quieres saber más, ya no se si seas capaz de soportarlo, pero si te da otra crisis no me importaría besarte de nuevose lo dije en la oreja, estábamos lo suficientemente cerca para moverme un poco hacia delante y quedar junto a su oreja.

me separe un poco de él y decidí hablar.- hace un par de años aparecí en un bosque lejano, un lugar difícil de llegar, conocí a un chico, casí me mata la verdad, me defendí como pude, cuando casi lo mato me dijo que si quería ser parte de su grupo y termine en la organización, llevo alrededor de 6 años con ellos...  -miraba un punto fijo, cerca de su barbilla y cuello.-ellos también han intentado ayudarme a encontrar mi origen y que soy, pero no hemos tenido éxito...llegue a esta ciudad buscando un objetivo, por eso esta la cubierta de ser sonidista y eso seria todo la verdad...no es mucho, ¿me puedes soltar? -no quería hacer fuerza, pero ya se me dormía el brazo por su agarre.

-¿Y bien, que piensas de esto, es lo que esperabas?.-por fin levante la mirada para quedar cara a cara, mirándonos a los ojos.

- Así que quieres saber más, ya no se si seas capaz de soportarlo, pero si te da otra crisis no me importaría besarte de nuevo

Lo fulmine con mi mirada, no puedo caer al mismo nivel de alguien que besa a un desconocido como si nada, no caeré en el juego. solo seguí en lo mío y proseguí a escuchar atentamente las palabras de su relato.

- … llevo alrededor de 6 años con ellos...

Eso era lo que me importaba, no se exactamente la fecha de mis cosas, pero estoy casi seguro de que no coincide conmigo, o la verdad eso espero. Después de eso me calme un poco, no importaba que fuera un asesino la verdad, me daba igual, con tal de que no fuera mi familia a quien asesino... y no tengo la guardia baja en el general de mi día, sin contar con hoy, obviamente. Así que no hay problema supongo...

- Ellos también han intentado ayudarme a encontrar mi origen y que soy, pero no hemos tenido éxito...llegue a esta ciudad buscando un objetivo, por eso esta la cubierta de ser sonidista y eso seria todo la verdad... no es mucho, ¿Me puedes soltar?

Sentí lastima por él, eso significa que esta solo, igual que yo, ese tipo de gente no es una buena compañía para nada, "Quédate esta noche" sonaron en mi cabeza esas palabras del chico, esta todo bien, tengo que calmarme.
Al oír las ultimas palabras me percaté que seguía agarrando su muñeca, al darme cuenta de esto solté automáticamente su muñeca, para luego tomarla con cuidado, estaba muy roja.

- Lo siento mucho, yo... no me di cuenta.

- ¿Y bien, que piensas de esto, es lo que esperabas?

- Si y no, solo eres un perro... Eso no me lo esperaba, al menos esperaba que trabajara solo y por cuenta propia, no por una organización.

Bromee con el y me reí, reí mucho, no era tan chistoso lo que dije, pero algo en mi solo quería soltarse emocionalmente con la risa.
Quería que todo siguiera como el comienzo, no quería cambiar nada, de todas formas solo somos nosotros dos, no tenemos a nadie, al saber eso mis ganas de quedarme y compartir juntos crecieron bastante.

¿Me acababa de llamar perro?
-Se que es una organización pero solemos aceptar los trabajos que queremos, pocas veces nos dan ordenes, en mis años allí nunca me han ordenado...-tome mi brazo que ya se encontraba libre y me lo frote un poco, no dolía, pero odiaba el hormigueo que da cuando se duerme una extremidad.

Me encamine a la salida de la habitación-¿Quieres tomar un café? se nos va a hacer larga esta noche, solo falta que tú me cuentes tu historia ¿no?.-le sonreí-no te me escapas-lo espere en la puerta para ver si me seguía o debía ir por el y tomarlo como cuando me lo traje a arrastras.

Ya no quería estar más parado en medio de la oscura habitación, solo con la pequeña luz de noche encendida, estar solo en un lugar me ponía muy ansioso.-también te puedo mostrar la arma que más frecuento-no se si le interesaba saber de mi trabajo pero no me importaba contarle, ya sabia todo de mi, o por lo menos lo que yo se de mi mismo.

- ¿Quieres tomar un café? se nos va a hacer larga esta noche, solo falta que tú me cuentes tu historia ¿No?
No te me escapas

Oh... ya había olvidado esa parte. Bueno tengo que contar algo sobre mi pasado, no puedo revelar todo ya que puede ser peligroso para mi mismo... solo saltaré algunas cosas de mi historia, tampoco es como que recuerde todo... yo se que algo falta en mis memorias, en fin...

- Si, si quiero, más te vale tener buen café y si como diga señor Dandelion, le contaré mi historia...

Le saqué la lengua en forma burlesca, no me gusta que me manden, yo quería contar mi parte a mi ritmo, pero ya que, si estamos en esta situación ya no queda de otra, de esa forma también me quito en peso de encima.

- También te puedo mostrar la arma que más frecuento.

Suena tentador pero al mismo tiempo le tengo un rechazo grande a las armas de fuego... me traen malos recuerdos, pero la curiosidad de ver una de esas tan cerca es más grande en estos momentos.

- ¿En serio tienes eso aquí? ¿No te traería problemas si un día de estos un policía llega a tu casa? eres ya bastante sospechoso con tu apariencia de vagabundo descuidado.

Rei fuertemente, quería saber cual era su reacción a mi intento de molestarle, la verdad disfrutaba mucho joder al pelinegro.

-Entonces sígueme, lo mejor en esta casa es, el helado y el café.-Camine por la puerta cuando escuche lo de si me atrapaba algún policía y lo de vagabundo, suspire, no  me veo como vagabundo...

-No tengo todas mis armas aquí, solo algunas y créeme que jamás sospecharían de este vagabundo, ahora ven y siéntate.-me dispuse a caminar a la cocina, me agache y abrí un estante donde guardaba el café en grano ya molido, olía perfecto, me levante y comencé a colocarlo en la maquina, mientras se preparaba mire en la dirección del pelinegro.

Resople ante su respuesta, que aburrido es, de repente es como un abuelo. No importa. Me dediqué a ir hasta donde el, me senté en una silla cercana a la cocina y me quedé sentado mirando dirección donde estaba, observé su cocina, estaba todo casi perfecto, esta como nuevo, mire su cafetera... Así que si tiene buen gusto, que bueno ya que por mi lado, no me gusta tomar café barato... Es una ofensa al café real en grano.

- Bonita casa, por cierto, ¿Llevas mucho tiempo aquí?

Mire al chico sin percatar que este ya miraba mi dirección, reí por lo bajo

- Oye si me miras tanto me puedo desgastar, se que te parezco lindo pero no abuses

Trate de bromearle nuevamente, esperando alguna respuesta de su parte.

Al escucharlo hablar solo provoco un tick en mi ceja.-Cuando estas callado de verdad eres lindo, pero al abrir aaaah~.-suspire y me di la vuelta para poder echar el café en las tazas que tenia, eran de panda, mi animal favorito.

-Ten.-coloque el café frente a el y me sente en la silla que estaba de mi lado en la isla de la cocina.-No llevo mucho tiempo en este lugar...¿alrededor de un mes y medio quizás?.-tome del café, no estaba nada mal, llevaba mucho tiempo sin sentarme así a disfrutar un café, en mi departamento al menos.

-Y bien chico que se desgasta, toma asiento, te toca hablar de ti y de como llegaste a esta ciudad de los sueños.-lo mire y apoye mi brazo en la mesa para luego apoyar mi cabeza y lo quede mirando para ver si se animaba a contarme

Al ver los cafés listos en la mesa, me levanté y me fui a sentar al lado del chico, servi algo de azúcar a mi café y suspiré.

- No le he contado esto a nadie la verdad, es raro hablarlo, pero no me queda de otra.

Rasque incómodo mi nuca y evite el contacto visual con el chico, di otro suspiro y dirigí nuevamente mi mirada a este para comenzar a contar mi llegada a la ciudad.

- Mmm la verdad no estoy seguro, osea... Lo que pasa es que mi memoria está fragmentada, entonces recuerdo cosas y están inconclusas. O hay veces que solo veo imágenes borrosas, nada está muy sólido la verdad. Casi no tengo ningún recuerdo completo sobre las cosas.
De lo que te puedo contar es que si recuerdo sentimientos, lo que sentí al llegar aquí era un gran miedo, no entendía mucho el mundo urbano, siempre viví alejado, sobre todo de las multitudes... Cuando murió mi "abuelo"  no tenía nada, no tenia a quien cuidar, a quien querer, ví todo oscuro. Mi vida no tenía sentido alguno, así que supongo que llegué perdido y al mismo tiempo sabiendo dónde iba, ya que mi pasión por la música siempre fue grande.
Siempre tuve colapsos emocionales y la música era lo único que me calmaba, mi abuelo me enseñó mucha música, incluso a tocar algunos instrumentos, así que sea como llegué aquí creo que fue por obra del destino...

Al hablar esto en voz alta la verdad me generaba mucha vergüenza, había apartado la mirada hace ya un tiempo mientras relataba mi historia, jugaba con mis manos mientras tanto. Todo esto nunca lo había hablado en voz alta... Lllevaba tiempo vagando solo y no suelo iniciar conversación. Como mucho hablaba con ciertas personas al momento de ir a comprar y cosas por el estilo,  así que ahí estaba avergonzado, decidí tomar un sorbo de café al terminar de hablar. Definitivamente estaba rico el café, lo agradezco enormemente.

Escuche atento toda su historia, veía muy concentrado cada una de sus acciones, se notaba nervioso, jugaba mucho con sus manos, al terminar de contar sobre su vida, note que se parecía demasiado a la mía, como era posible que dos almas en este inmenso mundo con el mismo problema se encontraran en esta gran ciudad...era extraño, ¿podrá ser el destino como decía el pelinegro? eso no lo sabía, pero lo que sí sabia era que el chico había estado tan solo como yo, empatice con lo que me decía y por instinto puse mi mano en su cabeza, la acaricie y la atraje hasta que quedo cerca de mi.-lo hiciste bien, soportaste bastante, ya no estás solo...

No sabía que expresión hacia o si le molestaba mi actitud o no, pero eso fue lo que me nació hacer con el chico, algo en mi decía que necesitaba más que simple compañía o alguien que lo escuchara. -no soy mucho, pero puedes quedarte el tiempo que quieras, si no tienes donde ir, puedes volver este lugar tú hogar....-volví a acariciar su cabeza, revolviendo su cabello y lo solté, no quería que se malinterpretara el pequeño gesto de cariño que le di.

- Lo hiciste bien, soportaste bastante, ya no estás solo...

Esas palabras me golpearon muy fuerte, fue mi lado más personal y que más dolía, aguanté mis ganas de llorar así mismo  me dejé acariciar por el chico. Me sentía esperanzado, vulnerable y no sabia muy bien como actuar, sentía un mar de emociones en ese mismo momento.

- No soy mucho, pero puedes quedarte el tiempo que quieras, si no tienes donde ir, puedes volver este lugar tú hogar...

No entendía como este chico que acababa de conocer estaba siendo exactamente lo que más necesitaba en la vida, era casi irreal, el no sabia nada de mi y abría las puertas de su hogar como si nada, odiaba eso pero me hacia sentir tan especial, sabia que en el fondo el es de esas personas que no entrega todo así como así, pero no quería engañarme a mi mismo y sobre confiar en el, aún no siento que sea alguien que deba de confiar como si nada, así va mi conflicto interno con el más alto, pero solo sé que no debía de ser mal agradecido y sabia que dentro de mi estaba muy emocionado, feliz, eufórico, no sabría explicar más sobre como me sentía pero algo en mi estaba muy ansioso y alegre por esto.
No me había percatado que seguía sin hablar, algo avergonzado jale del brazo contrario, acercando así su cuerpo al mío y le abrace suavemente.

- Gracias...