[Mansión Courtois] Secuestros al atardecer (Antoinette)

Esperaba una respuesta así de si parte, no imaginaba otra respuesta por parte de el mejor dicho; así que solo asentí con tranquilidad.

- No te preocupes, es entendíble, y tal vez sea yo la que deba pedirte una disculpa... Fue imprudente de mi parte

Dije con calma y bajando un poco la cabeza, como haciendo una reverencia de disculpa.
Cada palabra de Yuli tenía sentido y era respetable, aunque sentí como algo de movió en mi corazón al oír el querer refugiarse en mi persona... Me sentía conmovida o... Algo más?

Yuli...

Lo llame con un dulce voz que no reflejaba ningún tipo de enojo o regaño, para posteriormente extender mis brazos, invitándolo a acercarse

Puedes refugiarte en mi todo lo que quieras...


Porque a pesar de todo, tener a Yuli cerca era extrañamente cómodo, me sentía tan extraña y relajada a su lado... Que aveces me daba miedo que tanto más podía bajar mis muros por aquel ser.


Conmigo... No debes sentir algún tipo de culpa o remordimiento de tus actos...

Su voz pronunciando mi nombre se sentía suave, de cierta forma como un consuelo, un tono que estaba lleno de empatía y contención. Sus brazos se extendieron hacia mi y sin si quiera procesarlo, mi cuerpo se movió hacia ella, buscando aquel refugio anhelado entre sus brazos.

Su aroma, su presencia, su simple humanidad me transmitían la paz que creí perdida en mi soledad. Era todo lo contrario a un ser como yo. Y a veces intentaba racionalizar el pensamiento, entendiendo qué es lo que me resultaba atractivo y conmovedor en aquella humana de 17 años, pero a veces simplemente quería hundirme en la comodidad de su consuelo y alimentarme de aquel consuelo tangible, cálido.

"- Es fácil decirlo, pero cada acción siempre tiene su consecuencia y no me perdonaría hacer algo que luego no pueda remediar.-" Me enterré en sus brazos, como si fuera apenas un chiquillo.

Y ya no sabía si mis acciones y consideraciones eran cordialidad, respeto o mera cobardía, pero estaba seguro que en mi estado actual yo sería incapaz de tomar iniciativas o cualquier acción imprudente con Antoinette, independiente de cuales fueran mis necesidades, deseos y mas oscuros impulsos.

Apenas estuvo en mis brazos lo estreche con fuerza medida, lo suficientemente suave para su comodidad, pero lo suficientemente fuerte para contener cualquier cosa.
Acaricie su cabello con delicadeza, dándome el pequeño gusto de entrelazar mis dedos en aquellas suaves hebras, tuve un pequeño flash back de lo que había ocurrido en mi cuarto hacia unos días... Donde me di el gusto de acariciar la suave piel de su rostro y apreciar sus hermosos ojos de cerca... De manera tna íntima pero no explícito.


He... Lo dice alguien que se atrevió a robarse mi primer beso

Dije un leve tono de burla, sin dejar mimsrmoncual niño pequeño, pero sabiendo a conciencia de que lo que tenia en mis brazos era un vampiro de varios años de edad...

Yuli....dejame estar contigo todo el tiempo que me sea posible...

Digo en un dulce suspiro sin dejar de abrazarlo y dejar que se refugie en mi, se sentía frío... Su piel se sentía fría y me angustiaba su estado.
Aunque a pesar de todo... Mi corazón latía con fuerza, quería evitarlo para no incomodar a Yuli... Pero a pesar de mi fuerte carácter.. No dejaba ser una humana joven...

Dime que quieres hacer... Quiero aliviar tu dolor auqbe sea un poco... Me lo permites?

Esta vez no lloré, simplemente me dejé hundir en sus brazos y en su calor. En el sonido rítmico que imponían los latidos de su corazón. Y me sentí como un animal pequeño entre sus manos que me acariciaban. Y reí por su comentario.

"-Es que de eso no me arrepentiría jamás. -" Declaré con una voz un tanto infantil, siguiendo su leve tono burlesco.

Hubo un momento de silencio, donde solo se escuchaba el roce de su mano sobre mi cabeza. Luego vino su pregunta.

"- Claro que lo permitiría, pero ahora mismo el problema es que no tengo idea qué quiero hacer o como aliviar todo esto. ¿Debería simplemente rendirme y arrastrarte conmigo? ¿Debería dormir por un tiempo? ¿Debería jugar a la fantasía de ser un humano y relacionarme contigo como lo haría si fuera de tu misma especie, de tu misma edad? No lo sé...-" suspiré pesadamente y abracé su cintura caprichosamente, como para demostrar que no tenía ninguna intención de separar ese abrazo.

"-Por ahora solo quiero cambiarme de casa... Esta se me hace muy deprimente.-"

Su respuesta a mi acusasion por el beso me provocó un poco de ternura, así que no detuve mis caricias en su cabeza. 
Ante su seguidilla de dudas y esa necesidad de aferrarse más a mi cuerpo, buscando refugio, solo suspire... Pero no de cansancio, si no como relajándome y dejándome llevar por el momento. 

Yuli... 

Le llame de manera suave para que me mirada, apenas pude captar su atención tome su rostro entre mis manos... Estábamos solos, nadie más interrumpiria nada, nadie tenía porque ver esta face mía más que el y solo el.

Mi Yuli.... 

Me atreví a decir sin dejar de mirarlo a los ojos y acaricias sus pálidas y frías mejillas suavemente y empecé...
Primero depositando un beso en su frente, seguí por sus mejillas y la punta de su nariz... Luego seguí con la comisura de sus labios y me detuve a milímetro de tocar su boca.... Dude... Sería lo correcto?... Pero, realmente quería hacerlo, aceptaría las consecuencias.

Sin seguir dudando lo bese en los labios de manera suave, nada intenso, era una inexperta total así que quería tantear el terreno...

Me tomó por sorpresa. En ningún momento por mi mente cruzó el pensamiento de que Antoinette sería capaz de robarme un beso, por lo que me tomó unos instantes poder reaccionar.

Por supuesto, no la rechacé. La suavidad de sus labios era la misma de cada tacto que tenía conmigo, como si más que un vampiro inmortal, fuera una criatura frágil. Y era extraño, porque probablemente de cualquier otro ser una acción como esa me ofendería, mas no ocurría cuando era ella.

Devolví su beso, lento, cuidando que mis colmillos no le hicieran daño. Y aunque mi cuerpo no había consumido ni una gota de sangre, sentí el calor en mi rostro. ¿Serían sus mejillas las encendidas?

"- ¿Qué es lo que quieres tú...? -" Me separé apenas un poco para susurrar. "- ¿Por qué no temes todo lo que puedo hacer...? ¿Cuánto tentarás tu suerte?-" Lamí sus labios, más atrevidamente, como una advertencia o como probando su disposición. Aunque su beso fuera más inexperto y torpe, no me costaba mucho tomar el control de la situación.

Era extraño, si, se me complicaba un poco, no estaba segura de como debía mover mis labios o que intensidad, pero Yuli era cuidadoso hasta ahora. 
Sentía mi pecho vibrar debido a lo acelerado de mi corazón, tampoco pude pasar desapercido el calor que tomaron mis mejillas ante tal situación... Jamás imagine estar en algo así con alguien y menos con un vampiro.

Al separe un poco pude liberar un suspiro, mi respiración estaba algo agitada por toda la conmoción en mi interior, no aparte la mirada de los ojso de Yuli... Y mi cuerpo se estremecio cuando sentí su lengua en mis labios. 

Yo... 

Me tomo recomponer mis pensamientos, todo era tan intenso para mi corazón que mantuve silencio unos segundos antes de poder centrarme.
Una de mis manos viajo de su rostro a su nuca para retenerlo allí mientras la la obras acaricio su mejilla, mis ojos se mantuvieron firmes a pesar de que mis mejillas ardían

Quiero seguir tentando a mi suerte.... No me importa.... Y tu?

Lo mire decidida, no queriendo que esto se corte... No me importaba nada más... Eramos el y yo... Nadie más en ese momento... Solo nosotros dos, qué tenga lo que tenga que pasar.

Pensé que mis palabras quizás no serían suficiente para intimidarla, pero al menos sí harían que se replanteara sus riesgos, sin embargo, no hubo un instante de duda o reflexión.

No, era más bien que yo no quería asumir que Antoinette ya había pensado todo esto en su mente y estaba bastante decidida en sus acciones. Eso me asustaba. Pese a ser una humana joven, algo en su forma de ser, de expresarse, y en su mirada me decía que tal vez su alma no era precisamente tan nueva en este mundo. Probablemente los vampiros damos un aura similar, demasiado jóvenes por fuera, pero nuestra mente ya es vieja, ya no se guía por la impulsividad adolescente. Y yo dudaba si estaba quizás idealizando mucho a una muchacha o aquello que percibía si tenía, de alguna forma, el sentido que no le lograba encontrar.

Sus manos impidieron que escapara, me retuvieron frente a ella y mis labios temblaron ligeramente.

¿Y yo? ¿Qué quería hacer yo? ¿Qué debía hacer yo?

"-No olvides lo que acabas de decir...-" Susurré utilizando una voz mucho más sensual de la que solía ocupar al hablar con ella. "-No escucharé si luego pides que me detenga...-" Y esta vez mis labios buscaron la piel de su cuello, ahí depositaron un beso, luego otro y otro, dejando pequeñas marcas y mordiscos sin romper su piel, antes de que mi lengua trazara un camino sutil, pequeño y húmedo sobre su yugular. A la vez, una de mis manos buscó posesivamente su cintura, atrapando su figura tal y como ella había atrapado mi rostro.

Quizás si la asustaba un poco más, podría evitar que arruinase su vida al liarse con un vampiro.

Ya no quería ir marcha atrás, Yuli podría intentar todo lo que quisiera para  hacerme dudar de mi desicion, era una sensación extraña... Cada beso estremecía mi cuerpo y podía sentir como su lengua daba el toque final para enviar eléctricas a casa fibra de mi ser.
Suspiraba al inicio, podía sentía mis mejillas calentarse de golpe y mi corazón bombeando a una velocidad qué no recordaba que podía hacer...
Ante sus palabras y gestos solo me quedo hacer una única cosa:
Tome su rostro nuevamente y lo acerque la mio para que me vea fijamente a los ojos, y con vos firme y decidida, a pesar de mis mejillas rojas, le dije... 

-no intentes intimidarme porque no lo vas a lograr.... Quiero esto...

Sentencie para volver a besar sus labios de una manera más intensa qué mi primer intento, pasara lo que pasará esta noche.... No me ima a arrepentir.
Mis manos vagaron de sus mejillas a una yendo a su suave cabello y la otra a uno de su hombros para afirmar mi agarre hacia mi, al igual que el me tenía tomaba de la cintura.
Todo sin cortar contacto entre nuestras bocas.

"-A los ojos del mundo tu y yo apenas somos unos adolescentes, pero ¿Qué harías si esto se vuelve un escándalo? -" Continué presionándola, sin embargo el nuevo beso que silenció mis labios me confirmó que ya no había vuelta atrás.

Y me entregué a la impulsividad impropia de un ser de dos siglos como el que era. Dejé que el beso continuara y esta vez desplacé mi peso corporal sobre el suyo para arrinconarla donde estaba sentada. Mis cabellos cayeron por gravedad acariciando su rostro y una de mis manos bajó desde su cintura a su cadera. Mi mirada hambrienta se clavó en sus orbes doradas con un tinte más salvaje, menos humano, menos amable.

"-¿Deberíamos subir?-" Pregunté incrementando la tensión en el aire, mientras tomaba una de sus manos y depositaba sobre su dorso un beso cortés, pero que no era compensación suficiente para mi poco caballerosa insinuación. "-¿O prefieres simplemente que haga lo que quiera aquí en el sofá?-"

El ver que no se alejo, qué termino cediendo a toda la situación me provocaba... No exactamente alivio, pero si bastante satisfacción.

Aun estaba la sensación de que todo esto era irreal... Hace unos meses ni me imaginaba estar así, en una mansión oscura, a punto de ser "devorada" por aquel ser a quien me corazón decidió seguír.
Mi cuerpo reaccionaba ante las caricias y el beso qué se prolongo más que el anterior, su agarre firme en mi cadera y aquel caballeroso gesto.... En ese momento Yuli era todo lo que tenia y tendría mi atención.
Ante su pregunto oficialmente ya no habría marcha atrás, yo empecé yo y no iba a dar el brazo ante esta ardiente situación

-vamos arriba... Será más cómodo para ambos...

Dije en un suspiro lento pero claro, mi cuerpo ardía y se estremecía, si oodidris decirse que tenia algo d e nervios del siguiente paso, pero no una a volver, lo que ene se cuarto vaya a pasar.... Es bajo mi desicion de seguir.

Sin darle tiempo a ella para reaccionar y al igual como habíamos llegado en un principio a mi hogar, hice que mis poderes nos transportaran en un abrir y cerrar de ojos, con a penas una leve sensación de vértigo hacia la habitación que Antoinette ya había conocido, pero esta vez recostada sobre el suave colchón de mi cama.

Acaricié su rostro quitando algunos mechones de cabello hacia atrás para que no me estorbaran y atrapándola bajo el peso de mi cuerpo susurré.

"-Por favor no me odies...-" y ya sin tener más diálogos enterré mis colmillos en su cuello consciente de que la sensación traía una mezcla de dolor y placer a mis presas.

Sostuve su cuerpo firme contra la cama y bebí, bebí después de todo este tiempo de privarme y me volví adicto al sabor de su sangre, ese que ya conocía y que llevaba tentándome hace un tiempo. Una taza de té con una gota de su sangre no se comparaba al banquete actual que me estaba dando. Sentía como todo mi cuerpo despertaba junto al flujo de aquel elixir carmín. Mi temperatura aumentaba, también mis latidos y estos se fundían con el sonido de su pulso que retumbaba en mis oídos, primero acelerado, luego encontrando el compás del mío.

Me sentía extasiado, quizás no podría dejarla ir.

El vertigo no fue tanto como el de inicio de esa noche cuando llegamos a su mansión.
Apenas sentí la suavidad del colchón sentí mi cuerpo aprisionado bajo el peso de Yuli, sus delicadas manos moviendo los mechones de mi cabello con cuidado... Todo se sentía tan irreal, mi corazón latía demasiados rápido, no podía imaginar la expresión de mi rostro, tampoco me importaba ya que mi atención estaba en los hermosos ojos carmesí de Yuli.


Eh?


No llegue a reaccionar rápido cuando sentí la punzada de sus colmillos en mi cuello, al ser tan desprevenido emiti un leve quejido, ya que era la renta vez que Yuli mordia mi cuello... Era muy diferente a aquella primera vez que le ofrecí mi muñeca.
Mi respiración se agitó, pero todo empezó a relajarse a medida que una sensación nuevay caliente se apoderaba de mi cuerpo.
Al inicio salían algunos jadeos de mis labios mientras mis manos acariciaban y arañaban sobre la ropa la espalda de Yuli, hasta que un sonido nuevo escapo de mi boca, un gemido suave... Y no fue el único durante ese festín sangriento.

Apenas sentía los suaves rasguños en mi espalda, mis sentidos estaban completamente obliterados por el sabor de su sangre y probablemente no me hubiese detenido sino hasta sentir que sus latidos disminuían de no ser porque mucho antes llegó a mis oídos un sonido inesperado.

Los gemidos de Antoinette.

Retomé conciencia inmediata y me separé abruptamente de su cuello, observándola con mis mejillas encendidas y mis labios teñidos con su sangre. Yo también respiraba agitado y aunque pareciera que me había asustado, en verdad era simplemente sorpresa de haber sacado de sus labios tal sonido.

"-Lo siento... Me dejé llevar...-" susurré presionando con mi mano la herida en su cuello. Tenía que ayudarla a cicatrizar eso así que corté uno de mis dedos para dejar caer un par de gotas en la herida que pronto comenzó a cerrar. "-¿Estás bien?-" Desvié la mirada de manera un tanto hipócrita. Como si desde el inicio la invitación a mi habitación no hubiese tenido una doble lectura o doble intención.

Seducir criaturas como yo, incluso otros hombres me parecía mucho más fácil que llegar a este nivel de intimidad con una muchacha de 17 años.

En verdad ese no era el problema, sino que esa muchacha era Antoinette.

Qué patético me sentía.

Estaba empezando a sentir los efectos de la perdída de sangre... La sensación placentera qué producía la mordida de Yuli tapo por un momento los síntomas de mareo y cansancio por un momento.
Cuando se alejo de mi sentía mi respiración algo agitada y tenía los ojos cerrados para concentrarme en recuperarme de a poco, la cabeza me daba vueltas y sentía algo de frío, si el no se hubiera detenido a tiempo posiblemente esto sería un desastre.

-no.... No te preocupes...

Dije en un susurro apenas audible mientras mantenían la calma. Podía escuchar las disculpas de Yuli y el resto de las cosas que decía, apenas abrí lo ojos para ver la escena delante mio...
Un Yuli con sus labios llenos de mi sangre, agitado y con sus mejillas rojas... Eso fue motivo suficiente para reincorporarme un poco en mi posición, jalar lo del cuello de su camisa y estampar mis labios conté años suyos.
El sabor metálico de mi sanfre entre nuestras bocas era extraño pero podía sentir que su cuerpo estaba más cálido qué antes.

Estoy bien.... Solo dame un momento y podemos seguir...

Volví a decir en un susurro antes de arrastrarlo conmigo y abrazarlo contra mi cuerpo y acariciar su suave cabello mientras recuperaba mis fuerzas.