El gran día! (3 / 3 )

-Antes de pasar al final de esta pequeña presentación, quería informarles que los dueños del centro comercial, que tan amablemente nos dejaron hacer todo esto aquí, avisaron que al ser noche buena el centro comercial estará abierto hasta las 23 hs para aquellos que olvidaron o no llegan a comprar algo para sus seres queridos~

creo que debería haberle comprado algo para la familia, pero mi prima se había encargado de eso aunque no era lo mismo, tendría que ver si era posible o mejor dicho si quedaba algo en las tiendas para mis parientes. En cuanto escuche los gritos del publico que estaba listos, pues ni modo, ya solo quedaba dar la señal.

-muy bien, este es el final~

Los bailarines y yo nos pusimos en posición para la ultima canción, creo que después tenia que estar un tiempo cerca para aquellos que quisieran que firma autógrafos o algo, lo bueno es que ya le había advertido a mis padres de ello.

Spoiler:

-Muchas gracias a todos por estar en esta pequeña y primera presentación en Glass City

Una vez finalizado me quede saludando al publico con entusiasmo mientras, junto con los bailarines hacíamos una reverencia. Lo bueno es que aun era de día y el cielo estaba despejado, tenia un largo día por delante entre compras y la navidad, pero no importaba, tenia la energía a tope con todo esto.
Saliendo del escenario fui a encontrarme con mi padres detrás de este.


-Detrás de escenario-

-AHHHHHHHHHHHHHHH! FUE GENIAAAL!

ya estaba por ponerme a saltar de no ser porque mis pies no daban mas, ese calzado no me molestaba para bailar pero las consecuencias era sentir agujas picándote en la planta.

-estuviste maravillosa! no podemos estas mas felices por ti -comento mi madre casi al borde de la emoción-
-Tranquila querida, Lotty, fue hermoso, como te sientes? -papá se veía feliz pero el era mas tranquilo en estas cosas-

-como me siento? creo que es como comer mucha azúcar ajajaja! ah! pero no termina, tengo que ir al puesto de aquí alado para los que quieran que les firme algo, espero que no sea una molestia

-no necesitas descansar? -mamá y sus preocupaciones, era lógico-

-nah, estoy bien, luego tomare una siesta en el auto, pero estaré perfecta para la noche~  muy bien, pueden aprovechar a comprar lo que quieran o pasear, a mi me queda un rato largo por aquí antes de irnos, no es molestia, verdad?

Era una buena oportunidad para que ellos se relajaran un poco, no quería que estén ahí detrás todo el rato.

-para nada cariño, quieres que nos reunamos a alguna hora? -pregunto mi padre mientras revisaba su reloj para coordinar-

-uhmmm que tal dentro de hora y media? así después puedo cambiarme de ropa y cuando vuelvan ya estaremos para irnos~

Ambos asintieron y luego de un abrazo se retiraron a pasear por el centro comercial, la gente fuera estaba esparciéndose cada uno por su lado, algunos ya estaban haciendo fila para que firme cualquier cosa

-muy bien, a trabajar~

No sabia si Boris volvería tras escenario pero seguro lo vería si aparecía puesto que la mesa donde iba a estar para firmar estaba justo alado del escenario, salude a los bailarines que estaban bebiendo agua y algunos ya metiéndose a los vestuarios para despegarse de sus trajes. Por mi parte me dirigí justo a la mesa donde estaría firmando, había una pila con algunas fotos para ello y justo alado de la mesa había otra donde estaban los cd's a buen precio para que la gente pudiera llevarse la música que habían escuchado hoy.

-y estoyyyy lista~! 

Me senté para ver quien seria el primero en pasar, ahora que me daba cuenta, todo esto se sentía como la primera vez que me presente en un centro comercial  allí en tokyo, no había tenido propaganda así que no era mucha la cantidad de gente, aun asi fue especial por ser la primera, pero ahora todo era distinto.

-...¡Exacto! Seguro que cuando le dé la noticia estará tan emocionada como yo. ¡Muchas gracias!- Como había sospechado, esa llamada se trataba de buenas noticias, las cuales me esperaré un rato para decírsela a Lotte y a la prensa cuando esta se junte después del espectáculo.

Estuve el tiempo restante del espectáculo atento en caso de que se necesitará algo, pero por suerte todo estuvo conforme a lo planeado, y Charlotte finalizó con éxito su primer concierto en Glass City. Feliz aplaudí cuando los bailarines entraron cuando la última canción había acabado.

-¡Felicidades a todo mundo! Esto fue un éxito...- Alegre comentaba felicitando con un choque de palmas a los bailarines que cruzaban cerca mío, los cuales ellos se veían alegres también por su presentación.

Como mi deber, cuando Lotte dejó el escenario yo salí para dirigir unas últimas al público. -¡Gracias a todos por sus calurosos aplausos! Espero que todos presentes se hayan divertido. Sin ustedes esto no hubiera sido posible ¡Esperamos verlos pronto!...¡Gracias de nuevo y felices fiestas!- Finalicé con una gran sonrisa, dándome media vuelta y entrando tras bambalinas.

Al ver a la Señorita Charlotte no pude ocultar mi alegría, felicitándola con un abrazo. -¡Felicidades! ¡Ahora eres toda una estrella!...El espectáculo fue todo un éxito, y...te tengo una sorpresa. ¡Pero eso te lo diré después!

Nos dirigimos a una mesa donde una larga fila de fanáticos esperaban su autógrafo. Por suerte habría tiempo de dejarlos felices con una firma de su nueva estrella y contestar algunas preguntas de la prensa.

Musette utiliza mecanismos de motivación bastante extraños... Pero efectivos. Hace unas semanas atrás estaban todos los de mi grado eufóricos porque en una clase ofrecieron entradas para el concierto de Charlotte Nakashima, una debutante del sello. Al parecer el profesor dio ese pequeño incentivo a todos los grados y, aunque sólo se trataba de un evento navideño, correspondería a la primera presentación de la cantante.

El asunto es que realicé un informe de excelencia en esa clase y me gané el premio. Algunas chicas, fans de Lotte, estaban interesadas en que les vendiera el boleto pero, siendo franco, me daba curiosidad presenciar un concierto en vivo. No he tenido la oportunidad de asistir a uno desde mi llegada a Glass City, algo sumamente extraño si pensamos que estamos en la capital de la música. Invité a Rory pero ya se había comprometido a cenar con su familia en vísperas de Navidad y no pude dar con Senpai en esos días, por lo que, sin tener a nadie mejor que invitar, decidí ir solo y matar algo de tiempo.

Al llegar al concierto, este aún no había dado inicio. Me preocupé de colocarme en un área alejada de los grandes fanáticos, quería ahorrarme los empujones y las manifestaciones de emoción desenfrenada del público, muy comunes en esos eventos. El espectáculo dio inicio y me llamó mucho la atención la gran cantidad de colores utilizados para decorar el escenario y las vestimentas de los bailarines. Claro, la cantante tampoco se quedaba atrás.

– Con que medio japonesa... – murmuré con los brazos cruzados y la mirada clavada en el escenario. Las canciones no tardaron en llenar la avenida principal y me puse a cabecear involuntariamente al ritmo de la música, pese a que el J-Pop no es mi estilo predilecto. Estaba emocionado, observaba la gran producción y desplante de la artista conteniendo mi asombro en una sonrisa cerrada y escueta.

Una profesional...

No puedo decir que me encante la idea de celebrar Navidad. Quizás una de mis grandes frustraciones infantiles fue nunca haberla festejado en familia, como corresponde. Pero esto no estaba nada mal, a decir verdad, disfrutaba ver el esfuerzo que la cantante empleaba en cada movimiento y en el control de su voz. El resultado era formidable.

El concierto dio por finalizado antes de que me diera cuenta. El gentío comenzó a dispersarse por el centro comercial, mientras que un tumulto no menor de personas se disponía a pedir autógrafos en cierto sector cerca del escenario. Era una fila larga y me resultaba algo tedioso entrar en ella, pero la admiración que me produjo la artista sobre el escenario me empujó a ir de cualquier modo. Fue en ese momento que me di de bruces con una persona conocida...

– ¿Se... Senpai?

Momoka se encontraba en el centro del tumulto, pero apenas la música terminó y se apagaron las luces comenzó la peor parte. Momoka fue llevada a empujones por la ola de fanes histéricos por conseguir un autógrafo de la cantante y sin darse cuenta llegó al frente del escenario mientras la gente la codeaba por todos lados. Lo peor de todo es que su cola sentía constantemente el roce de los empujones, por lo que solo pudo poner su mano en su boca mientras aguantaba todos esos ruidos que estaban apunto de salir de sus labios, todas las sensaciones que ella sentía... podía reconocerlas.

- ¡Mmmmhg! - presionaba sus manos contra su boca y apretaba sus labios para que no saliera ningún sonido extraño. ''Deténganse por favor... no más... déjenme salir... por favor... no sigan... '' eran los pensamientos que emitía en su cabeza mientras con la mirada pedía que por favor alguien la sacara de ese tumulto.

Sin poder impedir que el público restante la arrastrara, se dejó llevar sin oportunidad. Sus ojos estaban brillantes, sentía sus mejillas acaloradas mientras respiraba un poco jadeante. Podía pasar desapercibida, como estaban todos exaltados nadie se percataba. No solo eran empujones, de repente unas manos se paseaban por su cuerpo, cerca de su cintura donde tenía su cola... era algo desesperante, con una mano trataba de empujar para poder salir pero cada roce hacía que perdiera las fuerzas.

''Sáquenme de aquí... por favor... alguien sálveme... por favor...'' decía desesperada en su mente mientras sentía como de sus ojos comenzaban a brotar lágrimas. ''Por favor... Ayúdame...Ayat...'' en eso sintió como alguien le dio un fuerte empujón hacia otra persona.

Ella alzó su mirada hacia arriba con sus manos todavía en su boca y en eso pudo ver una cara conocida. Aún se sentía un poco débil pero al verle la cara con sus ojos con unas pequeñas lágrimas que no habían caido, retiró sus manos.

-Maeno-kun... - dijo con una sonrisa de alivio, mientras trataba de volver a enderezarse. Por suerte el cuerpo de Maeno-kun pudo evitar que cayera al suelo, puso sus manos en el abrigo que llevaba y se afirmó de él mientras hundía un momento su rostro en el pecho del muchacho. Sus manos y su cuerpo se mantenían aferrados fuertemente a Maeno mientras que de sus ojos, que estaban escondidos, se deslizaban lágrimas. ''Menos mal...menos mal.... gracias...gracias...tenía mucho miedo...'' eso pasó por su mente, para entonces retirarse suavemente después de haberse calmado.

Spoiler:

- Perdón por empujarte...y tambien perdón también por acercarme así... - se disculpó al instante mientras emitía una sonrisa. - ¿Y qué te trae por aquí? ¿También viniste a ver a Charlotte?

Ayato no entendía a qué venía el ajetreo de esa mañana. En el trabajo todos sus colegas lucían muy contentos, incluso algunas chicas de su división le obsequiaron regalos sin razón aparente y lo invitaron a participar en la fiesta que se organizaría esa noche en torno a...algo que él desconocía...pero que involucraba regalos, árboles muy adornados y abuelos vestidos de rojo.

No sólo vio este comportamiento en el sello, sino también en las calles. Estaba seguro de que un evento importante sucedía en Glass city pero no tenía ni la más remota idea de qué podía tratarse...¿sería el cumpleaños de Regan Vosuet? "Como sea, mañana es festivo, el resto poco me importa" pensó con una sonrisa llena de relajo. Estaba decidido a ocupar esa tarde en comprar algunas cosas que le hacían falta, lo usual: video juegos, comida chatarra y...¡hala, por poco olvidaba comprar el traje que utilizaría en la fiesta de año nuevo! Quería lucir un terno elegante, caro y único, algo digno de su persona.

Pero llevaba toda la tarde dando vueltas en el centro comercial y no lograba dar con una tienda que no estuviera infestada de gente.

- ¡Estorban, estorban! - mascullaba constantemente, pero después de mucho buscar y esperar, dio con el traje adecuado:

Referencia:

El blanco no era su color predilecto pero quería resaltar y creía que si vestía de negro no lo conseguiría. Se lo probó y quiso realizar unos ajustes en las extremidades, por lo que acordó con la dependienta volver en unos días a buscarlo. Mientras fuera antes del 31 de diciembre todo marcharía bien.

Salió de la tienda y estaba dispuesto a partir a su apartamento pero un ruidoso tumulto de gente llamó su atención. Estaban aglomerados en torno a un escenario bastante grande, situado junto al pino gigante que estaba decorado con una gran cantidad de luces y colores.

- ¿Concierto en vivo de Charlo...tte...Naka...shi...ma? - leyó en un lienzo que colgaba por ahí, esforzándose en pronunciar el nombre escrito.

En ese momento le picó la curiosidad por lo que dirigió sus pasos hacia la multitud y se adentró en ella, dándose empujones y tortas con algunos tipos que no le dejaban el paso libre. Cuando finalmente llegó a la portería un guardia le frenó, pues Ayato estaba dispuesto a pasar así sin más:

- Su boleto, por favor.
- ¿Boleto? ¿Qué con eso?
- Sólo los civiles con boleto pueden ingresar a ver a Lotte.
- ¡¿Haa?! ¿Acaso sabes quién soy? Yo, Rokujo Ayato, soy sonidista en el sello Merveilles Records... - y con fastidio le enseñó su identificación. El guardia la revisó pero se la devolvió al instante.
- Lo siento, señor Rokujo, su nombre no figura en la lista de los encargados del sonido. Tendré que llamar a las autoridades.
- ¡Tch! No es necesario, lo pillo... - y con resignación, Ayato fingió que se marchaba.

Caminó unos pasos hasta hallarse de espaldas a todos los espectadores sin boleto que esperaban al menos poder oír las canciones de Lotte desde el exterior, y en ese momento el dhampiro utilizó su poder para volverse invisible. De esa forma podría colarse fácilmente en el concierto. Ayato se dio el gusto de saltar sobre la cabeza del guardia que lo amenazó, después de todo éste no sabría nunca qué fue lo que le golpeó. Una vez adentro, decidió mezclarse con la multitud y volverse visible en medio de ella. Pasó desapercibido pues la atención de todas esas personas estaba centrada en la vocalista.

Sin embargo para su mala fortuna ella ya estaba interpretando la última canción del recital.

- Tch, llegué tarde... - farfulló para sí, llevándose ambas manos al buzo deportivo que vestía en esos momentos. ¿Y para eso se había tomado tantas molestias?

Estaba acostumbrado a los conciertos, su trabajo le obligaba a mantenerse al corriente de ellos y a ayudar cuando le correspondiera. Pero era primera vez que oía de esa muchacha pelirosa, procuraría recordar su nombre pues le parecía que cantaba muy bien y era lo suficientemente carismática como para reunir a tanta gente sin ser una de las grandes divas de Merveilles.

Cuando el concierto terminó los espectadores enloquecieron, impidiéndole retirarse de manera tranquila y empujándole repentinamente contra las rejillas que bloqueaban el acceso al escenario. Al igual que Momoka, Ayato se vio arrastrado por la fuerza y el frenesí de los fanáticos:

- ¡¡Me las van a pagar, humanos insignificantes!! - exclamó furioso, volviéndose contra los descontrolados para darles una lección.

Al cabo de unos minutos, y principalmente por culpa de Ayato, se armó un gran pleito justo abajo del escenario. El dhampiro se apartó un momento del centro de la pelea, dejándose ver hacia el sector de la fila de personas que esperaban ansiosas un autógrafo de la cantante. No pensaba huir, podría darles fácilmente una paliza a todos, pero sabía que si algún miembro del sello le veía se metería en problemas en el curro y fijo que alguno de ellos estaría dando vueltas por allí. No le quedaba otra, tenía que escapar.

Volvió la mirada para identificar la salida pero en lugar de eso vio a una pareja abrazada y se quedó de piedra, estuvo obligado a detenerse:

- ¿Prince-...? ¡¡...!! - pero antes de acabar la frase uno de los tipejos de la pelea le propinó un buen tortazo en la cara. Ayato dirigió una siniestra mirada hacia él y escupió sangre hacia el costado, mucho más cabreado de lo normal: - maldito...me has pillado de un humor terrible...será mejor que te prepares... - le advirtió, momentos antes de mandarlo a volar contra un parlante, el cual atravesó con todo el peso de su cuerpo.

La verdad que no esperaba tantas personas para la fila, bastantes desordenados... casi me dio un ataque lo que me preocupaba era el hecho de que había niños entre el tumulto, debería hablar con Julius la próxima, las primeras personas, milagrosamente, eran japonesas, yo me manejaba mas hablando en japones que en francés o ingles, tendía a sufrir el famoso "trabalenguas" y pasar vergüenza.

-con amor.... Lotty~ 

canturree terminando de firmar uno de los posters de una pareja  que luego de salir de la fila le dio lugar al resto de las personas, luego de cierto numero la mano ya me estaba doliendo, pero era un costo mas, no importaba, siempre sonreír y mantener el entusiasmo.... ahora que lo pienso, mañana necesitare que me caminen por la espalda y muchas duchas de agua caliente para pasar el dolor, sumando que hoy era la fiesta de noche buena, esperaba soportar hasta la media noche al menos.

-realmente no esperaba tanta gente... creo que debí darles una hora mas a mis padres...

Pensé para mis adentros viendo la hora del reloj, aunque creo que ellos se darían cuenta al ver tanta gente; Todo iba perfecto hasta que, aun con toda esa gente, se pudo ver un alboroto fuera de lo normal, levante la vista para ver como un sujeto lanzaba contra los parlantes a otro, ese sonido hizo que la gente se dispersar aun poco para ver el revuelo.

-que esta pasando?

Me puse de pie para poder ver un poco mejor, creo que lo que mas me preocupaba era la gente, que no se lastimara con nada, y claro, al pobre tipo que habían lanzado contra el parlante. Pedí disculpas antes de dirigirme hasta donde era el problema, las getas no eran un buen calzado ahora, porque después de tanta coreografía me estaban matando los pies.

-O-oigan! Que esta pasando allí?!

Mi prima me estaría regañando por metida, pero era mi presentación, la gente estaba hablando, algunos niños se habían asustado con el ruido, como iba a permitir eso?

-No ven que otras personas pueden salir heridas?! vayan a pelear a otro lado, hay niños en este sector!

Mis mejillas se habían puesto rojas no se si por los nervios o por mi extraño estado de "metí la pata y no lo se, así que le sigo". Había una chica en medio, estaban de broma? estoy por un pleito por una chica? el muchacho pelirrojo se veía agresivo, tenia mis zapatos para lanzar por si las moscas, pero nunca llegaba a ese estado. En momentos así agradezco que mi prima no este, porque seria aun peor.

-Si no se detienen voy a llamar a seguridad

Creo que la seguridad debería estar viniendo...  no?

Estuve sentado enseguida de ella saludando a los afortunados que tendrían su autógrafo. No podía ocultar esa gran sonrisa que tenía al ver a la gente feliz y en especial a mi representada que había empezado con pie derecho su primera presentación. Todo había salido bien...y creo que hablé muy pronto.

¿En serio? ¿Una trifulca? ¿Aquí? Lo peor, lo primero que veo es a un tipo que avientan a un parlante, y si mis recuerdos no me fallan, creo que el culpable había sido alguien que me habría cruzado de vista en el Sello algunas veces. Espero y estuviera equivocado, si no la prensa amarillista se dará un banquete con esto.

-¡Llamen a seguridad! Que tranquilicen a los de enfrente y ayuden a los demás- Me dirigí a uno de los encargados para que me ayudara con esto -...y Lotte- Iba precisamente a pedirle que no se acercara, y se me adelantó a hacer lo que no quería que hiciera.

Me fui a donde empezó el pleito, y para colmo, creo que el amigo de Lotte tuvo la mala suerte de ya estar envuelto en esto -Si este muchacho quiere quitarse su mala fama, pues empezó muy mal- Como pude, me abrí paso para tratar de alcanzarlo. Casi recibía un golpe de él al tocarlo por la espalda, por suerte se dio cuenta de quien era y apenado bajó su puño y la mirada. Y claro, recibió un regaño de mi parte. -¿Así quieres probarle a Charlotte que cambiaste?...Ya hablaremos después

-¿Dónde se metió?- Seguí tratando de mirar al rededor si la encontraba, pero sin tener suerte. Volví a dirigirme al joven, pero este no estaba. ¡¿Por qué todos se me desaparecen?! Cuando pude verlo, había salvado a Lotte de que un grupo de gente cayera sobre ella. Pude suspirar aliviado

El pleito parecía estar casi controlado, pero todavía tenía un asunto que atender. Fui a donde estaba el joven de cabello rojo que al parecer inicio todo. Lo tomé del hombro llamando su atención y con mirada seria le dije. -Creo que tienes mucho que explicar.

¿Qué...? ¿Qué sucede? ¿Por qué Senpai está actuando tan extraño? No puedo decir que me desagrade su comportamiento... Al contrario, sentirla cerca despierta todo tipo de sentires placenteros en mí, pero ¡por esa misma razón esto es peligroso! Ah... Es la primera vez que siento su pecho presionando contra mi cuerpo... Y el aroma de su shampoo me está embriagando... Como soy más alto que ella, mi nariz podría hundirse fácilmente en su cabello y captar de la manera más directa posible esa fragancia... Ah, no puedo más... Quiero envolverla con mis brazos y... Si ella supiera que yo... Estoy empezando a descontrolarme.

Sostuve sus hombros con suavidad para evitar que cayera, y para mi suerte o para mi infortunio, ella se incorporó rápidamente y me enseñó una sonrisa. No había que ser un genio para notar que estuvo llorando.

– No te preocupes. Más importante que eso, ¿te sientes bien? – Pregunté preocupado, inclinándome un poco hacia adelante para acortar las distancias entre mi rostro y el suyo. Que no se malentienda, aunque me gusta y todo eso realmente quiero saber qué le sucedió. – Ah... Sí, estaba por pedirle un autógrafo... – admití del modo más claro que pude pero de todos modos tartamudeé un poco al hablar.

No sabía qué le sucedía. Quería escucharla, ayudarla, abrazarla... Pero también consideré que si indagaba demasiado ella podía molestarse y tratarme de entrometido. En tal caso, tal vez sería mejor sacarla de sus pensamientos y distraerla de lo que fuera que estuviera pasando. Puede que Senpai y yo no nos veamos a menudo pero he estudiado minuciosamente sus gestos en la escuela, y nunca antes le había visto tan desesperada como ahora.

Sonreí involuntariamente mientras le observaba. Que nos hayamos encontrado en Navidad debe ser obra del destino, no tengo la menor duda de ello...

– Senp...

¡CRASH!

Fui interrumpido por un estruendoso sonido. A cierta distancia de nosotros, un sujeto voló hacia uno de los parlantes utilizados en el concierto de Charlotte y acabó con la mitad del cuerpo dentro. Noté cómo algunas chispas saltaban en consecuencia por lo que mi mirada se detuvo en el agresor, un tipo de apariencia temperamental y cabello rojizo. Él y un grupo de tipejos se encontraban en medio de una disputa que acababa de armarse en torno al escenario.

Mi semblante se volvió serio e incluso admitiré que sentí algo de enojo por la interrupción. Dadas las circunstancias, no podía dejar que Senpai corriera el riesgo de quedarse más tiempo en un lugar tan peligroso.

– El ambiente está algo tenso, será mejor que nos retiremos – le dije, empleando un tono amigable pero bastante más decidido al inicial pues lo que menos quería era que ella se viera envuelta en la trifulca.

Al decir aquello, rodeé a la muchacha con un brazo y la acerqué a mi cuerpo, tal y como si fuera mi pareja. La insté a que me siguiera, observando sobre mi hombro al pelirrojo de hace un rato, que acababa de ser increpado por el representante de Charlotte. ¿Qué clase de idiota se pondría a armar disturbios en un concierto navideño? ¿Acaso no ve que hay familias presentes? No soy quién para criticarlo, si consideramos mi pequeño historial, pero al menos yo tengo una mínima noción de los contextos donde el vandalismo no es permisible...

O eso creo.

- Claro que si - dijo ella mientras sonreía, notó como repentinamente se acercó un poco Maeno, ella solo parpadeó. - ¿En serio?- dijo sorprendida al escuchar que iba a pedirle un autógrafo a Lotte, el solo hecho de recordar lo mal que lo había pasado por el tumulto de fans le desagradó, por ahora lo que deseaba más era alejarse de ahí... ''Espero que Maeno-kun no quiera que le acompañe a pedir su autógrafo...'' estaba sumida en esos pensamientos cuando en eso se escuchó un enorme estruendo el cual la asustó un momento.

-Kya!- gritó mientras cerraba sus ojos instintivamente, de la nada el sitio que parecía tranquilo se convirtió en un verdadero campo de batalla. Momoka abrió sus ojos para observar la escena, vio como mucha gente se reunía en un lugar y comenzaba una especie de riña, notó como la gente se comenzaba a empujar y como la multitud comenzaba cerrarse al rededor de ellos... ''No se cierren...'' pensó en su mente mientras sentía como el pecho se le apretaba... y le dificultaba respirar... ''Este sentimiento ya lo  he...experimentado...'' en eso observaba como todo se iba volviendo cada vez mas pequeño, como si estuvieran apareciendo unas murallas. ''Murallas...no... no es una muralla... son barras... ¿cuando fue? Algo... parecido sucedió...hace un tiempo... una jaula...'' sus ojos comenzaron a cerrarse, sentía como el aire le faltaba de un segundo a otro, por un momento su visión se volvió nublosa pero ella aún seguía de pie. No podía ver, esto le comenzó a aterrar... quería pedir ayuda. -A....y...u... - en eso fue agarrada y fue atraída hacia algo que emanaba calor, ese estimulo fue suficiente para volverla de nuevo a la realidad.

-Ehhh...- dijo ella sintiendo como un brazo le rodeaba y la acercaba hacia él, un pequeño rubor se asomó por sus mejillas. - Maeno-kun...- dijo mientras lo observaba, quería reprocharle pero algo le dijo que no lo hiciera, no sabía por qué pero no tenía ánimos de discutir, al parecer se encontraba más agotada de lo que creía... - de acuerdo - dijo resignada, siguiéndolo.

Ayato tardó unos instantes en asimilar lo que había hecho, y cuando lo hizo fue porque notó una gran multitud observándole con desaprobación. Hala, incluso la cantante se dio el trabajo de venir a detener la riña, ¿acaso no se daba cuenta del peligro que corría en ese lugar? La pelirrosa amenazó con llamar a seguridad pero antes de que él pudiera contestar o hacer algo al respecto uno de los compañeros del sujeto del parlante se abalanzó contra él. El dhampiro le esquivó, tomó su brazo y lo atizó contra el piso con gran facilidad, aun encontrándose frente a Lotte. Estaba perdiendo el control de su temperamento, no estaba midiendo las consecuencias de sus acciones...y sabía perfectamente la razón.

Le fastidiaba ver a Momoka con otro tipo. Estaban en malos términos desde la última vez que se vieron, pero no podía comprender por qué estaría flirteando con otro en lugar de seguir discutiendo con él. Seguía siendo mejor, más guapo y más fuerte que cualquiera...¡¿cómo coño iba a preferir estar con ese mocoso?! Su megalomanía le impedía ver más allá de su nariz, y estas ideas de grandeza frustrada le instaron a devolver con fuerza los golpes de otros sujetos que intentaron atacarle. En pocas palabras, ignoró por completo la orden de detenerse.

Se encontraban en un sector peligroso, el público corría de un lado a otro, algunos para unirse a la pelea y otros para escapar de ella. Lotte estuvo a punto de ser aplastada pero fue salvada a tiempo por un sujeto alto y de cabello castaño.

Luego de eso, Ayato volvió la mirada hacia donde Momoka se encontraba y, como si la escena estuviera programada para él, vio cuando el pelirrosa la envolvió con un brazo. Se estaban marchando juntos.

- ¡¡Oi, quítale tus malditas manos de encima!! - vociferó descontrolado hacia donde ellos se encontraban, enseñando los colmillos de manera inconsciente, aunque dada la cantidad de gente y la distancia era imposible que le escucharan.

Quería dirigir sus pasos hacia allá, pero una mano en su hombro le frenó.

- Creo que tienes mucho que explicar.
- ¡¿Haa?! ¡¿Quién eres tú para darme órd-...?! - la respuesta inmediata de Ayato fue desafiante, incluso apartó la mano de su hombro con un sólo golpe, pero el contacto con este desconocido provocó que dejara inconclusa la frase. "Su esencia...es similar a la de Shizuka...¿será humano?" pensó, tranquilizándose de sopetón, - tch, no tengo tiempo para estas estupideces... - masculló, negándose a explicar lo ocurrido.

Volvió la mirada hacia Lotte, quien no se encontraba muy lejos de ellos y le gritó:

- ¡¡Deberías controlar a estos imbéciles que seguro sólo quieren violarte!! ¡Con lo descuidada que eres seguro lo consiguen! - le increpó con el peor de los humores, aun cuando ella no tenía la culpa de lo que acababa de pasar. Ninguno de los presentes tenía relación con el origen de su furia, pero por incoherente que fuera Ayato estaba desahogándose sobre ellos.

"Mierda, mierda...¡¡MIERDA!!"

Y ahí estaba Borislav, pensando en cómo poder salir de ese mar de gente y entrar a un lugar más seguro, hasta que por alguna extraña razón el concierto de un idol terminó en un concierto de una banda de Black Metal. -¿Eh...qué sucede?...- Al voltear para atrás pudo notar todo el pleito que se estaba ocasionando muy cerca de él donde el causante era un chico de cabello rojo.

Intentando hacer algo bueno, trató de calmar a a los que parecían enojarse con el chico aquel. Pero cuando los ánimos están agresivos ni si quiera la razón puede servir, y los involucrados parecieron también tomarla contra el joven castaño...Creo que también la mala fama que le precede se estaba haciendo presente.

Viendo que los insultos y agresividad se volvió a él, trató de moverse empujando a los que le impedían, aunque por un momento pareció olvidar su motivo y se unió al frenesí. Hasta que el manager de Charlotte se hizo presente y lo reprimió, apenado trató de no mirarlo a los ojos. -Si lo hubiera golpeado habría estado en varios problemas

Distrajo su mirada hasta que vio una ola de gente que por los golpes y empujones estaba a punto de lastimar a Lotte, por lo que corrió y la tomó lo más rápido posible, lanzándose cerca de una de las vallas del escenario amortiguando el golpe con sus espalda.

-¡Ouch!...No tenía este tipo de "diversión" desde hace años...- Escuchó el comentario del chico de cabello rojizo lo que sólo molestó le pudo devolver. -¿De qué hablas? ¡Esto fue culpa tuya imbécil!.

-¿Estás bien?- Se dirigió preocupado a Charlotte pasando su mano por la frente de ella asegurándose que no haya habido ningún rasguño.

El desastre de gente no era tan fuerte como lo hubiera sido en un concierto grande, pero era un espacio reducido, con gente apresurada a salir, otras que querían ver que ocurría, al menos no veía niños cerca, pero si mucha gente asustada y otras uniéndose a los golpes... No podía ni ver a Julius ni a Boris, ahora que recordaba, mis padre seguro ya estaban enterados y se venia lo fuerte.

Tanta gente moviéndose me estaba mareando, que no percibí que estaba por ser aplastada por un grupo de gente, ya literalmente la tenia encima cuando sentí que alguien me jalo de golpe, lo próximo que sentí fue un fuerte golpe , por así decir, ya que no sentí dolor, pero si la sensación de que algo amortiguo mi caída contra las vallas de metal; al levantar la cabeza note que era Boris quien, literalmente, era mi salvador, aunque mi alegría duro poco ante el comentario del que parece que inicio el pleito.

-v-violar? estas loco o que? mira, no me interesa que problemas tengas, pero provocando estos pleitos no vas a conseguir nada!

me faltaba que me saliera humo de la cabeza, estaba enojada? mas bien histérica, y es muuuy difícil ponerme histérica o que me saquen de mi equilibrio, pero era mas la frustración del momento, no podía creer que algo así pasara en mi debut en la ciudad de manera profesional, eso me deprimía mucho.

-estoy bien, menos mal que no se clavo ningún adorno de mi cabello en la cara ajajaja

ahora me reía de nervios, en una situación con menos estragos, sonaría loca por mis cambios radicales, pero que podía hacer? Mire nuevamente al muchacho de cabello rojo, ya estaba en modo pucheros, sinceramente no me veía amenazante... malditos rasgos adorables! seguro parecía un caniche enojado.

- espero que te den tus pataditas!

Estaba por sacarme uno de mis zapatos y lanzarselo en medio de la cara, es mas, ya me lo había quitado, pero por milagro divino Julius había intervenido a darle un ultimatum al tipo, y de paso podía ver como la seguridad del centro comercial estaba haciendo su trabajo de calmar y separar a la gente.

-espero que mis padres no les de un ataque por esto...

Si antes me sentía mal, ahora me sentía peor, al punto de querer llorar, ver en lo que se había convertido una tarde tranquila, en... esto?  solo me quedaba respirar profundo para no derramar lagrimas de frustración, pero me fue imposible, y en ese momento ya me había largado a llorar en silenció.

Era de esperarse que tan violento sujeto se comportara tan desafiantemente mi persona. Sólo que yo no estaba tan de humor de aguantar a este tipo de personas, y más con el descaro de culpar a la señorita Lotte de lo que él había provocado.

Molesto, seguí insistiendo en su explicación. Así que lo tomé del cuello de su vestuario mirándolo fríamente a los ojos. -Aquí lo importante no es quién soy, si no quién te crees que eres para venir y causar tal desastre. No sé quién eres, pero creo haberte visto en el Sello, y a ellos como a la prensa les interesará saber qué ocurrió...Claro, que si no tienes nada que ver con el Sello, entonces no me preocuparé de que pases un largo rato detenido- Si se tranquilizaba podría "abogar" un poco por él, aunque con todo esto iba a ser un poco complicado.

Sin descuidarme para que no se me escapara voltee a ver a Lotte y a su amigo, por la expresión en la cara de ella esto va a pasar a ser una experiencia algo traumática. Creo que una simple disculpa por parte de él no será suficiente ahora.

- ¿De qué hablas? ¡Esto fue culpa tuya imbécil!
- ¿V-violar? ¿Estás loco o qué? Mira, no me interesa qué problemas tengas, ¡pero provocando estos pleitos no vas a conseguir nada!

La pareja de tórtolos le increpó desde su rincón, a lo que Ayato respondió simplemente con un bufido, para entonces agregar:

- ¡Cierren el pico y consíganse un cuarto! - Al voltearse hacia ellos cayó en cuenta de algo...¿no era el tipo que la prensa estaba buscando? Ese ruso...o alemán...bah, el asunto es que era extranjero y polémico, tenía algo así como una reputación de mierda.

Fuera quien fuera, no estaba dispuesto a admitir su error, aunque estaba claro que la culpa era suya por tomarse demasiado a pecho algunas cosas. Según su dudosa lógica, los verdaderos responsables eran los tipos de la horda que se armó después del concierto; ellos le provocaron en mal momento, si no le hubieran empujado nada de eso habría sucedido. No obstante, la escena de Momoka y su acompañante seguía rondando en su mente, amenazando con invocar su furia otra vez.

Ayato volvió la vista hacia donde se encontraban anteriormente y no los encontró. Dejó escapar un gruñido al percatarse de ello, ¿sería bueno irles a buscar? No, no es como si estuviera celoso ni nada parecido...por supuesto que no. Él no era la clase de tipo que hacía una escena a una mujer, además, Momoka se había portado como un coñazo en el parque de diversiones. El dhampiro estaba nuevamente entrando en una poderosa negación que le impedía reconocer todo. Sus sentimientos, sus culpas, todo.

Casi había olvidado la presencia del representante de Lotte, quien volvió a interceder, esta vez comportándose de un modo ligeramente más agresivo. Ayato se vio forzado a volver la mirada hacia él, desafiante. No estaba realmente intimidado, pese a tratarse de un personaje con mucho mayor rango, pero supo al ver su mirada que lo más conveniente era tranquilizarse y hablar las cosas. El sujeto imponía bastante, más con su misteriosa naturaleza...quién sabía con qué sorpresas podía salir, y definitivamente armar un pleito sobrenatural en ese sitio era la peor idea que se le podía cruzar por la cabeza.

- ¿Llamarás a la prensa? - le preguntó, incrédulo. No iba a admitir abiertamente que pertenecía al sello, no confiaba en él, si le acusaba con el director estaría fuera de las instalaciones de seguro. Por ilógico que resultara, prefería correr el riesgo de ser detenido antes de quedar mal en su trabajo. (Además, estaba claro que Ayato escaparía antes de que los policías consiguieran identificarlo) - ¿Entiendes que estando ese sujeto acá lo único que harás es perjudicar a tu adorada representada? - agregó, indicando al compañero de Lotte.

Estaba claro que no podría zafarse del problema, pero aminorar las consecuencias era lo menos que podía hacer. A esas alturas, honestamente prefería ser llevado por los guardias antes de permitir involucrar a los reporteros y manchar su reputación en el sello.

Spoiler:

-Jaja. No me hubiera gustado dar al hospital por terminar con tu adorno para el cabello clavado en mi ojo- Sí, a veces era un poco gráfico cuando bromeaba.

¿Qué tan molesto se encontraba el joven Borislav por la situación? Digamos que demasiado; ver truncada la primera presentación de alguien por el ataque de ira de un desconocido era algo que el joven no consideraba justo, sea cual sea la situación que haya orillado al pelirrojo a tal zafarrancho.

-Wow. ¡Tranquila! Este tipo no vale la pena- Le comentaba cuando vio que Lotte se había sacado el zapato. Detuvo la mano con la que lo tenía.

-Tú tranquila. Mientras vean que no te pasó nada malo no les dará un ataque...¡Ven! ¡Te ayudo a levantarte!- Tomó ambas manos de Charlotte para que se pusieran de pie. Se pudieron escuchar unos pocos quejidos aun por el golpe que Borislav se dio en la espalda, pero no era nada grave.

La joven de cabello rosado no pudo contener sus lágrimas, por lo que Borislav en un lapso de preocupación sólo le quedó la opción de abrazarla hasta que algo más "útil" se le viniera a la mente. -Rayos...no...¡No llores! Todo estará bien...Ya...Ya...Creo que es mejor que te vayas a sentar- La tomó de la mano y dirigí a Lotte hasta las sillas donde ella se había sentado a firmar autógrafos. La gente seguía mirando preocupada por los actos previamente sucedidos, algunos decidieron irse y otros quedarse hasta saber qué sucedería.

-¡Oh, cierto!...Te compré algo para dártelo después del concierto...- Buscó en su bolsillo ignorando las miradas de la demás gente que estaba aún parada esperando. De ahí sacó un clip para cabello con la forma de una calavera de color negro que asemejaba a la que tenía en su falda. -¡Listo!... Creo que se te ve bien- Era un intento un poco patético para hacerla sentir mejor, pero era todo lo que tenía sentía que podía hacer. De ahí sólo permaneció junto a ella esperando su reacción, mientras que inconscientemente, Borislav acariciaba la mano de Lotte mientras la otra la tenía en la mejilla de ella.