Iniciando por lo básico [Rol de Clase]

Mantuve mi estoicismo ante el intento de Rory por fastidiarme, aún cuando la aludida desvió su atención de la clase para volverse hacia nosotros, de seguro escuchó mencionar su nombre. Me limité a alzar una ceja y dejar escapar un pesado suspiro, lo último que podría interesarme en esos momentos era conseguir novia. No, no soy ninguna especie de marica ni un llorón, solo... Tengo mis propios problemas, quizás más adelante me interese, no lo sé.

– No realmente, las mujeres son complicadas... – farfullé ante su suposición, sin querer darle demasiada importancia al asunto ni entrar en detalles capciosos.

Fue en ese momento que unos cuchicheos provenientes de los últimos bancos me hicieron asomar la cabeza por sobre el hombro. Mi semblante serio se desarmó en el momento que, desde la primera fila, divisé a una muchacha adentrarse al salón (literalmente) a tientas. ¿Qué esperaba? ¿Pasar desapercibida? La profesora acababa de notarla y de abandonar su escritorio, todos vimos venir el implacable regaño cuando otro estruendo irrumpió la estancia. Se trataba de otra chica, más alta y con el cabello ligeramente despeinado.

Sonreí ladino, un tanto divertido con todo eso.

Descaradas.

– ¿Ves a lo que me refiero? – Dije en un murmullo dirigido a Rory, refiriéndome a mi comentario anterior después de la reprimenda que las dos se llevaron por parte de la profesora. En sus distintos estilos ambas la habían fregado y debían soportar que la estricta señorita Howell les tuviera el ojo encima, pero vaya que me gustaba ver estas escenitas de alumnas atrapadas por alguna maldad cometida, encima ambas eran guapas. Soy un poco sádico, quizás.

-Sí, eso es cierto- dijo Rory ante las palabras de su compañero. Aunque lo había dicho más que nada por hacerse el interesante. Él todavía tenía un concepto algo infantil del tema chicas, y sus mejores amigas solían ser chicas del tipo marimacho, más parecidas a chicos que otra cosa, como Autumn, que para él también entraba en esa categoría. Así que, en realidad no compartía del todo esa opinión.

Se volvió hacia Autumn cuando ella le preguntó si la habían llamado, y, mintiéndole descaradamente, le susurró:

-Qué va, te lo habrás imaginado…

Después se formó un poco de revuelo en la clase cuando la profesora pilló a dos chicas que habían llegado tarde. Parece ser que una de ellas había intentado colarse sin ser vista por la profesora (debía ser novata en esto de la impuntualidad, pensó Rory, porque eso casi nunca funciona).
Rory se rió por lo bajo. No con mala intención, al fin y al cabo, eso le podía pasar a cualquiera, y de hecho, esas chicas le daban un poco de pena por la bronca que se llevaron. Pero no lo podía evitar, la situación era de lo más graciosa.
Por no mencionar que, gracias a que la profesora estaba pendiente de ellas, no se había dado cuenta de que él y Raito estaban hablando.

Cuando se volvió para mirar a la chica, que se había levantado de su asiento, se sorprendió bastante. Vaya vaya, pero si era nada menos que Kaori… siempre había sido un poquito torpe esa muchacha. Rory cogió un papel y le escribió una nota, que le hizo llegar a través del resto de alumnos de la clase. En la nota había escrito:

“Buena entrada, pero está claro que te falta práctica. Pero bueno, por ser tú, apúntate 10 puntos de parte de Rory”

Cuando Raito le volvió a hablar, Rory se volvió otra vez hacia él. A él no le parecía que esa escenita probara nada, sólo que dos chicas se habían quedado dormidas y habían llegado tarde.

-No sé, esas chicas no con complicadas, más bien son dormilonas… y torpes. Oye… ¿tú has tenido muchas novias?- preguntó con curiosidad, ya que Raito le parecía bastante entendido del tema.

Autumn hizo un mohín cuando Rory contestó a su pregunta. No le convencía mucho la respuesta, estaba bastante segura de haber oído su nombre. Frunciendo el ceño, intentó levantar el cuello disimuladamente para espiar un poco más la conversación, la curiosidad era demasiado fuerte... aunque, por otra parte, tampoco quería seguir cuchicheando y llevarse una reprimenda de la profesora, así que no insistió más por el momento.

La clase parecía seguir su curso cuando de repente, la aparición de dos rezagadas vino a interrumpir la calma.
Autumn abrió mucho los ojos, sorprendida, al ver una pequeña y delgada figura deslizarse gateando entre los pupitres, en un obvio intento de entrar en el aula sin ser vista. Sonrió con simpatía ante la situación, desde luego no iba a ser ella quien denunciara su presencia, así que trató de disimular lo mejor que pudo, reprimiendo una sonrisa...
...pero todo su disimulo quedó olvidado cuando se fijó mejor en la cara de la chica. La contempló con la boca abierta antes de parpadear, sorprendida, y susurrar:

-¿K-Kaori...? ¡Kaori! ¿Eres tú?

No quería alzar la voz para no llamar la atención de la profesora, así que se contentó con hacerle señas a la recién llegada, intentando que la viera.

No tenía ni idea de que su antigua compañera del grupo "Sombras Chinescas" estuviera también en la escuela. De hecho, hacía meses que no la veía y apenas habían tenido contacto (muy mal por su parte, pensó). Ya había sido toda una sorpresa reencontrarse con Rory, ¿sería posible que se volvieran a reunir todos como los años anteriores? ¡Sería tan emocionante!

La aparición de la segunda chica rezagada había sido algo menos discreta que la de Kaori; y Autumn no pudo contener la risa. Fue sólo una risita nerviosa, no porque quisiera reírse de sus compañeras sino por lo raro de la situación. Se tapó la boca con las manos y esperó a que la profesora se calmara y continuara con la clase antes de intentar cambiar alguna palabra con las chicas.

Elevé la cabeza con curiosidad al sentir como alguien parecía murmurar mi nombre. ¿Era eso posible? ¿Alguien me conocía? Mi gesto curioso pasó a uno de la más pura sorpresa al distiguir cierta cabellera castaña que tan familiar era para mi.

- ¿Au... tumn? -arrastré el nombre como si para mi fuera la cosa más extrañana en ese momento.

Me hubiera encantado decir mucho más que su nombre, saludarla, abrazarla, preguntarle como le había ido todo y obligarla a que quedaramos después de clases para hablar, pero mi profesora me interrumpió al descubrirme, dejando el reencuentro en nada por el momento.

Mientras escuchaba la dura reprimenda de la maestra mantenía la cabeza agachada y las manos entrelazadas delante de mi cuerpo, en una postura sumisa y arrepentida. Era una idiota, ahora que lo pensaba con claridad estaba claro que ella se enfadaría por haber intentado colarme en clase sin ser descubierta.

Estaba claro qur nuestra actitud -la de la chica que había llegado tarde al igusl qur yo y sobre todo la mia- no le había parecido ni mínimamente aceptables. Cuando dirigió aquello último especialmente hacia mi yo la miré, comenzando a retrocer mis manos entre ellas con nerviosismo.

- No... Yo... -incliné mi cuerpo en una reverencia-. De verdad lo lamento mucho, prometo que no volverá a suceder

No había dicho la razón de mi retraso por dos razones: que sería muy vergonzoso, y que probablemente nadie me creería que me había quedado encerrada en el baño de chicas.

Finalmente me dirigí a mi sitio, que se encontraba en la tercera fila y dos puestos por detras de un chico con el pelo... ¿rosa? ¿de verdad había un chico capaz de teñirse de ese color el pelo? Desvié la mirada de ese peculiar cabello cuando la profesora retomó la clase como si nada hubiera pasado.

Una vez la profesora hubo pedido que nos presentáramos yo arrastré la silla con suavidad, poniéndome en pie.

- Mi nombre es Kaori Atsuka, aspiro a ser vocalista. Cuando era niña pertenecí a una banda llamada "sombras chinescas" -me presenté con tono educado y suave.

Esa era la actitud que yo tenía con casi todo el mundo, educada y amable. Pero claro, eso era con casi todos. Otro pequeño montón de personas -como por ejemplo el chico de cabellos violaceos que me había hecho la audición- conseguían que esa parte de mi fuera opacada por la más infantil y algo rebelde.

Medité un instante antes de responder a la pregunta de clase.

- Bueno, si lo miramos de la manera objetiva, entonces supongo que en un principio la música pudo ser simple curiosidad. Seguramente los humanos descubrimos de alguna manera casual la capacidad que teníamos para producir sonidos diferentes con nuestro cuerpo o con las cosas que nos rodean, asi como la de crear sonidos hermosos juntando varios de los anteriormente mencionados. El objetivo inicial pudo simplemente ser descubrir la cantidad de sonidos diferentes que eramos capaces de producir, ya sea con nuestro cuerpo o con lo que nos rodea. Con el tiempo la curiosidad se pudo haber transformado en gusto por eso que hoy en día llamamos música y esa pudo ser la razón por la que la música llegó a tener la importancia que tiene ahora -dije todo aquello con calma, haciendo mi mejor esfuerzo para utilizar las palabras adecuadas en mi explicasión-. Ahora, si nos atrevemos a mirar las cosas desde otro punto de vista -proseguí hablando después de un instante a pesar de que por lo que había dicho lo normal hubiera sido que ese hubiera sido el final de mi respuesta. Después de todo, ¿a quién le importaba lo que era normal o dejaba de serlo? Yo todavía quería decir algo y era lo único que me importaba- entonces podemos decir que, si bien nosotros fuimos los primeros en darle uso notable a la música, nosotros los humanos no fuimos los primeros en crearla. No, hubo algo que se nos adelantó por mucho; la naturaleza. El viento, la lluvia, las hojas, los animales... si nos fijamos bien todo lo que nos rodea produce música. El mundo mismo es música, nosotros solo debemos aprender a escucharlo. Por esa razón creo que la música es algo que existe desde mucho, pero mucho antes de que los humanos fueramos conscientes de su existencia y que por esa razón la existencia de la música en realidad no tiene ningún motivo, ya que lleva con nosotros desde el inicio -sonreí, esta vez sí habiendo terminado mi respuesta y volviendo a tomar asiento.

Realmente sabía que no todos estaría de acuerdo conmigo, pero esa era mi forma de ver las cosas, y realmente no pensaba cambiarlo, aunque tampoco tenía planeado imponer mis ideas en los demás. También es cierto que todo lo que dije podía estar equivocado y la música que yo oía siempre a mi alrededor podía ser fruto de mi irrefrenable deseo de hallar música en cada cosa que veía.

Cuando la persona que se sentaba a mi lado llamó mi atención con gestos y pequeños ruiditos yo le miré curiosa, desviando la atención de lo que decía la otra chica que había llegado tarde y notando que me estaba indicando que quería pasarme algo. Yo extendí la mano con disimulo, preguntándome que es lo que me daría, pero la extrañeza se apoderó de mi al notar que se trataba de un papel. Sin comprender lo que ocurría lo desdoblé, y poco a poco una gran sonrisa se extendió por mi rostro al comprobar su interior.

Giré mi rostro a todos lados, buscando con mi mirada al causante de mi alegría. Esta solo aumentó al divisarle sentafo junto al chico de cabellos rosas. Realmente él se encontraba en mi clase.

Encantada como estaba saqué el bolígrafo de mi estuche y escribí una respuesta en el papel.

"¿Qué me falta práctica? ¡Por favor, si lo hice perfecto! Seguro que tú no habrías sacado un 10 como yo, ya que eres muy ruidoso, tontito"

Reí al terminar de escribir y doble el papel, pasándoselo a quien se encontraba a mi lado e indicándole que se lo devolviera a mi amigo de la infancia.

Spoiler:

Escuchó la respuesta a la pregunta y las opiniones de las alumnas en respuesta con una amplia sonrisa, alegre de ver aquellos desplantes de creatividad en sus hipótesis a pesar de no estar tan equivocados.
Aunque bueno, ella no sabía mucho de bandas de jovencitos así que tendría que ponerse a investigar más tarde.

- Me encantan sus respuestas, muy bien chicas - Dijo con una actitud más cambiada. Ahora tocaba su intervención para ampliar la información y pulir la respuesta a una que tuviera bases al menos cercanas a la ciencia. - Aunque la ultima parte de la explicación de la señorita Atsuka me gustó, los que se dedicaran a más a la composición musical mas bien se referirían a la naturaleza como un elemento para inspirarse que el de creadora, como vemos en la obra de las cuatro estaciones de Vivaldi, pero son opiniones al final y en cuenta.

Alzó los hombros mientras pasaba a diferentes diapositivas con dos fotos a blanco y negro de personas en apariencia diferentes pero tocando un instrumento musical parecido a una ocarina.

- El averiguar el uso de la música es bastante difícil y más si se considera que estaban hechos de materiales orgánicos y desde hace mas de milenios atrás, por lo que los científicos recurren a la etnoarqueología para ver las características de comunidades e intentar hacer analogías que coincidan con sus hipótesis con sociedades de hace siglos. - se quedó pensando un poco las palabras, como si la información se le hubiera ido unos momentos peor luego volvió a aterrizar - ... Oh si, ambos son indígenas pero uno es de una selva en la Amazonia y el otro de una tribu de Sudáfrica. Continentes diferentes pero aun así tenemos un elemento para tocar música, estos científicos les han observado como menciona su compañera música siendo creada por mero gusto, ya después tuvo motivos ceremoniales. Estas personas no necesitan trabajar mucho así que tienen tiempo para hacer cualquier cosa trivial, el ocio, como justamente solo tocar música para divertirse o como unos de sus compañeros que luego los oigo cuchichear que se la pasan comadreando el chisme.

Sabría que habría dado en el clavo, solo necesitaba una excusa para llamar su atención, pero tenía que dejar en claro que en su clase no se podrían poner así.

- Si tienen algo que decir les recomiendo que sea para todos el mensaje, en caso de que sea relacionado con la clase... se valen comentarios al azar como preguntar la hora, haz hecho la tarea o cosas así pero eso de pasarse el tiempo hablando es una falta de respeto y además sería perder tiempo, no creo que quieran ver este tema más de una vez - curiosamente ella se encontraba sonriendo pero Katherine provocaba tal vez el mismo ambiente de antes en el que ella dejaba en claro lo que andaba diciendo. - Bueno, no queda nada que decir ahora en esta clase, solo les pediré algo para cuando volvamos a tener clase

Se quedó callada intencionalmente, quería ver las caras de aquellos chicos imaginando que podría pedir ella. ¿Tarea? ¿Una aburrida lectura? ¿Tal vez un trabajo en equipo que requiera que más de uno se quiebra la cabeza?. Le parecía tan divertido ver a esas pobres criaturas "agonizando" con su propia imaginación.

- ¿Podrían traer unas palomitas? - si, eso sería algo que nadie pudiera haber sospechado. - No quiero cargarles mucha información así que la sig. clase veremos un documental de estas gentes donde realizan su música y motivos de la misma, no será tan aburrido... la siguiente semana será cuando les encargue algo de leer y veremos unos vídeos "musicales" de recreaciones de música con los instrumentos prehistóricos alrededor del mundo. - luego añadió con una risita - solo veremos vídeos en esas clases, pero solo si me comparten de las palomitas, si no será una clase de solo teoría y más teoría... ¿Les gusta la idea de los vídeos?

Sonreí divertido ante la afirmación de mi compañero, sin embargo su siguiente pregunta me pilló completamente desprevenido. ¿Cuántas novias he tenido? Una... ¿Y media? ¿Realmente pueden considerarse novias las chicas que salieron conmigo? No, no, en esa época solo era un crío, con ninguna llegué a besarme siquiera. Y explicarle el asunto de mi tía está completamente fuera de discusión.

– No realmente... Pero... – susurré en respuesta, inclinándome hacia él aparentemente tranquilo pero con un rubor sutil colorando mis mejillas. – He tenido bastante sexo... – revelé, sin atreverme a mirarle. Cualquier tipejo de mi edad diría esto con talante y lo presumiría a los cuatro vientos, pero para mí era razón de vergüenza y degradación. Ni sé por qué le dije esto, quizás me estoy dejando llevar más de la cuenta con esto de hacer amigos.

Un poco arrepentido volví la vista hacia la profesora, quien parecía de mejor humor por las buenas respuestas de las recién llegadas. No me di el trabajo de prestarles mucha atención pero sí noté que tanto Rory como su amiga estaban un tanto emocionados por la presencia de la muchacha del pelo negro, la que llegó a hurtadillas y se mandó el discurso de la naturaleza. Debe ser por eso de "Sombras Chinescas" que se conocen, es gracioso pensar que por esas casualidades acabaron en la misma aula de clases.

Iba a preguntarle algo al respecto a Rory cuando Katherine hizo una clara referencia a nuestra falta de atención. Me volví a ella con pánico, esperando una terrible reprimenda de esa mujer que esbozaba una sonrisa tan amigable como sádica. Será más guapa que cualquier modelo de revista pero vaya que intimida, en estos momentos realmente quiero desaparecer bajo mi banco.

Y sin embargo su "tarea" nos dejó desconcertados a todos... ¿Palomitas? ¿Es en serio? ¿Dónde están las cámaras? Me quedé perplejo ante sus palabras pero luego asentí en conjunto a mis compañeros pues la idea de las películas no sonaba nada mal, pero procuraría tener buenas calificaciones en esta asignatura o me las iba a ver caras. Lo presentía.

Rory abrió unos ojos como platos ante las palabras de su compañero. ¿Hablaba en serio o se estaba quedando con él? No, no parecía que se estuviera tirando un farol, por la forma en que lo había dicho. ¡Pero si tenían la misma edad! Rory ni siquiera se había estrenado aún, y en cambio ese chico tenía pinta de ser ya todo un experto… Bueno, al menos podría servirle para aprender algo.
Para no ser menos, porque aunque aún no se hubiera estrenado también tenía cosas interesantes que contar, Rory estaba a punto de hablarle de sus anteriores novias, pero se paró en seco al escuchar a la profesora llamarles la atención. Inmediatamente se puso derecho en su asiento con cara de niño bueno.

La profe daba algo de miedo, con esa sonrisa con la que aparentaba ser la profesora enrollada, de esos que al final te la meten doblada.

-¿¿Cómo?? ¿deberes ya?- murmuró Rory por lo bajo cuando la profesora les “amenazó” con tener que traer algo para la siguiente clase.

Pero para su gran alivio, la mujer sólo se estaba quedando con ellos. Qué mala persona, pensó Rory, no se juega así con los pobres estudiantes…
Aún así tenía que reconocer que la profesora había ganado puntos en su escala. Ya sólo habría faltado que le dejara hablar tranquilamente en clase, pero obviamente, era mucho pedir.

A pesar de la advertencia previa, mientras la profesora explicaba a los alumnos lo que harían los próximos días, Rory se tomó un segundo para susurrarle a Raito, mientras le guiñaba un ojo:

-Tú y yo vamos a tener que hablar después. Tienes que contarme muchas cosas.

Alguien le pasó entonces otra nota de Kaori. Rory contuvo la risa cuando la leyó, y garabateó rápidamente en el papel:

“Parece mentira que no me conozcas, seré ruidoso pero soy un experto. Además, yo antes me fugo la clase que intentar entrar a escondidas. Eso es de novatos ;)”

Y pasó la nota otra vez a sus compañeros mientras miraba de reojo a la profesora y se aseguraba de que ella no lo veía.

-Si no son demasiado peñazo...- murmuró al final, tras la última pregunta de la profesora, y después añadió, un poco más alto:-Siempre es mejor ver vídeos que leer cosas aburridas.

Aquella clase se iba poniendo más interesante por momentos, y Autumn apenas podía contener su entusiasmo. Para colmo, apenas había llegado a la escuela y ya se había reencontrado con sus antiguos compañeros de grupo ¡había que planear algo para celebrarlo! Pero por el momento tendría que esperar a que acabara la clase para poder saludar (y abrazar y achuchar) debidamente a Kaori.

De nuevo se encontró sonriendo abiertamente cuando oyó a su amiga contestar las preguntas de la profesora con tanta calma y soltura. Por supuesto, ya estaba metiéndose a los profesores en el bolsillo como hacía siempre con todo el mundo... era cuestión de tiempo que todos la adoraran. Suspiró con un poco de envidia, pero luego levantó los pulgares en un gesto de triunfo y le dirigió una mirada amistosa, susurrando:

-¡Muy bien! ¿Cómo eres tan lista? No es justo...

Cada vez le costaba más concentrarse en la lección, pero después de que la profesora se pusiera en modo serio y les llamara la atención se enderezó de un salto y se prometió a sí misma tomar nota de todo.
Como todo el mundo, se quedó estupefacta al saber que su tarea consistía en traer palomitas a clase, pero la idea de los videos no sonaba mal. Se giró hacia Rory, al que ya oía quejarse de los deberes, y le replicó:

-¡Esta ha sido la mejor clase del mundo! Yo no me he aburrido nada. Aunque tú no has parado quieto -añadió en voz más baja, mirando significativamente al chico con el que había estado cuchicheando Rory-. Y lo de los videos es genial. Me gustan las palomitas. Y creo que me va a gustar esta escuela -añadió riendo.

Como no sabía con seguridad si la profesora había terminado de hablar, se inclinó mucho para susurrar al oído de su antiguo compañero:

-¡Oye!, has visto a Kaori ¿no? No tenía ni idea de que estaba aquí... ¡Tenemos que hablar después de clase con ella!

- Me alegra que les gustara, intento que todo lo teórico tenga vías alternativas además de libros, todo es por el bien suyo... Pero no garantizo que se escaparan de leer y escribir ensayos, después de todo esto es una clase teorica - alzó los hombros pues en realidad no había otra alternativa - aunque algo me hace sospechar que les va a encantar Historia de la Música en 3er año; hablamos de rock, swing, metal, pop, disco, blues.

De hecho fue a su laptop y mostró el material de los del último año que incluía principalmente videos de los conciertos y shows como de Boney M., Ray Charles, Jimmy Hendrix, Frank Sinatra, Queen, Michael Jackson e incluso Rammstein y Iron Maiden. Siglo XX fue un boom de géneros musicales jamas visto en otra época y eso simplemente emocionaba a los alumnos.

- Si tienen paciencia por otros años podrán oír algo más que Las bodas de Fígaro y música gitana, se que muchos preferirían el camino del rock, es cuestión de gustos. - Debía de admitir que tenía poco que explicar en esas clases y eran más de debates entre alumnos que ella supervisaba con palomitas sobre Freddy Mercury y Kurt Cobain. - Solo por que fue el día de introducción en mi clase les dejaré salir temprano hoy, solo les pido que anoten lo que pondré en el pizarrón... y no, no quiero fotos de lo que escriba, lo escribirán a mano, así sufrimos sus profesores.

Katherine había olvidado incluir los temas que hablarían a lo largo del curso por unidades y subtemas. Instrumentos originarios del mundo, hallazgos arqueológicos, reinterpretaciones, la apreciación de la música "tribal" en la era moderna y claro, la transición que tuvo casi a edad media en territorio europeo y asiático.
Y por último su correo electrónico de la escuela, por si necesitaban una cita en su cubículo o si resultaban con alguna duda.

Hubo un lapsus en el que se levantó un murmullo general. Los comentarios iban y venían de un lado del salón a otro, ya fueran sobre la clase o sobre el cuerpazo de la profesora, el matiz variaba según el emisor. Noté cómo la amiga de Rory se dirigía a él otra vez, dedicándome una breve mirada de ¿fastidio? Le observé silente pero no tardé en desviar la vista hacia un costado con aparente desgano y secreta vergüenza. Antes de poder escuchar siquiera de qué iba su conversación la profesora retomó la palabra, haciendo callar de inmediato a mis compañeros.

Copié a mano el temario anotado en el pizarrón, absteniéndome a usar el teléfono por mera orden de la mayor. Su amabilidad tenía límites, así como lo había demostrado hace un rato con las alumnas atrasadas. Prefería acatar, no quisiera ser de esos que despertasen su lado déspota aunque creo tener el inexplicable don de llevarme bien con los profesores y adultos en general, sea para bien o para mal.

De igual modo este sitio era muy diferente a mi escuela anterior y eso me significaba una agradable sensación de apremio, como si quisiera averiguar más de mi nuevo hogar. Los temas, la gente, todo era diametralmente distinto a lo que yo acostumbraba a tratar. No podía decir que había adoptado una especie de sentimiento de pertenencia hacia esta escuela dado a que solo llevo un día, pero la clase había estado bastante bien pese a ser pura teoría y tener una profesora sospechosamente tirana.

– Nos vemos luego – dije sin más a Rory y a la otra muchacha, acompañándome de un breve gesto de cabeza antes de precipitarme hacia la salida.

Si, me sentía tan cómodo como perdido en ese nuevo ambiente. ¿Por qué huía de mis nuevas "amistades", entonces? Eso era obvio. Quería eludir la conversación de hace unos momentos, dar por terminado el asuntillo de la experiencia sexual y esperar que mi compañero de banco hiciera lo mismo. También quería ahorrarme el esfuerzo de disimular cuán nervioso me pone interactuar con una mujer.

Quizás la única razón por la que me encuentro acelerando el paso hacia el interior del pasillo es porque no quiero hacer frente a mis propios problemas. No aquí, no cuando vine escapando de ellos.