Lonely pair

[Continuación de este tema ]

Claramente, apenas lo invitó a seguirla, Agnika ni siquiera había pensado en la posibilidad de aceptar un “no” por respuesta. Siguió caminando un par de pasos más adelante que Yuli, guiándolo con la misma soltura con la que lo había guiado por la discográfica, hasta que por fin llegaron a un modesto bar de pocas mesas y ambiente relajado.

-Aquí no ponen la música muy fuerte, así que podemos conversar y tomar algo sin problemas- lo invitó a pasar antes que ella, y ya estando dentro saludó a los baristas con un gesto familiar.
-Además… es uno de los pocos locales donde confían que mi credencial es real…- admitió luego, con un dejo de resentimiento y vergüenza que era indisimulable.
-¿Puedes creerlo?- suspiró abatida, y dejó caer con un ruido seco la colosal mochila que llevaba encima.

-Y entonces... ¿no es cansador andar todo el día con esas alas de adorno? Son pequeñas, pero se ven algo pesadas-

Antes de poder siquiera negarme a la invitación, Agnika ya me conducía hacia quién sabe dónde para mi celebración. Me hacía sentir raro la idea de que una mujer que apenas acababa de conocer tuviese la consideración de incitarme y acompañarme a celebrar lo que sin dudas era un gran primer paso.

Si me hubiese quedado en casa probablemente solo hubiese terminado durmiéndome al amanecer con los ojos hinchados.

Aunque si lo pensaba, el ir a celebrar a algún lugar me obligaría a jugar el papel de humano, si Agnika no me veía beber o comer algo sí se volvería realmente sospechoso. Suspiré pesadamente, al parecer no tenía mucha escapatoria.

Entré al local y efectivamente parecía un buen ambiente. Me reí de lo que me contaba y es que a mí también solían pedirme mis documentos en muchos lugares por aparentar menos edad de la que supuesta (y efectivamente) tengo.

"- Lo creo. Me pasa igual. -" Respondí como si le estuviera dando mis condolencias mientras tomaba asiento, pero rápidamente di un respingo por su siguiente pregunta.

"- Ah no, para nada.-" Sonreí nervioso mientras cruzaba las piernas, procurando no hacer ningún movimiento con las mencionadas alas. Rogaba porque no pidiera que me las sacara.

"- Lo mismo podría decirte a ti. ¿No es cansador andar todo el día con esa gran mochila. Es enorme y se ve realmente pesada.-" Desvié la atención hacia ella.

Agnika siguió mirando con curiosidad las alas de Yuli, pero finalmente asintió y se limitó a decirle que se veían muy realistas.
Muchos veían en su ropa un ritual de empoderamiento, y aunque Agnika no lo compartía, era lo suficientemente respetuosa para no entrometerse.

-¿Mi mochila? La verdad es que no me pesa tanto- la miró, y entendió entonces que tampoco era normal andar arrastrando algo de ese tamaño -, pero también soy bastante fuerte…- explicó, mientras arremangaba su sudadera hasta la altura de sus biceps y tensaba los músculos en esa área. Efectivamente, la chica estaba más marcada de lo que aparentaba su porte y de lo que dejaba ver su holgada ropa.

-Tadá, ¿lo ves?- rió, dejando de lado su demostración -Hago boxeo tailandés desde pequeña, y no es por pecar de humilde, pero soy bastante buena. Así que ya sabes, además de manager, soy tu mejor guardaespaldas-

Se acercó entonces uno de los meseros a tomar sus pedidos. Agnika eligió una cerveza, porque según ella era lo mejor después de una jornada laboral, y miró a Yuli esperando su respuesta.
-No te tienes que sentir forzado a pedir alcohol- adelantó, suponiendo que para él podría ser un tema -Aquí sirven de todo-

Dejé escapar un silbido de sorpresa y es que en verdad no me esperaba que sus brazos estuviesen mejor trabajados que los míos y eso que ella era más pequeña que yo.
Ahora que lo pensaba nos debíamos ver bastante cómicos dentro del bar, como un par de adolescentes jugando a ser mayores de edad.

"- ¿Así que vas a cuidar bien de mí? -" Dije divertido por la idea y es que no la estaba subestimando en absoluto, pero me parecía bastante tierno que tuviera la idea de ser mi mejor guardaespaldas. "- Yo soy realmente malo peleando. -" Mentí. "- Además mi apariencia tampoco intimida demasiado. Me confunden con una chica bastante a menudo.-" Eso no era mentira y tampoco me llegaba a molestar.

Asentí a su sugerencia como si realmente no tuviera mucho apego con el alcohol. "- Pediré un jugo de frambuesa, por favor~-" Le sonreí al camarero con cierto encanto robando una sonrisa un poco nerviosa de su parte cómo respuesta, si tenía suerte quizás podía conseguir mi real aperitivo de esa noche de su cuello más tarde porque no tenía idea cómo iba a tomarme el jugo que acababa de pedir.

"- Y bien Agnika, ¿Por qué no me cuentas un poco de ti? Ya lo del boxeo tailandés me parece bastante fascinante e inesperado.-"

-No me sorprende que te confundan con una chica. Es poco común ver a hombres tan lindos- sonrió, esperando a que el aludido no se lo tomara a mal, y justo entonces llegaron los pedidos de cada uno.
Los ojos de Agnika se iluminaron de expectativa cuando vió la burbujeante cerveza frente a ella. Le dio un trago largo, disfrutando el frescor en la garganta y suspiró complacida luego de bajarse casi la mitad del vaso.

-Siento que el alma me vuelve al cuerpo- bromeó, y volvió a prestarle atención a lo que Yuli le preguntaba.

-Bueno, empecé a hacer muay thai desde pequeña porque estaba harta de que mi familia me mimara- comenzó a contar con una leve mueca de desagrado ante el recuerdo.
-Quería ser tomada en serio y supuse que un deporte así de brusco sería perfecto para demostrarles que no era la hija menor y desprotegida que ellos siempre hostigaban- sus manos juguetearon un poco con el posavasos de la cerveza y sus ojos miraban a Yuli esperando que entendiera su complejo.

-Bueno, no funcionó; hasta el día de hoy me tratan como a una niña, pero luego de un par de clases ya estaba lo suficientemente obsesionada como para seguir haciéndolo solo por gusto. Además, siempre es útil saber defenderse- terminó de decir, siendo bastante más categórica en la última frase.

-¿Y tú? ¿En qué más te ocupas aparte de la música? Veo que te gusta vestirte bien-

OFF ROL:

Spoiler:

"- Jajaja, gracias. -" Una risa honesta se escapó de mis labios, me hacía gracia el halago y es que no, para nada me ofendía el hecho de ser comparado con una chica o que me dijeran "lindo" y no "apuesto". Conocía bien mi propio cuerpo y sabía que efectivamente mi aparencia era andrógena, insisto, hasta lo sabía ocupar a mi favor.

Escuché entretenido su historia y me imaginaba perfectamente lo que ella decía. Era muy fácil que algunas personas no tomaran enserio a otras solo por su apariencia, yo también lo vivía.

"-Ah no, yo solo suelo dedicarme a trabajos esporádicos. Part-time. Pero siempre fue mi sueño dedicarme a la música.-" Mentí, pues realmente no tenía ningún otro trabajo, el dinero que tenía guardado a través de los siglos me permitía vivir acomodadamente por un buen rato. Si algo me llamaba la atención, me dedicaba a ello, pero actualmente era solo el canto lo que me llenaba.

"- ¿Te gusta mi ropa? -" Me volví a sentir halagado, le sonreí con ese misterio travierso que se caracterizaba en mí. "-La verdad es que soy un aficionado a lo gótico, ya sabes, todo lo vampírico y esas cosas. Me identifican mucho.-" Qué irónico y descarado estaba siendo al hablar de esa manera acerca de mi estética, cuando en verdad solo era que me gustaba la ropa antigua y debía, de alguna manera, mantener la coherencia con mis alas ya que esconderlas era bastante engorroso.

Luego de que Yuli le respondiera, Agnika sonrió con la malicia típica de cuando dejaba sus ideas profesionales tomar control de su mente, pero enseguida se tranquilizó y volvió como si nada a su expresión apacible y normal. 
-Es bueno que tengas tu propio estilo. A los artistas se les valora más mientras más de sí mismos demuestren ante el público, y la ropa es una entrada fundamental- explicó, imaginando ella misma las posibilidades de marketing que esto le abría a la carrera de Yuli.
 -¿Te la confeccionas tú mismo o la compras en algún sitio?- le preguntó, mientras se inclinaba un poco sobre la mesa para inspeccionarlo con más soltura. 

Volvió entonces a sentarse y a tomar un trago de su cerveza, disfrutándola como si fuera la primera en siglos.
-Dime, ¿hay algún artista que te haya inspirado a seguir este camino de la música?- preguntó, ya en plan más curioso-personal que curioso-laboral. Aunque tratándose de ella, jamás se sabría dónde volvería a ver el provecho de una respuesta.

Alcé una ceja ante su sonrisa maliciosa, con más curiosidad que cualquier otra cosa, sin embargo ella rapidamente volvió a su semblante habitual, así que lo dejé pasar.

¿Qué clase de cosas se le deben haber ocurrido?

"- Entonces... ¿Te parece bien si jugamos con eso? Construyamos mi imagen tal y como si fuese un vampiro de verdad~ -" Sugerí con cierto tono misterioso en mis palabras. Este juego se me hacía divertido. Por un lado me ayudaría a disimular la verdad de mi naturaleza y me permitiría moverme como vampiro con naturalidad y por otro lado sería una gran estrategia de marketing que podríamos aprovechar de muchas formas.

"- No, la ropa suelo comprarla, aunque no tengo una tienda específica en verdad. Solo veo lo que me gusta y lo compro. Aunque prefiero las compras online. -" Aclaré, omitiendo que algunas prendas sí eran hechas a mano, pero no por mis manos sino por las del lobo que había sido mi compañero. Él tenía ese tipo de habilidades, yo solo era un buen modelo.

La pregunta me tomó un tanto por sorpresa. Incluso tuve que dejar una pausa para poder pensar si realmente había sido así. Hasta ahora nunca había reparado en qué momento precisamente había inclinado mi interés por la música.

"-No. No realmente. Supongo que el interés se dio de forma natural y general, no por algo o alguien en específico. Pienso que la música es una de las cosas más maravillosas de este mundo. -" Crucé apenas los dedos de mis manos por sobre el jugo que hasta el momento había ignorado completamente y apoyé sobre ellos mi mentón le sonreí con honestidad. La música era una de las cosas más fascinantes de los seres humanos.

"- ¿Y tú? ¿Porqué entraste en este mundo tan competitivo?-"