♥San Valentín♥ ¿Chocolate dulce o amargo?[Ren Hikari]

Cuando venían fechas como estás era un mar de emociones, danzando de aquí allá! San Valentín, San Valentín!!Wuaaa!! qué alegría! Mucha gente dando amor, amistad y buenos sentimientos, lo podía sentir por cada lugar! Y claro, no era de extrañarse que a pesar de ser un día comercial(como decía Lucien) ya estuviese en marcha para preparar algo. Me vestí y emprendí mi camino. El único problema en este momento no era el dinero, o el tiempo, era otro que no muchas personas sabían...si, mi obvio defecto de hacer explotar la cocina cada vez que entraba y trataba de preparar algo.

No podía simplemente dejar de hacer algo este año porque Lucien no estuviese a mi lado para asesorarme...y aún a pesar de que...hemos pasado por tantas cosas no le iba a dejar sin el siempre chocolate casero de todos los años- Un chocolate semi amargo bitter para esta ocasión será el elegido!...-llevé mi dedo indice a mi mentón con un leve sonrojo-mmm...debería hacer otro chocolate también- cerré los ojos pensando en aquel pelirojo y en sus melodías, tarareando una canción de camino a las tiendas para elegir todo lo necesario, y es que ver las decoraciones en la ciudad era de ensueño, cuando recibía buenas vibras de los humanos era cuando mejor me sentía!.

Vitrinas rodeadas de rojo, blanco y rosa, olores dulces en el ambiente, paso a paso me acercaba a las tiendas pensando en que podría comprar para preparar chocolate. Me decidí en una tienda de apariencia muy delicada, maravillosa!-Ting ♫- sonado una campanilla al entrar-

Buenos días, Bienvenida!- fue lo primero que oí al entrar, una señorita en la caja registradora detrás de un mueble blanco me sonrió con cortesía.
Muy buenos días!- contesté con una gran sonrisa llena de alegría y sin más demora mis pies en un grácil movimiento me llevaron a las vitrinas pero..-eh...eh?- Muchos, DEMASIADOS ingredientes, tipos de chocolates, envoltorios, nombres, esencias- oh no...esto está mal- mi cara se transformó en una de duda inocente y es que cada vez que yo cocinaba era vigilada por mi hermano Lucien, era el quién daba el orden, pesaba, y me decía que iba cuando y donde...yo solo sazonaba y ponía todo de mi...aún cuando la cocina explotara, se quebraran platos o cosas como esa, bueno, es que sin mi hermano al lado no coordino demasiado bien si en la cocina se trataba- ah~ Lucien...que debería hacer...-ladee la cabeza suspirando contrariada, con los ojos centelleantes como una niña pequeña, de un lado a otro mi cabeza se movía haciendo que mis largos cabellos plateados se mecieran- tampoco se que sabor le podría gustar a Logan...los demás chocolates de cortesía serán normales pero...son tantas cosas que no se que hacer!

Si bien el encuentro con Matthew había dejado más de una herida abierta en su pecho, no podía olvidar la promesa que había hecho con el dulce chico de cabello anaranjado; le vería el día de su nacimiento, así podría darle un presente acorde a la fecha, que le gustara y uno por su cumpleaños. Bien sabía que los chocolates/dulces no era algo que el joven gustase, pero en aquella tienda tenían adornos preciosos, listones de todos colores e incluso buenos materiales para crear postres y comida deliciosa con detalles que encantaban.

También había pensado en regalarle algunos chocolates a sus nuevos conocidos, Rune, Cyril, Madison, quizás Ayato...y solo tal vez a su jefe, Delta. Claramente guardaría lo más especial para quien, pese a dolerle, tenía su corazón, aquel pelirrojo sonidista, y aunque pudiese ser solo un chocolate que terminaría por perderse guardado en el cajón más oscuro, no podía dejar de hacerlo.

La brecha abierta en su pecho luego de conocer al albino era demasiado grande como para ocultarlo todo tras una sonrisa falsa, era pésima en ello, y tomaría tiempo activar su método de protección, ocultarlo todo en lo más profundo de su ser, creando muros para cubrirlo. Por esto su cara no era la más radiante de todas, ni tampoco mostraba demasiada energía en su actuar, mas bien se trataba de una mirada neutra, casi adormilada. Su desplante era igual, y su vestimenta más simple de lo que siempre llevaba.

Ingresó a la pintoresca tienda, rondando por los primeros pasillos con una pequeña canasta del lugar. Llevaba algunos artículos ya, no pudo evitar que la chica de cabello bicolor llamara su atención, al parecer estaba en aprietos. Se acercó intentando escuchar mejor.- A esta tienda llegan chocolates bastante exóticos...-comentó sonriendo levemente hacia la muchacha. Y era cierto, el local contaba con chocolates tan comunes como dulce, de leche, amargo hasta algunos que siquieras podrías imaginar, de colores y sabores extraños.-Quizás pueda pensar en que desea demostrar con ellos.-continuó.

Sin darme la vuelta asentí, como si mi propia conciencia fuera la que me hablara- Cierto! tienes toda la razón- una de mis manos empuñada golpeó sobre la otra expandida- Oh...p-pero-Me puse a pensar bien...qué quería expresar?

De un momento a otro me giré dándome cuenta que estaba acompañada- Ah!-vi la sonrisa de la muchacha, una bella chica muy simple, con ojos amables pero...-...oh...-ladee la cabeza y sin querer lo dije viendo a sus ojos, con una expresión acongojada- ...Tú...estás bien?No estás cansada de estar triste?-abrí los ojos de nuevo, dándome cuenta que sin querer me había percatado de su estado emocional y moví las manos de un lado a otro- Lo siento!! fue sin querer! Oh si, los chocolates- tomé uno tratando de que no se percatara de que me había dado cuenta de sus sentimientos, de lo cansado de su alma y algo torpe logre sostener una caja de chocolates, claro...al revez-...p-perdona por decir cosas sin sentido, no me tomes en cuenta jajaja-mis ojos se posaron en el chocolate, si Lucien estuviese aquí seguro me hubiese regañado por no controlar mis obvias de ayudarla pero...es que esos ojos y esa sonrisa...eran tan diferentes el una de la otra, me daban ganas de abrazarla, de poder ayudarle de alguna forma.

*Nee...Lucien, de verdad no debería tratar de ayudarla*-y con la mirada gacha pero ingenua miré de nueva a la linda niña- Tengo el problema de que...los chocolates son dos completamente distintos, uno es para mi hermano gemelo- mi rostro se suavizo calmado, con un semblante cariñoso, no podía evitar ponerlo si pensaba en Lucien- y el otro es para...-espera...¿qué podría decir de Logan?- un...amigo, un chico muy especial...-sonreí alegre con las mejillas rosadas- Tú también estás buscando un chocolate para alguien especial?-y en ese momento la voz de mi hermano razonó en mi cabeza"preséntate siempre, eso demuestra educación"

Oh!-extendí la mano encogiéndome ligeramente de hombros tomando ambas manos de ella envolviéndolas en un sutil calor y aura calmada- Me llamo Lucia, Lucia Luarent, encantada!- Me alegraba que se acercara a ayudarme, no tenía muchas amigas que digamos, aun cuando era muy popular...algunas tendían a alejarse por diversas razones y...bueno, sin Lucien a mi lado todo este tiempo...comenzaba a sentirme sola...es más...ahora que lo pensaba...¿recibiría mi chocolate...?

Sus ojos se abrieron notoriamente, bajando enseguida la dirección de ellos hasta el suelo al notar como la chica comenzaba a sentirse en aprietos.-Lo estoy...-susurró en un tono tan bajo que solo ella podría escuchar, enseguida se incorporó alzando el rostro junto a una pequeña sonrisa en los labios. Esperaba que esta "actuación" fuese mejor que la anterior, pese a que era pésima mintiendo, le soprendía en sobremanera que una completa extraña llegara a entenderla nada más con haber visto unos segundos sus ojos. ¿Tan obvia era?

-¿Hermano gemelo? Vaya...eso si que es inusual-comentó riendo, esperando que el tema anterior fuese olvidado, en especial para que la chica se pudiera tranquilizar. No era la primera vez que conocía gemelos, pero si un par de distinto sexo...seguro debía ser bastante sobre protector con aquella muchacha, ella debía tenerlo difícil.-Mh~ Entonces deben ser dos chocolates diferentes...O postres de distinto tipo...como un pastel o galletas, ¿quizás?-dijo buscando con la mirada algunas cajas de chocolates, si sería un postre dulce, entonces lo mejor sería un poco de chocolate amargo para no sobrecargalo.

Ladeó la cabeza pensando. Sí, Jinguji era alguien especial, al igual que Kei...en distinta forma claro estaba.-Así es...Estoy buscando algún chocolate para alguien que no gusta de los dulces...y que es ehm...-su mirada se levantó dejando una pequeña pausa antes de continuar.-¿Cómo el verano?-dijo mientras llevaba su mano bajo su mentón. Tenía sentido, para ella Kei siempre había sido como el otoño, su estación favorita; cambiante, colorida, algo melancólica, suave y tranquila. Mientras que el pelinaranja era más bien radiante, lleno de vida, cálido...como un día de verano.-...Sí, creo que eso podría definirle bien...-se dijo a si misma. Volvió a observar a la chica frente a ella.-Hahaha, creo que estoy confundiendote más...Lo siento-

Sus manos terminaron rodeadas por las de ella, era una persona realmente cálida, el contacto con ella se sentía muy bien a la vez que llegaba a dolerle un poco, aun se sentía demasiado vulnerable y débil.-Es un bello nombre...señorita Lucia-sonrió levemente.-Yo soy Ren, Ren Hikari...mucho gusto-se presentó entregándole una pequeña reverencia con su cabeza.

mantuve los ojos muy abiertos, parecía ser una persona que sabía mucho de sentimientos con respecto a esto del san valentín, aunque se enredase de vez en cuando podía darme a entender que estuvo enamorada. De mis labios coloreados salió un suave gesto enternecedor, una sonrisa casi maternal, según Lucien lo había heredado de mi madre, Albana.

Negué con la cabeza- No, claro que no, en realidad eso me hace comprenderlo un poco más-entrelacé los dedos mirando mis uñas pintadas de color borgoña- Los humanos se inundan en sentimientos tan confusos y hermosos cuando están enamorados...el día de San Valentin se considera comercial pero...creo que saca cosas muy valiosas de la gente¿ Cómo no pensar de esa forma si pasas todo el día buscando algo delicioso para esa persona que amas?-sonrió como una niña entusiasmada y miró a la castaña- ¿No crees que esa misma confusión es prueba de que son distintos sentimientos y que por ello también no pueden ser el mismo chocolate?- caminó unos cuantos pasos mirando los ingredientes- A mi me pasa lo mismo...-tomó una barra de chocolate semiamargo- Mi hermano Lucien...es una persona muy seria, si debiese compararla con una estación seria invierno, todo a su alrededor se mantiene en calma, se enfría, es blanco y elegante-cerré los ojos recordando su figura en Inglaterra, bajo la nieve...- No muchas personas aman el invierno pero...en mi caso lo amo, es donde más cálida y tranquila me siento, donde a pesar de que el frío puedo resguardarme- abrí los ojos sonriendo de nuevo y ahora tomando un chocolate dulce- Logan es...como el otoño, tan lleno de colores, los colores rojos me recuerdan a sus ojos encendidos, me recuerda que luego de esa estación puedo seguir floreciendo, como si yo misma me estuviese convirtiendo en primavera!-uní ambos chocolates, recordando que mi hermano estaba distante y que Logan no había venido a la escuela- Es dificil no? intentar enfatizar algo para personas que uno quiere tanto en un solo chocolate y que sepa delicioso jaja-dejé ambos chocolates en la estantería y volví a acercarme a ella inclinandome ligaremente con las manos atrás y el rostro ladeado, mis cabellos largos plateados cayeron al mismo lado. Sentía que quería conocer un poco más a esta humana que me hacía pensar en estas nuevas emociones que me invadían, aun cuando eran dolorosas o me hacían sentir sola, porque a pesar de todo lo que estaba pasando me hacia valorar más a aquellos hombres- 

Si es aquella persona es verano y no gusta de los dulces me imagino unas galletas o un pastel de panqueque de naranja y chocolate! el ácido de la naranja podría ayudar a amainar el dulzor no lo crees?-se enderezó un poco y llevó uno de sus dedos a su boca- si lo pienso por mi lado podría hacer un pastel para mi hermano, ama tomar el té!...aunque...-de un momento a otro recordó que no podía acercarse...qué quizás pasaría el día con su novia Mine-qui-quizás no pueda entregárselo para ese día.


Nee, Ren¿Qué debería hacer si quiero entregar mis presentes pero no puedo hacerlo?-su voz sonó un poco más infantil, Lucia no entendía muy bien estos extraños sentimientos que nacían en mi corazón, no comprendía del todo porque me llegaba a molestar el pensar que Lucien no estaría a mi lado, que no podría tenerlo junto a mi...o sentirme sola porque Logan ya no estaba.

Sintió cierta extrañeza en la forma de expresarse de la muchacha, los humanos...era como si ella misma no se considerara parte de ellos. Tal vez era una forma de hablar, debía admitir que los rasgos físicos de ella eran bastante ajenos a los que solían rodearla, más le parecía sumamente hermosa e intrigante, el color de sus cabellos, el tono de su piel...parecía una princesa tribal, como la personificación de la hija entre la luna y la tierra.-...Por lo que veo...tu estás inhundada de esos sentimientos también...-sonrió levemente hacia ella, no le agradaba que por su cuenta se distanciara de esos sentimientos humanos que aquella misma muchacha sentía también.-...Aunque...a veces pueden ser un verdadero pesar...-dijo en un tono más bajo, moviendo con un dedo una barra de chocolate amargo frente a ella. ¿Qué estaba diciéndole a esta chica? No podía arruinarle con esas palabras tan pesimistas y dolidas, si al final ella había logrado ser muy feliz gracias a su ex novio.-...P-pero no significa que los odie, e-es más he conocido muchas cosas maravillosas por haber amado a alguien.-Sonrió torpemente, dejando la barra de chocolate en paz.

-Puedo ver que ambos son muy importantes para tí, quizás gracias a ellos estás floreciendo como la primavera. Después de todo es el otoño quien prepara la tierra para el nacimiento de nueva vida y el invierno el que los cultiva en silencio...-comentó volteándose hacia Lucia-Haha...Sí, es muy difícil...Pero...me gusta hacer estas cosas-declaró con honestidad, prefería hacer las cosas en forma personal a comprar objetos, suponía que era un detalle más apreciable, además le encantaba ocuparse de hacer feliz a sus seres queridos con sus propias manos.

Abrió los ojos hacia ella con la propuesta que le había planteado-...¡Tienes razón! Es refrescante y deliciosa...sería la mezcla perfecta...-guardó silencio un segundo, para soltar una risilla al percatarse de la similitud entre ellos dos dentro del postre que Lucia había mencionado.-Naranja y chocolate...Hahaha Su cabello es de color naranja, ¿sabes? Se lo mencionaré la próxima vez...¡Somos como un postre! Hahaha-cubrió sus labios con una mano cuando de ellos escaparon algunas carcajadas. Por alguna razón su acompañante le irradiaba felicidad, permitiéndole reír de aquella forma después de varios días.

Ladeó el rostro a lo siguiente, tomándose un tiempo para pensarlo con detenimiento.-...Mh, quizás podrías recurrir al correo...Pero...-Su mano se trasladó a la morena de la chica, tomándola levemente.-Estoy segura que cualquiera de los dos estaría muy contento de recibir tu presente directamente de tí...

Pestañee un poco por lo que ella me contaba, ¿había sufrido por amor?

Inundada...por aquellos sentimientos..-mis mejillas se enrojecieron sin darme cuenta, realmente Logan era un chico que me causaba muchas sensaciones nuevas, pero¿Estaría enamorada de él? no era acaso lo del amor un sentimiento que no te deja pensar en nadie más que en esa persona y que quieres compartir cada segundo con ella?



Sentí un suave aroma, un aroma elegante y a la vez varonil-Lucien-así es, quería estar con mi hermano, de verdad quería verlo pero luego de lo de la fiesta¿debía?

Aunque a veces puede ser un verdadero pesar...-mis ojos se posaron sobre el rostro de Ren, ella lo entendía, eso era!! sentía pesar por no poder estar junto con él¿pero...porque?


Asentí cuando me decía que eran importantes, de verdad lo eran, cada uno de ellos, pero, sin lo pensaba bien eran sentimientos diferentes¿Cómo podría compararlos si con Logan había sido un cuento de hadas que al final no tuvo un final de "vivieron juntos y felices para siempre? mientras que con Lucien habían sido años de felicidad y tristeza, en las buenas y en las malas, el que me había hecho crecer y yo a él. Suspiré y luego reí suavemente cuando la escuché- a mi también me gustan mucho! aunque...soy peligrosa en la cocina jaja, suelo romper los platos o hacer que exploten las cosas-suspiró con una sonrisa de lado preocupada- generalmente es mi hermano quién me ayudaba, y yo preparaba todo, hacíamos un buen equipo.

-sonreí complacida al ver que a Ren le había gustado la idea, me gustaba sentir que ayudaa a la gente con sus problemas aunque fuesen pequeños y ella había sido muy amable conmigo- jeje, que bueno que te ayuda! de seguro estará muy feliz de recibir tu regalo!-abrió los ojos por lo del postre- Wa!!ahora entiendo jajaja, de seguro entonces deben verse muy lindos juntos!-No sabía si eran novios o que, pero la combinación se me hizo algo muy cute- yo se que le gustará!

-sentí su toque como algo muy contenedor, como si fuese mi amiga¿Acaso la habías enviado a mi, Dios, para que me ayudase a orientarme?si era así...te estoy en deuda-Ah...-sin quererlo mis ojos se colocaron vidriosos por sus palabras- yo...-sentí mi mejilla húmeda- eh?-la toqué y había una lágrima-p-perdón! no sé lo que sucedió jaja debo tener algo en mi oj...o-las lagrimas comenzaron a salir, más, sin detenerse.

¿Qué es esto...porque estoy tan triste, sé que si busco a Logan podría mandar el chocolate por correo...sé que si lo encuentro el lo recibirá pero...y Lucien...y él?-...ah-sentí un nudo en la garganta, como si no pudiese decirlo, o simplemente aceptarlo, una opresión en el pecho, apoyé mis dos manos entre ellas sobre el collar que nos unía-Lucien...Lucien no va a querer mi chocolate-no pude evitar llorar, imaginarme a mi hermano negarme la posibilidad de estar con él, de aceptar mis sentimientos¿Porque era tan doloroso?


Imaginar sus ojos frios hacia mi, pensar si quiera en la posibilidad de que no querría estar a mi lado o sentirme...era...era doloroso, muy doloroso.

Ah!-es cierto...él ahora está con Mine, él...ahora tiene a alguien para aquellas cosas.


uh...-algo en mi corazón latio, algo extraño.

Limpié mis mejillas con mi mano sin mirar a la amable chica-Yo, no puedo entregárselo porque...él ya no quiere verme...yo, ya no estoy unida a él-cerré los ojos apretando aquel cristal, que ahora estaba completamente blanco.

Lamento todo esto...de verdad yo no suelo llorar...

Le sonrió levemente con cierta ternura en sus celestes orbes ahora enmarcados en las largas pestañas de la guitarrista.-Ustedes...¿se llevan muy bien, verdad?-preguntó, sin esperar una real respuesta al respecto. En alguna parte de su cabeza a veces se preguntaba como serían las cosas con Ion si nada de lo ya escrito hubiese sucedido, ¿serían tan únidos como la muchacha frente a ella mostraba serlo con su hermano mayor? ¿lo querría más que a cualquiera? Algunas imágenes de su infancia se cruzaron traviesamente, un chico albino, siempre pendiente se su escurridisa y tímida hermana menor, el único lugar seguro para ella en, lo que llamaban, hogar. Seguido a ello sintió una punzada en la cien, cerró los ojos un momento, llevando su diestra hasta la zona adolorida, en forma sutil, esperando no alertar a Lucia.

-Haha...¿tu crees?-le sonrió, levantando nuevamente la mirada dejando de lado la fuerte punzada, las cuales se habían vuelto algo bastante habitual al momento de destapar lo que simbólicamente serían esas cajas selladas en su mente, recuerdos que ella misma había escondido involuntariamente, para así borrar la existencia completa de su hermano, su madre y su padre.-Realmente...espero que le guste...Siento que le debo mucho a él...además...¡También es su cumpleaños!-junto con lo último su voz se animó más de el plano tono que había usado hasta ahora. Era una fecha importante, y había prometido ir a verle, además de haberse prometido a si misma que sería un día para disfrutar con Ren, para sacarse un poco de encima el peso que llevaba en su diario vivir y lograr que él lo hiciera de igual manera, pues pese a que ignoraba las razones, le había hecho entender que también tenía una herida que no deseaba mostrar, pero que al menos le permitía a la castaña alejar el dolor.

-¿Eh?-Por unos segundos la guitarrista quedó en blanco, ¿había dicho algo malo? fue lo que pensó cuando vió una lágrima deslizarse por la mejilla de Lucía, más enseguida comprendió, se trataba de algo mucho más profundo y seguramente más doloroso. No sabía de que se trataba, ni siquiera podría imaginarselo, pero ver a una muchacha tan alegre, como se había mostrado hasta ahora, romperse de esa forma creó una fuerte empatía en Ren, quien al escucharla no pudo hacer nada más que, en forma titubeante, la atrajo hasta ella, abrazándola. Acarició su cabello unas dos veces antes de volver ese abrazo ligero algo un poco más aprensivo.-...Está bien...Te has esforzado por mantenerte alegre, ¿verdad?-Cerró sus ojos un momento, como si se hablara a si misma-Lucien...tu hermano...es alguien muy importante...¿permitirás que te alejen de quien quieres tanto?-le preguntó alejandola suavemente, limpiando su rostro con la tela del puño de su chaqueta.-¿Quieres salir un momento de la tienda?-Seguramente para Lucía sería demasiado incómodo estar de ese modo en el local, la gente comenzaba a observarla, tanto clientes como vendedores. Ren tomó su mano llevándola hasta la salida principal.

Buscando un sitio más tranquilo cerca de la tienda encontró unas pequeñas bancas a no más de 10 metros de la tienda de cocholates, sentándose al lado de la morena, aunque claro, sin decir palabra alguna pues claramente no esperaba que fuese a desahogarse con una completa extraña como lo era, pero al menos podía cambiar el ambiente abrumador que se había generado dentro del recinto, a uno más tranquilo y personal.

Ren tenía una voz muy dulce, quizás no era la voz de una chica tierna era...más bien una voz casi contenedora y maternal, me recordaba en lo profundo de mi ser a las canciones de mi madre...aunque eran completamente distintas¿Son estos los tipos de humanos que tienen lo que se denomina "ángel natural". Para mi, ahora que estaba completamente perdida, fue como lanzarme al mar y tener un flotador al cual aferrarme.

Comencé a escuchar los murmullos de las personas, sentir sus miradas sobre mi¿Era tan malo que llorara?

"Si quieres llorar, hazlo, estaré aquí. Si la gente te mira mucho seré más brillante que cualquier cosa, así nadie nunca más estará pendiente de ti y no te juzgara. Tendré sus atenciones, así nadie se fijará más en los supuestos defectos que tienes, brillaré por ti,Lucy, seré tan deslumbrante que iluminaré nuestro oscuro camino, ya lo verás!!"

Estaba perdida en esa memoria, Lucien siempre me decía ese tipo de cosas, pero ahora que no estaba me daba cuenta que realmente siempre, sin si quiera buscarlo la gente me veía.

-Lucien...tu hermano...es alguien muy importante...¿permitirás que te alejen de quien quieres tanto?

Abrí los ojos cuando sus palabras me llegaron, de verdad estaba haciendo lo que ella decía¿Ella también lo hacía que podía ver tan facil a través de mi?o...quizás sólo era muy perceptiva. Rompiendo toda clase de mal presagio y pensamiento que sentía alrededor de mi, su voz hizo ue volviera en mi-Y-yo...-apreté los labios un poco y la mano de Ren me sacó de allí rápidamente."Ella, tiene manos muy cálidas"

De un momento a otro me hallaba con ella sentada en una banca, no muy alejada de la tienda, aun respiraba algo desigual, claramente no había entrado en un llanto demasiado excesivo pero...no era nada común en mi hacer tal cosa-L-lo siento de verdad...-cerré los ojos y respiré tratando de calmarme, inconscientemente busqué el alma de Lucien...no estaba, no la sentía- Ren, yo...soy una completa extraña, usualmente la gente se me acerca facilmente y luego...por alguna extraña razón se alejan¿Estoy haciendo algo mal?-"Logan...también se fue"
Levanté el rostro hacia el cielo, no podía verlo obviamente por estar bajo techo- Me preguntaste si podía permitir que me alejaran de mi hermano pero, no sé que puedo hacer...nunca antes se había alejado de mi y él...me dejó en claro con sus acciones que...no quiere estar cerca de mi.
-me percaté de lo que estaba haciendo y estiré mis piernas un poco, como una niña pequeña-
¿Por qué estoy contándote esto?enserio lo siento-reí un poco bajando la cabeza, sosteniendo mi cabello detrás de mi oreja izquierda, aun sentía la mejilla algo húmeda¿estaba de nuevo dejando caer lágrimas sin percatarme?- Eres una persona muy empatica, por permanecer aquí- volví a mirarla, pude notar en sus ojos el color del cielo, algo más oscuro pero de igual forma agradable, la rodeaba un aura tan cálida y abrazable que sin quererlo me hizo sonreír...aunque, pude notar que era algo inestable¿Tenía alguna espina?- definitivamente eres del tipo de ser humano que ayuda a su prójimo, el cielo debe quererte mucho...

Volvió a mirarla cuando ya se encontraba más tranquila, negando con la cabeza, en silencio ante su disculpa. ¿Qué tenía de malo llorar? La verdad esque ella era una llorona, pero no solía hacerlo en público, no porque le avergonzara, o sintiera que estaba mal, sino porque no le gustaba depender de otros para solucionar sus problemas, seguro tendrían más cosas en las que pensar, o se volvería una molestia, le tenía mucho miedo al rechazo por ello prefería solucionarlo todo por si sola. Más no podía negar, que la existencia de cierto muchacho quien era capaz de contenerla cuando flaqueaba le había hecho el peso infinitas veces más liviano, y si podía hacer lo mismo con Lucía...tal vez solo con dejarla llorar, con un abrazo o una palmadita sobre su cabeza, sin intrusear más allá, entonces lo haría. Llorar no estaba mal, no solucionaba nada, claro, pero sentías como el vaso dentro de tu corazón comenzaba a drenarse luego de estar a punto de colapsar.

Le escuchó, y por su mente solo pasó una simple pregunta...¿Cómo alguien que había estado junto a ella por tanto tiempo podía hacerle algo tan cruel sin una razón oculta? Quizás había leído demasiadas historias para chicas, donde el chico, tajantemente, alejaba a la muchacha que tanto amaba para protegerla. El mundo no era un cuento de hadas, lo había entendido perfectamente este último tiempo, las cosas no eran mágicas, lo sabía a la perfección, pero simplemente no podía dejar de cuestionarse algo como eso. Los ojos de Lucía brillaban más de lo normal, o se entristecían aun más cuando hablaba de su hermano.

-No debes disculparte...y si te sientes mejor puedo escucharte, quizás no sepa que decir, pero al menos verbalizar las cosas ayuda, ¿verdad?-rió levemente-En realidad...también es un recordatorio a mi misma...¿Sabes? He terminado por perder a alguien muy importante...pero no tengo las fuerzas para recuperarle porque también estoy muy herida...A veces quisiera comenzar de nuevo, una nueva historia...pero otras solo quisiera volver, quizás por eso puedo empatizar tanto contigo...-alzó la mirada hasta el cielo, ¿la quería? Si era así incluso podía sentirse culpable por maldecirlo aquellos días cuando estuvo lejos de la ciudad. ¿Por qué amanecía si su tiempo se había detenido? ¿Por qué debía llegar otro día en el que Kei no aparecería para verla? Pero nuevamente volvía a amarlo al anochecer, cuando las estrellas comenzaban a tintinear sobre ella.

-¿Y a tí? ¿Crees que el cielo también te quiera?...La verdad nunca me lo había preguntado...solo lo amaba por mi cuenta, incluso luego de odiarlo volvía a amanecer, como si me dijiera "Hey, vamos, la vida sigue"...-Al final, así era, la vida seguía aunque su tiempo se detuviera y pues, tal vez pronto su reloj comenzaría a sentirse demasiado atrás y volvería a moverse.

Verbalizar...-no estaba acostumbrada a hacer eso, ¿con quién más que con Lucien podría contar sobre lo que siento, es más...¿En qué momento comencé a sentir este tipo de cosas?

Definitivamente por las palabras de Ren había pensado bien, ella...perdió a alguien especial. La mirada que ahora poseía era como diciendo "lo entiendo, realmente te entiendo" y es que en realidad nunca antes habría podido empatizar tanto con una persona que no fuese mi hermano¿En el pasado el sentía lo mismo? ¿Acaso con Mine podía sentirse...comprendido?

"Si fuese así yo..."

-¿Y a tí? ¿Crees que el cielo también te quiera?...La verdad nunca me lo había preguntado...solo lo amaba por mi cuenta, incluso luego de odiarlo volvía a amanecer, como si me dijera "Hey, vamos, la vida sigue"...-

Yo...-mis labios se sellaron...estaba dudando.

"No!no dudes de que tu Dios te ama Lucia, no lo hagas...si lo haces...si dudas de tu señor no hay vuelta atrás, si tú lo haces ahora si estará todo perdido...debes salvar el alma de Lucien a toda costa."

Creo que...el cielo me ama tanto que por eso siempre me ha puesto tanto a prueba...desde muy pequeña he tenido que lidiar con muchos obstaculos, inclusive...aquello hacía que mi hermano cargara con muchas responsabilidades que no debía pero...luego de todo eso...-sonreí con nostalgia pero dulcemente- el cielo nos bendijo con la llegada de un amable señor ingles,él nos educó y nos mostró que este mundo no era tan mal y dejó que yo y Lucien estuviésemos juntos.

Dejé una mano sobre mi regazo- Siento que mi hermano a perdido la fe en todo lo que le rodea,siento que...por esa misma razón ya no puedo alcanzarle pero...en cierta forma es comprensible,juré que no le iba a dejar solo...y lo hice, ahora él tiene a una persona que necesita de él y yo...aunque me duela debo dejar que siga su vida. -suspiré y cerré los ojos de nuevo- ¿No sería egoísta de mi parte perdirle que vuelva a mi lado si yo le deje en soledad?

Nee, Ren...-le miré y sonreí- siempre pensé que mi hermano era más fuerte de lo que realmente era, siempre hice que cargara con todo y en realidad el siempre me estuvo protegiendo durante todo este tiempo...Me duele darme cuenta que...quizás ame a mi hermano y dependa de él más de que realmente necesitaba y que en realidad ambos eramos más débiles de lo que pensábamos,más humanos de lo que necesitábamos ser...

Pero...ahora que el decidió su camino separado de mi...yo...no puedo más que apoyarle, intentar...entender el mundo como el lo está haciendo. Mientras lo hace...le ayudaré en lo que pueda, desde la distancia, porque no quiero que se pierda-cerré los ojos al sonreír, quería llorar de nuevo-p-porque le amo más que a nada en el mundo...¿Es eso una tontería si el me dijo que no quería verme nunca más?¿Crees que el lo entienda?...

Ya no sabía que decirle,ya no sabía que hacer pero, pensé en todo aquello en este momento, entendí que Lucien siempre estaba conmigo porque el me había dado la mayor parte de su alma, de su felicidad, de su futuro, pero...en cambio, yo le había dado mi tormento, mi perdición, la muerte de su propia humanidad...el no tenía nada más que misera a causa mía porque todo aquello que él tenía dentro de si y que ahora se estaba alimentando...debía de ser acabado con mi muerte.

La castaña le escuchó sin entender realmente la situación que había vivido, con esa vaga información simplemente pudo vislumbrar que su infancia no había sido para anda sencilla...Que un niño pierda la luz en sus ojos solo es posible por una cruel e injusta realidad frente a ellos, lo sabía. Cuando meditaba aquellas cosas, sobre los niños y su inocente forma de ver el mundo se preguntaba ¿qué habría pasado por la mente de Ion para ser lo que era, para haber hecho lo que hizo? Seguramente aun existían demasiadas memorias perdidas en su cabeza, cosas que ella desconocía y que Ion recordaba a la perfección. Por esa misma razón temía mucho de si misma, maldecía y agradecía a su hermano, pues si no fuese por él seguramente ya no se encontraría con vida. Bajó la mirada, con una expresión un tanto más neutral, por aquellos pensamientos.

La voz de Lucia fue quien trajo a su mente nuevamente hacia la realidad, alzó la mirada encontrándose con ese dulce y particular rostro de niña.- Muchas veces...las personas que parecen las más fuertes son las más débiles...-cerró sus ojos unos segundos antes de volver hacia la muchacha.-Son quienes más necesitan del resto...incluso aun que renieguen de ello...- sonrió con cierta nostalgia y melancolía, después de todo Ren había sido "la chica fuerte" por demasiado tiempo, cuando temía de todo. Solo se dió cuenta de su soledad y vulnerabilidad cuando el hablar con Jinguji le alivianó la carga, cuando se vió superada por sus sentimientos al hablar con Kei. Necesitaba un refugio, necesitaba el apoyo y contacto de alguien desesperadamente.

-Lucia, yo soy una completa desconocida...no se nada de tí, mucho menos de tu hermano...Y quizás solo esté hablando por hablar...pero...Aun que sea él quien te pide que le dejes...Si lo amas tanto como dices, no lo hagas. No es tan fuerte como parece...¿verdad?-dicho aquello último le sonrió, amablemente, casi de forma maternal.-Seguramente se sentiría demasiado solo si desaparecieras o te alejaras...¿Han estado juntos toda la vida, verdad?

Dios me ha hablado, si, muy pocas veces, pero siempre era lo mismo...o quizás ya era una forma de tratar de seguir adelante¿porque si Dios ama tanto a sus hijos no responde su llamado?¿Por qué si Lucien es más débil aun cuando parezca el más fuerte de ambos...Dios no le da un poco de esperanza diciéndole que siga adelante?

¿Por qué fui yo la bendecida por él y no mi hermano?
¿Realmente fui yo la que nació con la maldición y no él?

Pude apreciar en los ojos de Ren la nostalgia, esa que nada en el mundo te abandona, que ni siquiera puede abandonar los más oscuros rincones del corazón.

-negué con la cabeza con una sonrisa al escucharle, alegrada por sus palabras, incluso un poco más esperanzada- Nosotras ya no somos unas completas desconocidas, Ren...nosotras a pesar de sólo tener un encuentro ha sido más significativo que otros a lo largo de nuestra propia vida...Los seres humanos, si bien generan lazos con el pasar del tiempo generando distintas emociones y sensaciones no es común que sucedan este tipo de cosas, todo tiene un porque, todo los caminos se entrecruzan porque así lo decidimos...y tú estás aquí, ya dejando de ser una desconocida para mi-tomé sus manos entre las mías con suavidad y una sonrisa más relajada y madura que antes- Nosotras seremos extrañas si así lo deseamos, pero gracias a este pequeño encuentro...creo que ya no lo somos ¿cierto?-de mis manos salió una pequeña aura más cálida, sin pensarlo mucho quería que la chica sintiera mi gratitud, mis más profundos deseos de que sus propios problemas se arreglaran, con ese pequeño toque podría sentir un poco más de tranquilidad.

Lamento el haberme expuesto de esta manera y a la vez no lo hago¿podría tildarme de pecadora por ser un poco egoísta?-reí un poco- Te conté mucho de golpe y seguramente no entiendes, de verdad lo siento, pero...es dificil encontrar a alguien quien entienda tan bien tus propios sentimientos-mis ojos brillaron al verle a los suyos, podía apreciar sus sentimientos con mi propia alma, al menos quería verla, quería apreciar la joven alma llena de pesares pero más desbordante de bellos sentimientos que tenía Ren.

Si pudiese volver a ver a Lucien...le diría que conocí a una maravillosa chica, que...aunque temerosa de sus propios sentimientos se dio el tiempo de escuchar mis propios problemas, a pesar de que su alma está algo cansada por todo lo que a vivido.


Le sonreí ya más calmada, consiente de que ya había hablado demasiado con decir aquellas ultimas cosas. Aun tomándole las manos a ren hice que se levantara suavemente- Creo que amargué un poco la compra del chocolate¿no?-le quedé mirando a los ojos y ante un pequeño silencio apreté sus manos con comprensión- Ren...si necesitas de alguien...yo-me sonrojé levemente al encontrarme con aquella situación, quizás podía tener algún tipo de amistad con esta particular chica-puedo escucharte, quizás ayudarte a sentir mejor, sea cual sea la situación, yo te ayudaré¿si?-ladea el rostro un momento, mis cabellos se inclinaron hacia el lado- no por una necesidad de hacer lo mismo que hiciste conmigo, si no porque de verdad siento que nuestro encuentro no fue casualidad-me encogí de hombros sonriente- Podemos ser amigas ¿no?

¿Qué era eso? Se sentía extrañamente calmada cuando Lucia tocó sus manos, casi como si fuese algo mágico, una paz anhelada por la castaña. Cerró los ojos unos momentos, asintiendo levemente. Lucia resultaba ser tan extraña, le entregaba tanta calidez a su corazón de una sola vez, tal y como sucedía con el Idol, una sensación dulce y que a la vez aterraba a Ren, le aterraba depender de la gente ahora mismo, pues si lo hacía terminría abriéndose a ellos, y el esfuerzo por enterrar todos y cada uno de los lamentos, recuerdos y pesares se irían abajo...Junto con ella misma. Pero a la vez deseaba tanto el contacto, el hombro de esas personas cálidas. Ahh...No tengo remedio..., pensó lamentándose lo débil que era, más lo sabía Los humanos no pueden vivir solos aquellas palabras resonaban en su cabeza, las palabras de su única familia. ¿Qué sería de Hiro ahora mismo?

Su vista se alzó hasta el cielo, como si buscasen una gota de esperanza en esas esponjosas nubes teñidas de naranja. En seguida la voz de Lucia la trajo nuevamente hasta esos inocentes ojos. Negó con la cabeza junto a una sutil sonrisa.-A mi también me ha servido muchísimo esta conversación...Perdón por aprovecharme de tus problemas para regañarme a mi misma...Hehe...-dijo riendo torpemente de si misma. Así eran los humanos, suponía, no veían las respuestas que estaban frente a sus narices hasta que debían decirlas a otra persona. Ahora bien, pese a ello quedaba el gran paso a dar que era...querer solucionarlo todo.

-¿Eh? No, para nada. Ahora ya se exactamente que clase de presente de San Valentín debo hacer...-respondió sonriendo con cierta ternura. Un pastel de naranja y chocolate vendría muy bien, ya solo debía buscar los ingredientes que en realidad no eran demasiados, si tenía suerte podría entregárselo antes de que acabase el día, después de todo él mismo había dicho que tendría la tarde ocupada.

Los ojos de la castaña se abrieron nuevamente, las palabras de Lucia ruborizaron las mejillas de Ren fácilmente.-Eres realmente una chica muy dulce...-le dijo, llevando su diestra hasta la cabeza ajena, acariciándola con suavidad.-Claro que podemos ser amigas...Muchas gracias por preocuparte por mi...-continuó comenzando a caminar lentamente.-Y como mi amiga debes ayudarme a encontrar los ingredientes perfectos para hacer mi pastel...Y yo debo ayudarte a encontrar el chocolate perfecto...¿Cierto?-la misma mano que antes había tocado a la morena, ahora se encontraba estirada esperando su mano para que la acompañase.

Mi rostro se iluminó en una sonrisa cuando le escuché decir que todo esto le había ayudado, negué instintivamente con la cabeza cuando me pidió disculpas en mención de que yo sentía lo mismo que ella, de la misma manera. 

Estaba ya mucho más calmada, Ren se sentía extrañamente cercana. Me alegraba saber que al menos ahora ya sabía exactamente que hacer con su chocolate- Te entiendo, ya sé que hacer y con qué sentimientos, al menos por ahora...intentaré pedirle perdón a mi hermano y el otro...pues-cerré los ojos, buscando la imagen de aquel pelirrojo de sonrisa calmada pero amable y el color de sus ojos tan llenos de misteriosos sentimientos y sensaciones entregadas- Deberé hacerle frente al presente, si no, no podré avanzar, por mucho que me cueste. 

Ambas parecíamos avergonzadas de nuestras propias emociones, quizás era así como se sentía el compartir una charla de tus sentimientos con una amiga. No pude no reír suavemente- jaja, es gracioso escucharlo de alguien que desprende tanta calidez, es como cuando mi hermano me alagaba por mi voz siendo que el tiene una voz maravillosa.- Siempre volvía su recuerdo, presente y latente. Me ruboricé sin darme cuenta.

Tomé su mano mientras sonreía- Muchas gracias, y daré mi mejor esfuerzo para ayudarte! seguro se pondrán muy contentos!- unos pocos pasos ligeros y estaba a su lado.

Miré su rostro, su perfil ahora lucía más tranquilo. Cuando llegamos de nuevo a la tienda y me vi rodeada por tantos ingredientes me asaltó la duda- Nee, Ren...Dijiste que tenías que preparar algo para alguien de cumpleaños ¿verdad?- me sentía muy curiosa- Cómo es una persona que es como el verano?-ladee el rostro reflejando mi interés sin dejar de sonreírle-